

Pobladores de Los Bancos piden revertir concesiones mineras .

Hoy se “celebra” el Día Mundial del Agua. Durante toda la semana se han realizado varias “celebraciones” promovidas principalmente por el Estado. En las diversas programaciones por esta fecha, figuran los expertos técnicos pero casi ninguna comunidad como relatora o presentadora de su experiencia social o comunal de manejo del agua. Y claro que hay experiencias comunales y sociales en el país, pero parece que el Estado no le da la debida importancia a las comunidades.
Intento comprender el motivo de la celebración pero no lo logro, teniendo en cuenta que la situación es realmente crítica y estamos yendo a un camino sin retorno, directo a un profundo “estrés” del que muy difícilmente vamos a recuperarnos. Es decir, resiliencia frente a este escenario crítico y resiliencia “hídrica”, si es que cabe el término, no se ve, no se da, porque el Estado no ve, es miope o no quiere ver porque quizás verla no le resulta “rentable”.
Y si algo se puede hacer para guardar algunas esperanzas es echar un vistazo a la relación de reciprocidad que tenían nuestros ancestros con el agua, al que consideraban un ser vivo entregándole suficiente respeto. Esa relación de reciprocidad les permitió técnicas estupendas para la siembra, la crianza, el manejo y la cosecha del agua, adaptándose a las exigencias que el agua y la tierra les planteaban.
Pero ese comportamiento ancestral de nuestros abuelos, es decir, su sabia reciprocidad con el agua, es incompatible hoy con el “desarrollo por crecimiento económico” al que aspiramos. O al revés, el modelo es incompatible con esa valiosa reciprocidad, pues lo que el modelo busca precisamente es “estresar” las fuentes de agua para maximizar la producción y asegurar el crecimiento para el desarrollo.
Observo que todo el debate y la divulgación sobre la gestión del agua (“seguridad hídrica”, como se le dice) se concentra sólo en los expertos que ven el agua como un negocio rentable para garantizar la gran inversión, y se anula la participación de los grupos sociales para no perturbar sus buenas relaciones con el gran privado. Se menoscaba las experiencias de las comunidades altoandinas, se ignora los saberes ancestrales, aunque a veces aparenten que se toman en cuenta por presión.
El mismo razonamiento puede ser aplicado a la gestión del riesgo y a la gestión del cambio climático. Quienes deben ser parte de la discusión y diseño de estas políticas deben ser las comunidades que están directamente involucradas y expuestas a estos problemas.
Políticas públicas fundamentales que se discuten exclusiva y excluyentemente desde la élite de los “expertos técnicos” tienden, con mucha efectividad y eficiencia, al fracaso.
No hay nada que celebrar cuando el agua se convierte en un negocio y deja de ser un derecho para todos.
Dato: en cada hora de celebración que se da por el día mundial del agua, 200 niños mueren de sed en el mundo.
Fuente:http://cooperaccion.org.pe/dia-mundial-del-agua/
El reclamo se hizo en los exteriores de la Presidencia. Dirigentes marcharon desde el noroccidente.
Una marcha llegó ayer a los exteriores del Palacio de Gobierno para mostrar su rechazo a la minería metálica en el país. Ecologistas, líderes campesinos e indígenas, junto a los habitantes de territorios como Tundayme y Kimsacocha, del noroccidente de Quito, y la Amazonía, estuvieron presentes.
Cientos de personas llegaron desde San Miguel de Los Bancos, Nanegalito, Gualea y Pacto, y se sumaron a la protesta de las mujeres amazónicas en la Plaza Grande.
Inti Arcos, vicepresidente de la junta parroquial de Nanegalito, mostró una lista de 44 concesiones mineras en el noroccidente de Quito, de las cuales, algunas se encuentran en revisión para ser anuladas. Sin embargo, el objetivo es eliminar todas, señaló.
“Tenemos una gran cantidad de concesiones que están pendientes, como la de Urcutambo, en la parroquia de Pacto; otras en Gualea, en Lloa y otras vigentes”, aseguró. Por eso, pidió la revisión de todas.
En medio de los tambores y cantos antiminería, Ángel Flores, habitante de Íntag, en Imbabura, también mostró su descontento por las actividades mineras en esa zona. “La biodiversidad en nuestro territorio está en riesgo por la minería”, dijo.
Versión oficial
Verónica Arias, secretaria de Ambiente de Quito, indicó a este Diario que desde el Municipio se insiste en la anulación de las concesiones mineras en la capital ante el Ministerio de Minería. Además, aseguró que existen concesiones en áreas protegidas como Pachijal, Maquipucuna y Yunguilla.
