Latinoamerica

Género y Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos

La economía de nuestros países de América Latina y el Caribe se basa cada vez más en la extracción intensiva de recursos naturales renovables y no renovables, nuestras economías se han reprimarizado. En los últimos años hemos vivido dos momentos clave: el boom del precio de los minerales y luego la caída de los mismos. Nuestras economías altamente dependientes de la renta proveniente de esta extracción siempre optaron por el camino fácil, de obtener ingresos a partir de la exportación de nuestros recursos, sin generar mayor valor agregado. Los precios de los commodities han continuado fluctuando y en los últimos meses se aprecia una mejora. Frente a la variación de los precios, nuestros gobiernos han optado por flexibilizar las normas ambientales, tributarias, laborales, de propiedad de la tierra, a fin de “evitar” la fuga de inversiones y hacer más atractiva la inversión. Asimismo, se han endurecido las políticas de criminalización de la protesta social, que además ha venido funcionando como caldo de cultivo de la impunidad de quienes violan los derechos de varones y mujeres de las poblaciones campesinas e indígenas. América Latina se ha convertido en una de las zonas más violentas y peligrosas para los y las defensores ambientales [1].

En ese contexto, lo que no cambia son los impactos directos de estas actividades extractivas en las poblaciones de las áreas de influencia. Se continúa ejerciendo presión sobre los territorios y sobre recursos escasos como son el agua y la tierra, se afecta la flora y la fauna, se impacta severamente el medio ambiente, deteriorando directamente los medios de vida de varones y mujeres, degradando su calidad de vida, generando pobreza y violentando sus derechos. Sin embargo constatamos que esta situación impacta de manera diferente a varones y mujeres, debido a las diferencias en su situación y a su posición en la sociedad y debido a las discriminaciones y desigualdades existentes de carácter estructural. Las actividades extractivas exacerban las diferencias, profundizan la discriminación, agravan la situación de las mujeres y las hacen más vulnerables.

Y asimismo, en este contexto, existe evidencia de que son las mujeres las más desfavorecidas, las que reciben los mayores impactos, las más vulnerables frente a los fenómenos climáticos y al crecimiento exacerbado de las actividades extractivas.

Hace 7 años, en 2011, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos, elaborados por el Representante Especial para los derechos humanos y las empresas, John Ruggie. Estos Principios Rectores a pesar de ser de carácter voluntario, han sido suscritos por los países miembros de Naciones Unidas y por las más grandes empresas transnacionales. Los PR se asientan en tres pilares que reflejan las obligaciones concretas de: 1) los Estados deben Proteger los derechos humanos; 2) las Empresas deben Respetar y 3) ambos actores deben Remediar los impactos que se pudieran haber producido.

Sin embargo, se ha constatado que tanto las autoridades y funcionarios de los gobiernos, así como los funcionarios locales de las empresas, no tienen un conocimiento de los 31 Principios Rectores que sus casas matrices se han comprometido a respetar; pero tampoco respecto a la perspectiva de género que aunque insuficiente aún han sido incorporados a los mismos. En tal sentido se creó el Grupo de Trabajo sobre la Perspectiva de Género en los Principios Rectores, que a la fecha ha realizado consultas regionales y globales en 2017 y 2018 y realizará para LAC el próximo enero.

Los principios 3, 7, 12 y 20 por ejemplo, reconocen la importancia de la perspectiva de género en la protección, respeto y remediación de los derechos humanos. Señala que los Estados deben “explicar cómo tratar eficazmente las cuestiones de género, vulnerabilidad y/o marginación”; los Estados deben “prestar asistencia adecuada a las empresas para evaluar y tratar los principales riesgos de abusos, prestando especial atención tanto a la violencia de género como a la violencia sexual”; asimismo que las Empresas deben respetar los derechos humanos de las personas pertenecientes a grupos o poblaciones específicos y deberán prestarles una atención especial cuando vulneren los derechos humanos de esas personas”

Entonces se impone una triple tarea, fortalecer el conocimiento, ejercicio y exigibilidad de derechos por parte de las mujeres y sensibilizar a los varones; fortalecer la institucionalidad pública y demandar a los estados la protección de los derechos humanos en general y de las mujeres en particular y exigir a las empresas el respeto irrestricto de estos derechos y la remediación de los derechos violentados.

Mientras ello sucede, es necesario analizar los impactos de las actividades extractivas en toda la cadena de valor y el ciclo de los proyectos, sin dejar de mirar las condiciones pre-existentes, a fin de presionar hacia un cambio del comportamiento social y ambiental de las empresas. En el caso de la minería, por ejemplo, analizar desde el otorgamiento de las concesiones, pasando por las etapas de exploración, construcción, explotación, beneficio, comercialización, hasta el cierre de la mina y los temas relacionados como el pago de impuestos y regalías, la inversión pública y el aporte de las actividades extractivas al desarrollo local sostenible; identificando los impactos que afectan en forma diferenciada a varones y mujeres.

