Chile

Chile confirma cierre del proyecto minero Pascua Lama por daños ambientales

18/09/ 2020
El Tribunal Ambiental de Chile confirmó ayer, jueves 17, la clausura “total y definitiva” del proyecto minero Pascua Lama, propiedad de la minera canadiense Barrick Gold a la que multó con 7.000 millones de pesos (USD9 millones) por los daños ambientales provocados durante la construcción del mencionado proyecto en la frontera entre Chile y Argentina.

El fallo también confirma la decisión que anunció en 2018 la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) de cancelar este proyecto por no cumplir con la licencia ambiental que se le había otorgado, según informó la agencia de noticias AFP.

“La magnitud del peligro de daño en la salud de las personas hace necesario el cierre del proyecto minero Pascua Lama al no parecer viables otras alternativas de funcionamiento seguro para el medioambiente y la salud de la población”, indicó el fallo del tribunal.

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El proyecto minero (a cielo abierto) tenía por objetivo explotar oro, cobre y otros minerales durante más de 20 años en la región de Atacama, específicamente en la Provincia de Huasco, con una inversión de unos USD 8,000 millones y que según su planificación original debía entrar en producción a fines del 2014. Tenía previsto producir unas 615.000 onzas de oro y 18,2 millones de plata.

Pascua Lama estaba ubicado a unos 4.500 metros de altitud en una zona de glaciares en la Cordillera de Los Andes, en la frontera norte entre Chile y Argentina.

Según el ente regulador chileno, Pascua Lama violaba 33 normativas medioambientales y causó daños a especies de fauna y flora nativa por el monitoreo incompleto de glaciares y la descarga de aguas ácidas en un río cercano que abastecía a comunidades de la etnia diaguita.

Desde Greenpeace señalaron que la sentencia “confirma la destrucción del proyecto Pascua Lama denunciada por años por las comunidades y diferentes organizaciones ambientales y sociales del país, reclamo que ha sido ampliamente apoyado a lo largo de los años por la ciudadanía”.

Chile confirma cierre del proyecto minero Pascua Lama por daños ambientales


Fuente: Ámbito

Internacional

La empresa que paralizó la mina de Aznalcóllar suma conflictos en cuatro comunidades autónomas

Los informes de auditoría de la firma canadiense Emerita Resources desvelan que carece de capacidad para afrontar los proyectos que se ha adjudicado
MIGUEL ÁNGEL NOCEDA
Madrid – 20 SEP 2020

Un trabajador de la mina de Aznalcóllar, en un mirador de la corta de Los Frailes.JULIÁN ROJAS
Las sombras de la sospecha planean sobre Emerita Resources, la empresa de matriz canadiense que paralizó la explotación de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), al ser admitida a trámite la denuncia de cohecho que presentó contra los miembros de la mesa de contratación y cargos directivos de la Junta de Andalucía tras no lograr su concesión en 2015. La investigación del caso, reabierto por la Audiencia Provincial el pasado octubre tras haber sido cerrado dos veces, ha descubierto una operativa que pone en tela de juicio a la compañía, que también arrastra conflictos en las comunidades de Cantabria, Asturias y Extremadura, donde logró la adjudicación de explotaciones que luego no ha desarrollado. Los informes de auditoría revelan, además, que carece de capacidad para afrontar las inversiones a las que se había comprometido, según se ha desvelado durante el proceso judicial.

Emerita Resources es una empresa minera canadiense que cotiza en el mercado bursátil de Toronto para firmas mineras de pequeña dimensión dedicadas a la exploración y explotación de materias primas. La filial española tiene su sede en Sevilla y su cara visible es el geólogo Joaquín Merino, quien ganó notoriedad por la denuncia que presentó en 2015 contra la adjudicación por la Junta de Andalucía de la mina de Aznalcóllar al gigante minero Grupo México. La denuncia ha sido reabierta dos veces por la sala séptima de la Audiencia Provincial, que preside la juez Mercedes Alaya, tras prosperar los recursos presentados por Emerita. La juez, que cobró popularidad por instruir el caso de los ERE, consideró que quedaban asuntos por investigar y ordenó reabrir el caso en octubre.

Ante eso, la juez titular del juzgado número 3 de Sevilla, Patricia Fernández, volvió a llamar a los imputados, que mantuvieron sus declaraciones anteriores. Entre ellos figura Vicente Fernández, quien era secretario general de Innovación, Industria y Energía de la Junta cuando se realizó la adjudicación y que tuvo que dimitir de la presidencia de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) por esta circunstancia. Asimismo, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) se remitió al informe realizado en las investigaciones anteriores, durante las cuales salió a la luz el modus operandi del grupo minero. Ahora, una vez terminada la instrucción, se está a la espera de que la juez Fernández dicte el auto que se presume definitivo.

Todo se remonta al concurso celebrado en 2015. En contra de lo que estimó la mesa de contratación a la que acusa de cohecho, Emerita considera que es “el único licitador cualificado restante en el concurso de Aznalcóllar y que, de acuerdo con la legislación española, debería adjudicársele el proyecto”. Su propuesta, sin embargo, fue rechazada porque no contaba con la solvencia económica ni técnica que se exigía en el concurso, según se apreció entonces. En las bases del citado concurso se establecían, entre otros requisitos, unos fondos propios de al menos el 30% del importe del proyecto (es decir, 196 millones de euros) y una cifra global de negocios en los últimos tres años superior al triple del importe del presupuesto del anteproyecto.

Exigencias que, según calificó la mesa, no cumplía Emerita España: en el ejercicio 2015 tuvo unas pérdidas de 402.889 euros, que se acumulaban a las de años anteriores, y su patrimonio neto era negativo en 1,7 millones. En años posteriores siguió obteniendo pérdidas que obligaron a la sociedad a realizar ajustes contables y saneamientos. La matriz también acumula pérdidas (casi 17 millones de dólares canadienses, unos 10,9 millones de euros, en el último trimestre) con un alto nivel de endeudamiento que hace necesario obtener financiación para continuar con su actividad, según sus informes de gestión.

Inversiones que no llegan
El proceso judicial ha permitido desvelar que los informes de auditoría de sus cuentas, realizados por la firma McGovern Hurley, incluyen una advertencia expresa que pone en duda la “capacidad de la empresa para continuar sus actividades” y llega a afirmar que, con los estados financieros de 31 de diciembre de 2019, “Emerita Resources Corp. y sus filiales no cumplen con el requisito exigido por la Bolsa de Valores de Toronto de disponer de recursos financieros suficientes para el desarrollo de su actividad”. Según estos, se pone en duda la propia viabilidad de la compañía. Y subraya que no tenía solvencia para llevar a cabo las millonarias inversiones anunciadas en diferentes explotaciones en España. Este periódico ha tratado, sin éxito, de recabar la versión de la empresa.

