Mexico

Prohibir minería en áreas naturales protegidas, un reto sumamente complicado

La actividad minera en Áreas Naturales Protegidas (ANP) supone uno de los mayores riesgos que existen para el patrimonio natural que estas protegen. No obstante, aunque urge, realizar la prohibición resulta sumamente complicado, dijo hoy a Efe Sergio Graf Montero, Premio al Mérito Ecológico 2018.

El investigador de la Universidad de Guadalajara (UDG) consideró que los principales problemas son los intereses económicos y, en términos legales, la actual Ley de Minas, que ha impedido ejecutar medidas contra la explotación en dichas áreas las veces que se han tratado de implementar en el Congreso de la Unión.

Según expuso el experto, la única forma de hacerle frente al problema es por medio de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), un estudio técnico-científico de carácter preventivo y de planeación que permite identificar los efectos que puede ocasionar una obra o actividad sobre el medioambiente.

Sin embargo, los resultados de los estudios son inciertos porque, según apuntó el experto, muchas instancias de Gobierno están en contra de la prohibición y ponen trabas.

Uno de los casos que ejemplifica esto es el del ANP «Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán», la cual Graf dirigió durante 9 años y en la que se quiso establecer una prohibición que finalmente no se materializó, pues «a la hora de establecer la manifestación de impacto ambiental fue imposible», misma situación que se ha repetido en todo el país.

El especialista agregó también que, aunque los actores locales pueden estar de acuerdo en prohibir actividades mineras, «el lobby de esa industria es poderoso y detiene todas las tentativas».

A juicio de Graf, la incompatibilidad de la moderna minería industrial con las áreas protegidas es evidente, pues «toda la minería que se hace ahora es a cielo abierto, y eso es muy peligroso para las reservas», ya que implica remoción de la biosfera como tal para poder extraer los metales.

«Tenemos a nivel nacional como un 12 % del territorio en Áreas Naturales Protegidas, la idea es que se excluya totalmente porque hay suficiente superficie no protegida para hacer esas actividades», precisó.

Según recuerda Graf, uno de los temas más importantes en el proceso de la lucha por la Ley de Biodiversidad era asegurar la prohibición de la minería en esos recintos, algo que finalmente no se ha logrado.

El cercano cambio de administración en el país, con la llegada del próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, llena de esperanza al investigador.

«Yo espero que el cambio de administración y con un nuevo Congreso se pueda ayudar a revertir esto», aseguró el consultor de la aplicación piloto del programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) de la Organización de Naciones Unidas (ONU por sus siglas en inglés) en Jalisco, Chiapas y la península de Yucatán.

La estadística más actualizada del gobierno federal revela que hay 25.716 títulos de concesión minera vigentes sobre 22,1 millones de hectáreas, lo que equivale a un 11,3 % del territorio nacional.

Muchas de estas concesiones se ubican cerca o al interior de las ANP y constituyen un desafío para la conservación, según señala la tesis «Áreas Naturales Protegidas y minería en México: perspectivas y recomendaciones» de la investigadora Elisa Armendáriz, publicada por el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste.

«Se encontró que 1.609 concesiones mineras coinciden con un tercio de las ANP, esto son 63, sobreponiéndose a casi un millón y medio de hectáreas», señala el documento.

Además, abunda en que «la aplicación de las nuevas tecnologías ha permitido a la minería explotar depósitos superficiales, los cuales son minados a tajo abierto, con equipos de alta productividad y la incorporación de lixiviación en pilas, tecnología metalúrgica que tiene costos más bajos».

El 30 % de los títulos de concesión minera que coinciden con ANP mencionan que extraerán metales preciosos (oro y plata), proporción que se eleva a un 73 % si se agregan los principales metales industriales (cobre, plomo, zinc, fierro, antimonio, molibdeno, mercurio y manganeso) y los polimetálicos.

En contraste, el 9 % de los títulos de concesión pretenden extraer minerales no metálicos, principalmente carbón, fluorita, barita, yeso, sal y dolomita.

Adicionalmente, el documento destaca que un 11 % de los títulos de concesión mencionan que extraerán «toda sustancia posible».

Las ANP con más altos porcentajes de territorio traslapado de concesiones mineras son «Rayón», en Michoacán, con el 100 %; «Sierra La Mojonera», en San Luis Potosí, con un 86 %; «El Chico», en Hidalgo, con el 55 %; «Los Mármoles», también en ese estado con un 52 %, y la «Sierra de Quila», en Jalisco, con un 50 %. Restan ocho áreas más cuyos porcentajes van del 16 al 32 %.

Fuente:http://www.sandiegouniontribune.com/efe-3711871-14486831-20180805-story.html#
Ecuador

Tribunal de Azuay ratifica fallo que suspende actividad minera del proyecto Río Blanco

El Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil del Azuay ratificó este mediodía el fallo de primera instancia en el proceso que seguía el Estado ecuatoriano en contra de las comunidades cercanas al proyecto minero Río Blanco.

Esto implica la suspensión de toda actividad minera en este campamento ubicado entre las parroquias rurales Molleturo y Chaucha.

El 1 de junio pasado, en la audiencia de primera instancia, el juez Paúl Serrano falló a favor de la comunidad y aceptó como principal argumento que la compañía minera china Ecuagoldmining South America S.A violó el derecho a la consulta previa, libre e informada, dispuesta en el artículo 57, literal 7, de la Constitución ecuatoriana. Esta decisión fue apelada por el Ministerio del Ambiente.

Sin embargo, en el fallo emitido por escrito el Tribunal “niega la apelación y confirma la sentencia de primer nivel que acepta la acción constitucional por la vulneración del derecho del debido proceso a la consulta previa, libre e informada, en la comunidad de Molleturo en relación al proyecto Río Blanco”.

Esta decisión fue calificada como histórica por los comuneros que desde el pasado lunes acamparon en los exteriores de la Corte Provincial de Justicia a la espera de este fallo. Hoy, Elizabeth Durazno, habitante de la comunidad, consideró que este fallo es muy importante porque “se hizo justicia” y de a poco volverán a la tranquilidad, pues asegura que en los últimos años la compañía ha generado división entre la gente del mismo que sector y que en varias ocasiones se exteriorizaba con violencia.

 

El último caso registrado fue el presunto secuestro del presidente de la junta parroquia de Molleturo a manos de encapuchados que serían, según su propio testimonio, personas que están en contra del proyecto.

Sobre esta sentencia, el Ministerio del Ambiente analiza cual será el siguiente paso. Henry Troya, viceministro del Minería, reconoció vía telefónica que ya no es posible una apelación, pero pensaría en un posible recurso constitucional.

