Internacional

El Defensor del Pueblo critica la falta de control de la Xunta sobre los daños causados por las minas de pizarra

«Lo informado por la Consejería de Economía no acredita el correcto ejercicio de las potestades que tiene atribuidas para garantizar que la minería se desarrolle de forma sostenible y con respeto al medio ambiente». Con esta rotundidad se manifiesta el Defensor del Pueblo sobre la falta de control de la Xunta de Galicia sobre la actividad y los efectos de las numerosas canteras de pizarra existentes en la comarca de Valdeorras, uno de los asuntos que el órgano ha investigado en los últimos meses y que recoge en su informe anual, entregado esta semana al Congreso de los Diputados.

La oficina dirigida desde julio de 2017 por Francisco Fernández Marugán y antes por Soledad Becerril (que firma las comunicaciones),  se dirigió a las consejerías de Economía e Industria y de Medio Ambiente y también a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) para conocer el impacto medioambiental provocado por la industria extractiva en esta comarca, especialmente en lo referido a la red hidráulica y al paisaje, para profundizar en el estado de los procesos de restauración en aquellas explotaciones ya abandonadas y comprobar que las dos administraciones llevaban a cabo las funciones de inspección y control a las que están obligadas. Sin embargo, según concluye en su informe, las respuestas facilitadas por Xunta y CHMS fueron insatisfactorias. «De la información recibida se deduce que las administraciones no conocen con precisión el estado de las explotaciones mineras en una zona donde se desecaron canales, se contaminaron ríos y se realizaron depósitos de residuos incontrolados», señala.

El Defensor del Pueblo critica que la Consejería de Industria «no informa con suficiente detalle sobre los resultados de las inspecciones practicadas en relación con el daño ambiental causado, ni del cumplimiento por los operadores de las obligaciones ambientales impuestas; ni tampoco sobre la suficiencia de las garantías prestadas para acometer la restauración ambiental, ni sobre las actuaciones realizadas o en curso para reparar el daño, ni de las explotaciones abandonadas». Le recuerda además a la Consejería que debe realizar «las comprobaciones necesarias y pedir la documentación e información precisa para el seguimiento y vigilancia de las declaraciones ambientales, así como comprobar el cumplimiento de la normativa minera», lo que incluye «la comprobación de que la entidad explotadora adoptó todas las medidas necesarias para prevenir o reducir dentro de lo posible cualquier efecto negativo sobre el medio ambiente y sobre la salud de las personas».

Sobre la Consejería de Medio Ambiente, el Defensor del Pueblo afirma que «no conoce con precisión el estado de las explotaciones mineras en la zona objeto de queja y su afección al medio ambiente, a pesar de las facultades que la Ley de protección del medio ambiente de Galicia le atribuye». «La Consejería debe actuar para corregir la situación descrita, solicitando información y denunciando actos y exigiendo el cumplimiento de las leyes, tanto si existe pronunciamiento ambiental previo formalizado o no», concluye.

Con respeto a los gestores de la Confederación Hidrográfica, el Ombudsman estatal alerta de un retraso «en ocasiones de más de cuatro años» en la comprobación «del cumplimiento de los deberes de restauración de los daños y perjuicios producidos al dominio público hidráulico en la zona explotada por las pizarreras». Y subraya el «mal estado» del río Casaio «debido a una concentración relativamente elevada de metales pesados procedentes de la actividad extractiva», según reconoce la propia CHMS.

El Defensor del Pueblo pide una actuación conjunta de las administraciones minera (la Consejería de Industria), ambiental y hidráulica para «evaluar conjuntamente el alcance del problema ambiental existente y ordenar las actuaciones que deban acometerse para la reparación del daño». Recuerda además que «una vez producido el daño ambiental la Administración suele encontrar graves dificultades para repararlo: la imposibilidad de localizar a los responsables, o la insolvencia de estos; la prescripción de las infracciones o la caducidad de los procedimientos sancionadores».