El pasado 16 de marzo, la Secretaría de Ambiente envió a la Cartera de Minería una solicitud para la extinción de concesiones mineras en el noroccidente de Quito. El pedido se extiende a las áreas de conservación privadas y de bosques protectores.
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concesiones mineras hay en el noroccidente de Quito de acuerdo con quienes protestaron. La marcha realizada ayer propone que se emita una declaratoria de Reserva de Biósfera ante la Unesco, en favor del ecosistema del núcleo del Chocó Andino. Esta propuesta cuenta con el respaldo de los ministerios de Minería y de Ambiente, que emitieron un informe de la zona a inicios de este mes.
“A la fecha no existe ninguna concesión otorgada a través del proceso de subasta y remate en la zona núcleo mencionado”, cita un informe enviado por el Ministerio de Minería al presidente, Lenín Moreno, al que tuvo acceso este Diario.
El documento señala que ese Ministerio archivó ocho áreas que se encontraban graficadas, que no fueron incluidas en la planificación minera anual, y que se obtuvo la renuncia voluntaria por parte de la compañía Emsaec EC de dos concesiones que estaban debidamente inscritas en Calacalí y Nanegalito. (LGP)
Fuente:https://lahora.com.ec/noticia/1102144316/carondelet-recibe-una-protesta-en-contra-de-la-mineria-metalica
El 15% del suelo ecuatoriano, unos dos millones de héctáreas, se encuentra concesionado a mineras.
Al grito de “no queremos minería”, ecuatorianos marcharon este jueves por el centro de Quito, la capital del país, para exigir la extinción de las concesiones mineras, que —según denuncian— ponen en riesgo el agua y la mega-biodiversidad en el país, además del hogar de miles de familias.
La marcha fue convocada por comunidades del noroeste de la provincia de Pichincha, a pocos kilómetros de Quito, pero a ella se unieron habitantes de otras regiones del país, como la Amazonía y el sur de la Sierra.
“Queremos que el Ecuador camine hacia un rumbo de sostenibilidad, un nuevo rumbo de vida”, declaró Inti Arcos, coordinador de la Mancomunidad del Chocó Andino del Nanegalito, a 70 kilómetros al noroeste de Quito, que enumeró las tres demandas concretas que exigen al Gobierno del presidente Lenín Moreno: Fin a las concesiones mineras, que se declaren 100 años de moratoria minera [para revisar las concesiones, prohibir el uso de agentes tóxicos, derogar licencias que violen las leyes, etc.] y la desgraficación [eliminación de mapa minero] del territorio.
Un comunicado que difundió en la marcha la agrupación Caminantes, espacio de articulación nacional antiminera del Ecuador que participó de la movilización, señala que “2 millones de hectáreas, casi el 15 % del suelo ecuatoriano, todavía se encuentran concesionadas” a mineras, en su mayoría “empresas transnacionales”.
Según denuncian, Ecuador, uno de los países más biodiversos del planeta, tiene al menos cinco áreas importantes de especiación —Chocó, Tumbes, Andes, Amazonía y valles internos de las cordilleras— que están “amenazadas por concesiones mineras que atraviesan al país”.
Un documento del Ministerio de Minería señala al menos cinco proyectos estratégicos en la materia: San Carlos Panantza, Loma Larga, Río Blanco, Mirados y Fruta del Norte, donde se extrae cobre, oro, plata y molibdeno.
A lo largo de la historia el modelo extractivo ha demostrado, señala el texto de Caminantes, “que profundiza la pobreza, desconoce los procesos comunitarios, sostiene una clase política dominante y promueve el enriquecimiento ilícito”.
Mercedes Taich, de la provincia de Morona Santiago, sureste de Ecuador, denuncia que en agosto de 2016 un grupo de militares ingresaron a una comunidad indígena Shuar por su resistencia al proyecto minero San Carlos Panantza. “Nosotros no queremos plata, sino territorio, donde siempre el pueblo Shuar vivió del trabajo del campo”, subraya.
Silvia Crumbango, de la parroquia de Peñaherrera, perteneciente al cantón de Cotacachi, ubicada en la zona de Intag, en la provincia norteña de Imbabura, asegura que las empresas mineras que operan en la zona se han apropiado de terrenos que eran de los pobladores y han acabado con el “turismo comunitario” que ofrecían, además de contaminar una de las dos cascadas a las que accedían.
El prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, asegura que en octubre del año pasado pidieron a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que fuera declarado como Reserva de Biosfera el Chocó Andino, en el noroeste de la provincia.
Asimismo, denuncia que un mes después formalizarse dicha petición se otorgó una última concesión minera a la firma australiano-canadiense Valle Rico Resources, en San Miguel de los Bancos, dentro del Chocó Andino.
Alfonso Romero, de San Miguel de los Bancos, sostiene que en la zona hay concesionadas 3.200 hectáreas que ponen en peligro la labor de agricultores y ganaderos, que con sus productos abastecen a las ciudades de Ecuador, en especial a Quito.
“La minería pone químicos muy fuertes como cianuro, mercurio, lo que influye en los productos del campo que consumen todos los ecuatorianos”, denuncia, por su parte, Genaro Andino, de Palo Quemado, parroquia de la provincia de Cotopaxi, donde ya hubo una explotación minera, que —según dice— quieren reactivar.
Los manifestantes recuerdan que el pasado mes de febrero los ecuatorianos votaron a favor de prohibir la minería metálica en el país, en una consulta popular en la que los ciudadanos contestaron a siete preguntas sobre diversos temas de interés general.
El 68,62% de los ciudadanos que votaron respondieron afirmativamente a la pregunta ‘¿Está usted de acuerdo con enmendar la Constitución de la República del Ecuador para que se prohíba sin excepción la minería metálica en todas sus etapas, en áreas protegidas, zonas intangibles y centros urbanos?’.
Con ese resultado, se resolvió agregar un inciso al artículo 407 de la Constitución ecuatoriana que reza: “Se prohíbe todo tipo de minería metálica en cualquiera de sus fases en áreas protegidas, centros urbanos y zonas intangibles”. Esa modificación obligó también a reformar un articulado del Código Orgánico de Ambiente.
Sin embargo, el colectivo Caminantes denuncia que la ministra de Minería, Rebeca Illescas, “promocionó la gran capacidad de explotación de minerales en Ecuador” en la Asociación de Exploradores y Desarrolladores de Canadá (PDAC, por sus siglas en inglés) 2018.
En esa oportunidad, Illescas dijo que Ecuador “gestiona una minería social, ambiental y transparente entre el Estado, la comunidad y la empresa privada”. Sobre esta cuestión, los manifestantes creen que la funcionaria “mintió” sobre el éxito en la aplicación de la consulta previa que debe hacerse a las comunidades antes de realizar las actividades mineras.
Según un estudio del Banco Central del Ecuador, dado a conocer por el Ministerio de Minería, las actividades extractivas no petroleras aportarán más de 1.000 millones de dólares al país en 2018.
Edgar Romero.
Fuente:http://eju.tv/2018/03/no-queremos-mineria-marcha-en-ecuador-para-pedir-el-fin-de-las-concesiones/
22 de marzo: Día Mundial del agua
Exposición Fotográfica y Feria productiva: “Mujeres defendiendo la vida, mujeres protegiendo el agua”
En el marco de la campaña: Marzo, mes del agua y de las mujeres, el Colectivo CASA y la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT), este jueves 22 de marzo en el día mundial del agua, presentan una muestra fotográfica: “Mujeres defendiendo la vida, mujeres protegiendo el agua” en la que se mostrarán fotografías que recuperan la memoria colectiva y las enseñanzas de las mujeres a partir de la importancia de su relación con el cuidado de las fuentes de agua, la producción y la vida frente al despojo minero del agua, mediante la defensa incansable de sus derechos, los derechos de la madre tierra y velando por la seguridad alimentaria.
El evento se realizará este 22 de marzo en la Plaza Castro y Padilla de la ciudad de Oruro, a partir de las 9:00 am hasta las, se ofrecerán productos de comunidades que están resistiendo a la minería desde las voces de los territorios que producen la vida y desde las manos de las mujeres que se encargan de reproducirla, además se regalara postales con mensajes alusivos al mes del agua y la mujer, cartillas y calendarios.
La feria estará acompañada de compañeros músicos y artistas comprometidos con la defensa de la Madre Tierra y de las fuentes de agua. Quedan todos cordialmente invitados a pasar un buen momento y reflexionar sobre la necesidad de trabajar en defensa de la madre tierra, el agua y nuestros derechos.