 

Según un informe de la empresa municipal de agua potable (ETAPA), hasta marzo de este año el 21,77% del territorio cantonal está destinado para la actividad minera; el 14, 81% está concesionado y el 6,96% está en trámite, esto significa 69.566 hectáreas. Por esto su gerente, Boris Piedra, calificó que la decisión de los jueces Edgar Morocho, Aurea Calderón y Rosa Zhindón es un triunfo “de la vida” porque «así se garantiza el derecho al agua para las próximas generaciones».

 

El proyecto minero Río Blanco comprende 5.708 hectáreas y está ubicado entre las parroquias Molleturo y Chaucha, en el cantón Cuenca, provincia de Azuay. Es un proyecto principalmente de oro cuya concesión pertenece a la empresa china Ecuagoldmining South America S.A. Se calculaba una producción diaria de 800 toneladas al día, por lo cual el proyecto está catalogado como mediana minería. Actualmente se encuentra en la fase de explotación y tendrá una vigencia aproximada de 11 años. (I)

Fuente:https://www.eluniverso.com/noticias/nota/6888863/tribunal-azuay-ratifica-fallo-que-suspende-actividad-minera-rio-blanco

Venezuela

Venezuela: Rechazo al Arco Minero se une a las protestas por falta de agua

Activistas de diversas organizaciones sociales autoconvocadas por la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco rechazaron la contaminación de los acuíferos y la afectación del derecho al agua y la energía de los venezolanos.

La acción directa se realizó desde muy temprano del sábado 28 de julio en la Plaza Brión de Chacaíto y superando las dificultades del transporte en Caracas.

La actividad del «Baldazo» comenzó con cantos colectivos y entrega de información a los transeúntes interesados en conocer los motivos de la protesta.

Prosiguió con una caminata por el boulevard de Sabana Grande, para finalizar con gran alegría en la plaza Brión, con un baile en parejas y en grupo, a la que han denominado #Bailatesta #ContraelAMO y #PorelderechoalAgua.

La música salsa sonó fuerte y alegre para expresar el descontento y la rebeldía como corresponde a lo mejor de este género tan popular.

Cabe destacar que las organizaciones sociales reivindican como suyo el baile callejero y contestón, al igual que la canción popular, para decirle al poder que la calle les pertenece por derecho y apropiación colectiva.

El Arco Minero amenaza al país

«La protesta cívica por el derecho a los servicios, a la salud, a la seguridad, contra la violencia y a un ambiente sano está relacionada directamente con la implementación de este eco-etnocidio al sur del país» sostuvo otro manifestante.

«La escala en que está prevista la contaminación de los acuíferos mas importantes del país hará inviable el servicio sostenido de agua para la mayoría de los venezolanos» declaró uno de los manifestantes.

El Arco Minero del Orinoco sacrifica las posibilidades, dignidad y calidad de vida sostenibles en el futuro. Representa la condena estratégica al derecho a los servicios de agua y energía para las mayorías venezolanas.

Además, «el modelo establecido en esta explotación suprime los derechos democráticos y humanos de modo permanente, violando la Constitución, las leyes y los acuerdos internacionales suscritos por el estado venezolano».

Otro de los activistas agregó «En el Sur, los cuerpos de seguridad del Estado se gobiernan como los pranes del crimen organizado y los grupos armados y ese es el modelo que está escalando aceleradamente en todo el territorio nacional».

«es el modelo de una economía de enclave extractivista, donde la corrupción es el mejor socio de las grande empresas que ambicionan los minerales que ahí se están explotando» agregó.

«Las primeras víctimas son los pueblos indígenas, criminalizados por el propio gobierno para desplazarlos de su territorios y subordinarlos a las mafias que controlan las minas» declaró un vocero de la organización Wainjirawa.

Ello, en referencia a las declaraciones dadas recientemente por un vocero militar en las televisoras del estado acusando de secesionista al pueblo Pemón.

Fuente:https://www.servindi.org/actualidad-noticias/01/08/2018/rechazo-al-arco-minero-se-une-las-protestas-por-la-falta-de-agua

Mexico

En pocas décadas las transnacionales sacaron de México el doble de oro que los españoles en la colonia

En México hay proyectos mineros que ocupan al menos un 18% del territorio total del país. El 75% de las empresas son canadienses. Sputnik te muestra la realidad de un negocio extractivista que afecta a la sociedad mexicana.

Sólo entre los años 2001 y 2017, la minería transnacional extrajo de México el equivalente al doble del oro y la mitad de la plata que los españoles se llevaron de México durante los 300 años que duró la Colonia española, según aparece referenciado en el trabajo del periodista Jesús Lemus, en su libro «México a cielo abierto», publicado a principios de este año.

Ese crecimiento exponencial estuvo dado por la promoción que los gobiernos de los tres países norteamericanos le dieron en la firma del Tratado de Libre Comercio que entró en vigencia el 1 de enero de 1994.

«Con el TLCAN se hizo una ley, que es casi la misma que en toda América Latina, que les dio a las empresas mineras una permisividad abierta y una preferencia sobre cualquier otra actividad productiva», explicó a Sputnik, Ivette Lacaba, activista antiminera mexicana.

Desde entonces, se han otorgado:

  • 22.000 títulos de concesión
  • para 1.400 proyectos mineros
  • que ocupan entre un 16 y un 18% de la superficie total del país
  • el 75% de las empresas extranjeras del rubro son de origen canadiense.

«Hay documentos que manejan que la superficie que ocupan representa el 25% del territorio pero es un poco exagerado.

De todos modos, 18% ya es bastante», sostuvo. Lacaba explicó a Sputnik que el crecimiento se dio de la mano del cambio del formato de explotación, que dejó atrás las viejas minas de túneles o socavón, para pasar a las minas a cielo abierto, cuyo método de explotación consiste en dinamitar el terreno y abrir un cráter o «tajo» de dónde se extrae el material en concentraciones bajas.»Se está extrayendo mucho oro y plata, pero de minas agotadas por la época de la colonia y donde se exprime el material de la roca. Hay más proyectos que abarcan más territorio, porque la mina por túnel no es lo mismo que la mina a cielo abierto, que tiene un impacto ambiental muchísimo más fuerte, porque utilizan mucha agua y cianuro o mercurio para lixiviar el oro y la plata», explicó.

El lixiaviado es un proceso químico y altamente tóxico por medio del que se separa el material de la roca que lo contiene. Este tipo de minería se caracteriza por remover toneladas de tierra para extraer cantidades bajas de mineral.

«En varios documentos se señala que en estos años se ha extraído más mineral que durante la Colonia, cosa que puede ser cierta por las características de la explotación. Sin embargo, no lo sabemos con certeza, porque no hay nadie que controle cuánto material sacan las empresas ahora», señaló.

