Argentina

Litio en San Luís: peligrosa lógica extractivista en nombre de la transición energética

Si bien en la actualidad la minería del litio ha tomado visibilidad mediática por la gran cantidad de litio en salmueras debajo de los salares en la puna argentina, y los aproximadamente 56 proyectos que se encuentran en diferentes etapas de exploración o explotación, actualmente una empresa australiana pretende extraer el mineral a partir de rocas en la Provincia San Luís (como se hace en Australia). Este tipo de explotación es a cielo abierto, causando explosiones y afectando cursos de agua, por lo cual lógicamente crece la oposición al proyecto en la localidad de San Francisco del Monte de Oro, ubicada a 8 Km de la mina Géminis.

Algunas generalidades poco discutidas sobre la forma en la que se extrae litio en Argentina

El hecho de que casi la totalidad de productos vinculados con la industria microelectrónica (como las notebooks), la telefonía celular y crecientemente automóviles eléctricos o híbridos-eléctricos empleen baterías de Ion-Litio para el almacenamiento de energía viene generando hace alrededor de una década en la Argentina un discurso mágico en el cual el país estaría “condenado al éxito”, por su gran cantidad de reservas de este mineral.

Si bien el litio es abundante en la naturaleza (hay litio en el mar, e incluso pequeñas cantidades en la sangre de los seres humanos), el mismo está desigualmente distribuido. Hasta los años 90’, el litio se extraía mayoritariamente de rocas pegmatíticas como el espodumeno, cuyos principales yacimientos se encuentran en Australia. En esa década comienza a emplearse una técnica de extracción del litio de las salmueras de los salares. Esta última resultaba más económica para la faena extractiva que aquella realizada a partir de rocas. Esto último pone en el centro de atención de las compañías extractivas globales al área comprendida entre el Norte de Chile, el Noroeste Argentino y Bolivia, que empresarialmente aparece nominada como “el triángulo del litio”, o incluso una “Arabia Saudita del litio”, y al elemento químico como “oro blanco” o “petróleo del siglo XXI”.

El hecho de que los precios de la tonelada de carbonato se hayan casi triplicado entre 2015 y 2018 (evolucionando de unos USD 6000 a USD 16500 por tonelada), ha despertado los más disparatados imaginarios sobre un sendero a un éxito inequívoco hacia el desarrollo económico y social a partir de la explotación primaria del mineral. Existe una importante cantidad de expresiones legitimadoras o mitos sobre las bondades de la actividad extractiva en el Noroeste Argentino que van desde el “desarrollo local”, la necesidad de recaudación fiscal y generación de empleos y el supuesto “derrame” que generan los proyectos de “Responsabilidad Social” o “Valor Compartido” que despliegan las transnacionales.

Lo cierto es que además de que gran parte de estas retóricas pueden ser fácilmente desmentidas verificando que la generación de empleos directos generados por los dos proyectos de extracción litífera que se encuentran en operación a gran escala en estos momentos en las Provincias de Jujuy y Catamarca resultan exiguos, e incluso cuentan con una cantidad exagerada de subsidios y exenciones impositivas de mucha mayor cuantía que las flacas regalías que pagan como tributo provincial. Al mismo tiempo esta actividad rivaliza y actúa en detrimento de otras actividades económicas.

La problemática fundamental igualmente no resulta el rédito económico que deja o no dejan estas actividades, sino más bien el impacto socio-ambiental de la forma en que se extrae. Básicamente la técnica de extracción empleada consiste en perforar la costra salina de los salares y bombear la salmuera que se encuentra a diferentes profundidades y trasladarla sucesivamente a inmensos piletones ubicados a la vera de los salares, en los cuales entre la evaporación del agua, varios procesos químicos y el uso de importantes volúmenes de agua dulce para la lixivia se logra separar el carbonato de litio de otros componentes que contiene la salmuera.

El bombeo de la salmuera que se encuentra debajo de los salares implica una ruptura del equilibrio hídrico, y por tratarse de volúmenes mayores a los que reponen las escasas lluvias, produce sequias en las napas y vegas de las cercanías. Esta región es habitada por comunidades originarias o indígenas, y esta forma de avance de los proyectos (inconsulta a pesar de la generación de artilugios jurídicos para llevar los proyectos extractivos adelante), atenta contra su forma de vida y viola sus derechos más elementales, consagrados incluso por la Constitución Nacional, que supuestamente le otorga este carácter al Convenio 169 de la OIT, sobre la Consulta Libre, Previa e Informada a las Comunidades.

Con tan solo dos proyectos en operación las denuncias de las comunidades son invisibilizadas por la mayoría de la prensa y la academia. Si los estragos ambientales para el modo de vida de las comunidades ya son relevantes para dos proyectos extractivos, la concreción de los 56 que se encuentran en diferentes grados de avance y estudio podrían ser catastróficos.

Ahora San Luís

En este contexto en el cual se desarrollan estos imaginarios alrededor del litio, en septiembre de 2017 la empresa canadiense Latin Resources, con concesiones mineras de rocas pegmatíticas en San Luís, difundió en los resultados de un mapeo geológico y muestreo de la Mina Géminis, haber encontrado altas concentraciones de litio en roca.

Sobre la localización del yacimiento que la empresa pretende explotar es importante mencionar que esta mina (Géminis) de 12 Ha, se encuentra dentro del área de Concesiones Don Gregorio que posee Latin Resources en la Sierra Grande de San Luís, a tan solo 8 Km de la localidad de San Francisco del Monte de Oro, en dónde números/as vecinos/as ya han expresado su oposición al proyecto. De hecho, es importante visibilizar que el propio Consejo deliberante de San Francisco ya expresó su rechazo a este tipo de explotación minera. Sin embargo bajo el artilugio legal de que la Mina Géminis (a tan solo a 8 Km de distancia de la localidad) se encuentra fuera del ejido, la explotación podría llevarse adelante a pesar de que la voluntad popular expresa lo contrario.

Como decíamos con anterioridad, la minería de litio a partir de rocas se practica fundamentalmente en Australia. Esta técnica de extracción podría catalogarse como “a cielo abierto”, ya que implica la realización de excavaciones de gran profundidad. La obtención de litio a partir de pegmatitas requiere del chancad, la molienda y la flotación. En el proceso se emplea agua y además diferentes reactivos químicos. Siguiendo a Tochi Moreno (véanse los artículos recomendados consignados en las fuentes), lo preocupante del modo de explotación en el caso de la mina Géminis, serían las mencionadas explosiones causadas por la explotación a cielo abierto, y la afectación de cursos de agua que abastecen a varias localidades.

En relación a la empresa, en su página de Internet, la canadiense Latin Resources, informa que además de la Mina Géminis, tan solo en la Provincia de San Luís posee unas 120.000 hectáreas de concesiones para la explotación minera de rocas pegmatíticas, y que también reclama nuevas solicitudes de este tipo para 98.086 Ha. Resulta relevante remarcar que el muestreo que presentó en septiembre de 2017 se realizó sin permiso del propio gobierno de San Luís. Recientemente se observan nuevos movimientos de camiones, a partir de que la firma habría recibido la aprobación del informe de impacto ambiental, que según la legislación provincial la propia empresa elabora. Latin Resources también opera en Perú y acusa tener concesiones de 70.000 Ha. en la Provincia de Catamarca, también para este tipo de explotaciones de litio a partir de rocas.

Lo curiosamente llamativo es que la mayor parte de los medios de comunicación titulan esperanzados sobre esta situación que “San Luís se suma al boom del litio”, pero no difunden la resistencia que existe entre vecinos y vecinas y que las autoridades provinciales no dan respuesta a sus numerosos reclamos sobre la exigencia de mayor información (al momento de escritura de esta nota, un grupo de vecinos/as autoconvocados/as realizaba una reunión en la Plaza Pringles para informarse sobre la situación).

El debate sobre la transición energética

El hecho de que en el denominado “triángulo del litio” abunde el mineral, ha traído aparejado otros dos debates que a nuestro juicio, como grupo de estudios, no resultaría responsable dejar de lado.

En primer lugar, las baterías y grandes acumuladores de Ion-Litio, podrían permitir una transición energética basada en una matriz post-fósil. Prescindiendo de hidrocarburos en la industria automotriz (para lo cual es relevante tener en cuenta el origen de la energía con la cual se cargarán eventuales autos eléctricos), y por otra parte permitiendo un mayor peso de la energía eólica y solar en el consumo eléctrico, ya que su energía podría ser más fácilmente almacenada.

