Perú

EL OEFA Y LAS EMPRESAS MINERAS Y PETROLERAS

José De Echave C.
Desde 2009 la fiscalización ambiental es responsabilidad del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), un organismo técnico especializado adscrito al Ministerio del Ambiente (MINAM), responsable de la fiscalización, supervisión, evaluación, control y sanción en materia ambiental.

Esta función lo ha convertido en blanco permanente de cuestionamientos desde lo sectores empresariales, sobre todo mineros y de hidrocarburos. En 2014, en el marco de una campaña empresarial que buscaba flexibilizar los procedimientos ambientales para promover la inversión, el Gobierno aprobó la Ley Nº 30230 que, entre otras disposiciones, limitaba la facultad sancionadora del OEFA.

Adicionalmente cabe mencionar que algunas empresas mineras han recurrido a la vía judicial para solicitar la anulación del denominado “aporte por regulación”, una tasa que deben pagar todas las empresas de un sector a la entidad reguladora del mismo, y que constituye la principal fuente de recursos financieros para el OEFA. El Tribunal Constitucional, el 15 de agosto de 2019, desestimó el recurso presentado por empresas del sector, garantizando de esta manera que se mantenga el aporte por regulación.

Ahora, la empresa Pluspetrol ha desatado una nueva campaña contra el OEFA bajo el argumento que este organismo les viene aplicando multas arbitrarias y según su vocero, Aurelio Loreto de Mola, indirectamente les está expropiando la inversión: “nos está confiscando a través de sus multas arbitrarias”, ha dicho.

El OEFA ha respondido en un comunicado público, rechazando categóricamente las acusaciones de la empresa. Señalan que los argumentos planteados por Pluspetrol han sido evaluados y analizados en el marco de los procedimientos sancionadores tramitados ante el OEFA, que han concluido con pronunciamientos confirmados por el Tribunal de Fiscalización Ambiental. En relación al laudo arbitral que alude la empresa, el pronunciamiento del tribunal señala que Pluspetrol “asumió contractualmente una obligación de cumplir la normativa ambiental y de acatar las decisiones de las autoridades competentes, toda vez que son vinculantes”.

El OEFA también ha hecho hincapié que se ha identificado una serie de incumplimientos derivados de las operaciones de Pluspetrol. Se le atribuye responsabilidad por un total de 242 infracciones: “Dichos procedimientos administrativos sancionadores se han desarrollado de conformidad con las facultades conferidas en la Ley 29325, lo que habilita a OEFA a imponer medidas correctivas que tienen por objeto revertir el daño causado y remediar los efectos nocivos ocasionados al ambiente; y en tal sentido, OEFA continuará utilizando las herramientas legales que sean necesarias para que Pluspetrol dé cumplimiento a lo ordenado, incluyendo la aplicación de multas coercitivas”.

Todo indica que este episodio generado por Pluspetrol forma parte de la ofensiva que cada cierto tiempo lanzan los sectores empresariales en contra de la institucionalidad ambiental. A todas luces el OEFA es un organismo que incomoda a las empresas, principalmente a las vinculadas a sectores extractivos.

06/10/2020

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Venezuela

91 personas han sido asesinadas por cuerpos de seguridad del Estado en Caroní entre enero y agosto

Laura Clisánchez @mlclisanchez
05/10/2020
La mayoría de las víctimas murieron en operativos de las FAES y el Cicpc de acuerdo con el monitoreo de medios de Codehciu.

176 personas han sido potencialmente ejecutadas por los cuerpos de seguridad oficiales en Bolívar entre enero y agosto de 2020 en cinco municipios de la entidad: Caroní, Sifontes, El Callao, Angostura del Orinoco y Piar.

Caroní es el municipio en el que estos asesinatos adquieren más visibilidad mediática. En agosto, sumaba 91 presuntas ejecuciones extrajudiciales. Las cifras corresponden al balance de la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu).

En el municipio Sifontes, una de las zonas mineras más violentas del estado Bolívar y que se posicionó como el epicentro de las desapariciones forzadas vinculadas con el conflicto en el Arco Minero del Orinoco, hubo al menos 20 asesinatos en presuntos enfrentamientos y operativos de efectivos de seguridad. En Angostura del Orinoco, hubo 38 presuntos ajusticiamientos.

La mayoría de las personas murió en operativos del Cicpc, un total de 58; mientras que 27 personas fueron asesinadas por efectivos de las FAES | Fotos William Urdaneta | Archivo Correo del Caroní

68% de los asesinatos fueron perpetrados por efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), las Fuerzas Armadas Especiales (FAES), la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) el Servicio de Investigación Penal del Cuerpo de la Policía del estado Bolívar (Siepeb) y la División de Inteligencia y Estrategias de la Policía del estado Bolívar (Diepeb).

La mayoría de las personas murió en operativos del Cicpc, un total de 58; mientras que 27 personas fueron asesinadas por efectivos de las FAES, 14 por la Siepeb, siete por la FANB y cinco personas fueron asesinadas por la Diepeb.

De los 30 asesinatos ocurridos solo en agosto en la entidad, tres fueron desmentidos por familiares de las víctimas y fueron señalados como ajusticiamientos. Cuatro personas murieron en medio de operativos conjuntos entre las FAES y la Siepeb y las FAES junto a la Policía Municipal de Caroní.

Una política estatal
Aunque la pena de muerte está prohibida en Venezuela y las leyes orgánicas de distintas fuerzas policiales y militares permite el uso de la fuerza letal solo para proteger la vida de un funcionario de seguridad o un tercero, la Misión de Determinación de Hechos de Naciones Unidas ha documentado desde 2014 ajusticiamientos por parte de efectivos del Estado sin que haya un enfrentamiento.

De acuerdo con la Misión, el Cicpc, la PNB y las FAES fueron responsables del 59% de los asesinatos ocurridos entre 2014 y 2019.

Familiares y testigos de algunos hechos han asegurado a la prensa que los funcionarios limpian las evidencias, ejecutan a quienes consideran criminales en lugar de apresarlos y el asesinato queda impune mientras familiares de algunas de las víctimas exigen limpiar el nombre y la memoria de sus seres queridos.

La investigación determinó que existe una violación sistemática y deliberada de Derechos Humanos empleada como política de Estado, las ejecuciones extrajudiciales documentadas por la Misión ocurrieron en el contexto de operaciones policiales o militares destinadas a “combatir la delincuencia”.

Aunque la Misión solicitó al Gobierno nacional el avance de las investigaciones de los asesinatos perpetrados por fuerzas de seguridad del Estado, no han recibido respuesta.

Codehciu reitera la importancia de continuar investigando y documentando estos hechos pues son insumos que pueden abrir paso a la construcción de un caso que permita enjuiciar a los autores de estos delitos en un tribunal internacional.
30 asesinatos ocurrieron en agosto, tres de ellos fueron desmentidos por familiares de las víctimas y fueron señalados como ajusticiamientos

Uno de los casos más recientes y con impacto mediático fue el asesinato de los comerciantes Johandris Blanco y José Enrique González en Barrancas del Orinoco, estado Monagas. Una comisión de las FAES entró en la casa donde ambos hombres dormían y, de acuerdo con declaraciones de su familia, fueron golpeados, desnudados y puestos de rodillas antes de dispararles en el estómago y en el pecho.

La esposa de González aseguró que vio cómo las FAES limpiaron la evidencia e informaron que se trató de un enfrentamiento contra criminales.
http://www.correodelcaroni.com/sucesos/7096-91-personas-han-sido-asesinadas-por-cuerpos-de-seguridad-del-estado-en-caroni-entre-enero-y-agosto

Internacional

Pandemia y extractivismo: una contaminación colonizadora cruzada

Por Thomas Chiasson-Lebel, James Alejandro Artiga-Purcell y Alejandra Watanabe-Farro | 27/09/2020 | América Latina y Caribe
Fuentes: Rebelión (foto: Mina Las Bambas, Perú, autor: Ondando, Wikimedia)

¿Será que la historia se repite? La respuesta obviamente negativa a esta pregunta no debe hacernos perder de vista que siempre corremos el riesgo de repetir errores desastrosos del pasado si olvidemos que joyerías de vidrio pueden esconder un robo y una masacre.

Cuando los colonizadores europeos llegaron a las Américas, tenían un afán de ciertos minerales que les hizo destrozar civilizaciones y culturas, esclavizar a la población indígena para explotarla, y erradicar militarmente a los que se resistían[ii]. Sin embargo, las enfermedades que trajeron los colonizadores resultaron ser más mortales que sus pulsiones extractivistas, pues sus barcos llevaban pandemias letales que se encargaron de la labor “necrófila” de eliminar pueblos indígenas, facilitando el establecimiento de poderes coloniales en el continente.

