El vertiginoso progreso tecnológico y el incesante aumento de la población devoran recursos minerales a un ritmo creciente y obligan a buscar nuevas fuentes de materias primas en lugares inhóspitos y donde no se puede respirar ni trabajar sin la ayuda de trajes, vehículos y robots especiales: las grandes profundidades del mar.
La demanda mundial de minerales y elementos estratégicos para la industria de la construcción y la fabricación de teléfonos móviles, tabletas, pantallas planas, imanes, baterías, y otros dispositivos o componentes electrónicos, va en aumento, y esto está revolucionando la minería.



Más de 40 representantes de organizaciones, instituciones y comunidades de alrededor de 12 países se reunieron el viernes en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas para realizar la Conferencia Internacional: “Minería de Oro y la Defensa del Agua en El Salvador”. El evento fue organizado por la Coalición de Aliados Internacionales contra la Minería en El Salvador en colaboración con la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
Delegación y Conferencia Internacional se clausura. Desués de 4 días de trabajo conjunto y visitas de campo a comunidades afectadas por la minería metálica en El Salvador y Guatemala, las y los miembros de la delegación anuncian para mañana, lunes 13 de mayo, algunas conclusiones del evento.
Luego de diez años del sostenido y masivo rechazo de los esquelenses a la actividad megaminera, el intendente de Esquel, Rafael Williams, anticipó que el lunes 13 firmará una Resolución basada en la ordenanza que sancionó el año pasado el Concejo Deliberante –la Nº 228/12-, que prohíbe en la jurisdicción de Esquel la habilitación comercial de empresas vinculadas a la actividad de la minería. En su acostumbrado tono confuso y oportunista, el intendente aprovechó para hablar de los «fundamentalistas» y mencionó que el tratamiento del tema minero debe hacerse «con otras herramientas» y con «los que saben a través de la ciencia y la tecnología».
Human Rights Watch investigó seis denuncias de incidentes de violaciones grupales por guardias de seguridad en la mina Porgera de Barrick Gold en Papúa Nueva Guinea. En todos los casos, las mujeres fueron violadas después de haber sido capturadas por el personal de seguridad de Barrick cuando intentaban la búsqueda de restos auríferos. Para recibir el paquete de supuestas soluciones –como si se tratara de algo con posible solución-, cada mujer debe llegar a un acuerdo por el que se compromete a no seguir o participar en cualquier acción legal ni judicial en contra de Barrick ni sus socios dentro o fuera del país.
El resentimiento por el fracaso del acto del «justicialismo bederista» en Famatina, activó la violencia. La policía está hizo disparos con balas de goma a la gente. “Destruyeron la hostería y se llevaron presas a 5 personas”, contaron vecinos de Famatina. Lea los mensajes de texto de ciudadanos que nos informaron desde la Plaza de Famatina.