Perú

Corredor Minero: Heridos por enfrentamiento en Mara

10 de Set. Desde la mañana de hoy se reportaron heridos en el enfrentamiento entre la Policía Nacional del País (PNP) y la ciudadanía en el distrito de Mara, Cotabambas, Apurímac. Así mismo, pobladores de la localidad reportan varios heridos, entre los que se registran mujeres y niños.

Aproximadamente 200 efectivos policiales ocuparon la localidad durante horas de la mañana para iniciar la apertura de la vía del corredor minero. Alrededor del mediodía, con maquinaria pesada, perdigones, bombas molotov y lacrimógenas la policía liberó los terrenos aledaños al corredor minero provocando la reacción de la población en Mara.

Ante el estancamiento de las negociaciones con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), este lunes los propietarios de los terrenos aledaños a la carretera, desde el Puente Ichuray y Saywa, tomaron posesión de sus respectivos terrenos. Hasta la fecha no se han determinado acuerdos con el MTC respecto al uso de la vía del corredor minero, la cual se ha ampliado sin negociación previa con los propietarios de los terrenos.

Inicialmente la vía era vecinal, luego, provincial, regional y ahora llega a categorizarse como vía nacional. Es por ello que recae la competencia directamente en el MTC. El mismo Estado ha reconocido que se han cometido errores y buscan darle solución al conflicto negociando con los propietarios.

Pese a que el proceso de diálogo se viene dando desde hace un año, las negociaciones sobre el precio del metro cuadrado se han detenido. El MTC ha fijado como precio para todos los terrenos 25 soles por metro cuadrado y se denuncia que agentes del Ministerio están negociando bilateralmente con los propietarios. Esta situación ha generado desconfianza y una percepción de injusticia en el procedimiento. Por ello, desde hace un mes la comunidad de Mara ha tomado posesión de sus propiedades y parte de la carretera, demandando una negociación justa y transparente.

 

Fuente:https://derechosinfronteras.pe/corredor-minero-heridos-por-enfrentamiento-en-mara/?fbclid=IwAR1pBHJIws_vH1KfFErokWXdgztBOv96YtkH4pDg9B-7eeoPNadD1t1yd8w

Chile

El peligro radioactivo que acecha al Gran Concepción ante la minera de tierras raras

Cómo toda zona industrial, el área adyacente al Gran Concepción ya está afectada por la contaminación atmosférica, química y marina de diversas industrias termoeléctricas, metalmecánicas, petroquímicas, pesqueras y de celulosa, así como otras actividades. Ahora podría sumarse un nuevo tipo de contaminación de aprobarse un nuevo rubro extractivo en la región: la minería de tierras raras. Y es que la temida contaminación radiactiva podría llegar a la zona de aprobarse el polémico proyecto a pocos kilómetros de la población de Penco y el Gran Concepción.

A tan solo 15 minutos en vehículo de la plaza de Penco en pleno centro de la ciudad, ya se encuentra funcionando una planta minera piloto de Tierras Raras en el fundo «El Cabrito» en dirección a la autopista del Itata por la ruta 0-390. El proyecto minero se encuentra además a menos de 10 kilómetros de densas zonas pobladas de la comuna de Concepción, lo cual no fue informado ni consultado a la comunidad penquista. Es el denominado proyecto minero Biolantanidos, el cual pretende la instalación de una faena minera a rajo abierto que utilizaría, según la empresa, 35.000 litros de agua por hora del Estero Penco y el Estero El Cabrito. También tendría la capacidad para procesar hasta 240 toneladas por hora de mineral a pocos kilómetros de la zona poblada. Actualmente este proyecto ingresó su Estudio de Impacto Ambiental a fines de 2018, por lo que en estos momentos el Servicio de Evaluación Ambiental lo estaría analizando para su eventual aprobación.

Las Tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos entre los que se encuentran el lantano, cerio, praseodimio y neodimio. Este grupo de elementos de la tabla periódica reciben también el nombre de Lantánidos. Las tierras raras se han vuelto indispensables para el desarrollo de nuevas tecnologías marcadas por aplicaciones cibernéticas, desarrollo creciente de la inteligencia artificial, nuevos materiales para dispositivos bélicos por parte del complejo militar-industrial y de programas espaciales de las potencias imperialistas, tales como aleaciones para fuselaje de aeronaves y vehículos espaciales, o sistemas de guías de misiles y aviones no tripulados (drones). Algunas aplicaciones civiles incluyen el desarrollo de microprocesadores, dispositivos de almacenamiento eléctrico e información digital, el desarrollo de energías eólica, solar, vehículos, medicina alópata, smartphones, cámaras digitales, televisores LED, baterías recargables, entre otras. Resultando unos elementos altamente estratégicos en el campo de la geopolítica mundial y la industria de la guerra.

Actualmente potencias como Estados Unidos están muy interesadas en adquirir nuevos suministros de estos metales desde diversas zonas del mundo, algunos analistas internacionales han planteado que detrás del interés de Trump por comprar Groenlandia estaría sus importantes yacimientos de Tierras Raras. En la lucha geopolítica global, Chile podría ser una buena alternativa para suministrar tierras raras a Estados Unidos, de hecho el portal Chile minería publicó que «a mediados de 2019, Chile podría convertirse en uno de los pocos países en la lista de los exportadores de tierras raras. Esto, luego de que la empresa Biolantánidos, que posee un yacimiento de estos minerales en Penco, Región del Biobío, firmara su primer contrato para suministrar concentrado al exterior». El cliente sería una empresa estadounidense llamada Rare Earth Salts. Por su parte recientemente La Tercera señaló que la subsecretaría de Adquisiciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos reconoció que «El Pentágono está preocupado por el control chino del mercado de tierras raras, fundamentales para el desarrollo de la industria armamentística y tecnológica del país».

Respondiendo a uno de los informes que la empresa minera Biolantánidos ha ingresado en forma de Declaración de Impacto Ambiental (DIA), el Servicio de Evaluación Ambiental advirtió sobre la posibilidad de contaminación radioactiva destacando que el proyecto «no presenta antecedentes técnicos que permitan descartar la presencia de otros contaminantes en el mineral agotado el que será dispuesto en las quebradas, que producto de la extracción minera puedan ser liberados al medio, tales como sustancias radiactivas (Uranio, Torio, u otras), las que a consecuencia de la actividad de extracción, pudiesen aparecer en el material agotado, u otros que antes no estaban disponibles o lo estaban en forma muy limitada».

El portal Vida Sostenible indica que «tanto la extracción como el procesamiento de las tierras raras causan un elevado impacto ambiental. La extracción se hace en minas a cielo abierto y para su procesamiento se requieren productos químicos muy agresivos. Además, en los minerales de los que se extraen es muy común la presencia de elementos radiactivos como el torio o el uranio. En este contexto, la producción de una tonelada da lugar a entre 9.600 y 12.000 metros cúbicos de gas residual que contiene polvo concentrado, ácido fluorhídrico, dióxido de azufre y ácido sulfúrico, unos 75.000 litros de agua residual ácida y alrededor de una tonelada de residuos radiactivos. Con ello, suponen la eliminación total de la vegetación del área de la mina y también de sus alrededores dada la contaminación que se genera (siendo esta de naturaleza diversa -radiactiva, de partículas o de productos químicos-, afectando al aire, la tierra y a las aguas circundantes)».

De esta manera la explotación clásica de estos elementos estaría asociada a contaminación química y radioactiva. Aunque la empresa Biolantánidos ha anunciado (como es frecuente en propaganda publicitaria o en los propios proyectos para evaluación) que sus actividades serán inocuas para la población. Parte de los habitantes del Gran Concepción se mantienen escépticos a estas afirmaciones debido a las frecuentes trangresiones de empresas extractivistas a las pobres normas ambientales que existen en el país, así como la escasa capacidad de fiscalización de instituciones ambientales.