Nuestra tesis es que, aunque de forma más compleja y sutil hoy, un patrón similar, un entramado de extractivismo-pandemia-imperialismo colonizador, está desarrollándose en América latina. Un tramado complejo donde la enfermedad fortalece la captura de los territorios y poderes políticos por parte de las empresas extractivas, en su mayoría multinacionales, mientras despoja a la población local y la deja padecer en condiciones abyectas las consecuencias del virus bajo un discurso bien articulado en el cual las acciones de las empresas extractivas y sus operadores se presentan como una contribución al bien común. El extractivismo colonizador justificaba su invasión por la necesidad de “salvar” almas indígenas mediante su evangelización. El extractivismo actual se escenifica como “el salvador” de la economía—el alma de la sociedad capitalista.

La pandemia se presenta como la crisis perfecta para justificar el estado de excepción, es decir la suspensión de los frágiles espacios de contra poder que son también la poca democracia que existe en nuestros sistemas políticos. Con este, se aplica una terapia de shock extractivista, un cambio de las reglas en medio de la crisis para profundizar la penetración del extractivismo. La pandemia requiere del confinamiento de la población por razones sanitarias. Lo problemático es que sirve también a élites económicas y políticas que quieren contener las protestas y los deseos de movilización. La transformación del mandato “quédate en casa” en mandamiento anti-movilización es una manera de silenciar las oposiciones, y sirve para crear condiciones más favorables para expandir las actividades extractivas, debilitar o eliminar las pocas reglamentaciones ambientales existentes mientras las multinacionales y las empresas de este sector toman la oportunidad para limpiar su imagen corporativa.

El propósito de este artículo es llamar la atención sobre la forma en que, desde el Norte hasta el Sur del continente, la crisis actual está siendo instrumentalizada para responder a las necesidades del sector extractivo, con un patrón común que designamos como la terapia de shock extractivista.

La terapia de shock extractivista

Mirando lo que está pasando con el sector extractivo de varios países (Canadá, Chile, Ecuador, Honduras), y escuchando lo que señalan las y los defensoras de las comunidades y territorios, notamos un patrón común[iii] de terapia de shock extractivista. Naomi Klein[iv] acuñó la expresión “terapia de shock” para describir una dinámica fundamental del capitalismo de las últimas décadas, inventada por Milton Friedman, mediante la cual se aprovechan de los momentos de crisis y trauma colectivos para imponer rápidamente cambios importantes e irreversibles a favor de las grandes empresas que no se podrían imponer en tiempos normales. La terapia de shock extractivista es este mismo proceso aplicado para promover los intereses de las empresas extractivas. En la actualidad, esta articula varias dimensiones alrededor de una acción discursivo-ideológica por parte de las empresas hacia la cual confluyen actores estatales y partes de las élites económicas no vinculadas al sector. Este discurso presenta las empresas extractivas como salvadoras frente a las varias crisis, naturaliza su proximidad con el Estado, otorga la continuación de la extracción mientras se paran otros sectores económicos y favorece la profundización de sus actividades con menos escrutinio público. De esta manera, aprovecha la crisis para acertar contundentemente la centralidad del sector y descartar las oposiciones y alternativas legítimas promovidas por las poblaciones afectadas.

Su discurso

La terapia de shock extractivista se articula alrededor de un discurso en el cual las empresas se presentan como salvadoras, tanto frente a la crisis sanitaria como a la crisis económica. Prometen generar riquezas y brindar las tecnologías que permitan curar a los enfermos, redistribuir las ganancias a las víctimas de la crisis, y ser la fuente de reactivación de las economías una vez terminada la pandemia. Expresiones tales como “minería verde” y “minería responsable” resurgen ahora en el discurso de las mineras mediante campañas que buscan limpiar la imagen de empresas ambiental y socialmente desastrosas, que ahora se presentan como promotoras de la “salud y [del] bienestar”[v], o más aún comprometidas con la “resiliencia comunitaria”[vi] frente a la pandemia.

Durante la crisis sanitaria, los Estados, principalmente en el Sur global, enfrentan problemas para conseguir los recursos necesarios para apoyar a la población y proveer lo necesario al personal de la salud. En este contexto, las empresas extractivas han desarrollado una imagen de “salvador”, multiplicando las donaciones de equipamiento médico y comida para establecerse como ayuda de primera línea y pulir su imagen corporativa frente a la sociedad. Por ejemplo, la empresa minera canadiense Barrick Gold, quién encabeza el controvertido proyecto Pascua Lama, entregó un hospital de campaña de un valor aproximado de US$ 13 millones al Estado chileno en el contexto de la pandemia[vii]. En Ecuador, mientras el Estado carecía de recursos médicos en sus hospitales para asegurar la protección de los trabajadores de la salud, ciertas empresas extractivas promocionaban donaciones de insumos médicos en sectores cercanos a sus actividades, y donaciones de alimentos a poblaciones vulneradas por la crisis[viii].

Estas contribuciones tienen impactos reales en tiempo de pandemia, cuando el acceso rápido de poblaciones vulnerables a servicios y tratamientos puede marcar la diferencia entre la vida y muerte. No obstante, un análisis crítico de aquellas “contribuciones”, generalmente agrupada bajo el lema de la responsabilidad social empresarial, devela las contradicciones e ineficiencias que conllevan, y las desigualdades sistémicas que profundizan. Esta filantropía empresarial encubre el hecho de que estas mismas empresas presionan a los Estados para minimizar sus aportes fiscales, aún en tiempos de crisis. Por ejemplo, en Chile, las empresas mineras lograron que se liberen sus depósitos de garantía, originalmente destinados para cubrir los costos de sus planes de cierre de faena, recuperando así US$ 3 mil millones de dólares[ix]. Las empresas logran hacer contribuciones propias y específicas porque tienen plata, pero no quieren pagar impuestos al Estado porque prefieren a la ayuda desinteresada aquella por la cual controlan el momento y el objeto de las donaciones, y así, maximizan el impacto positivo sobre su imagen corporativa, especialmente en contextos en los cuales comunidades locales se oponen a su implementación en el territorio. Además, tales contribuciones revelan un desequilibrio de poder: multinacionales del “Norte global” logran conseguir acceso a insumos médicos esenciales que hacen falta a Estados del “Sur global”. De tal manera, empresas privadas compiten con los Estados por el rol de defensor del bien común.

Comparar esta situación con la de los colonizadores europeos que llegaron ofreciendo la fe cristiana para salvar el alma de los pueblos y naciones indígenas a cambio de su trabajo, de sus vidas, de sus territorios y de las riquezas que contenían, está lejos de ser absurdo. En ambos casos, la contraparte del despojo sirve para limpiar la imagen del despojador y tornarlo en salvador.

Este discurso al nivel de la salud se articula muy bien con el discurso económico, de aún mayor importancia para las operaciones de las empresas extractivas, las cuales supieron presentarse cómo la solución también frente a la crisis económica relacionada a la pandemia. En esta crisis, se argumenta, es necesario facilitar todas las iniciativas extractivas porque su contribución a la actividad productiva es esencial para relanzar la economía amputada por el cierre epidemiológico[x].

Este argumento ha sido adoptado enteramente por los gobiernos de los países tratados en este artículo, quienes asumieron el discurso presentando las empresas extractivas como salvadoras frente a la crisis económica. En Canadá, el gobierno de Justin Trudeau, que se presentaba como el defensor del medio ambiente después de su primera elección en 2015, anunció que levantaba la obligación de evaluación de impacto ambiental para las perforaciones marítimas exploratorias frente a las costas de Terranova-Labrador[xi]. La justificación era clara: “la capacidad de Terranova y Labrador de recuperarse al salir de la pandemia de COVID-19 dependerá en grandes medidas de la capacidad del sector [petrolero]”[xii]. En Honduras, el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente agilizó, en medio de la pandemia, un portal virtual para minimizar los trámites y facilitar los proyectos extractivos.

Estas medidas materializan el discurso de las empresas extractivas adoptado por los gobiernos que presenta a la actividad extractiva como fuente de recursos para resolver la crisis económica relacionada a la pandemia. Además, como los gobiernos están acumulando deudas públicas para enfrentar la crisis, los ingresos provenientes del sector son presentados como fuente de divisas absolutamente esenciales para pagarlas. Sin embargo, la importancia relativa del sector, y lo que retorna localmente, difícilmente puede presentarse como solución. El sector extractivo tiende a emplear relativamente pocas personas, y en Latinoamérica, exporta sus productos brutos a otros países para su transformación, lo que conlleva pocos encadenamientos productivos locales. En Honduras, el sector extractivo no representa ni el 1% del PIB. Más preocupante que las pequeñas rentas mineras que se quedan en este país, son los impactos negativos que las actividades extractivas tienen sobre otras actividades económicas y de sustento local como la agricultura.

Además del impacto ambiental negativo del sector y del rechazo por parte de muchas comunidades que no quieren de estas actividades en el territorio que ocupan, las empresas extractivas difícilmente representan una solución económica mágica. Más bien, los problemas económicos relacionados con la expansión del sector han sido la base para el desarrollo de toda una literatura que describe la maldición de la abundancia (Acosta 2009) o habla de enfermedad (The Economist 2017 [1977]) y de paradojas de los recursos (Karl 1997). Esta literatura advierte que el sector extractivo tiende a producir efectos económicos negativos que socavan sus beneficios.