Lacaba explicó que el mecanismo establecido en México para el control de las empresas mineras, depende de lo que declaren haber obtenido del subsuelo y en base a eso, se les calcula cuánto dinero deben pagar por la riqueza que se llevan.Sin embargo, no hay ningún control de que las empresas efectivamente extraigan lo que declaran. «No hay quien mida cuánto sacan, ni sabemos si están extrayendo más de lo que reportan y eso que lo reportado es muchísimo», agregó.

Lacaba explicó a Sputnik que a partir del año 2014, se gravó la actividad con un impuesto del 7,5% sobre el material extraído, del que las empresas puedan deducir sus gastos de operación, por lo que el pago no es realmente muy elevado. También pagan derecho al agua y uso de suelo, que equivale a unos 50 pesos mexicanos (menos de 3 dólares) por hectárea, cada 6 meses.

«Nosotros decimos que es un saqueo a cielo abierto porque es tan barato sacarlo que se les hace costeable obtener 0,4 ó 0,3 gramos de material por tonelada de roca que dinamitan». sostuvo. El 75% de las empresas a cargo de los 800 proyectos mineros en México son canadienses.

«Desde la sociedad civil hemos remarcado que esto tiene que modificarse en el Tratado de Libre Comercio, que tienen que respetarse las normas ambientales y el proceso de consulta a los pueblos, que no es vinculante, cuando debería serlo», añadió.

 

La asunción de López Obrador como futuro presidente de México abría una puerta para buscar modificaciones a esta situación, explicó Lacaba. Sin embargo, las declaraciones hechas por Alfonso Romo, futuro coordinador de presidencia de López Obrador, prometiendo que México será «un paraíso para la inversión privada», desalentó a los activistas antimineros en el país.

«Hemos hablado con académicos y grupos ambientales en Canadá y Estados Unidos que nos apoyan, pero a los gobiernos no les importa, tampoco al de México. Con AMLO pensamos que se podría interceder, pero cuando vino la canciller canadiense [Chrystia Freeland] el discurso que mantuvo fue invitarlos a seguir invirtiendo», concluyó.

Fuente:https://mundo.sputniknews.com/sociedad/201808031080900797-mexico-mineria-canada-ecologia-e

Guatemala

Tahoe Resources quiere terminar con la disputa minera en Guatemala

El nuevo presidente ejecutivo de Tahoe Resources dijo el jueves que su máxima prioridad es poner fin a una disputa de larga duración en Guatemala que ha detenido toda la producción de plata de la compañía minera.

Jim Voorhees , que se convirtió en CEO de la compañía con sede en Reno, Nevada en junio, dijo que ha desplegado nuevo personal en la nación latinoamericana para ayudar a resolver la situación, que ha cerrado la mina de plata allí, alimentando una pérdida en el segundo trimestre.

Las acciones de Tahoe cayeron justo después de que las operaciones comenzaran el jueves, pero se recuperaron y subieron un 4 por ciento a 4,49 dólares en las operaciones de la tarde, a pesar de las caídas en los precios de la plata y el oro .

La mina de plata escobal emblemática de Tahoe en Guatemala ha estado inactiva desde el año pasado en una disputa con los líderes del país.

Guatemala provisionalmente el máximo tribunal suspendió la licencia de Tahoe para operar después de un anti- minera organización hizo un llamamiento a la corte, alegando que el Ministerio de del país de Energía y Minas no había consultado con el pueblo xinca indígenas antes de conceder la licencia a Tahoe.

Voorhees, frente a las reiteradas solicitudes de los analistas para estimar el momento de una decisión del tribunal de Guatemala , dijo que no sabe.

El nuevo CEO dijo que estaría abierto a visitar Guatemala para hablar con los manifestantes de Xinca cerca del sitio de la mina en algún momento.

La disputa ha reducido los recursos de Tahoe , llevando la deuda de la compañía a $ 78.7 millones en el segundo trimestre desde $ 5.6 millones en el primer trimestre.

Por otro lado, Tahoe espera que su expansión de la mina Shahuindo en Perú y la ampliación de un eje en su proyecto Bell Creek en Canadá se completen para fin de año, dijo Voorhees.

Fuente:https://mineriaenlinea.com/2018/08/tahoe-resources-quiere-terminar-con-la-disputa-minera-en-guatemala/

Venezuela

César Romero, ingeniero metalúrgico venezolano, habla sobre los mitos de la megaminería

César Romero, ingeniero metalúrgico venezolano, habló de los mitos de la megaminería en el Foro de la UCV sobre Arco Minero y extractivismo.  Reflexionó sobre la necesidad de dinero urgente y la instalación de la minería a gran escala.

La plática está enmarcada en las problemáticas de la megaminería en Venezuela pero los mitos sobre los supuestos beneficios mineros se repiten a lo largo de nuestro continente.

En su plática “Mitos de la megaminería” Romero inició su exposición con un lámina relacionada con la Gold Reserve y los contratos que firmó con el gobierno venezolano, relacionados con el Arco Minero del Orinoco. “En el 2015, ante una caída de los precios del petróleo y la urgencia del gobierno de buscar divisas… comienza toda una lógica mafiosa: de dónde saco la plata urgentemente, sin importar cualquier tipo de consecuencia”, razonó inicialmente Romero.

“La gente solo piensa en dinero y buscaron a la Gold Reserve, como una empresa hito, que ha sido bastante promovida por el gobierno para el tema del Arco Minero. La Gold Reserve es una casa matriz fundada en Canadá, pero que tiene sede en Estados Unidos, tiene sede en Barbados, en Aruba, etc.”.

El gobierno instala este plan en base a una serie, un discurso hilado por una serie de mitos muy instalados en las cabezas de todos los venezolanos:

Mito 1: se queda el oro en el país. Aumentan las reservas.
Mito 2: es progreso. Se va a generar empleo.
Mito 3: ingresarán muchas divisas al país.

Prosigue su análisis César Romero planteando la existencia de 4 puntos fundamentales para abordar la trama de la minería en Venezuela:

  1. ¿El agua es un derecho humano? ¿La minería está por encima, el derecho a la ganancia de las empresas está por encima del derecho humano al agua potable, o sea, al acceso?
  2. Minería a pequeña escala y minería a gran escala.
  3. Minería y agua.
  4. Conflicto internacional

Fuente:http://movimientom4.org/2018/08/cesar-romero-ingeniero-metalurgico-venezolano-habla-sobre-los-mitos-de-la-megamineria/

Perú

Perú enfrenta desafíos económicos y ambientales tras descubrimiento del mayor yacimiento de litio

Los actuales productores de litio están expectantes ante el ingreso peruano al mercado y el impacto que la mayor oferta tenga en los precios, en circunstancias que algunos analistas han adelantado que, a pesar de la creciente demanda para electromovilidad, se puede esperar una caída en el precio del litio para los próximos años.

