Litio

El litio, el poder y la dignidad

21/07/2025 – Santiago de Chile – Mauricio Herrera Kahn
(Imagen de Pixabay)
La batalla final ya comenzó

El nuevo petróleo blanco

No hay ningún recurso más disputado hoy que el litio. No porque sea mágico, sino porque es necesario. Sin litio no hay autos eléctricos, no hay baterías, no hay transición energética, no hay futuro tecnológico. Detrás del discurso de sostenibilidad y cambio verde hay otra cosa: una carrera desesperada por controlar el nuevo petróleo blanco, una fiebre global donde todos lo quieren, pero pocos lo tienen. Y lo más brutal es que quienes lo tienen, muchas veces no lo controlan.

Siete países, 85% del planeta

Siete países concentran el 85% de las reservas de litio del mundo: Bolivia, Argentina, Chile, Australia, China, Canadá , África meridional (Zimbabwe, RDC, Namibia) y México. Pero las paradojas son feroces. Chile lo tiene pero lo entregó a privados. Argentina lo poseepero lo fragmenta entre provincias. Bolivia lo resguarda pero lo subutiliza. África lo sufre. Australia lo exporta en bruto. Canadá lo invierte pero no lo transforma. México lo nacionalizó y no tiene tecnología. Y China, que tiene menos litio en casa, controla todo el mercado mundial. La paradoja no es geológica, es política.

Chile, el litio evaporado

Chile, con casi el 11% de las reservas globales, exportó en 2023 más de USD 8.600 millones entre SQM y Albemarle. Pero el Estado recibió poco más de USD 2.700 millones. La mayor parte del negocio queda en manos privadas. No hay planta nacional de baterías, no hay industria propia, no hay plan estatal real. El salar de Atacama es el epicentro del modelo extractivista con etiqueta de modernidad. El litio chileno sigue siendo evaporado como el salitre, vendido como el cobre y saqueado como la historia.

Argentina, provincias ricas, pueblos secos

Argentina es el país con más proyectos nuevos aprobados. Tiene el 21% de las reservas globales y a diferencia de Chile, las provincias controlan el recurso. Pero ese control ha sido entregado mediante concesiones a firmas extranjeras como Livent, Ganfeng o Allkem. En 2023 el país exportó cerca de USD 700 millones, una cifra marginal respecto a su potencial. Las comunidades reclaman agua, información y consulta previa. El litio fluye pero el desarrollo no llega.

Bolivia, soberanía en construcción

Con el 21% de las reservas globales, Bolivia es el gigante dormido del litio. Su apuesta por una empresa estatal ha sido valiente pero lenta. Hoy busca alianzas con Rusia, China y Alemania para industrializar su riqueza. En 2023 firmó acuerdos por más de USD 1.000 millones para instalar plantas piloto de baterías e hidróxido. Pero todavía no exporta en gran volumen. Tiene el litio pero no la tecnología. Tiene la soberanía pero le falta tiempo. ¿Será tarde cuando despierte?

Australia, supermercado sin industria

Con el 13% de las reservas globales, Australia es el mayor productor del mundo ya que exporta más de 330.000 toneladas LCE al año y genera ingresos por USD 18.600 millones. Pero casi todo ese litio es exportado sin procesar. Más del 80% va a China. Greenbushes, Mt Marion, Wodgina, Mt Holland, todos son yacimientos de clase mundial. Pero el país no tiene industria de baterías, no tiene empresa nacional del litio y no tiene política soberana. Es un supermercado minero disfrazado de potencia tecnológica.

China, el que no lo tiene pero lo controla

China apenas posee el 7% de las reservas globales pero eso no importa. Ha invertido en más de 50 proyectos de litio en el mundo. Controla parte de SQM en Chile, domina yacimientos en Argentina y África y posee empresas en Australia. Más del 70% del litio del mundo pasa por plantas chinas antes de convertirse en batería. Y más del 80% de las baterías de autos eléctricos son fabricadas en China. No necesita tener litio, necesita dominar su procesamiento. Y ya lo hizo.

África, el saqueo más rápido de la historia

África tiene el 12% de las reservas globales de litio. Zimbabwe, RDC y Namibia concentran las mayores apuestas. Empresas chinas y fondos canadienses ya operan minas como Arcadia, Bikita o Manono. Pero los beneficios no llegan. Las comunidades viven sin agua potable, sin escuelas, sin caminos. Los contratos no son públicos. Las minas funcionan como enclaves coloniales. La historia del coltán, el oro y los diamantes se repite, solo que ahora se llama litio. Y se exporta más rápido que nunca.

Canadá, el poder en las sombras

Canadá no solo tiene litio, tiene fondos. Empresas como Lithium Americas, Sigma Lithium o Neo Lithium tienen participación en operaciones clave en Argentina, EE.UU., África y Canadá mismo. El país posee cerca del 3% de las reservas globales pero controla muchas más a través de inversiones cruzadas. Tiene poder financiero, no tecnológico. Y actúa como pivote entre China y EE.UU., negociando acceso a materias primas y exportando litio en bruto. Un jugador frío, estratégico, sin bandera visible pero con chequera fuerte.

México, la nacionalización que incomoda

México no tiene las mayores reservas pero tiene la decisión. Con casi el 2 % del litio mundial concentrado en Sonora, el país decidió en 2022 declarar al litio como recurso estratégico y crear LitioMX, una empresa estatal con control absoluto sobre su exploración y explotación. La medida no gustó a Washington ni a los capitales privados pero envió una señal clara, el litio no será un negocio más, será una política de Estado.

El yacimiento de Sonora, controlado inicialmente por Bacanora Lithium (con sede en Canadá) y su socia china Ganfeng Lithium, es uno de los mayores en roca de América Latina, con potencial de más de 8 millones de toneladas LCE. Tras la nacionalización, los contratos fueron sometidos a revisión, generando tensiones diplomáticas y presiones cruzadas desde inversores extranjeros. Pero la decisión soberana cambió el tablero. México aún no produce a gran escala pero está sentando las bases para hacerlo sin entregar el control.