China, el principal productor mundial de tierras raras se caracteriza por contaminar enormes extensiones de terreno mediante su extracción. Un caso emblemático es lo que ocurre en la ciudad de Baotou la llamada capital de las Tierras Raras, descrito como uno de los lugares mas contaminados del mundo, donde las instalaciones mineras envenenan los cultivos y villas en la región, según ha informado The Guardian.  En esta ciudad se ha creado un lago artificial gigante, toxico y radiactivo, una imagen digna de las más escalofriantes distopías de ciencia-ficción. Por su parte la BBC ha explicado que «Liam Young, un investigador que trabaja en Reino Unido, tomó recientemente muestras al barro recogido en el lago y encontró que tiene una alta presencia radioactiva.» El medio de comunicación DW de Alemania ha realizado reportajes audiovisuales en donde se relatan consecuencias altamente contaminantes de accidentes como el de Mountain Pass en Estados Unidos que terminó afectando radiactivamente una reserva natural. En España en donde también han existido proyectos de extraccion de tierras raras, durante el año 2017 el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) concluyó que el tratamiento de tierras raras que la empresa Quantum Minería estaba tratando de extraer en el Campo de Montiel (Ciudad Real) debería vigilarse radiológicamente al superar los límites máximos de riego permitido.

Desde 2015 está operativa la planta piloto El Cabrito del proyecto minero Biolantánidos de extracción de Tierras Raras en los cerros aledaños a la ciudad de Penco. La planta es presentada como la primera fase de un proyecto minero que podría cambiar drásticamente los ecosistemas, así como la vida de los y las habitantes de la comuna de Penco, el Gran Concepción e incluso la región del Biobío. El Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) ha informado que en la región del Biobío existe la impresionante cantidad de 476.300 hectáreas de concesiones mineras, muchas de empresas ligadas a Tierras Raras, lo cual gráfica la magnitud de la explotación que se podría imponer en la región.

Es por eso que de aprobarse el proyecto minero de tierras raras Biolantánidos podría ponerse en peligro la población de Penco y el Gran Concepción ubicada a pocos kilómetros de la faena minera. Una zona ya habituada a diversos tipos de contaminación atmosférica y química por complejos termoelectricos, petroquímicos e industriales en general, ahora podría verse afectada por la contaminación radioactiva, la cual podría afectar gravemente la salud de la población y los ecosistemas a su alrededor. Los desechos de esta minería a poca distancia de la población podría traer al Biobío el triste e impotente panorama que viven miles de familias acostumbradas a convivir con la contaminación minera en ciudades y localidades como Copiapó, Andacollo o Caimanes entre muchas otras en el norte del país.

 

Fuente:https://resumen.cl/articulos/el-peligro-radioactivo-que-acecha-al-gran-concepcion-ante-la-minera-de-tierras-raras?fbclid=IwAR24t_W_cIe5X7pgg9OZhIaomg42fK5WDeGQeRs8G10maDel9VY3DLVkGJ0

Chile

Exclusivo: Corte Suprema rechaza proyecto Dominga por 4 a 1 votos, pero deja abierta una puerta trasera

En un duro revés para las aspiraciones de La Moneda y de la empresa encabezada por Carlos «Choclo» Délano, el máximo tribunal habría fallado en contra de este proyecto de US$ 2.500 millones. Pero tres de los cuatro magistrados del voto mayoritario proponen que Dominga vuelva al Comité de Ministros, partiendo todo casi desde fojas cero. El fallo se conocerá oficialmente en los próximos días.

La historia del proyecto minero Dominga, ubicado en la comuna de La Higuera (cuarta región) y controlado por la familia del empresario Carlos Alberto Délano, a través de la empresa Andes Iron, está por llegar a su fin tal y cual se le conoce hasta el día de hoy. Esto ya que la tercera sala de la Corte Suprema emitirá en los próximos días un fallo que terminaría por zanjar, por ahora, la totalidad de idas y venidas que han tenido tanto los dueños del proyecto como sus detractores en las instancias administrativas y judiciales del país, una polémica que se inició desde el momento mismo en que Dominga fue presentada ante el Servicio de Evaluación Ambiental hace seis años.

El fallo de la Corte Suprema, que ya fue redactado por el ministro Sergio Muñoz Gajardo en un escrito de unas 170 páginas, invalida la sentencia favorable que tuvo Dominga en el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta el pasado 27 de abril de 2018. Ese día, aquella instancia acogió la reclamación de la empresa Andes Iron, anulando las resoluciones y los acuerdos tanto de la Comisión de Evaluación Ambiental (COEVA) de Coquimbo como del Comité de Ministros –ambos organismos que rechazaron el proyecto–, dando la orden de retrotraer todo el procedimiento a la COEVA para realizar una nueva votación.

A partir de ese documento, los detractores de Dominga, entre los que se cuenta la ONG Oceana y organizaciones de pescadores y de vecinos de ese sector, presentaron recursos de casación en contra de esta sentencia. Según información obtenida por INTERFERENCIA, la decisión de la Corte Suprema es un total revés para el negocio de los Délano Méndez –cuyo patriarca, conocido como el «Choclo Délano», tiene una histórica amistad con el Presidente y que en el marco del caso Penta fue condenado a tomar clases de ética empresarial– y de la familia Garcés Silva –vinculada a Embotelladora Andina y Banvida–, dueños del 14% de esta iniciativa. La mala noticia no sería solo para ellos: también para el gobierno encabezado por Sebastián Piñera, que puso varias de sus fichas a iniciativas mineras como esta para reactivar la economía del país.

Un fallo supremo

INTERFERENCIA no ha podido acceder al documento de 174 páginas redactado por el ministro Sergio Muñoz Gajardo. Sin embargo, en conversación con varias fuentes que están al tanto de este tema, este medio pudo extraer algunos datos de este fallo que vendría a invalidar la anterior sentencia del Tribunal Ambiental de Antofagasta.

La votación fue de 4 contra 1, donde el único voto a favor del proyecto fue el de Arturo Prado Puga, ministro que realizó parte de su carrera como fiscal del Banco de Crédito e Inversiones (BCI). El único que rechazó por completo fue el ministro Ricardo Blanco Herrera. Los otros tres, Sergio Muñoz Gajardo, María Eugenia Sandoval Gouet y Ángela Vivanco Martínez, votaron en contra pero recomendaron que el tema regrese al Comité de Ministros. En ese sentido, por más que el fallo es adverso para Andes Iron, porque todo lo realizado quedaría casi en fojas cero, le deja una puerta abierta para replantear este megaproyecto industrial de la cuarta región.

Según las mismas fuentes, se cree que el fallo saldría entre este jueves y viernes, pues ya está redactado y solo espera la firma del ministro Ricardo Blanco Herrera, quien se encuentra hasta este martes de vacaciones.

Cabe recordar que Dominga fue presentado ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en septiembre de 2013, hace seis años. La iniciativa involucra la actividad minera y portuaria, con extracción y procesamiento de hierro y también de cobre, que sería embarcado desde las mismas instalaciones de Andes Iron. Todo esto, según las cifras que presentó la empresa ante el SEA, contempla una inversión de 2.500 millones de dólares.

Golpe al gobierno

Todavía no asumía como ministro de Economía cuando José Ramón Valente comentó en entrevista con La Tercera que ojalá encontraran «el camino para que Dominga cumpla los requisitos y se pueda desarrollar». Sus palabras no eran azarosas, pues precisamente fue él quien, en el comienzo del segundo gobierno de Sebastián Piñera, quedó como encargado de destrabar una serie de inversiones que supuestamente en ese momento alcanzaban 74.000 millones de dólares.