Y concluye que «el ejercicio sostenible de la actividad minera no consiste exclusivamente en reparar el daño ambiental causado, sino sobre todo en lograr que la actividad extractiva se desarrolle de forma compatible con el entorno, lo cual no ocurre si se desecan canales, se contaminan ríos, se daña el hábitat y se realizan depósitos de residuos incontrolados».

Hace tres años la Oficina del Defensor del Pueblo ya criticó la pasividad de la Xunta ante las empresas mineras, haciendo referencia a la explotaciones de Carballeda de Valdeorras y a la mina de cobre y oro de Touro. Este tema fue también analizado por la Oficina del Valedor do Pobo (su homóloga gallega) en su informe de hace dos años, en el que recogía su investigación sobre la restauración de los daños provocados al dominio público hidráulico por las canteras de la comarca de Valdeorras. Aunque sus conclusiones eran bastante benevolentes con la actuación del Gobierno gallego y la Confederación Hidrográfica, la Valedora señalaba que varias de las explotaciones carecían de planes de restauración y garantías financieras.

Fuente:https://www.eldiario.es/galicia/Defensor-Pueblo-critica-Xunta-causados_0_752775756.html

Ecuador

Ecuador: Hostigamiento judicial contra defensores amazónicos

(Nueva York) – El gobierno del expresidente Rafael Correa empleó de manera abusiva el sistema de justicia penal para actuar contra ambientalistas y líderes indígenas que se manifestaron contra proyectos de minería y exploración petrolera en la Amazonía, señaló Human Rights Watch en un informe divulgado hoy. Aunque estas organizaciones trabajan con mayor libertad desde que Lenín Moreno asumió la presidencia, los procesos abusivos iniciados por su antecesor siguen sin ser tratados.

El informe de 32 páginas, “Amazónicos ante la injusticia: Hostigamiento judicial de líderes indígenas y ambientalistas en Ecuador”, evidencia que en tres casos destacados los fiscales no presentaron pruebas suficientes que dieran sustento a graves acusaciones o que justificaran que una investigación penal se prolongara varios años. El 28 de marzo de 2018, la corte provincial de Morona Santiago se pronunciará en el caso del líder indígena shuar Agustín Wachapá, por haber presuntamente incitado a la violencia a través de una publicación en Facebook. El 16 de marzo, la misma corte ordenó la detención de Pepe Acacho, otro líder indígena shuar, para que cumpliera una pena de cárcel por un cargo por el cual nunca tuvo oportunidad de defenderse durante el juicio. El tercer caso es una investigación penal sobre seis líderes indígenas y una ambientalista que ha permanecido abierta cuatro años y medio, a pesar de que no se esgrimieron pruebas de actos ilícitos.

“El Presidente Correa denigró por cadena nacional de televisión a líderes indígenas y ambientalistas que se oponían a proyectos del sector extractivo en la Amazonía, mientras que su Ministerio del Interior buscó encarcelar a esos líderes y clausurar sus organizaciones”, señaló Daniel Wilkinson, director adjunto para las Américas de Human Rights Watch. “Aunque el Presidente Moreno ha terminado con el hostigamiento, y las organizaciones ambientalistas ahora actúan con mayor libertad, lamentablemente los procesos judiciales abusivos continúan”.

Las autoridades ecuatorianas deberían asegurarse de que ninguno de estos líderes cumpla penas de prisión por cargos que no puedan fundamentar o que no se hayan probado ante un tribunal.

En su programa semanal de televisión, Correa denigró en reiteradas ocasiones a los líderes de protestas contra sus políticas ambientales, e instó a que fueran sancionados. En 2013, el gobierno de Correa disolvió arbitrariamente la Fundación Pachamama, una de las organizaciones ambientales más reconocidas del país. En 2016, intentó hacer lo mismo con otra importante organización ambiental, Acción Ecológica, pero dio marcha atrás luego de que la decisión provocara condena internacional. Cinco relatores especiales de las Naciones Unidas describieron el intento de cerrar la organización como parte de una “estrategia para asfixiar a la sociedad civil”.