El segundo debate es sobre la posibilidad para países sudamericanos de producir baterías de Ion-Litio con tecnología y saberes propios, generando empleos altamente remunerados en la región.

Sin entrar en detalles sobre estos últimos dos puntos, es importante remarcar que en realidad, el dominio de las tecnologías vinculadas con la transición energética o con la producción de baterías, bajo ningún punto de vista se asocia a la posesión del recurso. Precisando, encontramos en ciertos sectores de la prensa, empresariales, académicos y gubernamentales la asociación de estas discusiones (la producción de baterías y una matriz energética post-fósil), a la expansión de proyectos extractivos. Es decir, las firmas y gobiernos favorables al extractivismo se enmascaran detrás de un supuesto “discurso verde” para justificar los graves efectos de las formas en las que hoy se explota (por bombeo de las salmueras en los salares) y se explotaría el litio en la Argentina, escondiendo el saqueo de los recursos, pero fundamentalmente los efectos nocivos sobre el agua y las formas de vida de pobladores locales y comunidades originares, tanto puntanos/as como del Noroeste Argentino. Lo paradójico es que todo esto se hace “en nombre de la transición energética”.

¿Qué hacer? Algunas reflexiones desde el ámbito académico

En primer lugar, una de las principales conclusiones a las que llegamos luego de años de estudio sobre la cuestión del litio es la relevancia de dar visibilidad a los conflictos eco-territoriales que suceden en las áreas de extracción del mineral, qué sucede con el agua, qué sucede con los suelos y fundamentalmente qué sucede con los estilos de vida de quienes habitan los territorios.

En segundo lugar, más allá de la denuncia de estas situaciones, resulta necesario que los sectores populares nos apropiemos de la discusión sobre la transición energética. Esto es desde lo más básico, el pensar cómo se pueden (des)fosilizar las matrices energéticas, a algo mucho más complejo e interesante, que es reflexionar sobre el acceso a la energía como un derecho humano y la democratización de las decisiones sobre estos tópicos. La agenda popular requiere no solo la denuncia de la expansión de las actividades extractivas, sino la elaboración, construcción y difusión de un conocimiento alternativo al tecnocrático, que se pueda contraponer a este último a la hora del debate político.

En concreto, sobre el litio, esta agenda podría ser el explorar técnicas de extracción que no implique su recuperación a partir del bombeo de las salmueras de los salares y construcción de monstruosos parques de piletones con geo-membranas en la puna, o la forma en que se explota actualmente el litio del espodumeno. Para ejemplificar a qué nos referimos, existen estudios sobre la explotación del litio a partir del agua del mar, o su recuperación a partir del “reciclado” de viejas baterías, o técnicas que no implican el bombeo de las salmueras. Ahora bien, en la medida en la cual estos estudios y técnicas se hagan en el marco de laboratorios privados, o un sector de ciencia y técnica de reducido presupuesto, cooptado por el sector privado y sin acceso al mismo por parte de las comunidades afectadas, difícilmente las empresas privadas abocadas a la extracción empleen otras técnicas. Se requiere, entonces, a nuestro juicio, no solo resistir los proyectos como los del Noroeste Argentino, o el del San Luís, sino también que los propios sectores populares nos apropiemos del debate sobre la transición energética y elaboremos una postura sobre ello, para incluso así mejor resistir en el territorio.

*Grupo de Estudios de Geopolítica y Bienes Naturales del IEALC-UBA

Integrantes: Bruno Fornillo, Melisa Argento, Martina Gamba, Martín Kazimierski, Florencia Puente, Gustavo Romeo, Elaine Santos, Ariel Slipak, Santiago Urrutia Reveco y Julián Zicari

 

Fuente:http://www.marcha.org.ar/litio-en-san-luis-peligrosa-logica-extractivista-en-nombre-de-la-transicion-energetica/?fbclid=IwAR280fJGTkTiMP7a6VzLVddZnnsdpDwOojyJvrm4tSFkBqxeeQ2i6A99-Lg

Mexico

Fondo Minero en Zacatecas; cientos de millones de pesos para obras liliputienses

La industria minera del país ha aportado más de 12 mil millones de pesos a obras de infraestructura social en los 25 estados del país en los que existe industria extractiva, recursos que fueron entregados al sector público vía el impuesto minero, constituido a partir del año 2014.

Lo anterior fue dado a conocer antes de que concluyera el 2018 por la Cámara Minera de México (Camimex), organismo que informó además que sólo en el año previo, la industria minera pagó además 28 mil millones de pesos en impuestos.

En un recuento general, la Camimex recuerda que derivado de la aplicación de los Impuestos Especial, Adicional y Extraordinario, constituidos por el Congreso de la Unión en el denominado Fondo Minero para el Desarrollo Sustentable, a partir del año 2014, en el primer año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público recaudó 2 mil 589 millones de pesos, que se distribuyeron entre 199 municipios de 25 estados donde hay operaciones mineras.

Para el año 2015 el monto para el Fondo Minero ascendió a 2 mil 662 millones pesos; en 2016 la contribución del sector minero fue de 2 mil 700 millones de pesos y el año 2017, las mineras aportaron 4 mil 206 millones de pesos para obras sociales e infraestructura productiva para los estados y municipios mineros. Aún no se publica el monto total correspondiente al 2018.

La administración de los recursos del Fondo Minero “así como la selección y seguimiento a los proyectos y obras de beneficio social”, advierte la Camimex “son responsabilidad de las autoridades”. Aclaración muy oportuna, por cierto, a propósito de las múltiples obras y proyectos inconclusos por parte de gobiernos estatales y municipales, incluidos los de Zacatecas.

Al respecto, es oportuno recordar que aquel lejano 24 de Septiembre del año 2015, se instaló en Zacatecas el primer Comité Regional que decidiría qué proyectos públicos se construirán con los recursos el Fondo para el Desarrollo Regional Sustentable de los Estados y Municipios Mineros del país (Fondo Minero).

Dicho comité quedó integrado, entre otros, por representantes de los consorcios mineros que operan en México, quienes exigieron desde entonces a los gobiernos local y federal, garantías para que sus impuestos sean aplicados con transparencia, en obras realizadas a costos razonables, que se fiscalicen y además, se reconozca públicamente a las empresas mineras que aportaron el dinero, vía impuestos.

Visitó en aquella fecha la entidad, la nada célebre Rosario Robles Berlanga, entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), -instancia que por ley administra el Fondo Minero en coordinación con la Secretaría de Economía y el BANCEFI-, quien atestiguó junto con –el tampoco nada célebre-, Miguel Alonso Reyes, en su carácter de gobernador de Zacatecas, la instalación de ese primer Comité Regional del programa.

El Fondo Minero se constituye económicamente con los recursos que provienen del impuesto especial a la minería, aprobado en octubre de 2013 por la cámara de diputados (vigente a partir del año 2014), que equivale al 7.5 por ciento de las ganancias que obtengan las empresas mineras del país en general, y un 0.5 por ciento adicional para las compañías del sector que extraigan oro, plata y platino.

Durante aquel acto protocolario de instalación del primer Comité Regional del país, Octavio Alvidrez Ortega, director ejecutivo de la compañía “Fresnillo PLC” (propiedad al igual que Peñoles del magnate Alberto Bailleres)  -la primer productora de plata primaria del mundo, que cotiza en la Bolsa de Londres-, encabezó la exigencia de las empresas mineras del país, para que los gobiernos local y federal hicieran un uso transparente y eficiente de los recursos del Fondo Minero.

Solicitó además la aplicación prudente de los recursos del Fondo Minero en la inversión física, “para lograr el mayor impacto social, ambiental y de desarrollo urbano positivo, solicitando que se eviten obras que conlleven un gasto operativo para su mantenimiento, o contratación de deuda”.

En aquella sesión de constitución del Comité Regional del Fondo Minero, intervino además en representación de las Comunidades Agrarias donde existe actividad minera en Zacatecas, el campesino José Pérez Martínez, quien recordó que “las necesidades de los pueblos mineros, nunca se han cubierto en su totalidad, y cada día, a pesar de la generación de empleos y minas, estas necesidades crecen”

Leyendo con problemas el discurso que -fue evidente él no elaboró-, el campesino José Pérez Martínez, pidió a la titular de la SEDATU, Rosario Robles Berlanga, “que además del beneficio del impuesto minero creado con la reforma hacendaria, los ejidatarios contemos con la orientación y apoyo de la SEDU (sic), en la negociación de terrenos que puedan ser de utilidad para la extracción de gas, petróleo, o para la generación de energías limpias, como la solar y la elótica (sic)”.