La nacionalización del litio en México marcó una ruptura en la lógica extractivista dominante. Mientras países como Chile delegan el control a empresas privadas o negocian pactos mixtos con actores cuestionados como SQM, México optó por el camino más difícil, enfrentar a las multinacionales, asumir los costos iniciales y construir desde cero una empresa estatal. LitioMX aún no produce pero su sola existencia representa un modelo alternativo que incomoda a los lobbies mineros.

En este escenario, Canadá y China juegan en doble pista. Mientras sus empresas presionan para mantener los contratos, sus gobiernos negocian con cautela. México, por su parte, resiste. Con errores, con retrasos, pero también con dignidad. Porque hay algo que no se mide en toneladas ni en precios de mercado que es el derecho a decidir sobre el subsuelo. Y ese derecho, aunque no cotiza en bolsa, vale más que todo el litio del planeta.

¿Cuánto litio queda, cuánto tiempo queda?

Las reservas mundiales probadas dan para 60 años más. Pero eso no es tiempo. Australia podría agotar sus minas en 30 años, Chile y Argentina en 40, África en 15 si el ritmo sigue igual. China tendrá que seguir comprando afuera. Bolivia tiene litio para 70 años pero todavía no ha explotado ni el 1%. Canadá aún explora. Pero lo cierto es que si no se nacionaliza el litio ahora, cuando lo intenten, ya no quedará nada por defender.

El espejo roto del litio

La historia del litio es la historia del mundo. Los que lo tienen, no lo dominan. Los que lo dominan, no lo tienen. Los que lo procesan, no lo producen. Y los que lo consumen, miran para otro lado. Hay empresas que ganan miles de millones y pueblos que no tienen agua. Hay gobiernos que firman contratos que entregan la soberanía por décadas. Hay discursos sobre el futuro verde mientras se secan los salares. Y todo eso pasa hoy, ahora. No es ciencia ficción.

Un modelo agotado, una urgencia real

¿Se puede cambiar el modelo? Sí. ¿Cuándo? Ahora. Porque en 5 años ya será tarde. La nacionalización del litio no es una utopía, es una urgencia. Crear empresas públicas, refinar en origen, exigir transferencia tecnológica, asegurar valor agregado. No más concesiones infinitas, no más contratos opacos, no más entregas disfrazadas de inversión. El litio no puede seguir siendo el botín de los mismos, tiene que convertirse en la base de un modelo distinto.

El litio es de quien lo tiene, no de quien lo desea

Este no es un llamado a la guerra, ni al aislamiento. Es un grito de defensa, de dignidad, de lógica histórica. No se puede permitir que un recurso estratégico, limpio y clave para el futuro humano, quede en manos de cinco corporaciones globales. El litio no pertenece a Tesla, no pertenece a Tianqi, no pertenece a los fondos de Toronto. El litio pertenece a los pueblos que lo tienen bajo sus pies y solo ellos deben decidir qué hacer con él y cómo.

Porque el litio ya no es un mineral

No hay tiempo para tibiezas, o se nacionaliza o se evapora. O se defiende o se vende. Esta es la batalla del siglo XXI. Y el litio es la primera línea. El que quiera entender el poder, que mire este mapa. El que quiera cambiar la historia, que empiece por este recurso. Porque el litio ya no es un mineral, es un espejo. Y lo que refleja es quién somos… y qué futuro estamos dispuestos a construir.

El litio, el poder y la dignidad

Internacional, Litio

África y el litio, el botín más nuevo

(240831) — JOHANNESBURG, Aug. 31, 2024 (Xinhua) — A visitor takes photos of an electric vehicle of BYD from China during the Festival of Motoring in Johannesburg, South Africa, Aug. 30, 2024. This event is held here from Aug. 30 to Sept. 1. (Xinhua/Zhang Yudong)

16/07/2025 – Santiago de Chile – Mauricio Herrera Kahn
Cuando digan que África es el futuro verde de la humanidad, pregúntales quién se lleva el verde
Un nuevo despojo con nombre blanco
No será la última frontera, será el próximo despojo. África también tiene litio pero no lo celebran sus pueblos, lo celebran las bolsas de Londres, las refinerías chinas, los fondos de inversión canadienses y los fabricantes de autos eléctricos en Alemania.

En un continente donde el coltán financió guerras, el diamante sostuvo dictadores y el oro se exportó por aviones mientras los niños bebían agua contaminada, el litio no viene a cambiar la historia, viene a repetirla. Solo que ahora, más rápido, más sucio, y con palabras bonitas como transición energética y descarbonización.

Las cifras que nadie quiere mirar

África posee al menos 7 millones de toneladas de reservas de litio LCE, repartidas en más de 60 proyectos activos en 15 países según el USGS. Eso equivale a cerca del 20 % de las reservas globales identificadas hasta 2024.

Solo en 2023 el continente exportó cerca de US$ 1.300 millones en litio en bruto, principalmente a China. ¿Cuánto de eso quedó en África? Menos del 10 % entre regalías, salarios y contratos. El resto viajó directo a refinerías asiáticas o europeas sin pasar por una sola planta africana.

No hay plantas de refinación, no hay producción local de baterías, no hay control soberano. Solo hay salmuera, polvo o piedra, dependiendo del tipo de yacimiento que sale en barcos sin valor agregado. Tal como el caucho en 1880, tal como el uranio en 1960, tal como la historia lo repite cuando no se defiende.

Los dueños de la fiebre blanca

China es el principal operador. Empresas como Chengxin Lithium, Sinomine, Huayou Cobalt y Zhejiang Huayou han firmado contratos en Zimbabwe, Congo y Ghana. Le siguen los australianos, como Prospect Resources y Atlantic Lithium y más atrás, canadienses y británicos, con proyectos en Namibia y Mali. Todos sonrientes en las cumbres del clima mientras debajo de la tierra revientan las napas.