El Ministerio del Interior presentó una denuncia penal contra Wachapá en 2016, lo cual motivó que un fiscal lo acusara de “incitación a la violencia”. Wachapá fue detenido y pasó cuatro meses en prisión preventiva en una cárcel de máxima seguridad, a 300 kilómetros de su familia. Human Rights Watch tuvo acceso al expediente y el único elemento de prueba relevante es una declaración ambigua publicada en Facebook que, a criterio de Human Rights Watch, es demasiado débil para sustentar las graves acusaciones de la fiscalía.

En 2010, un fiscal acusó a Acacho de “terrorismo” por supuesta incitación a la violencia durante una protesta organizada en 2009 por la comunidad shuar contra una nueva ley de minería. En 2013, un tribunal lo declaró culpable y lo condenó a 12 años de cárcel. Human Rights Watch consultó los documentos del juicio, incluidas las transcripciones de los testimonios, y no encontró pruebas creíbles que justificaran la condena contra Acacho por el delito de terrorismo.

El Presidente Correa denigró por cadena nacional de televisión a líderes indígenas y ambientalistas que se oponían a proyectos del sector extractivo en la Amazonía, mientras que su Ministerio del Interior buscó encarcelar a esos líderes y clausurar sus organizaciones.

Acacho apeló la decisión ante la Corte Nacional de Justicia, que en enero de 2018 revocó la condena por terrorismo, pero lo condenó por “ilegalmente imp[edir] el libre tránsito de vehículos, personas o mercaderías” y le fijó una pena de ocho meses de cárcel. En realidad nunca fue juzgado por este delito, y no tuvo el motivo ni la oportunidad para objetar los hechos sobre los que se basó la acusación durante el juicio por terrorismo. La justicia ordenó su detención el 16 de marzo, horas después de que su abogado defensor presentara un recurso constitucional que podría anular su condena. Podría ser obligado a cumplir una pena de cárcel por un delito del que nunca tuvo la oportunidad de defenderse en juicio.

En 2013, funcionarios del gobierno de Correa presentaron una denuncia penal contra seis líderes indígenas y una ambientalista que protestaron contra la exploración petrolera en la Amazonía. El Presidente Correa había respondido por televisión nacional a un incidente aislado de violencia ocurrido en la protesta, calificando a los líderes indígenas y ambientalistas de “gente violenta, mala, muchas veces corrupta” e instando a su ministro del Interior a que los investigara. Más de cuatro años más tarde la investigación penal sigue abierta a pesar de no haber generado evidencia contra los activistas, y continúa pesando sobre ellos.

Desde que asumió la presidencia, Moreno ha abierto un diálogo con ambientalistas, líderes indígenas y otros críticos del gobierno. Su gobierno reinstauró la Fundación Pachamama. En contraste con estas iniciativas positivas, los procesos penales abusivos siguen sin ser abordados.

El Presidente Moreno debería asegurar que se designe un órgano de investigación independiente y creíble para que analice el modo en que las autoridades judiciales y la Fiscalía General del Estado impulsaron los casos documentados por Human Rights Watch, y otros casos iniciados recientemente durante el gobierno de Correa.

“El Presidente Moreno —así como las autoridades judiciales y legislativas— deben tomar medidas más enérgicas para revertir el daño provocado por las prácticas autoritarias de Correa frente a críticos de sus políticas ambientales”, señaló Wilkinson. “Esto implica poner fin de inmediato al hostigamiento judicial contra líderes indígenas y ambientalistas, revertir el daño que ya se ha hecho y adoptar medidas para que esto nunca vuelva a ocurrir”.

Fuente:https://www.hrw.org/es/news/2018/03/26/ecuador-hostigamiento-judicial-contra-defensores-amazonicos

Colombia

A sanción presidencial el Convenio de Minamata sobre mercurio

Chile

Seremi de Minería por incidente con relave en Caserones: “aparentemente el daño ha sido menor”

La autoridad espera «que esto no vuelva a ocurrir», luego de que la compañía reconociera la rotura de ductos que transportaban relaves al embalse Las Breas, que fueron vertidos al río.

