La minería a cielo abierto pone en peligro los ecosistemas y la forma de vida de los pueblos latinoamericanos, pero estos han decidido no resignarse ante un modelo extractivista que actualiza el saqueo colonizador con la complicidad de las clases gobernantes. Argentina es un caso de libro.
“Eso anhelan con gran sed. Se les ensancha el cuerpo por eso, tienen hambre furiosa de eso. Como unos puercos hambrientos ansían el oro”. Así describe un texto náhuatl, citado por Eduardo Galeano en su libro Las venas abiertas de América Latina, la codicia que despertó la fiebre del oro entre los conquistadores que llegaron al continente americano cinco siglos atrás.
Aquel oro, cuenta el propio Galeano, financió la revolución industrial inglesa y consolidó la hegemonía europea, al tiempo que condenaba a la pobreza a los pueblos latinoamericanos, cuya “derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena”.