A continuación presentamos un primer acercamiento según la etapa del ciclo de vida de un proyecto minero en Perú.

En la etapa del otorgamiento de concesiones, no hay consulta previa. En el caso que se realizara la consulta previa, serían consultados solo los varones, que son los socios calificados (con voz y voto) de las comunidades indígenas; salvo excepciones, las mujeres no son socias calificadas. En la mayoría de los casos, las mujeres no son titulares de la propiedad de la tierra y por lo tanto su opinión, necesidades, problemas, intereses, no son considerados [2].

Cuando las empresas ingresan a los territorios desarrollan relaciones clientelares basadas en el beneficio económico. Esto genera una grave distorsión en las economías rurales, se producen brechas de desigualdad entre las comunidades, se gestan conflictos inter e intra comunales familiares. En este contexto las mujeres son las que pierden más; no solo no son consultadas sino que al ingresar en este círculo se les agrega cargas de trabajo.

Por su parte los gobiernos “focalizan” los programas sociales en aquellas zonas donde desean que se desarrollen las actividades extractivas, a fin de generar una sensación de “bienestar” y “paz social”. Estos programas sociales tienen una visión clientelar y no preparan a las mujeres beneficiarias directas para el uso de los recursos; si bien es cierto el monto de la transferencia es sumamente exiguo [3], el fortalecer las capacidades para el uso del dinero es un tema clave en cualquier programa de transferencias condicionadas, ya que estos programas podrían servir para empoderarlas. Entre los efectos no deseados de estos programas sociales está el incremento del alcoholismo y la violencia de género [4].

Las empresas mineras ofrecen empleo temporal a las comunidades de las áreas de influencia directa de sus actividades. En las comunidades se establecen los turnos por familia y en cada familia dependiendo de tipo de empleo son los varones o las mujeres las que asumen el trabajo. Cuando los varones van a trabajar para la empresa, las mujeres asumen además de sus tareas tradicionales las tareas del varón; sin embargo, cuando es la mujer la que se emplea en el trabajo temporal, el varón no asume las tareas de la mujer. En el caso que ambos, mujer y varón, trabajen fuera, quienes asumen las actividades tradicionales domésticas y productivas son las niñas, quienes dejan de asistir a la escuela para hacerlo.

A ello debemos agregar que cuando los gobiernos locales empiezan a recibir recursos provenientes de la renta extractiva se genera un crecimiento vertiginoso de las dinámicas económicas locales, crece el empleo, en su mayoría de carácter precario y con menos oportunidades para las mujeres.

En las fases de exploración y construcción se produce un crecimiento acelerado de las economías locales; la población con más recursos invierte para producir bienes y servicios que son adquiridos por las empresas extractivas y las empresas contratistas. Se construyen hoteles, restaurantes, se instalan lavanderías, farmacias, peluquerías, sastrerías, llegan las agencias bancarias. Esta dinámica puede durar entre 2 y 3 años. Las mujeres tienen mayores oportunidades de empleo, pero además de que los salarios son más bajos que el de los varones, son empleos que reproducen su rol reproductivo doméstico: lavar, planchar, limpiar, etc.

En la etapa de explotación se reduce drásticamente la fuerza de trabajo empleada por la empresa extractiva, se contrata mano de obra con altos niveles de especialización, que no se encuentra en las comunidades locales. El espejismo, promovido desde los gobiernos, de una actividad que da mucho trabajo se desvanece. Se reduce la mano de obra no calificada y en particular se reduce la contratación de mujeres.

Tanto en las fases de exploración como de explotación y cierre de mina, se producen impactos ambientales, que no siempre están previstos adecuadamente en los instrumentos de gestión ambiental, con el agravante que estos tampoco son técnicamente idóneos. Entonces se producen accidentes ambientales que ponen en riesgo particularmente el recurso agua, ya que se afectan tanto las aguas superficiales como subterráneas. En estas situaciones se producen dos fenómenos, o escasez de agua o contaminación de las aguas. Se produce entonces un impacto diferenciado en varones y mujeres con respecto al acceso y calidad del agua. Las mujeres encargadas del cuidado y la reproducción ven afectado su derecho a un agua segura y limpia, y en cantidades suficientes [5]. Las mujeres deben caminar algunas horas para llegar a otras fuentes de agua.

La puesta en práctica de los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, debería permitir mejorar la  situación y la posición de las mujeres en las áreas de influencia de proyectos extractivos. Sin embargo, desde la sociedad civil tenemos una ardua tarea por delante.

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[1] Según el informe de Global Witness, en 2015 fueron asesinados 122 defensores y defensoras en nuestra región.