Luego de que la propia minera Caserones informara a los organismos técnicos de su incidente con un relave, las autoridades regionales encabezadas por la intendenta de Atacama, Berta Torres, visitaron la faena.

Las muestras para verificar si existe algún impacto en las aguas del río, fueron tomadas por la compañía, junto a la Superintendencia de Medio ambiente y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y el plazo para sus resultados se desconoce.

Aparentemente el daño no ha sido mayor, pero de igual manera se tomaron muestras de aguas que nos darán una idea del nivel de contaminación y es ahí donde queremos que la empresa nos presente sus medidas de control, para saber de qué magnitud pueden ser y cuáles son los tiempos que nosotros tenemos para reaccionar ante un evento similar”, indicó el seremi de Minería, David Montenegro.

“Hemos comprometido a la empresa con algunas ideas y medidas de mejoramientos y vamos a estar en contacto permanente para conocer los avances de estas medidas”, pues el objetivo es “que esto no vuelva a ocurrir y que no nos sorprendan con nuevos eventos de esta naturaleza, que sin duda ponen en riesgo la salud y medio ambiente de nuestros habitantes”, enfatizó la intendenta de Atacama Berta Torres.

Fuente:http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/medioambiente/contaminacion/seremi-de-mineria-por-incidente-con-relave-en-caserones-aparentemente/2018-03-22/135244.html

Mexico

Morena irá en contra de la minería tóxica

La Paz, Baja California Sur.- “Quien sea favorecido como abanderado a la alcaldía de La Paz por el Movimiento Regeneración Nacional, MORENA, deberá pronunciarse en contra de la minería tóxica”, afirmó Marcos Acuña González, aspirante a este cargo de elección popular por dicho instituto político.

Dijo que el tema de la minería rebasa el aspecto electoral, por lo que todos aquellos candidatos deben manifestarse en contra de los proyectos que la promuevan.

“Tajantemente rechazo todos aquellos proyectos que contaminen los recursos naturales de este municipio de La Paz”, refirió.

Asimismo, dijo que se oponen a dichos planes debido a que impactan en la naturaleza de manera negativa y los efectos de éstos son a corto, mediano y largo plazo, los cuales terminan también afectando la salud de la población.

El aspirante a la candidatura por la presidencia municipal de La Paz para el periodo 2018-2021, dijo que el próximo alcalde, sea del partido que sea, deberá tener un programa de desarrollo en el cual incluya alternativas distintas para impulsar el desarrollo del municipio, sin tomar en cuenta los proyectos mineros.

Se le cuestionó sobre la versión de que a su competidor de contienda interna, Rubén Muñoz Álvarez, se le vincula a favor de estos proyectos, a lo que respondió: “Yo opino de lo que yo sé sobre este tema, mas no puedo saber quiénes están representado estos intereses en el municipio de La Paz”.

Fuente:https://www.elsudcaliforniano.com.mx/bcs/morena-ira-en-contra-de-la-mineria-toxica

Internacional

Rechaza el proyecto minero «Man da Moura» en Ribadavia

El BNG registró una moción en la que solicita que el pleno de la corporación municipal de Ribadavia se declare contrario a la implantación del proyecto minero en la zona denominada Man da Moura, en el término municipal.

Tras a información que tienen su poder, y consultando tanto el PXOM de Ribadavia como el censo minero, «podemos observar que el proyecto de minería que va a afectar a nuestro concello así como al de Melón y Carballeda de Avia, es un proyecto prejudicial para nuestra comarca».

Asegura que la concesión minera a la empresa Marcelino Martínez SL con nombre Man da Moura con número de registro 4553, fue otorgada en el año 1997, y «entendemos que, pese que la legalidad vigente mantenga en vigencia el estudio de impacto ambiental, no es para nosotros aceptable pues es un estudio obsoleto y que no contempla la actual restricción de limite con los yacimientos arqueológicos y de interés cultural de la zona».

