Frente al actuar irresponsable del Estado chileno que ha sumido a nuestro Valle del Huasco en una profunda crisis ambiental que amenaza la vida de las comunidades y sus habitantes, los vecinos y vecinas soberanos de este territorio, nos organizamos y movilizamos para defender el lugar donde vivimos, nuestra cultura y nuestra historia.
Declaramos al actual modelo económico irracional e inhumano y su institucionalidad, como la causa principal de la grave crisis ambiental. El ecosistema de este Valle, última frontera verde antes del desierto, ha sido dañado profunda e irreversiblemente por empresas extranjeras, mineras, energéticas y agroindustriales que depredan sin freno nuestros recursos con el solo afán de enriquecerse sin importarles el sacrificio del Río y de las comunidades ancestralmente asentadas en su basto territorio.