Problemas con las comunidades, demoras en las licencias ambientales, protestas sociales y líos laborales han frenado el sector.
En los últimos años han llegado al país las más importantes multinacionales del sector de la minería, atraídas por las alentadoras perspectivas de exploración, por las políticas de impulso a la inversión extranjera y por los buenos precios internacionales de las materias primas.
Todo esto hizo pensar que se avecinaba un gran auge minero, lo que llevó al actual gobierno a fijarse unas ambiciosas metas. En el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 se estableció que se llegaría a producir 124 millones de toneladas de carbón y 72 toneladas de oro al finalizar el gobierno. Pero el esperado boom solo fue flor de un día.



De la incorporación de reservas de gas del año pasado, la mitad lo aportó el proyecto La Loma.
La empresa minera Cerrejón anunció la suspensión indefinida del proyecto de desviación del río Ranchería en la Guajira, cuestionado y duramente criticado por la Contraloría y por organizaciones ambientalistas.