[2] Según el Informe de OXFAM 2016, “Privilegios que niegan derechos”, su origen está en las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres y los factores que inciden en su perpetuación son de carácter estructural y reproducen exclusiones históricas.

[3] Menos de 100 dólares mensuales.

[4] “…En los resultados de “Juntos” persisten aún muchos de los problemas propios de las mismas regiones, como el alcoholismo y la violencia familiar, situaciones que se generalizan con el programa. Por ejemplo, en algunas localidades se asocia el consumo de alcohol a la transferencia de dinero, específicamente, al no saber qué hacer con esta”. En Análisis de la implementación del programa “Juntos” en las regiones de Apurímac, Huancavelica y Huánuco, Economía y Sociedad N° 73, CIES, diciembre 2009.

[5] Como se sabe la actividad minera insume volúmenes importantes de agua. Según el estudio de CooperAcción Gobernanza del Agua en zonas mineras del Perú. Abriendo el diálogo. El 49% del territorio de la Región Hidrográfica del Pacífico está concesionado a la minería. El 11.28% de las concesiones se encuentran a más de 3,000 msnm, donde se encuentran las fuentes de agua.

 

Artículo publicado originalmente  en el boletín “Mujeres frente al extractivismo”

Link : https://sway.office.com/9w8PbS2hQGtZaB1U?ref=email

Fuente:http://cooperaccion.org.pe/genero-y-principios-rectores-sobre-empresas-y-derechos-humanos/

 

Internacional

Por un Tratado Vinculante sobre empresas y derechos humanos

En diversos países del mundo, los proyectos de grandes empresas transnacionales tienen impactos en los derechos de las comunidades locales. En muchos casos, la contaminación perjudica su derecho a un ambiente sano. En otros casos, los grandes proyectos implican el desalojo o reasentamiento de comunidades, y muchas veces esto se realiza sin respetar el derecho a la consulta previa. También se registran innumerables casos de violaciones a los derechos laborales, hostigamiento a líderes sociales y la violación de derechos civiles y políticos, tales como la protesta y la organización sindical. Incluso, es creciente el número de defensores ambientales asesinados en el marco de su resistencia contra grandes megaproyectos.

Frente a esta realidad, los países miembros de la Organización de Naciones Unidades (ONU) vienen discutiendo cómo garantizar que las operaciones de las empresas respeten los derechos humanos. El 2011, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó un conjunto de Principios Rectores sobre empresas y derechos humanos, los que constituyen un avance, y estipulan la responsabilidad de todas las empresas, sea cual sea su tamaño, su sector o el país en el que se encuentre, de respetar los derechos humanos y de no producir impactos negativos en las poblaciones locales. Sin embargo, estos principios son de carácter voluntario. Por ello, desde hace algunos años el Consejo de DDHH de la ONU creó un Grupo de Trabajo con miras a la creación de un Tratado Vinculante que establezca obligaciones de las empresas para el respecto de los derechos humanos.

Semana de movilización

Esta semana se ha realizado en Ginebra la cuarta sesión de dicho Grupo de Trabajo, conocido como OEIGWG por sus siglas en inglés. Frente a ello, organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo se dieron cita en esta ciudad europea para promover la creación de un Tratado Vinculante. CooperAcción, en alianza con diversas organizaciones de América Latina, ha participado activamente de este proceso, asistiendo a la sesión oficial, participando de eventos paralelos, sosteniendo diversas reuniones con las delegaciones diplomáticas para exponer los casos de la región y la urgencia de afrontar esta problemática. Así mismo, este viernes tendrá lugar una movilización de los pueblos por un tratado vinculante.

Durante la sesión se ha podido observar que existen tres posiciones contrapuestas. Por un lado, un grupo de países liderados por Ecuador y Sudáfrica impulsa con mucho énfasis la necesidad de establecer dicho tratado que sea de cumplimiento obligatorio. Por otro lado, el Perú llevó la posición de otro grupo de países, que incluye a Brasil, Colombia y México, y que plantea que no debiera apresurarse el debate y que es necesario lograr un consenso y no aprobar un acuerdo por mayoría. Finalmente, Rusia expuso la posición más reticente, señalando que es peligroso establecer responsabilidades adicionales a las civiles y penales que ya están incluidas en la legislación de cada país. Por su parte EEUU no ha participado pero ha hecho circular un documento donde también expresa sus reservas ante esta discusión. “Hay intereses encontrados que responden a grandes intereses económicos”, explicó Julia Cuadros, representante de CooperAcción en esta semana de incidencia. “Es lamentable que Perú haya declarado que el Borrador Cero fue presentado con poco tiempo de anticipación, se presentó el 20 de julio, pero que además estaba en inglés y no en español”. Cabe destacar que el líder social Víctor Limaypuma, presidente del Frente de Defensa de los Intereses y Desarrollo de la Provincia de Cotabambas (Apurímac) también ha participado de la delegación peruana, exponiendo el caso de la empresa Las Bambas y sus impactos en las comunidades locales.