Lo que hasta ahora era conocido como el “triángulo del litio”, la zona ubicada entre Bolivia, Chile y Argentina, con las mayores reservas mundiales del llamado oro blanco, pronto debiera cambiar de nombre. El descubrimiento de un yacimiento en Perú que, según informaciones preliminares contendría 2,5 millones de toneladas de carbonato de litio, configura un nuevo y complejo panorama geopolítico, económico, social y medioambiental.

Según la empresa canadiense Plateau Energy, a cargo del proyecto, Falchani sería el primer depósito de litio en roca descubierto en Sudamérica y podría convertirse en una de las minas más grandes del mundo. El yacimiento, ubicado en un lago prehistórico cubierto de lava en la zona norte del departamento de Puno, en el sureste peruano, contendría también 124 millones de libras de uranio, que era, originalmente, el metal que buscaba la operadora cuando hizo el sorpresivo hallazgo.

La noticia ha causado gran expectación, considerando la creciente demanda para la fabricación de baterías, que ha triplicado el precio del carbonato de litio en los últimos tres años, cuya tonelada hoy se cotiza desde US$12.500. Ejecutivos de la empresa estiman que Perú podría comenzar la exportación por US$500 millones al año a partir del 2021.

“Hay muchas expectativas de explotación, pero también recelo de parte de la población local y regional por el impacto que el proyecto pueda tener en la zona. Perú está un momento político complicado, de búsqueda de estabilidad en el gobierno, pero es también un momento económicamente desafiante”, dijo Narda Henríquez, socióloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP, en entrevista con DW.

Escenario propicio para conflictos

El auge de las materias primas en América Latina en los últimos 15 años trajo un aumento de los proyectos de minería a gran escala y de extracción de otros recursos naturales. “Paralelamente, en casi todos los países surgieron conflictos sociales asociados a estas inversiones”, afirma a DW, por su parte, la politóloga  Bettina Schorr, directora del Programa trAndes sobre Desarrollo Sostenible y Desigualdades Sociales en los Países Andinos.

Los mismos riesgos de conflictividad están presentes en un potencial megaproyecto de litio, donde podrían generarse disputas redistributivas, territoriales, de participación, ambientales y sociales. “La minería se asocia a costos ambientales, sobre todo para quienes viven cerca, con contaminación del agua o del suelo y escasez de agua”, subraya Bettina Schorr. También los problemas económicos y sociales, la riqueza que no beneficia a la población más pobre del lugar y la migración de personas que llegan buscando trabajo, son aspectos de este complejo asunto.

Regulaciones como los estudios de impacto ambiental y la consulta previa serán claves. “En Perú hay mucha sensibilidad en torno a los proyectos de minería y ha habido numerosas movilizaciones y conflictos locales”, indica Schorr. La presencia de organizaciones sociales, campesinas e indígenas muy activas hace prever una serie de negociaciones.

En opinión de Narda Henríquez, investigadora visitante en la Universidad Libre de Berlín del programa de posgrado trAndes, en los últimos años, los gobiernos peruanos han mostrado poca preocupación por las regulaciones ambientales. Actualmente, los problemas de corrupción en el poder judicial y la estabilidad política amenazada son temas prioritarios y hay interrogantes sobre el futuro de las políticas para el medioambiente.

Impacto en una zona de pobreza y arqueológica

“Puno es uno de los departamentos más poblados del Perú, y su zona norte, donde está el yacimiento, es de las más pobres del departamento, con alta desnutrición infantil. Las autoridades y comunidades locales van a estar muy pendientes de cómo va a afectar el proyecto a la salud, el agua y la producción agrícola local”, adelanta Narda Henríquez.

La socióloga indica que el Estado debería estar muy presente para vigilar las diferentes etapas del proceso, en beneficio de las comunidades. “El gobierno tiene que mostrar decisión, así como está ocurriendo en el caso de la corrupción judicial, también en la política ambiental”, asegura.

Las expertas han observado que, en casos de inversiones mineras, es posible ver cómo la comunidad  se transforma con la llegada de algunos beneficios inmediatos. “Aparecen algunos edificios como elefantes blancos, o becas para la universidad, pero son beneficios muy localizados y a corto plazo. No hay una estrategia de sostenibilidad ni de superación de la desigualdad”, señala Henríquez.

Otro desafío es que la zona, ubicada a gran altura, está cerca de un área de importancia cultural y arqueológica. La empresa minera ha asegurado que los depósitos de litio están fuera de esta zona y que, si bien depósitos de uranio están dentro de esa área, no estarían directamente afectados.

Asimismo, asegura que trabaja con experimentados consultores en temas arqueológicos y medioambientales, comunidades locales y autoridades peruanas para desarrollar un plan para proteger cualquier sitio localizado en las proximidades de futuros proyectos de infraestructura.

Política de desarrollo sostenible

Todavía hay un largo camino que recorrer. El proyecto está en etapa de exploración y para la extracción del uranio, el primer gran desafío es que se necesita una legislación que actualmente no existe en Perú, pues se trata de un material radioactivo.

Esta es una oportunidad para que el país elabore una estrategia a largo plazo con respecto a la minería, opinan las expertas consultadas: que no se conforme con el beneficio local inmediato, sino que contemple una nueva política ambiental, de desarrollo sostenible y diversificación productiva.

Los actuales productores de litio están expectantes ante el ingreso peruano al mercado y el impacto que la mayor oferta tenga en los precios, en circunstancias que algunos analistas han adelantado que, a pesar de la creciente demanda para electromovilidad, se puede esperar una caída en el precio del litio para los próximos años.

A nivel internacional, el proyecto plantea también un debate pendiente, como propone Bettina Schoor: “En el norte global, el litio ayuda a tener una energía más limpia, pero su producción es algo muy sucio y son las comunidades andinas las que pagan el costo. Hay que discutir cómo se puede disminuir ese desequilibrio”.

Fuente:http://www.latinomineria.com/2018/08/02/peru-enfrenta-desafios-economicos-ambientales-tras-descubrimiento-del-mayor-yacimiento-litio/

Mexico

Rechazan proyectos mineros en San Miguel Chimalapa

Autoridades municipales de San Miguel Chimalapa, encabezadas por el alcalde, Fernando Miguel Contreras, y regidores, declararon su demarcación indígena libre de cualquier proyecto de explotación minera, en primer lugar, señalaron, porque no se efectuó una consulta para pedir la opinión de los habitantes zoques de la región, y en segundo lugar porque la minería, afirmaron, causa graves daños a la población y al territorio.

