“Leo, Leo. Hay una señora allá en la carretera que pregunta que si su hijo, Luis Arley Trejos, está ahí”, gritó desesperada una mujer cuarentona, acercándose a la orilla de La Mina de Leo. Ubicado 15 metros arriba del Río Cauca, Leo le respondió: tiene que darme el nombre, porque acá a todos los conocemos por los apodos.
Esta escena se vivió al mediodía de este miércoles en la vereda El Playón, de Riosucio, donde decenas de personas se apostaron a orillas de la carretera que conduce del Túnel de Irra (Risaralda), al Restaurante La Estación Típica (La Merced), esperando noticias de sus seres queridos, por lo menos 17, desaparecidos en un accidente en dos minas de oro del sector: La de Leo, a 15 metros de profundidad, y La de Mauricio, a 17.