Fuente:http://cooperaccion.org.pe/por-un-tratado-vinculante-sobre-empresas-y-derechos-humanos/

Colombia

Consultas mineras de este domingo no tendrían efecto jurídico

Fusagasugá y San Bernardo (Cundinamarca) irán a las urnas. Corte limitó alcance de este mecanismo.

Las consultas para prohibir las actividades mineras en Fusagasugá y San Bernardo (Cundinamarca) sí se llevarán a cabo este domingo, tal como estaba previsto, pero no tendrán efectos jurídicos vinculantes.

Es sabido que una decisión de la Corte Constitucional, conocida la semana pasada,  estableció que las consultas populares no pueden prohibir las actividades extractivas en las regiones.

En el fallo, el alto tribunal consideró que poner las consultas por encima de la Nación va en contra del precedente que indica que el Estado es el dueño del subsuelo.

Para el alto tribunal, ni los municipios pueden prohibir la minería ni el Estado puede imponerla, por lo que entes nacionales y locales tienen que llegar a mecanismos de concertación sobre el futuro de la explotación minera o petrolera.

Ante esta decisión judicial, el registrador Nacional, Juan Carlos Galindo, encargado de toda la logística para la realización de las consultas, envió una carta al presidente de la Corte Constitucional consultándole los alcances del fallo.

“Requerimos nos informe si en el referido fallo existe algún pronunciamiento respecto de la organización y validación de las consultas indicadas”, expresó Galindo en su carta, en referencia a los casos de Fusagasugá y San Bernardo.

Hasta el momento no se conoce respuesta del alto tribunal a esta misiva, por lo que, según conoció EL TIEMPO, la Registraduría procederá a brindar el apoyo logístico en las consultas del próximo domingo.

Este hecho se refuerza con una carta enviada a la Registraduría por el alcalde de Fusagasugá, Luis Cifuentes, quien le informa al registrador Galindo que un fallo de tutela obliga a realizar la consulta minera en este municipio.

«No es pertinente ni prudente controvertir la decisión judicial que está en firme», indicó Cifuentes.

En consecuencia, la pregunta que deberán responder los habitantes de este territorio, tal como se lee en la página de la Registraduría, será la siguiente: “¿Está usted de acuerdo, sí o no, que en el municipio de Fusagasugá se realicen actividades de exploración, perforación y producción de hidrocarburos, fracking y minería a gran escala?”.

Fuente:https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/consultas-mineras-de-este-domingo-no-tendran-efecto-juridico-282848

Mexico

No fueron las lluvias, fue la minera

La compañía canadiense Fortuna Silver Mines reconoció que las lluvias recientes causaron un desbordamiento de los residuos sólidos y líquidos de su subsidiaría la mina La Trinidad, ubicada en la comunidad de San José del Progreso,  que contaminó el río El Coyote, de Magdalena Ocotlán.

 

Los desechos tóxicos, propiedad de Fortuna Silver Mines, provocaron la contaminación del río El Coyote, el cual sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad

A través de un comunicado, fechado en Vancouver, la minera trasnacional aceptó que el volumen de lluvias causó el derramamiento del estanque de emergencia, donde se acopian los residuos de la extracción de la mina, conocida como “presa de jales”.

El desbordamiento ocurrió durante aproximadamente dos horas y tuvo un registro de mil quinientos metros cúbicos de agua, que transportaba sedimentos y pequeñas cantidades de relaves finos, desde el sistema de drenaje de la instalación hasta el río El Coyote.

Los desechos tóxicos, propiedad de la empresa canadiense Fortuna Silver Mines, provocaron la contaminación al verter en el río El Coyote, del que dependen cientos de familias campesinas del municipio de Magdalena Ocotlán, sólidos sueltos y líquidos de desecho de la explotación minera de la empresa Cuzcatlán, filial de la canadiense. a una hora al sur de la ciudad de Oaxaca.

Según la denuncia, el río desemboca en el paraje conocido como La Ciénega, donde se encuentra un retén de agua, que sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad.

Según la denuncia, el río desemboca en el paraje conocido como La Ciénega, donde se encuentra un retén de agua, que sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad.

La compañía dijo que notificó el desbordamiento a funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el día del incidente, y actualmente, trabaja con autoridades federales, estatales y locales, mientras se realizan inspecciones en sus instalaciones.

La compañía acusa a las lluvias pero no son precisamente las lluvias las que producen desechos tóxicos.

