En los cinco años recientes, al menos otros tres dirigentes opositores a la explotación que realizan las compañías mineras fueron asesinados: Bernardo Vázquez Sánchez en Oaxaca, Ismael Solorio Urrutia en Chihuahua y Mariano Abarca Roblero en Chiapas, sin que se hayan resuelto los casos satisfactoriamente.
Vázquez Sánchez fue emboscado el 15 de marzo de 2012 y atacado con armas de fuego, lo cual le ocasionó la muerte, mientras sus acompañantes, su hermano Andrés Vásquez fue herido en un brazo y Rosalinda Dionisio lesionada en la pierna y el hombro.
Todos eran miembros de la Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán que durante años se opusieron a las acciones de la minera Cuzcatlán, filial de la empresa canadiense Fortuna Silver, en San José del Progreso, Oaxaca.