Brasil

Vale desestima indicios de infracción medioambiental en sus minas suspendidas

Kevin Hinostroza 26/02/2024
Vale Sossego
Mina de cobre Sossego de Vale.
La Secretaría de Medio Ambiente del estado de Pará suspendió esta semana las licencias ambientales de la mina Onca Puma y la mina Sossego.

La minera brasileña Vale no ve señales de violación ambiental o social en dos de sus minas cuyas licencias de operación fueron suspendidas esta semana, dijo el viernes el presidente de Vale Base Metals , Mark Cutifani.

Hablando en una conferencia telefónica sobre los resultados del cuarto trimestre de la minera, el ejecutivo dijo que un problema administrativo podría haber llevado a las suspensiones en las minas en el estado de Pará, en el norte de Brasil, y que Vale trabajaría con las autoridades para resolver el asunto.

La Secretaría de Medio Ambiente del estado de Pará suspendió esta semana las licencias ambientales de la mina de níquel Onca Puma y la mina de cobre Sossego de Vale, señalando irregularidades en un informe medioambiental anual e “incumplimientos” en los esfuerzos de mitigación minera que, según dijo, provocaron conflictos con las comunidades locales.

Cutifani señaló que ya se había cerrado el horno de Onca Puma y que pronto se programaría el mantenimiento de Sossego.
Minas-Rio

Situación financiera

Las acciones de Vale subieron hasta un 2,75% el viernes, un día después de que la compañía informara de una caída del 35% en el beneficio neto del cuarto trimestre debido a más ingresos imponibles y una mayor provisión vinculada al colapso de una presa en 2015 en la empresa conjunta Samarco con BHP.

Los ejecutivos de Vale dijeron a los analistas que la empresa esperaba llegar a un acuerdo con las autoridades sobre el caso en el primer semestre del año. La provisión de la empresa asciende ahora a US$ 4.210 millones.

“Recientemente se han producido algunos avances”, declaró el director financiero , Gustavo Pimenta.

Vale también dijo que planea aumentar las ventas de mineral de hierro este año fuera de China, ya que se espera que la demanda aumente en Japón, Europa, India y el sudeste asiático a medida que la oferta se reduce a nivel mundial.
https://www.rumbominero.com/brasil/vale-desestima-infraccion-medioambiental-minas-suspendidas/

Brasil

BHP Group revisará millonario fallo por rotura de presa en Brasil

Eva Cruz  26/10/2024

Vista aérea del Río Doce, que fue inundado con lodo después de la ruptura de una presa propiedad de Vale SA y BHP Billiton Ltd, en una zona donde el río se une al mar en la costa de Espirito Santo en Regencia Village, Brasil. REUTERS/Ricardo Moraes/

La compañía dijo que su unidad BHP Brasil no había sido notificada de la decisión del tribunal, pero que revisaría su implicación, una posible apelación y cualquier impacto en su provisión relacionada con el colapso de la presa.
Reuters.- BHP Group dijo el viernes que revisaría una decisión del Tribunal Federal de Brasil en relación con una reclamación gubernamental de 155.000 millones de reales (31.530 millones de dólares) por el colapso en 2015 de la presa de Fundao, propiedad de Samarco, su empresa conjunta con Vale.

La compañía dijo que su unidad BHP Brasil no había sido notificada de la decisión del tribunal, pero que revisaría su implicación, una posible apelación y cualquier impacto en su provisión relacionada con el colapso de la presa.

El tribunal emitió un fallo parcial que ordena a Vale, BHP y Samarco pagar 47.600 millones de reales (9.670 millones de dólares) en concepto de daños morales colectivos por la rotura de la presa de relaves en 2015, que causó la muerte de 19 personas y provocó una grave contaminación del río Doce.

Esta es una de las categorías de daños solicitadas en la demanda de 31.530 millones de dólares del Ministerio Público Federal.

Escombros de la escuela municipal Bento Rodrigues, que quedó cubierta de barro tras la rotura de una presa de Vale y BHP en Mariana.
También puedes leer: Brasil condena a Vale, BHP y Samarco a pagar 9.700 millones de dólares por rotura de presa

Las partes llevan desde 2021 en negociaciones para buscar una solución a las obligaciones derivadas de un acuerdo marco, y está previsto que las conversaciones se reanuden en febrero de este año.

BHP había provisionado 3.700 millones de dólares en relación con la rotura de la presa de Samarco, según su informe anual de 2023.

BHP dijo que su unidad está “plenamente comprometida a apoyar los amplios esfuerzos de remediación y compensación en curso en Brasil” a través de una fundación sin ánimo de lucro que se estableció tras el fallo de la presa.

“AUNQUE LOS BALANCES DE AMBAS EMPRESAS DEBERÍAN SER CAPACES DE HACER FRENTE A ESTAS SALIDAS, CREEMOS QUE ESTO PODRÍA REDUCIR EL RENDIMIENTO DEL CAPITAL CON EL TIEMPO Y EMPUJAR LA DEUDA NETA EN EL CASO DE BHP POR ENCIMA DE SU LÍMITE META DE 15.000 MILLONES DE DÓLARES”, DIJERON ANALISTAS DE RBC EN UNA NOTA.
https://www.rumbominero.com/brasil/bhp-group-rotura-de-presa-en-brasil/

Brasil

Brasil condena a Vale, BHP y Samarco a pagar USD 9700 millones

26/01/2024

Esfuerzos de reconstrucción en la presa de relaves Fundão de Samarco en 2017.| Crédito: BHP
Un juez federal brasileño dictaminó que las mineras Vale y BHP y su empresa conjunta Samarco deben pagar USD 47 600 millones de reales (USD 9670 millones) en daños por la rotura de una presa de relaves en 2015, según una decisión legal del jueves vista por Reuters.