Fuente:https://noalamina.org/latinoamerica/mexico/item/42135-no-fueron-las-lluvias-fue-la-minera

Mexico

La Semarnat ratifica rechazo al proyecto de minería submarina “Don Diego”, en BCS

La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó la autorización del impacto ambiental al proyecto “Dragado de arenas fosfáticas negras en el yacimiento Don Diego”, en Baja California Sur, por el daño ambiental que generaría con la extracción de fosforita en las aguas nacionales ubicadas en el Golfo de Ulloa, durante 50 años.

En un comunicado, la dependencia precisó que el proyecto promovido por la empresa Exploraciones Oceánicas S. de R.L. de C.V. ya había sido rechazado mediante la resolución emitida por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, el 7 de abril de 2016; sin embargo, la empresa promovió un juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), que le fue concedido.

El TFJA declaró la nulidad de la resolución de la Semarnat y ordenó que se emitiera una nueva.

El pasado viernes 12, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría cumplió la sentencia del TFJA, ratificando la negativa en materia de impacto ambiental al proyecto “Dragado de arenas fosfáticas negras en el yacimiento Don Diego”.

Durante el procedimiento de evaluación del impacto ambiental participaron, con sus opiniones técnicas, diversas instituciones de los gobiernos federal, estatal y municipales, así como el Congreso del estado de Baja California Sur, además de expertos en la materia.

De acuerdo con el comunicado, el proyecto “Dragado de arenas fosfáticas negras en el yacimiento Don Diego” pretendía extraer fosforita en las aguas nacionales ubicadas en el Golfo de Ulloa, durante las 24 horas de los 365 días del año, durante 50 años.

Esta actividad, abundó, podría haber generado graves impactos ambientales negativos, sinérgicos y acumulativos sobre la fauna y el hábitat de especies que se encuentran en peligro de extinción.

Entre esas especies destacan: ballenas (gris, jorobada y cachalote), tres delfines (tornillo, listado y de riso), la orca, el lobo marino de California, nueve especies de aves y cuatro de tortugas marinas, entre ellas la amarilla (Caretta caretta), que tiene su desove, nacimiento y etapa juvenil en las costas de Japón, y posteriormente viaja miles de kilómetros para vivir su vida adulta en el Golfo de Ulloa, México.

Los impactos ambientales al hábitat en el Golfo de Ulloa hubieran supuesto, además, la afectación de otros cientos de especies desde moluscos e invertebrados, hasta peces, aves y mamíferos marinos.

Fuente:https://www.proceso.com.mx/555988/la-semarnat-ratifica-rechazo-al-proyecto-de-mineria-submarina-don-diego-en-bcs

Venezuela

EL TEMA DEL DÍA | Valentina Quintero: “Lo que destruye la minería en Canaima es irrecuperable”

La periodista manifestó que lo alarmante es que esa explotación está ocurriendo dentro del Parque Nacional Canaima y que prácticamente lo que falta es que se extienda hasta dentro de la laguna.

de extremo a extremo, es su oficina. Difícil que alguien conozca tanto nuestro país como ella. Es por eso que esta semana sonaron las alarmas cuando la periodista Valentina Quintero publicó unas fotos que daban cuenta de la devastación causada en una de las principales reservas naturales del país y Patrimonio de la Humanidad decretado por la Unesco: el Parque Nacional Canaima.

En el segmento El Tema del Día, El Pitazo entrevistó a Valentina Quintero quien explicó las consecuencias que la minería está generando en este territorio milenario, contaminando con mercurio las aguas, destruyendo la frágil ecología de la zona y “corroyendo el alma de los pemones, los habitantes originarios de la zona quienes a falta de turismo se ven obligados a dedicarse a la minería”.

Fuente:https://elpitazo.com/ultimas-noticias/tema-del-dia-valentina-quintero-lo-destruye-la-mineria-canaima-irrecuperable/

Argentina

Muere la cosecha por el agua contaminada

En Gran China, San Juan,  los productores denuncian que la cosecha se muere por el agua contaminada. En el pueblo viven 848 personas, en su mayoría campesinos. Dependen de la cría de animales y de la agricultura y denuncian que en los últimos  años disminuyó la cosecha producto de la contaminación del agua.

 

“Los melones y sandías se secan antes de cosecharlos, se ponen amarillos por fuera pero por dentro están secos. Para mí que el agua se echó a perder con la minería”. “El melón es más chico y no tiene gusto a nada. Hace tres años, con la misma tierra y la misma agua, sacábamos frutos perfectos”, dicen los productores.

Lo mismo sucede con la lechuga, la cebolla, el membrillo y el tomate. El 35 % de la cebolla está podrida cuando la sacan de la tierra. Si bien el lugar siempre ha tenido problemas con el abastecimiento de agua, a ello se suma ahora que ya no están las personas que trabajaban escardando la tierra en la producción de cebolla porque fueron reemplazadas por el uso de agroquímicos, y que han cerrado los secaderos y las procesadoras de tomate. No se pueden vender los productos y la gente no logra subsistir. Algunos tienen planes sociales y otros se van a la ciudad. La minería tampoco les da trabajo.