Señala que la afectación negativa que puede ocasionar esta cantera es tal que se pueden ver afectados los manantiales de A Franqueirán así como la propia captación de agua del término municipal de Ribadavia, «ya no como reducción del caudal sino con posibles enturbiamientos».

Asimismo, indica que la cercanía a los núcleos de población, como al de A Franqueirán, puede afectar la vida normal de los vecinos pues «los ruidos de la actividad propia de una cantera, así como las demoliciones, causarán molestias en la población».

Por todo ello, propone este grupo de la oposición que el pleno de Ribadavia se declare contrario a la implantación de este proyecto minero en su término municipal, que le sea remitida esta declaración a los otros dos concellos afectados animándolos a hacer lo mismo, y que se le traslade a la Consellería competente a nuestra preocupación por a implantación de este proyecto minero y se le exija un estudio actual del impacto que puede provocar.

Fuente:http://www.farodevigo.es/portada-ourense/2018/03/23/rechaza-proyecto-minero-man-da/1859718.html

Ecuador

Pobladores de Los Bancos piden revertir concesiones mineras .

Alrededor de 300 manifestantes exigen al Gobierno que elimine las zonas de Chocó, Tumbes, Andes y de la Amazonía del mapa minero de Ecuador. La Prefectura de Pichincha los respalda.
Habitantes del noroccidente de Pichincha realizaron este jueves una marcha hacia Quito para exigir al Gobierno la extinción de las concesiones mineras entregadas en esta zona y que afectarían a cuatro bloques de 14.000 hectáreas. Movimientos ambientalistas que se oponen a las actividades mineras señalaron que en el país hay cinco áreas importantes por su riqueza en cuanto a biodiversidad como Chocó, Tumbes, Andes, Amazonía y valles internos de las cordilleras, todas amenazadas por las diferentes empresas que buscan la producción de minería a gran escala.
Los manifestantes, respaldados por la Prefectura de Pichincha, llegaron hasta la Plaza de la Independencia para realizar un plantón al pie del Palacio de Gobierno. “De la entrega de las concesiones mineras en el noroccidente nos enteramos recién en enero cuando en noviembre fueron otorgadas.
Ni siquiera fuimos informados, no hubo una mesa de análisis, de adjudicación y por ello fijamos nuestra posición en conjunto con los colectivos y pobladores de denunciar y rechazar este hecho”, manifestó el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja. De su lado Zulema Pizarro, alcaldesa de San Miguel de Los Bancos, enfatizó que junto a los ciudadanos serán los veedores del proceso de derogatoria de concesiones en el noroccidente de Pichincha.
Ellos exigen al Gobierno que se realice la desgraficación o eliminación de la zona del mapa de minería para que esta no se vea afectada por la actividad extractiva. “Pediremos además al presidente Lenín Moreno la moratoria minera por 100 años para que el noroccidente conserve su riqueza como hasta el día de hoy”, enfatizó la burgomaestre. En representación de la mancomunidad del Chocó andino de Nanegalito, Inti Arcos aseveró que fueron entregadas 44 concesiones mineras en la zona a empresas como Codelco, Enami y Curimining. Arcos cuestionó que el Ministerio de Minería asegurara que fueron 10. (I)

Perú

¿Día Mundial del Agua?

Hoy se “celebra” el Día Mundial del Agua. Durante toda la semana se han realizado varias “celebraciones” promovidas principalmente por el Estado. En las diversas programaciones por esta fecha, figuran los expertos técnicos pero casi ninguna comunidad como relatora o presentadora de su experiencia social o comunal de manejo del agua. Y claro que hay experiencias comunales y sociales en el país, pero parece que el Estado no le da la debida importancia a las comunidades.