En aquella reunión Alfonso Cantú, entonces coordinador general de minería en la Secretaría de Economía, dijo que se buscaría que los recursos del Fondo Minero “beneficien a las localidades y regiones donde se desarrolla la minería”, esto es particularmente en los 600 municipios de todo el país que tienen actividad minera.

“Este Fondo evidentemente va a ayudar de una manera importante, a la reducción de los conflictos (sociales) que hemos estado viviendo en el país en estos últimos años, que alcanzó a llegar a 60 conflictos en el territorio nacional. Y ello ¿por qué? Porque no todas las empresas eran responsables socialmente. Algunas sí compartían parte del beneficio a las comunidades, pero otras no. Con esta nueva regalía, eso cambiará, pues solo México y China eran los dos países que no cobraban este impuesto en el mundo”.

Han  transcurrido desde aquella fecha más de tres años, y miles de millones de pesos que han sido recaudados por el impuesto del Fondo Minero, fueron distribuidos y “ejercidos”, por los gobiernos estatal y federal del PRI, en los estados del país con actividad minera.

Entre mayor actividad minera y riqueza se genere con esa actividad económica, mayores serán los recursos que se le asignen a esa demarcación. Y Zacatecas, hay que recordar, está entre los primeros tres estados de la república mexicana con más producción minera.

Pero al finalizar el año 2018, las obras que se debieron realizar con bolsas multimillonarias al final del sexenio de Miguel Alonso Reyes y en los dos primeros años de gobierno de Alejandro Tello Cristerna, son obras realmente miserables, pequeñas en comparación con los cientos de millones de pesos asignados a Zacatecas. En algún lugar se están quedando los recursos que aporta la industria minera, y no llegan a las comunidades.

Antes de que concluyera el año 2018, en una gira de trabajo por Mazapil, Alejandro Tello Cristerna inauguró obras por un monto de apenas 13.4 millones de pesos, “de los cuales una parte corresponde al Fondo Minero”, aclaró.

Ente las obras se informó, están la inauguración del entronque carretero Mazapil-Estación Camacho; un aula construida en el kínder Frida Kahlo en la comunidad Palmas Grandes, así como un domo de 20 por 40 metros de superficie, para la cancha deportiva de la escuela primaria de la misma comunidad. ¿Cómo está trabajando el Comité Regional del Fondo Minero en Zacatecas? ¿Quién lo fiscaliza? ¿Saldría limpio de una auditoría al Fondo Minero, el delegado federal de SEDATU, Arnoldo Rodríguez Reyes, quien coordinó y operó dicho programa?… La respuesta, quizá, nunca la sabremos.

 

Fuente:http://periometro.mx/2019/01/03/fondo-minero-en-zacatecas-cientos-de-millones-de-pesos-para-obras-liliputienses/

Internacional

Congo: preocupa a las mineras el resultado electoral

Es claro que las empresas mineras no están dispuestas a resignar ni un centavo de sus abultadas ganancias. Las leyes de un país pueden responder a esta desmedida ambición o limitarla. Esto último preocupa a las empresas mineras. Un ejemplo de ello es lo que sucede en la República de Congo donde, a cinco días de las elecciones presidenciales,  se desconocen los resultados.  La Iglesia afirma que ya se sabe cuál es el resultado y  pide que  se haga público. Reclama además a la Comisión Electoral que proclame los resultados de “verdad y justicia”. Mientras, el sector minero manifiesta su preocupación…

La República Democrática del Congo, que celebró elecciones presidenciales el 30 de diciembre, es una de las jurisdicciones mineras más importantes pero difíciles del mundo. Empresas como Glencore Plc, Barrick Gold Corp. y China Molybdenum Co. tienen operaciones importantes en ese país, que es el mayor productor de cobalto –un material clave para las baterías–, y una importante fuente de minerales como tungsteno y estaño.

Una de las mayores preocupaciones del sector minero es un nuevo código minero introducido por el gobierno del presidente saliente, Joseph Kabila, que aumentó las regalías, agregó impuestos y canceló una cláusula que la protegía contra cambios fiscales durante 10 años.

El concurso presidencial es una carrera a tres bandas entre el protegido de Kabila, Emmanuel Ramazani Shadary y los dos principales candidatos de la oposición: Martin Fayulu y Felix Tshisekedi. Si bien se espera que Shadary se adhiera al nuevo código de minería, el tema no ha sobresalido durante la campaña, por lo que los inversionistas no tienen claro su posible impacto. Ejercicio inútil “Ninguno ha hecho una aseveración específica sobre lo que va a hacer con la industria minera después de las elecciones”, explica Ben Davis, analista en Liberum Capital Markets. “Hay demasiadas incógnitas. Implorar por cualquier candidato es un ejercicio inútil”.

Congo, hogar de depósitos de oro, diamantes, estaño y coltán, es famoso por su industria de cobre y cobalto, con más de la mitad de la producción mundial de este último. Glencore, el mayor operador de productos básicos, tiene minas de cobalto y cobre en el país y extrajo casi 300.000 toneladas métricas de cobre y 26.000 toneladas de cobalto en los primeros nueve meses de 2018. Planea producir significativamente más este año, con el aumento de la producción en su mina de Katanga. Barrick Gold, que completó la adquisición de Randgold Resources Ltd. por US$5.400 millones esta semana, heredó un interés en el país como parte del acuerdo. La compañía ahora opera la mina de oro Kibali en el noreste del Congo, una de las mejores del mundo. La operación producirá más de 700.000 onzas de oro este año. AngloGold Ashanti Ltd. también posee el 45 por ciento de la mina.

“Creemos que es un paso importante para el país. Esperamos el resultado final y sus consecuencias”, dijo el nuevo director ejecutivo de Barrick, Mark Bristow, a principios de esta semana. “Continuaremos trabajando con la nueva autoridad en la República Democrática del Congo para asegurarnos de poder cumplir con nuestra visión de que existe una gran oportunidad, especialmente en la región nororiental, para descubrir depósitos de oro de clase mundial”.

 

Fuente:https://noalamina.org/mundo/africa/item/42315-congo-preocupa-a-las-mineras-el-resultado-electoral

Internacional

Ciudad Real: Alegaciones contra un proyecto minero “muy pernicioso” para Arroba y Puebla de Don Rodrigo

Miembros de Ecologistas en Acción y de la Plataforma No a la Mina han presentado esta mañana, en la Delegación de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, un escrito con una veintena de alegaciones contra el proyecto de la mina de titanio en Arroba de los Montes y Puebla de Don Rodrigo.

Al igual que en los casos de Fontanajero y Abenójar, estos colectivos se oponen a proyectos “muy perniciosos” para unas de las zonas mejor conservadas de monte mediterráneo de la Península Ibérica. Además, apuntaba Rafael Gosálvez, portavoz de Ecologistas en Acción, las afecciones a la salud serán “bastante importantes”, perjudicando especialmente a la localidad de Arroba de los Montes.

Este proyecto de minería, recalcaba Gosálvez, pasa por su tercer proceso de impacto ambiental. “Por dos veces se ha dicho ya que no por parte de la Junta de Comunidades a la mina, y con dos gobiernos distintos: el de Barreda (PSOE) y el de Cospedal (PP)”. No entienden, por tanto, por qué se afronta una nueva DIA, máxime cuando la legislación contempla que “cuando un proyecto ha tenido declaraciones de impacto ambiental negativas, ni siquiera se debería haber dado acceso a un nuevo procedimiento”. Con los antecedentes, la presión social en los municipios afectados y a las puertas de unas elecciones municipales autonómicas, confían en que el Gobierno regional no desee “asumir el coste político de una mina que tiene a los pueblos de la zona en contra”.

Por parte de la Plataforma No a la Mina, Francisco José Sarrión, abogaba por “otro tipo” de desarrollo para la zona. “Venden” el proyecto minero como una alternativa para la despoblación, explicaba, “pero creemos que tenemos recursos, valores y riqueza suficiente para que la comarca se desarrolle de forma sostenible, tenga un futuro sin contaminación y conserve su patrimonio natural y cultural; que es lo que vamos a perder a cambio de diez o quince años de minería”.

