
A la mexicana Patricia Ruiz solo le viene a la mente la palabra “desastrosa” al tener que describir la situación de la minería de mercurio en el estado del centro de México donde vive: Querétaro.
“Hay una gran cantidad de hoyos (de donde se saca el mercurio). Están los jales (depósitos de residuos mineros), todo eso escurre a los ríos. Es gente que no tiene otra opción, arriesgan salud, genética familiar. Hay mucha gente involucrada, es un hueco de trabajo que no se ha llenado”, esta fundadora del no gubernamental
Grupo Ecológico Sierra Gorda.
Esa agrupación se dedica al cuidado de la
Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, de 383.567 hectáreas de extensión y morada de un rico ecosistema y de unas 100.000 personas, repartidas en cinco municipios y 638 comunidades.
Querétaro y el norteño estado de Zacatecas se han convertido en la fuente del mercurio, una extracción mayoritariamente en manos particulares y sin las concesiones reglamentaria y que principalmente se exporta a países como Bolivia y Colombia, que lo usan mayormente en la minería artesanal de oro.
Ese repunte proviene de las prohibiciones a la exportación impuestas por ...