Un encuentro de mujeres amazónicas y andinas tuvo como sede la comunidad de Estación de Cumbe.
Sobre el piso cubierto de esteras, las polleras coloridas, los anacos, las faldas y más prendas de la vestimenta tradicional de las diferentes culturas de las nacionalidades indígenas, filiales de la Ecuarunari, se fundieron en el cuarto de una casa de campo, para darle un ambiente más cálido, en la fría hoyada de la Estación de Cumbe.
Eran unas 50 personas, de ellas, sólo seis hombres, entre ellos el presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez. Así se instaló, ayer, el Encuentro de Mujeres Andino-Amazónicas, en el que se intercambiaron reconocimientos por la lucha en defensa del agua y la naturaleza y en los temas Quimsacocha y el Yasuní, principalmente.