Los habitantes de Jáchal agreden al gobernador tras la segunda fuga en un año
Los habitantes de Jáchal, a 150 kilómetros de la capital de San Juan (noroeste de Argentina), son especialistas en esperar. Lo hacen por las cloacas, por el asfalto, por el acceso a internet. Son unas 10.000 personas a las que la vida les enseñó a armarse de paciencia. Ahora viven en una disyuntiva que los divide. En la misma plaza en la que buscan señal de wifi con su móvil se monta desde febrero de 2015 la carpa de la asamblea Jáchal no se toca, armada para combatir una explotación con uranio enriquecido que finalmente no operó. Con los años, encontraron un nuevo enemigo: la actividad de la mina de oro. La mina es peligrosa y ha sufrido dos derrames de cianuro en un año que han agotado la paciencia del pueblo. Pero también da trabajo y no todos la rechazan.