De a poco, el Ejecutivo ha visto trabado estos proyectos que han girado en torno a la minería. De hecho, a fines de agosto, el Tribunal Ambiental de Valdivia revirtió la autorización de Mina Invierno –perteneciente al grupo Von Appen– para el uso de tronaduras en su faena minera con carbón, un proyecto que precisamente era apoyado por el gobierno. Esta sentencia reciente fue llevada en las últimas horas a la misma Corte Suprema con un recurso de casación que interpuso la empresa ligada a los grupos Von Appen y Angelini.

Ahora, con el rechazo a Dominga o su aplazamiento tal como se conoce en la actualidad, el gobierno sufre un revés en un tema que comenzó a posicionar desde un principio, que creía en la reactivación económica a partir de hitos favorables a este tipo de iniciativas en la minería.

 

Fuente:https://interferencia.cl/articulos/exclusivo-corte-suprema-rechaza-proyecto-dominga-por-4-1-votos-pero-deja-abierta-una?fbclid=IwAR3yE7BK-LK6YGwdWMpMas1CZ7SHI1MP-N1y3JVhikWLSroS0X9g8w2UH7M

Internacional

La lucha contra una mina china que empoderó a un grupo de tailandesas

Un proyecto extractivo en Wanon Niwat movilizó a las mujeres de este pueblo tailandés para proteger las tierras donde viven y el medioambiente.

Esa mañana, en cuanto vio el extraño cartel, plantado sobre un suelo que había sido removido poco antes, Mali Senbunsiri recordó la advertencia que su cuñada le había hecho años atrás. “Presta atención a cualquier pancarta o señal desconocida que aparezcan”, le avisó. “[Si aparece alguna] significa que se están preparando para abrir la mina”, le dijo la mujer.

Tras el hallazgo, Mae Mali, o Madre Mali, como la conocen en Wanon Niwat, el pueblo tailandés en el que siempre ha vivido, corrió al templo a avisar a las otras mujeres que estaban enfrascadas en los preparativos de un festival. Era 2015, y así comenzó una guerra, liderada por las mujeres del pueblo, contra una gran empresa china que quería perforar su suelo. “Al principio solo éramos mujeres”, explica Mali, de 52 años y madre de tres hijos ya independizados. “Probablemente porque nos quedamos en casa y vemos qué ocurre en la comunidad”, asegura esta abuela, quien ahora cuida de cuatro de sus nietos con los ingresos que obtiene, junto a su marido, de sus campos de arroz y otros pequeños negocios.

En los años setenta, el Gobierno tailandés encontró reservas de potasio bajo el suelo de Wanon Niwat, pero durante décadas nadie se atrevió a perforar debido a la fuerte oposición que los proyectos de minería han tenido en el país asiático. Sin embargo, gobiernos y empresas siempre mantuvieron un ojo en este elemento químico, fundamental para fabricar los fertilizantes de los que depende la potente industria agrícola tailandesa y que ahora tiene que importar. En mayo de 2014, una junta militar tomó el poder en un golpe de Estado y, pocos meses después, concedió una licencia de exploración de más de 15.000 hectáreas a la China Ming Ta Potash Corporation, una empresa con capital chino, para que estudiara la apertura de una mina de potasio en la zona. Fue cuando aparecieron las primeras señales.

Pocos días después de encontrar el cartel, cuando las mujeres ya ultimaban los preparativos del festival, escucharon que la empresa estaba intentando obtener muestras de la composición del suelo. “En cuanto lo oímos, dejamos todos y nos fuimos hasta allí para pararlos”, asegura Nongluck Oupadeng, otra de las mujeres que participó desde el primer día en los movimientos de resistencia. “Al principio no estábamos muy bien organizadas, solo lanzábamos acciones cuando oíamos que iban a perforar”, explica Mali. Aquel día, consiguieron frenar la perforación pero sabían que era solo la primera batalla de una guerra que ganaría fieles rápidamente —sobre todo, mujeres— y que revolucionaría las relaciones de género en la comunidad.

En los años setenta, el Gobierno tailandés encontró reservas de potasio bajo el suelo de Wanon Niwat, pero durante décadas nadie se atrevió a perforar

“He aprendido a tener más confianza en mí misma. Ahora tengo el reconocimiento de la comunidad y me dan más responsabilidades”, asegura Nongluck Oupadeng, quien se ha convertido en una de las principales negociadoras del grupo con las autoridades. “Me ha cambiado de verdad. Antes simplemente me quedaba en casa. Ahora soy una líder. Me siento empoderada y más valiente”, añade Samrit Boranmun, quien ha utilizado sus conocimientos en redes sociales para obtener información y publicitar el movimiento.

Según Naciones Unidas, aunque Tailandia ha experimentado progresos en igualdad de género en las últimas décadas, aún se necesitan mejoras en “las actitudes tradicionales y estereotipos que refuerzan la violencia doméstica y la violencia contra la mujer, su baja participación en política y en puestos de toma de decisiones y la discriminación y vulnerabilidades [en zonas] rurales e indígenas así como en el sector informal”, entre otros. Sin embargo, según un informe reciente sobre las defensoras de derechos humanos en Tailandia, el gobierno de la junta militar, que prohibió de forma sistemática protestas y otras actividades de la sociedad civil, ha supuesto un retroceso y estas defensoras “tienen cada vez un mayor riesgo de violencia, discriminación y otras violaciones de derechos”. Además, según el informe firmado por varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, “las mujeres han sido excluidas de forma sistemática de las consultas públicas y de los procesos de toma de decisiones, especialmente en asuntos relacionados con la tierra y los recursos naturales”. Tailandia celebró elecciones el pasado mes de abril tras casi cinco años de dictadura militar, pero el general golpista Prayuth Chan-ocha ha vuelto a formar Gobierno a pesar de no haber ganado los comicios, gracias a que un tercio de los escaños eran designados a dedo.

Una de las herramientas más empleadas durante el gobierno de Prayuth Chan-ocha ha sido el acoso judicial de los activistas por parte de las empresas y el Gobierno. Así, varias de las mujeres de la comunidad, entre ellas Mali, han sido denunciadas en varias ocasiones por no respetar el orden público o por provocar daños a la empresa. “Yo me he declarado inocente. No he causado ningún daño a la empresa. Solo participé en una sentada para que nos dieran información”, explica enfadada Pisamai Sukkha, una viuda de 53 años cuyos ingresos mensuales se han desplomado porque debe pasar su tiempo yendo y viniendo de los tribunales.

En esa frágil situación de las mujeres, los recursos naturales se han convertido en un elemento clave en la supervivencia de formas de vida igualitarias en zonas rurales, explica Kitima Khunthong, profesora de Ciencias Sociales y Humanidades que estudia las relaciones de las comunidades rurales con el medioambiente en la Universidad tailandesa de Rajabhat. “Las comunidades dependen mucho de su entorno sobre todo en zonas rurales, porque les asegura sus formas de vida, su red social, sus lazos culturales, su seguridad económica y su salud”, asegura. “Dañar su entorno puede tener consecuencias sociales”, continúa. Los derechos comunitarios han estado reconocidos en las Constituciones de Tailandia desde 1997, explica la académica, pero ninguno de los gobiernos, ni civiles ni militares, que el país ha tenido desde entonces los ha respetado por completo. “Está solo sobre el papel. Los gobiernos nunca respetan los derechos comunitarios, especialmente los gobiernos militares”, concluye la investigadora.

El carácter cooperativo de las tailandesas

Cuando Mali habla, todo el mundo escucha. Su carácter fuerte la hace una líder nata, tanto que, a diferencia de sus compañeras, ella no siente que el conflicto haya cambiado las relaciones en casa. “Las mujeres controlamos las finanzas. Somos simplemente más importantes socialmente”, sentencia. El marido de Mali, Anan Senbunsiri, asiente: “Yo la apoyo completamente. Creo que es más adecuada que yo para desempeñar ese papel”.