A ello hay que añadir que Emerita, una empresa creada en 2009 y presente en España desde 2012, no contaba con experiencia en la explotación minera a la que se enfrentaba, según consideró la mesa de contratación. En el sector es conocido que, además de este episodio judicial que ha paralizado durante cinco años la actividad en Aznalcóllar, apenas ha desarrollado ningún trabajo de investigación o de extracción de minerales a las que se había comprometido en otras tres comunidades (Extremadura, Asturias y Cantabria), donde ganó adjudicaciones que posteriormente no ejecutó, dejando inactivas las comarcas mineras que se habían esperanzado con las inversiones prometidas.

En el caso de Cantabria, Emerita desembarcó en 2017 anunciando que reabriría la mina de zinc existente en el municipio de Reocín, cerca de Torrelavega, que explotó durante décadas Asturiana de Zinc. Los responsables del grupo canadiense, en una joint venture con la constructora Aldesa, anunciaron la creación de más de 2.000 empleos y una inversión superior a los 600 millones de euros. Tras ganar la adjudicación que sacó a concurso el Gobierno regional frente a otros seis candidatos y conseguir los oportunos permisos, aseguró que realizaría 145 sondeos mediante la inversión de los primeros 17 millones. Sin embargo, solo consumó seis que, al no dar los resultados esperados, frenaron los siguientes experimentos. El flagrante incumplimiento de los compromisos llevó a la Administración regional a denegar la prórroga de los permisos, que se habían concedido por un periodo de 13 meses, en febrero de este año. Tres años perdidos para la posible reanudación de la explotación minera, que había creado expectativas además en municipios vecinos (Alfoz de Lloredo y Udías) con explotaciones cerradas.

Llovía sobre mojado. En Asturias, en 2015, Emerita había dejado de ejecutar uno de los permisos de investigación otorgado por el Gobierno del Principado al no afrontar el pago de la fianza de algo más de 12.000 euros que exigía la legislación minera. Todavía es más significativo que desde 2017 hasta el pasado 31 de julio, la filial española de la empresa canadiense haya dejado de investigar los recursos mineros de oro y cobre existentes en 2.600 hectáreas de Pola de Allande, en el occidente asturiano, donde también han visto desvanecerse las expectativas.

En Extremadura, por su parte, fue el fondo Forbes & Manhattan el que solicitó el permiso para investigar yacimientos de oro en los municipios de Casas de Don Pedro y Talarrubias y luego se los cedió a Emerita que, sin embargo, no desarrolló ninguna actividad. El pasado enero la Junta de Extremadura resolvió cancelar su relación por el incumplimiento de plazos y condiciones tras varios requerimientos ocho años después de la concesión de los permisos mineros que había concedido.

Mismo patrón
En los tres casos los cánones de actuación siguen el mismo patrón. La empresa —respaldada por el citado fondo de inversión también canadiense Forbes & Manhattan, cuya existencia al igual que la Emerita fueron verificadas por las autoridades autonómicas antes de la concesión— presenta un proyecto en el que se compromete a investigar los recursos mineros. Sin embargo, una vez obtenidos los correspondientes permisos, entra en una situación de impasse, mientras especula en el mercado bursátil de empresas mineras junior existente en Toronto para multiplicar su valor. Fuentes relacionadas con el caso refieren, además, que en la página web de la empresa y en la información ofrecida a la Bolsa de Toronto la empresa afirma que continúa ostentando derechos mineros que ya le han sido caducados. Así, por ejemplo, continúa simulando, apoyándose en fotografías y presentaciones corporativas, que ostenta los permisos de investigación del mineral de zinc que el Gobierno de Cantabria le retiró en febrero de este año.

Este comportamiento, en el que se mantiene la cotización de sus acciones, puede significar la comisión de un presunto delito de fraude tipificado en el Código Penal, pues ofrece a los pequeños inversores la apariencia de ostentar derechos mineros que les fueron retirados por las Administraciones públicas ante la completa parálisis en que habían sumido a los territorios donde decían que estaban investigando el mineral.

En todo caso, la operativa es motivo de preocupación de las administraciones mineras, que subrayan que las resoluciones de las Administraciones autonómicas que han expulsado a Emerita de sus territorios no siempre está al alcance de todos los potenciales inversores, quienes pueden, en cambio, confiar en la apariencia de solvencia de esta clase de empresas. Puede dar fe de ello el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, quien el pasado 10 de febrero afirmó contundentemente: “Nosotros no sabemos de minería, son ellos [Emerita Resources] los que dijeron que había unas buenas perspectivas”.

https://elpais.com/economia/2020-09-20/la-empresa-que-paralizo-la-mina-de-aznalcollar-suma-conflictos-en-cuatro-comunidades-autonomas.html

Mexico

Piden intervención de AMLO para impedir autorización del proyecto minero Rufus 5

PEDRO ZAMORA BRISEÑO
16 septiembre, 2020
Zona verde en Canoas, Colima, donde buscan hacer un proyecto minero Zonas verdes en Caonas, donde se prevé el proyecto minero Rufus 5, promovido por la empresa Hematite S.A. de C.V.. Foto: Especial
COLIMA, Col. (apro).- Tras rechazar la incursión de proyectos mineros en su territorio, la asamblea ejidal y avecindados de la comunidad indígena de Canoas solicitaron el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador para impedir la autorización ambiental del proyecto minero Rufus 5, promovido por la empresa Hematite S.A. de C.V., de capital canadiense.

La secretaria del Comisariado Ejidal, Salud Valencia Ramos, y la comisaria municipal de Canoas, Lourdes Ochoa Figueroa, informaron en entrevista que ejidatarios y vecinos de la comunidad realizaron una asamblea en la que rechazaron por unanimidad el proyecto minero, cuya Manifestación de Impacto Ambiental actualmente se encuentra en evaluación por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Según información difundida en la gaceta ecológica de la dependencia federal, mediante el proyecto Rufus 5 la empresa solicitante tiene el propósito de extraer 2 millones 68 mil 469 metros cúbicos de hierro, con la apertura de un tajo dividido en cuatro secciones y un aprovechamiento gradual durante 16 años.

