
Desde hace meses el tema de la “minería” está en la tapa de los diarios. Sin embargo, no es nuevo. Es algo de lo que se está hablando desde hace más de quince años en la provincia, pero de manera intermitente: en los años electorales, queda silenciado y, en los años no electorales, es impulsado vehementemente por diferentes actores políticos y empresariales. Muchos políticos en campaña no hablan de “minería”, porque no quieren comprometerse por temor a perder votos. Se hacen los distraídos. Transcurridas las elecciones, se sienten con la libertad para levantar el estandarte minero. Alguien dirá que, en realidad, “se sacan la máscara”, puede ser.
Lamentablemente, esta artimaña de la clase política no contribuye a que el tema tenga el debido tratamiento en la sociedad.
Sería diferente si los políticos transparentaran su posición y dijeran en la campaña: “yo estoy a favor de la megaminería” o “estoy en contra”. Así, los electores tendrían más elementos para decidir si los apoyan o no. Como esto no es lo que ocurre, los ciudadanos tienen el derecho de sentirse burlados en su buena fe.
La foto de Muñiz
La sesión legislativa del 25 ...