
Alertan que mineras están poniendo en riesgo al mayor lago chileno de la Patagonia

Zacatecas, Zac. Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudieron a la mina San Martín, operada por Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco, en el municipio zacatecano de Sombrerete, y confirmaron el derrame de al menos 20 mil litros “de agua con sedimentos de una tubería que condujo jales mineros”, ocurrido el pasado miércoles 8 de mayo.
María del Rocío Salinas Godoy, delegada de la dependencia federal desde el año 2017, no quiso ofrecer una entrevista directa a este diario en sus oficinas sobre el tema, y se limitó a proporcionar información por escrito, a través de su secretaria, quien advirtió en tono de regaño a éste reportero que “no fue un derrame de jales, como se ha publicado”.
La versión de la Profepa delegación Zacatecas contradice lo que denunció José Núñez Vázquez, Secretario General de la sección 201 del Sindicato Minero, quien aseguró que en la mina propiedad de Germán Larrea (que opera ilegalmente desde agosto de 2018 con un grupo de 700 esquiroles que rompieron una huelga formal), ocurrió un derrame de jales que contienen metales pesados y químicos tóxicos.
Incluso ...
En las cercanías de Penco, una de las ciudades más antiguas de Chile con una población de 47.367 habitantes según el Instituto Chileno de Estadisticas (INE) se encuentra instalada una Planta Piloto de la Empresa Biolantanidos para realizar faenas de extracción de tierras raras.
La Planta que recibió un aporte del Estado de Chile mediante la CORFO de 4,8 millones de dólares por medio del Programa “Fenix”, busca extraer unos minerales jamas explotados en Chile; las llamadas Tierras Raras. Estos elementos indispensables para la cuarta revolución industrial marcada por el desarrollo de microprocesadores y dispositivos como drones y teléfonos inteligentes, son altamente codiciados por las potencias globales en la creación de tecnología de punta.
A nivel mundial la explotación minera de tierras raras está asociada a altos niveles de contaminación química y radiactiva. A pesar de que la empresa ha manifestado haber creado un nuevo sistema “respetuoso con el medio ambiente” llamado Proceso de Desorción Continuo y Cerrado (CCLP), existe gran incertidumbre en la población de Penco y el Gran Concepción por los impactos que podrían ser altamente nocivos para la comunidad y los ecosistemas del territorio.