Intento comprender el motivo de la celebración pero no lo logro, teniendo en cuenta que la situación es realmente crítica y estamos yendo a un camino sin retorno, directo a un profundo “estrés” del que muy difícilmente vamos a recuperarnos. Es decir, resiliencia frente a este escenario crítico y resiliencia “hídrica”, si es que cabe el término, no se ve, no se da, porque el Estado no ve, es miope o no quiere ver porque quizás verla no le resulta “rentable”.

Y si algo se puede hacer para guardar algunas esperanzas es echar un vistazo a la relación de reciprocidad que tenían nuestros ancestros con el agua, al que consideraban un ser vivo entregándole suficiente respeto. Esa relación de reciprocidad les permitió técnicas estupendas para la siembra, la crianza, el manejo y la cosecha del agua, adaptándose a las exigencias que el agua y la tierra les planteaban.

Pero ese comportamiento ancestral de nuestros abuelos, es decir, su sabia reciprocidad con el agua, es incompatible hoy con el “desarrollo por crecimiento económico” al que aspiramos. O al revés, el modelo es incompatible con esa valiosa reciprocidad, pues lo que el modelo busca precisamente es “estresar” las fuentes de agua para maximizar la producción y asegurar el crecimiento para el desarrollo.

Observo que todo el debate y la divulgación sobre la gestión del agua (“seguridad hídrica”, como se le dice) se concentra sólo en los expertos que ven el agua como un negocio rentable para garantizar la gran inversión, y se anula la participación de los grupos sociales para no perturbar sus buenas relaciones con el gran privado. Se menoscaba las experiencias de las comunidades altoandinas, se ignora los saberes ancestrales, aunque a veces aparenten que se toman en cuenta por presión.

El mismo razonamiento puede ser aplicado a la gestión del riesgo y a la gestión del cambio climático. Quienes deben ser parte de la discusión y diseño de estas políticas deben ser las comunidades que están directamente involucradas y expuestas a estos problemas.

Políticas públicas fundamentales que se discuten exclusiva y excluyentemente desde la élite de los “expertos técnicos” tienden, con mucha efectividad y eficiencia, al fracaso.

No hay nada que celebrar cuando el agua se convierte en un negocio y deja de ser un derecho para todos.

Dato: en cada hora de celebración que se da por el día mundial del agua, 200 niños mueren de sed en el mundo.

Fuente:http://cooperaccion.org.pe/dia-mundial-del-agua/

Ecuador

Carondelet recibe una protesta en contra de la minería metálica

El reclamo se hizo en los exteriores de la Presidencia. Dirigentes marcharon desde el noroccidente.

Una marcha llegó ayer a los exteriores del Palacio de Gobierno para mostrar su rechazo a la minería metálica en el país. Ecologistas, líderes campesinos e indígenas, junto a los habitantes de territorios como Tundayme y Kimsacocha, del noroccidente de Quito, y la Amazonía, estuvieron presentes.

Cientos de personas llegaron desde San Miguel de Los Bancos, Nanegalito, Gualea y Pacto, y se sumaron a la protesta de las mujeres amazónicas en la Plaza Grande.

Inti Arcos, vicepresidente de la junta parroquial de Nanegalito, mostró una lista de 44 concesiones mineras en el noroccidente de Quito, de las cuales, algunas se encuentran en revisión para ser anuladas. Sin embargo, el objetivo es eliminar todas, señaló.

“Tenemos una gran cantidad de concesiones que están pendientes, como la de Urcutambo, en la parroquia de Pacto; otras en Gualea, en Lloa y otras vigentes”, aseguró. Por eso, pidió la revisión de todas.

En medio de los tambores y cantos antiminería, Ángel Flores, habitante de Íntag, en Imbabura, también mostró su descontento por las actividades mineras en esa zona. “La biodiversidad en nuestro territorio está en riesgo por la minería”, dijo.

 

Versión oficial
Verónica Arias, secretaria de Ambiente de Quito, indicó a este Diario que desde el Municipio se insiste en la anulación de las concesiones mineras en la capital ante el Ministerio de Minería. Además, aseguró que existen concesiones en áreas protegidas como Pachijal, Maquipucuna y Yunguilla.

