Chile

Minera de tierras raras en Penco está condenada por talar plantación forestal sin plan de manejo


Resumen 28/02/2024

En noviembre de 2023 la empresa REE UNO SpA fue condenada por el Juzgado de Policía Local de Penco a pagar $14 millones por talar eucaliptos en «El Cortijo II» sin plan de manejo. La empresa -que apeló a la condena- hoy se expresa como minera Aclara y está tras el proyecto que pretende extraer tierras raras en los cerros de la comuna.

Por J. Arroyo Olea

Corría febrero de 2021 y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) ingresaba al Juzgado de Policía Local (JPL) de Penco una denuncia por corta no autorizada. Concretamente, en el escrito -el cual fue revisado por RESUMEN– denuncia la «corta de bosque efectuada sin previo Plan de Manejo aprobado o registrado por al Corporación Nacional Forestal (corta no autorizada), ejecutada en el predio El Cortijo II, de la comuna de Penco».

La denuncia se formuló, en ese momento, contra Forestal Arauco y REE UNO SpA. La primera, conocida empresa extractiva de la región relacionada a la explotación de plantaciones forestales; la segunda, la empresa que ha pasado por distintos dueños y que cuenta con miles de concesiones mineras en el Biobío, y que hoy -en manos de Hochschild Mining- protagoniza el conflicto por la explotación de tierras raras que se pretenden hacer en la comuna, funcionando bajo el nombre artificial de «Aclara«.

Fue en diciembre de 2020 cuando CONAF verificó una infracción, que fue posteriormente judicializada, desarrollada en un «sector que corresponde a plantación de Eucalyptus globulus, de la cual se obtuvieron según cálculos técnicos 319,2 metros ruma, cuyo valor unitario (por metro ruma) es de $23.000, dando un total de $14.683.200 equivalente al doble del valor comercial», indica la denuncia del organismo.

Así las cosas, la denuncia de CONAF apuntaba contra Forestal Arauco en su calidad de propietaria, como también a REE UNO quien, en ese momento, «se encuentra, de manera pública y notaria, efectuando labores de sondaje en la propiedad (…) que es quien realizó el escarpe y corta necesario para sus labores», indica el texto.

En el acta del informe técnico, fechado al 26 de enero de 2021 -más de un mes después de la fiscalización-, se señala que la inspección de CONAF se desarrollaba en el marco de la «evaluación ambiental del proyecto BioLantánidos», indicando que «la plantación fue afectada por un fuego intenso, constatándose la existencia de árboles calcinados en algunos sectores», y que «gran parte de la superficie intervenida, había sido reforestada con eucalyptus nitens».

Sin embargo, el órgano estatal indicó que al menos 2,3 hectáreas no fueron reforestadas, las cuales correspondían a «la construcción de fajas de escarpe empleadas para la prospección del mineral» apuntando al rol de la empresa minera, y señalando que a partir de revisión satelital «la intervención del bosque quemado se habría iniciado en agosto de 2018 hasta el 26 de febrero de 2019».

En concreto, el acta de CONAF apunta al impacto negativo de la no reforestación que «constituyen pérdida de cobertura forestal e incremento de la ocurrencia de procesos erosivos del suelo» y, además, a la realización de corta de plantaciones forestales «sin plan de manejo autorizado por CONAF».

El proceso judicial ha sido extenso -cruzado por la reconfiguración de estos en general durante la pandemia de Covid-19-. En diciembre de 2021, el abogado representante de la empresa minera ingresó al JPL de Penco un escrito donde señalaba que «entre los meses de junio y julio de 2018, mi representada realizó, en sectores específicos, una corta de la plantación existente en el inmueble denominado ‘El Cortijo 2’, de propiedad, en ese entonces, de la empresa Forestal Arauco S.A.», la cual tenía como objetivo «realizar labores de mapeo geológico, construir caminos para movimiento y traslado de máquina de perforación sónica, y realizar la perforación sónica propiamente tal».

REE UNO señalaba que la superficie cortada correspondía a 0,65 hectáreas, además de plantear que intervino en otros sectores del predio entre junio-julio de 2018 y abril-mayo de 2020, «pero en estos sectores no hubo corta (…) ya que en esos sectores la plantación ya se encontraba cortada, o se traba de tareas de despeje en caminos preexistentes».

En ese momento, la empresa minera indicó que las intervenciones fueron realizadas con autorización de Forestal Arauco. Por otro lado, informó que el predio en cuestión contaba con plan de manejo «pero éste no se encontraba actualizado», además de afirmar que en noviembre de 2020 REE UNO adquirió el predio «El Cortijo II» junto a otros inmuebles de Forestal Arauco.

Entre las defensas de la minera, se establece el ítem «Falta de culpa», señalando que la denuncia no podría ser acogida «ya que en la especie no se puede formular un reproche de culpabilidad», además de enfatizar en que, al contar con autorización de la entonces propietaria del predio, esta «suponía que desde el ángulo de la regulación sectorial forestal, se encontraba todo en orden».

De igual forma, el escrito de REE UNO SpA apelaba a la prescripción de la infracción, debido a que la corta en que acepta su responsabilidad la empresa habría sido realizada entre junio y julio de 2018.

El proceso judicial vivió un punto de inflexión luego que Forestal Arauco solicitara «nulidad de lo obrado», debido a que se consideró de parte de su defensa que «su representada no ha sido correctamente emplazada en la causa» al no dirigirse contra el representante legal vigente para ese momento, cuestión que fue admitida por el JPL de Penco y fijándose para fines de junio de 2022 el «comparendo de contestación, conciliación y prueba» tras la anulación de lo obrado.

El proceso siguió su curso. Mientras REE UNO sostenía parte de los argumentos anteriores respecto a su postura frente a la denuncia de CONAF, Forestal Arauco informó que desde 2015 mantenía negociaciones con la minera «respecto de la futura venta de diversos inmuebles de su propiedad».

En su contestación de la denuncia, Forestal Arauco señaló que su conducta «no se encuentra en ninguna de las normas legales que se denuncian infringidas». Además, emplaza a CONAF al plantear que carece de lógica la denuncia cuando el mismo organismo «reconoce haberse consumido como consecuencia de un incendio forestal», y apuntando a REE UNO por la realización de escarpe y corta necesaria para trabajos mineros.

No fue sino hasta el 15 de noviembre de 2023 que el Juzgado de Policía Local de Penco resolvió rechazar la denuncia contra Forestal Arauco, pero aceptarla contra REE UNO SpA. En este sentido, la minera fue condenada a pagar una multa de $14.683.200 a beneficio municipal «por infracción al artículo 21 del DL 2.595», indica el escrito.

La condena fue finalmente notificada a las partes el 20 de noviembre de 2023 vía correo electrónico, siendo apelada por la empresa minera el 24 de noviembre del mismo año. Sin embargo, este medio constató que en el detalle de la causa figura el ingreso del recurso a la Corte de Apelaciones de Concepción el 4 de enero de 2024, toda vez que la apelación fue derivada por el JPL de Penco.

En un escrito presentado seis días después de ingresarse el recurso a la Corte de Apelaciones, Rodrigo Padilla Bernedo, abogado en representación de la empresa minera, presentó un documento solicitando que se digitalizara a color el recurso de apelación luego que éste fuera enviado en blanco y negro, por lo que «no se ha remitido copia fiel del recurso interpuesto por esta parte», señala el documento.

Al cierre de esta edición, el último movimiento registrado en la carpeta se realizó el 13 de febrero de este año, siendo una constancia de digitalización.

El vínculo entre REE UNO SpA y Aclara

¿Conoce el nombre «REE UNO SpA«? Quizá no ha sido tan difundido, pero cumple un rol esencial en el conflicto que se vive en Penco ante el interés de explotar tierras raras en los cerros de la comuna. Y es que REE UNO SpA es la empresa «originaria» que posee miles de hectáreas de concesiones mineras en la región del Biobío, lo cual ya fue informado por RESUMEN en 2019 a partir de información entregada por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA (puedes ver la información acá).

Conocer esto es de suma importancia, ya que REE UNO SpA ha sido la empresa cuya propiedad ha ido circulando entre el empresariado nacional y transnacional en distintos momentos del conflicto que se vive en Penco producto del interés por explotar tierras raras. Hoy, su dueña es la empresa Hochschild Mining, la cual llevó al proyecto minero a cotizar a la bolsa de valores de Toronto bajo el nombre de Aclara Resources.

