Perú

Mina peruana Antamina anuncia “parada estratégica” por Covid-19


14/04/2020
Foto: Antamina

Antamina, minera de cobre y zinc, controlada por BHP Billiton y Glencore, realizará una “parada estratégica” durante dos semanas para tomar medidas de seguridad y adaptar sus operaciones para cuando termine una cuarentena ocasionada por el nuevo coronavirus en Perú.

La minera viene realizando labores esenciales en áreas de producción y mantenimiento desde que Perú decretó en marzo un estado de emergencia, que se extendió recientemente hasta el 26 de abril.

Los accionistas de Antamina, una de las mayores cupríferas en Perú, son BHP Billiton con 33,75%, Glencore 33,75%, Teck con 22,5% y Mitsubishi con 10%.

“Se trata de una detención temporal de operaciones con la que buscamos adaptar nuestras operaciones y servicios a esa nueva etapa a la que ingresará el Perú cuando haya terminado el Estado de Emergencia Nacional“, dijo Antamina en un comunicado.

La compañía detalló que durante ese periodo realizarán exámenes médicos a todos sus trabajadores y que “nadie saldrá o ingresará” de sus campamentos sin haber sido evaluados.

“No solo estamos buscando brindar un retorno seguro a nuestros trabajadores; también deseamos ofrecer tranquilidad y confianza a las comunidades vecinas”, refirió en su comunicado.

Antamina informó en marzo que uno de sus trabajadores, que había tenido interacción con otros dos empleados, había sido diagnosticado con coronavirus y que estaba evolucionando de forma favorable. Dirigentes sindicales de la compañía han denunciado sin embargo que los casos de infectados serían más.

La minería es clave para la economía local pues sus ventas representan el 60% de todas las exportaciones de Perú.

Fuente: Infobae

Mina peruana Antamina anuncia “parada estratégica” por Covid-19

Perú

Metales Tóxicos, el otro «enemigo invisible»

31/03/2020
Abel Gilvonio
Foto: CAAAP
Publicado por Cooperaccion
El coronavirus salió de China, pasó por Europa y llego a Perú dejando a su paso miles de muertos. En nuestro país, como resultado de la decisión acertada del presidente Martín Vizcarra, se viene resistiendo al embate de este virus mortal a pesar de tener en estos momentos un sistema de salud pública muy debilitado por el neoliberalismo.

Pero el coronavirus no es el único problema de salud pública y nuestros ancianos y niños tampoco son las únicas poblaciones vulnerables que tiene el país. Es una verdad de perogrullo decir que en el Perú existen ciudadanos más vulnerables que otros. Nuestras escandalosas desigualdades y miserias en estos momentos de crisis por el coronavirus, nos muestran lo que siempre estamos intentando maquillar u ocultar. A pesar del discurso oficial que presenta al Perú del boom extractivo y de los mejores indicadores macroeconómicos, tenemos poblaciones vulnerables como los afectados por tuberculosis, enfermos con VIH, anémicos, desnutridos, tísicos y también tenemos a ciudadanos y ciudadanas afectados por metales tóxicos[1].

Me quiero detener aquí para hablar sobre la vulnerabilidad de las y los afectados por metales tóxicos. Hoy todos sabemos qué es el coronavirus y cómo actúa en el cuerpo, sin embargo muchos seguimos sin entender qué son los metales tóxicos y cuál es el impacto en las personas, es decir, cómo se moviliza por nuestros territorios y cuerpos este “enemigo invisible”.

Lo primero que hay que saber es que estos metales se pueden encontrar en la corteza terrestre de forma natural. Sin embargo, la mayor causa de contaminación ambiental y exposición del ser humano se debe a las actividades antropogénicas como la minería, la industria, la agricultura intensiva y el uso doméstico donde también podemos estar expuestos a estos metales. Lo segundo es que según la OMS, el arsénico, el plomo, el cadmio y el mercurio tienen un alto grado de toxicidad y constituyen una preocupación para la salud pública mundial. El 2018 en nuestro país el Ministerio de Salud (MINSA) reconoció que este era un problema de salud pública nacional y que era necesario tomar medidas para la atención de las personas afectadas por metales tóxicos.

Un diagnóstico rápido de este “enemigo invisible” nos muestra que este problema de salud pública se mueve en distintas dimensiones: la territorial; la técnico científica; la legal y; la institucional.

En la dimensión territorial este “enemigo invisible” sigue siendo un problema a resolver principalmente por la ubicación de las zonas de riesgo. Hasta ahora lo que tenemos es un mapa publicado por el 2018 que se denomina “Mapa de exposición a metales pesados en regiones-agosto 2018”. Lamentablemente no se ha avanzado en construir un mapa de zonas de riesgo con enfoque multisectorial, es decir un mapa del territorio que pueda cruzar data de pasivos ambientales mineros y petroleros de alto y muy alto riesgo, de cuerpos de agua contaminadas de la Autoridad Nacional del Agua, de agua contaminada de consumo humano directo y de población expuesta a metales tóxicos y el registro de dosados por el MINSA como se propuso en las mesa técnica del Congreso de la República.[2]

En la dimensión técnico científica evaluamos dos aspectos: a) la vigilancia de la calidad del agua para el consumo humano y b) la vigilancia epidemiológica. En el primero el MINSA ha identificado algunos de los metales por encima de los valores límites permisibles. Así por ejemplo, se ha encontrado la presencia de arsénico en algunas localidades de las regiones de Loreto, Cajamarca, Pasco, Junín, Ica, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna. Plomo en algunas localidades de Loreto, Cajamarca, Lambayeque, Lima, Pasco, Junín, Ica, Ayacucho, Cusco, Arequipa y Moquegua. Y mercurio en algunas localidades de los departamentos de Loreto, San Martín, Huánuco, Junín, Ica y Ayacucho.