Sin embargo, para Pranom Somwong, coordinadora en Tailandia de Protection International, una ONG que trabaja por la protección de los defensores de los derechos humanos, la diferencia fundamental es el carácter más cooperativo de las tailandesas. “Las mujeres tienen una forma de liderazgo más colectiva. No es esa figura del héroe fuerte de los hombres”, asegura la activista. “A pesar de eso, ellas han sido aceptadas como líderes [en Wanon Niwat]”, asegura Pranom.

Desde aquella protesta espontánea surgida en el templo, las mujeres de Wanon Niwat, con el apoyo de maridos, padres y hermanos, han organizado sentadas y marchas, que han reforzado los lazos de la comunidad pero que las ha llevado también a las poblaciones vecinas para pedirles que se unan al movimiento. La mayoría de ellas, sin embargo, nunca pensó que su oposición a la mina pudiera revalorizarlas en una sociedad aún muy machista. Sus inquietudes eran más inmediatas. Sompan Srimarat, una mujer que tiene a su cargo a dos hijos con autismo, se unió a las protestas preocupada por cómo la mina podría afectar a los campos de arroz y las plantaciones de caucho que les dan de comer. “Mi vida depende del entorno aquí. No podemos arriesgarnos”, asegura. No en vano, su vecina, Somboon Duangpromyao, ya le ha advertido de que la extracción de sal, procedente de las mismas reservas que el potasio, está haciendo que el suelo ceda a 40 kilómetros de Wanon Niwat. “Cada vez que voy por aquella zona, veo un agujero nuevo”, asegura Somboon. “Si eso está pasando allí, que las minas son a pequeña escala, imagina lo que puede ocurrir con una gran mina de potasio”.

Aunque Tailandia ha experimentado progresos en igualdad de género en las últimas décadas, aún se necesitan mejoras en las actitudes tradicionales y estereotipos, según la ONU

Las minas de potasio han sido relacionadas con la contaminación por sal de ríos y de reservas de agua subterránea, reduciendo la biodiversidad acuática, así como con la subsidencia o hundimiento del suelo, explica Miguel Cañedo, un investigador en ecosistemas acuáticos de la Universidad de Barcelona. “Si no se diseñan acciones preventivas, el impacto medioambiental de estas minas puede ser muy alto”, asegura el investigador. “Puede tener un impacto también sobre la salud humana, no solo en los ecosistemas. Las sales pueden interactuar con otros residuos y generar sustancias cancerígenas”, continúa.

Estas consecuencias sobre la salud humana son la principal motivación en la lucha de Thawatchai Chanchemsri, antiguo director del departamento municipal de salud, quien renunció en noviembre de 2018 como protesta al proyecto minero. “Me preocupa que la mina tenga un impacto sobre el medioambiente, pero sobre todo sobre la salud de los residentes y sobre las generaciones futuras”, afirma. Según Thawatchai, el departamento para el que trabajaba había estudiado el impacto de las minas de sal cercanas y había encontrado varios efectos negativos en el entorno inmediato, incluyendo un incremento en la salinidad del agua y una caída de la producción de los campos de arroz.

Según el gobierno de Tailandia, la nueva Ley de Minería, que entró en vigor en agosto de 2017, concede una mayor papel a las comunidades para decidir qué tipo de proyectos quieren que se desarrollen en las regiones en las que residen. “Si las comunidades se oponen, habrá una votación antes de que se otorguen licencias”, explica Ubol Ritpech, directora de la división legal del Departamento de Industrias Primarias y Minas de Tailandia. Sin embargo, al igual que el reconocimiento de los derechos comunitarios, la voluntad de las zonas rurales probablemente se quede en el papel, teme Lertsak Kamkongsak, uno de los principales activistas antiminas del país. “Es cierto que [según la ley] las autoridades tienen que involucrar a la comunidad local […] Pero hay un problema en cómo el gobierno va a implementar la ley, porque según nuestra experiencia, siempre se favorece la inversión y no el respeto a las formas de vida locales”, asegura el activista.

Mientras, en Wanon Niwat, ha empezado la cuenta atrás. La licencia de exploración de la empresa expira a finales de este año, y las mujeres de Wanon Winat están decididas a dejar claro un mensaje: no quieren que nadie perfore el suelo sobre el que viven. Y la lucha, asegura, continuará aunque el Gobierno se niegue a escuchar sus demandas. “Si renuevan la licencia, seguiremos luchando. Ahora son más fuertes que nunca”, asegura Mali.

 

Fuente:https://elpais.com/elpais/2019/09/06/planeta_futuro/1567778245_807883.html?ssm=FB_CC&fbclid=IwAR37zDj1afq6dHNkl7Kz3CjwjZVopZ_uq-KjxglH0hJpzlOwyejdu8_Feps

Perú

Tía María: heridos y enfrentamientos diarios en el Valle de Tambo

Crónica de una guerra sorda que lleva 55 días poniendo en riesgo la vida de manifestantes y policías y la economía de los pueblos de esta región.

Aunque la prensa ya no se ocupa del asunto, los enfrentamientos entre policías y agricultores no han cesado en el valle de Tambo. A 55 días de haberse iniciado la huelga indefinida contra el proyecto Tía María, aumenta la cifra de heridos sin que ninguna entidad estatal lleve el control. Precisamente, este sábado por la tarde, se registraron dos heridos por proyectil, el más grave ingresó de emergencia al hospital de Mollendo. Un segundo herido alcanzado por un perdigón en la pierna prefirió no atenderse en ningún centro de salud.

Así, cientos de personas viven bajo una tensión permanente debido a que el conflicto social no parece tener fin. Los bloqueos siguen allí desde hace dos meses, principalmente en las vías que conectan los distritos de Cocachacra, Dean Valdivia, La Punta de Bombón y Mollendo.

En el valle de Tambo las labores escolares siguen suspendidas, pese a que las autoridades educativas decidieron retomarlas este viernes. Los padres no quieren exponer a sus hijos, pero tampoco quieren que el decaimiento del paro deje la situación otra vez en el mismo punto, como ocurrió en 2011 y 2015.

También se han visto afectadas las actividades comerciales y de transporte que atienden de manera parcial. En cambio, las actividades agrícolas continúan porque son su sustento familiar. Se han organizado de forma que por la mañana trabajan las chacras y por la tarde protestan.

Enfrentamientos diarios

A diario se suscitan enfrentamientos entre policías y manifestantes que rechazan el proyecto minero. El jefe policial en Arequipa, Roy Ugaz, informó hace algunos días que había más de 90 policía heridos por piedras y solo dos manifestantes; pero estos son solo los más graves, que debieron ser internados en el hospital. La mayor parte de los manifestantes que registran heridos después de cada enfrentamiento, no acude a los centros de salud, por temor a ser detenidos.

El escenario de la lucha se ha ido trasladando de los cerros de La Tapada – donde se planea construir la mina – a las riberas del río Tambo, lado noreste de Cocachacra. Otros días es en la Panamericana Sur, a la altura de El Fiscal; y otro tanto, en Mollendo o Matarani.

En estas jornadas, no hay ningún dirigente visible, ni políticos. Los protestantes, jóvenes y mujeres en su mayoría, pugnan por llegar a la Panamericana Sur por una vía carrozable; sin embargo, la policía los reprime con perdigones, gases y piedras y lo hacen a campo traviesa. Los manifestantes aducen que su interés es llegar a la Panamericana Sur, sector El Fiscal, para marchar pacíficamente por unas horas. Sin embargo, la policía cree que la masa pretende bloquear la vía y cortar el tránsito como ocurrió en los primeros días de la huelga. Acto seguido se producen las peleas.

