En Brasil, los incendios forestales iniciados por campesinos y ganaderos para despejar terrenos destinados a la agricultura se salieron de control el año pasado y arrasaron con más de 1,2 millones de hectáreas de árboles debido a una grave sequía que se apoderaba de la región. Esas pérdidas socavaron los esfuerzos recientes por parte de Brasil para proteger sus selvas tropicales.
En Colombia, un acuerdo de paz emblemático entre el gobierno y el grupo guerrillero más grande del país abrió camino para una fiebre de minería, explotación forestal y cultivo que provocó que la deforestación repuntara en la región amazónica del país el año pasado.
En el Caribe, los huracanes Irma y María acabaron con casi un tercio de los bosques en República Dominicana y un amplio tramo de árboles en Puerto Rico el verano pasado.
En total, los bosques tropicales del mundo perdieron casi 15,7 millones de hectáreas de árboles el año pasado, un área casi del tamaño de Bangladés, de ...