Fuente:http://colectivocasa.org.bo/index.php?option=com_k2&view=item&id=210:exposici%C3%B3n-fotogr%C3%A1fica-y-feria-productiva-%E2%80%9Cmujeres-defendiendo-la-vida-mujeres-protegiendo-el-agua%E2%80%9D
A pesar de que las empresas mineras provocan diversos daños sociales, medioambientales y de salud, en México tienen la puerta abierta para operar con total impunidad, ya que tanto el Gobierno federal como los locales favorecen los intereses de las compañías y no los de la población, denunciaron especialistas en materia.
La semana pasada, Primero Empresa Minera SA de CV, perteneciente al grupo canadiense Primero Mining Corporation, vertió 200 litros de solución cianurada al río Piaxtla, ubicado en el municipio de San Dimas, Durango, localidad donde se extrae oro y plata.
A través de un comunicado de prensa, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que el derrame se dio a causa «de un descuido en el cierre de la válvula de una pipa que transportaba remanente de solución cianurada, la cual se quedó sin combustible en un terreno con pendiente, ocasionando que drenara la solución hacia el río Piaxtla».
Ante este panorama, el doctor Rodolfo García Zamora, académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), y Gustavo Lozano, integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), alertaron que la impunidad juega un papel importante en el tema de los desastres ambientales que provocan las mineras en el país, ya que, las empresas -la mayoría de procedencia extranjera-, al no hacerse acreedoras a sanciones justas, continúan con la destrucción.
«El derrame de Durango ratifica la impunidad con la que se opera y se desarrolla la megaminería en nuestro país con el supuesto falso de que las inversiones del sector serían la clave para el desarrollo regional, de los estados y para el crecimiento económico», dijo el investigador García Zamora. El especialista agregó que «(la minería) viene a institucionalizar la impunidad en los territorios, los recursos naturales y las comunidades, que están totalmente subordinadas al interés de las grandes corporaciones».
«Esta gente que provoca desastres ambientales en México lo hace porque difícilmente será sancionada y, en caso de que sea sancionada, el castigo o la pena puede ser pagada fácilmente, por lo que esas grandes corporaciones pueden seguir operando; es decir, no hay incentivos por parte de las autoridades federales y locales en la aplicación de la Ley para que las empresas dejen de actuar abusiva y descuidadamente», añadió el académico de la UAZ.
Al respecto, Gustavo Lozano urgió a la Profepa a investigar exhaustivamente de qué manera ocurrió el derrame y en caso de ser necesario sancione a la empresa.
«Lo que sigue es que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente indague sobre el nivel de daño que ha ocurrido, establezca responsabilidades y sancione conforme a la Ley. Además, debe haber una sanción de remediación para limpiar la tierra y el agua de contaminantes», exigió.
El investigador García Zamora destacó que a pesar de que la Profepa y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desarrollan estudios diagnósticos «son incapaces de realizar cualquier sanción a estas grandes corporaciones. Las empresas tienen todo el respaldo de la Presidencia de la República, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de la Secretaría de Gobernación (Segob) y hasta del Ejército».
«(La Semarnat y la Profepa) son dependencias cosméticas que no van más allá de los diagnósticos. Están dirigidas, como en el caso de la Semarnat, por funcionarios corruptos que se van a pasear», dijo en referencia al titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pachiano Alamán, quien -de acuerdo con una investigación del diario Reforma- aprovechó el puente del fin de semana pasado para viajar a Aspen, Colorado, en un avión privado: un Learjet 40, matrícula XA-USP.
Cianuro, veneno poderoso
La megaminería, comentó el doctor García Zamora, genera desastres ambientales y sociales permanentes en donde opere.
«Lo que llama la atención es la ausencia total de las dependencias federales y estatales frente a este tipo de enormes ecocidios que no solamente afectan de inmediato los mantos acuíferos y la tierra, sino que destruyen los ecosistemas y la estructura tradicional de vida de las comunidades», criticó.
Lozano, por su parte, aseguró que el cianuro es uno de los venenos más poderosos del mundo.
En el mismo sentido, en el documento «Cianuro. La Cara Tóxica del Oro», realizado por el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (Ocmal), se lee que la minería de oro es «la fuente de mayor contaminación de las aguas por cianuro».
El texto plantea que la exposición crónica al cianuro por periodos extensos en dosis pequeñas tiene «efectos considerables» en la salud, entre ellos se encuentran la pérdida de apetito, migrañas, nauseas, irritación de los ojos e incluso puede atacar las fibras musculares del corazón o afectar al funcionamiento de la tiroides. Sin embargo, la investigación indica que en dosis mayores, el cianuro llega a ser letal.