En resumen, las grandes empresas extractivas han aprovechado la pandemia para pulir su imagen, y presentarse como salvadoras tanto al nivel sanitario como ecológico. Considerando que este discurso es muy dudoso, vale la pena reflexionar críticamente sobre su puesta en marcha.

La puesta en marcha del discurso y la cercanía Estado-empresas extractivas

El desarrollo de este discurso por parte de las empresas, y su adopción acrítica por parte de los gobiernos, esconde algo muy preocupante por la naturalización de la cercanía Estado-empresas extractivas que genera. Mientras que el discurso liberal sobre el Estado nos lo presenta como un actor neutral y un árbitro imparcial frente a varios grupos con intereses divergentes, la imagen que nos refleja el sector extractivo actualmente es de una cercanía exclusiva con el Estado que no siente la necesidad de avergonzarse ni de esconderse. Sus discursos se mezclan de tal manera que se confunde quién representa el bien común, y desaparece del discurso el hecho fundamental que las empresas extractivas velan, antes que nada, por los intereses privados de sus accionistas, mayormente ubicados en el Norte global. Se trata así de aislar el discurso de las comunidades que rechazan las incursiones de las empresas extractivas en el territorio que ocupan, y se revierte la dinámica como si fuesen ellos quienes defienden un interés particular-privado.

En los países presentados en este artículo, resulta muy difícil diferenciar el discurso de las empresas y el del gobierno con respeto al sector extractivo porque están alineados en casi todos sus puntos. En Chile, la empresa minera Barrick Gold afirmaba al periódico El Mercurio estar en contacto constante con el gobierno para avanzar en sus proyectos, prometiendo miles de millones para salvar la economía chilena de la pandemia[xiii]. En Honduras, la situación es tal, que desde 2018 el Estado decidió mantener en secreto las decisiones con respeto a los permisos ambientales, demostrando que para el Estado, más importante que defender su legitimidad frente al público es proteger sus relaciones con las empresas mineras.

Esta cercanía y el discurso del sector extractivo como salvador permite explicar por qué, en muchos países, mientras buena parte de la actividad económica fue parada por razones sanitarias, la producción en el sector extractivo no se detuvo, aunque queda por demostrar la necesidad de muchos de estos minerales en tiempos de pandemia. En Honduras, se ha pedido el reconocimiento de la actividad extractiva como actividad esencial para permitir que siga operando durante de pandemia, pedido que fue aceptado por el congreso. En Ecuador, las mineras fueron designadas como actividades estratégicas que tenían que seguir produciendo durante la crisis. Las que bajaron sus actividades lo hicieron sin que sea obligación estatal, sino por voluntad propia, y reanudaron rápidamente sus actividades[xiv]. Esto no paró a Lundin Gold-Aurelian Ecuador que opera Fruta del Norte de producir el primer lingote de oro durante la pandemia[xv]. Comunidades indígenas denunciaron que ciertas mineras que seguían con sus actividades trataban de traspasar el control comunitario establecido por comunidades que querían aislarse para protegerse de la enfermedad. En el valle del Huasco chileno, se sospecha que la persistencia de la actividad extractiva, que implicaba la circulación de trabajadores de otros sectores del país, contribuyó a la propagación del virus en la región[xvi]. Es decir, así como el colonialismo europeo trajo enfermedades, el extractivismo que sigue durante la pandemia también contribuyó a la propagación más reciente del virus[xvii]. El discurso de las empresas extractivas como salvadoras en tiempo de crisis, así como la distribución de material sanitario, es muy útil para producir un contra-discurso a la realidad tajante que los caminos del extractivismo contribuyen históricamente al contagio. Sirve también para difuminar la frontera entre el Estado y las empresas extractivas, y que estas últimas aparezcan como las defensoras del bien común al igual que los Estados.

Profundización del extractivismo

La combinación de una cercanía Estado-empresas extractivas con el discurso de este sector como salvador no sirvió sólo para que continúe la extracción durante la pandemia, sino que fue utilizado para expandir las actividades del sector, y profundizar la penetración del extractivismo en la política y el territorio en contra de la voluntad de los pueblos. Esta profundización, construyéndose sobre siglos de colonialidad del poder—es decir un poder que se apoya sobre y reproduce jerarquías raciales[xviii]—tiende a invadir zonas habitadas por pueblos racializados, expulsándolos o alterando su vida de manera indeseada, reproduciendo así las jerarquías raciales del continente.

En Canadá, el gobierno Federal anunció nuevos créditos para trabajos en el gasoducto Costal Gaz Link. Este proyecto había sido bloqueado por protestas de la nación Wet’suwet’en al inicio del 2020 apoyadas por varios otros pueblos y naciones indígenas y no indígenas que habían bloqueado el ferrocarril en todo el país en oposición a aquel proyecto. En Honduras, se transfirió la responsabilidad de aprobación y fiscalización de los proyectos desde el Instituto Hondureño de Geología y Minas hacía el Ministerio de Economía para facilitar sus avances. Esto significó la suspensión de muchos procesos de consulta a la población que estaban en camino, y la clara afirmación que la aprobación depende de criterios económicos y no geológicos, ambientales, y menos aún democráticos.

Estos avances cristalizan la idea de terapia de shock: la instrumentalización de la crisis para promover fines que difícilmente se podría alcanzar en otros contextos. Como lo decía el ministro del Ambiente de Jair Bolsonaro, Ricardo Salles: “ahora que la prensa está dando un poco de tregua sobre los otros temas, [es tiempo de] de aprobar las reformas infralegales de desregulación y de simplificación en materia, todas aquellas reformas de las que tenemos necesidad”[xix]. En Chile, el ministro de Minería afirmaba que era tiempo de avanzar con todos los proyectos en carpeta, mientras justamente estos proyectos estaban frenados por cuestiones ambientales y resistencias comunitarias. De manera similar, el ministro de Minas de Ecuador afirmaba al inicio de la pandemia que iba a dar mayores facilidades a empresarios privados en ciertos campos petrolíferos para que avancen sus proyectos.

Todos los signos indican que la crisis está siendo instrumentalizada para profundizar el extractivismo, aprovechando el confinamiento y las restricciones de las libertades promulgadas en este tiempo para hacer reformas que benefician al sector y que van a permanecer vigentes después de la crisis. Las modificaciones legislativas y reglamentarias que levantan las limitaciones y controles de las actividades permitirán avances de proyectos que difícilmente se podrán deshacer después.

Las actividades extractivas se focalizan en recursos no renovables, lo que nos lleva a un punto sin retorno y cuyo impacto social y ambiental deja huellas indelebles. Los Estados, tanto del Norte como del Sur, han mostrado repetidamente su incapacidad en controlar las actividades de las empresas extractivas lo suficiente para evitar desastres. En Canadá, el derramamiento de Mount Polley en 2014, donde la ruptura de una represa de residuos mineros dejo escapar 4,5 millones metros cúbicos de agua contaminada, tuvo consecuencias ambientales difícilmente medibles. En 2018, un incidente similar en Brumadinho, Brasil, obtuvo la atención internacional con imágenes terribles del derrame que costó la vida de entre 130 y 250 personas, además de contaminar más de 300 km de ríos y modificar significativamente su ecosistema. Al inicio de la pandemia, la ruptura de un oleoducto en Ecuador contaminó un río afectando a aproximadamente 118 000 personas según la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), la cual subrayaba que el Estado y la empresa operadora de la tubería tomaron hasta 10 días para llevar agua potable a las comunidades afectadas[xx].

Estos eventos tienen consecuencias irreversibles, y la profundización del extractivismo con menos controles por parte del Estado anuncia la multiplicación de casos dramáticos como estos. De la misma manera que el colonialismo europeo en la región, las destrucciones resultantes del extractivismo son irreversibles, e inolvidables.

Resistencias y represión

En todos los países estudiados, hemos encontrado signos fuertes de resistencia por parte de las comunidades afectadas, de ambientalistas, y de organizaciones de varias tendencias políticas, así como indicios indudables del fortalecimiento de solidaridades internacionales respeto al tema. Como parte de la terapia de shock extractivista, la alianza entre empresas extractivas-Estado, combate estas resistencias mediante la consolidación de su discurso que presenta al sector como salvador frente a las crisis, la represión y persecución de opositores, y la desregulación permisiva que facilita la profundización de la colonización extractivista del territorio.

Pero las alternativas existen tanto para la salud como para la economía. Durante la pandemia, se han visto en el Ecuador campesinos indígenas que, pese a haber perdido su acceso a los mercados públicos por el confinamiento, decidieron dar productos en barrios pobres para proveer de alimentos a los más afectados. Otro ejemplo es la comunidad de Putaendo en Chile organizó marchas y eventos durante la pandemia para oponerse a los avances del proyecto minero Vizcachitas de la Andes Copper. Así como estos, podemos encontrar múltiples ejemplos en varias regiones del continente, donde comunidades indígenas, campesinas y rurales gestionaron el riesgo de la pandemia mediante respuestas comunitarias. Los movimientos socioambientales de defensa del territorio crean espacios para voces diversas que debaten sobre el bien común, y la coyuntura actual también ha abierto nuevos espacios y oportunidades de colaboración. Es decir: hay resistencias y hay propuestas alternativas que emergen desde los pueblos.

