El Comité Cívico Potosinista (Comcipo) denunció un nuevo hundimiento en la cúspide del Cerro Rico de Potosí e informó que de continuar la explotación minera ningún proyecto de preservación dará buenos resultados.
«Después de 20 días estamos subiendo al cerro y nuevamente encontramos un hundimiento en la cúspide. Los proyectos, tal vez improvisados, que tuvieron algunos ministros no sirven para preservar su forma”, declaró el representante de la entidad cívica, Jhoy Llally, en Cadena A.
Las deformaciones del cerro se deben a la explotación de plata; para frenar el problema del legendario yacimiento, se sugirió rellenar la parte alta para evitar que pierda su forma cónica.
Sin embargo, ayer el dirigente vecinal comprobó que el relleno desapareció y se originó un nuevo cráter en la cúspide.



	
	
Gabriela Meza, gerenta de la Junta de vigilancia del Río Lluta, explicó a Semillas de Agua los puntos principales que determinaron la decisión del Consejo de Ministros para rechazar definitivamente el proyecto minero Los Pumas. Así también narró todo el proceso judicial que fue acompañado en todo momento por un movimiento social fuerte.
	
Como es de conocimiento público año tras año las aguas ácidas de la mina San José son descargadas sin tratamiento alguno, estas aguas acidas recorren la ciudad por el canal Tagarete e ingresan a los lagos Uru Uru y Poopó, fuente de vida para las comunidades que viven y conviven con el lago. Es un problema tan serio que afecta a la ciudad, también a las comunidades aledañas, a los lagos y a toda la población de Oruro, por ello las decisiones no pueden ser pensadas solo en beneficio de un solo sector y menos si tienen característica privada.
	
Grandes minas a cielo aberto, deforestación y expulsión de famílias y comunidades enteras. Pueblos indígenas y comunidades tradicionales amenazados por intereses mineros sobre sus territorios. Contaminación del agua, la tierra y el aire. 
	
	
Tras dos décadas del ingreso de la minería a gran escala no ha sido posible –en su gran mayoría- la convivencia con las poblaciones de las zonas de influencia directa de estos proyectos, cada vez las relaciones se han tornado más conflictivas debido a la defensa del agua y a su modelo de producción local, como es la agricultura y la ganadería, versus un modelo que impulsa a rajatabla las industrias extractivas bajo un crecimiento desordenado y sin una política de ordenamiento territorial. Las concesiones mineras y la aprobación de los proyectos se dan sin medir el impacto social ni ambiental, y el costo de ello viene cobrando muchas vidas.
	
Luego que el Consejo de Ministros resolvió dejar sin efecto permiso ambiental del proyecto minero Los Pumas y que a nivel regional el intendente y seremi de medio ambiente dieran a conocer información a la opinión pública local, las reacciones no se dejaron esperan.
	
Goldcorp inició su programa cierre operacional de la mina El Sauzal, ubicada en Chihuahua, donde retirarán todo elemento peligroso para el ambiente y renovarán el paisaje para limpiar de toda actividad destructiva que tuvo la zona.
	
Tras las consultas sobre concesiones mineras realizadas por comunidades en los municipios de Támesis y Pueblorrico, ubicados al suroeste del departamento de Antioquia, la comunidad del Carmen de Viboral, localidad del oriente del mismo departamento, presentó un derecho de petición para organizar su propio ejercicio consultivo.