Con voz fuerte y llena de rabia, Faustina Guzmán exclamó su rechazo a la actividad minera en Ciudad Ixtepec, ella y otras 500 personas más marcharon por las principales calles para dejar claro que no aceptarán la instalación de ninguna minera.
La edad, rasgo y condición social no impidieron gritar, portar una pancarta y caminar más de cien minutos en los que expresaron que no permitirán que sus recursos naturales, medio ambiente y sociedad se contaminen por la explotación de una mina a cielo abierto.
Esta marcha fue convocada por el Comité de Defensa de la Vida y Territorio Ixtepecano, que desde hace algunos meses han compartido información al pueblo jeromeño sobre la minería y sus implicaciones en el medio ambiente.