 

Fuente:https://www.miciudadreal.es/2019/01/04/ciudad-real-alegaciones-contra-un-proyecto-minero-muy-pernicioso-para-arroba-y-puebla-de-don-rodrigo/

Internacional

Bolsonaro y Maduro, un peligro para la Amazonía y el planeta

Ese enorme trecho de tierra y selva que se extiende a lo largo de 7.4 millones de kilómetros cuadrados por Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam, concentra el 60% de la biodiversidad del mundo, incluyendo especies animales y vegetales que aún no han sido catalogadas y estudiadas por la ciencia, es el hogar de 34 millones de personas, incluidas 385 comunidades indígenas. Una buena parte de ese territorio, en los últimos años viene soportando un crecimiento alarmante de la minería ilegal, estimulada por el precio del oro y otros minerales preciosos que alberga e sus entrañas. Ahora se cierne sobre él la plaga Bolsonaro, auspiciada por los intereses de la agroindustria que lo catapultaron al poder del país que controla la mayor parte de la tarta amazónica.

Un reciente informe de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), con datos de seis países de la región -Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela-,  recogidos por ocho grupos de ambientalistas apartidistas que elaboraron un mapa a partir de imágenes de satélite, evidencia que Venezuela tiene más minas ilegales que cualquier otro de los países estudiados, seguido por Brasil y Ecuador. Un informe de The Global Initiative Against Transnational Organized Crime, titulado «El crimen organizado y la minería ilegal del oro en América Latina» publicado en 2016, ya revelaba que entre 80 y el 90 % del mineral producido en Venezuela es ilegal.

El mapa publicado por RAISG muestra que hay minería ilegal en 37 territorios indígenas, dieciocho de ellos en Brasil, y que hay sitios cerca o alrededor de otros 78 territorios. Según Alicia Rolla, una de las coordinadoras de la RAISG, «la situación actual es peor que nunca».

Pero el efecto Bolsonaro sobre la Amazonía brasileña no se limita a la minería ilegal. Con su llegada a la presidencia de Brasil empieza una época dorada para los agronegocios. Según el Observatorio del Clima, los datos del Deter B, un sistema del Instituto Nacional de Estudios Espaciales que controla la Amazonia en tiempo casi real, muestran que la tasa de deforestación ha subido un 36% entre junio y septiembre, período de la precampaña y campaña electoral.

Brasil es el principal exportador de soja en el mundo. El ex ministro de agricultura, Blairo Maggi, ha anunciado que duplicará su producción durante los siguientes 10 años. Con la tasa actual, Brasil ya utiliza dos millones de kilómetros cuadrados (24% del territorio), pero para alcanzar el nivel de producción proyectado se necesitan entre 70 y 75 hectáreas más. La poderosa bancada parlamentaria que representa los intereses del sector de la agroindustria fue la gran impulsora de la candidatura de Bolsonaro.

Con la fusión  de los ministerios de agricultura y medioambiente, una de las primeras promesas de campaña el nuevo presidente dejó claro que la política ambiental quedará relegada a la agresiva explotación de la tierra. En una entrevista el pasado abril en The Guardian, Bolsonaro afirmó que la causa de la deforestación en la Amazonia no es la tala excesiva, sino el aumento de la población. En sus palabras: «no vas a cultivar soja en la terraza de tu edificio o criar ganado en el jardín. Así que debemos tener una política de planificación familiar. Así comenzarás a reducir la presión sobre esos problemas que llevan, sí, en mi opinión, al calentamiento global, que podría ser el fin de la especie humana».

Cuando aún era precandidato a la presidencia, ya anunció que no demarcaría las tierras indígenas, una exigencia histórica que garantizaría la conservación de sus modos de vida.  En tono despectivo dijo que «el indio es nuestro hermano, quiere ser reintegrado a la sociedad. El indio ya tiene demasiada tierra, vamos a tratarlos como seres humanos».

Su promesa de campaña se convirtió en su primer decreto presidencial según el cual la demarcación de las tierras indígenas deja de ser responsabilidad de la Fundación Nacional del Indio (Funai), para pasar al control del Ministerio de Agricultura.

«Más del 15 % del territorio nacional es demarcado como tierra indígena y quilombola (poblados por exesclavos fugitivos). Menos de un millón de personas viven en esos lugares aislados de Brasil, explotadas y manipuladas por las ONG. Juntos vamos a integrar a esos ciudadanos y a valorar a todos los brasileños», tuiteó Bolsonaro, tras firmar el decreto.

De acuerdo con la disposición, el Ministerio de Agricultura tendrá a cargo todo lo relacionado con «la reforma agraria, la regularización de la propiedad en áreas rurales en la Amazonia legal (no sólo el estado Amazonas), las tierras indígenas y los quilombola».

Agricultura abraza en la nueva administración los intereses de la agroindustria, que entran en frecuentes conflictos con organizaciones de trabajadores rurales, con los grupos indígenas y de protección al medio ambiente. Al frente de este ministerio colocó a Tereza Cristina da Costa, una partidaria de los agrotoxicos y la producción de alimentos a gran escala.

Según numerosos científicos, la función de la Amazonía es vital para mantener la temperatura del planeta y evitar el calentamiento. Sin embargo, de acuerdo con el reporte del Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund por sus siglas en inglés) publicado en octubre del año pasado, una quinta parte de la selva ha desaparecido en los últimos 50 años como parte de la explotación de los recursos, y solamente el año 2017 se perdieron 4.921 kilómetros cuadrados. Bajo el mando de Bolsonaro, esta situación solamente va a empeorar, si lleva a cabo su ambicioso proyecto de abrir una carretera a través del Amazonas y concesionar nuevos proyectos de explotación. La ganadería y la agricultura fueron responsables de una cuarta parte de la deforestación en el mundo y entre 2015 y 2016, la deforestación en Brasil alcanzó la escalofriante cifra récord de 7,800 kilómetros cuadrados. Según Greenpeace, la deforestación de la Amazonia en los años 70 alcanzaba un 1% del territorio, mientras hoy llega al 18%.

 

Fuente:https://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2019/01/06/bolsonaro-maduro-peligro-amazonia-planeta/00031546795084785808768.htm

Mexico

Mineras contaminan zona norte del estado

Las minas que operan en el municipio de Asientos, tanto bajo tierra como a cielo abierto, han causado fuerte contaminación en esa zona del estado, misma que ha comenzado a reflejar afectaciones en la salud de quienes ahí habitan.

El diputado representante del distrito 02 local, José Manuel González Mota, exigió se lleve a cabo una profunda investigación sobre el particular, con objeto de buscar soluciones inmediatas, antes de que sea demasiado tarde.

Nadie puede negar que la minería en Asientos se ha convertido en una importante fuente de empleos, de trabajo para mucha gente. Aunque la enorme mayoría de los trabajadores vienen de otros estados, algo dejan

Calificó como impostergable que se realice un análisis científico y metodológico, mediante el cual se conozcan el grado real del daño provocado al medio ambiente, al equilibrio ecológico y, sobre todo, las enfermedades derivadas, a efecto que se impongan las sanciones correspondientes y se creen los mecanismos de solución correspondientes.

González Mota recordó que las dos minas que operan actualmente en el municipio que él representa, son propiedad del grupo Frisco, una de ellas lo hace a cielo abierto, en tanto que en el caso de la conocida como Santa Francisca, extrae del subsuelo los metales sobre los cuales tiene el usufructo.

Ante ello, lanzó un exhorto al Poder Ejecutivo del estado para que, sin tardanza ni dilación, genere una estrategia efectiva de acción, mediante la cual tanto el Instituto de Servicios de Salud del estado de Aguascalientes (ISSEA), como la Secretaría de Sustentabilidad, Medio Ambiente y Agua del estado, así como a la Procuraduría del Protección al Ambiente, verifiquen el impacto a la salud, social y ambientan que dejan las actividades industriales de dichas minas.

Es urgente que se regulen los niveles de contaminación y el fuerte impacto al medio ambiente que se produce en el municipio de Asientos y especialmente el grado de afectación que ha dejado en la salud de sus habitantes.

Fuente:https://www.elsoldelcentro.com.mx/local/mineras-contaminan-zona-norte-del-estado-2885127.html

Argentina

Para el Gobernador de Chubut, la minería no representa una «salvación»

‘Tenemos que potenciar la matriz productiva, el turismo y no pensar en la minería como una salvación’, indicó el gobernador de Chubut en relación a los recursos que tiene la provincia y la industrialización de los mismos.

El gobernador Mariano Arcioni mantuvo este sábado actividad en la comuna rural de Carrenleufú y remarcó que “la gente de la provincia tiene que entender y ver el esfuerzo que estamos haciendo junto a todos los intendentes y jefes comunales, independientemente del partido político que sea, para sacar la provincia adelante”.