En un comunicado, el edil Contreras y los demás integrantes del cabildo de Chimalapa expresaron su rechazo al proyecto minero Santa Martha, que lleva a cabo la empresa Minaurum Gold SA de CV en su territorio, debido a que sus actividades perjudicarán ‘‘severamente’’ el medio ambiente, en particular los ríos y lagos de nueve municipios ubicados en la región del Istmo de Tehuantepec.

‘‘No permitiremos el establecimiento de la empresa minera Minaurum Gold en nuestro territorio. La rechazamos como cabildo y autoridades municipales’’, indicaron.

El proyecto Santa Marta abarcaría las comunidades La Cristalina, San Antonio, Sol y Luna de San Miguel Chimalapa, y también territorio del municipio de Zanatepec, donde se ubican 30 mil hectáreas para las cuales se emitieron cinco títulos mineros. Autoridades agrarias y municipales de Zanatepec también han rechazado la explotación minera.

Por lo pronto, se pretende extraer de la zona cobre, oro y plata con el sistema de tajo a cielo abierto, por lo cual las autoridades del municipio prevén que el medio ambiente puede padecer daños irreversibles.

Ocho municipios más resultarían afectados

Otros municipios cuya flora, fauna y sistemas hídricos resultarían afectados por la actividad minera serían Ixhuatán, Unión Hidalgo, Zanatepec, Tapanatepec, Reforma de Pineda, Niltepec, San Francisco del Mar y Zanatepec.

En un boletín, las autoridades de San Miguel Chimalapa reiteraron su rechazo al establecimiento de empresas mineras en su territorio, y advirtieron que no permitirán que exploren y mucho menos que exploten su tierra y territorio.

Fuente:http://www.jornada.com.mx/2018/07/30/estados/029n2est

Argentina

Convocatoria para artistas: arte y diseño contra la megaminería

Queremos invitar a toda la comunidad de artistas de Chubut y toda la Patagonia, profesionales o amateurs, que trabajen en el campo de las artes plásticas y el diseño gráfico, a colaborar en la lucha contra la megaminería y en defensa del agua aportando obras que ayuden a concientizar a la sociedad chubutense sobre la amenaza minera para la provincia y sirvan para movilizarla.

La idea es juntar el mayor número de obras posible, en todos los estilos y disciplinas: dibujo, pintura, diseño gráfico, collage, fotografía, etc. para que puedan ser reelaboradas posteriormente por asambleas, organizaciones sociales y la ciudadanía en general en afiches, carteles, volantes, cartillas informativas y otros materiales para la difusión.

Además de su posterior utilización en todo tipo de material de difusión, se prevé armar con todo el material gráfico una exposición virtual en el sitio noalamina.org en la que cualquiera pueda ver y descargar las obras aportadas para resignificarlas.

La convocatoria está abierta a artistas de toda la Patagonia, o incluso de otros lugares, que quieran colaborar con la ciudadanía de Chubut en su lucha contra las corporaciones mineras transnacionales y los políticos cipayos que desde hace más de 15 años siguen insistiendo en abrirles todas las puertas, ignorando el mayoritario rechazo de estas actividades destructivas y saqueadoras por parte del pueblo chubutense.

Quien necesite inspiración o conocimiento de base sobre el tema, puede visitar el sitio web noalamina.org, la página de Facebook de la Asamblea de Esquel o leer y descargar el manual “Hablemos de megaminería“.

Cómo compartir las obras

Hemos habilitado un formulario como una especie de “buzón” para que puedas subir tus obras fácilmente a nuestra cuenta de Google Drive. Ahí podrás depositar el material gráfico que quieras compartir, como archivo JPG o PNG, preferentemente (tamaño máximo: 5MB por archivo), y en una buena calidad, de modo que pueda reelaborarse en distintos medios y diferentes tamaños o imprimirse sin que la imagen se pixele . También hay unos campos para que nos proporciones tu nombre, localidad y email, de modo que podamos agregar esos datos mínimos cuando las obras se publiquen en la galería virtual o para que podamos ponernos en contacto con vos.

Fuente:https://noalamina.org/argentina/chubut/item/41678-convocatoria-para-artistas-arte-y-diseno-contra-la-megamineria

Chile

Pampa Colorada: Intento de mayor extracción de aguas por minera Escondida

Pampa Colorada se ubica en la cercanía de los poblados de Peine, Socaire y Toconao, al sur este del pueblo de San Pedro, en el altiplano de la comuna de San Pedro de Atacama, a 4 mil metros sobre el nivel del mar y cerca de la frontera con Argentina.

Este conflicto enfrentó, durante los años 2006 y 2007, a las comunidades indígenas atacameñas de la zona, contra Minera Escondida, empresa que pretendía extraer agua subterránea desde acuíferos en las cuencas alto andinas ubicadas en la zona de Pampa Colorada. La resolución de este conflicto marca un importante precedente, pues constituye uno de los pocos casos en que el Estado negó a la empresa minera los permisos para la explotación de los recursos hídricos locales. Constatándose con ello un rol distinto del Estado, que ejerció como garante de los derechos territoriales ancestrales y los recursos hídricos atribuidos a las comunidades indígenas.

Para la ampliación de sus faenas, Minera Escondida requería un total de 648 millones de metros cúbicos de agua adicional en la comuna de San Pedro de Atacama, para lo cual solicitó una tasa de extracción media anual máxima de 32,4 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a un caudal de extracción medio anual máximo de 1.027 litros por segundo. El proyecto de ampliación de la minera implicaba una inversión aproximada de 300 millones de dólares para extender en 20 años su vida útil. El inicio de la fase de construcción de este proyecto estaba previsto para el segundo semestre de 2008, pero finalmente no sucedió.

La empresa pretendía extraer recursos hídricos desde napas subterráneas en la zona cercana a Peine y Socaire, para llevarla por 190 kilómetros hasta sus faenas mineras a través de un sistema de tuberías, por una ruta con centenares de sitios arqueológicos prehispánicos. El proyecto contempla una inversión de 300 millones de dólares, valor que implica un quinto del costo si se utiliza agua de mar para la faena.

Este proyecto de explotación de recursos hídricos generó muchas dudas desde el momento mismo en que fue presentado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Según la Corporación Nacional Forestal (CONAF), el estudio de la empresa reducía el área de influencia de los impactos del proyecto, ya que se iban a extraer los recursos hídricos de las lagunas Miscanti y Miñiques, y un poco más abajo del Salar de Atacama, ambos sitios protegidos por la Reserva Nacional Los Flamencos; pero estas lagunas no estaban consideradas dentro del área de influencia del proyecto que la empresa presentó en su Estudio de Impacto Ambiental. Por ende el estudio no reflejaba, en su línea de base informativa, los verdaderos impactos del proyecto.