En la dimensión legal algunos de los afectados y afectadas por metales tóxicos han recurrido legalmente a instancias jurídicas nacionales y supra nacionales, obteniendo resoluciones favorables con mandatos de cumplimiento obligatorio por parte del Estado peruano. El mandato de cumplimiento se orienta sobre todo al sector salud a través de medidas cautelares y/o resoluciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH que por regiones se distribuye así: Amazonas (1), Callao (1), Loreto (2), Madre de Dios (1) y Cusco (1)[4]

Para terminar en la dimensión institucional, nos encontramos con los siguientes problemas no resueltos hasta ahora: (1)la promesa incumplida por la Presidencia del Consejo de Ministros – PCM de instalar una Comisión Multisectorial de alto nivel para atender a los miles de ciudadanos que reclaman una atención preventiva y especializada; (2) la falta de compromiso del Ministerio del Ambiente para asumir la secretaría de esta comisión; (3) la falta de un mayor presupuesto nacional para atender este problema; y (4) los retrasos del MINSA para aprobar una propuesta de abordaje integral para los afectados por metales tóxicos. Todo esto demuestra que el Estado, más allá de las palabras, no muestra la voluntad política para solucionar este problema de salud pública nacional mientras se sigue extendiendo en el país.

Sabemos que este tiempo de emergencia nacional sanitaria nos demanda unir todos los esfuerzos para poder salir airosos de la batalla contra el coronavirus. Pero eso no debe implicar que nos olvidemos y no demandemos la atención contra ese otro “enemigo invisible” que viene afectando la salud de miles de peruanos y peruanas.

[1] El año 2017 en el Primer Encuentro Nacional de afectados y afectadas por metales tóxicos se asumió esta definición para resumir “metales pesados, metaloides y otras sustancias químicas”

[2] Resumen de avances y pendientes de la Mesa Técnica “Políticas para la Atención y Prevención Integral de la Afectación de la Salud por Contaminación con Metales Tóxicos y otros, asociados a minería e hidrocarburos”

[3] Documento técnico “Lineamientos de Política Sectorial para la Atención Integral de las Personas Expuestas a Metales Pesados, Metaloides y otras sustancias químicas.”

[4] Resolución de Gerencia General N°173 –GG-ESSALUD-2020.

Perú

Frente al coronavirus, ATENCIÓN NACIONAL para los afectados por metales tóxicos

30/03/2020
Desde la Plataforma Nacional de Afectados y Afectadas por Metales Tóxicos y la Mesa Nacional de Salud Ambiental y Humana, articulación de diversas organizaciones sociales, asociación de afectados por metales, frentes de defensas, federaciones indígenas, comunidades campesinas, colectivos ciudadanos e instituciones nos pronunciamos sobre la pandemia mundial del coronavirus y la declaratoria de emergencia nacional que afecta a todo el país:

1.- Resaltar el enorme trabajo que viene realizando el gobierno del Presidente Martin Vizcarra para poder evitar más contagiados y muertes por el coronavirus a lo largo de todo el país, llamando a un aislamiento social obligatorio y así evitar que el virus se propague de manera violenta e incontrolable.

2.- Considerar como un grave error que las actividades extractivas en minería y petróleo continúen sus operaciones, ya que ponen en riesgo la salud y la vida no sólo a los trabajadores sino a las poblaciones que viven en los territorios en donde se realizan estas operaciones. No es verdad que por ser remoto el lugar en donde se desarrollan las operaciones no van a ser afectados, así como tampoco son territorios donde no vive nadie y/o están aisladas.

3.- Tener en cuenta que las personas con niveles de exposición a fuentes de metales pesados y sustancias tóxicas son parte de la población con afecciones crónicas subyacentes. Además las condiciones climáticas en zonas altoandinas generan riesgo en afecciones respiratorias, y en las zonas amazónicas, las grandes distancias fluviales generan riesgo de no llegar a los centro de salud para atender casos graves. Es decir, que son mortalmente vulnerables al contagio del coronavirus, no olvidar que más de 7000 personas han dado positivo a metales tóxicos y sustancias toxicas en las pruebas que se han realizado en zonas como Espinar en Cusco, Chiriaco en Amazonas, Simón Bolívar en Pasco, La Oroya y el Valle del Mantaro en Junín, Cuatro Cuencas y Cuninico en Loreto, Coata en Puno, Nuevo Perú en Callao, Torata en Moquegua, San Mateo en Lima o Bambamarca en Cajamarca. Por ello, el Gobierno Nacional, nuestras autoridades regionales y locales tienen la responsabilidad de llevar a cabo una atención mucho más esmerada para estas familias. Esto va de la mano con asegurar, de manera restrictiva, el aislamiento social obligatorio mediante la prohibición y vigilancia del ingreso de personas externas a la comunidad.

4.- Informar que muchos de los lugares en donde se encuentran las empresas mineras y petroleras que han tenido problemas de contaminación, generando afectaciones en la salud de cientos de familias, se encuentran en zonas de pobreza y extrema pobreza. Muchas de estas familias no tienen acceso al agua potable, ni alimentos inocuos así como tampoco salud preventiva, integral y especializada lo que las hace más vulnerables frente al resto de la población. Por ello, pedimos que las familias de estas localidades sean tomadas en cuenta en la entrega del bono de subsidio monetario otorgado por el gobierno, establecido en el Decreto de Urgencia para frenar la propagación del coronavirus.

Finalmente todas y todos debemos estar unidos en esta lucha contra el coronavirus en el Perú pero eso no debe implicar dejar de lado los acuerdos pendientes de la Plataforma Nacional de Afectados por Metales Tóxicos con la Presidencia de Consejo de Ministros como la instalación de la Comisión Multisectorial de Alto Nivel para la atención a las miles de personas afectadas por metales tóxicos así como tampoco dejar de exigir dar prioridad en la atención de estas familias considerando su condición de riesgo, vulnerabilidad y su permanente situación de precariedad económica. Esperamos que esta vez el Estado peruano asuma su responsabilidad, garantice sus derechos y atienda sus demandas.