“Nosotros estamos codo a codo trabajando, eso es lo que necesitamos y lo estamos haciendo y logrando”, manifestó Arcioni y aclaró que “tenemos que ser cuidadosos cuando nos vienen con las propuestas mágicas porque no existen; las propuestas mágicas de campaña de hace 3 años no se cumplieron ninguna”.

En ese contexto, el gobernador sostuvo que “ellos (Gobierno Nacional) entienden que con la minería la provincia va a tener desarrollo, y Chubut no se va a desarrollar con lo extractivo, ya quedó demostrado que Chubut es de matriz productiva primaria, nosotros tenemos que industrializar los recursos para después poder hablar de otra cuestión”. A su vez, Arcioni señaló que “hay recursos maravillosos, vamos a seguir potenciando el turismo, las fiestas populares hermosas que tiene la provincia con sus vecinos, y eso tenemos que potenciar antes de la minería”.

Y añadió: “el Gobierno Nacional viene con sus políticas a querer avallar la soberanía de nuestra provincia, entonces primero acá en nuestra provincia se habla con la verdad, vamos a decir las cosas dónde se tienen que decir y cómo se deben decir, con el respeto que se merece la institucionalidad, pero nosotros nos tenemos que hacernos valer como lo hicimos a lo largo de todo el año pasado; cuando nos han querido quitar las asignaciones familiares, nos han querido quitar las zona de jubilaciones y pensiones, cuando nos han querido quitar la tarifa de gas, y fuimos los primeros en presentar el amparo legal, los impuestos a la ganancias, y todo eso lo hemos revertido, porque fuimos a discutirlo en donde lo teníamos que hacer”.

“Nuevos aumentos”

Al respecto, el mandatario provincial detalló que “este año habrá nuevos aumentos, para que tengan un parámetro en la tarifa eléctrica se aumentó 1500%, a eso súmale la tarifa de gas, la quita del subsidio del transporte, es decir que es muy grave cuando tenemos una devaluación de los salarios del 40%, entonces que sigan recargando al ciudadano y al trabajador la verdad que no es un Gobierno sensible, y no es lo que la provincia del Chubut quiere y necesita”.

“Nosotros queremos un Gobierno que trabaje para la gente, que sea sensible, que diga la verdad, y entienda a todos los Intendentes por igual, independientemente de las fuerzas políticas, y de esa forma reactivar y buscar el desarrollo de nuestra querida provincia”.

Por último, el gobernador recordó que “cuando vienen los funcionarios de Nación a querer decirnos soluciones mágicas, sabemos que no lo van hacer, porque cuando uno analiza y observa estos 3 años de gestión la pobreza infantil es casi del 50%, tenemos una inflación que a lo largo de estos años ya acumuló más del 170%, tenemos el 30% de desocupación, cuando las pymes cierran día a día, todas esas cuestiones están a la vista, entonces no me vengan a decir que con soluciones mágicas van hacer algo”.

“Nosotros a pesar de la crisis seguimos trabajando, hemos dejado la precarización laboral, con 587 trabajadores en educación, casi 200 en familia, y muchos más trabajadores que nos dejamos afuera, entonces esas cosas tenemos que buscar y apostar al desarrollo productivo de la provincia”, cerró Arcioni.

Fuente: El Patagónico (Comodoro Rivadavia)

Fuente:https://www.eldiarionuevodia.com.ar/regional/politica/2019/1/6/para-el-gobernador-de-chubut-la-mineria-no-representa-una-salvacion-75688.html

Mexico

En 6 años de Peña 161 defensores fueron asesinados por oponerse al despojo de empresas y Estado

Al final del sexenio de Enrique Peña Nieto se contabilizaron 161 asesinatos de defensores de la tierra. Esa cifra convirtió a México en uno de los países más peligrosos para los protectores del medio ambiente. En 2018, en medio de a coyuntura del cambio de Gobierno federal, la situación para los activistas se agravó y esto, de acuerdo con ambientalistas, también contribuyó en los resultados electorales del 1 de julio.
A pesar de las pérdidas humanas llegaron algunos triunfos. La Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció el derecho de los pueblos indígenas a decidir sobre el medio ambiente. De acuerdo con especialistas en el tema, la perspectiva para el próximo sexenio resulta alentadora; sin embargo, insisten en la necesidad de crear mecanismos transparentes y en la garantía de los derechos humanos de las poblaciones afectadas.

La sentencia fue producto de la resistencia de los 23 mil habitantes afectados por las obras extensivas sobre la zona del municipio de Cananea, Sonora; de las organizaciones civiles y de los académicos que aportaron lo necesario para construir la certeza del daño ambiental provocado por las actividades mineras.

Maribel Bustamente, representante de los Comités de Cuenca Río Sonora, declaró: “Con este fallo quizá nos aseguramos de que no halla otro desastre como el del 2014. No queremos que nuestro hijos y nuestros nietos sigan sufriendo. Queremos justicia para las familias, las comunidades y las personas que hemos sido tratados como animales por la minera”.

Los representantes legales también aplaudieron la decisión de la Suprema Corte y afirmaron entonces que este podría ser aplicable para casos como el del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Durante años, los habitantes del Lago de Texcoco, territorio aledaño a la megaobra –ahora ya cancelada– habían estado al frente de la oposición. Los científicos y la sociedad civil se les unieron al certificar la destrucción de cerros de tezontle en el Estado de México y de la reserva del Lago Nabor Carrillo.

El medio ambiente logró imponerse a todas la demás causas. Semanas después, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenaría la cancelación de la construcción del NAIM, una vez que la ciudadanía había forzado a las autoridades a escuchar sobre todas las afectaciones ambientales y sociales que tenía un proyecto que tampoco les había sido consultado.

En opinión de Omar Arellano, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en Riesgo Ecológico y Toxicología, además de activista en favor del medio ambiente, la organización social jugó un rol clave en este 2018 en la defensa del territorio frente a los megaproyectos.

“La mayoría de los megaproyectos del sexenio de Peña Nieto fueron frenados por la movilización social, fortalecida por el acompañamiento de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y la academia que, con base en argumentos científicos sólidos, permitió llevar muchos de esos proyectos a los tribunales. No se vio más resistencia hacia los megaproyectos sino que la organización social visibilizó a muchos de los que se han venido gestando en los últimos 12 años”, afirmó Arellano en entrevista con SinEmbargo.

Las cancelaciones fueron percibidas como éxitos para la resistencia.

En opinión de Antonio Lara, director del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, esta coyuntura también fue percibida por el total de la ciudadanía, lo que también coadyuvó con los resultados electorales de este año.

“A pesar de las represiones hubo un fortalecimiento muy importante, sobre todo de pueblos indígenas que han resistido la imposición de los megaproyectos. Fue un año marcado por un proceso electoral, en términos federales, evidentemente, y la atención en este proceso ayudó a reducir los riesgos a los que se enfrentan las personas defensoras. Sin embargo, fueron también los pueblos en resistencia –desde sus propios espacios lucha– los que generaron un ambiente favorable para que la sociedad mexicana diera un giro el primero de julio”, aseguró Lara.

LA MUERTE ACOMPAÑÓ AL TRIUNFO

Las cifras de 2017 demostraron que México no era un sitio seguro para quienes defendían la tierra: se pasó de tres muertes en 2016 a 15 en 2017. Para octubre de 2018, sin embargo, la cifra ya alcanzaba los 16 asesinatos. Junto con los éxitos también llegaron los asesinatos y los encarcelamientos.

Los comuneros de Sierra Tarahumara padecieron la muerte de Julián Carrillo, opositor de la tala, la minería y la siembra de droga en su territorio. El pueblo de Zoquitlán, Puebla se enteró de la desaparición de Sergio Rivera Hernández, quién sostenía una resistencia pacífica al proyecto hidroeléctrico de Coyolapa-Azatlán. La cárcel de Mexicali albergó por algunos meses a León Fierro, activista y denunciante de la construcción de la planta cervecera Contellations Brands.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto hubo un saldo de 161 defensores de derechos humanos asesinados. La corrupción, la impunidad y la insistencia de los proyectos neoliberales se impusieron frente a la vida en muchos ocasiones, denunciaron los especialistas

“El 2018 marcó el cierre de un ciclo en donde el Gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto intentó imponer megaproyectos con dos acciones: la represión y la agresión a las personas defensoras de los derechos humanos en diferentes partes del país. La gran mayoría de esos megaproyectos hoy se encuentran suspendidos o cancelados, lo que significó una agresión bastante delicada a todas  y todos los defensores y defensores”, agrega Lara.

