Chile, Litio

Los cuestionados negocios entre SQM Salar y el presidente del sindicato de la empresa

Rubén Escobar Salinas | 18/05/2022
La filial de SQM, empresa ligada al empresario Julio Ponce Lerou, ha sido acusada por años de mantener una relación opaca con la directiva del principal sindicato. El Desconcierto tuvo acceso a documentos internos que muestran relaciones comerciales por montos millonarios entre la minera y una empresa de propiedad de Claudio Castillo, presidente sindical. La última de las transacciones ocurrió este año, poco tiempo antes de iniciar una nueva negociación colectiva. Expertos apuntan a un conflicto de interés.

En marzo de este año, el principal sindicato de trabajadores de SQM Salar, filial de la conocida minera no metálica vinculada a Julio Ponce Lerou, difundió un comunicado a los trabajadores. “Con esta fecha acusamos el recibo de la carta con la invitación a negociar anticipadamente por parte de nuestra empresa empleadora”, fue parte del mensaje firmado por el sindicato.

Claudio Castillo Barraza, dirigente sindical por 12 años y cabeza de la organización de trabajadores, fue a quien le correspondió un rol protagónico en las negociaciones. Sin embargo, la gestión de Castillo ha sido objeto de críticas y cuestionamientos al interior de la compañía, a quien acusan de ser “pro empresa” y de protagonizar una serie de hechos desafortunados.

Fue en 2015 cuando estalló el caso de boletas falsas y financiamiento ilegal de la política conocido como “Caso SQM”. Ese mismo año, El Mostrador hizo pública una serie de antecedentes sobre la opaca relación entre SQM Salar y Castillo. Las denuncias buscaban mostrar que las presuntas prácticas de ofrecer beneficios para lograr aliados políticos en el Congreso, también se habrían dado dentro de la empresa.

En esa oportunidad se denunciaron triangulaciones de dinero a través de un club deportivo, además de acusaciones de entregas de beneficios a dirigentes sindicales para “mantener el orden y evitar conflictos”. También, trabajadores de la compañía críticos del sindicato, dieron cuenta de amenazas y advertencias de desvinculación.

En esta oportunidad, sin embargo, la situación habría escalado a compras por parte de la compañía a una empresa de propiedad directa del presidente del Sindicato de Trabajadores SQM Salar. El Desconcierto tuvo acceso a documentos internos que dan cuenta de la relación comercial entre SQM Salar y la empresa de Claudio Castillo. Todo esto ocurrido pocas semanas antes de una nueva negociación colectiva.
Más de $30 millones en contratos

En septiembre de 2016, cuando ya era dirigente sindical, Claudio Castillo creó la sociedad Blue Service SpA, en Antofagasta. De acuerdo a la información del Diario Oficial, Castillo es el único propietario de la empresa y dentro de su giro incluye servicios de publicidad; comercialización de trofeos, galvanos, medallas; confección de timbres y copia de llaves; fabricación de ropa de trabajo y de accesorios de vestir.

Fue esta empresa creada por Castillo con la cual la filial de SQM realizó transacciones para la compra de distintos artículos. Entre noviembre de 2020 y enero de 2022, en al menos ocho ocasiones SQM Salar emitió órdenes de compra a Blue Service. En ese plazo de alrededor de 1 año y dos meses, la minera desembolsó más de $30 millones en compras para la empresa de Castillo.

Los objetos que Blue Service vendió a SQM son principalmente de índole deportiva. Camisetas de fútbol, poleras de running, balones, shorts, galvanos y medallas fueron parte de las transacciones.

La orden de compra más cuantiosa a la que este medio tuvo acceso corresponde a la adquisición de casi 400 camisetas con logos, de distintas tallas y por un valor promedio de alrededor de $15 mil cada una. La orden se emitió en octubre del año pasado y ascendió a un total de $7.239.960.

A la anterior, se agrega $6.661.358 por la adquisición de 162 galvanos de madera, 334 medallas y 32 petos en sublimación por una orden de compra emitida el mismo mes.

Si bien la mayoría de las transacciones tuvo que ver con elementos deportivos, SQM Salar también emitió compras por chalecos geólogos, un tipo de indumentaria de seguridad que se utiliza por los trabajadores de la empresa para sus labores industriales. Es decir, para la operación de la empresa. Fueron $3.579.330 por la compra de estos chalecos geológicos estampados con el logo corporativo. SQM compró 165 chalecos en marzo de 2021 por $19.400 cada uno.

En concreto, el total de las órdenes de compras sumó $31.626.571. La última de las órdenes se emitió el 13 de enero de este año, solo dos meses antes de que la compañía invitara al sindicato a la negociación anticipada.
“Hay un conflicto de interés evidente”

“(…) aquí, lo que uno ve, de buenas a primeras, es que hay un conflicto de interés manifiesto”, dice el profesor Luis Lizama, abogado experto en derecho laboral y académico de la Universidad de Chile. “No parece razonable que quien representa a los trabajadores tenga una relación comercial con la contraparte, ese es el punto”, agrega.

Sin embargo, de entrada Lizama lanza una aclaración: “no hay ningún tipo de regulación que impida que una sociedad de propiedad del director sindical, o que tiene alguna participación, pueda proveer servicios a la empresa a la cual trabaja y que además represente a los trabajadores”. Es decir, los negocios entre trabajadores y los empleadores no es algo que esté regulado, incluso tratándose de dirigentes sindicales.

El jurista explica que este tipo de situaciones que puedan conllevar un conflicto de interés es materia de regulación interna de la compañía. “Ese conflicto de interés suele ser regulado por las empresas en el reglamento interno o derechamente en el código de conducta”, detalla. No obstante, el abogado enfatiza en que “no está prohibido, pero parece ser que hay conflicto de interés evidente”.

Lizama comenta que generalmente las empresas establecen deberes de informar posibles conflictos de interés y en otras ocasiones más complejas se establece la prohibición de ciertas relaciones. Sin embargo, el tema se mantendría dentro del ámbito privado de la empresa y quien puede hacer valer estos sería el propio empleador, no las instituciones públicas.

Para Eduardo Caamaño, abogado laboralista y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), el caso de Castillo con SQM “se ve extraño”. Pero, en la misma línea de Lizama, sostiene que “yo veo que la alarma que se enciende es más bien de carácter ético”.

Caamaño considera que Castillo “al ser el presidente del sindicato, tiene una responsabilidad con quienes lo eligieron, esto supone que tiene que mantener una relación de independencia y autonomía frente a la parte empleadora”.