Firmas:

Plataforma Nacional de Afectados y Afectadas por Metales Tóxicos
Organización Nacional de Mujeres Indígenas y Amazónicas del Perú -ONAMIAP
Red Nacional de Defensores y Defensoras de Ríos
Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonia del Norte – ORPIAN-P
Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos por la Defensa de sus Territorios PUINAMUDT
Comunidad Nativa Nazareth Amazonas
Comunidad Nativa Umukai Amazonas
Comunidad Nativa Wachapea Amazonas
Comunidad Nativa Pakun Amazonas
Centro Poblado de Paragsha Pasco
Asociación de Urbanizaciones y Pueblos Jóvenes de Espinar (AUPE)
Asociación de Mujeres Defensoras del Territorio y Cultura K´ana Espinar
Frente Callao Dignidad
Junta Vecinal del Asentamiento Humano Cerro Baul Torata Moquegua
Plataforma por la Defensa y Promoción del Medio Ambiente Cuenca Alta Rimac
Comuneros de San Mateo de Huanchor Huarochiri
Comuneros de San Antonio Huarochiri
Rondas Campesinas Femeninas de la Comunidad de Maygasbamba Bambamarca Cajamarca
Frente de Defensa en Contra de la Contaminación de la Cuenca del Rio
Coata y la Bahia Interior del Lago Titicaca Puno
Pastoral Social de Dignidad Humana Huancayo PASSDIH
Mesa de Diálogo de la Mujer Huancayo
Consejo Regional de la Mujer Huancayo
Comunidad de Óndores Junin
Movimiento por la Salud de la Oroya – MOSAO
CONAMOVIDE Tarma
Comité Conservacionista de Villa el Sol en Santa Rosa de Sacco Oroya
FEMUCARINAP Chanchamayo.
Plataforma Regional por la Salud Ambiental y Humana Junín
Mesa de Diálogo Ambiental de la Región Junín
Organizaciones Zonales de Atención en Alimentación y Salud Oroya
Red de Promotores y Promotoras Ecológicas de la Región Junín
Junta de Usuarios de Riego Mantaro
La Pastoral Social del Vicariato de Jaén
La Red Huamachuco
Mesa Técnica de Salud Ambiental y Humana
Red por una Globalización con Equidad – RedGe
Plataforma de la Sociedad Civil sobre Empresas y Derechos Humanos
Red Muqui
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos – CNDDHH
CooperAcción
Derechos Humanos Sin Fronteras Cusco –DHSF
Asociación Civil Centro de Cultura popular Labor Pasco.
Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica -CAAAP
Earthrights International – ERI
Oxfam en Perú
APRODEH
AIDA
Comisión Episcopal de Acción Social -CEAS
Derechos Humanos y Medio Ambiente Puno – DHUMA
Red Uniendo Manos Perú
Grupo Red de Economía Solidaria del Perú – GRESP
Proyecto Amigo La Libertad
Forum Solidaridad Perú
FEDEPAZ
CADEP Ayacucho
REDAD Piura
Instituto Natura Ancash
Asociación Marianista de Acción Social – AMAS
GRUFIDES Cajamarca
Comité de Salud Ambiental y Cambio Climático de Foro Salud

Perú

Otorgan permiso a minera Vale para uso de aguas en provincia de Islay

Cooperaccion (BOLETÍN AMP N° 249, MARZO 2020)

Imagen: Prensa Regional
La Autoridad Nacional del Agua (ANA) autorizó a la empresa minera Vale Exploration Perú SAC, para que puedan hacer uso de las aguas superficiales en el distrito de Dean Vadivia, provincia de Islay, en la región Arequipa.

La población está preocupada porque el punto de captación de las aguas se da en el Dren Manantial del distrito de Dean Valdivia. La resolución del 27 de febrero pasado autoriza a la empresa y a su “Proyecto de exploración minera Clarito” a utilizar los recursos hídricos por once meses. La empresa va a explorar nueve posibles yacimientos de cobre en las concesiones que posee en la mencionada provincia.

La resolución subraya que la administración de agua local Tambo Alto-ALA TAMBO, debe supervisar el uso del derecho otorgado así como el cobro respectivo. Asimismo se contempla que también debe notificarse de este documento a la Junta de Usuarios del Valle de Tambo, que hasta el momento no había emitido opinión.

Hasta el momento no se han pronunciado las autoridades ni las organizaciones sociales de la provincia de Islay. Como se conoce, en esta zona hay una fuerte oposición al desarrollo de operaciones mineras, que hasta el momento se ha concentrado en el rechazo al proyecto minero. En medio del conflicto contra Tía María se denunció que la provincia de Islay es una de las zonas más concesionadas para minería de la región Arequipa y que hay por lo menos diez empresas que mantienen derechos mineros.

Perú

ESCENARIOS INCIERTOS

EDITORIAL (BOLETÍN AMP N°249, MARZO 2020) Cooperaccion
Imagen: Correo
Estamos viviendo un escenario inédito en todo el planeta del cuál nadie puede pronosticar ni cómo ni cuándo vamos a salir. La pandemia desatada por el covid 19 toca a todos y el mundo ha entrado a un escenario de parálisis casi total.

Está claro que desatada la pandemia en todo el mundo espera y exige que los estados reaccionen, se hagan cargo y asuman el desafío. A nadie se le ocurre esperar algo de la mano invisible del mercado, que para estos casos, está claro que es totalmente invisible y brilla por su ausencia. Lo que se espera es que los sistemas de salud públicos funcionen y estén a la altura de las circunstancias, mientras que el sistema de salud privado se lava las manos. Ahora, todos se comienzan a dar cuenta que se necesitan estados fuertes para enfrentar la pandemia y en cada país las respuestas rompen todos los esquemas porque está claro que no es posible escatimar ningún esfuerzo.

En estas circunstancias y frente a la emergencia, no hay rol subsidiario del Estado que valga. Los estados intervienen, tienen que hacerlo y, por supuesto, despliegan sus esfuerzos en función de sus propias realidades. Para eso hace falta solvencia económica (por eso se debió guardar pan para mayo). Es en estos momentos en que se puede evaluar qué tan responsable se ha sido; cómo se aprovecharon los tiempos de bonanza y cómo se implementó mejoras sustantivas en el gasto en educación, saneamiento, salud, etc.

En una coyuntura como la que enfrentamos, se hace evidente los errores del pasado reciente; de no haber aprovechado la bonanza económica de toda una década; de no haber implementado las reformas que el país necesitaba; de haber mantenido, por ejemplo en el caso del Perú, un gasto en salud muy por debajo del promedio de los países de América Latina. Además, el Perú se ubica en el grupo de los países en el mundo con menor recaudación como porcentaje del PBI y, pese a que América Latina presenta niveles de recaudación relativamente bajos, desde hace tiempo estamos bastante lejos de la presión tributaria promedio de la región.