Asimismo, REE UNO SpA ha actuado como titular de los proyectos sujetos a tramitación ambiental desde 2016, como también en las gestiones de patentes municipales o contratos relacionados tanto a Casa Aclara en Penco como también para la planta piloto ubicada en San Pedro de la Paz.

Sin embargo, en la práctica, en Chile, Aclara es un nombre de fantasía. En una respuesta entregada a este medio vía transparencia, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) señaló que «‘Aclara Resources’ corresponde al nombre de fantasía de ‘REE UNO SpA’ (razón social), cuyo RUT es 76.181.614.4″. En este sentido, Aclara se constituye como el nombre reconocido y vinculado directamente con REE UNO SpA.

Referencia a artículo con fotos en https://resumen.cl/articulos/minera-de-tierras-raras-en-penco-esta-condenada-por-explotar-plantacion-forestal-sin-plan-de-manejo

Chile

AUTORIDAD AMBIENTAL PONE TÉRMINO ANTICIPADO A PROYECTO MINERO EL ENCIERRO DE BARRICK Y ANTOFAGASTA MINERALS EN LAS NACIENTES DEL VALLE DEL HUASCO

“NO VUELVAN”
Alto del Carmen, 19/02/2024

En el Corral.jpg

Con enorme satisfacción, las comunidades del Valle del Huasco nos enteramos de que, el viernes 16 de febrero, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) decidió poner término anticipado al proyecto El Encierro, que pretendía realizar 80 sondajes mineros en la naciente de las aguas, en zona de glaciares y crioformas esenciales para la vida. Ante este hecho, a la opinión pública declaramos:

1. El SEA (Servicio de Evaluación Ambiental) decidió el término anticipado a la evaluación ambiental del proyecto El Encierro, porque este carece de información esencial que permita determinar los impactos, los efectos y las circunstancias que generan sus características. Esto hace imposible proseguir con la evaluación ambiental (ver resolución aquí).

2. Los argumentos sobre los cuales el SEA tomó la decisión son contundentes; específicamente, apunta a la falta de información esencial respecto de:

i. Efectos adversos significativos sobre la avifauna (no evalúa un hábitat de relevancia de jilguero cordillerano);

ii. Medio humano (existen majadas habitadas en las cercanías del proyecto que la empresa aborda de manera insuficiente);

iii. Hidrogeología y glaciares (la empresa no considera toda la superficie de escurrimiento de las aguas que pueden alcanzar el arroyo Valeriano y la laguna del mismo nombre, o antecedentes para descartar que se genere recarga subterránea a los mismos desde el área del proyecto);

iv. Análisis pluviométricos y de nieve.

3. El expediente de evaluación constituye un antecedente crítico al proyecto puesto que detalla las observaciones hechas por diversos organismos que manifiestan gran preocupación en relación con sus falencias. Destacan las de la Seremi de Medio Ambiente, DGA, CONAF, Gobierno Regional y Municipio de Alto del Carmen, entidades que expusieron la falta de información relevante y esencial, e incluso la configuración de impactos que obligan al ingreso por medio de un Estudio de Impacto Ambiental y no una simple declaración. Las inquietudes planteadas se refieren al manejo de lodos y sus consecuencias con la interacción de precipitaciones y nieve; la afectación de glaciares y criósfera; la inexistencia de áreas de influencia para ecosistemas acuáticos; vacíos para la ponderación de afectación de flora (muchas de ella en estado de conservación); y la incompatibilidad del proyecto con un valle agrícola y con desarrollo turístico, en pleno Sitio Prioritario de Lagunas Altoandinas, entre otros.

4. Cabe destacar un hecho de suma gravedad, observado por el SEA, y que en gran medida ratifica el actuar inescrupuloso de empresas como Barrick, Antofagasta Minerals y las consultoras que trabajan para ellas. En su Declaración Ambiental, el titular olvidó borrar un comentario hecho durante el proceso de redacción del texto que “recomienda” sacar del documento una foto de un ave (volantón de jilguero cordillerano), porque esta “implica a que correspondería a un sitio de nidificación y pasa a ser un hábitat de relevancia” (imagen adjunta). Las Declaraciones o Estudios de Impacto Ambiental constituyen declaraciones juradas; por lo tanto, esto podría ser constitutivo de delito. Una vez más, estamos frente a un hecho que demuestra lo que como comunidad hemos sostenido siempre: la mala fe con la que actúan estas empresas, que están dispuestas a ocultar información y tratan de ingresar un proyecto a como dé lugar, sin respeto ni consideración alguna por los ecosistemas, el patrimonio ambiental y las comunidades. Con ello y al mismo tiempo, queda demostrada la inviabilidad de la megaminería en la naciente de las aguas.

 

6. Como comunidades celebramos esta decisión, y si bien sabemos que el sistema les permite volver una y otra vez con sus proyectos nefastos, consideramos que esto sienta un precedente importante y constituye una victoria para la vida de este valle. Esta decisión logra, por ahora, frenar el avance de la megaminería cordillerana que solo destruye las fuentes de agua de un valle históricamente agrícola, hoy enfocado en rescatar actividades tradicionales fomentando el desarrollo turístico y agrícola (con dos denominaciones de origen) de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente.

7. Con este nuevo antecedente, desde el valle del Huasco volvemos a decir fuerte y claro que la megaminería es inviable en la naciente de las aguas. Queremos y buscamos vida y futuro para este valle y para las nuevas generaciones. NO VUELVAN, NO LOS DEJAREMOS PASAR. LOS GLACIARES Y LAS LAGUNAS NO SE TOCAN.

ASAMBLEA POR EL AGUA DEL GUASCO ALTO

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Brasil

Vale desestima indicios de infracción medioambiental en sus minas suspendidas

Kevin Hinostroza 26/02/2024
Vale Sossego
Mina de cobre Sossego de Vale.
La Secretaría de Medio Ambiente del estado de Pará suspendió esta semana las licencias ambientales de la mina Onca Puma y la mina Sossego.

La minera brasileña Vale no ve señales de violación ambiental o social en dos de sus minas cuyas licencias de operación fueron suspendidas esta semana, dijo el viernes el presidente de Vale Base Metals , Mark Cutifani.

Hablando en una conferencia telefónica sobre los resultados del cuarto trimestre de la minera, el ejecutivo dijo que un problema administrativo podría haber llevado a las suspensiones en las minas en el estado de Pará, en el norte de Brasil, y que Vale trabajaría con las autoridades para resolver el asunto.

La Secretaría de Medio Ambiente del estado de Pará suspendió esta semana las licencias ambientales de la mina de níquel Onca Puma y la mina de cobre Sossego de Vale, señalando irregularidades en un informe medioambiental anual e “incumplimientos” en los esfuerzos de mitigación minera que, según dijo, provocaron conflictos con las comunidades locales.

Cutifani señaló que ya se había cerrado el horno de Onca Puma y que pronto se programaría el mantenimiento de Sossego.
Minas-Rio

Situación financiera

Las acciones de Vale subieron hasta un 2,75% el viernes, un día después de que la compañía informara de una caída del 35% en el beneficio neto del cuarto trimestre debido a más ingresos imponibles y una mayor provisión vinculada al colapso de una presa en 2015 en la empresa conjunta Samarco con BHP.

Los ejecutivos de Vale dijeron a los analistas que la empresa esperaba llegar a un acuerdo con las autoridades sobre el caso en el primer semestre del año. La provisión de la empresa asciende ahora a US$ 4.210 millones.

“Recientemente se han producido algunos avances”, declaró el director financiero , Gustavo Pimenta.

Vale también dijo que planea aumentar las ventas de mineral de hierro este año fuera de China, ya que se espera que la demanda aumente en Japón, Europa, India y el sudeste asiático a medida que la oferta se reduce a nivel mundial.
https://www.rumbominero.com/brasil/vale-desestima-infraccion-medioambiental-minas-suspendidas/

Colombia

Hoy en Falan habrá movilización en rechazo a la expansión minera en el Norte del Tolima

Valentina Cortés Castillo 26/02/2024
@Valenti38400921

La misma Contraloría advierte desde el 2013 que esta normativa se caracteriza por favorecer capitales foráneos.
La comunidad del municipio de Falan hoy protesta por una posible coyuntura histórica que se enmarca en la jurisprudencia del derecho humano al agua, los derechos del campesinado, el derecho a la participación y el derecho a un ambiente sano.