En los peces, el cianuro suele ser fatal en corto tiempo. De hecho, en el caso del río Piaxtla, en el municipio de San Dimas, Durango, la Profepa dio a conocer que «un número indeterminado de peces» murió a causa de la solución derramada el pasado 11 de marzo que, una vez que alcanzó la corriente del río, se desplazó aproximadamente 245 metros lineales, causando la muerte de peces, en su mayoría especies juveniles de uno a cinco centímetros de talla.
En el caso de la planta de Cianuro que -con el apoyo del gobernador de Durango, el panista José Rosas Aispuro, y la presidenta municipal de Gómez Palacio, Durango, la priista Leticia Herrera Ale- pretende construir la estadounidense Chemours Company, Gustavo Lozano, de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), asegura que la compañía presentó una manifestación de impacto ambiental que contiene un montón de irregularidades, de falsedades y mentiras, lo que los obligó a interponer una demanda de nulidad ante la resolución de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, misma instancia que permitió la instalación esa empresa.
Entre las irregularidades, Lozano destaca que Chemours afirmó que el proyecto «no se ubicará en las cercanías de zonas habitacionales, comerciales y/o de servicios, dado que se encuentra a una distancia de 7 kilómetros localidad de Brittingham y a 8 kilómetros de la localidad de Martha, así como a 1.6 kilómetros del complejo minero Dinamita». Cuando la realidad es que el ejido El Siete, donde habitan unas mil personas -muchos de ellos pensionados y jubilados-, se encuentra a menos de un kilómetro.
Según Lozano, establecieron que en la zona no existe fauna y flora registrada en la Norma Oficial Mexicana 059, que tiene que ver con especies altamente protegidas, cuando, la realidad planteada por la REMA es que existen cactus propios de la región, aves y animales de suelo que están incluidas en la NOM y reconocidas en los ordenamientos territoriales.
Además, pobladores de El Siete y el integrante de REMA afirman que no sólo esta comunidad se podría ver afectada por la contaminación del cianuro, sino también otros poblados como Abisinia, La Aurora, Martha, Numancia, el Volado, Las Américas, entre otras.
El gobierno apoya a mineras
Tanto Lozano como el doctor García Zamora afirmaron y reprobaron que el gobierno mexicano favorezca el interés privado, sobre el bienestar de la sociedad, el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, especialmente el de las mineras provenientes de Canadá, dueñas del 75% del total de minas que hay en México.
«El gobierno es cómplice a nivel nacional del ecocidio, de la destrucción de los territorios, de la destrucción de las comunidades. Es una complicidad en la economía de la muerte. La minería destruye la estructura productiva, la tierra, el agua, la cohesión social y de alguna manera subordina totalmente los poderes judicial, legislativo y ejecutivo de acuerdo a sus intereses», apuntaló García Zamora.
Además, recordó que en el país la minería es considerada como una actividad preponderante, tal como lo establece el Artículo Sexto de la Ley Minera.
«Prácticamente se le invita a la inversión extranjera a destruir, extraer la riqueza sin que existan consecuencia y eso está muy cerca del tema de la corrupción, de la complicidad y de la destrucción del Estado mexicano en términos de un Estado que ha claudicado en defender los intereses de la mayoría de la población, para salvaguardar simplemente los intereses de la acumulación de capital por todos los medios», destacó.
Lozano recriminó que el gobierno de la República, por un lado conduzca la política en materia de minería, sepa de qué manera operan, conozca la problemática, los daños ambientales que genera, los problemas sociales que desencadenan «y aún así siga estimulando el negocio a través del otorgamiento de títulos de concesión minera».
Mineras extranjeras y destrucción
Son innumerables los casos en los que las mineras han arrasado con territorios, en los que han pisoteado los derechos humanos y en los que han afectado la salud y el medio ambiente.
En octubre de 2017, cuatro trabajadores de First Majestic murieron intoxicados con dióxido de carbono, según información que la minera entregó a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
En Chicomuselo, Chiapas, Mariano Abarca Roblero se oponía a la empresa minera Blackfire Exploration. Fue asesinado el 27 de noviembre de 2009. Desde entonces, su hijo José Luis Abarca Montejo ha emprendido una búsqueda incansable para encontrar justicia que lo ha llevado hasta Canadá, luego de que en México los empleados de la minera detenidos por el homicidio fueran liberados.
Hace algunas semanas, José Luis detalló que -de la mano de organizaciones mexicanas y canadienses- entregó una denuncia administrativa ante el Comisionado para la Integridad de la Administración Pública de Canadá para exigir que se lleve a cabo una investigación sobre «las acciones y omisiones» de la Embajada canadiense en México en el crimen, ya que acusa que el asesinato se perpetró desde la compañía.
En Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte de Puebla, un proyecto de minería de oro y plata de la empresa Minera Gavilán, subsidiaria de la canadiense Almaden Minerals, ha puesto en riesgo la salud de los pobladores, el medio ambiente e incluso el acceso al agua.
Por ese tema, en diciembre pasado, un grupo de pobladores, acompañados de activistas, visitó Canadá para instar al gobierno del país norteamericano y a los inversionistas a prevenir más violaciones de derechos humanos y daños ambientales asociados con dicho proyecto.
Fuente:http://www.economiahoy.mx/sinembargo/noticias/9021713/03/18/Mineras-extranjeras-operan-en-Mexico-con-impunidad-ante-desastres-ambientales-especialistas.html
En el último año creció en un 31 por ciento las concesiones otorgadas a mineras aproximadamente, tan solo en el estado de Puebla, declaró el presidente del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM) Observatorio Ciudadano, Juan José Hernández López.
Asimismo indicó que existe deficiencia en cuanto al control del impacto ambiental, al uso desmedido de la explotación de recursos naturales no solo en la minería, sino también en los alrededores donde se realiza la extracción, pues hay daños en las diferentes comunidades así como en el aspecto laboral.
El 62 por ciento de las empresa mineras se encuentra en la Sierra Norte de Puebla; sin embargo, también las hay en otros municipios como Jolalpan, Chietla, Tetela de Ocampo, Zacatlán, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Acatlán, Teziutlán y Santiago Miahuatlán; entre otros.
Cabe mencionar que todas las concesiones mineras tienen un plazo de 50 años para poder trabajar, no obstante en 2016 había cerca de 236 empresas de esta índole y actualmente hay 310, otras más tuvieron que cerrar por diversas razones.
Por otra parte, Hernández López reconoció que el extraer distintos minerales es un “mal necesario” pues varios de estos materiales son destinados para fabricar pilas de teléfonos celulares, circuitos integrados y materiales para la construcción entre otros, pero también es de suma importancia su regulación.
Fuente:http://www.elmundodetehuacan.com/index.php/local/local-conten-otras/64950-Crecen-los-permisos-de-mineras-en-Puebla
Santo Domingo.- El Tribunal Superior Administrativo (TSA) fijó para el 10 de abril la audiencia para conocer el fondo del recurso de amparo preventivo en defensa de la NO explotación minera en San Juan, sometido por la Fundación Justicia y Transparencia (FJT) el pasado 26 de febrero.
Los jueces de la Segunda Sala del TSA, presidida por el magistrado Diómede Villalona, acogieron la solicitud de energía mina y medio ambiente de otorgarle un plazo para tomar conocimiento pleno del expediente, gestionar algunos documentos y producir su posición final; además de permitir que las partes puedan depositar y tomar conocimiento reciproco de los documentos.
El presidente de Justicia y Transparencia, Trajano Potentini, destaco la necesidad de contar con un instrumento legal que les ponga un candado a las pretensiones que tiene la empresa Goldquest Dominicana, tras considerar que una eventual explotación del proyecto minero Romero y Romero Sur impediría el desarrollo de muchos proyectos agrícolas y de turismo ecológico que se tienen planificado y en curso en la región Sur.
Potentini explico que el amparo va dirigido en contra de la Dirección General de Minería y los ministerios de Energía y Minas, y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y en calidad de interventores forzosos a la empresa Goldquest Dominicana, el Senador y los Diputados por la Provincia de San Juan Maguana y al Obispo José Dolores Grullón Estrella.
Finalmente, la fundación acuso al director general de Minería, Alexander Medina, de actuar como una especie de “caballo de Troya” en contra de los intereses medioambientales del país, sirviendo así a los propósitos de las multinacionales interesadas en realizar actividades mineras.
Fuente:http://eldia.com.do/aplazan-para-el-10-de-abril-un-amparo-en-defensa-de-la-no-explotacion/
Entre el extractivismo, la preocupación por el medio ambiente y la violencia hay patrones que se repiten. Organizaciones andinas y europeas llevan a Ginebra y Bruselas un informe preocupante. DW habló con ellas.
Que haya en este momento unos doscientas personas procesadas por protestar, no ha logrado detener la marcha que desde el bosque protector de Mindo Nambillo se dirige hacia Quito : una treintena de organizaciones convocan para protestar contra las 46 concesiones mineras que cambiarán la fisonomía de lo que hasta hoy es una zona de naturaleza exuberante. E impactarán la vida de sus habitantes. Pero, cuidado, la protesta medioambiental no está bien vista.