Vale y BHP dijeron en declaraciones separadas que no fueron informados por el poder judicial sobre la decisión. Samarco declinó hacer comentarios.

El colapso de la presa en la ciudad sudoriental de Mariana provocó un gigantesco alud de lodo que mató a 19 personas y contaminó gravemente el río Doce, comprometiendo la vía fluvial hasta su desembocadura en el océano Atlántico.

En la decisión, el juez Vinicius Cobucci escribió que el importe se fijó tomando como parámetro el valor de los gastos ya reconocidos por las empresas en acciones de reparación e indemnización. Añadió que los 47 600 millones de reales deben ajustarse mediante corrección monetaria e intereses de demora.

No quedó claro de inmediato cuánto del total estipulado en la sentencia debe cada empresa.

El juez escribió en el documento legal que el dinero se pondría en un fondo estatal y se utilizaría para proyectos e iniciativas de la zona afectada por el colapso de la presa.

Las empresas pueden apelar la decisión.

En la declaración de valores, Vale dijo que la fundación Renova, que las empresas han estado utilizando para pagar parte de las reparaciones, había pagado hasta el pasado diciembre 34 700 millones de reales en compensación socioeconómica y medioambiental.
Fuente: Reuters

Brasil condena a Vale, BHP y Samarco a pagar USD 9700 millones

Brasil

Brazil Potash sigue adelante con sensible proyecto amazónico

10/04/2023

Crédito: Brazil Potash
Una unidad de la minera Brazil Potash, con sede en Toronto, está trabajando para mantener un proyecto de potasa de USD 2500 millones a tiempo, ya que aumentan los desafíos legales a sus planes para extraer el ingrediente fertilizante de debajo de la selva amazónica.

En una entrevista, el presidente ejecutivo de Potassio do Brasil, Adriano Espeschit, describió un proceso prolongado de concesión de licencias que depende de conversaciones supervisadas por tribunales con el pueblo indígena Mura, que tiene derecho a ser consultado en virtud de un convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La mina y las instalaciones de procesamiento propuestas en Autazes, 120 kilómetros (75 millas) al sureste de la capital del estado de Amazonas, Manaus, requerirían cerca de tres años para construirse, dijo Espeschit.

Las consultas con Mura no tienen un cronograma fijo, pero insistió en que el proyecto sigue en camino para comenzar la producción en 2026. Potassio do Brasil espera obtener una licencia para comenzar a construir instalaciones mientras continúa participando en las consultas indígenas, dijo Espeschit.

La situación destaca los riesgos asociados con los proyectos mineros en el Amazonas en un momento en que los precios mundiales de la potasa se han desplomado después de las fuertes subidas del año pasado.

Aunque la compañía dice que el proyecto minero no se encuentra en un territorio indígena oficialmente demarcado, los fiscales federales argumentan que no debería seguir adelante hasta que las autoridades hayan considerado completamente la propuesta de demarcación de las tierras nativas.

Los fiscales le han pedido a un juez que detenga las consultas con los Mura, con las que la compañía acordó en 2017, hasta una decisión final sobre la demarcación de una reserva indígena propuesta de Soares/Urucurituba que se superpone al sitio de la mina.

En presentaciones judiciales y declaraciones públicas, los fiscales acusaron a Potassio do Brasil de “intimidar” a los Mura con su promoción pública del proyecto en su comunidad.

La empresa negó cualquier tipo de intimidación y dijo que ha cumplido con las órdenes judiciales de permanecer fuera de las tierras Mura.

Potassio do Brasil obtuvo la primera de las tres licencias requeridas para el proyecto de la agencia ambiental estatal IPAAM en 2015.

En febrero, sin embargo, un juez otorgó a la agencia ambiental federal IBAMA jurisdicción sobre el proceso de concesión de licencias. Una vocera de Ibama dijo que el proceso de permisos no necesariamente comenzará desde cero, porque algunos estudios presentados a las autoridades estatales pueden ser útiles en la revisión federal.

Las perspectivas para la mina de potasa en el Amazonas mejoraron el año pasado cuando el gobierno anterior, que ha defendido la minería en tierras indígenas, anunció un plan para impulsar la producción nacional de fertilizantes y reducir la dependencia de las importaciones.

El propietario del mayor comerciante de granos de cosecha propia de Brasil también promocionó conversaciones a principios de 2022 con el inversionista de Brasil Potash, Stan Bharti, para asociarse en el proyecto minero Autazes.

Pero a medida que disminuyeron los efectos de las sanciones occidentales sobre los principales productores de potasa, el costo para Brasil de importar cloruro de potasio en Brasil cayó un 65% desde el máximo del año pasado.

Potassio do Brasil insiste en que el proyecto Autazes, con una producción prevista para cubrir alrededor de una quinta parte de la demanda actual de Brasil, sigue siendo competitivo debido a la logística favorable y la proximidad a los principales cinturones agrícolas de América del Sur.
Fuente: Mining Weekly

Brazil Potash sigue adelante con sensible proyecto amazónico

Brasil

El golpe de la Justicia brasileña a la minería ilegal de oro

05/04/2023
Una mina de oro ilegal en Mato Grosso

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil decidió suspender un articulado de la ley de minería que prevé la presunción de legalidad, sin necesidad de prueba, del oro vendido en Brasil, así como la buena fe de los compradores de metales.
La decisión de inconstitucionalidad del artículo fue tomada el 4 de abril por el ministro Gilmar Mendes del STF. La medida se corresponde con el pedido que hiciera el Partido Verde (PV) en enero de 2023, en función del grave impacto humanitario y ambiental de la minería ilegal en los territorios del pueblo originario Yanomami.
La norma del artículo 39 de la Ley 12.844/2013 «hacía inviable el control a privados al desvincular al comprador, lo que fomentaba el mercado ilegal, generando un aumento de la degradación ambiental y un aumento de la violencia en los municipios donde se practica la minería ilegal», argumentó el PV.

