En lo alto del cerro Acolhua, asiento prehispánico, pobladores de Ixtacamaxtitlán hicieron una ceremonia para continuar la defensa de su territorio de la “ambición” de la minera Almanden Minerals, empresa canadiense que quiere escarbar sus entrañas para sacar oro y plata. Además, su cultura y su historia, están jugando un papel fundamental en los argumentos jurídicos que se han vertido en el Juicio de Amparo que iniciaron contra las concesiones otorgadas a sus espaldas a los mineros, por la violación a sus derechos a la información y a la consulta.
La batalla va a ser larga, adelanta el antropólogo Julio Glockner a los pobladores de Ixtacamaxtitlán que ascendieron y descendieron el cerro de Acolhua, asiento del rey Tenamascuicuitl, y en un ritual sincrético purificaron sus corazones y sus mentes, y pidieron fuerza para continuar la defensa de su territorio de la “ambición” de la Almanden Minerals, la empresa canadiense que quiere escarbar su entraña para sacar oro y plata.