De acuerdo con datos de la Red Nacional de Organizaciones civiles de DHHH “Todos los Derechos para Todos y todas” (Red TDT), durante el sexenio peñista en promedio murieron 20 defensores al año, lo que significó dos defensores al mes. También el informe “¿A qué precio? Negocios irresponsables y el asesinato de personas defensoras de la tierra y del medio ambiente 2017”, realizado por Global Witness, denunció el aumento en los asesinatos por la imposición de los intereses económicos sobre los derechos de las comunidades, cuyos pobladores se ven orillados a defender sus territorios y recursos naturales.

El informe revela que la situación ha ido en detrimento en toda América Latina, donde ocurrieron cerca del 60 por ciento de los 207 asesinatos perpetuados en 2017: Brasil ocupó el primer lugar con 57 casos de defensores de la Amazonia; Colombia, el segundo con 24, y México, el tercero con 15 homicidios de defensores de la tierra.

Otro informe, el denominado “184 Personas Defensoras de DH Ejecutadas Extrajudicialmente en el Sexenio de Enrique Peña Nieto”, presentado por el Comité Cerezo en diciembre de este año, estima que una cuarta parte del total de víctimas [53 personas en esta condición] se relaciona con la defensa de la autodeterminación de los pueblos indígenas, territorio y derecho al medio ambiente. Estos tres rubros son los principales motivos por los que los indígenas continúan siendo asesinados y representan un 20 por ciento del total de todas las muertes.

 

DECISIONES EN FAVOR DEL MEDIO AMBIENTE

En octubre pasado, Andrés Manuel López Obrador anunció que no se utilizaría la fractura hídrica para la obtención de hidrocarburos en el país. El anunció contraviene a una disposición del anterior gobierno federal, que en marzo pasado anunció la licitación de nueve áreas para al exploración y extracción de los recursos no convencionales como gas shale y shalie oil, que requieren de la técnica de fracking para su obtención.

La decisión ha sido celebrada por organizaciones de la sociedad civil que han alertado de la inyección de químicos al agua utilizada en el método, lo que representa un daño para la salud, el clima y riesgos en el aumento de sismos.

El pasado 7 de diciembre la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) canceló de manera definitiva las rondas 3.2 y 3.3 pendientes en el país. Asimismo, la secretaría de Energía solicito al organismo la exclusión de las 37 y nueva áreas contractuales de las licitaciones. El total de las áreas licitadas cubre un total de 9 mil 513 kilómetros y se ubican principalmente en las cuencas de Burgos, los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz y Tabasco.

Al respecto la Alianza Mexicana contra el Fracking celebró la congruencia del discurso con las acciones del nuevo Gobierno. Claudia Campero integrante de la organización y de la Food & Water Watch, asevera que la decisión ha sido un gran acierto, sin embargo se debe continuar con un campaña que prohiba esta práctica de manera legal.

“La Ronda 3.3 era la primera en licitar hidrocarburos no convencionales en tierra, es decir, que para extraerse requieren de fracking. Es excelente noticia que se haya cancelado. Sin embargo, se requiere que también las asignaciones, lo que está en manos de Pemex, tampoco sea susceptible a usar fracking. Por eso, seguiremos trabajando porque se prohíba el fracking”, dijo Campero.

Los especialistas recalcan que aún es necesario continuar con la vigilancia de esta práctica en el país, ya que en los últimos años, por influencia de su uso de Estados Unidos, se ha presentado como una de las principales alternativas para la obtención de combustible.

LA CONTROVERSIA DE ZAPOTILLO

Desde hace 13 años habitantes de diversas comunidades de los altos de Jalisco han sostenido una lucha frente a la imposición de la construcción de la presa “El Zapotillo”. Bajo la justificación del abasto de agua de potable de la ciudad de León, Guanajuato, el área metropolitana de Guadalajara y 14 municipios del estado de Jalisco se ha querido levantar su pared de concreto a una altura de 105 metros; lo que podría causar la inundación de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

En el 2013 los pobladores de Tamacapulín lograron obtener un amparo de la Suprema Corte de Justicia en el que se ordena mantener una altura máxima de 80 metros. Como resultado la obra quedo cancelada. No obstante, en el año 2017, durante la gubernatura de Aristóteles Sandoval, se afirmó que se retomaría la construcción del proyecto en Río Verde con una cortina que superaría los 100 metros.

El destino de la presa volvió a generar controversia durante este año. A mediados de este año se anunció la cancelación del proyecto. Sin embargo, en octubre, el presidente López Obrador anunció que se continuaría con su construcción sin violentar los derechos humanos de los pueblos.

Sobre los opositores de Zapotillo, Antonio Lara argumenta que estos representan “13 años de resistencia comunitaria en los que han demostrado la capacidad de los pueblos de la región de organizarse y mantener el control de su territorio, esto en defensa de su vivienda y su cultura, sin dejar tampoco de proponer un manejo del agua que garantice el derecho a todos de acceder a ella”. Por lo que se espera que la resolución del conflicto contemple las garantías de los afectados.

El 19 de diciembre, el Comité Salvemos Tecamapulin, Acasingo y Palmarejo publicó un comunicado con el que externó su preocupación por la asignación en el Presupuesto de Egresos 2019 (PEF2019) de 500 millones de pesos más para la construcción de la obra, lo que se sumaría a los 40 mil millones de pesos que hasta el momento se han gastado en ese megaproyecto.

En el mismo documento se exige a diputados y diputadas que destinen esos recursos a la reparación integral del daño y a la atención de salud a los pobladores afectados en la cuenca de Río Santiago y la ribera de Chapala en el estado de Jalisco.

LAS PERSPECTIVAS DE FUTURO

“Seguiremos enfrentándonos a megaproyectos pero ahora se complica aún más porque estos al parecer estarán orientados a reactivar las economías locales y regionales. El reto del nuevo gobierno, por lo que se ve hasta ahora, es entender que para concretar los proyectos deberá llegar a consensos y acuerdos con las comunidades, priorizando el medio ambiente no porque lo obligan las leyes, sino porque en ello va el bienestar de las generaciones actuales y futuras. Sin embargo, la urgencia de reactivar la economía parece que pasará por sobre la protección del medio ambiente, pero aún tenemos la esperanza de que eso no ocurra.”, reflexiona Omar Arellano.

La cancelación del NAIM despertó las expectativas de la ciudadanía que, sin dejar de cuestionar las consultas públicas, se sintió participe de la toma de decisiones con relación a los megaproyectos.

Lara insististe en que no se puede soslayar todas las pérdidas humanas ocurridas este año. Sin embargo, insiste en que la destacada capacidad organizativa que los pueblos indígenas y campesinos mostraron nos han colocado en un nuevo escenario en el que se confía que “no se harán las cosas como lo hacía la política de Enrique Peña Nieto y sus antecesores”.

“Esperamos que haya un cambio de política pública hacia los movimientos sociales y hacia las resistencias con este nuevo gobierno que encabeza el presidente López Obrador. Esa es la expectativa de buena parte de los movimientos del país, lo cuál no significa entregarse a manos abiertas al nuevo gobierno. Es importante para el fortalecimiento de la democracia que los movimientos sociales mantengan un planeamiento crítico e independiente al gobierno. Siempre son importantes los contrapesos desde la sociedad organizada. Estos siempre serán muchos más sólidos que los contrapesos institucionales”, afirmó Lara.

Sin duda otra de las discusiones que continuarán en la antesala del nuevo Gobierno será la del Tren Maya, votada en consulta popular, sin considerar los cuestionamientos previos de las comunidades indígenas.

Omar Arellano, hace una reflexión sobre este y los nuevos proyectos que lleguen a plantearse: “Todo megaproyecto representa un impacto negativo tanto ambiental como social, aún cuando éste conlleve beneficios significativos a la sociedad, pone ello es indispensable estimar los impactos negativos y externalidades que se generan en su ejecución y operación. Por lo anterior, los proyectos de esta envergadura deben planearse detalladamente y valorar las medidas de mitigación o compensación socioambientales. Se debe poner a disposición con la mayor transparencia los proyectos que empiezan a echarse a andar en nuestro país con el nuevo gobierno. Que se permita la discusión y la apertura para hacer las recomendaciones y acciones necesarias para apuntalar los proyectos de la mejor manera.”