Tras coincidir con el argumento presentado por esa fuerza política, el ministro Mendes aseguró que «este consorcio espurio, formado entre la minería ilegal y las organizaciones criminales, debe ser detenido lo antes posible. El otorgamiento de medidas cautelares por el Supremo Tribunal Federal es el medio idóneo y necesario para este fin», informó la Agencia Brasil.
El Gobierno federal tiene un plazo de 90 días para generar y adoptar un nuevo marco regulatorio para la inspección y verificación del origen legal del metal y su posterior comercialización.
La decisión del STF tuvo la venia de instituciones relacionadas con el comercio de oro, como la Agencia Nacional de Minería (ANM) y el Banco Central (BC).
El magistrado decidió la medida pocas horas después de que el fiscal general de la República, Augusto Aras, se manifestara el 4 de abril a favor de la derogación de la norma que preveía la presunta legalidad del oro y la buena fe de los compradores.
«Las instituciones compradoras son las únicas que tienen contacto con el vendedor, y están dotadas de las condiciones necesarias, o pueden promover acciones en ese sentido, para investigar posibles irregularidades (…) Ellos son los únicos responsables de hacer que el oro de la minería ingrese formalmente al mercado financiero», opinó Aras ante medios locales.
https://sputniknews.lat/20230406/el-golpe-de-la-justicia-brasilena-a-la-mineria-ilegal-de-oro-1137787693.html

Brasil

Lula da Silva se compromete a eliminar la minería ilegal

Takeshi Chacon 23/01/2023

El gobierno declaró en emergencia la salud pública para la población yanomami en la Amazonía brasileña, zona invadida por minería ilegal de oro.
Bloomberg.- El presidente Lula da Silva garantizó que “la minería ilegal será eliminada en Brasil”.

Así manifestó tras visitar una institución de salud indígena en Boa Vista, estado de Roraima, en la región amazónica.

De acuerdo con los medios, el mandatario no entregó un cronograma ni detalles específicos sobre qué medidas se tomarán.

Sin embargo, resaltó que el tema de la minería ilegal en Brasil se resolverá.

“Hay mala salud de los indígenas locales y los niños que parecían muy débiles. Eso es inhumano”, sostuvo el presidente.

Hay 222 campamentos de mineros ilegales en Parque Nacional Podocarpus
Lee también: Ecuador: Hay 222 campamentos de mineros ilegales en Parque Nacional Podocarpus

Situación
Los pueblos indígenas que viven en la selva amazónica han estado sufriendo de desnutrición y hambre.

Ello, a medida que las actividades mineras invaden sus territorios y causan la contaminación del suelo y el agua de los ríos.

Por otro lado, el gobierno declaró el viernes una emergencia de salud pública para la población yanomami en la Amazonía brasileña.

En esa zona, la fiebre del oro ilegal está provocando un aumento en la destrucción de sus tierras.

Según la ministra de Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, 570 niños yanomami han muerto durante la última administración de Brasil.

Lula da Silva se compromete a eliminar la minería ilegal

Brasil

Contra la minería, en defensa de la vida de los indígenas Yanomami

Foto principal: Indígena yanomami recibiendo atención, en situación de desnutrición. Foto: Divulgación/Condisi-YY

Reproducimos aquí la denuncia del MAB (Movimiento de las Personas Afectadas por Represas) de Brasil en torno a la situación drámatica del pueblo Yanomami provocada, entre otros, por el avance de la minería ilegal que avanzó en su territorioun 3.350% de 2016 a 2020. El otro mayor responsable fue el gobierno de Bolsonaro que gobernó durante ese tiempo y que como es sabido ignoró los derechos de los pueblos indígenas y el medio ambiente.

En defensa de la vida de los indígenas Yanomami
Es necesario actuar con rapidez para garantizar la vida de los pueblos indígenas y la protección de la selva.

« En la Tierra Yanomami, las xawaras [enfermedades] han aumentado y también la cantidad de invasores. Más de 20.000 mineros arrasan a diario nuestras comunidades para extraer oro y ganar dinero fácil. Dondequiera que vayan dejan un rastro de destrucción, violencia, drogas, prostitución y muerte.»

Chamán y líder yanomami, Davi Kopenawa.

A lo largo de los cuatro años de gobierno de Bolsonaro, las poblaciones indígenas de Brasil han sido atacadas en diferentes frentes, viendo cuestionada su supervivencia y su integridad física y cultural. El aumento de la mortalidad y la desnutrición infantil en territorio yanomami, revelado esta semana por Sumaúma, es un retrato de la guerra contra la Amazonia y sus pueblos emprendida por ese gobierno y los sectores de la clase dominante que históricamente se han beneficiado de la destrucción.

En la pandemia de Covid-19, los pueblos indígenas de Brasil sufrieron la falta de asistencia y protección del Estado. Bolsonaro vetó la obligación del gobierno de garantizar el acceso al agua potable y camas a los indígenas en la pandemia, y no garantizó el aislamiento de estas poblaciones, dejando todo el cuidado a las propias organizaciones y comunidades indígenas.

En el mismo orden de cosas, el gobierno Bolsonaro entregó a los militares la Fundación Nacional del Indio (Funai), responsable de la protección y gestión de las tierras indígenas brasileñas, y obstaculizó -cuando no impidió- las acciones de fiscalización y control. Ante el abandono, la minería ilegal, el acaparamiento ilegal de tierras, el robo de madera e incluso el narcotráfico avanzaron en estos territorios, provocando también enfermedades, la contaminación de los ríos y el aumento de los conflictos.