La explotación del yacimiento se realizaría en el predio El Agostadero, con afectaciones a una superficie de vegetación de 28.6 hectáreas, para la que se requiere la autorización de cambio de uso de suelo, y la compañía ofreció que al final del proceso extractivo se realizará la restauración progresiva del sitio, en proporción de 5 a 1, en el que se integrará una plantación de café.

Valencia y Ochoa informaron que, tras recibir la visita de representantes de la empresa minera con la propuesta de algunos beneficios a la comunidad y a sus habitantes, a cambio de la aceptación de la explotación minera, ejidatarios y vecinos se reunieron y se pronunciaron en contra del proyecto.

Señalaron que desde 2013 ha habido varios intentos de empresas mineras por extraer hierro de su territorio, por lo que desde entonces la comunidad se ha manifestado en resistencia.

A través de una carta, la mesa directiva del ejido y la comisaria municipal solicitaron el apoyo del presidente López Obrador ante el “conflicto minero muy fuerte” que enfrentan, pues de llevarse a cabo el proyecto “tendríamos una contaminación catastrófica e irreversible, ya que ese proyecto está en los afluentes del río El Cacao, que nos surte de agua potable a la comunidad y ejidos aledaños: desde Canoas, Puertecito de Lajas, Llano de la Marina, Ciruelito, Cedros, Lomas de Ávila Camacho y Paticajo, que viven de la agricultura, ganadería y cafeticultura”.

Los representantes de Canoas expusieron al jefe del Ejecutivo federal que llevan siete años luchando contra ese tipo de proyectos y que cuentan con actas protocolizadas donde el ejido, en su calidad de pueblo indígena, se declaró libre de minería, además de que existe un punto de acuerdo del Congreso local donde se plantea desalentar la explotación minera en esa zona.

“Apelamos a lo que usted siempre ha dicho: que no se autorizan nuevos proyectos. Solicitamos su apoyo para echar abajo el proyecto minero Rufus 5 y cualquier otro proyecto minero en el ejido”, destaca el documento firmado por Raymundo Campos Muñoz, presidente del Ejido; Salud Valencia Ramos, secretaria, y Manuel Rodríguez Figueroa, tesorero, así como Lourdes Ochoa Figueroa, comisaria municipal.

Por otra parte, de acuerdo con el Acta 590, fechada el 30 de agosto pasado, la asamblea ejidal y vecinos de Canoas rechazaron por unanimidad cualquier proyecto minero, específicamente el Rufus 5, “ya sea que se desarrolle dentro de la demarcación del ejido de Canoas y cualquier zona avecindada con el mismo”.

Entre los argumentos del rechazo se expone que “la preocupación del ejido de Canoas es por la contaminación del agua y del medio ambiente, que dañaría a los ejidos de Puertecito de Lajas, Llano de la Marina, El Ciruelo, Cedros, Lomas de Ávila Camacho y Paticajo”.

Perú

LA PRESIÓN CHINA EN LA MINERÍA PERUANA

José De Echave
18 de setiembre de 2020
www.cooperaccion.org.pe
Imagen: Diario Gestión
En tiempos de pandemia, la Embajada de China ha decidido hacer incidencia en el gobierno peruano para destrabar proyectos mineros que empresas de ese país tienen en nuestro país. Durante un reciente evento virtual, el embajador chino señaló que su país espera contar con el apoyo del gobierno peruano para sacar adelante proyectos, principalmente de cobre, como Río Blanco (Piura), Galeno (Cajamarca) y Chinalco (Junín), que suman en conjunto US$7,300 millones.

Por supuesto, no todos los proyectos están en la misma situación y tienen la misma viabilidad. A continuación haremos un breve repaso de cada uno de los proyectos mencionados:

En el caso del proyecto de Toromocho, de propiedad de la empresa Chinalco, estamos hablando de la ampliación de una operación que está en marcha desde el año 2013. Sin embargo, lo que se conoce es que la ampliación se encuentra detenida por la sencilla razón que la empresa ha tenido que hacer una modificación de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), ya que con la inversión prevista se pretende aumentar la capacidad de la planta concentradora en un 30%. Es por eso que se requiere ampliar el EIA y no seguir el camino de elaborar sólo un Informe Técnico Sustentatorio (ITS), como aparentemente pretendía la empresa. Por lo tanto, por más presiones que haga la Embajada de China, la modificación del EIA tendrá que ser evaluada por el SENACE y deberá seguir todos los pasos que exige la normativa peruana, incluido el mecanismo de participación ciudadana.
Hay que precisar que en el caso de Río Blanco, de propiedad de las empresas Zijing (45%), Tongling Non-FerrousMetalsGroup (35%) y Xiamen C&D Ltd. (20%), por el momento el proyecto no cuenta ni siquiera con Estudio de Impacto Ambiental presentado. Como se sabe, en este caso desde un primer momento la población de la zona, sobre todo en las provincias piuranas de Huancabamba y Ayabaca, han mostrado una férrea oposición al desarrollo del proyecto minero, por el impacto que puede ocasionar en el ecosistema de páramos andinos de la zona. El año 2007 se desarrolló una consulta ciudadana que puso en evidencia la oposición mayoritaria de la población. Todo indica que, pese al tiempo transcurrido, esta situación no ha cambiado. Por lo tanto, como dicen las propias empresas mineras (incluidas las empresas chinas), un proyecto que no tiene licencia social es difícil que se puede llevar adelante.
Finalmente, está el caso del proyecto El Galeno que se ubica en la región Cajamarca (entre las provincias de Celendín y Cajamarca) y que tiene como operador a LuminaCopper (60% de China MinmetalsCopperLtda y 40% de Jiangxi Copper). Por el momento, este proyecto se encuentra en etapa muy inicial de prefactibilidad, lo que significa que la empresa viene realizando exploración y otros estudios complementarios. Incluso hace no mucho tiempo la empresa avisó al Ministerio de Energía y Minas que necesitaba más tiempo para seguir explorando. Queda claro que en este caso, la empresa se está tomando su tiempo y también ha reconocido que la geografía del lugar es complicada y además tiene que resolver problemas relacionados con el agua.
El peso de China en la minería peruana

En la actualidad China representa el 50% del consumo mundial de concentrados de cobre y el Perú es uno de los principales proveedores de cobre de China. Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, en medio del incremento de la producción de cobre en el Perú, las exportaciones de ese metal a China han aumentado y hoy en día es de lejos el principal destino.