Alguien comentaba que cuando pase este capítulo, tendremos una mejor o más actualizada idea de quién es quién en el país. Situaciones como la que estamos viviendo muestran la capacidad de reacción e iniciativa para enfrentar la amenaza y al mismo tiempo la miseria humana de algunos.

El gobierno está mostrando buenos reflejos y capacidad de reacción. Desde el anuncio del domingo 14 de marzo y la declaración del Estado de Emergencia Nacional, ha desplegado una gran iniciativa que las encuestas confirman que cuentan con el respaldo mayoritario de la población.

Al mismo tiempo, también han salido los que, hasta en estas circunstancias, tratan de poner por delante sus intereses. Desde políticos -sobre todo varios ex congresistas que al parecer no cesan en su empeño de caer cada vez más bajo, hasta los representantes de gremios empresariales que, por ejemplo, desde un inicio han tratado de limitar los alcances del mencionado decreto supremo para sus actividades productivas.

Un ejemplo de esto último fueron las declaraciones que dio la presidenta de la Confiep, María Isabel León, a inicios de semana de la declaratoria de emergencia: “uno no puede pensar que los campamentos mineros se van a detener durante quince días porque paralizarían la actividad minera”. Cabe señalar que, previamente, el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zevallos, había señalado que los campamentos mineros sí se iban a detener.

Finalmente esta pulseada la ganó la Confiep y las empresas mineras fueron incluidas dentro de las actividades que pueden seguir desarrollando sus operaciones. Si bien en un comunicado del Ministerio de Energía y Minas se habla de autorizar operaciones críticas, se incluyen las actividades de “explotación; beneficio; cierres de minas; construcción de proyectos mineros declarados de interés nacional; transporte de mineral por medios no convencionales; así como transporte y almacenamiento de concentrados y productos minerales transformado”. Es decir todas las operaciones mineras, habidas y por haber y además sin ninguna posibilidad práctica para que un organismo del Estado peruano de control y fiscalización, pueda hacer su tarea regular.

Esta es una decisión cuestionable y que va en contra del objetivo de controlar la infección en el todo el territorio nacional. Hasta el momento el covid 19 en el Perú es un problema urbano: 99.9% de los casos confirmados se han presentado en ciudades y de estos casi el 86% se ubican en Lima y Callao. Los territorios rurales, sobre todo de nuestras comunidades campesinas y pueblos indígenas, no han sido por el momento afectados. Como se sabe, la minería se ubica en zonas predominantemente rurales, pero al mismo tiempo sus trabajadores provienen de las ciudades y que por los vigentes sistemas de trabajo, tienen una gran movilidad (entran y salen de los campamentos y se trasladan permanentemente a sus ciudades de origen donde viven sus familias). Por eso, la decisión tomada representa un grave peligro de expansión del virus en áreas rurales en el país. Varias comunidades y municipios rurales han reaccionado y están haciendo respetar sus territorios. Ojalá el gobierno pueda corregir esta decisión que va en sentido contrario de los objetivos expuestos.

Perú

Los estados de emergencia en Apurímac: entre el coronavirus y la minería.

Foto: Diario Correo
Enver Quinteros Peralta. APRODEH.

Siendo 24 de marzo, el coronavirus no presenta ningún caso positivo en Apurímac. Solo registra 17 casos pendientes de resultado y 1,606 personas en aislamiento domiciliario preventivo. Sin embargo, este agente patógeno mortal viene poniendo a prueba al Perú y al planeta en su conjunto. Al contexto de emergencia climática, de migración forzada de millones de personas, de empobrecimiento de las mayorías, así como de desprotección de derechos y asesinato de centenas de defensores y defensoras de la tierra, se suman los impactos sociales, políticos, económicos y demográficos de este virus. Son miles los que han muerto y otras centenas de miles los contagiados en el globo. Y esto lamentablemente seguirá sucediendo sino se logra controlar la pandemia.

¿Cómo se vive este escenario en Apurímac?, ¿cómo se está previniendo y cuál es el papel de los diferentes actores frente a esta amenaza que puede poner en riesgo mortal a una región que sigue viviendo una postguerra, con una enorme mayoría rural y pobre, en medio de un boom minero cuyos impactos no se sienten en el Índice de Desarrollo Social de la gente y con un sistema regional de salud precario?

Estando en la fase 3 (contagio comunitario), nuestro país registra 395 casos positivos y lamentablemente 5 víctimas mortales. Esta realidad viene poniendo a prueba nuestra débil y compleja institucionalidad estatal -sobre todo la de salud-, pero también el talante de los liderazgos de nuestras principales autoridades así como el tipo de ciudadanía y de sociedad que construimos en este periodo de postguerra y auge neoliberal del siglo XXI.

En tal sentido, es importante señalar el liderazgo del Presidente Vizcarra y su gabinete, buscando hacer funcionar nuestra precaria institucionalidad para amortiguar el contagio exponencial y evitar pasar a la fase 4 de la pandemia. La declaratoria del estado de emergencia nacional y de inmovilización obligatoria -toque de queda incluido-, son medidas duras que si bien han sido respaldadas ampliamente por la ciudadanía, también es cuestionada por quienes ven los posibles efectos colaterales de está, que afectarían a la enorme población que depende de las economías informales del país y, sobre todo, de aquellas que residen en regiones donde no hay contagio.

La respuesta de la sociedad apurimeña

Tal vez por ello, el primer día de la medida de excepción, el sector informal de la PEA salió a trabajar a las calles de Abancay, Andahuaylas, Cotabambas y las otras provincias con normalidad. Centenas de pequeños comerciantes, vendedoras ambulantes, canillitas, estibadores, lustrabotas, vendedoras de emoliente y desayuno, así como decenas de taxistas salieron a laborar, desacatando la medida en busca del ingreso económico del día. Pero también lo hicieron los sectores formales, que no tenían necesidad de hacerlo, conformado por tiendas y cadenas comerciales de teléfonos, ropa y zapatos, artefactos, ferreterías, restaurantes, empresas de transporte, e incluso por empresas mineras transnacionales como MMG. A todo ello se sumó las miles de personas que transitaron con normalidad.