Actualmente existe consenso en que la explotación hídrica de Pampa Colorada habría provocado el mismo impacto irreversible que ocurrió en Pichincha, donde la extracción de agua destruyó irreversiblemente el Salar de Michincha, y degradó gravemente el Salar de Coposa. El importante triunfo de la comunidad de Socaire al impedir la explotación del agua en Pampa Colorada, marcó un importante precedente para el futuro de los recursos hídricos en el país.

Pampa Colorada pertenece al área de desarrollo indígena «Atacama La Grande», que presenta importantes atractivos paisajísticos y gran potencial turístico. Destacan como sitios de interés en esa área el salar de Aguas Calientes II y la Laguna Tuyaito. Si el proyecto de extracción hídrica de Minera Escondida se hubiese materializado, se habría comprometido gravemente la existencia de importantes ecosistemas de la Puna alto andina, las actividades de etnoturismo que desarrollan las comunidades indígenas de Peine y Socaire, y la continuidad de su economía y cultura en el frágil desierto de Atacama.

Los principales actores confrontados en este conflicto son la Compañía Minera Escondida, sociedad anónima de propiedad de BHP Billiton (57,5%), Río Tinto PLC (30%), Jeco Corporation (consorcio japonés liderado por Mitsubishi Corporation) (10%) y la Corporación Financiera Internacional, filial del Banco Mundial, (2,5%). El proyecto Pampa Colorada, fue presentado por la empresa, para posibilitar la expansión de sus faenas extractivas, como estrategia para aprovechar el auge del precio internacional de los metales en general, y del cobre en particular, en el mercado mundial.

Dicha pretensión de la empresa motivó la confrontación con las comunidades atacameñas de Peine, Socaire, Toconao y San Pedro, que subsisten de la agricultura, la ganadería y el turismo; además de las repercusiones culturales y sociales por emplazarse el proyecto en territorios ancestrales reclamados por las comunidades.

Entre los actores directamente involucrados en este conflicto entre las comunidades indígenas y Minera Escondida, destaca el Consejo de Pueblos Atacameños, el cual reúne a 27 comunidades indígenas del Alto Loa. Los miembros de este Consejo manifestaron en diversas instancias su malestar contra el proyecto de Pampa Colorada. Por ejemplo, la presidenta de la comunidad indígena de Peine, María Barrera, una de las responsables de la campaña contra el plan de expansión de la minera, señalaba en ese entonces «No queremos que nos saquen el agua», «El proyecto es descabellado y las cantidades de agua son espantosas. Nosotros captamos 1,5 litros por segundo para consumo y no nos alcanza. ¿Y ellos quieren sacar esa cantidad?» (1.027 litros por segundo) se preguntaba con indignación.

Sandra Berna, alcaldesa de San Pedro de Atacama, comuna a la que pertenecen las localidades de Peine, Socaire y Toconao que se oponían al proyecto, también exigió rechazar la extracción de agua. «Si en San Pedro escasea el agua, ¿cómo es posible que de un día para otro digan que van a sacar mil litros por segundo para hacer funcionar una minera? Son millones de metros cúbicos que van a usar por 20 años”. Ella y las comunidades cuestionaban además, “que nadie les podía explicar si esos recursos se iban a recuperar.

¿Quién les aseguraba que iban poder seguir viviendo en esta región?». La alcaldesa señaló que en San Pedro la carencia de agua es del 40% y recalcó que «Estamos con 12 litros por segundo y necesitamos 20. Nosotros no usamos ni un pelo de lo que ellos quieren sacar y sin embargo, no tenemos los recursos para sacar agua».

La alcaldesa también hizo notar su desconfianza en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por Minera Escondida. «De las mineras sólo quedan los hoyos», comentaba en ese entonces. «Dicen que se van a preocupar de no impactar, pero lo dudo. Los resultados no son los mismos que quedan en el papel. El papel aguanta mucho». Refiriéndose al desequilibrio e inequidad del sistema de evaluación ambiental, que les impide como comunidad, por falta de recursos, hacer un estudio de impacto ambiental paralelo para presentar como contraparte al que realizan las empresas mineras, denunció que por esta razón el sistema de evaluación se va viciando, al considerar el estudio de impacto de un sólo sector, es decir la posición de quien quiere que se le apruebe el proyecto.

Para las comunidades atacameñas es crucial conservar los bofedales, base de la ganadería altiplánica, además de preservar el respetuoso culto que le rinden al recurso, explicó la alcaldesa. «Para ellos el agua no tiene precio, es de las comunidades de San Pedro y no hay ningún negocio que hacer, sólo cuidarla». Lo exitoso de esta cruzada fue que las comunidades y el municipio se unieron, ya que ellos manifestaban que “no necesitaban plata, sino la seguridad de que iban a vivir muchos años más en sus tierras”.

Entre los actores ciudadanos también cabe destacar al Programa Chile Sustentable, que junto con asesorar al Consejo de Pueblos Atacameños, participó en el proceso de observaciones contra la viabilidad ambiental del proyecto. Su fundamento principal, además de las prohibiciones que establece la ley vigente sobre protección de vegas y bofedales del Norte Grande, fue que la autoridad debía rechazar el proyecto, porque el titular no se hizo cargo de los efectos, características y circunstancias establecidas en el Artículo 11 de la Ley 19.300 de Bases del Medioambiente:

a) El proyecto afecta a acuíferos protegidos mediante la Ley 19.145 de protección de vegas y bofedales de la I y II Región, y la Resolución Nº87/2006, Dirección General de Aguas9, que establece explícitamente que la protección de estos acuíferos tiene como propósito la protección de los humedales ubicados en las zonas delimitadas, pues ellos sustentan ecosistemas únicos y frágiles que se hace necesario conservar y preservar.

b) La intervención en ecosistemas únicos y frágiles contradice lo especificado en la Convención de Protección de la Diversidad Biológica, suscrita por Chile en la Cumbre de Río en el año 1992, y ratificada por el país en mayo de 1995 (D. S. Nº1963/1995, Ministerio de Relaciones Exteriores); y también contradice lo expresado en el Plan de Acción País para la Implementación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad, en cuya Línea de Acción 1.2 se refiere al establecimiento de Programas para la Conservación y uso Sostenible de los Humedales de Alto Valor Biológico.

c) La realización del proyecto contradice lo comprometido en la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (ratificada mediante D. S. Nº2065/1997 del Ministerio de relaciones Exteriores) y la Convención Relativa a las Zonas Húmedas de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de las Aves Acuáticas (Convención de Ramsar), que establecen como obligación la conservación de ecosistemas frágiles de alta relevancia para la diversidad biológica; alimentación y anidamiento de aves migratorias.