“El riesgo que uno puede ver en abstracto desde el punto de vista ético, es que tal vez como dirigente podría ser que -en base a los intereses económicos que tiene como empresario- sus intereses ya no estén tan alineados con lo colectivo sindical, sino que podría estar más alineado con la empresa”, agrega.

El académico ejemplifica con el caso de una negociación colectiva: “(…) si hay una relación comercial, uno podría tener legítima sospecha de que no hay tanta imparcialidad o transparencia, por eso el sindicato debería estar informado de esa situación, a lo menos, y asumir algún tipo de acción”.

El abogado enfatiza en que “quienes deberían asumir algún tipo de acción, si eso les parece cuestionable, son las propias bases del sindicato”. Para esto, los trabajadores tienen la posibilidad de censurar al directorio del sindicato y luego poner fin al mandato de la mesa directiva.

Finalmente, sostiene que en el caso hipotético en que se pudiese comprobar que las compras a Blue Service se hicieron con la finalidad de influir sobre la posición del sindicato “se podría estar configurando una práctica desleal”. La práctica desleal es un comportamiento “lesivo de la libertad sindical”. En caso de configurarse puede acarrear multas para la empresa, además de obligación de indemnizaciones por parte de la misma y del dirigente sindical.

El Desconcierto se contactó con SQM Salar para conocer sus comentarios sobre los negocios celebrados con Castillo, si es que hubo más órdenes de compra a Blue Service y cuál fue el destino de los implementos comprados, pero declinaron referirse al tema. Por otro lado, esta redacción intentó conversar con Claudio Castillo, quien no contestó a los reiterados mensajes y llamadas.
https://www.eldesconcierto.cl/reportajes/2022/05/18/los-cuestionados-negocios-entre-sqm-salar-y-el-presidente-del-sindicato-de-la-empresa.html

Perú

Las Bambas: Hoy marchan trabajadores e inician huelga de hambre

Eva Cruz 18/05/2022
El titular del Mincetur retornará a Las Bambas hoy para intentar retomar, una vez más, el diálogo con las comunidades.
La movilización se desarrollará en la Plaza San Martín del Centro de Lima, la Plaza España en Arequipa y la Plaza Túpac Amaru en Cusco.

Trabajadores de la empresa minera MMG Las Bambas iniciaron hoy miércoles 19 del presente, una marcha nacional y huelga de hambre. La movilización se desarrollará en la Plaza San Martín del Centro de Lima, la Plaza España en Arequipa y la Plaza Túpac Amaru en Cusco.

La protesta, apoyada por la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgico del Perú (Fntmmsp), se genera por la paralización de las actividades mineras, cuando el pasado 20 de abril, los comuneros de Fuerabamba y Huancuire invadieron las instalaciones, afectando a aproximadamente nueve mil trabajadores.

En diálogo con Radio Exitosa, el gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón, indicó que el objetivo de ayer en la reunión que sostuvo la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) con las comunidades – en el marco del conflicto minero en Las Bambas – era que se “establezca una mesa de diálogo y empiecen los primeros acuerdos”.

“Hay voluntad de las dos partes de sentarse y reprogramar compromisos. Es importante, si bien hay nuevas demandas de las comunidades, es importante recibirlos y dialogarlos en democracia para solucionar estos problemas”, señaló Lantarón.
A la fecha, Las Bambas suma más de 26 días sin producir ni exportar concentrado de cobre.

Sin embargo, otra vez se frustró diálogo en Las Bambas. La comitiva ministerial encabezada por el titular del Mincetur, Roberto Sánchez, fracasó por segunda vez en esta semana en su intento por instalar una mesa de trabajo con las comunidades campesinas de la provincia de Cotabambas, en Apurímac.

El presidente de la comunidad de Fuerabamba, Edison Vargas, consideró ofensivo que se haya desplazado una gran cantidad de efectivos policiales hasta Pumamarca, lugar de la reunión.

“Si no hubieran traído tanto policía las cosas tal vez hubieran sido diferentes, pero de todas maneras no quieren levantar el estado de emergencia, así que no hay conversación”, acotó el apurimeño, quien también exigió la presencia del premier Aníbal Torres para futuras negociaciones.

Tras la reunión trunca, los comuneros señalaron que elaborarán una carta ‘definitiva’ que será enviada al primer ministro, donde expondrán su sentir por haber insinuado que ellos podrían secuestrarlo, además de sus pretensiones.

El ministro Sánchez informó a Perú21 que retornará a Las Bambas hoy para intentar retomar, una vez más, el diálogo con las comunidades.

“No es posible extender esta situación de afectación social”, agregó.
https://www.rumbominero.com/peru/las-bambas-hoy-marchan-trabajadores-e-inician-huelga-de-hambre/

Sin categoría

NUEVO LIBRO DE EDUARDO GUDYNAS SOBRE EFECTOS DE LA GUERRA EN UCRANIA

17/05/2022
Eduardo Gudynas, analista del Centro Latino Americano de Ecología Social, acaba de publicar un nuevo ensayo titulado: “Muy lejos está cerca: Los efectos de la guerra en Ucrania sobre el comercio global, energía y recursos naturales latinoamericanos un análisis preliminar”.

Gudynas nos presenta un abordaje de los diferentes efectos del actual escenario bélico, que de manera directa o indirecta inciden sobre la apropiación de los recursos naturales, la gestión ambiental, y la ecología política.La guerra en Ucrania, desencadenada por la invasión militar de Rusia, con sus durísimas consecuencias en pérdida de vidas humanas y destrucción, está teniendo múltiples impactos globales. Como subraya el autor, es un enfrentamiento que como ocurre en el corazón de Europa puede parecer lejano a América Latina, pero se vuelve muy cercano en tanto muchos de sus efectos alcanzan a nuestros países. Sus consecuencias inciden en las estrategias de desarrollo, el comercio internacional y con ello, en el aprovechamiento de los recursos naturales en nuestro continente.

A partir del estallido de la guerra se han sucedido todo tipo consecuencias, desde miles de muertos a un estimado de diez millones de desplazados, desde un amplio abanico de sanciones comerciales y económicas contra Rusia a una reorganización de la globalización. Como resultado se desencadenó una reorganización del comercio global de hidrocarburos, subieron los precios y se modificaron las relaciones de demanda y oferta. Situaciones similares se registraron en minerales y los agroalimentos.

Todos estos cambios globales producen sucesivas olas de efectos sobre muchas otras áreas, como podían ser la seguridad alimentaria en muchos países, las opciones para las transiciones energéticas y los modos de enfrentar el cambio climático. De una manera u otra, todos los países latinoamericanos están siendo afectados.