Estados Unidos ha quedado fuera del negocio directo pero presiona vía diplomática y militar, especialmente en zonas donde China gana terreno. El Pentágono no quiere perder el control estratégico de los minerales críticos en África aunque jamás lo tuvo.

África, por su parte, firma contratos sin soberanía. Algunos gobiernos aceptan apenas un 3 % de regalías, otros ni siquiera eso. A cambio, reciben promesas, caminos, clínicas, electricidad, pero no industrias, no universidades, no valor agregado, solo litio sin justicia.

País por país, una cartografía del saqueo

Zimbabwe
Más de 220.000 toneladas producidas en 2023. Control chino vía Sinomine y Chengxin. Menos del 5 % del valor queda en el país. Reservas de 1 millón de toneladas LCE, el 14 % del total africano. El presidente Emmerson Mnangagwa ha impulsado leyes para nacionalizar el procesamiento pero no se cumplen.

Namibia
Yacimientos en Etango y Uis. Producción comenzará en 2025. Australia y Canadá controlan los proyectos. Reservas estimadas de 400.000 toneladas, un 5,7 % del total africano. El presidente Nangolo Mbumba no ha anunciado nacionalización ni políticas industriales.

República Democrática del Congo
Proyecto estrella en Manono, controlado por AVZ Minerals (Australia). Se proyectan US$ 4.000 millones en exportaciones anuales. El Congo recibe menos del 6 %. Reservas de 1,5 millones de toneladas, el 21 % de África. El presidente Félix Tshisekedi ha denunciado contratos abusivos pero sigue firmando nuevos.

Mali
Yacimiento en Bougouni bajo presión armada. El litio será exportado en bruto por China. Reservas de 500.000 toneladas, el 7,1 % del total continental. Bajo el gobierno militar de Assimi Goïta no hay estrategia de industrialización ni regulación ambiental.

Ghana
Operación controlada por Atlantic Lithium (Australia) en Ewoyaa. Producción en 2025. Reservas de 350.000 toneladas, equivalente al 5 %. El presidente Nana Akufo-Addo ha prometido instalar una planta de baterías pero no hay avances concretos.

Los que no figuran pero ya están

Tanzania
Proyecto en Mbeya, con reservas estimadas en 500.000 toneladas. Operado por Liontown Resources (Australia). Representa el 7 % del total africano.

Etiopía, Nigeria, Sudáfrica y Angola también avanzan en exploración pero en ninguno hay refinación local ni producción de baterías. Y ningún país africano ha establecido un sistema tributario que capture más del 10 % del valor generado por el litio.

Comparaciones que duelen

Argentina con apenas 3,6 millones de toneladas LCE retiene más del 40 % del valor de sus exportaciones gracias a contratos mixtos, regalías regionales y empresas públicas como YPF Litio.

Australia con 6,2 millones de toneladas y más del 70 % de su producción concentrada en Greenbushes, controla buena parte de la cadena global gracias a acuerdos de refinación y alianzas estratégicas con fabricantes de baterías.

Chile pese a su modelo concesional aún conserva participación estatal a través de CORFO y mantiene más del 35 % del valor del litio extraído.

África con más de 7 millones de toneladas apenas conserva entre un 6 % y 9 % del valor total. No existe una CORFO africana, ni un Banco del Litio. Solo contratos redactados en inglés con cláusulas de sumisión arbitral en Londres o Sídney.

¿Qué se espera para los próximos 10 años?

Se estima que África alcanzará el 30 % del suministro mundial de litio para 2035. Según el African Development Bank podría exportar más de US$ 12.000 millones anuales. Pero si no cambia el modelo, seguirá recibiendo entre un 6 % y un 9 %, es decir, perdería cada año cerca de US$ 10.000 millones.

Esa cifra equivale al presupuesto combinado de salud de más de 20 países africanos. Es la diferencia entre una esperanza y un nuevo cementerio. Las oportunidades están, lo que falta es poder político, unidad continental y estrategia soberana.

Saqueo, silencio y futuro en disputa

África produce litio pero no tiene litio, tiene polvo en tránsito, tiene documentos en inglés, tiene promesas que no se cumplen y tiene muertos, porque el litio también contamina, también desplaza, también mata.

Si el litio es esperanza para el mundo, debe ser primero esperanza para África. Mientras no haya control estatal, plantas propias, tecnología local ni justicia tributaria, el litio será otra palabra blanca para la vieja pesadilla negra.

Epílogo

Y cuando alguien diga que África es el futuro verde de la humanidad, pregúntale quién se lleva el verde y quién se queda con el desierto.

África y el litio, el botín más nuevo

 

Latinoamerica, Litio

Litio en el Cono Sur: tensiones y oportunidades en la cadena global

15/07/2025
Un estudio sobre la minería del litio en Argentina y Chile revela las complejas relaciones entre sindicatos, empresas y gobiernos en una industria estratégica para la transición energética. El informe, elaborado en el marco del Proyecto FES-IndustriALL sobre la cadena de suministro de baterías, destaca desafíos en gobernanza, condiciones laborales y debida diligencia en derechos humanos.

Durante la presentación se abordó la situación de la minería del litio en Argentina y Chile, países que forman parte del “Triángulo del Litio”, una región clave por su alto volumen de reservas del mineral, esencial para la fabricación de baterías usadas en vehículos eléctricos y tecnologías limpias. La investigación analizó las relaciones entre trabajadores, empresas y gobiernos, con el objetivo de fortalecer la cooperación sindical y mejorar los estándares sociales y ambientales.

El informe señala un crecimiento en la producción de litio en ambos países, aunque con pérdida de participación frente a Australia y China. Las exportaciones están mayoritariamente dirigidas a China, mientras que los procesos de industrialización “aguas abajo” aún son incipientes. En Argentina, el esquema de gobernanza es fragmentado y federalizado, mientras que Chile avanza hacia un modelo más centralizado con mayor presencia estatal.