El modelo socioterritorial minero es atractivo para cierta parte de la ciudadanía que considera que esta actividad será un polo de desarrollo para el municipio y el departamento. Sin embargo, para el sector de la población que depende de los recursos naturales y culturales (Comunidad campesina, usuarios de acueductos y emprendedores del ecoturismo), este proyecto es incompatible con su modo de vida debido a los profundos impactos ambientales y sociales.

Las intenciones de Outcrop indican que su proyecto puede expandirse a 25 mil hectáreas lo cual significaría interrumpir la conectividad biológica e hídrica entre los páramos del Nevado del Ruíz y el Valle del Magdalena. Los títulos en exploración avanzada de Outcrop y otras empresas se encuentran principalmente en Falan y Líbano y Armero Guayabal, en estos últimos tres municipios ya existen títulos en explotación con conflicto de uso de agua.

La misma Contraloría advierte desde el 2013 que esta normativa se caracteriza por favorecer capitales foráneos y dejar a la Nación en condición de alta dependencia económica y en una posible crisis ambiental local en medio de la crisis ambiental global.

En departamento del Tolima se destacan los impactos ambientales y la apropiación territorial de la cementera Cemex en el corregimiento de Payandé (Municipio de San Luis), la crisis de acceso al agua en el corregimiento de El Convenio (Municipio del Líbano, Mina El Porvenir) y la crisis humanitaria por la minería ilegal en Ataco.

https://www.alertatolima.com/noticias/tolima/hoy-en-falan-habra-movilizacion-en-rechazo-la-expansion-minera-en-el-norte-del

Internacional, Litio

Protestas en media España por las nuevas minas proyectadas para fabricar baterías

Numerosas comarcas de Galicia, Castilla o Extremadura se sublevan contra inversiones mineras que amenazan con alterar su paisaje y su forma de vida
Protestas contra la mina proyectada en Cáceres
Protestas contra la mina proyectada en Cáceres / EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA

Lourdes Uquillas/EfeVerde

23/02/2024
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La posible apertura o reapertura de proyectos mineros en la Península ha puesto en pie de guerra a vecinos y organizaciones ecologistas contra lo que consideran daños irreversibles que supondría el inicio de una actividad destructiva desde cualquier punto de vista para muchas localidades, personas, hábitats y ecosistemas.

El «nuevo boom» de la minería empezó a partir del 2008, básicamente por la subida de los precios de los metales, porque la minería metálica en el Estado «se hundió» a finales de los años 80 del siglo pasado por la caída de los precios, explica a EFEverde el portavoz de Ecologistas en Acción (EA), Joám Evans.

Para la minería metálica la legislación española recoge dos tipos de derechos mineros: los primeros son los permisos de investigación, que «literalmente son unos 2.000 o incluso más», según los registros que lleva cada comunidad autónoma, porque, asegura, los estatales «no siempre están actualizados».

Y los segundos son las concesiones de explotación que estén vigentes, esté o no la mina activa en esas concesiones.

No obstante, Evans asegura que hay muchísimos permisos de investigación que son «totalmente especulativos» y normalmente detrás están «compañías de Canadá o Australia que «pescan accionistas» para especulación bursátil.

Mina de litio en Cáceres
Entre los proyectos que están generando más conflicto en España están: el de la mina de litio en Cáceres, que de salir adelante estaría ubicada a escasos dos kilómetros de esta ciudad extremeña declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), organismo que ya ha pedido informes sobre los posibles impactos.

El proyecto de mina en Cáceres lleva siendo polémico desde hace años
El proyecto de mina en Cáceres lleva siendo polémico desde hace años / EFE

En noviembre de 2023, el Consistorio cacereño emitió el informe técnico municipal sobre la viabilidad de la mina en Valdeflórez, que sería «compatible» con el Plan General Municipal (PGM).

La empresa Extremadura New Energies (ENE) registró esta misma semana, a través de la empresa del grupo Castilla Mining, la solicitud para pasar a la concesión directa del proyecto de extracción subterránea, la alternativa que ha planteado la empresa «presuntamente con menos impactos ambientales», con el fin de iniciar las obras el próximo año.

La explotación subterránea de la mina sería posible de acuerdo a la legislación municipal, autonómica y estatal vigentes, siempre dependiendo de la profundidad.

Esto ha levantado aún más las alarmas entre la población que ha luchado desde hace años porque el proyecto no salga adelante. Así, desde la Plataforma Salvemos la Montaña han señalado que el Ayuntamiento solo toma en cuenta el aspecto urbanístico, pero no los impactos en la salud y el medio ambiente que afectan directamente a las personas.

Mina en A Coruña
El de la mina en San Finx, en Lousame (A Coruña), a escasos siete kilómetros de la ría de Muros y Noia y que Ecologistas en Acción y otros colectivos han denunciado por la contaminación del agua, ha llegado al Comité de Cumplimiento de la Convención de Aarhus de la ONU, que vela por el acceso a la información medioambiental, la participación pública en el proceso de toma de decisiones y el derecho de acceso a la justicia.

Varios colectivos, entre ellos Ecologistas en Acción, solicitaron entre 2020 y 2021 peticiones de información a la Comisión Europea, para evidenciar que las actuaciones en el proyecto que la CE adjudicó en 2018 por 6,9 millones de euros a una filial del Grupo Sacyr, no cumplían con la autorización de vertidos, según EA.

Concentración contra la mina de San Finx, en Galicia
Concentración contra la mina de San Finx, en Galicia / EL CORREO GALLEGO

Ante la negativa de la CE a facilitar información, EA denunció la situación y el colectivo Montescola acudió a la Defensora gallega del Pueblo Europeo, pero la CE volvió a negarse por lo que los colectivos acudieron a la Convención de Aarhus, de la que forma parte la UE, por vulnerar los derechos de acceso a la información sobre temas ambientales.

Según Ecologistas en Acción, en un análisis del agua de San Finx realizado en agosto pasado se encontró que contenía niveles de cadmio, sustancia tóxica y cancerígena, 78 veces por encima del nivel máximo permitido por la legislación nacional, mientras los de cobre superaban 48 veces el tope legal.

En la misma región está el proyecto de Touro, que junto al de San Finx, causarían un impacto ambiental enorme, afectando a las rías de Muros – Noia y Arousa, respectivamente, según EA, que hace pocos días ha alertado además de la contaminación por arsénico en el suministro de agua municipal de Viana de Bolo (Ourense) por la mina de Penouta.

Gran mina a cielo abierto en Segovia
Además, el proyecto de mina a cielo abierto para la extracción de cuarzo metalúrgico en la comarca ubicada entre los pueblos de Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo y Duruelo (Segovia) a manos del consorcio Erimsa/Elkem, una empresa gallega adquirida por una noruega, que a su vez tiene participación china.

Según ha explicado a Efe la portavoz de la Plataforma en contra de la mina de cuarzo, Marisa Moro, no es comprensible que por un lado se trabaje por «llenar la España vaciada» y por otro se pretenda aprobar proyectos que afectarían la salud de las personas, los hábitats y ecosistemas con concesiones que podrían llegar a los 80 años.

Segovia rechaza la mina prevista en el nordeste de la provincia
Segovia rechaza la mina prevista en el nordeste de la provincia / PLATAFORMA CONTRA LA MINA

La Plataforma lucha contra la explotación en 1.658 hectáreas, aunque la zona afectada abarcaría unas 2.720 ha, en una comarca con unos 800 habitantes, para lo cual están a la espera de la respuesta de varias consejerías de Castilla y León (PP-VOX), de cuyo Gobierno depende la decisión.

Según Moro, se han presentado hasta el momento «5.000 alegaciones al proyecto» que afectaría a la salud y forma de vida de la comarca, al medio ambiente por la contaminación del agua y el suelo, a la industria del turismo, a la arquitectura y el patrimonio cultural de monumentos medievales, entre otros aspectos.

Proyecto en Ciudad Real
Por otra parte, La Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE), ha alertado sobre el impacto ambiental de un posible nuevo proyecto minero para la explotación de tierras raras en la provincia de Ciudad Real (Castilla-La Mancha).

Según Joám Evans, todo depende de los informes ambientales que los realiza la propia empresa ejecutora del proyecto, que deben incluir planes de restauración posterior de la zona explotada.

Pero muchos de estos proyectos que se venden «como minería sostenible del siglo XXI» son «técnicamente deficientes», según el portavoz de EA, porque tienen «planteamientos de gestión ambiental que más parecen del XIX» y de ahí viene la conflictividad por la contaminación del aire, del agua, y la falta de garantías para la restauración ambiental.