El análisis de Gudynas sigue una perspectiva latinoamericana y por lo tanto no es un examen detallado de aquel conflicto sino de algunos de sus efectos sobre nuestro continente. Es también un ejercicio preliminar, en tanto ese enfrentamiento todavía está en marcha. Se incluyen informaciones y datos hasta el 10 de mayo de 2022.

Esta publicación ha sido posible por el apoyo del CEDIB (Centro de Documentación e Información – Bolivia), OCMAL (Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina – Chile) y CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social – Uruguay). En el Perú, el libro ha sido editado por la Red Peruana por una Globalización con Equidad y CooperAccion.

Puedes descargar y leer el libro aquí: https://bit.ly/3NfjSLA

Comentarios sobre la publicación:


www.cooperaccion.org.pe
Jr. Río de Janeiro 373, Jesús María, LIMA 11 – PERÚ. Teléfonos: (511) 4612223 / 4613864 [email protected]

Argentina

Del «acuerdo» con el Fondo Monetario a la represión en Andalgalá, eslabones de la misma cadena

14/05/2022
El discurso de la megaminería tiene raíces en la última dictadura cívico-militar y en el neoliberalismo de la década del 90. Un análisis del accionar de los organismos financieros internacionales, los gobiernos progresistas, el consenso extractivo, la complicidad mediática y, en los territorios, las comunidades que defienden el agua, los cerros y la vida.
Fuente: TIERRAVIVA AGENCIA DE NOTICIAS
Por Horacio Machado Aráoz*
Desde Catamarca
A solo 24 horas de la rimbombante inauguración de la así llamada “Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad” (Memac), fuerzas policiales dispararon contra los cuerpos de los pobladores de Andalgalá (Catamarca). El objetivo de los disparos fue abrir paso a vehículos al servicio del mega-proyecto MARA, una explotación minera de polimetálicos diseminados, controlada por la trasnacional canadiense Yamana Gold y proyectada sobre la cuenca hidrográfica del río Andalgalá, a 17 kilómetros en línea recta de la localidad homónima y cabecera departamental.

A 1600 kilómetro de aquel pulcro escenario donde encumbrados funcionarios de gobierno articulaban una guionada apologética de una actividad que presentaban como tan “beneficiosa como incomprendida”, el peso de los hechos marcaba un abismo. El adalid de la embestida, el ministro de la Producción, Matías Kulfas, señalaba que la minería se hallaba obstruida por una “desconfianza de la sociedad civil” y que “la manera de resolverlo es la construcción de confianza, que implica explicar, comunicar y deconstruir algunos mitos en torno a la actividad”. Vaya manera de construir confianza.

A decir verdad, los planteos de Kulfas y compañía no tienen un ápice de originalidad. Son los últimos actores de una larga lista de funcionarios que, desde el riojano Ángel Masa (secretario de Minería del gobierno de Carlos Menem) hasta la actualidad, vienen ejerciendo el mismo libreto que décadas atrás diseñó el Banco Mundial para “legislar” e impulsar la actividad en los países del Sur Globali.

Son aquellas mismas leyes —sancionadas en 1993 en la Argentina, a imagen y semejanza del Decreto Legislativo 600 con el que el dictador Augusto Pinochet cortó de cuajo la “afrenta” nacionalizadora de Salvador Allende en el “país del cobre”— las que hoy siguen vigentes. Igual que en Chile, esa legislación (la Ley 24.196 y correlativas) expresa el mismo espíritu que sus antecesoras de la última dictadura, la Ley 22.095, del 26 de octubre de 1979. No sé si lo sabrá el ministro Kulfas, pero las asambleas nacidas al calor de la defensa de las aguas cordilleranas lo saben y tienen bien clara la genealogía de estas leyes y de este modelo de minería.


Un discurso con antecedentes en la Dictadura Cívico-Militar

El guion del ministro Kulfas fue escrito décadas atrás. Antes que él, José Alfredo Martínez de Hoz, emblemático ministro de Hacienda de la dictadura, señalaba: “La minería ha sido una actividad permanentemente incomprendida y generalmente no alentada en el país. Durante el período 1976-80 la política minera tuvo el objetivo fundamental de cambiar tal mentalidad, procurando la eliminación de las restricciones para explorar, explotar y comercializar la producción de minerales”ii. Y justificaba los extraordinarios privilegios fiscales y comerciales que concedía a “los inversionistas”, con los mismos “argumentos” y disposiciones que hoy se hallan vigentes, bajo el resguardo de los actuales funcionariosiii.

Como tantas otras, la revisión de las leyes mineras de los ’90 (émulas de las de la Dictadura) sigue siendo una deuda pendiente de la democracia. Como en aquella época, el poder de turno se propone “cambiar la mentalidad” de la población; catequizar sobre los beneficios de una “actividad incomprendida”.

Tachar a la población como “ignorante”, estigmatizarla y descalificar las resistencias como “irracionales” e “injustificadas” tampoco es una novedad. Por el contrario, es un antiquísimo reflejo que se remonta a los orígenes mismos del discurso colonial, formalizado por Ginés de Sepúlveda —en la conocida como “Disputa de Valladolid”— cuando procuraba justificar ante las denuncias de Bartolomé de las Casas, la masacre de indígenas operada por la conquista. En perfecta lógica aristotélica, el argumento de Sepúlveda pasaba por afirmar que, si los indígenas fueran razonables, no habría necesidad de recurrir a la fuerza, pues ellos mismos “se darían cuenta” que la dominación española se ejercía para “su propio beneficio”iv. Dando continuidad a esa misma cadena “argumental”, hoy se nos dice que, si las poblaciones del interior fueran “sensatas”, aceptarían que las explotaciones mineras traen “grandísimas utilidades… para el bien universal de todos”.

Si despejamos la colonialidad de quienes se creen “superiores” (acaso por vivir en grandes urbes, alejadas de zonas rurales y paisajes que describen como “inhóspitos”; acaso por representar los intereses de grandes inversiones), el único argumento “atendible” de la actual escalada extractivista es la desesperada “necesidad de dólares” de la economía “nacional”. Como en la época de Martínez de Hoz —en la que se consumó el desmantelamiento del aparato industrial-dependiente y la imposición del doble grillete de la reprimarización y el endeudamiento externo—, hoy no hay otro argumento para “justificar” la embestida extractivista que la “necesidad y urgencia” de contar con dólares para pagar la deuda (y “hacer funcionar” un aparato productivo fallido, estructuralmente dependiente, que tiende sistemáticamente al estrangulamiento del sector externo).