 

Fuente:https://www.sinembargo.mx/05-01-2019/3516464?fbclid=IwAR1QE_0m8Kwk8EDO1LSRATZxYOWuwyE1vG5-hwVyUcLO-csfrTtWCCc5i6U

Argentina

Detrás de los despidos en Agroindustria, el extractivismo minero

Los más de 900 despidos en Agricultura Familiar dejan al descubierto el abandono a pequeños productores y productoras del campo; qué significa este ajuste de Nación y por qué, al menos en la Patagonia, aparece como un guiño a la explotación minera.

Un muy interesante análisis realizado por Julieta Lucero y Fabricio Cardelli para Revista Cítrica.

 

“A cualquier sujeto empresario que ve números es difícil hacerle entender el sector de la agricultura familiar. Es un sector que hay que apoyar, acompañar y, en algunos casos, subsidiar porque la gente en el territorio es un bastión de soberanía”, afirma Ruth Guerrero, esquelense, patagónica, parte de los 900 despedidos de la ahora Subsecretaría de Agricultura Familiar y Desarrollo Territorial de la Nación.

¿Por qué habla de soberanía? Tiene 55 años, es maestra mayor de obra y hasta abril de este año fue técnica del Ministerio de Agroindustria en Chubut. Con 25 años en el Estado, trabajó con productores rurales de la cordillera, de la meseta, del valle del Río Chubut y de las costas del Golfo Nuevo. Sabe de economías regionales y de territorios en disputa. Y conoce la meseta central norte, zona codiciada hace 15 años por mineras transnacionales.

Con un año de crisis, altas tasas de desempleo y una gran conflictividad social en las calles, en la provincia de Chubut docentes y asambleístas ambientales hablan de una “crisis diseñada” para habilitar el Proyecto Navidad, de Panamerican Silver, emplazado precisamente en la meseta central. La ley provincial XVII-Nº 68 (ex 5001), que se ganó en 2003 con la lucha histórica del No a la Mina, prohíbe la minería metalífera a cielo abierto y el uso de cianuro. Pero el lobby minero, con el abierto apoyo del Ejecutivo nacional, quiere modificarla. La mayoría de los legisladores y legisladoras, encargados de la eventual modificación, hacen silencio. Es en este marco de constante tensión en que se insertan los despidos de Agricultura Familiar.

Trabajo en disputa

“A pesar de todos los años en el Ministerio de Agroindustria, tengo que demostrar que fui trabajadora”, cuenta con bronca Ruth. Como le pasó a tantas otras personas precarizadas de contrato anual, haber tenido en la práctica una relación de dependencia con el Estado nacional no le garantizó derechos laborales a la hora del despido. Hasta abril cobraba por mes, tenía vacaciones y recibía aguinaldo, pero cuando la echaron no le reconocieron los 25 años de antigüedad. “Cinco años más y me jubilaba. Me cortaron toda la posibilidad, todos los años que yo trabajé quedan ahí”, se descarga. 

Para desmarcar prejuicios y estigmas, el trabajo de Ruth nunca fue de oficina ni su trayectoria acotada a una sola gestión. Empezó en Esquel, donde nació, y recorrió distintos proyectos, programas del Estado y regiones hasta llegar a Gaiman, donde actualmente vive. En Agricultura Familiar su tarea consistía en asistir de forma técnica a productores agropecuarios, pescadores o artesanos cuyas relaciones productivas estaban organizadas en unidades familiares. Verduras, frutas, miel, langostino, lana, carne de oveja, artesanías: a cada unidad productiva una familia, a cada territorio un tipo de producción.

Uno de los objetivos que debía cumplir Ruth era anotarlos en el Registro Nacional de Agricultores Familiares (RENAF), en el Monotributo Social Agropecuario, hasta ese momento gratuito. Se trata de un sistema que le permite al Estado saber dónde están, qué hacen y qué políticas públicas podrían necesitar, mientras que a los productores y productoras les permite acceder, entre otras cosas, a subsidios, créditos y circuitos de comercio formal.

En Chubut, los despidos en agricultura familiar afectan a 2.500 familias rurales

Para cumplir con ese objetivo, en los últimos años le tocó recorrer el Valle Inferior del Río Chubut y el departamento Biedma, al noreste de la provincia. Tenía que visitar cada campo, hablar con cada familia y registrar lo que producían mediante el uso de georeferenciación. Para eso necesitaba vehículo, nafta, celular e internet. No siempre los tenía: “Mucho tiempo no hubo vehículo. Mi auto, así como lo ves, es de laburar en el campo, de salir a trabajar. La Partner que pusieron a cargo mío vino mucho después. La impresora, la máquina de fotos, el GPS, todo es del técnico”. Los viáticos también eran un problema. “Me deben todos los viáticos de 2015, todos los pasajes que pagué y que fueron rendidos, no me los pagaron nunca”, dice Ruth. Calcula una deuda de, “en ese momento, 90 mil pesos”.

El trabajo de Ruth era tan especial como el perfil del productor o productora con quien trabajaba. Al tener una organización familiar y no separar la producción de la reproducción de la vida, lo que se considera cotidiano, sin valor de mercado, -como las tareas de cuidado- emergía constantemente. Por eso, según cuenta, se trataba de un abordaje integral: “Agricultura Familiar es multidisciplinario. Hay trabajadores sociales, sociólogos, ingenieros zootecnistas, veterinarios, agrónomos”. Además, en muchos casos se trata de personas que viven en zonas de difícil acceso y con poca presencia del Estado en términos de salud, educación e infraestructura.

Aunque precarizado, Ruth tenía un trabajo clave para el desarrollo de agricultura familiar y las economías regionales. Su despido y el de tantos otros y otras no sólo impacta en su vida, en su familia, en su desarrollo personal. En el caso de Chubut, se estima que impacta en 2500 unidades productivas, 2500 familias rurales.

Despidos estratégicos

Son muchas las personas que están en la misma situación que Ruth. Según cifras de ATE, Agricultura Familiar tenía 1450 trabajadores y trabajadoras en todo el país. Entre febrero de 2016 y agosto de 2018 echaron a más de 910 personas, o sea, a más del 62 por ciento. El impacto del recorte es aún más duro en la Patagonia: entre Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, echaron a casi el 80 por ciento.

En Chubut, con Fernando Martín Ferrera como coordinador de área, despidieron a 23 de los 29 trabajadores y trabajadoras. Se conservó el puesto de los cuatro delegados gremiales (ATE y UPCN) y de dos administrativas, una de ellas la esposa de Ferrara, Dalila Griffiths. El coordinador, aún en su cargo, fue precandidato a intendente de Gaiman por Cambiemos y sigue con aspiraciones electorales para 2019. 

Con los despidos en agricultura familiar, el Gobierno de Cambiemos rompió con una estructura que tomó más de 20 años construir.

Si no hay trabajo en el territorio, ¿qué administran?”, se pregunta Ruth. No es la única que se hace esa pregunta. Belén Cussirat, una de las delegadas de ATE aún en funciones, contó hechos de persecución. Al parecer, una de las administrativas habría elaborado un informe en el que detallaba la falta de elementos inventariados. Con ese documento, los denunció penalmente por robo. En respuesta, despedidos y despedidas ocuparon pacíficamente la delegación de Esquel y, para demostrar que el informe era falso, tuvieron que hacer una presentación con fotos en la Secretaría de Trabajo.

A nivel nacional se pudo revertir el despido del 10 por ciento, en su mayoría echados en 2016. Algunos fueron reincorporados por vía judicial, otros por temas de salud y dos por cuestiones de tutela gremial. En el caso de Chubut, sin embargo, no hay optimismo. Los delegados de ATE creen que pronto serán despedidos.

Territorio en disputa

Con los despidos en Agricultura Familiar, el gobierno de Cambiemos rompió con una estructura que, según explica Ruth, tomó más de 20 años construir. El argumento que dio Nación fue la tan escuchada necesidad de cumplir con las metas fiscales impuestas por los organismos financieros internacionales. El cambio de gobierno implicó que se hable de una política de lo eficiente. En esos términos, el apoyo estatal para el desarrollo de cierto tipo de productores rurales parece ser vista como un gasto.

¿Quiénes representan más claramente ese “gasto” en Chubut? Para las personas despedidas de Agricultura Familiar, no son sólo ellas y los productores y productoras, sino especialmente los trabajadores y trabajadoras rurales de la meseta central, territorio ancestral mapuche tehuelche, de horizontes amplios y secos, donde se encuentra emplazado el Proyecto Navidad de Panamerican Silver. Uno de los ejes de las capacitaciones que recibieron en 2015, cuenta Ruth, fue el asistencialismo. “Ahí ya te das una idea de cuál es su perspectiva. La meseta está ‘asistencializada’. Ellos serían felices si sacaran a toda la gente de la meseta y la trajeran para acá, a un cinturón de pobreza de sirvientas y cortadores de pasto”, dice con ironía.