Respecto al empleo, se observa una baja intensidad laboral, alta tercerización y desigualdad salarial, aunque ha habido un incremento en el empleo total y en la participación de mujeres. La representación sindical es fuerte, pero enfrenta dificultades debido a la precarización y la fragmentación de los contratos.

La aplicación de políticas de debida diligencia en derechos humanos es limitada y se basa mayormente en estándares voluntarios. Sin embargo, la entrada en vigor de normativas más estrictas en Europa se considera una oportunidad para aumentar la presión sobre las empresas y mejorar el cumplimiento en toda la cadena de suministro.

El estudio fue realizado por cuatro investigadores de Argentina y Chile, con el fin de proporcionar a las organizaciones afiliadas a IndustriALL herramientas para identificar actores clave y puntos de presión en un sector en crecimiento, pero con desafíos sustanciales en lo laboral y ambiental.

En la presentación participaron representantes de AOMA (Argentina) e Industrial Chile Constramet. También participaron Laura Carter, secretaria regional adjunta para América Latina, Georg Leutert, director global del sector automotriz, y Diana Junquera, directora global del sector de Energía y Transición Justa, quien afirmó:

“Con este estudio, nuestras afiliadas contarán con información clave y herramientas que les permitirán organizar a más trabajadores a lo largo de toda la cadena de valor de las baterías, especialmente en la minería del litio. Conocer los desafíos a los que se enfrentan es fundamental para poder acompañarlas, y serán ellas quienes se apropiarán de esta información y podrán utilizarla estratégicamente en su labor sindical.”
https://www.industriall-union.org/es/litio-en-el-cono-sur-tensiones-y-oportunidades-en-la-cadena-global

Chile, Litio

Ahora le dicen minerales críticos: ¿de qué Dignidad estamos hablando?

11/07/2025
Corría julio de 1971, y tras décadas de lucha del pueblo chileno, el cobre fue finalmente nacionalizado, siendo arrebatado de las manos de capitales foráneos en un proceso histórico clave para los movimientos sociales. Sin embargo, aquella búsqueda por la soberanía tuvo un quiebre irreparable tras el inicio de la dictadura civil-militar. En consecuencia, los gobiernos de la postdictadura, iniciando un proceso de reprivatización y desnacionalización que se profundiza y mantiene hasta la actualidad.

Así, tras 54 años de la nacionalización del cobre, hoy la frontera extractiva se expande a merced del mercado financiero, de los grandes capitales nacionales y transnacionales, del aseguramiento de la “cadena de suministro” de las potencias globales y el manoseado escenario de transición energética corporativa. Esto, mientras la administración del Gobierno de turno coloca la música y abre las puertas del país a una inversión descriteriada y depredadora, que sofoca resistencias y defensas de los territorios.

En este sentido es que aparecen los llamados “minerales de la Transición” o “minerales críticos”, un nombre bajo el cual el empresariado y los gobiernos aglutinan a diversos bienes comunes naturales que tributan a una transición energética definida por los países industrializados del Norte Global, y fuertemente anclada a la mercantilización y el abultamiento de los mismos bolsillos que nos han empujado a esta crisis climática.

Cobre, litio, renio, molibdeno y tierras raras, para la transición energética, o potasio y boro para la seguridad alimentaria; todo sirve para darles el tributo de “críticos”, y Chile -con un extractivismo cada vez más agudizado- es una fuente de múltiples de estos bienes comunes, por lo que las garras de estos conglomerados buscan apropiarse lo más rápido posible.

Así, a esta extensa franja entre cordillera y mar se le ha designado empresarial y políticamente el rol de “salvador del planeta” para lo cual debería ser explotado en pos de una supuesta lucha contra la crisis climática. Sin embargo, los mismos que buscan explotar a Chile son quienes definen estos minerales como “crítico”, pero para el beneficio de sus economías y su transición energética del Norte Global, mientras que para nosotros y nosotras debieran ser considerados como “estratégicos”, en pos de cuidar la integridad de los territorios y las comunidades.

Y para esto, no escatiman en gastos. Un focalizado e intenso lobby, frenar o intervenir para que no exista una transparencia integral, presionar para la aceleración de la tramitación ambiental pregonando la llamada “permisología” y la criminalización de defensoras y defensores ambientales forman parte de la batería de estrategias que hoy desatan los capitales foráneos y nacionales.

Como hemos dicho en ocasiones anteriores, la Dignidad no cabe en un bolsillo empresarial. La transición energética, y su mandato moral climático revestido de verde e impulsado por la manipulada alianza público-privada, empuja, amplía y fortalece el extractivismo mientras también profundiza la lógica de privatización y desnacionalización de bienes comunes minerales. Esa matriz, que hoy aplaude la agenda político-empresarial, está lejos de aquella Dignidad que se materializó hace 54 años.

De lo contrario, ¿de qué Dignidad estamos hablando?

Ahora le dicen minerales críticos: ¿de qué Dignidad estamos hablando?

Chile, Litio

CChEN aclara qué es el Litio Metálico Equivalente y se conocen implicancias para las comunidades

La Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) ha autorizado cuotas en el acuerdo entre Codelco y SQM para la extracción de litio en el Salar de Atacama

Medio Ambiente /Pueblos /Portada /Litio Chile
CChEN aclara qué es el Litio Metálico Equivalente y se conocen implicancias para las comunidades
14/07/2025
La Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) ha autorizado cuotas en el acuerdo entre Codelco y SQM para la extracción de litio en el Salar de Atacama. Sin embargo, el permiso fue otorgado en base a una métrica técnica poco comprensible para las comunidades: el Litio Metálico Equivalente (LME). Esta fórmula impide, en la práctica, entender con claridad cuánta agua y salmuera se extraerá tras el aumento de la cuota autorizado. Hoy, gracias a nuevas respuestas entregadas a El Ciudadano, este punto puede comenzar a esclarecerse.

