Desde la llegada en 2008 de la empresa minera Media Luna a la región de Nuevo Balsas, los pescadores de la laguna de la presa de la hidroeléctrica El Caracol han tenido perdidas millonarias en la pesca por la presencia de cianuro en el agua, que ha sido contaminada. En la región existen varias organizaciones y asociaciones que aglutinan a unos 400 pescadores, que diariamente salen a capturar toneladas de mojarras que se venden a varios intermediarios del país.
Para uno de los pescadores, Pablo Mena, la minera ha ocasionado problemas graves en las regiones de la zona extractora que corresponde a cuatro comunidades.