Al nivel regional, un grupo variado de intelectuales presentó el Nuevo Pacto Ecosocial del Sur, una invitación a que las organizaciones y comunidades sumen sus esfuerzos para producir una respuesta contra terapia de shock, basada en la justicia social, de género, étnica y ecológica[xxi]. Esta iniciativa resalta cómo la pandemia reveló la falsa y repetida consigna de que la economía de mercado es imparable. Durante la pandemia, no sólo se paró la actividad productiva en varios sectores, también muchas fábricas convirtieron su producción para responder a las necesidades del momento. Si ha sido posible parar y reorientar la economía en tiempo de pandemia, es posible hacerlo en cualquier momento.

En vez de entender este llamado al cambio como una difícil pero necesaria reorientación de nuestras relaciones con el medio ambiente y la economía, los gobiernos aliados a las empresas extractivas eligieron la vía fácil del discurso mágico del salvador extractivista. Y para sostenerlo tuvieron que recurrir, rápidamente, a la fuerza para callar los opositores. Las noticias de represión, y de protección policial y militar a las empresas, nos vienen de todos los rincones del continente.

Contra las “salidas fáciles” y las falsas promesas

Nos corresponde producir, debatir y difundir otras narrativas a la del discurso articulador de la terapia de shock extractivista, que ha sido producidas por aquellas empresas que se presentan como salvadoras. El extractivismo no va a excavar un túnel de escape frente a las crisis actuales. La pandemia y sus consecuencias no son agentes externos a nuestra realidad que vinieron interrumpir nuestra normalidad: en buena parte es el producto de aquella normalidad.

Más allá de los casos de corrupción, no es simple entender por qué hay un consenso de los gobiernos de diversos matices sobre la necesidad del extractivismo[xxii], ni cómo el sector logra tal penetración política. Un elemento de respuesta reside en la promesa de una “salida fácil” e indolora a la crisis multidimensional que enfrentan todas las sociedades de nuestro continente. El sector promete ingresos fiscales que no requieren que los gobiernos se enfrenten a las élites económicas nacionales para redistribuir una parte de sus riquezas. El sector es tan lucrativo que permite el pago de rentas que parecen importantes. Impulsar el sector evita una pelea contra los gobiernos del Norte global que apoyan ampliamente a las empresas extractivas, la mayoría ubicadas legalmente en sus territorios. La única pelea que genera el extractivismo es contra las comunidades locales, y se puede tornar en una confrontación de pueblo contra pueblo, contraponiendo los potenciales beneficios económicos del sector presentado como salvador frente a las crisis, al “inmovilismo” de los opositores. Sin embargo, el carácter multidimensional de las crisis (económica, ambiental, social y política) revelado por la pandemia no da para este tipo de facilidad, y requiere de soluciones complejas que reorganicen lo contagioso-tóxico de nuestra relación a la economía y el medio ambiente. Ver lo ilusorio y lo peligroso de las promesas del sector extractivo presentado como salvador frente tanto a la crisis económica como pandémica es un paso importante. El próximo paso es que la organización y la movilización de las comunidades logre transformar a los sectores populares en una fuerza más poderosa que aquella acumulada por las élites y las empresas extractivas con sus discursos de que el extractivismo se ha mutado en una industria “virtuosa, inclusiva, y sustentable”[xxiii] que permite vencer pandemias.

A la hora de soñar con una nueva normalidad, que incluiría otra economía y un mayor cuidado del planeta, nos despierta la pesadilla de la realidad, donde domina la normalidad y donde lo nuevo toma la forma de una terapia de shock extractivista impuesta con el mayor grado de autoritarismo adquirido por los sistemas políticos del continente. La promesa que las rentas del sector podrán solucionar la crisis económica es falsa, y las empresas extractivas, siendo parte del problema, nunca van a ser parte de la solución. La destrucción causada por los afanes que guiaban la colonización europea no va a ser la salvación hoy, así como no lo fue para los pueblos indígenas hace 500 años.

Texto escrito para el Grupo de investigación sobre la economía política cultural crítica del extractivismo, Universidad de California en Santa Cruz [i]

[i] En junio, el Grupo de investigación sobre la economía política cultural crítica del extractivismo organizó un webminario que contó con la participación de Constanza San Juan, de la Asamblea por el Agua del Huasco Alto de Chile, Pedro Landa del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de Honduras, y Blanca Chancosode la CONAIE del Ecuador. Las tendencias identificadas en este artículo surgieron de esta conversación, y muchos de los ejemplos relatados inspirados de aquella. Agradecemos a Fernando Leiva, del grupo de investigación, por su apoyo en la conceptualización de este texto, sus comentarios y revisiones.

[ii] Los distintos poderes coloniales adoptaron diferentes estrategias de colonización. Sin embargo, su impacto sobre las poblaciones que ocupaban el territorio es complementario.

[iii] Organizaciones de Canadá, Estados Unidos y Gran Britania llegaron a conclusiones similares en una investigación basada en la revisión de casi 500 artículos de fuentes periodísticas: Voces desde el territorio disponible en: <https://miningwatch.ca/sites/default/files/voces_desde_el_territorio_final.pdf>

[iv] Klein, Naomi. 2007. The Shock Doctrine. New York: Metropolitan Books.

[v] Ver el sitio web de Barrick Gold <https://www.barrick.com/English/about/covid-19/default.aspx>.

[vi] Ver el sitio web de Newmont: <https://www.newmont.com/operations-and-projects/health-and-safety/default.aspx>.

[vii] Ver el comunicado de la Asamblea por el Agua del Huasco Alto sobre el tema : https://www.mapuexpress.org/2020/06/10/asamblea-por-el-agua-del-guasco-alto-la-mineria-es-una-pandemia-barrick-no-salva-vidas-las-pone-en-riesgo/

[viii] Ver las múltiples ocurrencias en los hilos tweeter de LundinGolg y Ecuacorriente, por ejemplo: <https://twitter.com/LundinGoldEC/status/1277700961222393856?s=20>

y <https://twitter.com/CorrienteEcua/status/1283401420591554561?s=20>

[ix] “Ministerio de Minería anuncia que mineras ya pueden utilizar seguros de garantía para sus planes de cierre de faenas”, Portal minero, 06/07/2020: <https://www.portalminero.com/wp/ministerio-de-mineria-anuncia-que-mineras-ya-pueden-utilizar-seguros-de-garantia-para-sus-planes-de-cierre-de-faenas/>.

[x] Mccopa, “Minería salvará economía peruana de la recesión”. Minería Pan-Americana, 20/08/2020. <https://www.mineria-pa.com/noticias/mineria-salvara-economia-peruana-de-la-recesion/>.

[xi] Alexandre Shield, “Forages en mer exemptés d’une évaluation environnementale”,Le Devoir, 5/06/2020, <https://www.ledevoir.com/societe/environnement/580160/forages-en-mer-exemptes-d-une-evaluation-environnementale>.

[xii] Ver el comunicado del gobierno canadiense: <https://www.canada.ca/fr/ressources-naturelles-canada/nouvelles/2020…nt-visant-a-ameliorer-le-processus-dexamen-du-forage-exploratoi.html>.

[xiii] Denunciado por la Asamblea por el Agua del Guasco Alto <https://www.mapuexpress.org/2020/06/10/asamblea-por-el-agua-del-guasco-alto-la-mineria-es-una-pandemia-barrick-no-salva-vidas-las-pone-en-riesgo/>

[xiv] <https://twitter.com/LundinGoldEC/status/1242861473241747458?s=20>

[xv] <https://twitter.com/Ian_H_Lundin/status/1274799403451244557?s=20>

[xvi] Movimiento Socio-Ambiental del Huasco: «La gran minería primero nos mata por contaminación, ahora nos mata por Covid», 29/06/2020. <https://www.facebook.com/AsambleaGuascoAlto/posts/2664294710476714>.

[xvii] El Informe “Voces del territorio” (op. cit.) identificó casos claros en Brazil, Canadá y Panamá donde la contaminación de trabajadores en las minas afectó las comunidades adyacentes a las minas.

[xviii] Quijano, Aníbal. 2014. Cuestiones y Horizontes. De la Dependencia Histórico-Estructural a la Colonialidad/Decolonialidad del Poder. Editado por Danilo Assis Clímaco. Antologías. Buenos Aires: CLACSO.

[xix] Citado en Emiliano Terán Mantovani, “Coordenadas del extractivismo en la pandemia en A. Latina”, ALAI, 27/07/2020. <https://www.alainet.org/es/articulo/208103?utm_source=email&utm_campaign=alai-amlatina>.

[xx] Comunicado de la CONAIE “René Ortiz impulsará la minería a gran escala en medio de covid 19”, 23/04/2020.<https://conaie.org/2020/04/23/gobierno-de-ecuador-reforzara-politicas-extractivistas-en-medio-de-covid-19/>.

[xxi] < https://pactoecosocialdelsur.com>

[xxii] Svampa, Maristella. 2013. “«Consenso de los Commodities» y lenguajes de valoración en América Latina”. Nueva Sociedad 244: 30–46.