Imagen de una mina a cielo abierto
Imagen de una mina a cielo abierto / AGENCIAS

Recuerda que los informes de impacto ambiental que presentan las empresas son aprobados por cada comunidad autónoma, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico solo interviene cuando afecta a más de una región, que son «casos puntuales».

Es el caso de la mina de Agua Blanca en Badajoz, que «en teoría va a reabrir después de muchos problemas», y que está a caballo entre Badajoz y Huelva.

Hay proyectos que en los últimos diez años «han salido adelante sin el informe de impacto ambiental o intentos de aprobación sin presentar ese documento» por parte de las empresas, asegura Evans, y explica que cuando esta situación se denuncia en Bruselas ante la Unión Europea «no nos creen o piensan que les tomamos el pelo».

Es el caso de la mina de San Finx, aprobado en 2009 «sin ningún tipo de evaluación de impacto ambiental, sin ningún tipo de participación pública», en la zona «nadie se enteró», subraya.

Proyectos de Alberta y Touro (Galicia)
Otro caso es el de la mina de litio de Alberta (Galicia), que es un proyecto parecido al de Cáceres, «pero del que no se habla tanto», y que en 2019 «la Xunta lo intentó tramitar sin evaluación de impacto ambiental y participación pública».

Los informes de impacto ambiental, recuerda Evans, «son estudios técnicamente muy complejos», pero en muchas ocasiones «el papel lo aguanta todo….». Así, en España se está proponiendo la instalación de presas de residuos mineros que sería ilegales en Chile, después de accidentes en minas de cobre o la de Brumadinho (Brasil), e incluso en China, asegura.

Por ejemplo, explica, en la mina de Touro (Galicia), «existe una propuesta de una balsa de lodos de un kilómetro de longitud y 90 metros de altura situada a 100 metros aguas arriba de un núcleo de población de 100 habitantes». En la mayor parte de las jurisdicciones del mundo «sería totalmente ilegal, porque la gente, si hay una falla, quedarían sepultados por los lodos».

Es una situación que «preocupa mucho» porque «efectivamente se está produciendo una avalancha de nuevos proyectos» y apunta el caso de Andalucía, donde la Junta sacó en agosto de 2023 a concurso 360 derechos mineros, una región que cuenta actualmente con 465 explotaciones activas.

El sector minero se defiende: «Campaña de acoso»
Frente a las críticas de Ecologistas en Acción, la Cámara Oficial Mineira de Galicia defiende a la industria minera y considera que la citada organización ambiental “mantiene una campaña de acoso e intimidación inaceptable”.

“Tanto en Galicia como en el resto de España, las explotaciones mineras tienen los permisos preceptivos, deben presentar un Plan de Labores anual, estar al corriente de medidas de seguridad y protección ambiental, así como tener garantías y avales financieros a disposición de la Administración. La vigilancia de esta legalidad se realiza, de manera efectiva, por la Administración pública”, ha manifestado un portavoz de la Cámara Mineira.

La minería en España, según afirma, es “un sector muy regulado, con gran densidad de normativas que afectan a la actividad extractiva. De hecho, se trata del país de la Unión Europea en el que mayor presión legal existe. En España, una empresa minera debe esperar entre dos y seis años para recibir un permiso minero debido a la espesa legislación y a la regulación de 103 administraciones y más de 130 leyes. Ante ello, las empresas mineras actúan con responsabilidad y cumpliendo la legislación”.

La Cámara Oficial Mineira de Galicia expresa su preocupación por la “judicialización del trabajo de técnicos y funcionarios por parte de grupos de activistas. La persecución a la que se ven sometidas las administraciones y los funcionarios públicos en su trabajo diario, así como el descrédito que se pretende con acusaciones irresponsables hacia el sector minero son inaceptables”.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: [email protected]
https://www.elperiodico.com/es/medio-ambiente/20240223/protestas-media-espana-nuevas-minas-98544283

Argentina, Litio

Blinken en Argentina: con la mira en el litio

Daniel Kersffeld
22/02/2024
(Fuente: EFE)
. Imagen: EFE
El próximo viaje a Buenos Aires de Antony Blinken, el Secretario de Estado del presidente Joe Biden, promete terminar de afianzar el vínculo que, más allá de las disparidades ideológicas, la administración demócrata ha venido ensayando con el gobierno argentino.

Según se desprende del comunicado de la Secretaría de Estado resulta claro que, más allá de la importancia atribuida a la “gobernanza democrática” y a los “derechos humanos”, el eje de la visita estará puesto en el “impulso al comercio y a la inversión”, y especialmente, en el interés por los así llamados “minerales críticos”, cuya demanda en alza es vital para una nueva matriz energética.

En el esquema productivo que se impone a nivel global, el lugar preponderante es ocupado por el litio, si bien existen otros recursos como el níquel, el cobre, el titanio y el cobalto que resultan fundamentales para la fabricación de vehículos eléctricos (nuevo símbolo de consumo en los países del norte), así como también para la producción de turbinas eólicas y paneles solares.

Pero Estados Unidos tiene serios motivos para preocuparse ya que en la actualidad China es el líder indiscutible en la cadena global de suministro de minerales críticos, representando aproximadamente el 60% de la producción mundial de materiales provenientes de “tierras raras”.

De ahí que cualquier giro hacia fuentes de energía bajas en carbono o hacia una “economía verde” (como a la Administración Biden le gusta denominar), se encuentra hoy condicionada desde Beijing gracias a su capacidad de influencia internacional y a su enorme poder de mercado que, al menos en este terreno, es superior a lo que Washington pretenda llevar adelante, en una situación que se prolongará durante varias décadas sin que pueda modificarse de plano.

Para contrabalancear los amplios recursos y la autoridad ejercida por China en el escenario de los minerales raros, Estados Unidos naturalmente, se ha asociado con la Unión Europea la que, a su vez, libra su propia guerra comercial con Rusia por estos mismos recursos. Entre ambos socios se está terminando de delinear un nuevo “Foro de Asociación para la Seguridad de los Minerales” de indudable impacto internacional para los próximos años.

En estas circunstancias, para Estados Unidos resulta fundamental establecer una alianza sólida con Argentina, superadora incluso, de las divergencias ideológicas que pudieran subsistir entre el gobierno demócrata en el norte y el pretendido mandato libertario (en realidad, un simple régimen ultraneoliberal) establecido en el sur del continente.

Desde Washington el interés prioritario (aunque no exclusivo) en los minerales de origen local está centrado en el litio, recurso clave para la construcción de baterías para motores eléctricos. En 2023 Argentina extrajo casi 33 mil toneladas de litio carbonatado, siendo el cuarto productor mundial detrás de Australia, Chile y China.

Distintas previsiones aseguran que para 2030, Argentina devendría en el tercer productor mundial de litio y el principal proveedor latinoamericano, en gran medida, por el alto número de proyectos de extracción en desarrollo, facilitado por un régimen normativo abierto a la inversión extranjera.

Los beneficios para su explotación se ven acompañados por mínimas regalías, de carácter provincial, y que benefician especialmente a las gobernaciones de Catamarca, Salta y Jujuy, donde se encuentran los principales yacimientos de litio.

Opera también como aliciente la limitada supervisión estatal a las operaciones de las compañías extranjeras, en donde se destaca la flamante Arcadium Lithium, con capitales de Estados Unidos y Australia, y otras corporaciones de la misma procedencia como Lake Resources, Lilac Solutions y Albemarle, además de empresas canadienses, británicas y holandesas.

Sin embargo, hoy el mercado del litio en Argentina está permeado por recursos de origen chino en siete emprendimientos, en los que se destaca la empresa Jiangxi Ganfeng Lithium Co. En tanto que la exportación del litio argentino también está mayormente orientada hacia China, en un mercado que hasta 2021 estaba más diversificado y era liderado por Estados Unidos, reducido en la actualidad a un comprador de cuarto nivel.

La visita de Blinken a Buenos Aires se enmarca en una tensión geopolítica cada vez más amplia en torno al litio y a otros metales críticos y apunta a preservar a Argentina como un proveedor privilegiado para los Estados Unidos y al desplazamiento de China como principal comprador e inversionista de este nuevo oro blanco. De ahí que las negociaciones darían lugar a un acuerdo de cooperación para la provisión de minerales, semejante a un tratado de libre comercio.

Tal como se desprende del comunicado de la Secretaría de Estado, resulta claro el contraste marcado por la Casa Blanca en sus relaciones con Brasil y con Argentina.