Si por un lado el desacato de este sector que vive en las economías informales se debió a la búsqueda de ingresos del día, otros lo hicieron sencillamente porque no estaban informados, y muchos otros, estándolo, no les importó el riesgos de la expansión de la crisis sanitaria en la región. En varias provincias fulbito, cerveza y reuniones sociales fluyeron con normalidad. Incluso, en el marco del toque de queda, que produjo muchas detenciones de ciudadanos, ocurrió la de un polémico Juez del juzgado unipersonal de Abancay.

Así a pesar de que las escuelas, universidades, varias instituciones estatales y privadas, y muchas familias acataron la medida, el primer y segundo día del estado de emergencia en Apurímac, puso en evidencia nuestra precariedad cívica ante un escenario terriblemente adverso a nivel global.

¿Que explica esta conducta social en una región con alta vulnerabilidad y riesgo de contagio frente al estado de emergencia, una medida, dicha sea de paso, frecuentemente impuesta por el Estado en el pasado y la actualidad? La respuesta a estas preguntas merece otro espacio. Aquí solo señalaremos un par de ideas generales. Primero, lo ya señalado. Existe un grueso significativo de la población que al depender su economía del día a día, no le queda otra opción que anteponer la canasta familiar del hogar, aunque resulte paradójico, a su propia salud e incluso al riesgo de ser detenido por la PNP.

Segundo, si bien cabe precisar que en efecto el conjunto de la región vivió como norma cotidiana los estados de emergencia durante el periodo del Conflicto Armado Interno-CAI, uno podría esperar que en el marco de la dimensión de la amenaza y la restricción de derechos –muy conocida en el pasado por la región-, la gente de las ciudades y zonas rurales asumiría otra respuesta frente a las medidas de excepción. Pero un gran sector no lo vio así. Tal vez ello se deba a diversos factores entretejidos como el cambio de la composición social, generacional y económica de la región.

No obstante, considero que un elemento central que está a la base de esta conducta social, en general tiene que ver con el entramado de características que logro imponer el modelo neoliberal hegemónico en la construcción de la ciudadanía y la sociedad de este siglo XXI. En ese marco, si bien tradiciones andinas como reciprocidad y solidaridad han ido interactuando con los valores occidentales desde hace tiempo atrás, incluso en muchos territorios resistiendo, es innegable que los valores del modelo dominante se han impuesto hegemónicamente. Así, el individualismo, el emprendedurismo rapaz, el privilegio de la economía, la desinformación, el historicidio social, el extractivismo radical y otro, están a la base de las diversas conductas sociales de la gente, como las observadas en el contexto de esta crisis producida por el Covid 19.

La situación de las comunidades campesinas y los espacios rurales.

¿Y cómo se vive y enfrenta la situación en las comunidades y las zonas rurales. Precisando que si bien por un lado las medidas de excepción dejaron de ser regionales acabado el CAI, cabe señalar que estas son moneda corriente en el contexto minero extractivo de la región. En este marco, provincias y territorios específicos como Cotabambas, Grau y el corredor minero fueron declarados en estado de emergencia a lo largo del último quinquenio. No obstante hoy, en el marco del estado de excepción que rige al país, preocupa constatar que dicha medida se ejerciese con flexibilidad y desapego al interés de salubridad nacional. No solo por mucha gente de la zona, sino también por la empresa MMG y el proyecto Las Bambas.

En efecto, llama poderosamente la atención que si bien del día 2 en adelante, la gente fue acatando las medidas gubernamentales, la empresa transnacional no hiciera lo propio. Amparada en las medidas excepcionales logradas ante el Ejecutivo mediante la Confiep, emitió un comunicado (el 16 de marzo) señalando que en el marco del estado de emergencia, “las labores de la empresa se mantendrían, contando con todos los controles y medidas de vigilancia” y que “los trabajadores de las áreas de soporte que no realicen operaciones críticas” trabajarían desde sus casas. Si bien al respecto el Presidente Vizcarra señaló (el 20 de marzo) ante la prensa que no hubo presión de ningún sector y de ningún tipo, tampoco fue categórico en precisar porque dichos sectores no se sometían al régimen de excepción como el resto del país, afirmando así, la percepción de que en efecto los sectores mineros y, otros como los agroexportadores, gozan de privilegios.

Ante esta realidad de sentirse desprotegidas por el Estado, las organizaciones sociales de Challhuahuacho y diversas comunidades campesinas asumieron sus propias medidas de protesta, protección y autoprotección. Las organizaciones, a través un pronunciamiento (también publicado el 16 de marzo) y señalando su preocupación “por la salud de toda la humanidad”, exigieron que MMG y las diversas empresas subcontratistas (cuyo personal duerme y se alimenta en la ciudad), acaten el estado de emergencia ya que “Chalhuahuacho es una zona altamente pandémica por la gran afluencia de personas de diferentes partes…”.

Por su lado las comunidades campesinas del área de influencia como Huanccuire, Pumamarca, Chuicune, Choaquere y Fuerabamba hicieron lo propio. Emitieron un pronunciamiento el 18 de marzo en la que cuestionaban con dureza al Ejecutivo por el privilegio otorgado a MMG de la medida de excepción. Más aún, algunas otras comunidades como Tambulla, San Juan de Llahua y Haquira de Cotabambas, asumieron medidas más drásticas que implico el bloqueo de las entradas y salidas a sus territorios.

De otro lado, en la parte norte de la región, específicamente en Andahuaylas, las comunidades de Cotahuacho, Argama, Tocctopata del distrito de Pacucha y Huancabamba, Mulacancha, Barrio Lliupapuquio de Andahuaylas, tomaron la misma medida. Lo propio hicieron las comunidades de Capaya y Lucre en la provincia de Aymaraes. En ambos casos, más allá de desconocer los motivos específicos, el temor al contagio y la sensación de desprotección, están a la base de tales decisiones comunales. En el mismo sentido, corrió el rumor en las redes sociales de que en algunas partes de la zona rural estaría produciéndose el robo de alimentos de los centros educativos (almacenes) proveídos por el programa Qali Warma. Más allá de la certeza de este último hecho, las redes virtuales también evidencian un alto nivel de especulación noticiosa, temor y miedo ante la falta de mecanismos de información oficiales de parte del Estado.

El papel del estado y gobierno regional.

En este contexto, ¿cuál es el rol o papel que viene cumpliendo el Estado y gobierno regional? ¿Cómo está respondiendo nuestro sistema regional de salud?