Territorios para la deuda externa y el Fondo Monetario Internacional

De la firma del “acuerdo” con el Fondo a la inauguración de la “Memac” y a los gatillos detonados en Andalgalá, pasando por el frustrado intento de derribar la Ley 7722 ganada en la calle por el pueblo mendocino en diciembre de 2019 a la balacera en Chubut con el mismo propósito, y la cruzada por la exploración petrolera en el litoral marítimo (y cuanto descabellado proyecto de mercantilizar y exportar bienes naturales se les ocurra). Son todos eslabones de una misma cadena, la cadena del extractivismo que nos mantiene atados a un régimen de dominación global y sus ramificaciones cómplices internas, nacionales y locales, políticas y empresariales, pero también sindicales, periodísticas y hasta dichas “científicas”. Esa cadena es la que dictamina la sacrificialidad de los territorios y la superfluidad de poblaciones desplazables; de cuerpos sobrantes.

Como advirtiéramos casi al inicio de este Gobierno, el problema de la deuda no es apenas financiero, sino principalmente ecológico-político. El conocimiento científico muestra que el endeudamiento de países formalmente independientes cumple la misma función que las guerras de conquistav; es decir, opera decisivamente como dispositivo de ampliación de las fronteras de mercantilización, creando nuevas zonas de apropiación y aprovisionamiento desigual de materias primas, habilitando el saqueo y la sobreexplotación de territorios “marginales” y poblaciones subalternizadas.

Tanto más importante que el drenaje del excedente financiero que ocurre vía pagos de la deuda, es el drenaje de materia (suelo, agua, nutrientes, biodiversidad) y energía que fluye desde las economías deudoras hacia los centros de industrialización y consumo.

Consenso miope para el extractivo

Mientras los sectores presuntamente progresistas al interior del actual Gobierno se pelean por las condicionalidades que el FMI pudiera poner en materia de variables macroenómicas y “reformas estructurales” (régimen previsional, legislación laboral), pasó por alto la aceptación (absolutamente unánime e indiscutida) de la intensificación del extractivismo como patrón estructural de la economía “nacional” y medio único de pago al que “echar mano”.

Más allá de cuánto y cuándo pagar, la cuestión decisiva del «cómo» quedó completamente al margen de toda discusión. Intensificar y “diversificar” las exportaciones primarias refleja el consenso miope de prácticamente todo el arco ideológico y partidario de la clase política. La convalidación de un nuevo ciclo de despojo estructural de los territorios suprime todas las polarizaciones; no hay grieta para el extractivismo. Se da por hecho que “hay que pagar” y que el superávit exportador “es la única forma de pagar”; las “grandes peleas” son por nimiedades de montos y plazos.

Por ello, la presencia estelar del presidente del Banco Central en la “Memac”. Tenía el único objeto de destacar la presunta magnitud y relevancia del sector como “aportante de divisas”. En perfecta sincronización “público-privada”, semanas antes del lanzamiento de esa Mesa (y de las balas de goma), la gerencia de Yamana Gold organizó un generoso “tour informativo” por el Proyecto MARA, que se reflejó luego en profusas “notas periodísticas” que, a coro, ensalzaban los “beneficios económicos” de la explotación. Igual que para los funcionarios, para las empresas periodísticas la única variable relevante es la de los dólares: las notas destacan casi exclusivamente que el proyecto MARA representa inversiones por más de 4000 millones de dólares y exportaciones por 1200 millones de dólares a lo largo de toda su explotación. Nada se dice de otras variables también mil millonarias: las toneladas de escombreras y desechos tóxicos que quedarán a perpetuidad; las de gases efecto invernadero que emitirá la explotación; los millones de metros cúbicos de agua y combustibles y los gigavatios de energía que consumirá. Nada de eso les parece relevante.

Igualmente, si fuera todavía aceptable la anacronía de hacer caso omiso de los “costos ambientales” del proyecto, ni siquiera la sola “razón” de “la necesidad de dólares” es mínimamente verosímil ni realista.

La confesión del despojo

La legislación minera de los ’90, aún vigente en Argentina, está hecha a la medida de los capitales mineros, no del país. Como admitiera Fernando Sánchez Alvabera, conspicuo conocedor del negocio (Ministro de Energía y Minas del Perú durante el gobierno de Fujimori, impulsor de las reformas del Banco Mundial en ese país, luego director de la división de Infraestructura y Recursos Naturales de la Cepal y CEO de la Barrick Gold).

Según sus palabras, la nueva legislación “fue consolidando un paradigma que asume que el patrimonio natural mundial debe estar a disposición de los inversionistas y que son éstos quienes deben definir la oportunidad y racionalidad de las explotaciones. Desde esta óptica, el valor del patrimonio natural está determinado solamente por la demanda y por la escasez relativa de recursos, lo que implica una valorización básicamente de corto plazo y frecuentemente cíclica, sin considerar su valor intrínseco y permanente. (…) Los países deben competir por atraer capitales, lo que implica —en términos muy claros y simples— que, en recursos naturales, la competitividad se define por la proporción de las rentas de explotación que están dispuestos a ceder en beneficio de los inversionistas. Es más competitivo el país que otorga los mayores incentivos y que hace menos uso de su soberanía nacional”vi.

En materia de divisas, la Ley 24.196 (y correlativas) es un colador gigantesco. Bajo ese régimen, las empresas mineras (todas trasnacionales) no operan como “fuentes de divisas”, sino como fugadoras seriales. Son ellas las que, por ley, disponen de los dólares, así como del subsuelo, de los cerros y los cursos de agua.

Las pruebas están a la vista y se cargan (muy asimétricamente) sobre las espaldas la sociedad toda: tras el extraordinario ciclo de las commodities del 2003-2013 (la era de los superávits gemelos, el “crecimiento con inclusión” y las ganancias levantadas “en pala”), hoy una vez más nos hallamos con la soga al cuello, las reservas vacías y la deuda asfixiante.
No es apenas “la corrupción” ni los desmanejos de las últimas décadas. Es la historia económica de la minería colonial en América Latina. Como lo sintetiza un reconocido historiador y geógrafo inglés: “Tanto el Siglo XIX como el XX han estado plagados de boom mineros cuyos efectos finales no significaron sino el surgimiento de una clase política rentista, la generación de economías de enclave y el irremediable deterioro del medio natural del cual depende la sobrevivencia de una población rural, mayoritariamente campesina y crecientemente empobrecida”vii.

Si nada estructuralmente ha cambiado sino en todo caso para peor, ¿por qué ahora cabría esperar resultados diferentes?

*Equipo de Investigación de Ecología Política del Sur (IRES, Conicet-UNCA).