Los “espartambos”, jóvenes con los rostros cubiertos, que portan simbólicos escudos de madera y huaracas, son la primera línea del contingente. Ellos son los que se enfrentan a los efectivos lanzándoles piedras con sus técnicas ancestrales. Aunque, este último sábado utilizaron también fuegos pirotécnicos, pero solo generaron un espectáculo de luces en el cielo, antes que hacer retroceder a la policía.

Los efectivos responden a los manifestantes también con huaracas. Les lanzan piedras desde la parte alta de los cerros. También, arrojan gases lacrimógenos y perdigones desde el lado opuesto del río. Tienen resguardados los accesos y han sitiado en las últimas semanas a los protestantes. “No nos dejan protestar que es nuestro derecho, nos tienen secuestrados”, se quejaron varios.

El conflicto afecta a quienes no desean participar de la protesta. Ayer una pareja de ancianos se vio envuelta en medio del choque de policías y manifestantes. Ambos bandos tuvieron que interrumpir sus ataques para que pudieran cruzar la trocha y continuar su camino a casa.

Los heridos invisibles de Tía María

La cifra de manifestantes heridos es desconocida porque no existe un registro oficial de parte de las autoridades. Los propios pobladores no se atreven a dar los nombres por temor a ser procesados más adelante. Sin embargo, en casos en los que se compromete gravemente su salud acuden necesariamente a los hospitales. Ese fue el caso de Hugo Roque Flores, un joven de 23 años que resultó herido durante los enfrentamientos.

El abogado Arturo Dueñas, que defiende a los manifestantes, señaló en horas de la noche que el joven ingresó con una herida en el abdomen causado por un proyectil. Debía ser sometido a una intervención quirúrgica y el caso sería investigado por la fiscalía. También dijo que otros dos heridos de gravedad llegaron en los últimos días al hospital de Essalud de Mollendo. Se trata de la joven Anabella quien tuvo herida de proyectil en el brazo izquierdo y Carlos Tapia, herido en el pecho.

Un segundo herido también se registró en ese momento, pero no llegó a ningún centro de salud. Sin embargo, circularon imágenes donde se apreciaba que tenía una herida en la pierna.

Algunos jóvenes también sufren los efectos de los gases o son alcanzados por algunas piedras o perdigones, pero se resisten a ir un centro de salud. Son atendidos por los propios manifestantes que aprendieron a llevar pequeños botiquines en sus jornadas diarias.

Más marchas y protestas ignoradas

Los manifestantes anunciaron que las marchas y protestas van a continuar. En la última reunión del viernes, acordaron trasladarse a la ciudad de Arequipa para el siguiente 16 de setiembre, fecha que coincide con el inicio de la convención minera Perumin.

De igual forma, planifican hacer una marcha de sacrificio hacia la ciudad de Lima, donde ignoran su protesta. La fecha aún no está definida, pero proponen que sea a finales de este mes o cerca al día en que se realizará la audiencia de apelación ante el Consejo de Minería. Esto es por el contencioso presentado por la Junta de Usuarios del Valle de Tambo, contra la licencia de construcción otorgada a Tía María.

De igual forma, las regiones de Cusco, Puno, Apurimac, Moquegua, entre otras, han comunicado la realización de una protesta macroregional que dará inicio este 16 de setiembre. El dirigente Miguel Meza, que en estos últimos días, ha estado delicado de salud, manifestó que la lucha social continuará hasta que el gobierno de Martín Vizcarra decida cancelar definitivamente el proyecto minero.

En tanto, padres y docentes del valle están preocupados por las labores escolares y han pedido que sea considerado por los manifestantes. La siguiente semana se reunirán nuevamente los alcaldes de Islay para evaluar qué acciones se podrían tomar tras casi 60 días de protesta.

De esta manera, la población agrícola que hoy se entrena en la técnica de la huaraca, libra sus luchas en soledad. Aislados de la ciudad de Arequipa, amordazados por el silencio mediático, sin dirigentes visibles y con una determinación a prueba de balas, sigue blandiendo su bandera verde. Aunque la mayoría no quiere hablar con los periodistas, solo atinan a repetirnos una frase, «Agro sí, mina no».

 

Fuente:https://elbuho.pe/2019/09/tia-maria-heridos-y-enfrentamientos-diarios-en-el-valle-de-tambo-fotos/?fbclid=IwAR02DuF6Xtn8bI5Ax8XMrE4Vr9yDzfRjCUbKy40Tudi2z0PLzEWs0eptxrU

Perú

Los fallidos intentos de las mineras para debilitar la fiscalización ambiental

La reciente sentencia del Tribunal Constitucional, que declara infundada la demanda interpuesta por Cerro Verde, cierra la controversia de las mineras que rechazaban pagar el aporte por regulación al OEFA. El abogado especializado en materia ambiental analiza el historial de medidas que las compañías impulsaron para evitar ese pago en los últimos años.

os intentos para debilitar la fiscalización ambiental en el Perú son conocidos. Desde su creación, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), ha sufrido varios intentos que buscan evitar su funcionamiento. Y en ese contexto, quienes deberían fortalecer esta labor de fiscalización, han recurrido a diversas estrategias para evitar su existencia y operación.

Recordemos que cuando el OEFA nació, el año 2008, no tenía recursos y el Ministerio del Ambiente tuvo que transferir dinero de su presupuesto para que este iniciara sus funciones. Al mismo tiempo, la transferencia de competencias de Osinergmin se dio sin recursos. Todo ello hacía prever una limitada posibilidad para ejercer su rol.

El fallo establece que debe garantizarse la provisión de los recursos adecuados a las entidades a cargo de la supervisión

Luego, algunas normas generaron mecanismos para asignar el presupuesto mínimo que le permitiera una adecuada fiscalización ambiental. El 2013, la Ley del Presupuesto del Sector Público estableció que “las funciones de supervisión y fiscalización en materia ambiental, relacionadas a las actividades de energía y minería que desarrolla el OEFA se financian con cargo al aporte por regulación”.

Este aporte jugó y juega un rol fundamental para que el OEFA ejerza su función fiscalizadora, por ejemplo, para la mediana y gran minería. La autoridad ambiental verifica que todas las obligaciones asumidas por las empresas se estén cumpliendo y que esas actividades no afecten el ambiente. Por ende, el OEFA es un garante de que las inversiones se realicen de manera adecuada. Sin embargo, en los últimos años, han habido diversos intentos para evitar que las mineras paguen el aporte por regulación.

Estos hechos ponen en evidencia los intentos sistemáticos para evitar el pago del Aporte por Regulación (APR). En este contexto, la reciente sentencia del Tribunal Constitucional (EXP N°05410-2015-PA/TC), que declara infundada la demanda interpuesta por la minera Cerro Verde contra este aporte, deja zanjado el tema. En adelante, los demás casos en curso, deben seguir la misma lógica.

Este precedente resulta sumamente relevante para seguir el camino hacia la consolidación de la fiscalización ambiental en el Perú y su institucionalidad, con el fin de que las actividades productivas y extractivas se desarrollen de la mejor manera.

El TC señala que todos los argumentos deben ser leídos de manera integral con el marco institucional, jurídico, social y económico del país, destacando el rol importante de la actividad minera en la economía peruana. Sin embargo, reconoce, que este debe encontrar un justo equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del derecho a gozar de un ambiente sano y equilibrado, por lo que le corresponde tanto al Estado como a la sociedad, emplear las medidas necesarias para ello.

El OEFA es un garante de que las inversiones se realicen de manera adecuada.

En ese sentido, el fallo establece que debe garantizarse la provisión de los recursos adecuados a las entidades estatales a cargo de la supervisión y fiscalización de dichas actividades con el fin de cumplir cabalmente con su objetivo.