Si bien en el aspecto salud y seguridad hay importantes esfuerzos, la acción estatal y del gobierno regional en su conjunto aún no es estratégica, integral y menos aún es conocida por la opinión pública apurimeña. En efecto, a diferencia del fundamental papel que desarrolla Vizcarra y su gabinete en y desde Lima, en Apurímac los esfuerzos tienen que mejorar sustancialmente y pronto buscando hacer funcionar la aún más precarizada institucionalidad regional.

La conformación y/o activación de la Comisión Regional Multisectorial de Emergencia de Apurímac, si bien es un hecho positivo, esta no solo debe exigir la participación real y permanente de las Direcciones Regionales claves que deben trabajar enfrentando la amenaza, sino y sobre todo deben implementar una estrategia de comunicación potente que dé cuenta (en días y horas fijas) de las estrategias, avances y retos ante una opinión pública mayoritariamente desinformada y un sector de la prensa local proclive al amarillismo y sensacionalismo (algunos medios afirmaron irresponsablemente que habían casos positivos que sumaron al pánico y miedo colectivo).

Por ello, la conferencia brindada por el Gobernador Regional, el día previo al estado de emergencia, en la cual apenas señaló el cierre de instituciones, la suspensión de obras, el pago de haberes a construcción civil, dio cuenta de la falta de una mirada estratégica para abordar el escenario de riesgo. En efecto, si bien parcialmente esta percepción fue superándose con las dos siguientes conferencias dadas, acompañadas por el General PNP y el Director de la Dirección Regional de Salud (DIRESA), preocupa que el conjunto de temas descritos líneas arriba no sean evaluados como parte integral del problema y por ende comunicados a la opinión pública. Por esa razón -y ante la situación crítica que vive la región Piura por inacción de su gobierno regional- la PCM emitió un comunicado llamando a las regiones a trabajar estratégicamente ante el contexto que enfrentamos.

Pero como hemos señalado también hay importantes esfuerzos en salud y seguridad en Apurímac. En el caso de salud bajo el liderazgo de la DIRESA se vienen preparando 3 centros de emergencia para enfrentar la crisis. Estos son los hospitales de Abancay y Andahuaylas y la infraestructura de EsSalud situada también en Abancay. Se informó además que en el hospital de la capital de la región se están construyendo ambientes temporales para atender posibles casos de contagio y que se ha gestionado la transferencia de 1,174 millones para dotar de equipos necesarios a los hospitales. Igualmente se comunicó las coordinaciones para la compra de 10 ventiladores mecánicos que se sumaran a los 4 existentes. Por otro lado, se señaló que desarrollaran un programa de vacunación contra los neumococos “casa en casa” para los adultos mayores de los 84 distritos. Al cierre de esta nota, trascendió que el Gobernador y la DIRESA, preveían visitar al hospital de procedencia alemana, “Diospi Suyana”, situada en el distrito de Curahuasi, a una hora de Abancay, con el objetivo de trabajar conjuntamente ante la crisis.

Desde el Frente Policial de Apurímac se señaló que se cuenta con 1,945 efectivos, de los cuales 657 operan en Abancay (el personal del Ejército solo se ubica en la provincia de Andahuaylas). Informó además que desde el primer día se cerraron todos los accesos viales en las fronteras de la región y que hasta el 21 de marzo, en el marco del toque de queda, se habían intervenido a aproximadamente 400 personas en la región, 33 de los cuales habían sido detenidos por desacato a la medida y resistencia a la autoridad. Sobre Cotabambas informo que se apoyó a la movilización de 1,000 trabajadores de MMG entre el 19 y 21 de marzo y que en el distrito de Cachora, Abancay –ruta turística a Choquequirao-, 15 turistas extranjeros y nacionales vienen acatando la medida de excepción.

Finalmente debemos señalar que aún hay temas y agendas pendientes a trabajar dentro de la perspectiva estratégica e integral. El mecanismo de funcionamiento de la política subsidiaría (bono de 380 soles), para los sectores menos favorecidos es un tema urgente, más aún cuando se entiende que dicha medida solo focaliza a los pobres y pobres extremos registrados en las ciudades y no en las zonas rurales. Precisar, aclarar y comunicar dudas en torno a esta política concreta, ayudara, en parte, a que las comunidades se sientan menos abandonadas por el Estado. Igualmente es importante conocer cómo funcionarán los mecanismos de asistencia a los adultos mayores; o si los proyectos mineros informales e ilegales están operando o no. Así mismo, implementar y comunicar un mayor y detallado registro de incidentes diversos que acontecen en las ciudades y en las zonas rurales de la región. Y no menos importante, definir mecanismos de apoyo (donación de alimentos u otros) dirigida a la comunidad venezolana en nuestra región.

Es fundamental exhortar y exigir a la PNP cumplir con su mandato en el marco estricto de la ley. Si bien ello viene sucediendo así, es fundamental reforzar en el personal policial este principio democrático fundamentado y sustentado en nuestra constitución política y las normas internacionales de derechos humanos como lo sostiene la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

Invitación al optimismo y a repensarnos como sociedad

Si por un lado lo descrito líneas arriba evidencia una mirada parcial y subjetiva que linda con el pesimismo -es difícil abstraerse de un contexto como este-, ello no debe desmerecer sino por el contrario debe ser una oportunidad para rescatar y resaltar los muchos otros aspectos positivos que ha sacado a luz está difícil coyuntura. Numerosos -pequeños y grandes- esfuerzos y gestos que nos invitan a tener esperanza y optimismo.

No nos referimos al hecho de no tener ningún caso positivo en la región, ni solamente a la enorme e histórica labor que vienen desarrollando los profesionales de la salud (médicos, enfermeros, técnicos, etc.), de la familia policial, bomberos o personal de limpieza que debe ser saludada y reconocida. O a la labor de nuestros hermanos y hermanas campesinas que siguen produciendo los alimentos para abastecer nuestros mercados y estómagos.

También es vital reconocer los gestos de ciudadanas y ciudadanos anónimos que a través de las redes se ofrecieron a asistir a aquellos adultos mayores o personas con discapacidad. Los que solidariamente compartieron un café, pan o fruta con los efectivos policiales y la comunidad venezolana. Los que como barrio o vecindad se organizaron, vía redes, para juntar y donar víveres a la policía y a los que lo necesiten.