«En la práctica extractivista, en Ecuador los ataques contra defensores medioambientales van incrementando.”, explica a DW Francisco Hurtado de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU). Esta organización acompaña desde hace 12 años a las comunidades afectadas por la minería a gran escala para la cual hay concesionadas, en este momento, dos millones de hectáreas.
«Por el proyecto minero Mirador, en Tundayme, hay 200 familias desplazadas. El asesinato de tres líderes shuar –uno en 2009, otro en 2013 y otro en 2014- sigue impune. Nos preocupa el patrón que se está imponiendo, en general, en América Latina”, sigue Hurtado.
Un informe preocupante
La CEDHU, el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) junto con la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) y la belga Broederliijk Delen llevan su informe «Abusos de poder contra defensores y defensoras de los derechos humanos, del territorio y del ambiente” al relator de derechos humanos en Ginebra. También a Bruselas: la Unión Europea favorece explícitamente la defensa de los defensores.
«El proceso de desalojo del Barrio San Marcos –donde la empresa minera decidió construir una represa de desechos líquidos- comenzó con compras irregulares de tierras; luego fueron desalojados violentamente, sin proceso de reasentamiento”, sigue Hurtado. «Los dispositivos legales para acallar la protesta que se ponen en marcha son semejantes en Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia”, añade.
Según el Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina, en Colombia y Perú tanto el grado de violencia contra defensores como su criminalización es alto; en Ecuador y Bolivia el grado de criminalización es alto, el de violencia es menor.
«Por la explotación petrolera en la Amazonía boliviana, los tacana, que han vivido históricamente ahí, tienen que dejar su territorio, que el mismo Estado que se supone plurinacional, les ha reconocido”, cuenta a DW Marco Candarillas de CEDIB.
Estigmatización, prisión, violencia
«Un tercio de Bolivia es un bloque petrolero; hay planificadas 22 hidroeléctricas. Las poblaciones tienen que dejar sus territorios y su modo de vida. Y los que oponen son objeto de estigmatización”, sigue Candarillas. Los medioambientalistas resultan entonces una piedra en el zapato: «enemigos del desarrollo”, «ecoterroristas”. Las penas por protestar son, en algunos casos desmedidas.
Los conflictos ecoterritoriales, así datos de Naciones Unidas, representan más de la mitad de los conflictos sociales del continente. La situación es grave: según Global Witness, sólo en 2017, en Brasil fueron asesinados 46 medioambientalistas, en Colombia 32, en México 15. Según el OCMAL, entre 2011 y 2016 en Perú murieron 50 personas en enfrentamientos por conflictos medioambientales, quedaron 750 lesionados.
«Por hacer un plantón ante la empresa reclamando nuestro legítimo derecho al agua se han ido presos, seis meses, un año”, cuenta a DW Oscar Mollohuanca, ex alcalde de Espinar en el Cusco. Este pueblo convive con la minería; el índice de muertes por cáncer es alto. «Hemos logrado que se hagan estudios; en más de un 52% de los puntos monitoreados el nivel de elementos contaminantes es superior al permitido”, sigue Mollohuanca.
En las protestas del 2012 murieron 3 líderes de Espinar; él mismo estuvo en prisión 15 días. Pendiente tiene un juicio donde se pide 20 años de cárcel. Según su información, se debe a la exigencia de Espinar de que se cumpla con los estándares de calidad ambiental de las aguas. «La minería dura 50 o 100 años; pero puede perjudicar la posibilidad del desarrollo futuro de nuestro pueblo”, agrega.
«El problema humanitario es serio, compromete a millones de personas en América Latina”, apunta Candarillas. «No son casos aislados, hay patrones de fondo de abuso de poder que hacen la situación muy peligrosa. También para la seguridad de nuestra propia vida”, concluye.
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Fuente:http://www.dw.com/es/informe-abusos-contra-ecologistas-no-son-casos-aislados/a-43075421
Cobre San Rafael trabaja con la convicción de que su proyecto para la explotación de unas 700 hectáreas de terreno, ocupado en parte por la mina inactiva en Touro desde 1986, tendrá en verano todas las bendiciones administrativas. Mientras sigue realizando sondeos y otros trabajos previos, ha iniciado una ardua batalla para tratar de convencer a la sociedad de que la minería es imprescindible para el desarrollo y de que nada tiene que ver una explotación hoy con la de hace 30 años, como tampoco los controles y las exigencias legales. Alberto Lavandeira, consejero delegado de Atalaya Mining -empresa minera asociada en Cobre San Rafael con la compostelana Explotaciones Gallegas-, presentó ayer el proyecto, sobre el terreno, a los medios de comunicación, y fue tajante: «La oposición a la mina es ideológica».