Por Bruno Sommer

Bajo el sol del litio: el precio oculto del agua
En el corazón del desierto más árido del planeta, el Salar de Atacama grita. Las bombas extraen sin cesar salmuera desde su subsuelo, dejando tras de sí lagunas agonizantes, acuíferos deprimidos, flora amenazada y comunidades privadas del acceso al agua. Mientras tanto, empresas como SQM, amparadas por permisos estatales, continúan operando bajo un modelo extractivo que muchos califican de insostenible y que también se apropió del agua de la zona inscribiendo «derechos».

Más allá de los impactos económicos o contractuales del acuerdo Codelco-SQM, el verdadero conflicto se oculta en cómo se mide la extracción. Tanto el volumen de carbonato de litio comprometido como las toneladas de litio metálico equivalente esconden un daño potencial profundo al equilibrio hídrico del salar y a la vida en el norte de Chile.

¿Qué es el Litio Metálico Equivalente (LME)?
Luego de la aprobación del permiso solicitado, El Ciudadano consultó directamente a la CChEN para entender el verdadero significado del LME. Este organismo, encargado de autorizar la producción de litio en Chile por su posible uso nuclear, explicó que:

“La extracción de litio autorizada en un proceso productivo se expresa en Litio Metálico Equivalente (LME), calculado con base en un factor de conversión. Si el objetivo es obtener, por ejemplo, 330.000 toneladas de carbonato de litio al año, aplicando el factor 0,1878714 se autoriza la extracción de 61.997 toneladas de LME.”

De hecho, la CChEN fue enfática: las 2.500.000 toneladas autorizadas entre 2031 y 2060 corresponden al contenido total de litio presente en la salmuera antes de ser procesado, no a litio metálico final.

Para fiscalizar esta extracción, la comisión indicó que se utiliza una fórmula técnica basada en los siguientes parámetros- que los otorga la empresa-:

Bombeo total de salmuera (litros por segundo)

Concentración de litio (ppm)

Densidad (toneladas por m³)

Tiempo de extracción (T)

La fórmula utilizada es:

Litio contenido = BS × CL × D × T

¿Cuánta agua representa esto?
La cifra autorizada por la CChEN equivale, en términos prácticos, a la extracción de 8.334 piscinas olímpicas de salmuera por año, es decir, unas 22,8 piscinas diarias, cada una con 2,5 millones de litros.

Este volumen no tiene precio para las comunidades, pero su valor ambiental y ecológico es incalculable. En un ecosistema híperárido, cada litro cuenta. Y lo que se extrae no es solo litio: es agua, vida, equilibrio.

¿Qué más se obtiene a partir del LME?
Del procesamiento de las salmueras se obtienen diversos productos, entre ellos:

Cloruro de Litio (LiCl) – Producto principal para baterías

Cloruro de Potasio (KCl) – Fertilizante de alto valor

Sulfato de Potasio (K₂SO₄) – Fertilizante premium

Carnalita (KCl·MgCl₂·6H₂O) – Fuente de potasio y magnesio

Cloruros y sulfatos de magnesio – Subproductos

Ácido bórico (H₃BO₃) – Subproducto valioso en salmueras con boro

entre otros….

El litio se va, los impactos se quedan
Al igual que los concentrados de cobre que salen del país sin ser fundidos ni refinados localmente, el litio extraído se exporta en gran parte sin valor agregado más que el de carbonato de litio y algo de hidróxido, aumentando su huella de carbono y dejando atrás los impactos. La cadena de suministro empieza en el salar, pero rara vez vuelve a mirar hacia él.

A menos que el Presidente de la República intervenga directamente, serán las comunidades -hoy en medio de procesos de consulta marcados por presiones para obtener su visto bueno en tiempo récord- quienes tendrán que defender el territorio.

Como se ha conocido recientemente, Minera Tarar SpA deberá presentar una actualización del Informe de Evaluación de Recursos y Reservas del Salar de Atacama. Para operar plenamente, requerirá además una nueva Resolución de Calificación Ambiental, que expertos consideran debería implicar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Lo que se presenta como una fórmula técnica —LME— encierra una verdad incómoda: detrás de los números, se esconde una afectación ambiental profunda y poco comprendida. Y mientras Chile se prepara para liderar la transición energética global, el norte sigue pagando con agua un progreso que no lo incluye.

Mientras en el mundo de los negocios ligados a lo metálico, LME es entendido como la cotización internacional oficial del metal correspondiente, la CChEN le da una conceptualización diferente, tal vez por temas de transparencia y para contratos y papeles debiese cambiar su nombre.

Por Bruno Sommer, El Ciudadano
https://www.elciudadano.com/especiales/litio-chile/cchen-aclara-que-es-el-litio-metalico-equivalente-y-se-conocen-implicancias-para-las-comunidades/07/14/

Bolivia, Litio

Viceministro: Si no se industrializa el litio ahora, perderemos una oportunidad más

11/07/2025
(ABI). – Si no se aprueban los contratos para industrializar el litio, Bolivia perderá una gran oportunidad y más adelante se cuestionará el por qué no se actuó a tiempo, alertó este viernes el viceministro de Energías Alternativas, Álvaro Arnez.

“Creo que es fundamental entender que el Gobierno tiene la responsabilidad de planificar y anticiparse al incremento del precio del litio previsto para 2030. Si no se industrializa ahora, perderemos una oportunidad más”, afirmó en una entrevista con radio Fides, refiere un reporte del Ministerio de Hidrocarburos y Energías.

Por ello, instó a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) a considerar el contexto económico global y anticiparse al incremento del precio del litio, proyectado en más de $us 30.000 por tonelada en 2030 (actualmente alrededor de $us 9.000) y viabilizar los contratos firmados con Uranium One Group de Rusia y CBC de China.

Arnez recordó que este proceso comenzó en abril de 2021 con una convocatoria internacional que generó una importante expectativa, y remarcó que no se trata de una aprobación “a la salida” del Gobierno, sino de un paso dentro de los procedimientos de la convocatoria.

“Se necesitan al menos entre tres a cinco años para construir y poner en marcha una planta industrial”, explicó.