Entre los actores públicos, los más relevantes, por sus atribuciones sectoriales y su participación en la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), de este proyecto fueron: la Dirección General de Aguas (DGA), que decide directamente sobre la viabilidad de utilización de los recursos hídricos; la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), encargada de velar por la legislación indígena y los derechos de las comunidades existentes en el Area de Desarrollo Indígena Atacama la Grande; el Ministerio de Bienes Nacionales, bajo cuya tutela fiscal están los territorios de esta área, a pesar de la reclamación ancestral por parte de las comunidades; la Corporación Nacional Forestal (CONAF), a cargo de resguardar el territorio de la Reserva Nacional los Flamencos, parte constitutiva del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE); SERNATUR, institución encargada de velar por la Zona de Interés Turístico (ZOIT) establecida en la comuna de San Pedro de Atacama; y finalmente la CONAMA, que coordina el proceso de evaluación ambiental pública del proyecto y las instancias de participación ciudadana.

Relación con el marco jurídico vigente.

El objetivo principal del proyecto Pampa Colorada, de Minera Escondida, era la explotación de recursos hídricos en la provincia del Loa. Por ello, uno de los cuerpos legales centrales en el estudio y evaluación de dicho proyecto tenía relación con el Código de Aguas y la Ley 19.145 (de 1992) que protege vegas y bofedales de la I y II Región.

Al momento de la presentación del proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, la comunidad de Socaire tenía derechos de aguas ya constituidos sobre el río Socaire y las vertientes Quepe; mientras que la comunidad de Peine tenía constituidos los suyos sobre las vertientes Tulán, Chasquesoque, Ossa y Viste, y sobre el río Tarajne. Por ello, la DGA solicitó a Minera Escondida indicar, si había conexión y afectación del proyecto sobre esas fuentes y sobre los derechos de agua de las comunidades.

En la misma fecha, la empresa contaba con varias fuentes de extracción de aguas. Dos subterráneas -los pozos de Punta Negra y Monturaqui- y una planta desalinizadora en Antofagasta que permitía a la minera bombear 500 litros por segundo desde el océano.

El principal argumento jurídico, utilizado por la DGA contra la explotación de agua por parte de Minera Escondida, es lo establecido en la Ley 19.145 (que protege vegas y bofedales de la I y II Región), en el sentido de prohibir la realización de nuevas explotaciones en zonas que corresponden a acuíferos que alimenten vegas y bofedales del Norte Grande. Razón por la cual consideró legalmente improcedente autorizar un proyecto que afectaría las vegas de Aguas Calientes II y laguna Tuyaito, sistemas que de ser intervenidos podrían afectar a otros 6 humedales, ubicados en la precordillera de la misma cuenca.

Un segundo problema legal que enfrentó la empresa, fue que los terrenos en donde se pretendía realizar la extracción de aguas estaban siendo saneados por las comunidades atacameñas de Peine, Socaire, Talabre, Camar y Toconao, en virtud de los artículos 12, 63 y 3 transitorio de la Ley Indígena, para oficializar su propiedad. Por ello la CONADI de la Región de Antofagasta argumentó que, antropológica y sociológicamente, esas tierras les pertenecían a las comunidades atacameñas, pues las han ocupado el lugar ancestralmente, aunque jurídicamente son fiscales. «En el futuro esas tierras serán legalmente de esas comunidades con un título. Es un trabajo lento y complejo. Y aunque no sean dueños legales de esos terrenos, la aprobación del proyecto debería serles consultada igual, tal como lo dice los artículos 34 y 35 de la Ley indígena».

En consecuencia, en la evaluación del proyecto se consideró prioritariamente la Ley Indígena como marco legal de los derechos indígenas, la propiedad y soberanía sobre los territorios que pretendía intervenir la empresa; en segundo término el Código de Aguas, dada la regularización de derechos de agua ya realizados por las comunidades atacameñas, y finalmente la Ley 19.145 de Protección de Humedales. Aunque los aspectos vinculados a impactos sobre biodiversidad y áreas protegidas fueron también parcialmente incorporados, particularmente por CONAF, no tuvieron la misma fuerza vinculante para fundamentar el rechazo en la tramitación ambiental.

Finalmente cabe destacar que el marco legal establecido en la Ley Indígena, y la Ley de Protección de Humedales en territorios indígenas, hoy ha sido reforzado por la vigencia del Convenio 169, de la Organización Internacional del Trabajo, OIT.

Posición y acción del Estado.

En este conflicto el Estado jugó un rol distinto del comportamiento habitual de privilegiar los intereses de los inversionistas en desmedro de los derechos e intereses de las comunidades locales. La denegación del permiso para la extracción de aguas de Pampa Colorada, significó una resolución favorable a las comunidades atacameñas, con fundamento en la Ley Indígena en el caso de la CONADI, actuando el Estado como garante de los derechos territoriales e hídricos sustentados por la comunidad.

La DGA a su vez fundamentó su rechazo del proyecto, señalando que el Código de Aguas no permite efectuar nuevas explotaciones en zonas de acuíferos que alimentan vegas y bofedales del Norte Grande12, por lo que, según ese servicio, el proyecto era legalmente improcedente. En su afán por relativizar la postura de la DGA, la empresa respondió que “esa es una discusión jurídica que hay que resolver con la DGA para ver qué significa afectación de vegas y bofedales. Creemos que con las adecuadas medidas de mitigación no se van a afectar».

La CONAF también recomendó el rechazo del Estudio de Impacto Ambiental realizado por Minera Escondida expresando lo siguiente, «Hemos evaluado estudios de impacto ambiental de estas características desde hace 10 años, y se requiere mayor control y monitoreo para manejar la disponibilidad del recurso hídrico en condiciones de explotación porque son proyectos invasivos. Sería ingenuo pensar que un proyecto así no dañe el entorno. Este proyecto pondría en peligro el ecosistema».

En paralelo, conocida la opinión negativa de los servicios públicos sobre el proyecto de explotación hídrica en Pampa Colorada, 16 parlamentarios, liderados por el diputado de la zona Marcos Espinosa (PRSD), firmaron, el 9 de octubre de 2007, un Proyecto de Acuerdo Nº 473, ”Rechazo al EIA de Suministro de Agua Pampa Colorada”, mediante el cual llaman a la COREMA de Antofagasta a rechazar el proyecto en los siguientes términos:“A pesar de lo que indica el Estudio de Impacto Ambiental encargado por Minera Escondida, la oposición de diversos entes del gobierno y de la misma comunidad cercana de Pampa Colorada, los diputados que suscribimos tenemos la impresión de que la extracción afectaría el maravilloso y frágil ecosistema altiplánico, como la vida de las comunidades indígenas”.