El pasado 16 de marzo, la Secretaría de Ambiente envió a la Cartera de Minería una solicitud para la extinción de concesiones mineras en el noroccidente de Quito. El pedido se extiende a las áreas de conservación privadas y de bosques protectores.

44
concesiones mineras hay en el noroccidente de Quito de acuerdo con quienes protestaron. 
La marcha realizada ayer propone que se emita una declaratoria de Reserva de Biósfera ante la Unesco, en favor del ecosistema del núcleo del Chocó Andino. Esta propuesta cuenta con el respaldo de los ministerios de Minería y de Ambiente, que emitieron un informe de la zona a inicios de este mes.

“A la fecha no existe ninguna concesión otorgada a través del proceso de subasta y remate en la zona núcleo mencionado”, cita un informe enviado por el Ministerio de Minería al presidente, Lenín Moreno, al que tuvo acceso este Diario.

El documento señala que ese Ministerio archivó ocho áreas que se encontraban graficadas, que no fueron incluidas en la planificación minera anual, y que se obtuvo la renuncia voluntaria por parte de la compañía Emsaec EC de dos concesiones que estaban debidamente inscritas en Calacalí y Nanegalito. (LGP) 

Fuente:https://lahora.com.ec/noticia/1102144316/carondelet-recibe-una-protesta-en-contra-de-la-mineria-metalica

Ecuador

“No queremos minería”: Marcha en Ecuador para pedir el fin de las concesiones

Ecuatorianos marchan contra las concesiones mineras por Quito, el 22 de marzo de 2018.

El 15% del suelo ecuatoriano, unos dos millones de héctáreas, se encuentra concesionado a mineras.

Al grito de “no queremos minería”, ecuatorianos marcharon este jueves por el centro de Quito, la capital del país, para exigir la extinción de las concesiones mineras, que —según denuncian— ponen en riesgo el agua y la mega-biodiversidad en el país, además del hogar de miles de familias.

La marcha fue convocada por comunidades del noroeste de la provincia de Pichincha, a pocos kilómetros de Quito, pero a ella se unieron habitantes de otras regiones del país, como la Amazonía y el sur de la Sierra.

“Queremos que el Ecuador camine hacia un rumbo de sostenibilidad, un nuevo rumbo de vida”, declaró Inti Arcos, coordinador de la Mancomunidad del Chocó Andino del Nanegalito, a 70 kilómetros al noroeste de Quito, que enumeró las tres demandas concretas que exigen al Gobierno del presidente Lenín Moreno: Fin a las concesiones mineras, que se declaren 100 años de moratoria minera [para revisar las concesiones, prohibir el uso de agentes tóxicos, derogar licencias que violen las leyes, etc.] y la desgraficación [eliminación de mapa minero] del territorio.

Ecuatorianos marchan contra las concesiones mineras, Quito, 22 de marzo de 2018. / Edgar Romero / RT

Un comunicado que difundió en la marcha la agrupación Caminantes, espacio de articulación nacional antiminera del Ecuador que participó de la movilización, señala que “2 millones de hectáreas, casi el 15 % del suelo ecuatoriano, todavía se encuentran concesionadas” a mineras, en su mayoría “empresas transnacionales”.

Según denuncian, Ecuador, uno de los países más biodiversos del planeta, tiene al menos cinco áreas importantes de especiación —Chocó, Tumbes, Andes, Amazonía y valles internos de las cordilleras— que están “amenazadas por concesiones mineras que atraviesan al país”.

Un documento del Ministerio de Minería señala al menos cinco proyectos estratégicos en la materia: San Carlos Panantza, Loma Larga, Río Blanco, Mirados y Fruta del Norte, donde se extrae cobre, oro, plata y molibdeno.

Desalojo y contaminación

A lo largo de la historia el modelo extractivo ha demostrado, señala el texto de Caminantes, “que profundiza la pobreza, desconoce los procesos comunitarios, sostiene una clase política dominante y promueve el enriquecimiento ilícito”.