Lavandeira, ingeniero de minas ourensano con 38 años de experiencia en el sector minero y metalúrgico, reconocido a nivel internacional, salió al paso de la contestación social que ha suscitado el proyecto que afecta a los municipios de Touro y O Pino, a 20 kilómetros de Santiago, criticó a los «iluminados» que «amenazan sin dar datos concretos», y ofreció transparencia porque «no hay nada que ocultar». Así, Cobre San Rafael remitió el proyecto a los grupos ecologistas, pero ve con curiosidad que «la oposición viene de grupos ideológicos».
Minería moderna
El responsable de Atalaya Mining dedicó buena parte de su intervención a desmontar los argumentos de los críticos con el proyecto, al considerar «absurdo» que se diga que la empresa no tiene voluntad de permanencia -«no le veo el negocio a invertir para marchar», dijo- o que los empleos que prevén crear, 400 directos, serán precarios: «En un 90 % serán indefinidos», y añadió que en su mayor parte serán para vecinos del entorno. «No va a haber suficiente gente» en la zona, dijo.
Alberto Lavandeira se extendió en el rechazo a las objeciones medioambientales al proyecto. Defendió que Cobre San Rafael aplicará las mejores técnicas de la minería moderna, rechazó que se puedan contaminar los ríos de la zona -«es mentira que haya metales pesados que puedan acabar en la ría»- y define la futura explotación como minería de transferencia, que supone extraer y simultáneamente rellenar las áreas afectadas, recuperándolas ambiental y paisajísticamente. El máximo responsable del proyecto apoyó sus argumentos con imágenes de la recuperación de minas asturianas, también a cielo abierto y de mucha mayor extensión, que hoy son zonas arboladas y de frutales.
Respecto al impacto sobre las explotaciones agroganaderas, Lavandeira aseguró que solo el 6 % de las 700 hectáreas tienen este uso actualmente, sin que exista granja alguna en el terreno afectado. Más de 400 hectáreas ya son propiedad de Explotaciones Gallegas, la empresa del grupo constructor Francisco Gómez que actualmente extrae áridos y que detenta los derechos mineros. Sobre el resto, Cobre San Rafael prevé comprar, alquilar o permutar fincas, que en su mayor parte son eucaliptales. Los promotores de la mina no perciben oposición de los vecinos del entorno, que están permitiendo el acceso de los técnicos a sus propiedades para realizar sondeos, que ya son unos seiscientos, 270 de ellos en terrenos particulares.
Lavandeira negó que el proceso químico para separar el cobre genere residuos tóxicos ni peligrosos y se extendió sobre el depósito de estériles (lodos), que será completamente estanco y que, al igual que el resto de las instalaciones de la mina, funcionará en circuito cerrado, de forma que no podrán producirse fugas. El depósito tendrá muros «como los de una presa» y su impacto, pese a las dimensiones de unos 80 metros de alto y hasta 3.000 de largo, quedará oculto por una suave pendiente del terreno, «más suave que el talud de una carretera». «Vertido cero, nos comprometemos», enfatizó el consejero delegado de Atalaya Mining, para quien «se está magnificando un problema que no existe». Por el contrario, hay «un pasado y un pasivo», producto de la explotación de 1973 a 1986, del que Cobre San Rafael se hará cargo, si bien rechaza «culpabilizar el futuro» por ese pasado: «Formando parte del proyecto hemos asumido el pasivo, tenemos que arreglarlo y dejarlo mejor».
Inicialmente, Cobre San Rafael prevé explotar la mina durante quince años, con una inversión de 200 millones de euros. Desde hace dos años y medio ha invertido ya casi cinco millones de euros, porque «pensamos que va a salir, porque no hay razones para que no salga». Respecto a la extensión de la explotación minera a una zona más amplia, hacia Boqueixón, Lavandeira explicó que la empresa realiza exploraciones autorizadas del terreno, pero es pronto para valorarlo. La apuesta de la empresa se limita en la actualidad a las 700 hectáreas para las que espera permiso de explotación, con la convicción de que «lo vamos a hacer bien, porque es un proyecto del que nos sentimos orgullosos, y es una oportunidad para Galicia, porque aquí se puede hacer buena minería».