Pero además, China se ha consolidado desde hace más de una década como uno de los principales inversionistas en la minería peruana (ver gráfico siguiente). Un primer momento de llegada de inversiones chinas ocurrió en la década del 90, con la compra de las operaciones de Hierro en Marcona, y posteriormente se ha recibido una segunda ola de inversiones desde mediados de la primera década del presente siglo, con operaciones como las de Chinalco en Toromocho, la compra de Las Bambas por Minmetals, varios proyectos de exploración, entre otros.

Al parecer, en estos tiempos, los representantes del Estado chino y sus propias empresas pretenden consolidar esta presencia con los proyectos mencionados y otros más, buscando de esta manera asegurarse la provisión de cobre y otros metales en un contexto de fuerte incertidumbre por los impactos de la pandemia en la economía global y un futuro inmediato que está marcado por una gran incertidumbre.

Perú

POR UNA REACTIVACIÓN QUE IMPULSE LA TRANSFORMACIÓN ECOLÓGICA

Paul E. Maquet
17 de setiembre de 2020
www.cooperaccion.org.pe
Imagen: Desde abajo
Hace unos días, el principal gremio empresarial del país, la CONFIEP, presentó sus propuestas para la reactivación económica. El documento, denominado “Agenda Reactivación 2020”, recae en las mismas y consabidas recetas que la CONFIEP levanta ante cada crisis: flexibilizar el trabajo, “destrabar” proyectos, invertir en infraestructura mediante asociaciones público-privadas, agilizar los procesos administrativos y ambientales de la minería, desinflar la consulta previa, masificar el gas y asegurar la continuidad de los contratos petroleros… ¡Hasta proponen promover la compra de vehículos!

Sorprende que el gremio que representa a la gran empresa moderna en el Perú siga sosteniendo ideas tan anticuadas. Estas ideas ya las ha promovido la CONFIEP en las crisis o fluctuaciones económicas del 2008-2009 y del 2013-2014. En contraste con ese vetusto recetario, en el mundo se debate al más alto nivel sobre una reactivación que al mismo tiempo impulse la transformación ecológica.

Veamos.

A nivel global, destaca el pronunciamiento de la “alianza por una economía verde e inclusiva”, un espacio que reúne a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, formada por 51 Estados de alto desarrollo), a diversas instituciones del sistema de Naciones Unidas y a agencias de cooperación al desarrollo de varios países. Esta alianza ha propuesto “10 opciones prioritarias para una recuperación justa, verde y transformadora”. En el documento, se expresa claramente que los estímulos fiscales y los paquetes de ayuda deben servir para “acelerar la transición hacia una economía justa y verde – no para socavarla”.

También señalan que los planes de recuperación deben “reconocer las conexiones entre la salud humana y ambiental, e ir más allá de la mera respuesta ante la pandemia para construir resiliencia a riesgos como el cambio climático, el colapso de la biodiversidad y la creciente desigualdad”. Entre las propuestas, se señala que los gobiernos deben reafirmar sus esfuerzos de protección ambiental, procurar soluciones basadas en la naturaleza y promover esquemas de restauración ambiental que permitan crear puestos de trabajo.

Además, se hace énfasis en que los planes de recuperación deben ser transparentes, con participación de la sociedad civil y escuchando las voces de todos los sectores, entre ellos las mujeres así como también los pueblos indígenas. ¡Qué diferencia con la CONFIEP, que ha propuesto eliminar la consulta previa a los pueblos indígenas en los proyectos de exploración minera!

En Europa, ministros de 17 países firmaron una declaración para una recuperación “verde”. En el documento, los ministros señalan claramente lo siguiente: “Debemos resistir las tentaciones de soluciones a corto plazo en respuesta a la crisis actual”, que pudieran “tener efectos perjudiciales en nuestro clima, biodiversidad y medio ambiente, así como en la salud humana y nuestras economías”. En vez de flexibilizar sus compromisos, los ministros europeos plantean aumentar las ambición de las metas ambientales. Piden a la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la UE) un plan de recuperación “comprensivo” que permita al mismo tiempo estimular la economía y crear empleos acelerando la transición verde. Para ello ponen el acento en inversiones en movilidad sostenible, energía renovable, investigación e innovación, la recuperación de la biodiversidad y la economía circular.

Qué contraste con la propuesta del moderno empresariado peruano, que en vez de movilidad sustentable propone promover la venta de automóviles, y entre sus propuestas sobre electricidad no dedica ni una línea a las energías renovables, por el contrario, plantea masificar el gas lo que acentuaría nuestra dependencia de una matriz energética contaminante.

En EEUU, una propuesta muy concreta para un “estímulo verde para reconstruir la economía” ha sido elaborada por académicos de prestigiosas universidades y firmado por cerca de 2 mil investigadores, activistas y ciudadanos. El documento señala que “Estados Unidos enfrenta el peligro de un estímulo económico que restablezca, o incluso profundice, nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Este peligro proviene de propuestas explícitas para rescatar al sector de los combustibles fósiles (…) y también de políticas de estímulo genéricas que no tienen en cuenta el clima. De hecho, el gasto en infraestructura convencional, como la expansión de carreteras, asegurará más contaminación por carbono durante décadas. Podemos evitar estos problemas creando una recuperación que acelere la creación de una economía verde del siglo XXI”.

Qué diferencia con las propuestas del gran empresariado peruano sobre grandes proyectos de infraestructura y explotación petrolera, sin una línea sobre la crisis climática global.

En la propuesta norteamericana, se hace énfasis en la creación de empleos verdes en sectores como energías limpias, infraestructura verde, provisión local de alimentos, textiles sostenibles y diversificación económica.

En el barrio latinoamericano, destaca Costa Rica que acaba de aprobar la Estrategia Nacional de Bioeconomía. Esta estrategia parte de la siguiente premisa: “Los sistemas productivos enfrentan un cuádruple reto frente a una contracción económica mundial exacerbada por el COVID-19: producir de forma más eficiente o reinventarse, mantener cadenas de valor que sostienen empleos y medios de vida, mientras se asegura el aprovechamiento sostenible y rehabilitación de la naturaleza frente al cambio climático”. El objetivo es lograr que la bioeconomía se convierta en uno de los pilares de la transformación productiva de Costa Rica, promoviendo: la innovación, el valor agregado, la diversificación y la sofisticación de la economía; y aplicando los principios de la bioeconomía circular y la descarbonización de los procesos de producción y consumo.