[xxiii] Carolina Pizarro, “El futuro de la minería al 2035” La Tercera,11/01/2015. <https://www.latercera.com/noticia/el-futuro-de-la-mineria-al-2035/>

Chile

Sonami califica de “anti-minería” proyecto de glaciares que se discute en el Congreso

“La inclusión del ambiente periglacial y el permafrost prácticamente prohíbe la actividad minera en la cordillera”, expresó Diego Hernández, presidente de la gremial.
5/10/2020
Minería Chilena
El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, valoró el informe realizado por la Comisión Glaciares del Instituto de Ingenieros de Chile, el cual contiene importantes conclusiones y recomendaciones que debieran ser considerados por el Senado al momento de votar el proyecto de ley sobre glaciares.
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Conferencia anual de Sonami tuvo como ejes la recuperación post pandemia y la minería verde

Diego Hernández coincidió con el Instituto de Ingenieros de Chile en cuanto que el proyecto en actual discusión no puede ignorar aspectos técnicos relevantes, ni tener una mirada parcial y sesgada.

De la misma forma, destacó que el documento elaborado por el Instituto de Ingenieros de Chile es un informe serio que pone hincapié en que la regulación actual en materia de evaluación de impacto ambiental “contempla una protección compleja y suficiente”, sin perjuicio del fortalecimiento que se puede hacer de la misma.
Protección de glaciares

El presidente de Sonami coincidió en que una política de protección de los glaciares que responda al interés público “debiera evaluar caso a caso los impactos de los proyectos y no establecer prohibiciones absolutas que impidan a priori su realización”.

Diego Hernández señaló que en el debate respecto de la protección de los glaciares ha habido mitos y desconocimiento, que resulta fundamental corregir.

“La minería comparte la preocupación por los glaciares, pero rechaza el contenido actual de este proyecto, que hemos calificado de anti-minería, ya que la inclusión del ambiente periglacial y el permafrost prácticamente prohíbe la actividad minera en la cordillera. Además, la ambigüedad en las definiciones derivará en una mayor judicialización e incerteza”, concluyó el directivo de la gremial.
https://www.mch.cl/2020/10/05/sonami-califica-de-anti-mineria-proyecto-de-glaciares-que-se-discute-en-el-congreso/

Colombia

Comisión Accidental debatirá el 6 de octubre en plenaria, la defensa del Páramo de Santurbán y evitar que llegue la megaminería a esa reserva

Redacción2 La Libertad – 28/09/2020

Durante el segundo foro “Participación local para la defensa del Páramo de Santurbán, la Comisión Accidental del Senado, escuchó a autoridades locales sobre las garantías, dificultades y propuestas con miras a la preservación de esta reserva natural.

El alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, manifestó que en Colombia en materia de defensa ambiental no se tiene una base técnica para adelantar estos grandes proyectos, que por el contrario se dieron a la tarea de construir los elementos que ponían en riesgo el territorio de los santandereanos privilegiados de esta fuente hídrica de vida.

Por su parte, la alcaldesa del municipio de California, Genny Gamboa, manifestó: “Sí a la minería, pero no así, no creo en la minería bien hecha, es un concepto que solo se queda en estudio. Y según como se estableció en el Plan de Desarrollo lo que se debe propender es por proteger, preservar e invertir. La pequeña minería debe ser legal, productora y cuidadora del medio ambiente del páramo”, indicó.

El diputado del Norte de Santander, Juan Carlos Bocanegra, a su vez dijo que se debe entender que bajo ningún motivo, ni excusa se debe permitir ninguna clase de explotación, y no se debe arriesgar una de las fuentes hídricas más importantes en norte de Santander. “Hemos hecho un memorial para suspender la licencia que se está generando en este momento. No existen condiciones importantes que delimitan este páramo. No se pueden poner en riesgo nuestras fuentes hídricas, a este proyecto se le debe poner una pausa y si es posible ser cancelado, esperamos que esta voz de protesta, de conciencia se escuche en el gobierno, en el ejecutivo y se de una voz de esperanza”

El el desarrollo de esta Comisión Accidental, también intervino el director de Área Metropolitana de Bucaramanga, Samuel Jaimes, quien mediante gráfica explicó en detalle los límites políticos administrativos de vínculos vitales en el área metropolitana de Bucaramanga, haciendo alusión a un estudio realizado que demuestra el abandono del agro, el cambio de uso en la producción que generaría que los suelos se empobrecieron, resultando de ellos una alta demanda de la energía y una reducción hídrica que amenaza el sector. Además, hizo referencia a los impactos sobre movilidad, el sistema vial regional en la multicomplejidad urbana, el impacto en los suelos, tanto rural como urbano, y el deterioro ambiental que pondría en riesgo a todo el sector.

Por su parte, Gregorio Angarita de la Corporación Autónoma Regional Norte de Santander. dijo que “rechazan la minería a gran escala y aseveró que nadie tiene el detalle puntual y exacto de la definición de agricultura de alto y bajo impacto, si se hiciera se le daría confianza y seguridad a los campesinos para que estén seguros y tranquilos de vivir en el sector y así garantizarles una alternativa de sustitución”.

Seguidamente el Alcalde del municipio de Tona, Elkin Pérez Suaréz, aseguró que l”as principales dificultades de los campesinos son la delimitación de páramos, y propuso que el debate por Santurbán se amplíe para que se reconozcan los habitantes del territorio y se les garantice a los ciudadanos el derecho al trabajo, brindándoles la oportunidades a las familias que viven cerca al Páramo.”

El alcalde de Vetas, Hernán Bautista, reiteró “Vetas, ha sido el municipio más afectado por la defensa del páramo, somos líderes que defienden el territorio sin intereses políticos, ni afectar su gente, y no hacemos populismo con el Páramo. Vetas está sufriendo la peor crisis de su historia; pedimos que separen los dos temas: el licenciamiento de un proyecto minero, de su delimitación. Se está afectando a un paraíso minero incrustado en el Páramo de Santurbán donde hay 2.100 habitantes y solo 30 personas no dependen de la minería, los demás todos dependemos de la minería. Se requiere buscar una solución socioeconómica”, precisó.

Mientras, que el director de la Autónoma Regional de Santander, Alex Edit Acosta, aseguró que “con 74 municipios, y bajo la dirección de más de 6 millones de hectáreas, es fundamental poner en marcha las acciones en favor del páramo, así como es fundamental el apoyo para fortalecer el sistema nacional ambiental”.

Senadores de la Comisión Accidental anunciaron debate el próximo 6 de octubre en plenaria

El senador Horacio Serpa, envió un saludo a los Alcaldes de Santander solicitando el apoyo a esta noble causa y también los invitó a buscar una forma de ayudar a estos municipios, una ayuda especial a esos municipios más cercanos a los páramos.

Por su parte, el senador Alberto Castilla, dijo que “esta Comisión Accidental busca analizar las diferentes propuestas y resultados de los territorios en lo que significa preservar este espacio geográfico para Cúcuta, Bucaramanga, Santander y Norte de Santander, su defensa es una apuesta al país y mantener la disposición para preservar la vida y garantizar así la existencia de los pueblos”.

Mientras que el senador, Antonio Sanguino, aseguró que el propósito es defender el Páramo de Santurbán, no sólo como un esfuerzo de movilización, sino una acción de litigio, en una iniciativa que puede articular los distintos actores”.

El senador Juan Carlos García, dijo que “es importante buscar alternativas socioeconómicas en busca de la delimitación y la licencia ambiental, por lo que es fundamental que el 6 de octubre en plenaria de senado se articulen los cuestionarios inmersos con este tema, seguimos construyendo este espacio de participación en defensa de los páramos.”

A su turno, el senador Richard Aguilar, indicó que “hay que revisar la formalización de los mineros, hay que diversificar la economía, el turismo, hay que pensar en la protección de los mineros artesanales y también en su comunidad”.

El senador Carlos Eduardo Guevara, expresó “estaríamos matando el alma del páramo, su producción de agua, las área subterráneas, quedamos sin el alma sustancial de todo su ecosistema. Debemos ir hacia planes concretos de reconversión, sustitución, buscando recursos para estas comunidades que no podemos desplazar sin ninguna alternativa económica, que ellos tengan recursos como protectores de páramos”.

La senadora Angélica Lozano, dijo: “mi reconocimiento a los trabajadores artesanales ancestrales con su disposición a corregir y adaptarse a los correctivos, ellos han cuidado el páramo por siglos. Quieren, saben adaptarse, ajustarse y no quieren utilizar mercurio. Ellos saben adecuarse a nuestra realidad, han cuidado el páramo por siglos. Tenemos la certeza que estamos en la lucha”.

También la senadora Sandra Ramírez, expresó “tenenos problemas comunes, pero queremos buscar una solución común. Gracias por los insumos, estamos coordinados a hacer la pelea por la defensa de nuestro territorio”.

