
17/06/2021
Las compañías mineras, nacionales y transnacionales, se benefician una y otra vez del régimen de terror impuesto por la guerra antidrogas, como demuestran las investigaciones de periodistas y de académicos. La periodista Dawn Marie Paley, en su libro Capitalismo Antidrogas indica: “Los proyectos mineros han sido de los espacios más conflictivos de la expansión capitalista en México, y la mayor parte de la producción de oro y plata en el país se da en los estados con las tasas más altas de violencia (Chihuahua, Zacatecas, Guerrero, Durango y Sonora)”.
Por ejemplo, en esta última entidad, el ejido El Bajío resiste al proyecto minero de la empresa Penmont, donde la comunidad ha sido hostigada y agredida por grupos armados y autoridades estatales por igual.
José de Jesús Robledo Cruz, expresidente ejidal, denunció en 2016 ante diversos medios de comunicación a Rafael Pavlovich, tío de la gobernadora estatal, Claudia Pavlovich, por intromisión ilegal a las tierras del ejido. Un año después, hombres armados e identificados con chalecos de la Secretaría de Defensa Nacional detuvieron a José de Jesús afuera de su casa y desde entonces, la comunidad no supo de él, hasta que ...