Por el corredor La Mancha en la costa del Golfo Mexicano cada año más de 13 millones de aves cruzan las montañas en una travesía única, viajan desde las Tundras Árticas hasta la Patagonia.
En el camino, las aves descansan en los encinares y la selva baja, se nutren en los humedales, manglares, y lagunas de la región antes de seguir su camino.
Por esas montañas atraviesan también hasta cuatro millones de 22 especies de aves rapaces entre agosto y noviembre de cada año, por eso la región está catalogada como el corredor de aves rapaces más grande del mundo.
Una extensión de mil 414 hectáreas de La Mancha y el Llano también están considerados sitios Ramsar, conformados por dos lagunas costeras rodeadas de manglares y humedales de agua dulce.
Pero la región está amenazada por al menos dos proyectos mineros para explorar y explotar oro, plata y cobre que se planean a unos 7.1 kilómetros de distancia.
El proyecto de la minera Caballo Blanco SA de CV, filial de la canadiense Candelaria Mining, denominado La Paila, que pretende explotar oro y planta en un tajo a cielo abierto, ha anunciado a sus inversionistas que tiene al menos otros cuatro proyectos y que se ampliará nueve kilómetros más hacia el sur, por lo que estará muy cerca de este ecosistema.
Desde hace más de 20 años, un grupo de ejidatarios trata de hacer conciencia de la conservación de la biodiversidad, y para ello crearon el proyecto La Mancha en movimiento.
El ecoturismo es una de principales actividades, junto a la pesca, por lo que ven a la minería como un grave peligro para la conservación del medio ambiente y la vida de las personas de las comunidades.
Enrique Romero aprendió a conocer las aves en un libro, de ahí se volvió experto e hizo de la observación de aves una de sus mayores pasiones; pensar en una minera en el corredor de aves más grande del mundo le parece una locura.
Hasta el campamento cuenta que llegó un enviado de la minera a tratar de convencerlo sobre las bondades de la minera, pero él le refutó: “Se imaginan qué pasaría, qué va a pasar con los espacios que ahora son descansos de las aves migratorias, algunas de ellas recorren hasta 400 kilómetros de un solo vuelo, es necesario para tener espacios para alimento y descanso, con el ruido de la mina, eso será imposible”.
De acuerdo a la Manifestación de Impacto Ambiental, la Minera proyecta mover diariamente 52 mil toneladas tanto de tepetate como de mineral, por lo que se pretende utilizar diariamente entre seis mil y nueve mil kilogramos de bajo explosivo, lo que producirá ruido y vibraciones.
Además el proceso de barrenación genera ruidos, vibraciones y polvo, lo que preocupa a Enrique, pues las aves ya no podrán pasar por el corredor, pues ahí también se pondrá un patio de lixiviados con concentración de agua y cianuro, lo cual podrían beber las aves en su tránsito.
Adán Vez Lira, agente municipal de La Mancha, advierte que el proyecto está a pocos kilómetros, y podrían resultar afectados fácilmente al recibir agua de montaña arriba. “Cualquier contaminación que se de en la parte de la explotación minera vendría hacia nosotros y afectaría en la pesca, la ganadería, ecoturismo”.
Los habitantes de La Mancha viven de la pesca y el ecoturismo, y si algo les queda claro es que no van a permitir que la minería llegue.
VIVIMOS TRANQUILOS, ¿PARA QUÉ QUEREMOS UNA MINA?
La ampliación del proyecto a nueve kilómetros además de La Paila, también afectará otras localidades como Playa Villa Rica, donde la gente está dedicada 100% al turismo.
La promesa de la generación de empleos no es una esperanza para los ejidatarios, advierte Gilberto Martínez Castellano, agente municipal: “ Nunca hemos necesitamos de nada más que la playa, hemos vivido por años de la pesca y el turismo, ahora la minera amenaza nuestra forma de vida, ¿qué vamos hacer si nos llega la contaminación?, ahora vivimos tranquilos”.
NO VAMOS A PERMITIR ESTE CRIMEN: EJIDATARIO
Además del proyecto La Paila, hay otra minera que acecha la zona. Se trata del proyecto minero El cobre de minera Gavilán SA de CV, de la canadiense Almaden Minerals, quien explora en al menos 20 comunidades de Actopan con barrenos la posibilidad de encontrar minerales
Ascención Sánchez, de la comunidad de Los Baños en Actopan, advierte que estos proyectos junto a la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde son un riesgo para la población que ahí vive.
“Hablan de que habrá empleos, pero esos serían los trabajos más rudos que tendría la empresa, en la región somos gente de campo, ellos traerán a gente de otros estados o países para trabajar ahí, nosotros nos quedaríamos con el despojo, van a acabar con la calidad de agua”, señala.
En su comunidad los ejidatarios han emprendido una batalla legal contra la empresa minera para no permitir que entre hasta sus comunidades. “Lo que hacen las empresas es empobrecer al pueblo, enriqueciendo a unos cuantos extranjeros. Nuestra riqueza son los campos y vamos a luchar hasta las últimas consecuencias para defendernos de este crimen”.
Fuente:http://diarioelmartinense.com.mx/estado/xalapa/61335-proyecto-minero-afectaria-esplendido-corredor-de-aves.html




Los indios Wajãpi viven en este rincón de la selva amazónica desde antes de que Brasilfuera descubierto por los portugueses, en 1500. A lo largo de los siglos han sobrevivido a todo tipo de peligros gracias a la relación simbiótica que mantienen con la naturaleza. El cacique Kasiripiná Wajãpi, de 63 años, recuerda que los suyos estuvieron a punto de desaparecer en dos ocasiones. La última en 1970, cuando el sarampión diezmó a su pueblo. Él vio morir a bebés, ancianos y niños. Entonces eran 2.000. Sólo 150 lograron sobrevivir. “No queremos que vuelva a pasar. Por esto el presidente Michel Temer tiene que eliminar ese decreto para siempre”, explica Wajãpi, uno de los caciques de este grupo, que vive en un área de 6.000 kilómetros cuadrados de esta rica selva, donde se prohíbe la entrada de extraños. EL PAÍS obtuvo la autorización de los indígenaspara visitarlos. Para llegar hasta allí, es necesario viajar seis horas en coche saliendo de Macapá, capital del Estado, al norte de Brasil. En 2017, se enfrentan a una nueva amenaza.
La minera Caballo Blanco SA de CV filial de la canadiense Calendaria Mining oculta información de al menos dos proyectos más de explotación de minería a cielo abierto de oro y plata en la región de Alto Lucero y Actopan que devastarían ambientalmente la región, señalaron investigadores expertos.
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