En los años ’80, Manuel ingresó como empleado en el yacimiento de uranio al pie del macizo de Los Gigantes, cerca de Carlos Paz. Era la época de oro de la planta que llegó a tener 120 empleados, y que dejó de funcionar en 1989, con fuertes sospechas de contaminación de la cuenca del río San Antonio, uno de los principales afluentes del lago San Roque.
Manuel se presentó en la mina de uranio para trabajar como chofer, pero como el puesto ya había sido cubierto, le realizaron una prueba de mecánica y electricidad. “Me mandaron a unas cámaras frigoríficas, a hacer la instalación”, recuerda. Ese fue el pasaporte al yacimiento, donde trabajó durante tres años y medio.
Entre otras cosas, Manuel fue el encargado del cableado y del montaje de la planta. Por eso la conoce como la palma de su mano.



Después que la norteamericana South American Placer Inc. (SAPI) y la Comsur dejaran Teoponte en medio de montañas de piedra y aguas turbias, allá por la década del 70 y 80, esta población vuelve a sufrir una masiva destrucción ecológica, esta vez en manos de cooperativistas auríferos, que no dudan en “devorar” cerros enteros y perforar el área urbana, en busca del metal precioso.
La minera Infinito Gold que pretendía explotar oro en Crucitas, al norte de Costa Rica, se declaró en quiebra y no pagará los daños ambientales. Se trata de una maniobra contable y legal que el sector minero realiza con frecuencia para diluir sus responsabilidades sociales, económicas, fiscales y económicas.
Su nuevo director ejecutivo en Chile, René Muga, aclaró que obedece a una decisión corporativa a nivel internacional de reducir los costos, plan que incluye la suspensión de Pascua Lama teniendo en cuenta que por año gasta US$ 200 millones en mantener las instalaciones y cumplir con las exigencias de la Resolución de Calificación Ambiental(RCA). El proyecto -ubicado en las altas cumbres de los Andes entre Chile y Argentina- está paralizado desde 2013 por las autoridades chilenas y el rechazo social.
El Comité de Integración del Macizo Colombiano CIMA alerta sobre la grave situación de derechos humanos y de vulnerabilidad en la que se encuentran líderes sociales y ambientalistas en la región sur del departamento del Cauca y norte de Nariño, a causa de su trabajo por la defensa del territorio y el impulso de acciones de protección contra los estragos ambientales y sociales del desarrollo de la minería criminal y trasnacional en la región. Situación que se agrava con recientes amenazas y el homicidio del líder FABIO HERNÁN TORRES CABRERA ocurrido en el corregimiento de Santa Marta, municipio de San Lorenzo – Nariño.
El 1 de Agosto de 2015 la organización Bios Iguana, A.C., miembro de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), envía una petición de denuncia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por la violación a los derechos humanos de las y los defensores del ambiente y los recursos naturales miembros de la organización Bios Iguana, A.C., así como los actuales integrantes del Consejo Indígena por la Defensa de Territorio de Zacualpan, en Colima, México. La petición ha sido presentada con el auxilio de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos de Guatemala (UDEFEGUA).
El número de habitantes del río Sonora afectados en su salud por el derrame tóxico de la minera Grupo México continúa en franco incremento, reconoció la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, que ha documentado la existencia de 360 pacientes con padecimientos relacionados a la contaminación.
Vecinos de la comunidad de Nonoalco, municipio de Xochicoatlán, paralizaron las actividades de la minera Autlán, perteneciente al Grupo Ferro-Minero (GFM) SA de CV, en protesta por la contaminación del río Nonoalco, daños a la salud de sus habitantes y por 15 despidos injustificados en el año.
El 22 de julio la Junta Comunal de la Comunidad Nativa Awajún de Supayaku presentó ante la Fiscalía de Prevención del delito de San Ignacio (Cajamarca), una denuncia cuyo contenido versa sobre hechos que Fedepaz viene alertando desde hace varios meses, como el que algunas personas vinculadas a la dirigencia de la Comunidad Nativa Awajún de Naranjos han venido lanzando amenazas de ataque a los miembros de la Comunidad de Supayaku, en tanto ésta no está de acuerdo con las actividades de exploración minera que la empresa Exploraciones Águila Dorada SAC ha venido realizando en la Comunidad de Naranjos, que ya han afectado el agua, la tierra y su hábitat.
Del año 2000 al 2010 se produjeron 420 toneladas de oro, cuando en tres siglos de Colonia sólo se produjeron 190 toneladas. Es decir en 10 años se produjo más del doble del oro que se produjo en más de tres siglos de la Colonia.