NOTAS

i Banco Mundial (1996) “A Mining Strategy for Latin America and the Caribean”. Technical Paper N° 345.

ii José A. Martínez de Hoz, (1981) “Bases para una Argentina Moderna 1976-80”. Buenos Aires, pp. 175.

iii “El negocio minero requiere un muy largo período de retorno del capital invertido, así como de espera de la rentabilidad, para lo cual es necesario correr un alto nivel de riesgo (…) La estructura de la minería moderna sólo es factible mediante la participación de grandes empresas con organización, capital y tecnología adecuados a la magnitud del esfuerzo que se requiere. (…) Para que ello pudiera suceder en la Argentina era necesario modificar la legislación básica vigente en la materia, modernizándola y adecuando su orientación de acuerdo a los conceptos expresados. (…) La Ley 22.095 [26 de octubre de 1979] estableció el nuevo régimen de promoción para el desarrollo de la minería en el país, otorgando beneficios impositivos a los capitales que se vuelquen hacia esta actividad, propugnando el retorno de la libre iniciativa privada y alentando la inversión de capitales extranjeros en el campo de la minería”. José A. Martínez de Hoz, (1981) “Bases para una Argentina Moderna 1976-80”. Buenos Aires, pp. 176.

iv «La primera [razón de la justicia de esta guerra y conquista] es que siendo por naturaleza siervos los hombres bárbaros [indios], incultos e inhumanos, se niegan a admitir el imperio de los que son más prudentes, poderosos y perfectos que ellos; imperio que les traería grandísimas utilidades magnas commoditates, siendo además cosa justa por derecho natural que la materia obedezca a la forma, el cuerpo al alma, el apetito a la razón, los brutos al hombre, la mujer al marido, lo imperfecto a lo perfecto, lo peor a lo mejor, para el bien universal de todas las cosas.» (Ginés de Sepúlveda, [1550] (1979) “De la justa causa de la guerra contra los indios”. México: Fondo de Cultura Económica, pp. 153).

v Rosa Luxemburgo (1912) “La acumulación de capital”. Edicionl Internacionals Sedov.

David Harvey (2004) “El ‘nuevo’ Imperialismo: acumulación por desposesión”. En Socialist Register N° 40, “El Nuevo Desafío Imperial”. Buenos Aires: Clacso.

Jason Moore (2013) “El auge de la ecología-mundo capitalista”. Laberinto N° 38.

vi Fernando Sánchez Alvabera (2005) “Bases conceptuales para la elaboración de una nueva agenda sobre los recursos naturales”. Santiago de Chile: CEPAL, pp. 11.

vii Anthony Bebbington, (2007) “Minería, movimientos sociales y respuestas campesinas”. Lima: Instituto de Estudios Peruanos, pp. 284.

Del “acuerdo” con el Fondo Monetario a la represión en Andalgalá, eslabones de la misma cadena

Argentina

Minería: sin licencia social no habrá paz social

16/05/2022
Algunos medios comienzan a visibilizar la conflictividad que genera la megaminería, a dar entidad a las voces y el conocimiento de las asambleas y comunidades y a reconocer la necesidad de aplicar el recientemente aprobado Acuerdo Escazú.

Dos episodios de la semana pasada muestran la necesidad de avanzar en un mecanismo que garantice la consulta a las comunidades en cuestiones ambientales, tal como lo establece el Acuerdo de Escazú.

Américo Schvartzman*

El lunes 2 de mayo se realizó en la ciudad de Buenos Aires la primera Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad (Memac), promocionada por el Gobierno como “un espacio para el diálogo público, constructivo y federal sobre minería”.

Al otro día, el martes 3 de mayo, la Policía de Catamarca reprimió a asambleístas reunidos en Choya, en la localidad de Andalgalá. Hubo varias personas heridas trasladadas al hospital zonal y una vecina manifestante fue detenida (Karina Orquera) y liberada al día siguiente.

La minería es una de las actividades que mayor controversia genera en todo el continente. Tanto que encabeza el ranking continental de conflictividad socioambiental en América Latina y el Caribe, con 324 conflictos, casi el 35 por ciento de un total de 937 relevados (datos de diciembre de 2020). Los riesgos ambientales y la distribución de beneficios y perjuicios son parte de las denuncias de organizaciones especializadas y movilizan a las comunidades afectadas.

En muchas ocasiones los conflictos se producen tras la instalación del emprendimiento, ante hechos consumados, que quienes impulsaban la empresa, o sus expertos consultores, negaban enfáticamente que pudieran ocurrir. Es el caso del derrame de cianuro en Veladero, en la provincia de San Juan, que sacudió a la Argentina en 2015 y se ha convertido en emblemático.

La experiencia de la consulta. En la Argentina son numerosas las situaciones de conflicto socioambiental producidas por la megaminería, y las comunidades de distintos puntos del país -así como las organizaciones ambientales- acreditan una larga experiencia que se enriquece con cada nuevo conflicto. No obstante, desde los referendos de Esquel (hace casi veinte años) y de Loncopué (del que se cumplirán diez años el próximo 3 de junio), el poder político y los sectores empresariales no parecen haber aprendido demasiado.

En esos dos casos, la movilización social logró arrancar a los poderes públicos un proceso virtuoso de “licencia social”. ¿Por qué digo “virtuoso”? Porque el reclamo vecinal logró que se llevara adelante un mecanismo secuencial que proporciona los rasgos fundamentales de un proceso de licencia social:

◆ primero, la disposición de toda la información al alcance de la ciudadanía posiblemente afectada;

◆ segundo, la deliberación de la ciudadanía con participación de técnicos, científicos, juristas y demás personas expertas para esclarecer las diferentes posiciones confrontadas;

◆ tercero, tras un plazo razonable, una consulta popular o referéndum, para que la ciudadanía se exprese por “sí” o por “no” respecto del emprendimiento;

◆ cuarto, el poder político debe convalidar la decisión ciudadana y actuar en consecuencia.

En ambos casos la población rechazó los proyectos mineros por mayorías abrumadoras. En Esquel, con el 81 por ciento y en Loncopué, con el 82 por ciento de los votos. Algo parecido ha ocurrido con procesos similares en todo el continente: en los últimos veinte años se realizaron cerca de cien consultas populares sobre minería metálica en diferentes países de América Latina. Todas dijeron “no”. Todas. Los emprendimientos mineros no han ganado una sola. Esa es la razón por la que los poderes reales no quieren “licencia social”: cuando deben explicar a las comunidades con sencillez lo que quieren hacer, parece que no hay modo de convencerlas. Aun en condiciones socioeconómicas complicadas (como Esquel por aquellos años) las poblaciones no se muestran proclives a permitir el avance de proyectos que amenazan con la destrucción del ambiente.