Finalmente, el Senador Jaime Durán, presidente de esta Comisión accidental, convocó para el próximo 6 de octubre al debate en plenaria y dijo que se desarrolló un foro con altura y se escuchó a los diferentes sectores frente al tema del páramo de Santurbán, “debemos seguir exponiendo nuestras ideas, seguir con vehemencia en contra de la posibilidad de la explotación minera en el páramo de Santurbán”.

HL

#DIARIOLALIBERTAD

Perú

GRANDES MINERAS PRESENTAN UN 61 POR CIENTO DE AUMENTO DE CASOS DE COVID-19

Imagen: Campaña SOS Mineros
Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú
Entre las grandes compañías mineras se registraron más de 4,600 casos confirmados, un incremento de 61% de casos de contagios de COVID-19 respecto a la cifra de julio pasado, según información obtenida por el portal Convoca.pe.

Según el portal de investigación, las compañías Consorcio Minero Horizonte, Miski Mayo, Marcobre, así como empresas vinculadas al grupo Benavides y a la transnacional brasileña Votorantim, son las mineras que han reportado ante el Ministerio de Energía y Minas el mayor número de trabajadores contagiados hasta el 24 de agosto.

Esta cifra reciente corresponde a registros de las empresas realizados entre el 14 de julio y el 24 de agosto (41 días), que fueron presentados al Minem. De los 4,634 casos mencionados, 2,224 se confirmaron con las pruebas moleculares.

Entre las empresas que más casos de trabajadores contagiados reportaron, luego de que se les realizara pruebas rápidas, están el Consorcio Minero Horizonte (1082), Compañía Minera Miski Mayo (1064), Compañía de Minas Buenaventura (604), Nexa Resources Perú (362), Minera Yanacocha (292), Compañía Minera Coimolache (246), Marcobre (212) y Nexa Resources El Porvenir (212).

Convoca.pe solicitó al Minem los casos COVID-19 reportados por empresas contratadas por las compañías mineras para que les brinden servicios especializados. En respuesta oficial, el Ministerio de Energía y Minas señaló que no cuenta con la información solicitada y no tiene la obligación de producirla.

Según información estadística del propio Minem, hasta agosto de 2019, el 68.1% de trabajadores de la mediana y gran minería pertenecen a compañías contratistas y no forman parte de la planilla de los titulares mineros.

En ese sentido, tanto la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú – FNTMMSP y CooperAcción mantienen activa la campaña SOS Mineros, que busca que las autoridades brinden la información oficial de contagios en el sector, así como de las acciones de fiscalización de los protocolos sanitarios y derechos laborales de los trabajadores mineros. Queda claro que la cifra de contagios y decesos en este sector podría ser mayor, pero no hay certeza debido a la falta de transparencia y fiscalización sobre este delicado tema.

Colombia

Se completa un mes de huelga en Cerrejón y no se vislumbra un acuerdo

La huelga deja hasta el momento unos 217 mil millones de pesos en pérdidas para el país.
Los trabajadores han realizado manifestaciones en medio de la huelga.
Foto:Cortesía
30/09/2020
Se completan 31 días de parálisis por conflicto laboral en el complejo minero de la empresa Cerrejón, sin que hasta el momento las comisiones negociadoras de la empresa y del sindicato mayoritario de Trabajadores de la Industria del Carbón (Sintracarbón) reanuden el diálogo.

Esto representa más de 217 mil millones de pesos en pérdidas, en un momento tan crucial para la economía del país y de las regiones por la pandemia del covid-19.

Ambas partes han anunciado su disposición al diálogo, pero permanecen radicales en sus diferencias: el cambio de turno, o mal llamado ‘turno de la muerte’.

La carbonera insiste en su implementación para garantizar su sostenibilidad, señalando además que no hace parte de la negociación de la Convención Colectiva de Trabajo (CCT), mientras que el sindicato solicita la realización de una mesa técnica para su implementación ya que afecta de manera directa varios puntos de la convención.

“Cerrejón está abierto a negociar con Sintracarbón sobre tres principios: que se realice en un ambiente de respeto mutuo, que se haga en el marco del pliego de peticiones presentado por Sintracarbón y la denuncia presentada por la empresa, y que se tenga en cuenta la crisis que afronta la compañía”, indicó en un comunicado.

Otro de los aspectos está relacionado con la salida de unas 1.250 personas por parte de la carbonera con la implementación del cambio de turno de acuerdo con lo denunciado por Sintracarbón.

En un vídeo que se filtró y que al parecer hace parte de una charla virtual en la que la presidenta Claudia Bejarano habla con sus empleados sobre la negociación se confirma en parte esta información.

En el vídeo, Bejarano responde una de las preguntas relacionadas con la salida de 1.250 trabajadores y asegura que “no es cierto, con este turno se elimina una cuadrilla, estamos hablando de un poquito del 50 por ciento de esa cifra, de alrededor de 600 o 700 personas y no son 1.250 personas”.

Estas declaraciones generaron un pronunciamiento del sindicato. “Sintracarbón sostiene y sabe que son más de los que afirma la presidenta de la multinacional, confirma con esta declaración una de las principales razones que hoy nos tienen en el día 30 de la huelga: la protección al empleo de más de 3.500 familias que quedarían sin sustento de implementarse el nefasto turno”.

Mientras tanto, la intermediación del Ministerio de Trabajo ha sido improductiva. Hace 15 días propuso una hoja de ruta para abordar el diálogo entre las partes.

Cada una realizó sus respectivos comentarios al documento y aún sigue sin definirse el tema. De manera urgente, el sindicato hizo un llamado al Ministerio para que cite a las partes, así existan posiciones contrarias ya que es el único mecanismo de buscar una salida.

A través de un comunicado, la Cámara de Comercio de La Guajira exhortó a las partes a sentarse a dialogar e identificar puntos de encuentro que permitan de manera inmediata retomar la operación minera en el departamento.

“Es relevante considerar que el desarrollo del departamento se agrava con la parálisis de la actividad de mayor contribución económica, como lo es la explotación minera, pues representa el 38,9 por ciento del PIB departamental a 2019 y una de las mayores generadoras de puestos de trabajo entre directos e indirectos en el territorio”, indicó el director de la Cámara de Comercio de La Guajira, Álvaro Romero.

Más de 10 mil trabajadores, entre directos e indirectos, se encuentran cesantes con la huelga, que ya comienza a impactar la economía de la región.

Así las cosas, esta sería la huelga más larga en Cerrejón, debido a que la desarrollada en 2013 duró 32 días. En esa oportunidad, las pérdidas superaron los 172 mil 800 millones de pesos y se dejaron de exportar alrededor de unas 3 mil 200 millones de toneladas de carbón.
Denuncian sobrecupos en lanchas y aglomeraciones en Playa Blanca
La extraña desaparición de una mujer que tiene consternada a Armenia
¡Histórico! Nació el primer flamenco en el zoológico de Barranquilla

Eliana Mejía
Especial para EL TIEMPO
Riohacha
https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/un-mes-de-la-huelga-en-cerrejon-en-la-guajira-540782

Bolivia

ARRASÓ UN ROTUNDO “NO” A EXPLORACIÓN Y EXPLOTACIÓN MINERA EN CHALLAPATA, RESULTADO DE LA CONSULTA EN LA COMUNIDAD ACALLAPU

23/09/2020
¡No a la Minería, Si a la Vida!!!
No a la explotación minera
Lechería SI, Minería NO
Agua para la Vida, No para la mina
El Pueblo pide respeto a la agricultura ecológica
Son algunos de los mensajes expresados en carteles, en un acto de Consulta convocado por la AJAM (Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera) a las comunidades indígenas, originarias y campesinas de Acallapu y Tolapujro Cepeda, estuvieron presentes también los jueces de agua, el directorio de la Asociación de Usuarios de la Represa de Tacagua, y la Corte Electoral en calidad de veedores. Hoy 23 de septiembre de 2020 en la comunidad de Acallapu – Challapata, un rotundo NO a la exploración y explotación minera fue el resultado de la primera consulta y será la constante en caso nuevas consultas.

“Nosotros como comunidad de Acallapu NO estamos de acuerdo con ninguna actividad minera, ni por muy pequeña que sea, NO queremos, queremos vivir con la agricultura y la ganadería tal como hemos vivido desde tiempos ancestrales, abuelos, tatarabuelos, que va a ser de nuestros hijos de nuestros nietos si entra la minería… nuestro rotundo rechazo a la exploración y explotación minera, nadie está de acuerdo con la minería en Challapata hace muchos años que estamos en Resistencia y va a ser muy difícil que alguien o alguna empresa transnacional o cualquiera que sea, entre a dañar el agua, la lechería y la vida con la minería, yo he crecido en un centro minero pero que ha quedado en ese lugar contaminación y ruinas, por eso No a la Minería” Sullka Kamachi de la Comunidad Acallapu Carmelo Ayala.