Queda una semana por acatar el estado de emergencia y el toque de queda. Pero también queda un tiempo mayor para sobreponernos a todas las crisis que dejara tras de sí esta crisis a nivel nacional y el planeta. Y para trabajar en torno a ese reto y hacer posible construir otra sociedad, que mejor que compartir este poema reescrito por la ex docente Kitty Omeara de Marylan, Baltimore, publicado hace unos días.

“Y la gente se quedó en casa.

Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio.

Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía.

Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban.

Alguno bailaban. Algunos hallaron sus sombras.

Y la gente empezó a pensar de forma diferente. Y la gente sanó.

Y, en ausencia de personas que viven en la ignorancia y el peligro, sin sentido y sin corazón, la tierra comenzó a sanar.

Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron nuevas imágenes, crearon nuevas formas de vivir y curaron la tierra por completo, tal y como ellos habían sido curados».

#YoMeQuedoEnCasa

Perú

MINERÍA Y CORONAVIRUS*

Imagen: La República

No a costa de las vidas

Armando Mendoza, economista.

En principio, se justificaría que el sector minero siga operando, pues en la actual situación es necesario minimizar el daño a la economía y mantener funcionando, en lo posible, a sectores clave. Por supuesto, ello no puede ser a ciegas ni a costa de la seguridad de las personas. Se debe aprovechar el aislamiento en que operan muchos campamentos mineros para imponer estrictas medidas sanitarias, así como establecer una bonificación extraordinaria para los trabajadores por este periodo. Lo justo es lo justo, señores de Confiep. Además, urge reevaluar y corregir el marco tributario minero, pues sería inaceptable que en un año en que el Estado necesita más ingresos, la minería tenga un aporte negativo, tal como sucedió el 2015.

“Confiep ganó el pulseo”

José de Echave, exviceministro de Gestión Ambiental.

La Confiep ganó el pulseo. La minería seguirá operando en la emergencia. Si bien en un comunicado el MEM habla de operaciones críticas, lo cierto es que se incluyeron todas las operaciones mineras y sin la posibilidad para que un organismo de fiscalización haga su tarea. El Covid-19 es un problema urbano en Perú: 99% de los casos se presentaron en ciudades. Los territorios rurales no fueron tocados. La minería se ubica, sobre todo, en zonas rurales, pero sus trabajadores provienen de ciudades y por los sistemas de trabajo, tienen gran movilidad, entran y salen de campamentos, se trasladan a sus ciudades de origen. La decisión tomada representa un retroceso y aumenta el riesgo de expansión del virus.
*Entrevistas publicadas en La República el 22 de marzo de 2020

24/03/2020

Cooperaccion

Perú

Ejecutivo añade la minería en actividades permitidas en la cuarentena tras reparos de la Confiep

19/03/2020

El Gobierno, a través del Ministerio de Energía y Minas (Minem), informó este martes que se incluyó a la minería en la relación de actividades que quedan exceptuadas durante el estado de emergencia decretado por 15 días ante el avance del coronavirus (COVID-19).

En el decreto supremo del domingo no figuraba, lo que motivó las quejas y reparos de la jefa de la Confiep, María Isabel León, quien remarcó que «no se puede pensar que los campamentos mineros van a paralizar durante 15 días»

«De acuerdo a lo establecido en el Decreto Supremo N°044-2020-PCM, se ha incluido al subsector minero en la relación de actividades exceptuadas. La finalidad es garantizar el sostenimiento de operaciones críticas con personal mínimo indispensable en resguardo de la salud, seguridad y ambiente», señaló.

Según el Minem, el Ministerio de Economía y Finanzas, mediante Oficio N° 059-2020-EF/10.01 del 17 de marzo de 2020, otorgó la conformidad a la propuesta que incluye en la relación de actividades exceptuadas previstas en el literal l) del numeral 4.1 del artículo 4 del Decreto Supremo N° 044-2020-PCM al subsector minero.

El dispositivo señala que durante la cuarentena se permitirá «la actividad minera y otras actividades conexas, que incluye explotación; beneficio; cierre de minas; construcción de proyectos mineros declarados de interés nacional; transporte de minerales por medios no convencionales; así como transporte y almacenamiento de concentrados y productos minerales transformados».

Para tal efecto, las mineras deben cumplir las siguientes disposiciones:

◉ Las compañías mineras podrán trasladar hacia la unidad minera el personal indispensable para garantizar el sostenimiento de sus operaciones críticas y el restablecimiento de las mismas, a niveles normales pasada la emergencia. Cada empresa definirá el personal (propio y de contratistas) mínimo indispensable que garantice el sostenimiento de las operaciones críticas.

◉ La empresa debe adecuar y actualizar el Plan de Preparación y Respuestas para Emergencias de conformidad con lo establecido en el Decreto Supremo N° 024-2016-EM, Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería y la Primera Disposición Complementaria Final del Decreto Supremo N° 037-2017-EM.

◉ Cada compañía debe aprobar e implementar los lineamientos de monitoreo y seguridad durante el periodo de aislamiento social obligatorio en las Unidades Mineras que garantice la protección de la salud durante el estado de emergencia.

◉ Las empresas deben cumplir con el protocolo aprobado por el Ministerio de Salud para prevenir, contener y mitigar el contagio del Covid-19, en el marco de las acciones de control sanitario.

Por último, señala el dispositivo, de conformidad con lo previsto en el numeral 8.3 del artículo 8 y numeral 9.3 del artículo 9 del Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, que declara estado de emergencia nacional, las mineras quedan facultados para continuar con el transporte de concentrados de minerales, metal refinado, cátodos, doré y otros, carga y mercancías y actividades conexas para asegurar las operaciones y el ciclo logístico.

https://redaccion.lamula.pe/2020/03/17/ejecutivo-anade-la-mineria-en-actividades-permitidas-en-la-cuarentena-tras-reparos-de-la-confiep/redaccionmulera/

Perú

¿CÓMO ME LAVO LAS MANOS SIN AGUA?

