Antofagasta lidera las iniciativas con inversiones totales por USD 1.620 millones, de las cuales USD 1.500 millones corresponden a la minería. En las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama el recurso más escaso es el agua. Como se trata de zonas desérticas con un consumo elevado por parte de la industria minera durante décadas, las iniciativas públicas y privadas para revertir ese déficit apuntan al mar, que aparece como la única fuente abundante y disponible.
Para esta década las inversiones públicas y privadas suman inversiones por unos USD 2 mil millones en plantas de desalinización, con el fin de destinar el agua de mar, con distintos niveles de tratamiento, a la actividad minera, riego agrícola y abastecimiento de agua potable a las comunidades.