Y si queremos dar una mirada a nivel local, vale la pena conocer lo que está haciendo Amsterdam, que ha aprobado un modelo innovador para la recuperación post-COVID: la llamada “economía de la dona”. ¿En qué consiste? Imaginemos una dona o rosquilla, o si prefiere usted un picarón: es una forma que tiene dos límites, uno interior y uno exterior, y en el medio una agradable masa. En el modelo adoptado por la ciudad holandesa, el límite interior está marcado por los mínimos sociales, definidos por los Objetivos de Desarrollo del Milenio: niveles básicos de alimentación, salud, vivienda, energía, entre otros derechos que todo modelo de desarrollo debería garantizar. El círculo exterior está definido por los límites de la naturaleza: el “techo ecológico” que la humanidad no puede cruzar sin dañar el clima, los suelos, los océanos, la capa de ozono, el agua dulce y la biodiversidad. En el espacio que está en medio, en la masa, es donde se debe permanecer para poder satisfacer las necesidades de todos y de la naturaleza.

El modelo sirve como una guía que permitirá identificar a las autoridades dónde no se están cumpliendo los mínimos sociales y por lo tanto dónde se deben realizar inversiones, pero al mismo tiempo permitirá identificar los límites naturales que condicionan qué tipo de inversiones pueden ser realizadas.

Como vemos, a nivel global y local, en los países más industrializados y en países de América Latina, con gobiernos de diversas tendencias políticas, se viene discutiendo cómo impulsar una reactivación que no signifique retroceder en lo ambiental sino que, por el contrario, permita avanzar en la transformación ecológica. Haría bien el empresariado peruano agremiado en la CONFIEP en actualizar un poquito sus propuestas. Ya estamos en el siglo XXI, y el viejo recetario de flexibilizar normas ambientales e impulsar megaproyectos extractivos no sirve para responder a los retos de hoy.

Chile

Desarrollan mapeo de conflictos socioambientales en Chile y analizan su impacto en la biodiversidad

Agencia Uno
Por Ladera Sur
15 de Septiembre, 2020
Científicos examinaron 1035 artículos periodísticos publicados entre 2004 y 2018, e identificaron 238 proyectos industriales, relacionados mayormente con minería y energía, que amenazan a los ecosistemas naturales y bienestar humano. El estudio, que reveló una disociación entre conservación biológica y políticas públicas, también generó un ranking con los 10 proyectos más conflictivos, siendo Pascua Lama el primero de la lista. Desde el Instituto de Ecología y Biodiversidad nos cuentan los detalles a continuación.

Un verdadero mapeo y análisis de conflictos socioambientales a lo largo de Chile, que abarca 15 años de exploración, es el que realizó un equipo de ecólogos y estudiantes de postgrado de la Región de Coquimbo.

El estudio, publicado en la revista científica Environmental Science and Policy, analizó 1035 artículos periodísticos, divulgados entre 2004 y 2018, que abordaron esta temática. Utilizando como frase clave “conflicto ambiental”, los investigadores identificaron 238 proyectos industriales que aparecieron en artículos de prensa y que documentaban los conflictos surgidos entre éstos y las comunidades circundantes. Estos relatos, generalmente, involucraban zonas y población afectada por la contaminación generada por los proyectos -mayormente del área minera y energética-, o bien, abordaban la alarma ocasionada por iniciativas en vías de aprobación o ejecución.

©Cortesía Fundación Terram

La investigación, realizada por científicas y científicos del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, Universidad Católica del Norte (Coquimbo), Universidad de La Serena, y Núcleo Milenio ESMOI, buscó entender si estos proyectos constituían no sólo una amenaza al bienestar humano, sino también a la biodiversidad de nuestro país.

“En este trabajo, realizado con nuestro equipo de biología de la conservación, también quisimos ver si esas percepciones tenían una relación con las Áreas de Alto Valor para la Conservación en Chile (AAVC), es decir, áreas protegidas o lugares reconocidos por su alta biodiversidad. Y ahí estuvo la sorpresa. Vimos que uno de cada tres proyectos estaba dentro de éstas. Por otro lado, nos percatamos que la mayoría de los conflictos medioambientales se referían a zonas de sacrificios, donde las personas son directamente afectadas”, explica Francisco Squeo, investigador del IEB.

Termoeléctricas en Ventanas ©Claudia Pool
En ese contexto, el documento señala que los impactos directos e indirectos de las actividades industriales sobre la biodiversidad, afectan los sistemas naturales, generando destrucción de hábitat, el arribo de especies invasoras, enfermedades, contaminación y mayor liberación de gases de efecto invernadero, contribuyendo así al cambio climático.

De acuerdo a ello, el trabajo también advierte la existencia de una disociación entre la actividad económica y los esfuerzos de conservación del país, lo que según los autores es un desafío fundamental a resolver.

Puntos críticos y top 10

Los proyectos pesquisados a través de la prensa -en curso, paralizados o considerados a futuro-, también fueron clasificados por sector productivo – 14 en total- y origen del financiamiento, nacional, internacional o mixto. Además, se estableció un ranking para definir las zonas de Chile con mayor presencia de proyectos en Áreas de Alto Valor para la Conservación. Asimismo, se determinó cuáles iniciativas productivas específicas eran las más mencionadas y divulgadas por los medios.

Salmonera (referencial) ©Gonzalo Zúñiga
Las regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Los Lagos concentraron el mayor número de proyectos dentro de las Áreas de Alto Valor para la Conservación, seguido por las regiones del Bío Bío y la Araucanía. En tanto, se estableció que el polémico proyecto minero Pascua Lama -situado en Atacama y clausurado el año 2018 por la Superintendencia de Medioambiente-, era el número uno de lista, con un total de 68 artículos que lo mencionaban. Enseguida, se ubicó el proyecto minero-portuario Dominga, en la Región de Coquimbo, con un total de 65 apariciones.

Debajo de éste, se identificó a Hidroaysén, con 48 publicaciones, y luego los siguientes: Minera Los Pelambres (Coquimbo), Parque Industrial Quintero – Puchuncaví (Valparaíso), Mina Invierno (Magallanes), Planta de Cerdos Freirina (Atacama), Alto Maipo (RM), Planta Celulosa Valdivia (Los Ríos), y la Planta de tratamiento de residuos industriales de Til Til (RM).