Cinco años más y me jubilaba. Me cortaron toda la posibilidad, todos los años que yo trabajé quedan ahí

Como sucede en otras aglomeraciones urbanas, en la periferia de Trelew, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia vive una gran cantidad de personas que ha sido expulsada del campo, incluso despojada de su tierra. Son hombres y mujeres, muchos y muchas de origen mapuche tehuelche, que migran en busca de mejor trabajo, educación y salud, que pasan de ser trabajadores rurales a ser trabajadores urbanos. Teniendo en cuenta esa migración y las políticas públicas necesarias para acompañarla, el ajuste de Nación parece imitar procesos menemistas. No sólo se trata de un “gasto”, sino de quién lo hace. Se podría pensar que para cumplir con metas financieras del FMI, se cambia el recorrido del dinero: rompe Nación, paga provincia. En este caso, una provincia endeudada en dólares, con tasas de desempleo de las más altas del país y la necesidad periódica de refinanciar su deuda con el Estado nacional.

Así, volvemos a la pregunta inicial: ¿por qué dice Ruth que “la gente en el territorio es un bastión de soberanía”? Lo que caracteriza a la agricultura familiar es una estrecha relación entre el trabajo y la tierra, con límites difusos entre la producción y la reproducción de la vida, cosa que rara vez produce regalías. En 2018, ya no se rompen esas relaciones con la llegada de Roca y el capitalismo, ya no se despeja el territorio con genocidio modelo siglo XIX. O menos. La sutilidad posmoderna parece recortar presupuesto sobre el territorio en disputa y, en el caso de Chubut, fomentar la minería metalífera, en favor de empresas transnacionales, aún cuando está prohibida por ley gracias al No a la Mina de 2003.

“La meseta, si no fuera por la minería, no sé si les interesa. ¿Qué hace la gente ahí, criando 60 chivos, 20 ovejas?”, pregunta Ruth. Y también responde: “La gente vive ahí porque es su identidad ese territorio, son pueblos de ese territorio. No hay nada que construya más dignidad y que construya nacionalidad -no desde la mirada del ciudadano y la ciudadana, sino desde el concepto de Nación-, que la gente ocupando el territorio. No hay otra”.

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/42307-detras-de-los-despidos-en-agroindustria-el-extractivismo-minero

Colombia

‘A los líderes sociales no los han matado tanto por minería o coca como por tierras’

El asesinato de líderes sociales es una constante en los medios de comunicación, pero como dice Juan Fernando Vargas, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, la información sobre esas muertes se da sobre todo a partir de la narración de casos aislados, y son pocos los estudios sistemáticos y rigurosos para entender el alcance y las razones de lo que está pasando.

Vargas, con otro grupo de profesores de esa facultad, estudiaron la situación desde enero de 2011 hasta diciembre de 2017. Según los autores, es improbable que sus conclusiones se modifiquen si el estudio se actualiza hasta el 2018. Su artículo “Killing social leaders for territorial control: the unintended consequences of peace”, que revisó los datos de asesinatos de líderes sociales entre 2011 y 2017, permite entender cuándo aumentaron, dónde han ocurrido, por qué razones y quiénes están detrás.

A partir de la lectura del documento y de la conversación con Vargas, que asegura que sus hallazgos siguen vigentes hoy, La Silla Académica presenta siete conclusiones sobre el asesinato de líderes sociales.

 

1

El asesinato de líderes sociales se disparó cuando las Farc dejaron de disparar

Esos asesinatos se dispararon cuando las Farc decretaron el cese al fuego unilateral y permanente el 20 de diciembre de 2014, y no han dejado de crecer desde entonces.

Que la entonces guerrilla dejara de disparar fue un incentivo suficiente para que esos asesinatos empezaran a crecer, y ni el desarme ni la implementación del Acuerdo de paz cambiaron la velocidad de crecimiento. Por eso, la idea usual de que estos fueron los momentos clave oculta que el problema viene de atrás.

2

Se ha dado en lugares donde estaban las Farc y en la cercanía de otros grupos ilegales

A los líderes sociales los han matado en mayor proporción en los lugares en los que estaban las Farc antes del cese al fuego y, que además son cercanos a lugares con presencia de otros grupos armados. La presencia de las Farc se entiende como los municipios en los que había realizado, al menos, una acción armada entre 2011 y 2014.

La hipótesis para explicarlo es que con el cese al fuego las Farc enviaron la señal de que eventualmente dejarían las armas, lo que otros grupos armados -como las bandas criminales de origen paramilitar y el ELN- vieron como una oportunidad para adueñarse de esos territorios.

Y una estrategia para hacerlo fue asesinar sistemáticamente a civiles, especialmente, líderes.

3

Y bajó donde había otros grupos y no Farc

El asesinato de líderes sociales disminuyó, en cambio, en los lugares donde sólo había presencia de ELN y/o bandas criminales pero no de las Farc. El estudio muestra que en esos municipios cayó la tasa de homicidios de líderes después del cese al fuego en un 0.06 por cada 100 mil habitantes (relativo a la población municipal promedio de estos municipios), sugiriendo que estos grupos sustituyeron su actividad violenta hacia lugares donde estaban las Farc.

Esto es equivalente a poco más de la mitad del aumento observado en lugares con presencia de las FARC, equivalente a 0.11 líderes asesinados por cada 100 mil habitantes después del cese al fuego.

La hipótesis es que esos grupos tienen una capacidad bélica limitada, y privilegiaron adueñarse los territorios que dejaban las Farc, disminuyendo su capacidad de asesinar líderes en otras zonas.

Sin embargo, el estudio no tiene en cuenta lo que hayan hecho las disidencias de las Farc, por ser un actor nuevo del que no había información suficiente y sistemática.

4

Aumentó desproporcionadamente donde la justicia es más cuestionada

Donde más han asesinado líderes son los lugares en los que, proporcionalmente, la justicia es más cuestionada, es decir donde hay más investigaciones disciplinarias contra jueces, comparados con otros funcionarios públicos ante la Procuraduría (en la gráfica, aparece en verde el promedio de homicidios de líderes en los municipios de mayor cuestionamiento judicial en los que había presencia de las Farc y estaban en la cercanía de otros grupos armados).

La hipótesis de los investigadores, es que en esos lugares las personas tienen menos incentivos para denunciar delitos..

5

No los han matado tanto por minería o coca como por tierras

En los sitios en los que estaba las Farc y son cercanos a la presencia de otros grupos armados, y además hay solicitudes de restitución de tierras, hay en promedio más líderes asesinados que en los que no hay solicitudes.

En contraste, no hay diferencias importantes en donde hay o puede haber minería (municipios con minería legal o ilegal, o donde hay títulos mineros) o coca (municipios aptos para su cultivo, tuvieran o no coca en esos años).

6

Donde hay solicitudes de restitución de tierras las bandas criminales son los principales asesinos

En los sitios donde hay solicitudes de restitución de tierras los principales asesinos son las bandas criminales de origen paramilitar, y no el ELN.

Vargas explica que en los lugares donde estaba las Farc, en los que hay solicitudes de restitución de tierras, y son vecinos a lugares con presencia de bandas criminales, a partir del cese al fuego la tasa de homicidios de líderes respecto de la población municipal aumentó en 0.32 por 100 mil habitantes. Esto es el triple del aumento promedio encontrado por los autores del trabajo en los municipios que tenían presencia de las Farc y estaban expuestos a otros grupos armados.

Su hipótesis es que en esos lugares dichas bandas están al servicio de élites locales que tienen intereses de concentración de tierra.

7

Los líderes comunales son las principales víctimas

Han asesinado más líderes comunales que otro tipo de líderes, como afros, indígenas o de otras organizaciones, como líderes sindicales o ambientalistas.

 

La hipótesis del estudio es que tras el vacío de autoridad dejado por las Farc y el abandono histórico del Estado, los líderes comunales adquirieron mayor visibilidad pues son quienes gestionan las demandas de la gente en los territorios, lideran la resistencia civil y posibilitan la acción colectiva.

Eso es, justamente, lo que encontró La Silla Vacía en la investigación sobre el asesinato de líderes publicada en agosto.

Fuente:https://lasillavacia.com/silla-academica/universidad-del-rosario/los-lideres-sociales-no-los-han-matado-tanto-por-mineria-o