El TC también precisa que el aporte por regulación se calcula sobre la base de la facturación mensual de la empresa minera, deduciendo a ello el impuesto general a las ventas y el impuesto de promoción municipal, con lo cual, objetivamente, pagan más quienes más facturan. Y si más facturan es porque extraen más minerales para su producción, lo que implica una magnitud más amplia de los impactos generados. Esta forma de cálculo garantiza la igualdad de los contribuyentes y evita la confiscatoriedad de su patrimonio.

Es en esa lógica que los magistrados del TC, Manuel Miranda Canales, Carlos Ramos Núñez, Marianella Ledesma Narváez y Eloy Espinosa-Saldaña Barrera declararon infundada la pretensión de quitar o evitar el pago del APR.

Sin embargo, mención aparte merecen los magistrados Ernesto Blume Fortini y José Luis Sardón de Taboada, quienes emitieron un voto en minoría y tuvieron una interpretación alineada a la de las empresas mineras que estaban contra el pago del APR.

¿Quién debe asumir esos costos de la vigilancia y del cumplimiento de las obligaciones ambientales? De acuerdo a todas las interpretaciones y principios del derecho, es el titular del proyecto. Esto está plasmado en principios fundamentales como el de la internalización de costos. Si queremos garantizar que las actividades se desarrollen de manera adecuada, debemos garantizar la imparcialidad, y que nuestro Estado tenga las condiciones y recursos para la fiscalización.

Sin ello, solo habrá más conflictividad, como la que vemos en los últimos tiempos. El desarrollo sostenible nos demuestra que es posible desarrollar las actividades bajo una lectura integral, considerando lo social, económico y ambiental, en igualdad de condiciones.

 

Fuente:https://ojo-publico.com/1358/los-intentos-fallidos-de-las-mineras-para-debilitar-la-fiscalizacion-ambiental?fbclid=IwAR1XzUtdfLdM_mb1bijZpNrcp8Bc3AnUTB_imn2A1D8RmsDqJitcFGbWBVQ

Mexico

Cerro de San Pedro no se olvida

Por segunda ocasión en su mandato y «para que no olvidemos», el pasado 15 de agosto el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) disertó ante la prensa sobre la desaparición del Cerro de San Pedro Potosí. Lo hizo como parte de la respuesta que le dio a una reportera de Querétaro, quien preguntó al mandatario sobre un polígono de 5 mil hectáreas que la ciudadanía queretana desea convertir en área natural protegida en contra de los planes de fraccionadores. AMLO aprovechó el tema para fustigar por enésima ocasión a lo que denomina como antiguo régimen neoliberal, además de reiterar que su gobierno no está al servicio de la minoría rapaz de la que forman parte, entre otros, los dueños de inmobiliarias. «¡Ya cambiaron las cosas!», remató, y en un episodio más de su cruzada moralizante llamó a reflexionar sobre la vergüenza que deben sentir los hijos y nietos de aquellos personajes que permitieron la devastación del Potosí mexicano. El mensaje del Presidente señaló como responsables del despojo a funcionarios mexicanos, quienes habrían otorgado concesiones a la canadiense New Gold-Minera San Xavier (MSX) para su ecocida proyecto de megaminería de tajo a cielo abierto.

Sin embargo, la postura presidencial preocupa por ingenua, pues la desaparición del Cerro de San Pedro fue producto de una conspiración criminal que sigue impune y que inauguró, como lo señaló entonces Carlos Montemayor, una nueva forma de delincuencia organizada. Eso es lo que no deben olvidar los mexicanos. Dicha conspiración tuvo a la cabeza dos presidentes apátridas (Vicente Fox y Felipe Calderón), un gobernador panista (Marcelo de los Santos Fraga), el entonces abogado del Partido Acción Nacional (PAN) en San Luis Potosí, quien al mismo tiempo era abogado de MSX y su traficante de influencias (Ángel Candia Pardo), un primer ministro de Canadá (Stephen Harper) y su cuerpo diplomático en México al servicio de sus mineras, el violento Robert Gallagher, entonces presidente de New Gold, dos serviles gerentes y golpeadores mexicanos encargados de operar el ilegal proyecto minero (Jorge Mendizábal y el ex funcionario zedillista Armando Ortega), varios jueces corruptos, una presidenta municipal inexplicablemente enriquecida (Rosaura Loredo), y además muchos peones insertos en dependencias federales y estatales, incluidos algunos académicos.

El caso no es atribuible, como dice AMLO, a un simple problema de política pública neoliberal que entregó la tercera parte del territorio mexicano a mineras trasnacionales. La conspiración criminal que nos despojó de los vestigios novohispanos del Potosí mexicano, y que nos ha heredado en menos de una década un irreversible ecocidio, se caracterizó por la corrupción de las instituciones encargadas de garantizar el cumplimiento de la ley y la procuración de justicia. Fue una corrupción gestionada desde el poder estatal y federal, e impulsada por las autoridades y corporativos canadienses. Esta alianza para delinquir se tradujo en la violación de nuestra soberanía por parte de Canadá, un minero-Estado acostumbrado a intervenir en países jurídicamente débiles y corruptos. Los desastres, muerte y violencia generados por las industrias extractivas canadienses en Asia, África y América Latina han sido plenamente documentados. Sin embargo, es un gravísimo error pensar que dichas industrias se manejan diferente en territorio canadiense.

Alguien, con urgencia, debe acercarle la información correcta a AMLO: Canadá es un país depredador en su propio territorio. Las presiones y despojos a pueblos originarios, el atropello de los derechos ambientales de comunidades, así como la destrucción y contaminación de grandes territorios son prácticas que han instrumentado las mineras canadienses en el propio Canadá. La idealización que AMLO hace de este país nos puede hacer un gran daño como nación, sobre todo porque las mineras canadienses, con apoyo de su gobierno, han violado sistemáticamente la soberanía de México. Recordemos que en el caso del Cerro de San Pedro la sociedad civil organizada demostró, sin violencia y en tribunales, la ilegalidad del proyecto de MSX, el cual fue anulado por sentencias firmes ignoradas por Fox, Calderón, Marcelo de los Santos, MSX y el gobierno canadiense.

¿Sentirán vergüenza los hijos y nietos de quienes conspiraron para violar la ley y la soberanía nacionales, provocando con ello un daño irreversible a nuestro patrimonio ambiental e histórico en el caso Cerro de San Pedro? ¿A los hijos de los fraccionadores les preocupará la integridad moral de sus padres por intentar destruir con sus ecocidas negocios la Sierra de San Miguelito? La respuesta es que se sienten muy orgullosos de ser hijos y nietos de enriquecidos depredadores, como en el caso de Marcelo de los Santos Anaya, hijo de una pieza clave de la conspiración en torno a MSX. Marcelo de los Santos Fraga, al igual que su padre, De los Santos Anaya no sólo se ha enriquecido a la sombra de esa combinación entre poder político y económico que AMLO aspira a erradicar de la vida pública de México, sino que ahora, emulando las hazañas moralmente insolventes de su progenitor, se prepara para ser el candidato del PAN a la gubernatura de San Luis Potosí. Esperemos que los potosinos logren superar la prueba.

*Investigador de El Colegio de San Luis

 

Fuente:http://otrosmundoschiapas.org/index.php/temas-analisis/32-extractivismo/mineria/3284-articulo-cerro-de-san-pedro-no-se-olvida

Perú

La legalidad del aporte por regulación que cobra OEFA a las empresas mineras ha sido confirmada por el Tribunal Constitucional

Con fecha 15 de agosto de este año, el Tribunal Constitucional declaró infundado el recurso de agravio Constitucional presentado por la empresa minera Cerro Verde S.A en el proceso judicial que ésta iniciara en marzo del año 2014, mediante una demanda de amparo contra el Estado peruano (PCM, MEM,OEFA), para evitar que el OEFA aplique el aporte por regulación, una contribución que pagan las empresas de gran y mediana minería para financiar las funciones de fiscalización ambiental que realiza esta entidad. Este proceso judicial ha sido uno más dentro de muchas otras acciones que las empresas mineras emprendieron contra el aporte por regulación. Hasta la fecha todos han sido desestimados.