El viceministro aseguró que los contratos firmados con empresas Uranium One Group de Rusia y CBC de China no solo responden a afinidades geopolíticas —por ser ambos países miembros de los BRICS que representan cerca del 40% del PIB mundial— sino también a las capacidades técnicas avanzadas que poseen para la industrialización del litio.

“Más allá de la afinidad política, estamos hablando de capacidades técnicas reales. En el caso de CATL, que forma parte del consorcio CBC, estamos frente al mayor productor mundial de baterías de litio”, sostuvo.

Subrayó que, al tratarse de contratos a rango de ley, estos brindan la seguridad jurídica que requieren las empresas internacionales para ejecutar sus inversiones.

“Una planta tarda entre tres a cinco años en estar operativa. Si no se aprueban ahora, el proceso tendría que reiniciarse y eso tomaría años”, expresó.

Arnez también alertó que algunos candidatos anunciaron públicamente su intención de anular los contratos si llegan al poder. Frente a esa incertidumbre, enfatizó que “quien tiene la llave y el candado es la Asamblea Legislativa para anularlos”, y que las empresas exigen leyes como garantías jurídicas para invertir en el país.
Rdc/Jfcch/Afbs
https://abi.bo/index.php/economia2/66356-viceministro-si-no-se-industrializa-el-litio-ahora-perderemos-una-oportunidad-mas

Bolivia, Litio

CEDIB sobre la industrialización del litio: “Nos hemos limpiado la boca antes de comer”

Imagen ilustrativa tomada de internet
13/07/2025
El investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), Jorge Campanini, advirtió que el país ha avanzado en el proyecto de industrialización del litio sin contar con información técnica ni planificación adecuada. “Nos hemos limpiado la boca antes de comer, hemos hecho el desarrollo sin conocer”, afirmó en entrevista con el programa Hagamos Democracia de la red Erbol.

Campanini señaló que Bolivia emprendió el camino hacia la industrialización del litio sin datos precisos sobre las reservas existentes, sin una política sólida y con decisiones improvisadas que hoy ponen en duda la viabilidad del proyecto. “Seguimos avanzando sin tener precisión de datos exactos que nos puedan ayudar a apuntar con mayor efectividad un proyecto tan importante para el país y un sueño tan importante para Potosí”, expresó.

El investigador explicó que el país ingresó al negocio del litio a través de Yacimientos del Litio Boliviano (YLB), instalando incluso una planta de cloruro de potasio entre 2018 y 2019, pese a no haber concluido la planta de carbonato de litio ni contar con una certificación clara de reservas. Según advirtió, esta situación impide a las empresas que firmaron convenios con el Estado desarrollar una certificación técnica propia, lo que contraviene normas específicas y deja en evidencia la ausencia de una estrategia estatal coherente.

Campanini detalló que actualmente existen 14 convenios con distintas características jurídicas y administrativas, lo que complica aún más el panorama. A su juicio, el proyecto de industrialización atraviesa “un momento bien difícil, bien complicado”, y está generando presión incluso sobre los actores políticos nacionales.

En contraste, citó el caso de Brasil que, sin ser un productor relevante de litio como Chile o Argentina, ya cuenta con una industria de baterías impulsada por empresas automotrices globales. “Ahí hay mercado, capacidades tecnológicas y científicas. En Bolivia ni siquiera hemos desarrollado ese campo”, lamentó.

Agregó que el país está “tocando con la realidad”, pues ni siquiera puede concentrar carbonato de litio de manera eficiente, y no cuenta con una normativa clara para procesos como la Extracción Directa de Litio (EDL), tecnología a la que Bolivia intenta incorporarse en reemplazo del sistema de piscinas de evaporación.

En ese contexto, señaló que Bolivia enfrentará presiones externas en un escenario geopolítico cada vez más competitivo por el control del litio por la producción en China, Rusia y Australia. Recordó que países como Estados Unidos han triplicado sus reservas en menos de cinco años y que Europa ya aprobó 47 proyectos vinculados a materiales críticos, 18 de ellos relacionados directamente con el litio. “También les interesa lo que ocurra en Bolivia porque de ello dependerán los mercados y las cadenas de abastecimiento global”, afirmó.

Campanini indicó que el CEDIB ha puesto énfasis en el debate ambiental que rodea al litio y en la necesidad de evaluar los riesgos de los nuevos modelos de explotación. Subrayó que la transición hacia tecnologías como la EDL sin un marco claro de planificación es otra muestra de la improvisación estatal. “Es momento de discutir qué ganamos y qué perdemos con estos modelos extractivos”, concluyó.

NO HAY CERTIFICACIÓN SIN PROYECTOS

La no aprobación de los contratos de litio en la Asamblea Legislativa representa un riesgo directo para la certificación de reservas en Bolivia.

Según explicó Alfonso Pérez, gerente de Operaciones de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), el país cuenta con 21 millones de toneladas de litio certificados como recursos en el Salar de Uyuni y otros dos millones en Coipasa y Pastos Grandes, pero para que estos puedan ser clasificados como reservas, se requiere que exista un proyecto vigente y en explotación. Sin esa condición, los recursos no pueden consolidarse como reservas oficialmente reconocidas a nivel internacional, lo que limita el desarrollo del sector y la atracción de inversiones, indicó el pasado 7 de julio.

Este estancamiento legislativo compromete la posibilidad de convertir los recursos en activos estratégicos para la economía boliviana. “Es necesario realizar una serie de estudios de factibilidad y contar con proyectos operativos en marcha, como los propuestos en los contratos de litio, para que estos recursos puedan ser considerados reservas certificadas”, advirtió Pérez en entrevista con la red Erbol.