La empresa minera El Buen Samaritano presentó su plan de trabajo minimizando los impactos, los comunarios expresaron su rechazo, asi también los Regantes de Tacagua en la voz de su Presidente Sr. Edgar Pillco:

“Desde el año 92 estamos diciendo No a la Minería, a cuantas minas hemos rechazado desde esa época y ahora con engaños nos dice que una cuadricula nomas van a querer explotar, eso es mentira…Si la contaminación va a llegar no va a ser solo a las dos comunidades, va a ser a todo el sistema de riegos Tacagua, nosotros como regantes nos hemos movilizado con esta preocupación, con las autoridades originarias, con el alcalde y concejales hemos entregado pronunciamientos a la AJAM y a autoridades nacionales, haciendo conocer que no estamos de acuerdo con ninguna explotación minera y el rechazo es rotundo.

Las mujeres de las comunidades y que son parte de la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, activas en toda la resistencia a la minería contaron:

En una sola voz hemos silbado, hemos gritado porque esta empresa quiere abrir el camino para otras empresas transnacionales, no necesitamos que nos explique nada este minero, has comido de la ganadería y ahora quieres traer contaminación, ahorita te vamos a llevar las mujeres como al Gabarito le hemos hecho, mejor ándate calladito ya no insistas (dirigido al empresario minero) señalo Noemy Cuizara del directorio de la RENAMAT y Regante de Tacagua.

A la conclusión de la consulta el responsable de la consulta técnico de la AJAM manifestó:

“Nosotros somos solo funcionarios públicos que velamos los intereses del Estado y de la actividad minera, por eso se ha realizado la consulta para recibir su opinión de cada uno de ustedes, al ver este rechazo rotundo es que se da por concluido el acto administrativo”

Aun se espera la resolución de la AJAM, hay emergencia permanente de los regantes de Challapata pero también hay claridad que NO quieren minería, que tiene su vocación productiva y se debe respetar su libre determinación.

Acompañamiento: Colectivo CASA – Bolivia

Acallapu, 23 de septiembre de 2020
Esta respuesta y desinterés del Órgano Legislativo y de los Tres Órganos del Estado e Instituciones del Estado que deberían proteger la ecología y biodiversidad que tenemos exuberante a la vez frágil en Panamá no nos extraña cuando tenemos gobiernos con poca o nula vocación ambientalista que apoyan y privilegian las actividades destructivas del extractivismo, evidencia inequívoca de que en lugar de proteger nuestra ecología privilegian a los empresaurios neoliberales del capitalismo salvaje.

¿Qué tenemos que hacer los ciudadanos Panameños y ambientalistas que apreciamos nuestra ecología y biodiversidad? Recordarle a nuestros gobernantes que relean en la Constitución Política de la República de Panamá el capítulo VI que protege la Ecología para que actúen de manera responsable congruente con el cuidado protección de nuestra ecología y para ello hay que realizar acciones concretas para prohibir esta destructiva actividad en Panamá.

Necesitamos Volver a Leer y enterarnos del Capítulo Ecológico de la Constitución. Para Respetarlo hacerlo respetar y cumplir por todos los Panameños ciudadanos y Gobernantes.

Ante las fallidas gestiones, de nueva cuenta solicitamos a los grupos ambientalistas y a la sociedad Civil volver a entregar en La Asamblea Nacional el Proyecto de Ley que prohíbe la mega minería en Panamá, darlo a conocer por todos los medios de comunicación para que todos nos enteremos, cabildearlo y darle seguimiento hasta lograr el objetivo.

Ante la creciente -indignación de los ciudadanos panameños y ciudadanos del mundo ecologistas solidarios con Panamá y la biodiversidad el Planeta también nos apoyan en nuestra lucha contra la mega minería. De la manera más Respetuosa y solidaria le Solicitamos al Presidente de la República de Panamá Laurentino Cortizo Cohen nos escuche y realice las gestiones necesaria hasta dictar la moratoria hasta que se prohíba de manera definitiva la mega minería en todo Panamá.

Un llamado a la conciencia de todos los Panameños. Para que unidos todos sin diferencia alguna luchemos por nuestros Grandes problemas y objetivos Nacionales uno de ellos es

1.Defendamos la integridad, contribuyamos de manera responsable a la preservación de nuestra biodiversidad y luchemos hasta lograr el cierre de la mega minería en todo Panamá.

Los gobernantes de Panamá que aprobaron las exploraciones de la mega minería permitieron la posterior instalación el avances y explotación de esta minería mostraron poca conciencia ecológica, violaron el Régimen Ecológico de nuestra Constitución.

Roberto Bueno en su artículo La recolonización de América Latina el gran saqueo imperial Nos dice: “Este sistema crea las condiciones ideales para la explotación radical de todo tipo de recursos naturales, al límite de incluso comprometer el medio ambiente, cuya última frontera que no duda en cruzar es la propia imposibilidad de la vida. Este modelo cuya supremacía está ocupada por el economicismo-extractivismo ( 7 ) de la expropiación colonialista siempre ha sido extremadamente crudo y genocida, ya sea perpetrando públicamente a la vista, o mediante la supresión de todos los medios indispensables para la vida y provocando así muertes masivas a sonreír. Fuente Alainet 18 09 2020 https://www.alainet.org/es/node/208952

 

Panamá

Panamá a 6 años de entregar a la Asamblea Nacional el Proyecto de Ley que prohíbe la mega minería.


El avance de la mega minería en Panamá y los demás países de Latinoamérica es la evidencia del Neoliberalismo, el Capitalismo salvaje depredador.
Dr. Jorge E. Macías Jaramillo (*)
Con los objetivos de frenar los graves daños ecológicos que la mega minería (minería metálica a cielo abierto) impone a nuestros bosques primario de altura, en la cordillera central a ríos, fauna y evitar el despojo de las tierras de los campesinos y población originaria en las montañas, Las (los) Panameñas (os) tenemos que unirnos todos sin diferencia alguna hasta lograr el cierre de la mega minería en Panamá.

En Panamá La “Minería arrasa con bosques del Corredor Biológico Mesoamericano. Las fotografías aéreas muestran la devastación que ocasiona la minería a cielo abierto en cerro Petaquilla a 180 kilómetros de la ciudad Capital.

La deforestación empezó con la explotación de oro por la empresa de capital panameño Petaquilla Gold y ha continuado con la explotación de cobre por parte de Minera Panamá, subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals” ….

Las impresionantes fotografías aéreas “que muestra José Arcia ”(1) dan cuenta de la extensa y severa deforestación que ocasiona la mega minería, al arrasar y profundizar hacia el interior de la zona rocosa (la mega minería profundiza 500 a 700 metros vertical hacia el interior de las rocas dejan profundas cavidades) inhabitables donde jamás se realizará otra actividad y es imposible la reforestación en estas zonas donde se acumulará y estancará agua serán criadero de mosquitos que traerán nuevas epidemias en Panamá y el interior del país.

El Parlamento europeo prohibió la minería a cielo abierto con cianuro (2)

La mayoría de países en Europa y algunos de Centro América (3)(4) han prohibido la mega minería por sus comprobados daños a la biodiversidad y a los trabajadores mineros. Me llama la atención que en Panamá los Órganos del Estado (en franca violación a la Constitución Política de la República de Panamá)(5) no han prohibido la mega minería en Panamá. En un país donde no necesitamos realizar la mega minería porque debemos cuidar nuestra riqueza forestal y porque somos un país con vocación por brindar servicios comerciales, turísticos, transporte et.

Recordamos que hace 6 años el 19 de Septiembre de 2014 (durante el Gobierno del Ex Presidente Juan Carlos Varela (de julio de 2014 al 1 de julio de 2019) (6) grupos ambientalistas y de la sociedad Civil entregaron en La asamblea Nacional el Proyecto de Ley que prohíbe la mega minería en Panamá, al que le dieron la espalda lo archivaron en lo más oscuro y frio de las gavetas de la Asamblea Nacional como muestra de irresponsabilidad ecológica y que poco les importó con las peticiones de los Ambientalistas y ciudadanos Panameños.

Esta respuesta y desinterés del Órgano Legislativo y de los Tres Órganos del Estado e Instituciones del Estado que deberían proteger la ecología y biodiversidad que tenemos exuberante a la vez frágil en Panamá no nos extraña cuando tenemos gobiernos con poca o nula vocación ambientalista que apoyan y privilegian las actividades destructivas del extractivismo, evidencia inequívoca de que en lugar de proteger nuestra ecología privilegian a los empresaurios neoliberales del capitalismo salvaje.

¿Qué tenemos que hacer los ciudadanos Panameños y ambientalistas que apreciamos nuestra ecología y biodiversidad? Recordarle a nuestros gobernantes que relean en la Constitución Política de la República de Panamá el capítulo VI que protege la Ecología para que actúen de manera responsable congruente con el cuidado protección de nuestra ecología y para ello hay que realizar acciones concretas para prohibir esta destructiva actividad en Panamá.

Necesitamos Volver a Leer y enterarnos del Capítulo Ecológico de la Constitución. Para Respetarlo hacerlo respetar y cumplir por todos los Panameños ciudadanos y Gobernantes.

Ante las fallidas gestiones, de nueva cuenta solicitamos a los grupos ambientalistas y a la sociedad Civil volver a entregar en La Asamblea Nacional el Proyecto de Ley que prohíbe la mega minería en Panamá, darlo a conocer por todos los medios de comunicación para que todos nos enteremos, cabildearlo y darle seguimiento hasta lograr el objetivo.