En este proceso, Cerro Verde solicitó la inaplicación del Decreto Supremo  130-2013-PCM, norma que operativiza el cobro del mencionado aporte, con el argumento de que vulneraba los principios de reserva de ley, legalidad y no confiscatoriedad. De manera concreta, señaló:

  • El aporte por regulación es un tributo creado por decreto supremo y no por ley como lo dispone la constitución en su art. 74 (principio de reserva de ley).
  • Que la norma reglamentaria que lo crea tiene como sustento la ley del presupuesto del sector público del año 2013, que por su naturaleza tiene prohibido referirse a materia tributaria.
  • No existe ley alguna que autorice a OEFA como acreedor tributario, es decir, que autorice a esta entidad a cobrar directamente los montos recaudados por concepto de aporte por regulación.
  • Los montos cobrados vulneran el principio de no confiscatoriedad, que consiste en “no afectar de manera irrazonable y desproporcionada la esfera patrimonial de las personas”. Considera desproporcionado tomar como base imponible un porcentaje de la facturación anual y no el valor del costo real del servicio o actividad que las empresas reciben del Estado.

En su sentencia, el TC se pregunta si el Decreto Supremo 130-2013-PCM crea realmente un nuevo tributo, distinto al aporte por regulación establecido por el artículo 10 de la Ley 27332, Ley Marco de los Organismos Reguladores de la Inversión Privada en los Servicios Públicos. Concluye que se trata del mismo aporte y que sus  alcances lo precisan la cuadragésima octava disposición complementaria final de la Ley 29951, Ley de Presupuesto del Sector Público para el año Fiscal 2013; la tercera disposición complementaria final de la Ley 30011, que modifica la ley del Sistema de Evaluación y Fiscalización Ambiental; la Ley 30115, Ley del Equilibrio Financiero del Presupuesto del Sector Público para el año 2014; y la ley 30282, Ley del Equilibrio Financiero del Presupuesto del Sector Público para el año 2015. El TC señala que todas esas leyes señalan a OEFA como acreedor tributario del aporte por regulación con el objeto de financiar sus actividades institucionales.

Para el TC, de esas normas y de la Ley 29732, se desprende la tarea de la PCM y de otras carteras ministeriales de precisar y fijar, a través de una norma reglamentaria (infralegal),  los montos del aporte por regulación que serán materia de cobro, hecho que se materializa en el D.S. 130-2013-PCM. Sobre la falta de autorización a OEFA como acreedor tributario, el TC afirma que esa autorización se da en las leyes 29951 y 30011.

Sobre el cuestionamiento a la forma de fijar la cuantía, el TC señala que no existe norma tributaria que contemple la obligación de los acreedores tributarios de contar con una estructura de los costos del servicio de la actividad estatal que el aporte busca financiar.

El TC considera que las labores institucionales de OEFA generan beneficios para la sociedad en general, pero también para las empresas contribuyentes del aporte por regulación, pues con sus acciones se optimiza el funcionamiento del mercado.

Además, considera que el costo de la actividad que se busca financiar sería mayor si se toma en cuenta las consecuencias del impacto al ambiente que podría producirse debido al incumplimiento de las normas ambientales.

Igualmente, el TC señala que el Arancel de Fiscalización Minera (AFM) que pagan las empresas es de naturaleza distinta al aporte por regulación. El primero es un monto muy pequeño que deben abonar los titulares de la actividad minera por las acciones de fiscalización o exámenes especiales, que realizan los fiscalizadores externos. Indica que se creó con el objeto de solventar las acciones de supervisión de campo, y pagan únicamente los honorarios del fiscalizador. A diferencia de ello, el aporte por regulación es una contribución para pagar las actividades del OEFA, las que comprenden todo el macroproceso de fiscalización ambiental que involucra labores de supervisión, fiscalización, evaluación, control y sanción en materia ambiental.

El TC indica también, que el incremento de la actividad minera ha generado la necesidad de establecer el aporte por regulación,  que ha sido necesario contar con él para lograr que las  entidades fiscalizadoras sean lo suficientemente sólidas para garantizar el derecho a gozar de un ambiente sano.

Sobre la razonabilidad y proporcionalidad del pago, el TC afirma que pagan más quienes más facturan, que son las empresas que más minerales extraen,  y cuya magnitud de los impactos de su actividad puede ser mayor.

A ello añade, que se  ha cumplido con lo estipulado en el artículo 10 de la Ley 27332, es decir, el tope máximo fijado para esta contribución (1.00% de lo facturado), toda vez que conforme a los Decretos Supremos 127, 128, 129 y 130-2013-PCM, que aprueban los aportes por regulación del sector energético y minero a favor de Osinergmin, OEFA y el MEM, la suma de los cobros efectuados por dicho concepto no ha superado el tope máximo. Por ejemplo en el 2014 OEFA, OSINERGMIN y MEM en conjunto recaudaron solo el 0.36%; el 2015, el 0.34% y el 2016 el 0.29%. Es decir, juntas no superaron el tope del 1%, es más, año a año la contribución ha ido disminuyendo.

Finalmente debemos decir que esta noticia es muy positiva, pues garantiza a OEFA recursos que le permiten desarrollar sus actividades con mayor solvencia. Esto es muy importante porque las actividades evaluación, supervisión y fiscalización ambiental suelen ser muy costosas.

 

Fuente:http://cooperaccion.org.pe/la-legalidad-del-aporte-por-regulacion-que-cobra-oefa-a-las-empresas-mineras-ha-sido-confirmada-por-el-tribunal-constitucional/

Internacional

Banco Mundial coloca 300 millones en la mina de Kinross Gold en Mauritania

El Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional (CFI) colocará 300 millones de dólares en Kinross, la empresa minera con sede fiscal en Canarias que preside Mittler Andreas desde el pasado mes de noviembre. Desde las islas, se dirigen las operaciones con sociedades como Avrilius Holdings Limited y Kupol Ventures Limited, entre otras, para atender el negocio europeo y africano del considerado quinto productor de oro del mundo. La matriz Kinross Africa declara en España ingresos de 25 millones de euros.

Además de Andreas, el poder en la empresa canadiense en Canarias lo acumulan, tras las renovaciones de los últimos años, Marie-Christine Frenette y Justin Aaron McCabe. En la capital grancanaria operan también sociedades como Mdo Minera Holdings Spain, Bema Gold Holdings Spain, Macaines Mining Properties Holdings Spain, Tvx Mining Properties Holdings Spain.

El brazo financiero del Banco Mundial confirmó este martes a ABC la decisión se adopta por el plan de negocio previsto y la calidad de las «condiciones ambientales y sociales de Kinross» en Mauritania. La operación se ejecutará a mediados de octubre de este año.

En un principio, invertirá un 52% del total y el restante por la filial en Canadá. El acuerdo se conoce tras la llegada al poder de Mohamed Ould Ghazouani. Su antecesor, Mohamed Abdelaziz, sigue muy de cerca la evolución de un familiar que se encuentra hospitalizdo en Gran Canaria, según dijo a ABC el pasado fin de semana una fuente mauritana.