Aunque YLB continúa avanzando con otros proyectos, la falta de aprobación de estos contratos impide que Bolivia dé un paso clave en su proceso de industrialización con respaldo técnico y financiero.
https://erbol.com.bo/econom%C3%ADa/cedib-sobre-la-industrializaci%C3%B3n-del-litio-%E2%80%9Cnos-hemos-limpiado-la-boca-antes-de-comer%E2%80%9D

Chile, Litio

Uso de tecnologías de bajo impacto ambiental: la fantasía de la extracción directa de litio

06/07/2025
La Estrategia Nacional del Litio dice promover caminos de explotación sostenibles. Sin embargo, estos caminos no están probados, de modo tal que los discursos verdes, nos condenan en la práctica a ser el escenario perfecto para experimentar en terreno y a escala industrial, los pilotos de laboratorio.
Colin Timon David | Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA

Las técnicas de extracción actuales y sus límites
Hoy en día, en el salar de Atacama, SQM y Albemarle extraen el litio utilizando piscinas de evaporación. Esta técnica de extracción consiste en bombear cerca de 1.700 l/s(1) de salmuera del subsuelo(2) y dejarla estancada en las piscinas de evaporación entre 12 y 18 meses. Poco a poco, la concentración de litio aumenta hasta el 6% en peso y, a continuación, la salmuera concentrada se transporta a Antofagasta para extraer el litio. Sin embargo, este proceso arrastra dos grandes limitaciones operativas:

a. Límites ambientales e hídricos: El caudal de salmuera bombeado es muy superior a la capacidad de recarga natural de la cuenca del salar. Se proyecta que para Maricunga por ejemplo, la extracción por evaporación provocaría un balance negativo de 344 litros de agua por segundo(3), lo que conducirá inexorablemente a su desecación. Además, se pierde entre el 85% y el 95% del agua contenida en la salmuera de las piscinas de evaporación (4), lo que agudiza la grave crisis hídrica que ya sufren las regiones de Atacama y Antofagasta y amenaza a las comunidades y ecosistemas locales.

b. Límites de productividad: La extracción por evaporación es un proceso muy largo (hasta 18 meses), actualmente ineficiente, dada la demanda exponencial de litio de los últimos años. «Se espera que la penetración del mercado de vehículos eléctricos a nivel mundial aumente del 4% en 2020 al 31% en 2030 para el total de ventas de automóviles. Este contexto determina una previsión de demanda de litio de 2.114 kt de carbonato de litio equivalente (LCE) al año en 2030, frente a una estimación de producción de 1.637 kt/año (LCE) en 2030″(5).

Este importante desfase entre demanda y producción no puede abordarse con las técnicas actuales de extracción de litio, por lo tanto, no son las preocupaciones ambientales las que animan a probar nuevas tecnologías, sino los requerimientos corporativos y de mercado.

La extracción directa de litio (EDL), una falsa solución
La EDL consiste en extraer el litio directamente de la salmuera, sin tener que esperar meses a que esta se evapore. Una vez agotada la salmuera, se reinyecta al salar. En el papel, esto resolvería tanto el problema de la pérdida de agua (ya que la EDL afirma poder reinyectar el 100% de la salmuera utilizada) como la falta de productividad, puesto que este proceso es mucho más rápido que la extracción por evaporación, y debería producir más litio en menos tiempo.

Ante una tecnología tan prometedora, tanto el Gobierno como las empresas mineras abogan por esta nueva técnica de extracción en el marco de la Estrategia Nacional del Litio. Pero, en realidad, nadie está hoy en condiciones de afirmar que la EDL será más limpia y eficaz que la extracción por evaporación, esto por la sencilla razón de que nunca se ha probado.

Para ser más precisos, existe un experimento piloto en China (Chaerhan) y otro en el Salar Hombre Muerto de Argentina(6), pero ninguno de los dos proyectos ha querido facilitar información alguna sobre la gestión de la salmuera agotada. En consecuencia, la técnica EDL nunca se ha aplicado a escala industrial, siendo fundamental tener en cuenta que lo que se impulsa en el salar de Atacama se basa en una tecnología sobre la que no tenemos ninguna certeza.

Peor aún, un estudio realizado en abril de 2023 por la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM) y la Universidad de Chile (UCh)(7) pone en duda las famosas promesas de la EDL. Este estudio recopila los resultados de decenas de informes científicos sobre estas nuevas tecnologías y establece que: No existen estudios que apoyen viabilidad técnica de devolver el 100% de la salmuera «gastada» al salar; no hay claridad de que los métodos de EDL tienen tiempos de tratamiento más cortos que los necesarios para que los humedales evaporen e infiltren la salmuera; no existen garantías respecto a la calidad química de la salmuera residual que se reinyectaría; se requiere mayor consumo de agua dulce que el método convencional.

En resumen, en el marco de su Estrategia Nacional del Litio, el gobierno de Boric justifica el aumento de las extracciones y la prospección de nuevos salares utilizando una nueva tecnología de extracción (EDL) que nunca ha sido probada a escala industrial, con una reinyección de salmuera residual que corre el riesgo de tener un gran impacto en la red hídrica del salar y en su fauna y flora endémica, y cuyo consumo de agua dulce es de dos a cinco veces superior al de la técnica de evaporación.

La única razón por la que el gobierno y las empresas siguen defendiendo ciegamente el uso del EDL es la perspectiva de obtener enormes beneficios a corto plazo, sumado a un discurso que pretende enverdecer los métodos extractivos. Aunque el mercado de las baterías de litio está en auge, ya está empezando a hacer frente a la competencia de las baterías de sodio. Así que la estrategia es simple: ganar tanto dinero como sea posible en los próximos 20 años antes de que el litio quede obsoleto, sin importar las consecuencias medioambientales y humanas.

En la actualidad, muchas empresas proponen proyectos de extracción basados en gran medida en el EDL. Eramet, Geolith, Codelco, Simco SpA son algunas de ellas. Aunque todas estas empresas declaran que sus opciones son tecnológicamente maduras y disponen de instalaciones piloto, no existe información pública sobre su rendimiento, consumo de agua dulce o consumo de energía. Esta falta de información pública limita la comparación de las opciones tecnológicas y cualquier evaluación de su impacto potencial sobre los humedales.