En Brasilia, Blinken mantendrá reuniones con el presidente Lula da Silva y con la cúpula del gobierno del PT para, entre otros asuntos, promover la “gobernanza mundial”, analizar asuntos transversales como la crisis ambiental y el desarrollo sostenible, y verificar el impacto de la situación política en Venezuela y sus derivaciones regionales.

Con Argentina, en cambio, la agenda planteada será muy diferente, mucho más acotada. Como también se verificó a partir del nuevo diálogo con Ucrania y con la renuncia a los BRICS, esta misión se centrará en la provisión de recursos estratégicos a los principales aliados, comenzando por Estados Unidos y Gran Bretaña, y en una nueva cruzada contra China y contra Rusia que, incluso, podría tener derivaciones a nivel regional.
https://www.pagina12.com.ar/714483-blinken-en-argentina-con-la-mira-en-el-litio

Panamá

Organizaciones populares volverán a las calles contra Minera Panamá

Ciudad de Panamá, 22 feb (Prensa Latina) La Alianza Pueblo Unido por la Vida anunció nuevas protestas en la calle para demandar la salida del país de la empresa Minera Panamá, que causa daños ambientales y atenta contra la soberanía.

En conferencia de prensa, uno de los voceros de ese colectivo, Jorge Guzmán, consideró una ofensa y un irrespeto a los panameños el anuncio reciente de un programa de visitas de la población a la mina de cobre de Donoso (Colón) para corroborar el plan de cierre, un proyecto tergiversador de la filial de la trasnacional canadiense First Quantum.

Guzmán dijo que la minera, en complicidad con el Gobierno, debería acatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia de noviembre pasado, que declaró inconstitucional un convenio suscrito con el Estado. Asimismo, anuncia ese programa de visitas de la población como si fuera un centro turístico.

El mensaje de la vocera Maru Gálvez a nombre de Minera Panamá fue criticado también por el activista social, que catalogó a la funcionaria como enemiga del pueblo y traidora a la patria.

La Alianza adelantó, entre las principales movilizaciones, una concentración el venidero 28 de febrero frente a la Procuraduría de la Nación y un día después ante la Corte Suprema de Justicia para exigir que hagan valer el fallo que decreta la presencia ilegal en el país de la minera.

Integrantes de las organizaciones sociales también marcharán hacia la Presidencia de la República el venidero 12 de marzo, para exigir acciones concretas en cumplimiento de un mandato del pueblo: no a la minería metálica.

Según trascendió en la jornada, el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) convocó para este jueves a directivos de la empresa para que expliquen el controversial programa de visitas de la población a ese enclave.

La institución espera que la filial de la trasnacional canadiense First Quantum rinda cuenta de ese proyecto, cuando en realidad debería ocuparse del fin de las operaciones y un plan de preservación y gestión segura, ordenado por el Gobierno a finales de 2023.

De manera paralela, la compañía extranjera comenzó en Estados Unidos un proceso de arbitraje para demandar a Panamá unos 20 mil millones de dólares para proteger su inversión, según el diario La Prensa.

Recientes informes del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) señalan los peligros existentes de contaminación en Minera Panamá, los cuales no han sido revelados por el Gobierno.

Organizaciones populares volverán a las calles contra Minera Panamá

Perú

¿SON MÁS FUERTES LAS ECONOMÍAS DE LOS PAÍSES QUE TIENEN MÁS MINERÍA?

José De Echave C. 20/02/2024

Imagen: Camiper

Son varios los indicadores que se utilizan para mostrar la importancia o influencia de un sector productivo en la economía de un país. En el gráfico que mostramos en esta nota se muestra al grupo de países que presentan una mayor participación de la renta minera como porcentaje de su Producto Bruto Interno (PBI).

En este ranking figuran cinco países de Asia, cinco de África, tres de Sudamérica y dos de Oceanía. En un primer grupo de países, en los que la renta minera está por encima del 20% del PBI, figuran dos africanos (República Democrática del Congo y Zambia) y uno de Asia (Mongolia). En un segundo rango (entre 10% y 20%) aparece un pelotón de siete países (en este grupo se ubican Chile y Perú). Finalmente, un grupo de cinco países (tres asiáticos, uno de Sudamérica y uno de África).

Del total de quince países, apenas dos son miembros de la OCDE[1]: Australia y Chile. La extrema dependencia de una sola actividad productiva puede ser considerada como contraproducente para lograr niveles de sostenibilidad y mejores indicadores de bienestar para un país.

Como se puede apreciar, Perú figura en el octavo lugar de este ranking. No se discute que la minería es una actividad importante para el país, que se expresa no solamente en el indicador que muestra el gráfico, sino también en su participación en las exportaciones, el flujo de inversión directa que llega del extranjero, en algunos períodos también en el componente tributario, etc.

Sin embargo, sigue estando pendiente en nuestro país la tarea de construir una matriz productiva mucho más diversificada, donde la minería seguramente seguirá teniendo un espacio, pero compartiendo roles con otras actividades que sean sostenibles y amigables con la naturaleza.

[1] La organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), foro que agrupa a las principales economías del mundo.

www.cooperaccion.org.pe
Jr. Trujillo 678, Magdalena del Mar, LIMA 17 – PERÚ. Teléfonos: (511) 4612223 / 4613864 [email protected]

Mexico

Pescadores ayudaron a detener la minería submarina en Baja California, México, para preservar su lecho marino.
Laura Paddison 04(02/2024

Los pescadores locales ayudaron a detener la minería submarina frente a la costa de Baja California, México, en 2018 para resguardar su lecho marino, pero entonces se puso en marcha un oscuro proceso legal internacional.

Cuando apareció por primera vez, parecía una ciudad flotante. Durante meses, en el verano de 2012, el barco permaneció allí: una presencia imponente y confusa frente a la costa del Pacífico de Baja California Sur.

Florencio Aguilar estaba preocupado. Un extraño entre las olas era una amenaza. Como muchos otros habitantes de los pequeños pueblos pesqueros de San Juanico, Las Barrancas y otros del noroeste de México, Aguilar depende para su subsistencia de las langostas, pulpos y abulones que prosperan aquí. Sus aguas prístinas son también el hogar de tortugas marinas en peligro de extinción, un criadero de ballenas grises gigantes y un imán para los surfistas, que acuden aquí en masa para cabalgar algunas de las olas más largas del mundo.
Minera estadounidense demanda a México, por miles de millones, por proteger su propio lecho marino – Empresa-minera-1Surfistas en San Juanico, uno de los lugares con las olas más largas del mundo. Foto: Laura Paddison/The Guardian.org

Aguilar tachó las posibilidades: el enorme barco no era uno de los buques de investigación que bordean la costa de Baja California para estudiar la rica vida marina, y no se parecía a uno de los grandes buques pesqueros que a veces vienen a recoger camarones.

La noticia le llegó a través de unos compañeros pescadores. El barco pertenecía a la empresa Odyssey Marine Exploration, con sede en Florida, que había obtenido una concesión en una enorme zona del fondo marino mexicano para extraer fosfato, ingrediente clave de los fertilizantes comerciales.

Aguilar estaba horrorizado. El proyecto, que podría suponer el dragado durante 50 años, se solapaba directamente con la concesión pesquera de la cooperativa Puerto Chale, una alianza que él dirige de más de 120 pescadores cuyas familias han vivido de estas aguas durante generaciones. “El dragado constante acabaría con la vida marina y con toda la vida de nuestro sector pesquero”, afirma Aguilar.

El descubrimiento fue sólo el principio, el detonante de años de desorganización mientras Aguilar y la cooperativa luchaban contra una mina que consideraban una amenaza existencial. Hubo airadas reuniones públicas, acusaciones de corrupción, llamamientos al presidente mexicano.

Por fin, seis años después, en 2018, el gobierno mexicano clausuró la mina porque los posibles impactos medioambientales serían demasiado perjudiciales. Aguilar y la comunidad lo celebraron. Por una vez, su historia parecía contradecir la tendencia de las empresas mineras a pisotear a las pequeñas comunidades que se interponen en su camino.

Pero Odyssey tenía un as bajo la manga.