Los parlamentarios aludieron en su “Acuerdo” a la posición de rechazo de la Dirección General de Aguas (DGA), del Ministerio de Obras Públicas, la Municipalidad de San Pedro de Atacama, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), el Servicio Nacional de Turismo (SERNATUR) y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), expresados durante el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental.

En base a estos antecedentes y pronunciamientos técnicos, el día 24 de octubre de 2007, la COREMA de Antofagasta rechazó el proyecto de suministro de agua Pampa Colorada de Minera Escondida, que pretendía la extracción de mil veintisiete litros por segundo (1.027 lt/seg.) durante 20 años, desde la cuenca alta del Salar de Atacama.

Posición, acción y propuestas de la comunidad en torno al conflicto.

La posición de la comunidad fue de rechazo al proyecto. Desde que tuvo conocimiento de éste, comenzó a movilizarse para poder resguardar los recursos que permiten su subsistencia y estilo de vida. Organizada a través del Consejo de los Pueblos Atacameños, y con la asesoría de organizaciones ambientales, mantuvo la posición de que la extracción de agua en Pampa Colorada provocaría un daño irreversible a los acuíferos del salar.

Según la comunidad indígena, los acuíferos de la cuenca estaban interconectados y por tanto su función de recarga de las vegas de Aguas Calientes II, de la laguna Tuyaito y del Salar de Atacama no podían reemplazarse con medidas de mitigación. Sostenían que de prosperar el proyecto, se afectaría la biodiversidad de la zona, que por la existencia del agua permitía la supervivencia de especies de flora y fauna del altiplano; y por tanto la mantención de las comunidades indígenas.

La comunidad siempre señaló que con una intervención como la de Minera Escondida, sobre las vegas y bofedales de la zona, éstos podrían desparecer; lo cual además habría afectado la supervivencia de llamas, guanacos, vicuñas, ñandúes y flamencos. Como antecedente de este tipo de impactos, presentaron el caso de la destrucción de los salares de Michinca y Coposa, a consecuencia de la extracción hídrica de las mineras, en la provincia de Iquique.

Las comunidades adujeron que los recursos naturales, bosques, tierra, agua, tienen un doble estatus para los pueblos indígenas. Por una parte, constituyen dones que confieren identidad cultural y simbolizan la relación con la divinidad, los antepasados o los héroes fundadores. Por otro lado, son los proveedores del sustento material y espiritual de la comunidad. El uso de los recursos para estas comunidades se regula no por la apropiación, sino por medio de la imposición de ritos. En tal sentido las comunidades criticaron la falta de una visión antropológica de las distintas leyes sectoriales, que privilegian el acceso y extracción de “recursos naturales” para beneficio de las empresas, ignorando el valor cultural y la visión integrada de la naturaleza que poseen las comunidades ancestrales.

En el marco de las propuestas las comunidades atacameñas fundamentaban que el sistema de riego de las comunidades indígenas era solidario con los ecosistemas. Ello, porque desde tiempos ancestrales, el sistema de aplicación de riego ha sido gravitacional y de eficiencia a nivel predial; como las aguas derramadas superficialmente y su escurrimiento aflora aguas abajo, alimentan la cuenca y pueden ser captadas por otras personas que las utilizan nuevamente para riego, lo que se traduce en que la eficiencia global a nivel de la cuenca y sector es muy alta.

Los métodos de riego utilizados por los atacameños son por surco, que se emplea principalmente en el maíz, orégano, papas y verduras en general. Por inundación, para regar pequeñas áreas, ubicadas en forma escalonada de terrazas a través de la ladera de los cerros, en las que se cultivan verduras en general; y por tendido, usado para riego de alfalfa y en superficies mayores de siembras de orégano15.

Entre las principales propuestas de la comunidad destacan:

– Ampliar el catastro de bofedales protegidos por la Ley 19.145 de Protección de Vegas y Bofedales del Norte Grande, debiendo el Estado proteger el agua que las sustenta.

– Realizar un acabado análisis del río Loa, con el fin de restaurar su caudal ecológico, y con ello preservar los ecosistemas que nacen y subsisten en base a su caudal.

– Prohibir la expansión extractiva de aguas subterráneas de las mineras, ya que como ocurrió en Michinca y Coposa, las aguas subterráneas alimentan las cuencas superficiales de los ríos, las que al ser extraídas indiscriminadamente ponen en riesgo la supervivencia de los diversos ecosistemas, como también de las comunidades indígenas.

– Establecer la obligación de impulsar agua de mar para las faenas y el uso de espesaje profundo por parte de las compañías mineras. Ambas tecnologías implican sustitución y ahorro en el uso de agua dulce, lo que permitiría devolver agua a las cuencas en la Región de Antofagasta, zona en donde este recurso es escaso y se están poniendo en riesgo las diversas actividades productivas y haciendo más vulnerables a las comunidades indígenas y a la población en general.

– Destacan que una de las tareas urgentes de Chile -a la hora de enfrentar el cambio climático- es incrementar la protección y eficiencia en el uso de los recursos hídricos. Por eso es necesario que las mineras trabajen para el uso y desalinización del agua de mar u otras técnicas, para evitar el uso de agua de las cuencas para traslado de minerales o para la instalación de tranques de relaves. Lo anterior, no sólo por el proceso de desertificación que afecta norte y centro del país, sino porque se sabe que la falta de agua será aun más crítica con el cambio climático.

– Demandan que el Estado debe garantizar recursos fiscales para que las comunidades locales cuenten con asesoría técnica y puedan contrarrestar los estudios presentados por la parte interesada en la realización de proyectos de inversión.

– Manifiestan que la implementación y profundización de la Estrategia de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas es una política que debe ser desarrollada en plenitud, pues aunque no es una herramienta de ordenamiento territorial, sí colabora en la protección del agua y ayuda a compatibilizar el uso de los recursos hídricos entre los sectores, y puede atenuar los conflictos que surgen entre las diferentes actividades productivas por el uso del recurso hídrico en una misma cuenca. Así, la Estrategia de Cuencas contribuiría al uso coordinado y equitativo del recurso hídrico de manera de no comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas.

– Finalmente manifiestan que a mayor avance minero, menor cantidad de agua para la población. Muestran el caso de San Pedro de Atacama como un ejemplo claro al respecto: a las 10 de la noche se corta el agua hasta el día siguiente a las 7 de la mañana. Algunas veces, el corte de suministro se extiende por todo el día y puede ser mayor en verano. Por tanto, es necesario recuperar la gestión democrática del agua para evitar que el suministro para la población y los ecosistemas dependa de privados que tienen su propiedad.

Fuente:http://www.derechoalagua.cl/mapa-de-conflictos/pampa-colorada-intento-de-mayor-extraccion-de-aguas-por-minera-escondida/