Esta publicación corresponde a un extracto del informe «Salares en riesgo. La tramposa estrategia nacional del litio«, elaborado por Colin Timon David y editado por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA en 2024

Notas de referencia

(1) Mohammad Ayaz Alam y Rosa Sepúlveda. (2021). Environmental degradation through mining for energy resources: The case of the shrinking Laguna Santa Rosa wetland in the Atacama Region of Chile. Energy Geoscience, 3, 182-190. Disponible en: https://n9.cl/0p0p4

(2) Casi el 48% de la producción mundial de Li procede de salmueras de lagos salados (humedales).

(3) Mohammad Ayaz Alam y Rosa Sepúlveda. Op cit

(4) Esto equivale a 1.400 m3 de agua por tonelada de Li contenida en la salmuera extraída.

(5) Informe: Technological tendencies for lithium production from salt lake brines: Progress and research gaps to move towards more sustainable processes; Diego Fuentealba, Cherie Flores-Fernandez, Elizabeth Troncoso y Humberto Estay.

(6) El caso argentino parece ser un híbrido entre EDL y piscinas de evaporación, ya que parte de la salmuera se trata mediante EDL y la otra parte mediante el método convencional de piscinas de evaporación.

(7) Op cit (nota de página 154).
https://resumen.cl/articulos/uso-de-tecnologias-de-bajo-impacto-ambiental-la-fantasia-de-la-extraccion-directa-de-litio

Chile, Litio

Cámara aprueba informe que pide anular acuerdo entre Codelco y SQM por explotación de litio

30/06/2025
Constanza Carrillo Silva, Periodista de Prensa en BioBioChile
Información de Nicolás Donoso

Esta jornada de lunes, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el informe de la comisión investigadora que indagó el acuerdo entre Codelco y la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) para la explotación del litio refinado en el Salar de Atacama.

En concreto, el documento contó con 96 votos a favor, 2 en contra y un total de 17 abstenciones.

La instancia, que presidió el diputado Independiente-PPD, Cristián Tapia, redactó un duro informe de 45 páginas donde se pide que se deje sin efecto dicha alianza. Además, incluye 23 propuestas para el futuro de la explotación del litio.

Proponen proceso de licitación abierta
“Estamos muy contentos que la Sala haya aprobado por amplia mayoría este informe de la Comisión Investigadora sobre el convenio entre Soquimich y Codelco, que todavía no es contrato, y que abordó además la compra fantasma del Salar Blanco en Maricunga, donde se gastaron 236 millones de dólares. Este es un proyecto que todavía está en tribunales ambientales, es decir, puede ser que nunca se pueda ejecutar”, señaló el diputado Tapia.

El parlamentario agregó que “lo importante es que aquí se ha tomado conciencia porque todo esto se hizo a espaldas de la ciudadanía, con muchas mentiras en torno a la deuda que tiene Soquimich en el actual contrato con Corfo de más de mil millones de dólares por el concepto del impuesto específico a la minería, que aparecen recursos pagados a Morgan Stanley sin precisar el monto. Es decir, no se sabe cuánta plata pagó Codelco a esta empresa, que es una empresa internacional”.

“Lo que nosotros pedimos es que el presidente Gabriel Boric dé instrucciones para que este contrato definitivamente no se firme, y se vaya a un proceso de licitación abierta, donde el Estado pueda recibir aproximadamente cerca de 6.700 millones de dólares para poder invertirlo y gastarlo en lo que a Chile le parezca mejor: salud, seguridad, educación, vivienda. Hicimos un trabajo muy serio, más allá de lo que significa nuestra postura política, pusimos por delante los intereses de nuestro país y su gente”, concluyó Cristián Tapia.
https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2025/06/30/camara-aprueba-informe-que-pide-anular-acuerdo-entre-codelco-y-sqm-por-explotacion-de-litio.shtml

Chile, Internacional, Litio

La brutal caída de la economía del litio en las baterías de vehículos eléctricos

28/06/2025
La noticia de esta semana de que la segunda mayor minera de litio del mundo, SQM, comenzó a despedir al 5% de su fuerza laboral chilena no sería una sorpresa para quienes siguen el mercado de la materia prima para baterías.

Los precios de las baterías de litio se han desplomado desde que alcanzaron un pico hace menos de tres años, cayendo a 8.450 dólares por tonelada en junio de este año desde más de 80.000 dólares en noviembre de 2022.

Un fenómeno que se viene profundizando en los últimos años y que solo profundiza cierre de proyectos y despidos de trabajadores.

Sin esperanzas
Una actitud de esperar y ver los recortes de producción por parte de las empresas mineras de litio, particularmente en China, donde el apoyo del gobierno mantiene a las minas deficitarias con soporte vital, y un crecimiento de la demanda más lento de lo esperado de la industria de vehículos eléctricos ofrece pocas perspectivas de un retorno a los años de auge.

El valor de las toneladas terminales de litio utilizadas en vehículos eléctricos, incluidos los híbridos enchufables y convencionales, vendidos en todo el mundo entre enero y mayo ascendió a 2.150 millones de dólares.

La magnitud de la caída se ilustra con el consumo mensual de níquel en las baterías de vehículos eléctricos, que ahora es mayor que el de litio, a pesar del importante avance hacia baterías sin níquel, como las de fosfato de hierro y litio, y un enfriamiento de los precios del níquel al mismo tiempo.

Solo el valor del litio contenido en las baterías de los vehículos eléctricos vendidos en diciembre de 2022 alcanzó los 3.200 millones de dólares, a pesar de que las ventas unitarias globales fueron una fracción de lo que son ahora y los envíos se inclinaron hacia los híbridos, que tienen baterías inherentemente más pequeñas y, por lo tanto, contienen menos metal que los autos totalmente eléctricos.

En términos de consumo por vehículo eléctrico, la rentabilidad del carbonato e hidróxido de litio es aún peor.

Desde un pico de más de $1,900 por vehículo eléctrico promedio ponderado por ventas en diciembre de 2022, el litio instalado en lo que va de año solo promedia poco más de $200 por auto.
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La brutal caída de la economía del litio en las baterías de vehículos eléctricos