Los ríos que se ubican en la Sierra Norte de Puebla –Ajajalpan, Apulco y Zempoala– podrían llegar a ser un peligro para el consumo humano, ya que concentrarían el arsénico que producen las mineras a cielo abierto autorizadas.
Así lo consideró Diana Pérez, activista del consejo Tiyoxtloli, quien agregó que este tipo de minería, empleada para obtener oro y plata, contamina los cauces con elementos como aluminio, arsénico, hierro, magnesio, níquel, plomo, que podrían ocasionar “serios” daños a la salud de los aldeanos.
En entrevista con Ángulo 7, dijo que el agua consumida con arsénico causa cáncer, además de traer afecciones a largo plazo al hígado, riñones y hasta problemas en la piel, por lo que exigió respetar la autodeterminación de los pueblos y sus ríos: “No queremos que exploten nuestros recursos naturales”.