Hechos consumados. Sin embargo, pese a los tratados internacionales que el país ha firmado en el medio, los poderes políticos de la Argentina no han hecho nada por convertir esos compromisos en normas jurídicas. Al contrario: la política sigue siendo la de hechos consumados. Por eso los conflictos continúan, y lo seguirán haciendo.

El más reciente tuvo como epicentro (todavía irresuelto) la provincia de Chubut, que se vio sacudida por el cambio de rumbo de un gobernador que en campaña se oponía a la “minería contaminante” y ya en funciones cambió brutalmente su posición para impulsar un proyecto que generó rechazo en sectores sociales, ambientales y académicos.

Pero lo que ocurrió la semana pasada fue de alto simbolismo: apenas un día después de lanzar las “Memac” en la ciudad de Buenos Aires, presentadas como “encuentros federales en donde todos los actores involucrados en la minería pueden debatir en base a información fidedigna” (y cuyo objetivo declamado es “potenciar una minería que cuida el ambiente, genera puestos de trabajo, mejora las comunidades donde se inserta y es clave para el desarrollo productivo nacional”), en Catamarca fueron reprimidas y encarceladas por unas horas personas que se oponen a la minería y cuyas voces no son incluidas en ninguna de esas mesas.

Fue en Andalgalá, donde asambleístas de la comuna de Choya -que tiene menos de 500 habitantes- denunciaron que fueron víctimas de una represión policial destinada a desalojarlos cuando protestaban e impedían el paso de camiones con maquinaria y combustible para el proyecto minero de exploración de la empresa Agua-Rica.

Preguntas y respuestas. ¿Esas mesas –las Memac– pueden ser el mecanismo que explore un diálogo social que apunte a una minería sustentable? La respuesta es negativa. Las mesas impulsadas por el gobierno (al menos la del lanzamiento, lo cual es ilustrativo del espíritu que las anima) no prevén la presencia de personas expertas del lado “crítico” de la experticia, es decir aquellas que fundamentan por qué la minería no puede ser sustentable. Tampoco incluyen a las comunidades que se verían afectadas al ser en sus territorios donde se llevarán a cabo los proyectos anunciados.

Tal es el llamativo diálogo que proponen, al que (más llamativamente) califican como “federal”, término remarcado en dos ocasiones. Pero ¿cómo se puede hablar de “diálogo federal” y no incluir a las comunidades que recibirán el impacto de los emprendimientos que se impulsan? ¿En qué pensarán las autoridades del Ministerio de Desarrollo Productivo cuando usan la palabra “federal” en este contexto, cuando ni siquiera se les ocurre que las comunidades deberían formar parte de ese diálogo?

En cambio, sí invitaron a participar a un par de organizaciones ambientales. Para muchos sectores del movimiento ambiental fue una sorpresa desagradable encontrar sentadas allí a dos organizaciones como Eco House y Jóvenes por el Clima, agrupaciones juveniles con una trayectoria de lucha destacada y valiosa, y con posiciones definidas en contra de la megaminería.

Miradas contrapuestas. Ambas organizaciones comenzaron a recibir durísimas críticas (algunas de ellas muy injustas) por haber sido parte del lanzamiento de las Memac. Y cuando un día después llegó la noticia de la represión en Catamarca (primero por Whatsapp y redes sociales, y luego con algún módico impacto nacional) las dos entidades juveniles salieron públicamente a difundir su postura en una suerte de doloroso descargo.

Es que el movimiento ambiental, como cualquier otro campo de actividad humana, no es homogéneo: conviven en él matices y posiciones contrapuestas, y a veces las discusiones son duras y afiladas. También en el ambientalismo se observa con frecuencia la conducta que caracteriza a sectarismos de otros ámbitos: a la primera divergencia se cancela, o se condena “ad hominem”. Desde “traidores”, “alcahuetes” y “colaboracionistas” hasta “ingenuos”, les dijeron de todo.

Jóvenes por el Clima emitió un comunicado titulado “Dijeron diálogo, eligieron represión”. Allí explicaron que asistieron a la Mesa porque “creemos fundamental avanzar en la construcción de políticas activas que integren los reclamos de la sociedad civil, la juventud y las comunidades afectadas por la actividad minera”. Pero aclararon que esa tarea “está muy lejos de ser una realidad”. Algo similar dijo Eco House en sus redes.

También se quejaron de que las coberturas de los medios no reflejaron sus exposiciones, en las que marcaron “la inconsistencia en la constitución de la mesa, que jamás será posible sin esas voces” (las de las comunidades afectadas). Tienen razón: la difusión del encuentro reveló la intención de utilizarlos como una presencia legitimadora, al no hacer referencia a las exposiciones de las dos organizaciones juveniles, lo que significó nafta al fuego de las diferencias internas en el campo ambiental.

Para despejar dudas, Jóvenes por el Clima remarcó que “un día después del evento, el pueblo de Andalgalá recibe garrotes policiales y violencia institucional como respuesta a sus reclamos”. Y apuntaron hacia el ministro: “Matías Kulfas publicó una foto reivindicando al responsable de la represión en Catamarca burlándose de las comunidades abiertamente”.

Quizás hubo ingenuidad en las organizaciones juveniles al asistir o en su demora en difundir el discurso con el que participaron del diálogo: ambas dejaron claro allí mismo que no estaban en representación de las comunidades, que estas debían ser incluidas en las mesas de diálogo, y expresaron su rechazo a la megaminería.

¿Qué dice el Acuerdo de Escazú? Un detalle que es preciso enfatizar: iniciativas como la Mesa impulsada por el ministro Kulfas -y avalada por el Ministerio de Ambiente- desoyen el Acuerdo de Escazú, que fue ratificado por el Congreso de la Argentina a fines de 2020.

Ese Acuerdo (cuyo nombre formal es “Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe”) establece en su artículo 7° “el derecho de la ciudadanía a participar en la toma de decisiones ambientales cuando existan acciones que puedan tener un impacto sobre el medio ambiente o la salud de la población”. Ese artículo consta de 17 incisos con un nivel de detalle inédito acerca de las formas en que se debe garantizar esa participación, ya sea a través de “consulta o audiencia pública”.

Adoptado en Escazú, Costa Rica, el 4 de marzo de 2018, es el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe y fue firmado por 24 de los 33 países de la región. Y como desde la reforma constitucional de 1994 los acuerdos en materia de derechos humanos que la Argentina firma tienen jerarquía constitucional, el de Escazú tiene la misma validez que cualquier otra disposición de la Constitución Nacional.