En 2022, la Hutukara Associação Yanomami lanzó el informe «Yanomami bajo ataque: minería ilegal en el territorio indígena yanomami y propuestas para combatirla» , un panorama del avance de la destrucción minera en la mayor tierra indígena del país.

Según datos extraídos del informe, en 2021 la minería ilegal avanzó un 46% respecto a 2020. De 2016 a 2020, la minería en TIY creció nada menos que un 3.350%, señala el estudio de Hutukara. También según el documento, el número de comunidades directamente afectadas por la minería ilegal asciende a 273, que abarcan a más de 16.000 personas, es decir, el 56% de la población total. Hay más de 350 comunidades indígenas en la Tierra Indígena, con una población aproximada de 29.000 personas.

Nosotras y nosotros, del Movimiento de Afectados por Represas (MAB), expresamos nuestra profunda consternación y solidaridad ante la situación vivida por los Yanomami y otros pueblos indígenas de Brasil, que se encuentran en una justa lucha por la defensa de sus territorios. Nos unimos a quienes en este momento exigen que el Gobierno Federal cumpla rápidamente su promesa de poner fin al proceso de despojo, conflicto y muerte que marcó la administración anterior.

Es necesario actuar con rapidez para garantizar la vida de los pueblos indígenas y la protección de la selva, interrumpiendo este ciclo de destrucción.

¡Toda nuestra solidaridad a los pueblos indígenas!

¡En defensa de la vida en la Amazonia y de los pueblos indígenas de Brasil!

*Con información del Instituto Socioambiental y de Hutukara Associação.

Brasil

Acusan a BHP de retrasar el pago de más de 6,000 millones de dólares por una presa en Brasil

Mineriaenlinea 13/12/2022

El gigante minero mundial BHP Group fue acusado el martes de intentar “aplazar para siempre” la cuestión de la responsabilidad por el colapso de una presa en 2015 que desencadenó el peor desastre medioambiental de Brasil.

BHP se enfrenta a una demanda de más de 5,000 millones de libras (más de 6,000 millones de dólares) interpuesta por 200,000 brasileños ante el Tribunal Superior de Londres por el colapso de la presa de Fundao, propiedad de la empresa conjunta Samarco entre BHP y la empresa brasileña de extracción de mineral de hierro Vale.

En la catástrofe murieron 19 personas y más de 40 millones de metros cúbicos de lodo y residuos mineros tóxicos se vertieron en el río Doce, arrasando pueblos y llegando al océano Atlántico, a más de 650 km de distancia.

BHP, la mayor minera del mundo por valor de mercado, niega su responsabilidad y a principios de este mes solicitó unirse a Vale en el caso. Vale declaró en un comunicado que “tiene la intención de impugnar cualquier presunta responsabilidad”.

La demanda, una de las mayores de la historia jurídica inglesa, fue desestimada en 2020 antes de que el Tribunal de Apelación dictaminara en julio que podía seguir adelante. BHP ha solicitado al Tribunal Supremo que anule esa decisión y su solicitud está pendiente.

Los abogados que representan a los demandantes -entre los que se incluyen cientos de empresas, 25 autoridades municipales y miembros de la tribu indígena krenak, algunos de los cuales volaron a Londres para la vista- dijeron que BHP estaba intentando retrasar la determinación de responsabilidades.

Alain Choo-Choy afirmó que el planteamiento de BHP en el caso era “el equivalente forense de la muerte por mil cortes”, y añadió: “Estas víctimas sufrieron el derrumbe hace más de siete años. Iniciaron su reclamación hace más de cuatro años”.

Sostuvo que BHP estaba intentando “aplazar para siempre la cuestión de la responsabilidad sustantiva durante unos años más, lo que sin duda sería muy conveniente”.

Pero BHP – que dice que la demanda duplica los procedimientos legales y los programas de reparación y reparación en Brasil – argumentó que “no era apropiado o incluso factible” tener un juicio sobre la cuestión de la responsabilidad a principios de 2024.

Charles Gibson, representante de BHP, dijo en documentos judiciales que la lista de demandantes actuales era “caótica” y que existía una “incertidumbre continua” en torno a si miles de personas querían continuar con sus casos.

Acusan a BHP de retrasar el pago de más de 6,000 millones de dólares por una presa en Brasil

Brasil, Litio

Mina brasileña comenzará producción de litio en 2023 ante aumento de demanda

La meta de Sigma Lithium, que cotiza en Canadá, es triplicar su objetivo de producción y tener producto listo para transporte en abril. Sigma dijo que esto lo ubicaría entre los cuatro principales productores mundiales, junto con Albemarle, con sede en EEUU, SQM de Chile y el grupo chino Ganfeng Lithium.
Financial Times 05/12/2022

Una empresa canadiense que está construyendo una mina de litio en Brasil comenzará la producción comercial de material de alta calidad para baterías de vehículos eléctricos el próximo año, en medio de una escasez de suministro que ha disparado los precios del metal.

Sigma Lithium dijo que comenzaría a poner en marcha el proyecto Grota do Cirilo en el estado de Minas Gerais este mes y aspira a tener el producto listo para transporte a fines de abril.

Al mismo tiempo, el grupo que cotiza en Toronto reveló planes para casi triplicar su producción anual objetivo a 100.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE, su sigla en inglés) para 2024.

Sigma dijo que esto lo ubicaría entre los cuatro principales productores mundiales, junto con Albemarle, con sede en EEUU, SQM de Chile y el grupo chino Ganfeng Lithium.