Mercedes Taich, de la provincia de Morona Santiago, sureste de Ecuador, denuncia que en agosto de 2016 un grupo de militares ingresaron a una comunidad indígena Shuar por su resistencia al proyecto minero San Carlos Panantza. “Nosotros no queremos plata, sino territorio, donde siempre el pueblo Shuar vivió del trabajo del campo”, subraya.

Silvia Crumbango, de la parroquia de Peñaherrera, perteneciente al cantón de Cotacachi, ubicada en la zona de Intag, en la provincia norteña de Imbabura, asegura que las empresas mineras que operan en la zona se han apropiado de terrenos que eran de los pobladores y han acabado con el “turismo comunitario” que ofrecían, además de contaminar una de las dos cascadas a las que accedían.

Reserva de Biosfera

El prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, asegura que en octubre del año pasado pidieron a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que fuera declarado como Reserva de Biosfera el Chocó Andino, en el noroeste de la provincia.

Asimismo, denuncia que un mes después formalizarse dicha petición se otorgó una última concesión minera a la firma australiano-canadiense Valle Rico Resources, en San Miguel de los Bancos, dentro del Chocó Andino.

 

Ecuatorianos marchan contra la minería, Quito, 22 de marzo de 2018.

/ Edgar Romero / RT

Alfonso Romero, de San Miguel de los Bancos, sostiene que en la zona hay concesionadas 3.200 hectáreas que ponen en peligro la labor de agricultores y ganaderos, que con sus productos abastecen a las ciudades de Ecuador, en especial a Quito.

“La minería pone químicos muy fuertes como cianuro, mercurio, lo que influye en los productos del campo que consumen todos los ecuatorianos”, denuncia, por su parte, Genaro Andino, de Palo Quemado, parroquia de la provincia de Cotopaxi, donde ya hubo una explotación minera, que —según dice— quieren reactivar.

En febrero se dijo ‘No’ a la minería

Los manifestantes recuerdan que el pasado mes de febrero los ecuatorianos votaron a favor de prohibir la minería metálica en el país, en una consulta popular en la que los ciudadanos contestaron a siete preguntas sobre diversos temas de interés general.

El 68,62% de los ciudadanos que votaron respondieron afirmativamente a la pregunta ‘¿Está usted de acuerdo con enmendar la Constitución de la República del Ecuador para que se prohíba sin excepción la minería metálica en todas sus etapas, en áreas protegidas, zonas intangibles y centros urbanos?’.

Con ese resultado, se resolvió agregar un inciso al artículo 407 de la Constitución ecuatoriana que reza: “Se prohíbe todo tipo de minería metálica en cualquiera de sus fases en áreas protegidas, centros urbanos y zonas intangibles”. Esa modificación obligó también a reformar un articulado del Código Orgánico de Ambiente.

Joven prepara un cartel antes de comenzar la marcha contra la minería, Quito, 22 de marzo de 2018.

/ Edgar Romero / RT

Sin embargo, el colectivo Caminantes denuncia que la ministra de Minería, Rebeca Illescas, “promocionó la gran capacidad de explotación de minerales en Ecuador” en la Asociación de Exploradores y Desarrolladores de Canadá (PDAC, por sus siglas en inglés) 2018.

En esa oportunidad, Illescas dijo que Ecuador “gestiona una minería social, ambiental y transparente entre el Estado, la comunidad y la empresa privada”. Sobre esta cuestión, los manifestantes creen que la funcionaria “mintió” sobre el éxito en la aplicación de la consulta previa que debe hacerse a las comunidades antes de realizar las actividades mineras.

Según un estudio del Banco Central del Ecuador, dado a conocer por el Ministerio de Minería, las actividades extractivas no petroleras aportarán más de 1.000 millones de dólares al país en 2018.

Edgar Romero.

Fuente:http://eju.tv/2018/03/no-queremos-mineria-marcha-en-ecuador-para-pedir-el-fin-de-las-concesiones/