En 2019, demandó a México. Para ello, utilizó una oscura herramienta del derecho internacional llamada solución de controversias inversor-Estado (ISDS, por sus siglas en inglés), que permite a las empresas eludir los tribunales nacionales. De repente, el destino de esta mina en el fondo del mar importaba mucho más allá de esta costa bordeada por el desierto. La demanda de Odyssey había abierto una ventana a un sistema jurídico opaco, con el poder de debilitar fatalmente la capacidad de los países para proteger su propio medio ambiente, justo cuando el mundo se tambalea al borde del colapso climático y de la biodiversidad.

La empresa

Irónicamente, teniendo en cuenta el impacto que podría acabar teniendo en la minería mundial, Odyssey nunca ha explotado una mina. Sus orígenes se remontan a un tipo muy distinto de extracción de los fondos marinos: se creó en 1994 como empresa de caza de embarcaciones naufragadas.

“Odyssey dirigió su atención a una nueva industria: el mundo potencialmente lucrativo de la minería de los fondos marinos”.

Los dos fundadores, Greg Stemm, expublicista, y John Morris, expromotor inmobiliario, ya tenían una larga trayectoria en el negocio. Ese mismo año, se enfrentaban a acusaciones de fraude y uso de información privilegiada en relación con su anterior empresa, por haber falseado el valor de un naufragio en los Cayos de Florida. (En 1997 superaron con éxito las acusaciones).

La década siguiente la pasaron rastreando el océano en busca de naufragios más valiosos, y en 2007 dieron con el premio gordo: 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en cientos de millones de dólares, halladas en un naufragio de la costa portuguesa del Algarve. Odyssey bautizó el barco como Cisne Negro, sacó las monedas a la superficie, las cargó en cubetas de plástico y las llevó en avión a Florida.

España protestó. Dijo que el Cisne Negro era una de sus fragatas, hundida por los británicos en 1804 con más de 200 tripulantes, y afirmó que el tesoro pertenecía legalmente a España. En 2012, los tribunales estadounidenses le dieron la razón, obligando a Odyssey a devolver las monedas y a pagar un millón de dólares (17 millones 147 mil pesos) a España en lo que un juez calificó como “una campaña centrada en la mala fe, engaño y fraude que impregnó este litigio desde el principio”.

A medida que aumentaban los riesgos de la caza de naufragios, las leyes eran más estrictas y los inversores disponían de menos dinero, Odyssey centró su atención en una nueva industria en la que podía aprovechar sus especializados conocimientos oceánicos: el mundo potencialmente lucrativo de la minería de los fondos marinos.

El periodista

Cuando los rumores sobre la mina submarina de Odyssey llegaron por primera vez a oídos de Carlos G. Ibarra, periodista residente en La Paz, capital de Baja California Sur, sospechó de inmediato.

Sentado en un concurrido bar frente al mar en La Paz en una sofocante tarde de septiembre, Ibarra explica que ha vivido toda su vida a la sombra de las minas. Pasó su infancia en un pueblo salinero y su carrera adulta como reportero, cubriendo el impacto de las empresas mineras aquí.

Al principio, los rumores eran vagos. No sabía exactamente dónde se ubicaría la mina submarina, ni nada sobre la empresa. Entonces leyó un informe para inversores que disparó su curiosidad.

Escrito en 2013 por Ryan Morris, fundador del fondo de cobertura estadounidense Meson Capital, el informe era muy crítico. Morris afirmaba que, desde el año 2000, los ejecutivos y directivos de Odyssey habían recibido 20 millones de dólares (342 millones 947 mil pesos) en compensaciones en efectivo, pero habían registrado pérdidas por valor de 180 millones (3 mil 86 millones 530 mil pesos). “Creemos que el propósito de (Odyssey) es servir de vehículo para que sus integrantes vivan una vida de glamour cazando en el océano mientras sus decepcionados inversores pagan las factura”, concluía el informe.

Un portavoz de Odyssey rechazó el informe por contener “errores de hecho, información incompleta y conclusiones erróneas”. Pero para Ibarra fue una señal para seguir indagando. Se puso en contacto con Aguilar, que le instó a seguir investigando el proyecto minero. Ibarra habló entonces con funcionarios del gobierno y comprobó los permisos que Odyssey había solicitado.

Descubrió que la empresa había obtenido una concesión a 50 años sobre casi 270 mil hectáreas de lecho marino a través de una filial mexicana, Exploraciones Oceánicas. Cuando Odyssey declaró entonces que había encontrado uno de los yacimientos de fosfato más importantes del mundo, más de 580 millones de toneladas, suficientes, según la empresa, para satisfacer la mayor parte de las necesidades de fertilizantes de Norteamérica durante 100 años, a Ibarra se le encogió el corazón y empezó a escribir sobre ello para cualquiera que quisiera publicarlo.
Minera estadounidense demanda a México, por miles de millones, por proteger su propio lecho marino – Empresa-minera-2Orgullosos de la costa que les ha alimentado durante generaciones, los habitantes de San Juanico limpian la playa. Foto: Laura Paddison/The Guradian.org

La mina

Ibarra sabía perfectamente cómo se iba a presentar la mina a la comunidad. La narrativa empresarial de los proyectos extractivos tiende a seguir un camino trillado: el recurso desempeña un papel vital para la humanidad, su explotación beneficiará a la comunidad local y no habrá daños medioambientales permanentes.

Odyssey no fue diferente. Afirmaba que el fertilizante garantizaría la autosuficiencia alimentaria de México y prometía puestos de trabajo y millones de dólares para México a través de los ingresos fiscales y el desarrollo económico.

La empresa también tenía un argumento medioambiental. La mayor parte del fosfato se extrae arrasando tierra. Extraerlo de debajo de las olas sería más sostenible.

“Ningún proyecto de extracción de fosfato en el fondo del mar ha salido adelante. Nueva Zelanda rechazó una propuesta similar”.

La empresa explicó que sus grandes buques dragarían el fondo marino, separarían el fosfato en cubierta y bombearían el material no deseado que, según dijo, estaría compuesto por sedimentos “inalterados” de vuelta a los surcos del lecho marino.

A diferencia de la minería de aguas profundas, que consiste en extraer minerales a 6 km de profundidad en aguas internacionales, esta mina se ubicaría en las aguas menos profundas de la plataforma continental de México. Este tipo de minería de fondos marinos se presenta a veces como preferible desde el punto de vista medioambiental porque las aguas costeras se conocen mejor que las profundas.

Pero, aunque las aguas menos profundas carezcan de los misterios de las llanuras abisales del océano, albergan frágiles ecosistemas rebosantes de vida.

Odyssey declaró a The Guardian que los proyectos de explotación minera de fondos marinos pueden “ofrecer una oportunidad limpia, sostenible y económica de obtener minerales muy necesarios”, y que el proyecto “emplearía medidas exhaustivas para limitar el impacto ambiental”.

Sin embargo, algunos expertos afirman que nadie sabe a ciencia cierta qué efectos podrían tener las columnas de sedimentos que se levantan al dragar, ni el ruido, ni cuántos organismos podrían ser absorbidos junto con el fosfato. Tampoco saben con qué rapidez pueden repararse los fondos marinos costeros.

Nunca se ha llevado a cabo ningún proyecto de extracción de fosfato en el lecho marino. En 2015, la Autoridad de Protección del Medio Ambiente de Nueva Zelanda rechazó una propuesta similar por considerar que causaría “efectos adversos significativos y permanentes”. Más recientemente, los intentos en Namibia se han estancado en medio de una fuerte oposición.

“La minería siempre destruirá parte de un hábitat”, afirma Laura Kaikkonen, científica marina de la Universidad de Helsinki que ha investigado la minería en aguas poco profundas. “No es una solución fácil obtener minerales sólo porque sea en zonas poco profundas”.

Aguilar va más allá. En un somnoliento domingo de septiembre en Las Barrancas, sentado en una construcción de hormigón adosada al lateral de una casa, con las gafas de sol bien metidas en su camisa morada clara, explica que detener la mina es una cuestión de supervivencia.

“Tenemos una gran masa de agua en la península, y cuando se envenene, porque así es como lo describimos, obviamente se acabarían los ingresos de la pesca y el progreso”, afirma.

Odyssey dijo que las referencias al envenenamiento eran “incorrectas”, y que las operaciones mineras “no interferirían con las operaciones pesqueras”. También señaló el apoyo de otras organizaciones pesqueras regionales.

Pero, durante la última década, Aguilar y la cooperativa se han negado a dar marcha atrás, luchando contra la mina en consultas públicas y reuniéndose con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, con pancartas de protesta cuando visitaba la región.