“Vemos que existe muchísima demanda, una demanda significativamente insatisfecha, de litio de grado de batería en los próximos tres años”, dijo la codirectora ejecutiva Ana Cabral-Gardner al Financial Times.

Los precios del litio se han multiplicado 10 veces a US$ 75.000 por tonelada desde principios de 2021. Un mercado ajustado ha provocado que los fabricantes de automóviles se apresuren a asegurar el suministro de un producto que, junto con el cobalto y el níquel, es vital para la producción de vehículos eléctricos.

“Con el advenimiento de la electromovilidad y todo este entusiasmo por el litio, el mundo necesita nuevas fuentes”, dijo Daniel Jiménez, socio fundador de la consultora iLiMarkets. “Quienquiera que esté produciendo litio en los próximos tres años obtendrá márgenes anormalmente altos”.

El entusiasmo de los inversionistas ha impulsado un aumento del 275% en las acciones de Sigma este año, lo que le da a la empresa una valoración de mercado de 4.700 millones de dólares canadienses (US$ 3.500 millones). Su proyecto brasileño se encuentra entre los primeros de una próxima generación en todo el mundo, muchos de ellos de empresas mineras más pequeñas.

“Sigma se encuentra en una posición única como uno de los tres nuevos proyectos de litio totalmente nuevos que entrarán en funcionamiento en 2023 y en un entorno de precios récord”, dijo Katie Lachapelle, analista de Canaccord Genuity.

La mayor parte del litio se extrae de minas de roca dura en Australia y se convierte en un concentrado que luego generalmente se refina en China. En Chile y Argentina, el metal se separa de las salmueras saladas bombeadas desde el subsuelo y se evapora en estanques artificiales.

McKinsey ha pronosticado que la producción mundial de litio aumentará de 540.000 toneladas LCE en 2021 a hasta 3,2 millones de toneladas anuales para fines de la década, según el ritmo de finalización de nuevos proyectos.

Sigma tendrá una capacidad inicial de 37.000 toneladas LCE en su mina de roca dura, que según la empresa es la más grande de las Américas y tiene 13 años de vida. Según los ejecutivos, la concentración promedio de 1,44% de óxido de litio en su mineral de espodumeno es relativamente alta para los estándares de la industria.

Junto con una estimación mejorada de reservas minerales «probadas y probables» de 34 millones a 55 millones de toneladas en todos sus sitios, Sigma también presentó una nueva línea de crédito de US$ 100 millones.

Proporcionado por el accionista Synergy Capital con sede en los Emiratos Arabes Unidos, la línea de crédito ayudará a financiar la expansión de una planta de procesamiento de mineral en concentrado de litio de alta pureza.

Cabral-Gardner dijo que el negocio debería generar US$ 970 millones de flujo de caja libre después de impuestos en el primer año de operaciones, aumentando a US$ 3 mil millones en el segundo.

Si bien los fabricantes de automóviles han llegado a acuerdos para comprar litio directamente de los proveedores de materias primas, Sigma tiene un acuerdo con el fabricante de baterías de Corea del Sur, LG Energy Solution, que cubre una parte de su producción.

El inversionista de capital privado A10 Investimentos es el accionista mayoritario del grupo canadiense.
https://dfsud.com/financial-times/mina-brasilena-comenzara-produccion-de-litio-en-2023-ante-aumento-de

Brasil

Aniversario de la mayor tragedia minera de Brasil: memoria, dolor y la fuerza de las comunidades

29/11/2022
El municipio de Mariana (Brasil) fue escenario del desastre de millones de toneladas de barro con mineral de hierro y químicos que arrasaron cientos de viviendas, escuelas, iglesias y vidas. La empresa responsable: Samarco (Vale/BHP Billiton). Una crónica-ensayo, nacida del dolor y las lágrimas, que denuncia el extractivismo y propone otras formas de vida.

Foto: Télam
Por Horacio Machado Aráoz*
Desde Mariana, Brasil
Por casualidad o por destino, me tocó conocer la ciudad de Mariana y recorrer las zonas devastadas por el rompimiento de la barregem de fundâo (presa de fundición) un 12 de octubre. Las jugarretas que nos tiende la historia enmarañada de fechas marcadas por el poder, la memoria de hegemonías impresas en las instituciones y los cuerpos, se hizo presente ese día, de conmemoraciones antagónicas. A un lado, la fecha evocaba grandezas y epopeyas de “la humanidad” con el “descubrimiento”; del otro lado, sólo dolor infinito y pérdidas irreversibles.

Mientras en Madrid se llevaban a cabo obscenas celebraciones al imperialismo y al colonialismo, explícitos en el “día de la hispanidad”; acá, en el interior rural de Brasil, las poblaciones asistían masivamente a las iglesias católicas, a celebrar el día de Nuestra Señora de la Aparecida, también otra marca de la colonialidad, aunque ésta ya convertida en campo de disputa.

La advocación de la virgen negra —“aparecida” un 12 de octubre de 1717 en las aguas del río Paraiba para salvar la pesca que alimente el banquete de una autoridad colonial— parecía pretender tapar con el milagro de la abundancia lo que fue el horror de aquel primer 12 de octubre, el de la catástrofe originaria, que desencadenaría esta Era de las Catástrofes que hoy habitamos. Sin embargo, lejos de ocluir, la Aparecida fue (re)tomada y (re)significada por los humildes y despojados, como símbolo de amparo y de re-existencia.