Luis Gárate
Cooperacción.org.pe
Imagen: Perú21 19/03/2020
En estos días, en los que atravesamos una de las crisis sanitarias más complejas de los últimos años y que nos encontramos bajo rígidas medidas de emergencia en todo el país, surge el tema de la importancia del agua como una de las principales vías para prevenir el contagio del Covid 19.

Según la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales, el lavado de manos con agua y jabón es una de las formas más seguras para prevenir el contagio de diversas enfermedades, incluyendo el nuevo coronavirus. Pero como resulta obvio se requiere acceso permanente al agua potable para que las recomendaciones puedan ser implementadas adecuadamente.

Por lo tanto, se pone en el tapete la importancia de que el Estado garantice y salvaguarde las fuentes de agua que abastecen a las ciudades y poblaciones en general. Se sabe que sólo en la ciudad de Lima, medio millon de personas no tiene acceso a agua potable, cifra que a nivel nacional se eleva a cerca de 5 millones de personas. Estas cifras muestran la alarmante situación en la que viven de manera cotidiana millones de compatriotas y que se agrava aún más en una situación de emergencia.

En esa línea, es preciso recordar que una de las principales amenazas al abastecimiento de agua potable para la ciudad de Lima y el Callao –agua que proviene de tres cuencas: Rímac, Chillón y Lurín- es el tema de la contaminación ocasionada por las industrias y las poblaciones ribereñas y el riesgo que representan depósitos de relaves como el de Tamboraque y la construcción del proyecto minero Ariana. Este proyecto minero pretende construirse en medio de todo el sistema hídrico de Marcapomacocha, que es nuestra principal infraestructura para el abastecimiento de agua para la población de Lima y Callao.

Precisamente, sobre el caso del proyecto minero Ariana un colectivo ciudadano y la campaña denominada “Día Cero Perú”, ha presentado una demanda de amparo ante el Sexto Juzgado Constitucional de Lima, que lo que busca es detener la construcción del proyecto minero. Se argumenta que Ariana representa un riesgo inminente en la medida que se ubica en medio de varias lagunas y reservorios y, sobre todo, su cancha de relaves está muy cerca del Túnel Trasandino que trasvasa las aguas de la cuenca del Mantaro a la del río Rímac.

Como lo vimos en la crisis que atravesamos como consecuencia del Fenómeno del Niño Costero del año 2017 y lo estamos comprobando nuevamente con la llegada del Covid 19, los equilibrios son sumamente precarios, las carencias son enormes y se necesita actuar con mucha responsabilidad para cubrir las enormes brechas de acceso al agua y al saneamiento. Precisamente frente a la emergencia, se necesita que todos nosotros y sobre todo nuestras autoridades actúen con responsabilidad y previsión. No hay que poner en riesgo nuestras fuentes de agua; es más, la tarea es potenciarlas para afrontar en mejores condiciones situaciones de crisis como la que estamos viviendo.
Cooperacción.org.pe

Perú

MINEROS CON CORONA

Leonidas Wiener R.
17/03/2020

Imagen: Ministerio de Energía y Minas

De acuerdo a las medidas de emergencia dictadas por el Gobierno contra el coronavirus, todas las actividades económicas que no se relacionen con las acciones de prevención y contención de la propagación de este virus, no tendrían motivo para seguir funcionando. De hecho, si uno ha tenido la oportunidad de observar las calles estos días, desde que se declaró la emergencia, ha podido identificar que solo los establecimientos comerciales o productivos que son indispensables en estas circunstancias se mantienen abiertos: mercados de alimentos, farmacias, bancos, establecimientos hospitalarios en general, y ahí se para de contar. La lógica del gobierno es que sigan funcionando aquellos establecimientos que tienen algún tipo de relación con la propagación o contención del virus.

Bajo esa lógica, no resulta entendible que muchas unidades mineras en el país sigan funcionando con total normalidad. Pero el Ministerio de Energía y Minas ha sacado un comunicado el día de hoy precisando que, salvo escasas restricciones, las operaciones mineras pueden seguir funcionando. Cabe plantearse si esta medida no puede ser peligrosa para la propagación de este virus. Y el ejemplo más notorio es el de Las Bambas, que recién ha sacado un comunicado indicando que las labores en la operación se mantendrán a pesar de la emergencia.


Imagen: Las Bambas

Uno podría sustentar la continuidad de las operaciones de Las Bambas, en el sentido de que existen procesos operacionales que, si son suspendidos, podrían generar cuantiosos daños a la empresa titular. Estas restricciones por parte del Gobierno serían injustificables si la minera adopta un régimen estricto de cuarentena, que limite las entradas y salidas de la mina. Pero en el caso de Las Bambas no ocurre esta situación. Cabe recordar que Las Bambas transporta cientos de camiones diarios a través del denominado corredor minero, que implica también el acompañamiento de camionetas pick up de la empresa. Además, se conoce de buena fuente que los trabajadores siguen entrando y saliendo del campamento minero sin ningún tipo de control.


Imagen: Chinalco

Si en muchos casos esta enfermedad del coronavirus es asintomática, cabe plantearse: ¿qué podría pasar si un trabajador de Las Bambas regresa al campamento infectado y comienza a diseminarse el virus dentro de las instalaciones de esta minera? Aquellos trabajadores que acaban sus turnos podrían salir y a la vez mezclarse con otro sector de la población y así se alimentaría el crecimiento exponencial de esta pandemia. De hecho, el 13 de marzo la minera Chinalco emitió un comunicado respecto al caso de un trabajador que regresó al campamento de la unidad minera Toromocho en un bus de transporte público y podría estar infectado del coronavirus. En la imagen se adjunta el comunicado de la empresa minera sobre estos hechos.

Lo anterior refiere a los problemas en el aspecto sanitario. Pero, además, cabe otra reflexión: ¿por qué las empresas mineras requerirían un trato diferenciado respecto a otras actividades económicas que sí han tenido que sacrificarse para combatir esta pandemia? Otras mineras como Cerro Verde ya han detenido su producción (https://www.energiminas.com/cerro-verde-paraliza-su-produccion-por-15-dias-debido-al-coronavirus/). En todo caso, ¿las empresas pueden unilateralmente decidir si paralizan o no sus actividades en estas circunstancias? Sería oportuno que el Gobierno peruano aclara de una vez esta situación.

www.cooperaccion.org.pe