Siete campesinos guatemaltecos demandaron civilmente en Vancouver Canadá a la empresa minera canadiense Tahoe Resources por los daños que sufrieron en abril de 2013 cuando agentes de seguridad de dicha empresa les dispararon en medio de protestas contra una de sus minas en Guatemala.
Luis Fernando García Monroy, uno de los demandantes, argumentó en la querella que «me dispararon en la cara a unos pocos metros de distancia y luego me dispararon dos veces más, y todo porque me quedé con mi hermano pequeño y mi padre delante de las puertas de la mina», dijo.
«He tenido múltiples cirugías, pero todavía tengo problemas para respirar, así no puedo trabajar y he perdido la capacidad de oler», agregó.