Bajo esos sentidos es que se congregó la comunidad de Paracatú do Baixo este 12 de octubre de 2022. Entre las miles de misas que se celebraban en honor a su patrona en el Brasil, nosotros estábamos en un pequeño templo “rescatado” de los barros de la minera Samarco (de las multinacionales Vale y BHP Billiton). Las marcas del crimen, presente en sus paredes, elevándose casi hasta el techo mismo, como documento histórico de la catástrofe del 5 de noviembre de 2015, cuando un mar de barro extinguió para siempre el modo de vida que sus pobladores habían cultivado allí durante generaciones sucesivas arraigadas en ese territorio.

Ese día, en esas circunstancias y esos acontecimientos, se revolvían en los cuerpos los torbellinos flagelantes de la violencia colonial, la violencia del despojo originario resurgía potenciada en la violencia criminosa de nuestro tiempo. En esas múltiples y antagónicas celebraciones y conmemoraciones, se hacía presente el colonialismo/colonialidad como columna vertebral de la era moderna, una verdadera Era de catástrofes socialmente producidas y políticamente naturalizadas.

La colonialidad justamente busca eso. Pretende naturalizar las catástrofes, producir sensibilidades y subjetividades acostumbradas a convivir con el dolor de la depredación y el desconsuelo de la injusticia. Hace de las ruinas, monumentos históricos; y de la historia, una memoria sesgada, que ocluye sistemáticamente la sangre derramada en la edificación de las “proezas” de la “Humanidad”.

Puede decirse que Mariana está signada bajo estas marcas de la colonialidad. Mariana, una ciudad “tombada”, (considerada parte del «patrimonio» del Estado de Brasil) llena de momentos y edificios patrimonializados, al igual que el municipio de Ouro Preto; cargando una memoria de pasados dorados imperiales, los tiempos del auge del oro, y del tráfico de esclavos. Las calles empedradas, las pintorescas veredas con piedras colosales no dejan de mirarme y de gritar. Las veo y escucho los gritos de tantos cuerpos humanos masacrados en la esclavitud; sus fuerzas y capacidades de trabajo exprimidos hasta la última gota, para ennoblecer una historia y un paisaje de grandeza ajena, que se forjaba a costa de su explotación.

Una ciudad tombada y una población arrasada: los monumentos históricos conviviendo con paisajes de puras ruinas. Marcas de el barro que arrastró biografías, paisajes e historias de comunidades de vida hasta su propio fin del mundo. Recordaremos: fue el 5 de noviembre de 2015, un evento propiamente apocalíptico, que pretende ser borrado como tal en la historia colonial del “progreso” extractivo, apenas como una “contingencia”.

El progreso de la burguesía minera, los récords de lucros de la Fiemg (cámara empresaria minera de Minas Gerais) aplastando sembradíos de maíz y caña, de verduras y hortalizas; tapando vertientes inmemoriales que dieron de beber a humanos y no humanos, a comunidades de vidas enteras; esterilizando los suelos y asfixiando los nutrientes de donde nace la leche con la que sus pobladores hacen sus quesos emblemáticos; las ganancias de las mineras destruyendo las cadenas tróficas de los lugares, los círculos de comensalidad, la confianza, la ayuda mutua, la generosidad abierta; los sistemas comunales de seguridad y amparo sobre el que las poblaciones afectadas construyeron sus modos de vida.

Me pregunto cuál es es el nombre adecuado para este desastre-crimen; cuál es —si la hubiera— la palabra exacta para dar cuenta de su naturaleza, de sus condiciones de producción y sus efectos de larga duración. ¿Qué es propiamente este acontecimiento? ¿Cómo nombrar a sus “damnificados”? ¿Qué significa exactamente ser “un/a atingido/a” (afectado/a?

Foto: Télam / Carl de Souza / AFP)
Despojo: crimen político y evento apocalíptico
La temperatura del agua del río acusa la matanza de árboles que provocó la lava derramada. El calor, como síntoma del fuego arrasador, es una violencia sutil que permanece en las aguas que corre. Quién sabe cómo afectará a los peces, a la flora fluvial y de las orillas, a microbios, insectos y pájaros que conviven en su entorno; cómo les sabrá al ganado y a las cabras esa agua que ya no les refresca. En la misma orilla se ve un conjunto depredado de cocales, de los pocos que quedaron en pie tras la tragedia; unos en pie, pero ya muertos, otros agonizantes, con las hojas ralas y marchitas, unos pocos resistentes, que aparentan cierta mejoría relativa; todos ellos, con la marca del barro/lava en las alturas de sus troncos.

En una clase organizada por la profesora Andréa Zhouri en su cátedra “Crisis, Antropoceno y desastres: el neoextractivismo en América Latina” de la UFMG (Universidad Federal de Minas Gerais), Patricia Greneroso, de Concepción de Mato Dentro, decía: “Cada licencia es una sentencia de muerte; cada concesión, un crimen continuado. La minería es una muerte a cuentagotas y, a veces, toma la forma de un derrame letal”.

Siento esa definición como profundamente reveladora, que nos lleva a lo más profundo y verdaderamente oscuro de la esencia de este tipo de actos criminosos.

En las ciencias sociales se viene hablando recursivamente sobre el “despojo” como fenómeno fundacional y crónico de esta Era; de este modo de acumulación de riquezas oligárquicas y catástrofes socializadas. Pero tenemos que ser muy cuidadosos con la palabra; detenernos a pensar qué significa exactamente “despojo”, pues de lo contrario corremos el riesgo de banalizarla.

A la luz de las palabras de Patricia Greneroso, despojo no es apenas quitar un medio de producción, un “recurso económico” a alguien. El despojo es la aniquilación de una forma de vida que está arraigada a esa tierra, y que es co-constitutiva de ese territorio que sustraído y eliminado. Ese territorio es la materialidad y la espiritualidad de una vida colectiva, una vida-en-común (porque la vida en sí es un evento, más que colectivo, comunitario) que ha sido gestada y criada por una trama de biografías personales y colectivas, trans-generacionales y trans-específicas que han prosperado en-común.