Muchos pobladores han muerto de cáncer, sobre todo de estómago. Se piensa que es por el agua pero el gobierno y las empresas no quieren hacer los estudios. “Si el agua no estuviera contaminada, ellos deberían salir a todos los distritos a mostrar los estudios y darnos información” afirman los vecinos.

Los jóvenes migran porque en el lugar no tienen posibilidades y los viejos están muy preocupados por la salud de los chicos. Mientras, los ganadores siguen siendo las mineras y el silencio.

Fuente:https://noalamina.org/argentina/san-juan/item/42130-muere-la-cosecha-por-el-agua-contaminada

Argentina

Analizan la continuidad de la mina Pascua-Lama

Lo hará San Juan en un plazo de dos meses, luego de que la justicia chilena confirmara el cierre definitivo del proyecto.

San Juan analizará, en un plazo de dos meses, la posibilidad de continuar con la explotación de la mina de oro Pascua-Lama luego de que la justicia chilena confirmara recientemente el cierre definitivo del proyecto.

Así lo indicó el ministro de Minería de San Juan, Alberto Hensel, al señalar que del lado argentino «hay obras superficiales de gran envergadura que se han realizado y que tienen que resolverse».

 

Y, remarcó que ante «la proximidad del yacimiento con la mina Veladero, pensamos que hay posibilidades de seguir el proyecto de nuestro lado«.

«Como tenemos propuestas de las mineras Shandong Gol y Barrick, vamos a esperar unos dos meses antes de decidir si podemos continuar con el proyecto de explotar los recursos de Lama», reveló el ministro.

La posibilidad de continuar las tareas del lado argentino se deben a que la justicia chilena cerró definitivamente el proyecto por falta de mediciones de glaciares en ese país.

El Tribunal Ambiental de Antofagasta dispuso la cancelación definitiva del emprendimiento binacional de oro y cobre a cielo abierto que estaba construyendo la minera canadiense Barrick luego de haberlo paraliza preventivamente,

Así, a tres años de iniciada la construcción de la mina, fue ratificado un fallo de la Corte de Apelaciones de Copiapó, que había aceptado un recurso interpuesto por productores del Río Huasco por conflictos ambientales.

Posteriormente, Barrick anunció la suspensión de la construcción como parte de un plan de ahorro de costos, cuando Pascua Lama llevaba un avance del 40%. Ahora, con el nuevo fallo, el proyecto quedó definitivamente terminado del lado chileno.

Fuente:https://www.clarin.com/economia/analizan-continuidad-mina-pascua-lama_0_qM2Wwz0n3.html

Chile

Chile: relaves mineros son arrojados al mar en las costas de Huasco

Poco a poco, el fondo marino de la Ensenada de Chapaco comenzó a cubrirse con un manto arenoso. Héctor Zuleta ya no podía mariscar entre las cuevas, los cerros y los bosques, que “al igual como existen en la tierra, existen en el mar” porque “todo eso quedó tapado” y los pescadores y mariscadores tuvieron que ir a buscar otros lugares donde trabajar. Cuando Héctor Zuleta escuchó decir a la autoridad ambiental que “tal disminución de recursos puede ser atribuible a la permanente descarga de relaves recibida en dicho sector marino, proveniente de la actividad de la planta de pellet”, él solo confirmo algo que ya sospechaba.

Desde 1978 que la Compañía Minera del Pacífico (CMP), miembro del grupo CAP Compañía de Acero del Pacífico, vierte sus relaves mineros al mar en la ciudad portuaria de Huasco, al norte de Chile. Un pedazo del desierto más árido del mundo que, en 2012, fue declarado zona de sacrificio por sus altos índices de contaminación.

Para nadie nunca fue un secreto que el mar de Huasco recibe los desechos de la minera. Pero lo que los habitantes no sabían era que la empresa —la principal productora de minerales de hierro en toda la costa oeste americana, la mayor productora siderúrgica en Chile y la más importante procesadora de acero del país— lo hacía sin autorización ambiental.

Cuando, en agosto del año pasado, la organización de conservación marina Oceana denunció los hechos, ante la Superintendencia de Medio ambiente, esta autoridad ambiental inició un proceso sancionatorio en contra de la empresa por veinte infracciones. CMP arriesga hoy el cierre de sus faenas, pero mientras se desarrolla el procedimiento para acabar con la contaminación de 50 años los relaves estos continúan siendo arrojados al mar.