Ha sido un camino accidentado. En 2014, Odyssey señaló a Aguilar e Ibarra en una denuncia penal, algo que Ibarra descubrió cuando leyó un artículo en el periódico El Sudcaliforniano, por parte de un representante de la filial de Odyssey, Exploraciones Oceánicas. Los llamó “pseudoambientalistas” y los acusó de extorsión y de “atentar contra el consumo y la riqueza natural” por resistirse a la mina, delitos que pueden acarrear penas de hasta 10 años de cárcel.

“Dijeron que éramos los culpables de su no aprobación y de una pérdida financiera de millones de dólares”, afirma Aguilar.

“Era una estrategia de intimidación”, añade Ibarra.
Minera estadounidense demanda a México, por miles de millones, por proteger su propio lecho marino – Empresa-minera-3Miembros de la cooperativa pesquera de Puerto Chale se reúnen para luchar contra la amenaza de la mina. Foto: Laura Paddison/The Guardian.org

Un portavoz de Odyssey declaró que “emprendió las acciones legales oportunas para defenderse de un intento de extorsión”, y que no pretendía “intimidar ni disuadir a la oposición al proyecto”. Tanto Aguilar como Ibarra rechazan enérgicamente las acusaciones de extorsión y, aunque finalmente se les comunicó que no se interpondría ninguna demanda, en el caso de Ibarra la tensión le hizo abandonar prácticamente el periodismo durante años.

Pero durante un tiempo, el calvario pareció haber merecido la pena. Dos veces el gobierno mexicano rechazó el permiso minero, una en 2016, y otra, definitivamente, en 2018, diciendo que la mina “pretendía dragar ininterrumpidamente el fondo marino” de un lugar “que constituye un tesoro natural y de suma importancia para México y el mundo”.

“Nos sentimos muy satisfechos”, dice Aguilar, pero añade: “Sabíamos que era sólo un descanso y no la victoria total”.

No le faltaba razón. En 2019, Odyssey demandó al propio México por miles de millones de dólares: los hipotéticos beneficios futuros de la mina.

El caso

ISDS (solución de controversias inversor-Estado) es un acrónimo tan insulso que casi parece deliberado, teniendo en cuenta el poder que ostenta. La descripción más benigna es la de un sistema que ofrece a las empresas una forma de protegerse si el país donde operan hace algo que perjudique su inversión.

Sus defensores afirman que el ISDS, que no es una ley única, sino un sistema establecido a través de cláusulas en más de 3 mil acuerdos comerciales y tratados de inversión, es beneficioso para todos, ya que tranquiliza a las empresas a la vez que incentiva la inversión en los países en desarrollo. Pero otros creen que se ha convertido en un proceso legal hermético que permite a las empresas pasar por encima de las leyes medioambientales, climáticas y de derechos humanos de los países.

Es “el salvaje oeste del derecho internacional”, afirma George Kahale III, abogado especializado en arbitraje internacional y presidente del bufete Curtis de Nueva York.

En el caso de Odyssey, la empresa alegó que México había vulnerado sus derechos en virtud del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) al tomar lo que calificó de decisión políticamente motivada de rechazar la mina, haciendo caso omiso de las pruebas científicas. Afirmó que se había destruido el valor de su inversión, así como sus beneficios futuros, y exigió 3 mil 540 millones de dólares (60 mil 702 millones de pesos), que posteriormente se redujeron a 2 mil 360 millones de dólares (40 mil 468 millones de pesos).

El proceso de las demandas ISDS es opaco. Las audiencias no se celebran en los tribunales, sino en salas de reuniones de, por ejemplo, el Banco Mundial, centros de conferencias u hoteles. Las reclamaciones las decide un panel de tres árbitros: uno elegido por la empresa, otro por el Estado y otro de mutuo acuerdo. Las decisiones no pueden apelarse, sólo anularse en circunstancias muy limitadas.

Kahale lo califica como una “caricatura de sistema jurídico” que ha sido “interpretado sistemáticamente de forma más expansiva en contra de los países receptores de la inversión a favor de los inversores”. (Recientemente, el Gobierno mexicano le ha encargado que le ayude con las demandas ISDS, pero no está implicado en el caso de Odyssey).

Desde la década de 1990, el volumen de estos casos se ha disparado. Según Jen Moore, miembro asociado del grupo de reflexión estadounidense Institute for Policy Studies, aproximadamente el 60% de las demandas las presentan empresas con sede en países ricos, sobre todo Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental, contra países de bajos recursos. Una cuarta parte de todas las demandas conocidas han sido presentadas por empresas petroleras, gaseras y mineras.

Además de proteger a las empresas de la expropiación física de sus activos, estos tratados de comercio e inversión también las protegen de la “expropiación indirecta”. Las empresas suelen recurrir al ISDS cuando un país rechaza sus proyectos por amenazar los derechos humanos, el clima o el medio ambiente.

“Las empresas mineras a menudo ni siquiera han sido capaces de poner una pala en el suelo, pero luego presentan estas demandas escandalosas”, dice Moore. Lo llama “minería para obtener beneficios a través del arbitraje”.

“Las empresas están ganando. En 2016, un tribunal de arbitraje condenó a Venezuela a pagar mil 200 millones de dólares (20 mil 577 millones de pesos) más intereses”.

A medida que ha aumentado la frecuencia de las demandas, también lo han hecho las cuantías. El caso de Odyssey, donde una inversión relativamente pequeña ha dado lugar a una reclamación de más de 2 mil millones de dólares (34 mil 294 millones de pesos), ya no es anormal, dice Kahale. Algunas empresas de inversión incluso financian a empresas para que lo hagan, a cambio de una parte de la indemnización: La propia demanda de Odyssey está siendo financiada por el fondo de cobertura Poplar Falls.

Y las empresas están ganando. En 2016, un tribunal de arbitraje ordenó a Venezuela pagar mil 200 millones de dólares (20 mil 577 millones de pesos) más intereses, una cantidad enorme para un país que se enfrenta a la crisis, a una empresa minera canadiense, Crystallex, después de que Venezuela denegara los permisos para una mina de oro en una reserva forestal nacional, alegando preocupaciones por el medio ambiente y los pueblos indígenas. Crystallex alegó que Venezuela había expropiado la mina.

Este tipo de cosas provocan un “escalofrío político”, afirma Moore. En Guatemala, por ejemplo, las solicitudes de libertad de información al parecer mostraron que el gobierno citaba la amenaza de procedimientos ISDS como razón para no suspender otra mina de oro de propiedad canadiense, a pesar de que los grupos de derechos humanos decían que violaba los derechos indígenas.

En estos casos, la mera amenaza de arbitraje puede servir de “palanca política”, afirma Carla García Zendejas, del Centro de Derecho Ambiental Internacional (Ciel).

Odyssey afirmó que sus procedimientos de arbitraje “no son oscuros ni secretos” y añadió que no ha utilizado el arbitraje como “amenaza” ni para ejercer presión política. “Odyssey utilizó la única herramienta que le quedaba disponible para intentar hacer frente a la acción ilegal de México y proteger su importante inversión en México y los intereses de sus accionistas”, afirmó la empresa.

Sin embargo, para muchos expertos, la ISDS no podría ser más oscura y secreta. Los procedimientos son literalmente a puerta cerrada, señala Moore. “El arbitraje es algo esotérico” para la mayoría de la gente, señala, al tiempo que proporciona “una forma conveniente de ocultar el hecho de que una empresa está tratando de doblarle la mano al gobierno”.

La comunidad

Para Aguilar, el ISDS también significa dejar fuera a comunidades locales como la suya. La cooperativa de Puerto Chale lo descubrió cuando, con la ayuda de Ciel, pidió testificar ante el panel del ISDS sobre cómo les afectaría la mina. Su petición fue rechazada en diciembre de 2021 por la mayoría del panel, dos personas, que dictaminó que la cooperativa “no tenía un interés significativo” en la disputa porque Odyssey busca una compensación, no un nuevo permiso.
Minera estadounidense demanda a México, por miles de millones, por proteger su propio lecho marino – Empresa-minera-4El gobernador del estado de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío, habla en rueda de prensa de su batalla contra Odyssey. Foto: Laura Paddison/The Guardian.org

El árbitro discrepante, el abogado medioambiental Philippe Sands, emitió un duro reproche a la decisión, calificándola de “profundamente lamentable” y escribiendo que “sólo serviría para debilitar las percepciones en cuanto a la legitimidad de estos procedimientos”. “Nos sentimos desprotegidos”, afirma Aguilar.