El territorio condensa los saberes vitales producidos en ese acto propiamente milagroso de (con-)vivir y de (co)producir la vida. El territorio es también el cúmulo de emociones vinculados a esas vidas vividas y compartidas; saberes y emociones emergentes en el acto de producción social del propio sustento, del abrigo y el cuidado requerido para que la vida en sí prospere, emerja como creación colectiva, singular, única, irrepetible de ese lugar.

Así, es la vida toda la que es arrebatada en un acto de despojo. No es apenas el valor de mercado de esa tierra arrasada. Implica una violencia literalmente inconmensurable; porque provoca un daño irreparable. No se trata de un robo —al fin y al cabo, un delito menor— sino de un verdadero crimen político; acaso, el crimen más grave que pueda cometer un ser humano.

La tierra arrasada, el despojo y el desplazamiento de las poblaciones afectadas acaba de un plumazo con un hábitat; deja a las familias que lo crearon y lo criaron en la intemperie existencial misma. Arrasar una tierra habitada es propiamente un acontecimiento apocalíptico. Es poner fin a un mundo de vida; a un modo de existencia único que será ya definitivamente arrancado de la temporalidad de la Tierra. Aniquilado en su historicidad. El pasado se hace ruina; el presente, tragedia; el futuro, un agujero negro de precariedad, vulnerabilidad e incertidumbre amenazante. Si el despojo es un evento apocalíptico, ¿qué es entonces, un/a atingido/a (afectado/a)?


Manifestación contra la empresa minera Samarco (Vale/BHP)
Sobrevivir al Apocalipsis, re-existir…
Las palabras de doña Ana María (madre de Clodoaldo, ambos re-existiendo junto a su tambo de vacas diezmado por el barro minero) penetraron como una daga en mi sistema perceptivo para dejarme una sentencia imborrable. “El ruido de la lama (barro) no se sale de la cabeza… Queda ahí… uno no se la puede sacar…”. Y los testimonios, cada vida afectada por el crimen de la empresa Samarco, lo confirman. El ruido de la correntada arrasando todo a lo que tenía enfrente queda grabado para siempre. El olor fétido, mórbido del mar de barro comiendo los territorios de vida, impregna la vida diurna y acecha el mundo onírico; todo lo transforma en pesadilla. La “bagunca” del alud de barro no se sale de la cabeza por su ruido y por su olor. Es el olor del fin del mundo. La profesora Andréa Zhouri cuenta que la primera vez que caminó el territorio de Bento Rodrigues convertido en ruinas, don José Barbosa le dijo: “En tres segundos, los 43 años de mi vida se acabaron”.

No hay palabras que contengan la violencia de 50 millones de toneladas de relaves deglutiendo cientos, y hasta miles, de años de vida en sólo unos segundos. Los testimonios de sus sobrevivientes sacuden visceralmente. Uno no puede permanecer impávido, imparcial, ante los mismos. La pregunta sobre ¿Qué significa un/a atingida/o? se manifiesta justamente incontestable. ¿Qué estado mental, afectivo, social, psíquico-somático enuncia? ¿Cómo se siente serlo?¿Haber pasado esa experiencia traumática de ver el alud llevándose su vida? ¿De amanecer al otro día y ver todo lo hecho y sembrado bajo los escombros y los lodos rojizos del poder? ¿Cómo subsistir y re-existir a partir de ese evento extremo; de violencia colosal, desnuda?

La empresa minera, de crueldad infinita y cinismo sin límites, juega con el sufrimiento de la/os afectada/os; especula con su dolor, con sus dolencias, con sus esperanzas, con sus sueños y pesadillas. Sólo especula. Nunca le interesó reparar nada; nunca los pobladores estuvieron en su mira como “sujetos de derechos”, mucho menos como seres dignos de respeto.

Para ellos, los atingidos son, como el crimen mismo que los creó, una contingencia de sus negocios; una tabla en su Excell de contabilidad; es decir, un costo cuyo único objeto en la racionalidad de los negocios, es ser reducido a la mínima expresión. En cada operación de reducción de costos, la impunidad se perpetúa; la crueldad se ejerce con saña sobre las vidas sobrevivientes.

Desde su nombre, “Renova (Renueva)”, la empresa que creó Samarco para ocultarse y lidiar con sus “contingencias”, habla de la liviandad inhumana con que se trata el crimen. “Renova”. ¿Qué se supone que renueva la “Renova”? Seguramente no la vida. Renova renueva el sufrimiento, la impunidad y la injusticia. Renova es el dolor y el nombre de lo irreparable. Renova renueva las masacres históricas de la minería colonial; el colonialismo y la colonialidad, su barro de saqueos, de territorios devastados y vidas ahogadas en la codicia del metal.

Las vidas de las comunidades, sus paisajes, memorias y saberes no es algo que simplemente se borra de un plumazo y luego se “renueva”. No hay renovación; no hay reparación posible. Sólo los atingidos (afectados) son los que pueden llegar a renovar su compromiso con la vida; no es que tienen una vida nueva, renovada, sino apenas una en la que deben re-emprender sus vidas, sobrevivir con el peso de la catástrofe a cuestas.

Marino, esposo de María, ambos criadores de cabras, vacas, caballos y deliciosos quesos, dice: “Estamos como presos, viviendo una vida dentro de una prisión… No tenemos dónde ir; no podemos pensar en nuestro futuro; no podemos hacer ningún plan para nuestras vidas, hasta que se le ocurra a Samarco terminar con la reparación; somos prisioneras de la minera”.

