El aumento significativo de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y de la temperatura nos trae problemas nuevos, como la pérdida de los glaciales, de los casquetes polares; la acidificación y la subida del nivel del mar, entre otros. Pero también agudiza una situación de deterioro ambiental que se venía produciendo como consecuencia del uso insostenible de los recursos naturales.
Problemas como la desertificación, la disminución de la disponibilidad del agua dulce o la pérdida de biodiversidad, no son nuevos; lo novedoso es las dimensiones que éstos alcanzan o pueden alcanzar, principalmente en países como el Perú, más susceptibles a ser afectados por el cambio climático.