Les inquieta el elevado riesgo de contaminación que podría afectar a la población y al Duero. “Nuestros vecinos portugueses han mostrado su preocupación por las consecuencias negativas que para ellos supone este proyecto minero. En este sentido conviene señalar que el gas radón que se va a liberar a la atmósfera como consecuencia de las explosiones previstas puede recorrer cientos de kilómetros y afectar negativamente a la población”, explica José Ramón Barrueco, de Stop Uranio.
El ayuntamiento de Boada albergó una reunión entre Artur Nunes, alcalde de Miranda do Douro, y Juan Matías Garzón, alcalde de Boada, en la que se abordó la posible apertura de la mina de uranio que la empresa Berkeley Minera de España S.A. pretende abrir en Retortillo/Villavieja.