La vida congelada, puesta entre paréntesis, en una temporalidad que corre pero que, de hecho, está estancada; estancada en la tragedia, en la impunidad, en una situación de violencia estructural que se prolonga con los tiempos dilatados de las “justicia” que no llega y la incertidumbre que se hace carne y vida cotidiana.

Vivir sin poder retomar el propio rumbo, despojado del derecho elemental de construir el propio sentido de existir. Vivir viviendo una vida interrumpida, sin poder ser re-tomada, ser re-apropiada. Quizás esa es la violencia más aguda e insoportable creada por este acto criminoso. Un dolor más insoportable que el propio alud de barro de la minera.

Mientras tanto, los jueces y todo el sistema institucional colonial muestran sus impericias, incompetencias y sobornabilidades; igualmente siguen fingiendo hacer lo imposible: ¿Cómo hacer justicia ante las vidas destruidas? ¿Cómo poner un valor a lo irreparable, a lo irreversible, a lo insustituible? La vida, por definición, no tiene precio; no consigue —con justicia— ser traducida al lenguaje del valor de cambio.


Las calles aún arrasadas de Mariana (Brasil)
Re-existir: la vida como movimiento apocalíptico
La pregunta por la entidad ontológica de un/a atingido/a se muestra como un boomerang contra un sistema edificado en base a crueldad y cinismo. No es una pregunta a ser respondida. Es un grito de denuncia que surge de lo más profundo de las carnes que han sido flageladas por el apocalipsis.

El filósofo Bruno Latour proponía que la humanidad hoy se divide en tres grandes grupos: el de quienes “se sitúan antes del apocalipsis” que “son quienes viven en la dulce inocencia o en la indisculpable ignorancia”; los que se sitúan después del apocalipsis, a quienes “ninguna trompeta del Apocalipsis será capaz de despertarlos de su sueño, y descenderán como sonámbulos hacia las formas más o menos confortables de aniquilación”.

Latour sólo tiene esperanza en quienes se sitúan durante el apocalipsis, que son aquellos que, porque han atravesado esa experiencia apocalíptica, “saben que no escaparán al tiempo que pasa”; su “pasión apocalíptica no tiene otro objetivo que el de impedir el apocalipsis”.

Mi madre, también maestra de vida, teóloga autodidacta y discípula de comunidades apocalípticas, quiso enseñarme que el apocalipsis —contra las creencias coloniales hecha cuerpos—, no es un evento sino un movimiento. Históricamente, es un “movimiento de creyentes que nace unos 700 años antes de Jesús y que la iglesia oficial logró ‘sofocar’ y desviar el sentido del mismo. Con lenguaje mítico —para no ser interpretado por el imperio dominante— aluden a la construcción de una nueva sociedad, aquí en la tierra”.

En el marco de la Teología de la Liberación, se trata de un movimiento aún más radical que el profético, que apuntaba a “cambiar los corazones de quienes tienen la potestad de gobernar”; en el horizonte apocalíptico, “se trataba de acabar con el propio sistema de gobierno; de revolucionar el orden del Imperio”.

Por casualidad o no, el 12 de octubre pasado en Paracatú do Baixo, en el templo marcado por el barro de Samarco, se leyó un extracto del libro del Apocalipsis. Sin saber su sentido luego revelado, esa sola palabra me estremeció y me hizo sentido para intentar comprender semejante paisaje en ruinas. Creo que la pregunta adecuada para aprender no es ¿qué significa un atingido/a (afectado/a)? Sino de dónde saca fuerzas para sobrevivir, para re-existir.

Entre lágrimas, me viene a la memoria la palabra de Patricia Greneroso: “Siempre pensé que sólo la fuerza sagrada de las comunidades podría parar la fuerza devastadora de la minería. Con esa esperanza y esa convicción empecé a participar de estas luchas… La revolución contra la minería nace de las comunidades afectadas, porque ni los sindicatos defienden siquiera los derechos de los trabajadores de las mineras”.

Su compañera de lucha María Teresa Corujo, «Teca», explica la centralidad de las mujeres en este movimiento: “Esta lucha exigen un esfuerzo sobre-humano. Muchos sucumben; sencillamente no aguantan… Pienso que las mujeres continuamos perseverando más, porque sabemos compartir el dolor; lloramos y salimos llorando de cada reunión, pero fortalecidas. Nuestra cultura crea en los hombres un impedimento para ser emotivos. Hay un mandato que les lleva a anular su afectividad y eso mismo los hace más débiles y vulnerables. Sólo compartiendo el dolor se puede caminar esta lucha”.

Sobrevivir. Re-existir. Vivir con la consciencia de ser-Tierra que vive en un tiempo apocalíptico; de apocalipsis político: extinciones masivas políticamente provocadas por un patrón de poder que violenta, irrespeta y arrasa la trama comunal de la vida. Re-existir, re-hacer las condiciones de la propia existencia en un tiempo en el que sustentar la vida requiere acabar con este sistema necro-económico que nos ha arrebatado el mundo, el mundo de la vida, y se está devorando la Madre-Tierra.

*Colectivo de Ecología Política del Sur (IRES-CONICET-UNCA).

**»Este texto no podría haber sido escrito sin la valiosa colaboración de Andréa Zhouri e Klemens Laschefski, que compartieron conmigo su vasta experiencia y conocimiento profundo de la realidad del extractivismo en el contexto del estado de Minas Gerais y de Brasil. Estoy especialmente agradecido a Klemens por la visita guiada a las áreas afectadas por el crimen Samarco; a Maria y Marino, a doña Ana Maria y Clodoaldo que me abrieron las puertas de su casa y de sus vidas para contarme sus vivencias del apocalipsis; a Patricia y Teca, igualmente por convidarme de sus saberes forjados en la lucha».
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