En otras palabras, cada proyecto minero (o de cualquier otro tipo que pueda tener “impacto en el ambiente o la salud de la población”) que no consulte a la comunidad potencialmente afectada, es inconstitucional. Y no hay mesa de diálogo (amplia o no, sincera o no) que pueda reemplazar ese derecho ni disimular esa violación a la máxima ley argentina. Va siendo hora de entenderlo, de enterarse, de empezar a exigirlo.

Ese principio (la obligación de consultar a las comunidades que se puedan ver afectadas) se llama “licencia social”. Y mientras no haya licencia social, como dicen las banderas ambientales desde hace años, no habrá paz social. En minería, o en cualquier otro asunto que involucre el ambiente o la salud de las comunidades.

*Licenciado en Filosofía y periodista. Integra la cooperativa periodística y cultural El Miércoles, de Entre Ríos.
Fuente: Perfil

Minería: sin licencia social no habrá paz social

Argentina, Bolivia, Chile, Litio

Cepal junto a programa MinSus lanzan estudio sobre la minería del litio en Argentina, Bolivia y Chile

La actividad se desarrollará el próximo 18 de mayo de forma online, donde un panel conformado por representantes de los países que conforman el Triángulo del Litio, analizará el estudio desarrollado por el experto tributario Michel Jorratt.
16/05/2022
Minería Chilena
Con el objetivo de presentar y discutir los principales resultados del estudio “Renta económica, régimen tributario y transparencia fiscal de la minería del litio en la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de) y Chile”, es que este 18 de mayo se desarrollará un seminario online abierto al público, a partir de las 10:00 (CL/BO) – 11:00 (AR).

El evento es desarrollado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal) y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ), en el marco del programa de “Cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos mineros en los países andinos” (MinSus). Este programa es financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).

Para Nicolas Maennling, asesor principal de la GIZ, “el litio se configura hoy como un mineral estratégico para la electromovilidad y la transición energética. En este sentido, Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia y Chile, países que integran el Triángulo del Litio, albergan más de la mitad de los recursos y reservas de litio en el mundo, donde Argentina y Chile se encuentran entre los principales productores mundiales del mineral. En la actual coyuntura y con la creciente demanda esperada de este mineral, es fundamental analizar la redistribución de la renta entre las empresas y los gobiernos, el régimen fiscal que posibilita esto y la transparencia en la apropiación, distribución y uso de los ingresos públicos derivados de esta actividad”.

El estudio “Renta económica, régimen tributario y transparencia fiscal de la minería del litio en la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de) y Chile”, fue desarrollado por el experto tributario y ex director del Servicio de Impuestos Internos de Chile, Michel Jorratt, y en este se analiza el estado de situación de los regímenes fiscales actuales de la minería del litio en los países del Triángulo.

El estudio considera buenas prácticas y distintos instrumentos para la tributación del sector minero, ofreciendo conceptos claves, conclusiones y recomendaciones en la búsqueda de mejoras del sistema, ponderando los criterios de progresividad, eficiencia, equidad y transparencia. Posteriormente, se harán observaciones al estudio por parte de representantes de los países implicados en la actividad extractiva del litio.
https://www.mch.cl/2022/05/16/cepal-junto-a-programa-minsus-lanzan-estudio-sobre-la-mineria-del-litio-en-argentina-bolivia-y-chile/

Perú

LAS BAMBAS: CONTINÚAN INTENTOS DEL GOBIERNO PARA RETOMAR EL DIÁLOGO

Alerta informativa www.conflictosmineros.org.pe
16/05/2022
Ayer una comisión del gobierno llegó hasta Apurímac para tener una nueva reunión con las comunidades que protestan contra la empresa minera Las Bambas. Sin embargo, los dirigentes no asistieron porque consideraron que la invitación llegó con poco tiempo de anticipación.

La comisión del gobierno estaba conformada por el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez; el viceministro de Gobernanza Territorial; el secretario de Gestión Social y Diálogo de la PCM y el Ministerio de Energía y Minas. Esta vez, se convocó a las comunidades de Fuerabamba, Huancuire, Chila, Choaquere, Chuicuni y Pumamarca, pero no llegaron al lugar. A la cita solo acudieron algunos representantes comunales, quienes expresaron que se les comunicó muy tarde de la reunión, pero que estaban dispuestos a continuar con el proceso de diálogo, pero insistieron con su condición del levantamiento del estado de emergencia.

La Presidencia del Consejo de Ministros ya remitió un oficio múltiple a los seis dirigentes para invitarlos a una nueva reunión de trabajo con la comisión de alto nivel del Poder Ejecutivo para el día martes 17 de mayo. Se precisa que la cita será en la cancha sintética del Instituto Superior de Challhuahuacho, a las 10.00 a. m.

‘’La la idea es restablecer el diálogo, de manera directa, con respeto a las comunidades y a sus mecanismos de consulta; si es hoy o mañana estamos con la misma disponibilidad, porque creo que ningún peruano, apurimeño o comunero de Chalhuahuacho quiere que esta situación que afecta a las familias de las comunidades continúe”, señaló para Agencia Andina el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez.

Por otro lado, el abogado Esteban Macce, especialista de CooperAcción que está en Tambobamba, considera que el gobierno no le está dando la prioridad debida a solucionar este conflicto.

‘’Son tres convocatorias en menos de una semana. Las comunidades también exigen la presencia del Premier, para garantizar que los acuerdos se cumplan. En la primera reunión no llegó ningún ministro, y por lo que ha declarado el ejecutivo no tienen intención de levantar el estado de emergencia. La sensación que tienen las comunidades es que están dilatando el tiempo. Las actividades de la empresa están suspendidas, si le importara al gobierno solucionar el conflicto, se esforzaría más por encontrar soluciones, sin embargo, error tras error, no garantizan que se pueda llegar a consensos’’ señaló el letrado para el Observatorio de Conflictos Mineros.

www.conflictosmineros.org.pe

Latinoamerica, Litio

Nace Cámara Latinoamericana del Litio

16/05/2022
Imagen referencial./ Crédito: Pixabay.
La nueva Cámara Latinoamericana del Litio está integrada de momento por representantes de Argentina, Chile y Perú y luchará por la creación de un mercado “transparente” que permita la formación del precio del litio a nivel regional.

“Esta cámara fue creada para desarrollar el proceso de formar precios e impulsar el desarrollo de un mercado de litio”, dijo en el presidente de la recientemente constituida Cámara Latinoamericana del Litio, el argentino Pablo Rutigliano.

