Las mineras auríferas sin licencia dan muestras de resistir la mayor caída de los precios en 16 años y los intentos del gobierno de regular sus operaciones.
Las inversiones de compañías como AngloGold Ashanti Ltd. se retrasan en tanto ambiguas regulaciones locales exacerban los efectos de la declinación global del oro. En contraste, florecen las operaciones informales en zonas selváticas y ríos apartados. El gobierno admite que es probable que la cantidad de productores sin licencia haya aumentado respecto del último censo en 2010-2011, cuando constituían el 87 por ciento del total de minas de oro.
“El sector informal florece porque es mucho menos evidente”, dijo el máximo responsable financiero de Trident Gold Corp., Andrew Smith, en una entrevista desde Medellín. “Su mayor ventaja es que pueden operar en mucho menor escala. Para las compañías internacionales, el mero hecho de empezar a cotizar en bolsa es engorroso”.




La pregunta de la Consulta Popular: Las y los habitantes de Piedras deberán responder con «sí» o «no» a la pregunta: «Está de acuerdo, como habitante del municipio de Piedras, Tolima, que se realice en nuestra jurisdicción actividades de exploración, explotación, tratamiento, transformación, transporte, lavado de materiales, provenientes de las actividades de explotación minera aurífera a gran escala, almacenamiento y el empleo de materiales nocivos para la salud y el medio ambiente, de manera específica el cianuro y/o cualquier otra sustancia o material peligroso asociado a dichas actividades y se utilicen las aguas superficiales y subterráneas de nuestro municipio e dichos desarrollos o en cualquier otro de naturaleza similar que pueda afectar y/o limitar el abastecimiento de agua potable para el consumo humano, la vocación productiva tradicional y agrícola de nuestro municipio» (1).
“Están vendiendo en pedazos el país”, expresó el economista Hugo Noé Pino al referirse a la
QUE, el Ecuador y el Perú han asumido un modelo de Estado sustentado en la propiedad privada capitalista, el individualismo, el consumo, la globalización y homogenización del ser, la dependencia que promueve la devastación del territorio a través de la minería, la extracción petrolera irresponsable, las hidroeléctricas, el crecimiento de los grandes capitales, la nueva colonización por parte de las transnacionales que no respeta la vida y violenta los derechos de los pueblos, los derechos económicos, sociales y culturales, los derechos civiles y pasa por alto los mandatos constitucionales, los Instrumentos Internacionales y las legislaciones nacionales.