Conflictos socioambientales por región – Gentileza IEB

“Tanto Pascua Lama como Hidroaysén son proyectos que se ubican en lugares más bien remotos. Sin embargo, éstos son percibidos por la comunidad como problemas ambientales serios. En el caso de Dominga, que es el único proyecto marino -terrestre, vemos que éste sí afecta directamente a la población que habita el territorio. Por otro lado, cuando cruzamos la información, también observamos que la presencia en medios de comunicación también es mayor cuando las iniciativas si se sitúan donde hay más cantidad de población, como es el caso de la Región Metropolitana y la de Valparaíso”, comenta el investigador del IEB.

Barrick Gold, con su proyecto minero Pascua Lama, ya tiene un historial en la destrucción de glaciares. ©www.elciudadano.com

¿Cuáles son las principales contribuciones que esperan lograr con esta investigación? Francisco Squeo señala que, pese a los esfuerzos y creación de estrategias y políticas medioambientales, como país aún no estamos cumpliendo con los estándares internacionales de conservación y que, en muchos casos, la compensación para ello es crear áreas de sacrificio, un tema altamente conflictivo. Es por ello que para el ecólogo, una de las alternativas es darle prioridad a las Áreas de Alto Valor para la Conservación que estén cercanas a zonas de conflictos socioambientales. “Pero para esto, es necesario que se puedan resolver esos conflictos”.

Los impactos en la biodiversidad

El estudio señala que la mayor cantidad de proyectos generadores de conflictos se ubicaron en la región de Antofagasta, con un total de 42, seguida por Valparaíso, con 36 proyectos. Ambas regiones estuvieron dominadas por conflictos de la industria energética y minera. Las regiones que siguieron con el mayor número, fueron Bío Bío y Los Lagos (9,5% cada una), la Metropolitana (9,2%) y Coquimbo (8,5%).

Del resto de los sectores productivos, se destacaron la pesca y la acuicultura, los puertos, las instalaciones de fabricación y las de saneamiento ambiental. También, se estableció que el 46% de los proyectos eran propiedad de empresas de capital chileno y que de éstos, el 77% era de origen privado.

En ese contexto, Squeo también destaca los conflictos medioambientales que afectan principalmente a población indígena del sur de Chile, asociados mayormente al sector forestal, y la instalación de plantas de celulosa.

Tala para plantación forestal ©Matías Barceló

Respecto al impacto de las actividades extractivas sobre la biodiversidad, el estudio explica que todas éstas generan algún tipo de residuo que no siempre recibe un tratamiento adecuado, siendo esta “basura”, una amenaza transversal tanto en ecosistemas terrestres como marinos. El sector energético, que incluye centrales térmicas e hidroeléctricas, afecta los ciclos migratorios de especies acuáticas y ocasiona la muerte de muchos organismos, debido a cambios de temperatura del agua u otros factores. Estas instalaciones también promueven la liberación de sustancias tóxicas al agua y la atmósfera, y facilitan el desarrollo de lluvias ácidas.

En tanto, la minería elimina especies de flora, degrada los suelos, y contamina aguas y glaciares con metales pesados y otras sustancias tóxicas, que también afectan la salud humana. El ruido de perforaciones y tronaduras también tiene efectos negativos, ya que puede ahuyentar a los animales y degradar hábitats.

Con todos estos antecedentes, los autores del estudio enfatizan en que la reducción de la deuda ambiental también requiere de la voluntad política para implementar soluciones adecuadas, a partir del análisis de los sistemas socioecológicos, y una eficaz gobernanza ambiental que incluya una mayor vigilancia, fiscalización y participación ciudadana. Todo esto, considerando la demanda ciudadana por el bienestar, el acceso equitativo a la naturaleza y sus servicios, y los valores intrínsecos de la biodiversidad.

Desarrollan mapeo de conflictos socioambientales en Chile y analizan su impacto en la biodiversidad

Mexico

México rescatará cuerpos de mineros en Pasta de Conchos

15/09/2020
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) será la dependencia encargada de hacer el rescate de los 65 mineros de Pasta de Conchos, Coahuila, en México. Tras recuperar los cuerpos, la empresa de electricidad podrá extraer el carbón de la mina para su autoabastecimiento, anunció la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

El acuerdo con los familiares de los 65 trabajadores atrapados desde 2006 también establece que la STPS y el Servicio Geológico Nacional entregarán a la CFE toda la documentación y los estudios técnicos relacionados con la mina Pasta de Conchos, para que la Comisión inicie de inmediato con los trabajos de ingeniería de detalle correspondientes.

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“Tras la reunión encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, las y los participantes determinaron iniciar de inmediato el rescate de los cuerpos, a través de la CFE”, señaló la STPS.

Asimismo, a partir de hoy inicia el proceso de reparación integral, tanto individual como colectiva, que incluye el pago de indemnizaciones, la ejecución de obras públicas, el homenaje a las víctimas mediante la construcción de un memorial, así como el diálogo para concretar un Acuerdo de Solución Amistosa en apego a lo establecido en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

“En homenaje a las víctimas se construirá un memorial en una parte del predio de la mina de Pasta de Conchos a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, espacio que será inviolable”, señaló la STPS.

Como parte de los acuerdos, el presidente López Obrador asistirá a Nueva Rosita, Coahuila, el próximo 23 de octubre de 2020 para supervisar los avances del cumplimiento de las medidas adoptadas para el rescate de los 65 cuerpos de mineros en Pasta de Conchos.
Fuente: El Financiero

México rescatará cuerpos de mineros en Pasta de Conchos

Chile

Senadores impulsan comisión para avanzar en proyecto de protección de glaciares

16/09/2020
Legisladores de oposición buscan que la iniciativa se ponga en votación la primera semana de octubre.

Pese a que lleva varios meses detenido el proyecto de ley con el que se busca definir la protección de los glaciares que hay en el país, sigue existiendo movimiento alrededor de la moción. La comisión de Minería del Senado dio inicio a las reuniones de los asesores de cada uno de los congresistas, con el objetivo de llegar a acuerdos que destraben la situación.

Dichos encuentros se dieron por una solicitud del senador Alejandro GarcíaHuidobro (UDI), buscando aunar criterios, luego del nulo avance que existió cuando se intentó tramitar el proyecto. En la instancia, si bien participan asesores de cada uno de los senadores de la comisión de Minería, también se sumó el exsubsecretario de Minería Ricardo Irarrázabal, quien trabaja con GarcíaHuidobro. También se suma el presidente de la comisión de glaciares del Instituto de Ingenieros de Chile, Jaime Illanes.