La nueva entidad está integrada por profesionales técnicos y empresarios pymes del sector de Argentina y Perú, además de la Cámara Minera de Chile, y busca sumar a socios de Bolivia, México y Brasil.

Su objetivo es poder definir de forma transparente los precios del litio mediante la conformación de un mercado, un índice del valor del litio y modelos de contratos presentes y futuros en Latinoamérica.

La producción de litio en la región tiene su corazón en el denominado “triángulo del litio” integrado por los salares andinos de Argentina, Chile y Bolivia, países que, de acuerdo a los últimos datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, concentran el 55.9% de los recursos mundiales conocidos de este metal. Si se suman los recursos identificados en México, Perú y Brasil, Latinoamérica, con un total de 52.8 millones de toneladas, acapara el 59.3% de los recursos globales, mientras que las reservas en la región son bastante menores, aunque igualmente representan el 52.2% de las reservas mundiales.

Rutigliano apuntó que en la región la minería de litio es dominada por multinacionales que dejan “poco espacio” a pymes y proyectos “embrionarios”.
El Dato

A inicios de 2021 la tonelada de carbonato de litio equivalente (LCE) valía USD 6.750. Hace un año, USD 9.000. Y actualmente ya ronda los USD 75.000
Fuente: Gestión

Nace Cámara Latinoamericana del Litio

Argentina, Litio

Argentina espera recibir inversión de US$ 4.200 millones en litio

Elizabeth Meneses
Argentina ocupa el «triángulo del litio», una región compartida con Chile y Bolivia.
El país produjo 33.000 toneladas de litio en 2020 y proyecta alcanzar las 50.000 toneladas del metal para baterías este año.

Argentina espera recibir una inversión combinada de 4.200 millones de dólares en su creciente mercado de litio durante los próximos cinco años, lo que ayudaría al país a duplicar la producción en 2023 para alcanzar las 175.000 toneladas del metal para baterías en 2025.

El país ha atraído en el último año a importantes actores, como la segunda minera del mundo, Rio Tinto, y la siderúrgica surcoreana Posco.

Argentina ocupa el “triángulo del litio”, una región compartida con los vecinos Chile y Bolivia, que contiene casi el 56% de los recursos mundiales del metal, según las cifras más recientes del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Esto significa, según el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que el país tiene el potencial de convertirse en el tercer o cuarto productor mundial de litio.

Kulfas, que participó en una mesa redonda para discutir el potencial del sector la semana pasada, dijo que la inversión proyectada será clave para construir la infraestructura necesaria y mejorar la eficiencia.

El ministro también destacó la necesidad de contar con políticas sólidas que ayuden a estimular la inversión en la industria sin descuidar el medio ambiente.

Argentina produjo 33.000 toneladas de litio en 2020 y proyecta alcanzar las 50.000 toneladas del metal para baterías este año.
Los ojos en el premio

Las provincias del norte de Argentina se están convirtiendo en un centro de proyectos de litio de nueva creación, atrayendo tanto a las grandes empresas como a las juniors.

La cartera de litio del país incluye 23 proyectos en diversas fases de desarrollo, entre ellos Ganfeng Lithium y Caucharí-Olaroz, de Lithium Americas, que se encuentra en fase de construcción. Se espera que el proyecto se convierta en el principal productor de Argentina, con 40.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) al año, a partir del segundo semestre de 2022.

La australiana Orocobre y la minera estadounidense Livent Corp, que tienen acuerdos de suministro con Toyota Corp y BMW, respectivamente, explotan las dos minas de litio que producen en el país.
https://www.rumbominero.com/peru/noticias/internacionales/argentina-inversion-litio/

Perú

Otro intento de diálogo en Las Bambas vuelve a fracasar

Apurímac. Dirigentes comunales no asistieron a la cita con el argumento de que fueron comunicados tardíamente. La PCM los ha invitado a una nueva reunión para el martes 17.
16/05/2022 Cusco
Una vez más, el intento de dialogo entre las seis comunidades de Apurímac, la Presidencia del Consejo de Ministros y Las Bambas no llegó a buen puerto. En esta ocasión, los dirigentes comunales no asistieron a la convocatoria hecha por el Gobierno para ayer domingo, debido a que la invitación les habría llegado muy tarde.

La comitiva encabezada por el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, estuvo presente a las 10.00 a. m. en la cancha sintética del Instituto Superior Tecnológico del distrito de Challhuahuacho, pero los representantes de las comunidades de Fuerabamba, Huancuire, Chila, Choaquere, Chuicuni y Pumamarca no llegaron al lugar. A la cita solo acudieron algunos representantes comunales, quienes expresaron que fueron tardíamente comunicados sobre el encuentro.

Este grupo hizo saber a la comitiva que están dispuestos a dialogar y que esperarán un documento oficial para la reunión por parte de la comisión del Ejecutivo, y en una asamblea comunal determinarán el lugar y fecha de la próxima cita.

En comunicación con La República, el presidente de la comunidad de Huancuire, Romualdo Ochoa, señaló que el documento de invitación recién les llegó a los dirigentes el sábado en la noche, por lo que no han tenido tiempo para coordinar con los comuneros. “A última hora nos comunican (sobre la reunión) y nosotros tenemos que decidir en asamblea para asistir a estas invitaciones”, manifestó.

Los dirigentes de Huancurie recibieron la invitación a la reunión por parte de la comisión del Ejecutivo el sábado en la noche. Foto: La República
Los dirigentes de Huancurie recibieron la invitación a la reunión por parte de la comisión del Ejecutivo el sábado en la noche. Foto: La República

No obstante, el dirigente reiteró que están llanos a conversar con el Gobierno, pero también refirió que exigirán que se derogue el decreto supremo que declara en estado de emergencia los distritos de Challhuahuacho y Coyllurqui, de la región Apurímac. “No podemos hablar mientras nos tengan un cuchillo en el cuello”, refirió el presidente comunal.

Este medio intentó comunicarse con el resto de los dirigentes, pero no respondieron a nuestro llamado, aunque el presidente de Fuerabamba, Edison Vargas, ya había adelantado el sábado último que no asistiría a la reunión por el retraso en el envío de la documentación.

En horas de la tarde, la Presidencia del Consejo de Ministros envió un oficio múltiple a los seis dirigentes para invitarlos a una nueva reunión de trabajo con la comisión de alto nivel del Poder Ejecutivo el día martes 17 de mayo .

Se precisa que la cita será en la cancha sintética del Instituto Superior de Challhuahuacho, a las 10.00 a. m.
https://larepublica.pe/politica/2022/05/16/las-bambas-otro-intento-de-dialogo-vuelve-a-fracasar-apurimac-mineria/