La toxicidad de los relaves

Los relaves mineros son el residuo resultante de procesos industriales, donde son utilizados métodos químicos, para extraer el metal de interés —en este caso el hierro— de la roca. Debido a la toxicidad de los relaves mineros, el vertimiento de estos desechos al mar está prohibido en gran parte de los países del mundo con excepción de Noruega, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Indonesia, Francia, Turquía y Chile.

Asfixia de organismos bentónicos —como las estrellas y soles de mar— y la alteración física del hábitat; la reducción en la abundancia de especies y biodiversidad de las comunidades marinas; toxicidad directa por el contacto de metales pesados; riesgo en la salud de las personas por consumo de peces contaminados por bioacumulación de metales son los principales impactos. El Senado de Chile los enumeró todos en un proyecto de ley ingresado en 2012, que busca prohibir los relaves marinos.

En 1993 empezó a operar el emisor submarino mediante el cual CMP deposita los relaves, hasta el día de hoy, a 350 metros de la costa y a 35 metros de profundidad en la Ensenada de Chapaco.

En 2010, la autoridad de evaluación ambiental aprobó un proyecto presentando por CMP para ampliar su planta aunque con la condición de presentar, en un plazo de 18 meses, “una propuesta de mejora técnica y ambiental de la disposición de sus relaves”. Ese sistema, una vez que fuera aprobado, debía además comenzar a operar en un plazo máximo de dos años.

Tres años más tarde, CMP presentó, al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental, el proyecto que se le había solicitado. Tras ser estudiado, la autoridad evaluadora hizo 490 observaciones a las que la empresa debía entregar soluciones. Pero en 2017, CMP desistió del proyecto y lo retiró del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental. De esa manera, el requisito que se le había exigido dejó de ser evaluado y se dio por cerrado el capítulo.

Las ilegalidades del relave

Sin un nuevo sistema de depositación de relaves, CMP continuó vertiendo sus residuos al mar de la misma manera en la que venía haciéndolo desde 1993. Ello, a pesar de que el permiso que se le había otorgado estaba “condicionado al cumplimiento de todos los requisitos, exigencias y obligaciones establecidas”. Juan Pablo Sanguinetti, abogado de la Fundación Relaves explicó a Mongabay Latam que “el permiso de CMP es un permiso con condiciones. Si estas no se cumplen, el permiso no existe”.

Al mismo tiempo, el efluente que CMP vierte en el mar, tampoco cumple con las condiciones especificadas en el permiso que se le otorgó en 2010.

Los desechos mineros que son vertidos al mar deben tener al menos un 50 % de solidez puesto que “si el efluente es demasiado líquido, en lugar de decantarse en el fondo marino, se dispersa en el agua provocando mayores efectos contaminantes” dice Victoria Caroca, química de Fundación Relaves. Pero, según el proceso sancionatorio, CMP vierte sus desechos “con un porcentaje de sólidos inferiores al 50 % y por un caudal superior al que fue aprobado ambientalmente correspondiente a 4,700 m3/día. Los monitoreos especifican, por ejemplo, que entre el 6 y 7 de septiembre del 2016, el caudal promedio fue el doble de lo permitido.

Por otro lado, Sanguinetti señaló que se autoriza verter al mar “siempre y cuando se cumpla con ciertas condiciones, como que el material vertido sea inocuo” es decir que no sea dañino. Pero un estudio del 2015, encargado por la Subsecretaría de Pesca, revela que los óxidos de hierro, contenidos en el relave de CAP, son disueltos en el mar al entrar en contacto con ciertas materias orgánicas. En ese proceso de disolución, se liberan elementos trazas a la columna de agua. Específicamente Magnaneso, Cobre, Arsénico, Vanadio y Galio.

Actualmente, la Superintendencia se encuentra evaluando el Plan de Cumplimiento que presentó la empresa, en respuesta al proceso sancionatorio que se abrió en su contra.

CMP se comprometió a que si dicho plan es aceptado por la autoridad, dejará de arrojar relaves al mar en un plazo de 12 meses. Si el Plan, en cambio, no es aceptado, el proceso sancionatorio continuará su curso y la autoridad podría determinar el cierre de las faenas. Ello, al menos, durante el tiempo que tome construir una infraestructura para dejar los relaves en tierra.

Mientras todo eso se resuelve, los relaves continúan siendo arrojados al mar.

Fuente:http://www.terram.cl/2018/10/chile-relaves-mineros-son-arrojados-al-mar-en-huasco/

Colombia

La minería: epicentro del conflicto ambiental en Colombia

Cifras de la Contraloría General de la República indican que en Colombia existen 9.594 títulos vigentes para la explotación minera, que representan más de 5 millones de hectáreas utilizadas para esta actividad. Al menos el 59 % del territorio colombiano está otorgado en concesión o tiene solicitudes mineras pendientes y solo cerca de 3 millones de hectáreas se usan para la agricultura.