Los demás senadores son representados por el abogado Matías Ortiz en el caso de Guido Girardi (PPD); Leonardo Contreras, con el senador Rafael Prohens (RN); Alejandro Sánchez, por el senador Álvaro Elizalde (PS); y Rodrigo Vega, con la senadora Yasna Provoste (DC). Mientras que por el Ejecutivo, está el jefe del Departamento de Asuntos Legislativos de Minería, Felipe Curia. La idea del Gobierno es que se logre una normativa que proteja a estos depósitos, pero que sea compatible con la actividad económica, especialmente la minería, industria que se vería afectada de prosperar un proyecto como el original.

Por otra parte, senadores de oposición buscan medidas más restrictivas, estando en disputa la protección de la zona periglaciar, que incluye a las cercanías de los depósitos, pero que incluso puede extenderse por varios kilómetros. Según trascendió, el principal eje en discusión de las primeras sesiones ha estado sobre los objetos de protección, enfocados en el resguardo del ambiente periglaciar y el permafrost. Sin embargo, no ha habido consensos.

Según cuentan fuentes conocedoras, en un inicio hubo acercamientos respecto a que se iba a detallar tanto la protección de glaciares, permafrost y ambiente periglaciar como objeto de protección independiente, pero durante las últimas sesiones hubo un retroceso, luego de que se cuestionó si se pueden fijar esos tres objetos de manera genérica, sin tener estrategia de protección específica para cada uno.

“Esta es una prioridad absoluta, porque estamos entrando en una etapa de colapso hídrico desde Copiapó al sur, y el escenario que viene por el cambio climático es malísimo. Los glaciares hoy no están protegidos y el Gobierno busca mantener una lógica de intervención de glaciares”, sostiene el senador Girardi, uno de los impulsores de la iniciativa, quien confirmó que enviarán una carta al presidente de la comisión para que el proyecto sea votado durante la primera semana de octubre.
Fuente: El Mercurio

Senadores impulsan comisión para avanzar en proyecto de protección de glaciares

Perú

EMPRESAS MINERAS CHINAS EN PERÚ ENFRENTAN PROTESTAS POR RIESGOS DE COVID19

Existe la preocupación de que las minas de empresas chinas en Perú sean “vehículos de contagio” para el COVID-19.
Foto: Getty Images
Este artículo apareció en la edición impresa del South China Morning Post como: Empresa minera china en Perú “oculta cifras de infección”.
Autor: Eduardo Baptista
Traductora: Laura del Aguila
16 de setiembre de 2020
Sindicatos y organizaciones no gubernamentales acusan a empresas chinas de ocultar el “número real” de casos.
El Perú se encuentra entre los países más afectados, con más de 650 000 contagios confirmados.

En los últimos seis meses, Luís López ha intentado que Chinalco, el mayor productor de aluminio de China y propietario de la mina de cobre de Toromocho, en el centro de Perú, revele lo que sería el número “real” de mineros infectados con el COVID-19. El líder sindical afirma que luego lo despidieron.

Según López, de 39 años, Chinalco aún no ha revelado cuántos mineros dieron positivo al COVID-19 en julio y agosto, lo que según él pone en riesgo a miles de trabajadores en la mina situada a cuatro horas en carro de la capital, Lima.

Sus demandas son respaldadas por organizaciones no gubernamentales de Perú y otros países de Sudamérica quienes reclaman que las minas dirigidas por empresas chinas no revelan las cifras de infección y no siguen las directrices locales para combatir la enfermedad.

El Perú, con una población de 33 millones de habitantes, ha experimentado un repunte en el número de infecciones de COVID-19 y se encuentra ahora entre los países más afectados del mundo, con más de 650 000 casos y 29 000 muertes.

Los funcionarios contactados en la sede de Chinalco en Pekín se negaron a comentar las acusaciones y dos correos electrónicos enviados al equipo de comunicaciones de la filial de Perú no recibieron respuesta.

La explotación minera de cobre, zinc, oro y otros minerales constituye más del 9% de la economía peruana de 227 000 millones de dólares, pero representa un 60% del valor de las exportaciones, según el Ministerio de Energía y Minas de Perú.

El Banco Mundial prevé que la economía peruana se contraerá en un 12% este año debido al COVID-19, el país con mayor caída en Sudamérica. El gobierno se encuentra luchando contra la pandemia al mismo tiempo que busca la reactivación de las actividades económicas.

El decreto presidencial publicado en marzo ordenó la paralización de actividades comerciales en el país por dos semanas, con el fin de contener la propagación del COVID-19. Sin embargo, a finales de junio, el Gobierno anunció que permitiría que empresas en riesgo de quebrar debido a la pandemia apliquen la suspensión perfecta de labores a sus trabajadores.

China donó suministros médicos a más de 20 países de América Latina para ayudar a combatir la COVID-19, según reporta un artículo publicado en julio en el periódico estatal People’s Daily. El mismo mes, el Ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, anunció que Pekín ofrecería un préstamo de mil millones de dólares a la región para acceder a las vacunas que se están desarrollando en China.

No obstante, ha aumentado el número de quejas sobre la falta de protección contra infecciones en las minas chinas en el Perú, principalmente de trabajadores y ONGs. La industria minera en el Perú generó más de 208 000 empleos directos en el 2019, pero generó 1.3 millones de puestos de trabajo en el sector de servicios para la industria, según cifras del Gobierno.

Julia Cuadros, directora ejecutiva de CooperAcción, una ONG que monitorea las empresas mineras chinas en el Perú, explica que la preocupación es que las minas se han convertido en “vehículos de contagio”.

Cuadros señaló que otras empresas mineras extranjeras en el Perú han enfrentado brotes de COVID-19, siendo el mayor en una mina de la multinacional británica Glencore. Sin embargo, indicó que las empresas chinas han sido menos transparentes.

“No sabemos cuántos trabajadores han sido infectados con COVID-19 en las minas chinas, es un misterio”, comentó. Agregó que estas empresas necesitan comprender la importancia de establecer relaciones con las partes interesadas locales.

Desde abril, los residentes de varios pueblos han bloqueado las carreteras que conducen a la mina de cobre de Las Bambas, en el sur del Perú. Esta mina es gestionada por la empresa australiana MMG y su principal accionista es la empresa estatal China Minmetals Corporation. La población local teme que los mineros que viajan a las instalaciones en los autobuses puedan infectar a las comunidades locales en el camino, explicó Cuadros.

