Es irracional. La conciencia se resiste a tamaña bajeza. Algo en el
fondo del pecho se revuelve y pugna por manifestarse. Mirar los Nevados del
Aconquija, desde la siesta de Andalgalá, y saber que las mineras como AguaRica solo ven en esa belleza y armonía el marco para su saqueo y toma deintereses duele. Duele con un dolor diferente a otros dolores.Duele el compartir la vida planetaria con quienes miran la existencia según las
bolsas de Londres o Nueva York. Duele el dolor de los habitantes de esta región catamarqueña con sus miradas llenas de una mezcla de fatalismo, resignación, desánimo e impotencia. Duelen y estimulan. Sí, estimulan.