Zendejas señala que es habitual que las comunidades donde se ubican los proyectos no tengan voz en los procedimientos. “Es un sistema en el que las comunidades no son bienvenidas”. Añade que nada impide que Odyssey y México discutan un acuerdo que podría dejar la puerta abierta a una segunda revisión del permiso minero.

El futuro

Lo que está ocurriendo en Baja California Sur se sigue de cerca en otras partes del mundo.

A casi 8 mil kilómetros de distancia, en el Pacífico Sur, el gobierno de la isla de Cook ha concedido una licencia de exploración a una empresa llamada CIC para que investigue la extracción de nódulos similares a la papa que contienen cobalto y otros metales utilizados en la economía ecológica.

Odyssey es inversor en CIC y recibe una remuneración por los servicios que presta. ¿El fundador de CIC? Greg Stemm, de Odyssey.
Una idílica escena en San Juanico, en la costa noroeste de México, pero ¿qué nos depara el futuro?

Algunos defensores del medio ambiente temen que las Islas Cook se muestren reacias a rechazar una futura mina en el fondo marino por miedo a una demanda multimillonaria como la de Odyssey en México. “Se trata de una empresa a la que se denegó un permiso medioambiental para explotar una mina en México y ahora nos demanda”, afirma Kelvin Passfield, de Te Ipukarea Society, una organización medioambiental sin fines de lucro de las Islas Cook.

La demanda de Odyssey en México “es una advertencia”, sostiene Duncan Currie, abogado internacional de la Deep Sea Conservation Coalition. Afirma que los países que conceden permisos de exploración de los fondos marinos, sobre todo a empresas que ya han demandado a otros países por miles de millones de dólares, se están poniendo en peligro a sí mismos. “Mientras que algunos países ven la minería marina como una fuente potencial de riquezas, creo que estos son realmente buenos ejemplos de que los países deben andarse con mucho cuidado”.

“El ISDS eleva los derechos de las corporaciones por encima de los de los gobiernos soberanos”.

Una forma en que pueden protegerse es rechazando todo el sistema de arbitraje internacional, argumenta Moore.

Pakistán, Ecuador y Bolivia son algunos de los países que han empezado a rescindir acuerdos con disposiciones ISDS. Sin embargo, hacerlo puede ser un proceso complicado. “El mito de que los acuerdos internacionales de inversión son necesarios para atraer inversión extranjera directa sigue siendo fuerte”, afirma.

La cláusula ISDS también fue eliminada entre Canadá y Estados Unidos en el NAFTA renegociado (ahora llamado USMCA o TLCAN en México) que entró en vigor en julio de 2020. Chrystia Freeland, entonces ministra canadiense de Asuntos Exteriores, dijo entonces que este era uno de los logros de los que se sentía más orgullosa: “El ISDS eleva los derechos de las corporaciones por encima de los de los gobiernos soberanos. Al eliminarlo, hemos reforzado el derecho de nuestro gobierno a regular en interés público, para proteger la salud pública y el medio ambiente”.

Las disposiciones del ISDS siguen existiendo entre Estados Unidos y México en el acuerdo renegociado, pero son más limitadas: los casos relacionados con el petróleo, el gas y el transporte pueden ir directamente al ISDS, pero otros deben pasar primero por los tribunales nacionales. Sin embargo, las disposiciones del ISDS siguen presentes en muchos otros acuerdos comerciales firmados por México, como el firmado con Canadá.

Según un cálculo reciente, México se enfrenta actualmente a más de 11 mil millones de dólares (188 mil 621 millones 180 pesos) en demandas ISDS.

Para quienes han pasado años luchando contra la mina, es un juego de tiempo. Ibarra ha vuelto a dedicarse al periodismo, investigando a las empresas mineras y los megaproyectos turísticos que surgen en Baja California Sur.

Mientras tanto, los pescadores que han pasado la última década temiendo a la mina siguen levantándose todos los días a las 5 de la mañana. En la amplia playa de arena de San Juanico, las luces oscilan en la oscuridad mientras hombres con linternas rodean un pequeño barco pesquero, cargando trampas para langostas, checando el motor, arreglando la radio. Cuando están listos, un camión arrastra el barco hacia el océano, rugiendo en el tranquilo amanecer. Esperan la ola adecuada, empujan el barco hacia el oleaje y se dirigen a toda velocidad hacia el lugar exacto donde Odyssey quería explotar la mina.
Minera estadounidense demanda a México, por miles de millones, por proteger su propio lecho marino – Empresa-minera-5Martín Guadalupe Trasviña, pescador de la cooperativa San Juanico Surf. Foto: Laura Paddison/The Guardian.org

La gente de aquí está de acuerdo en que Baja California Sur necesita desarrollo: mejores carreteras, electricidad más estable, mejor atención a la salud. Pero la mayoría no cree que vayan a beneficiarse de una mina que consideran una amenaza para la pesca y el turismo, el sustento de la región.

“Renunciar a todo por un proyecto que sólo traerá destrucción, que enriquecerá a unos pocos y empobrecerá a miles de familias y a las generaciones futuras…”, la voz de Aguilar se va desvaneciendo.

Si Odyssey consigue una segunda revisión del proyecto minero, afirma que están dispuestos a seguir luchando. “Levantaríamos a toda la gente en toda la península para organizar un liderazgo de punto a punto, y en absoluta oposición”.

“No sé qué haríamos en el mar, pero tendríamos que hacer algo para mantenernos firmes”.

Traducción: Ligia M. Oliver
[email protected]

Chile, Litio

Atacameños financiarán estudio para confirmar tesis ancestral de napas del Salar de Atacama

Por: María del Mar Parra 01/02/2024
Atacameños financiarán estudio para confirmar tesis ancestral de napas del Salar de Atacama
Salar Mirador al Salar de Aguas Calientes Norte / Foto: Cristóbal Moreno S.
Con 24 plataformas de monitoreo en el salar, el Consejo de Pueblos Atacameños busca responder al reclamo de comunidades indígenas sobre la falta de conocimiento en cuanto al delicado ciclo hidrológico de los salares y cómo la extracción del litio y el cambio climático lo están afectando. Costará casi US$5 millones.
Con cartas públicas, protestas y tomas en el salar de Atacama, los pueblos indígenas agrupados en el Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) han alertado sobre la falta de conocimiento que existe en torno a la extracción del litio y su impacto en el delicado equilibrio hidrológico de los salares.

Ahora, es el mismo CPA el que se encargará de estudiar científicamente las aguas del salar, con un proyecto de monitoreo de US$ 4,9 millones de inversión que fue recientemente aprobado por la Comisión de Evaluación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), según informó el medio Reporte Minero.

El proyecto contempla instalar 24 plataformas de monitoreo que recogerán variables hídricas en la cuenca del salar y en la alta cordillera, sobre el nivel de agua que existe en perforaciones y el agua que se evapora en la superficie.

Son 18 las comunidades indígenas que elaboraron el proyecto y que conviven desde tiempos ancestrales en armonía con los salares altoandinos practicando actividades artesanales como el pastoreo de guanacos y vicuñas.

El objetivo principal del proyecto, según se declara en su presentación ante el SEA, es estudiar el agua disponible en la cuenca del salar de Atacama y la alta cordillera, analizando los efectos del cambio climático en el territorio y respondiendo a la incertidumbre científica que existe en la cuenca del Salar.

Misteriosa agua del desierto

La falta de conocimiento sobre el ciclo hidrológico de los salares y sus cuencas también ha resonado entre la comunidad científica, como una crítica ante la presentación de una Estrategia Nacional del Litio sin primero estudiar el estado actual de los salares del país.

Las comunidades indígenas colla, aymara y lickanantay han resaltado por años la fragilidad del equilibrio hídrico de los salares como parte de sus saberes ancestrales.

Es el caso de la comunidad indígena colla de Copiapó que se opone a la extracción de litio en el salar de Maricunga. “Nuestros ancianos decían que si se secaba el salar se secarían las lagunas y humedales aguas abajo”, declara Elena Rivera, una de las voceras de la comunidad.

El proyecto del CPA se trata de un primer avance para acompañar con ciencia la sabiduría acumulada de pueblos indígenas y entregar a las comunidades información certera sobre su entorno, para poder incidir en la toma de decisiones.
https://www.eldesconcierto.cl/bienes-comunes/2024/02/01/atacamenos-financiaran-estudio-para-confirmar-tesis-ancestral-de-napas-del-salar-de-atacama.html