En los conflictos ambientales de Colombia existen expresiones de violencia permanentes cuando se imponen proyectos de extracción minera. La afectación de las fuentes hídricas, el desplazamiento de la población, el daño a los ecosistemas, la ruptura de los tejidos sociales en los territorios, la corrupción del ejercicio de la política y su transformación, todas ellas también son formas de violencia.

Para Jorge Mario Vera, investigador de la Universidad del Tolima y con 6 años de trabajo en asuntos de conflicto ambiental en el país, la conflictividad se origina bajo la demanda energética y mineral de las economías de Estados Unidos, China, Japón, India, Rusia y Europa occidental. La extracción de oro, carbón, níquel y esmeraldas son los minerales estratégicos que buscan las empresas transnacionales.

Lo que vuelve a Colombia el foco de recursos minero-energéticos, es que “tenemos más conservados los recursos y la riqueza natural, ya sea por la intervención de las comunidades o porque no contamos con los avances tecnológicos para la explotación de los recursos”, agrega Vera.

El Atlas de Justicia Ambiental Global, una de las fuentes de conflictividad ambiental, indica que Colombia es el segundo país en el mundo donde se han denunciado más conflictos de esta índole, 128 casos han sido reportados hasta la fecha, sectorizados sobre las tres cordilleras.

52 son los asuntos reportados por explotación minera en el país en la actualidad, que representan el 40,6% de las denuncias, y el 59,4 % restantes son casos que tienen que ver con el sector hidroeléctrico, actividad de hidrocarburos, ecoturismo, concentración de tierras y expansión urbana.

Hay títulos para proyectos mineros sobre 300 mil hectáreas en territorios de pueblos indígenas y 44 mil hectáreas en tierras de comunidades afrodescendientes. De igual forma son 34 los títulos mineros vigentes otorgados dentro de la jurisdicción de Parques Nacionales Naturales.

Con respecto a la reciente decisión de la Corte Constitucional, según la cual las consultas populares no podrán vetar proyectos mineros y de hidrocarburos, Vera califica como un “desacierto total” el fallo de ese organismo, porque vulnera la autonomía que tienen las comunidades en los territorios e favorece los alcances del Estado sobre los recursos del suelo.

“Considero que esta decisión puede generar un exacerbamiento de la conflictividad en los territorios, dado que los escenarios de las consultas populares habían permitido zanjar esas disputas alrededor del ejercicio democrático y de participación de las comunidades. Entonces es absolutamente desafortunada, no contribuye a la construcción de una paz sustentable, como ha sido el anhelo del pueblo”, subraya Vera.

Aunque la corte considere que no existan más los mecanismos participativos para manifestar oposición a estos proyectos, la decisión no zanjaría las luchas sociales por los territorios. “Al negárseles y cercenárseles este recurso, las comunidades no se van a quedar quietas y muy probablemente van a buscar otros mecanismos, que uno desearía que fueran en el marco de la Constitución y de la ley”, añade Vera.

¿Por qué la minería es el epicentro del conflicto ambiental del país?

Si bien existen sectores que defienden –a ultranza– que la explotación minera es la vía para el desarrollo social y económico, la actividad demuestra lo contrario. La experiencia del extractivismo en Colombia está vinculada al saqueo, despojo, injusticia y muerte de los pueblos donde se ha implementado.

La Contraloría indica que el “80% de las violaciones a los derechos humanos que ocurren en Colombia, se presentan en los municipios minero-petroleros; el 87% del desplazamiento forzado sale de estos municipios; el 78% de los crímenes contra sindicalistas; 89% contra indígenas y 90% contra afrodescendientes se cometen en áreas minero-energéticas”.

La explotación minera, considerada nociva por los habitantes de los territorios, no ha mejorado las condiciones de pobreza y generación de empleo, pero sí afecta los recursos naturales, alimentarios e hídricos de las comunidades. Hay coincidencia entre las regiones de explotación minera con aquellas en las que se ha intensificado el conflicto armado, el desplazamiento forzado y la violencia contra las mujeres.

La minería ilegal en la extracción del oro está financiando las actividades delincuenciales de grupos armados y organizaciones ilegales nacionales e internacionales. El Cartel de Sinaloa, para citar un ejemplo, es uno de los mayores promotores de esta actividad en Colombia.

Finalmente, los parámetros de concesión y regalías acordadas con las empresas han condicionado el aprovechamiento de las ganancias de la actividad que más rentas ofrece en el mercado internacional. Igualmente, ha encontrado influencia en funcionarios del Estado y líderes políticos para afianzar intereses colectivos.

Fuente:http://www.uniminutoradio.com.co/la-mineria-epicentro-del-conflicto-ambiental-en-colombia/