Ante la creciente -indignación de los ciudadanos panameños y ciudadanos del mundo ecologistas solidarios con Panamá y la biodiversidad el Planeta también nos apoyan en nuestra lucha contra la mega minería. De la manera más Respetuosa y solidaria le Solicitamos al Presidente de la República de Panamá Laurentino Cortizo Cohen nos escuche y realice las gestiones necesaria hasta dictar la moratoria hasta que se prohíba de manera definitiva la mega minería en todo Panamá.

Un llamado a la conciencia de todos los Panameños. Para que unidos todos sin diferencia alguna luchemos por nuestros Grandes problemas y objetivos Nacionales uno de ellos es

1.Defendamos la integridad, contribuyamos de manera responsable a la preservación de nuestra biodiversidad y luchemos hasta lograr el cierre de la mega minería en todo Panamá.

Los gobernantes de Panamá que aprobaron las exploraciones de la mega minería permitieron la posterior instalación el avances y explotación de esta minería mostraron poca conciencia ecológica, violaron el Régimen Ecológico de nuestra Constitución.

Roberto Bueno en su artículo La recolonización de América Latina el gran saqueo imperial Nos dice: “Este sistema crea las condiciones ideales para la explotación radical de todo tipo de recursos naturales, al límite de incluso comprometer el medio ambiente, cuya última frontera que no duda en cruzar es la propia imposibilidad de la vida. Este modelo cuya supremacía está ocupada por el economicismo-extractivismo ( 7 ) de la expropiación colonialista siempre ha sido extremadamente crudo y genocida, ya sea perpetrando públicamente a la vista, o mediante la supresión de todos los medios indispensables para la vida y provocando así muertes masivas a sonreír. Fuente Alainet 18 09 2020 https://www.alainet.org/es/node/208952

 

(1)José Arcia Panamá: minería arrasa con bosques del Corredor Biológico Mesoamericano

En Mongabay 18 Diciembre 2018 https://es.mongabay.com/2018/12/panama-mineria-bosques-del-corredor-biologico-mesoamericano

 

(2) Petrolnews 19 mayo 2010 https://www.petrolnews.net/noticia.php?ID=8c820426850b1765bb54cd60e6ab6a7f&r=13553

(3) Costa Rica prohíbe la minería de oro a cielo abierto…Acaba de convertirse en el primer país de América Latina en prohibir la minería de oro a cielo abierto y el uso de sustancias tóxicas en minería…cianuro y mercurio. 11 de Noviembe4 2010

Fuente Salva la selva https://www.salvalaselva.org/exitos/3196/costa-rica-prohibe-la-mineria-de-oro-a-cielo-abierto

(4) Un día Histórico: como El salvador logró prohibir por Ley la minería metálica en el País. Juan Paullier BBC Mundo, 31 marzo 2017

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-39451498

 

(5)CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REP. De PANAMÁ Capítulo 7. REGIMEN ECOLOGICO

Publicado en la Gaceta Oficial No. 25176 del 15 de noviembre de 2004.

Artículo 118 Es deber fundamental del estado garantizar que la población viva en un ambiente sano y libre de contaminación…

Artículo 119. El Estado y todos los habitantes del Territorio nacional tienen el deber de propiciar un desarrollo social y económico que prevenga la contaminación del ambiente mantenga el equilibrio ecológico y evite la destrucción de los ecosistemas.

Artículo 120. El estado reglamentará, fiscalizará y aplica oportunamente las medidas necesarias para garantizar que la utilización y el aprovechamiento de la fauna terrestre, fluvial y marina, , así como de los bosques, tierras y aguas…se evite su depredación y se asegure su preservación renovación y permanencia.

Artículo 121. La Ley reglamentará el aprovechamiento de los recursos naturales no renovables, a fin de evitar que del mismo se deriven perjuicios sociales, económicos y ambientales.

(6) Ricardo Martinelli Presidente (1 julio 2009 a 30 junio2014) en lugar de dictar Decreto para prohibir la mega minería, en todo foro Internacional de Presidentes y Hombres de negocios que participó les invitó para que invirtieran en este negocio en Panamá.

(7)La mega minería que se desarrolla en Panamá es un ejemplo de extractivismo.

Consecuencias del Extractivismo: cambio climático, agotamiento del suelo, deforestación, pérdida de la soberanía alimentaria, disminución de la biodiversidad y contaminación del agua.

Eduardo Gudynas: extractivismo son la apropiación de grandes volúmenes de recursos naturales, o bajo procedimientos muy intensivos, donde la mitad o más son destinados a la exportación a los mercados globales: la megaminería a cielo abierto, las plataformas petroleras en la Amazonia. El término responde a los movimientos sociales que reaccionaban contra esos emprendimientos por sus impactos, y al dejar en claro que implican una subordinación a la globalización..

Fuente: Consecuencias del extractivismo en América Latina Eduardo Gudynas http://www.laizquierdadiario.com/Consecuencias-del-extractivismo-en-America-Latina

Panameños despierta. Arriba corazones Unidos todos para prohibir la mega minería.

(*) Jorge E. Macías Jaramillo. Ecologista. Médico Cirujano Post grado Pediatría. Especialidad Medicina de Adolescentes

Colombia

EXPERTO DE LA ONU PIDE CESAR LAS ACTIVIDADES DE LA MINA EL CERREJÓN EN COLOMBIA

29/09/2020
Experto de la ONU pide cesar las actividades de la mina El Cerrejón en Colombia
El relator especial de la ONU sobre derechos humanos y el medioambiente pidió este lunes a Colombia que suspenda, al menos temporalmente, las actividades de la mina de carbón El Cerrejón, ya que daña gravemente el medioambiente y la salud del pueblo indígena Wayúu. El yacimiento es el más grande a cielo abierto de América Latina y limita con las tierras comunales protegidas de esa comunidad.
Fuente: Noticias de la ONU

«Llamo a Colombia a implementar las directrices de su Corte Constitucional y a hacer más para proteger a la vulnerable comunidad Wayúu de la reserva indígena de Provincial contra la contaminación de la mina El Cerrejón y contra la COVID-19», manifestó David Boyd, quien especificó que durante la pandemia deberían suspenderse las operaciones en el sitio de Tajo Patilla, cerca de la reserva indígena.

Boyd explicó que el hecho de respirar aire contaminado y carecer de acceso a agua potable debido a las actividades mineras incrementa el riesgo de enfermedades para estas personas y que durante la pandemia del coronavirus esta situación puede convertirse en una amenaza mortal.

«La ciencia es clara: las personas que viven en zonas que presentan niveles más altos de contaminación del aire -como la de los alrededores de la mina El Cerrejón-, se enfrentan a un mayor riesgo de muerte prematura por COVID-19», dijo.

Pese a una resolución judicial emitida el pasado mes de diciembre donde se ordenaba a las autoridades colombianas y a los dueños de la mina mejorar la calidad del aire y disminuir el impacto de la actividad minera en la comunidad, el experto indicó que no se tomaron las medidas suficientes para proteger a los miembros de la comunidad Wayúu en el resguardo indígena de Provincial.

La sentencia dispuso “que la empresa había perjudicado la salud de los residentes de la reserva indígena de Provincial al contaminar el aire, el agua y la vegetación, así como por el ruido y las vibraciones de la minería”.

Graves riesgos sanitarios para la comunidad Wayúu
Debido a la constante actividad minera las 24 horas del día durante toda la semana, y al uso de máquinas pesadas y explosivos, las personas que viven en las cercanías del yacimiento padecen diversas molestias como dolores de cabeza, trastornos respiratorios, tos seca, ardor en los ojos y visión borrosa. Las explosiones provocan temblores en las casas y lanzan partículas de carbón al aire, al agua y al terreno.

La compañía también provoca la contaminación de los recursos acuíferos no sólo al desviar y usar un gran número de arroyos y afluentes, sino también al verter agua contaminada con metales pesados y productos químicos.

En respuesta a esta situación, la empresa transportó agua a los residentes en camiones cisterna. Sin embargo, Boyd indicó que la contaminación acuífera impidió que las comunidades tuvieran acceso a agua limpia desde el inicio. «Esto ha hecho que la comunidad Wayúu dependa en mayor medida de fuentes alternativas de agua, lo que la deja más expuesta al riesgo de COVID-19», recalcó.

«Es absolutamente vital que Colombia proteja los derechos de los pueblos indígenas a la vida, la salud, el agua, el saneamiento y a un medio ambiente seguro, limpio, sano y sostenible, deteniendo la minería cerca de la reserva Provincial hasta que pueda realizarse de forma segura», concluyó el relator especial.

La empresa minera Cerrejón funciona de manera independiente y pertenece en partes iguales a las filiales de las empresas mineras internacionales BHP, Anglo American y Glencore.

Los Relatores Especiales forman parte de lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones de países específicos o de cuestiones temáticas en todas las partes del mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan servicios a título individual.

Experto de la ONU pide cesar las actividades de la mina El Cerrejón en Colombia