Las quejas sobre las actividades de las mineras chinas no se limitan al Perú. En mayo, 73 ONGs de toda Sudamérica firmaron una carta de protesta dirigida a Pekín, alegando que seis empresas estatales chinas que operan en Perú, Ecuador y Argentina habían violado los derechos laborales y provocado daños al medio ambiente. Cuadros indicó que no recibieron respuesta.

“Siempre hemos tenido dificultades para contactar a los representantes oficiales de China, no suelen contestar los correos, mucho menos en épocas de pandemia”, afirmó.

Shougang Hierro Perú, una unidad de la siderúrgica china Shougang Group, fue nombrada en la carta, junto con Chinalco y MMG. Según la carta de la ONG, Shougang, que dirige la mina de hierro Marcona en la costa sur de Perú, no proporcionó equipo de protección a los trabajadores.

Dos correos electrónicos enviados a la sede de Shougang en Pekín no fueron contestados y se hicieron tres llamadas telefónicas a las oficinas de la empresa en Perú que tampoco fueron contestadas. Dos correos enviados a la sede de MMG en Melbourne y a las oficinas en Perú no recibieron respuesta. Un funcionario de la sucursal en Hong Kong se negó a hacer comentarios.

El exlíder sindical López declaró que, según Chinalco, 71 trabajadores de la mina Toromocho que dieron positivo al COVID-19 habían sido evacuados en junio, el último mes en que se comunicó el número de infecciones. “Pero esto no tiene en cuenta a los mineros que se contratan a corto plazo”, explicó en una entrevista.

López indicó que la mina tenía alrededor de 1.400 trabajadores a tiempo completo y 2.000 con contratos a corto plazo y que al incluir estos últimos, el número total de casos de COVID-19 en la mina estaría en los cientos.

Cuadros, de la ONG CooperAcción, que lleva más de dos décadas rastreando la inversión extranjera en el Perú, comentó que su equipo trata de negociar con los inversores extranjeros para resolver disputas con las comunidades locales y que ahora está en conversaciones con MMG y el Gobierno sobre el bloqueo de Las Bambas por parte de los locales debido al COVID-19.

Mencionó que en el pasado han presentado demandas contra mineras extranjeras por conflictos laborales y contaminación, pero siempre como último recurso, ya que el proceso era muy largo y costoso y a menudo requería presentar una demanda ante tribunales extranjeros. “Con China es más difícil, no nos escuchan,” indicó Cuadros.

Guo Jie, profesora adjunta de relaciones internacionales de la Universidad de Pekín, dijo que las empresas chinas luchan por adaptarse a la cultura sindical en América Latina.

“En China, las empresas nombran al jefe del sindicato de trabajadores, y por lo general éstos sólo se encargan de organizar actividades lúdicas, así que cuando (estas empresas) salen del país, no han tenido experiencia tratando con sindicatos conflictivos”, explicó.

Guo ha realizado una investigación de campo en el Perú y ha entrevistado a empleados chinos en empresas como Shougang.

“Las empresas chinas en América Latina también se quejan de cómo los trabajadores son perezosos y parecen estar en constante oposición a los intereses de la empresa”, mencionó. “En la cultura china este tipo de mentalidad conflictiva es inadmisible”.

López indicó que entre marzo y julio todos los intentos de organizar reuniones entre el sindicato y el director general de la filial peruana de Chinalco, Luan Shuwei, habían fracasado. Comenta que nunca recibió respuesta.

Según Cuadros, las empresas mineras chinas han debido estudiar los países en los que invirtieron. “Saben menos sobre la cultura y tienen más dinero, pero no aprenden de sus errores.”

www.cooperaccion.org.pe
Jr. Río de Janeiro 373, Jesús María, LIMA 11 – PERÚ. Teléfonos: (511) 4612223 / 4613864 cooperaccion@cooperaccion.org.pe

Bolivia

COMUNIDADES Y ORGANIZACIONES EXIGEN AL GOBIERNO DE BOLIVIA ACCIONES URGENTES PARA PROTEGER AL LAGO POOPÓ

Colectivo CASA <observatorioextractivas@lists.riseup.net>
16/09/2020

El segundo lago más grande de Bolivia, declarado Humedal de Importancia Internacional junto con el lago Uru Uru, está en grave riesgo por el inicio de obras de un proyecto en Perú que desviará más de 500 litros de agua por segundo del río Mauri, su principal tributario.

Durante el mes de agosto, organizaciones ambientales y comunidades afectadas por la grave degradación del lago Poopó lanzaron la campaña #LagoPoopóEsVida para visibilizar la situación crítica del ecosistema y para llamar la atención de autoridades, opinión pública y comunidad internacional hacia la adopción de medidas urgentes para su recuperación.

El Poopó es el segundo lago más grande de Bolivia y, junto con el lago Uru Uru, fue declarado Humedal de Importancia Internacional bajo la Convención Ramsar, tratado intergubernamental para la conservación de humedales.

La conservación de los lagos Poopó y Uru Uru se encuentra en riesgo grave debido a la aprobación e inicio de obras del proyecto Vilavilani fase II en Perú, el cual consiste en el trasvase de aguas de la cuenca alta del río Mauri hacia la cuenca del Pacífico. El proyecto desviará más de 500 litros de agua por segundo del río Mauri, el tributario principal del Poopó, amenazando la estabilidad y el balance hídrico de ambos lagos.

Las obras de trasvase de aguas provocarán sin lugar a dudas un desastre ecológico permanente al reducir significativamente los caudales que alimentan la cuenca y a los humedales, provocando a su vez la disminución del espejo de agua y los consiguientes impactos negativos en las comunidades indígenas y campesinas que dependen de estas fuentes de agua para su subsistencia.

En el marco de la campaña, organizaciones y comunidades exigieron al gobierno acceder a los mecanismos otorgados por la Convención Ramsar y abrir las puertas a una Misión Ramsar de Asesoramiento, la cual permitirá la visita de expertos y expertas para la elaboración de un diagnóstico sobre la salud de los lagos, deteriorada por actividades humanas, y contar con recomendaciones técnicas especializadas para la recuperación de los ecosistemas.

Las organizaciones que promovieron y participaron de la campaña son la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), el Colectivo de Coordinación de Acciones Socio Ambientales (Colectivo CASA), el Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (CENDA), la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT), la Delegación Departamental Defensorial de Oruro, la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), Agua Sustentable, Wasi Pacha y Juventud Ecologista en Acción.