Kinross, presidida por J. Paul Rollinson, se estableció fiscalmente en Canarias en 2011. Desde 2018, la mina de Tasiast se encuentra en fase de expansión para mejorar su capacidad de producción, que fue de 8.000 toneladas por día durante la primera fase. Se encuentra a 300 kilómetros al norte de Nouakchott. La operadora, formalmente, es Tasiast Mauritania Limited, subsidiaria de Canadian Kinross Gold Corporation. Se considera el quinto mayor productor de oro del mundo.

 

Fuente:https://www.abc.es/espana/canarias/abci-banco-mundial-coloca-300-millones-mina-kinross-gold-mauritania-201909040559_noticia.html?fbclid=IwAR3X9so5dkHsehOXgg2PJdUaDgSTNP0hLJMpmz0ox_Z_wDDl5B87DJU65Pw

Latinoamerica

Exponen violaciones de derechos humanos causadas por empresas extractivas en Sudamérica

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Casos de Perú, Argentina y Brasil fueron presentados durante la 4ta Consulta Regional sobre Empresas y Derechos Humanos

“Nosotros estamos enfermos por los metales pesados, y el Estado y la empresa Glencore tienen que hacerse responsables”, denunció la mañana del miércoles Carmen Chambi, vocera de la Plataforma Nacional de Afectados por Metales Tóxicos del Perú, perteneciente a  la comunidad campesina de Alto Huancané (Espinar, Cusco). “El 25 de enero yo vi a Vale matar el río, matar animales, matar gente”, compartió Marina Oliveira, trabajadora social de la Arquidiócesis de Belo Horizonte en el municipio de Brumadinho (Minas Gerais, Brasil). Y Relmu Ñamku denunciando a la empresa Chevron que explota el proyecto Vaca Muerta en su territorio. Duros y conmovedores testimonios que fueron compartidos durante el Cuarto Diálogo Regional sobre Empresas y Derechos Humanos que se realizó en la sede de la CEPAL en Santiago de Chile, los días 3 y 4 de setiembre de 2019.

Estos casos fueron expuestos durante la mesa denominada “Empresas y Derechos Humanos: las perspectivas de las comunidades indígenas”.  En la mesa participaron Julia Cuadros (CooperAcción, Perú), coordinadora regional del proyecto “Empresas transnacionales y principios rectores”; Leonidas Wiener (CooperAcción, Perú); Carmen Chambi (Espinar, Perú); Marina Oliveira (Brumadinho, Brasil); y la lideresa mapuche Relmu Ñamku (Argentina).

Chambi denunció que, pese a la gravedad de la situación de salud del pueblo de Espinar, afectado por más 30 años de actividad minera, “no hay respeto, no hay responsabilidad”. “Lo único que yo pido es que haya una responsabilidad, y pido que se responsabilice el Estado peruano conjuntamente con la empresa transnacional Glencore Antapaccay. Lo único que pido es que haya justicia”, reclamó.

Por su parte, Oliveira compartió la tragedia ocurrida en Brumadinho en enero de este año, como consecuencia del colapso la presa de relaves de la empresa minera Vale, matando a 272 personas y causando un desastre ambiental sin precedentes. “Arturo perdió a su hermano. Soninha perdió a su hermano. La profesora Andressa perdió a Bruno, su único hijo. Jossie perdió a su hermana que estaba embarazada de cinco mesas. Yo quiero citar los nombres porque son 272 víctimas. Y a veces parece una estadística, pero no, son historias. ¿Quién nos va a devolver esas vidas? ¿Cuál es el precio? A ellos les gusta poner precio a todo. Yo quiero saber: ¿cuál es el precio”, preguntó.

En su testimonio, Relmu Ñamku relató el conflicto que enfrenta al pueblo mapuche con la empresa petrolera Chevron en Neuquén (Argentina). “Tenemos a Chevron explotando petróleo con el fracking, una técnica que está prohibida en muchos países del mundo porque contamina el agua”, denunció. Añadió además que se ha violado el derecho de los pueblos indígenas al consentimiento previo, libre e informado. “Cuando los pueblos dicen no, es no”, enfatizó.

En su presentación, Julia Cuadros compartió los resultados del Informe Regional elaborado por cuatro organizaciones de América Latina en el marco del proyecto “Empresas transnacionales y principios rectores: hacia mecanismos efectivos para la protección de los derechos humanos en América Latina”. El informe ha documentado un conjunto de violaciones cometidas por empresas transnacionales en América Latina, en un contexto de acelerado crecimiento de las actividades extractivas. “Se producen afectaciones a la salud de las personas, contaminadas con metales tóxicos en sus organismos, se contamina el agua, los pastos, los cultivos, el aire”. Además, en muchos casos “se criminaliza a líderes y lideresas por defender sus territorios, por defender el agua, por reclamar sus derechos. Muchos son enjuiciados. Pero también muchos pierden la vida. América Latina se ha convertido en una zona peligrosa para la vida de los defensores de derechos”.

Cuadros agregó que “las empresas matrices y sus subsidiarias deben responder ante los Estados y comunidades, sobre las violaciones a los derechos humanos producto de su actividad extractiva”. Señaló además que la actuación del sector privado debe conllevar necesariamente obligaciones jurídicas vinculantes. “Solo con mecanismos voluntarios no vamos a resolver el tema de violación de derechos por parte de las empresas”, añadió.

Por su parte, Leonidas Wiener expuso las conclusiones del informe “Impactos de las empresas mineras en los derechos humanos en el corredor minero del Sur Andino”, centrándose en los impactos generados por las operaciones de las empresas Glencore Antapaccay (en la provincia de Espinar, Cusco) y MMG Las Bambas (en las provincias de Grau y Cotabambas en Apurímac, y Chumbivilcas y Espinar en Cusco), ambos en Perú. Wiener explicó la afectación al derecho al agua y a la salud en Espinar, donde más de 700 personas presentan metales pesados por encima de los parámetros permitidos. Así mismo, en el caso de Las Bambas, la fragmentación de sus estudios ambientales ha llevado a invisibilizar los impactos ambientales de sus operaciones. En ambos casos, se afecta además los derechos a la libertad de expresión, libertad de tránsito y derecho de protesta, a través de la declaratoria constante de estados de emergencia y de convenios de seguridad suscritos entre la Policía y las empresas que restan neutralidad a la primera en su función de garantizar el orden público.

Cabe resaltar que ya las Naciones Unidas han reconocido que, en muchas ocasiones, las operaciones de las empresas pueden causar un impacto negativo en los derechos humanos de las comunidades. Por ello, el 2011 el Consejo de Derechos Humanos aprobó un conjunto de Principios Rectores que deben guiar el comportamiento corporativo para garantizar el respeto a los derechos humanos. En este marco, se vienen realizando diversas consultas regionales en las que participan tanto representantes de los Estados como las propias empresas, así como las organizaciones de afectados y víctimas de violaciones de derechos humanos, y ONG y diversas instituciones de sociedad civil. Si bien los Principios Rectores tienen carácter voluntario, se está discutiendo en el marco del sistema de Naciones Unidas la posibilidad de implementar un Tratado Vinculante sobre Empresas y Derechos Humanos que tenga la posibilidad de establecer compromisos de cumplimiento obligatorio por parte de las empresas.

El proyecto “Empresas transnacionales y principios rectores: hacia mecanismos efectivos para la protección de los derechos humanos en América Latina” es implementado por CooperAcción (Perú), la Asociación Civil Bienaventurados los Pobres (Argentina), Justiça Nos Trilhos (Brasil) y Pensamiento y Acción Social (Colombia), con apoyo de la Unión Europea.

 

Fuente:http://cooperaccion.org.pe/exponen-violaciones-de-derechos-humanos-causadas-por-empresas-extractivas-en-sudamerica/?fbclid=IwAR1esrTbU6Fgo9jY9Fvukt24hmPevna9bQYnw1lFouuZ5TE17UQDT1dfjO4