Hace más un mes que lo anunció el Gobierno de Castilla-La Mancha pero hoy ya se ha hecho oficial. La Dirección General de Industria, Energía y Minería ha oficializado la denegación del polémico proyecto de minería de tierras raras solicitado por la empresa Quantum Minería en el Campo de Montiel (Ciudad Real) a través de un anuncio publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM). Este ‘carpetazo’ se produce tras la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa que elaboró la Consejería de Medio Ambiente y que ya detalló el consejero del ramo. Francisco Martínez Arroyo.
Según indica este anuncio, la Consejería de Economía, Empresas y Empleo ha denegado las concesiones de explotación derivadas de permisos de investigación -Matamulas-F1, Rematamulas-Fracción 1ª y Rematamulas-Fracción 2ª- en los términos municipales de Torrenueva y Torre de Juan Abad, en la comarca del Campo de Montiel, por la inviabilidad ambiental de los mencionados proyectos.
En este sentido, alude a la declaración de impacto ambiental (DIA) negativa anunciada el pasado 31 de octubre, la cual rechaza el proyecto de minería propuesto por Quantum por el «ataque a la biodiversidad» que podría suponer, teniendo en cuenta que se pretendía desarrollar en un corredor ecológico entre dos superficies donde habitan especies como águila imperial, sisón y milano, además de ser zona de paso de lince.
Fue el pasado 31 de octubre cuando el Consejo de Gobierno puso punto final al proyecto de extracción minera de tierras raras. Fue la defensa de la biodiversidad y el agua las claves que acabaron con este proyecto, tal y como le habían reclamado al Ejecutivo regional los colectivos ecologistas, sociales y ciudadanos agrupados en la Plataforma Sí a la Tierra Viva, muy beligerante contra el proyecto desde que se concedieron los primeros permisos de explotación.
El «fin del proceso»
“Esto pone fin al proceso”, repitió en varias ocasiones el consejero. Precisó que este tipo de minería, que extrae (entre otros elementos químicos) monacita para la fabricación de nuevas tecnologías, quería ejecutarse en un corredor ecológico que abarca dos superficies muy importantes de zona protegida de aves esteparias. Este área es también zona de paso del lince ibérico -en peligro de extinción-, del sisón, del milano real y del águila imperial, todas ellas incluidas en el catálogo de especies amenazadas. Es decir, con ello la Junta esgrimió los argumentos con los que ya advirtió a Quantum de la inviabilidad ambiental de su proyecto en anteriores informes. “Nuestra obligación preservar estas especies y hacer compatible esta defensa del medio ambiente con la actividad económica, y en este caso no era compatible», recalcó Martínez Arroyo.
El agua ha sido el segundo factor determinante. La DIA argumenta que el proyecto no garantiza la disponibilidad de este recurso, que se utiliza para la transformación de los elementos mineros extraídos. En su último documento, Quantum llegó a reducir las necesidades de agua hasta en un 72%, y propuso alternativas como el transporte hacia la planta en camiones cisterna o incluso extraer el agua de una capa más profunda del Acuífero. Pero, de cualquier forma la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) consideró que ninguna propuesta era adecuada ni “justificada”.
Con la publicación de hoy, pasa a la historia uno de los proyectos que más contestación ciudadana ha tenido en la presente legislatura. Varias manifestaciones en la comarca, actos ciudadanos en Toledo y resoluciones en las Cortes regionales han pedido durante dos años que la minería de tierras raras llegara a su fin.
Fuente:http://www.eldiario.es/clm/oficial-publicado-carpetazo-Campo-Montiel_0_715328622.html




Exigen política de salud especializada y se comprometen a realizar vigilancia ambiental
El hundimiento de la consulta popular daría vía libre a la extracción de oro a cielo abierto.
Tarso, Betulia y Concordia, municipios del suroeste, prohibieron la explotación de este mineral en sus territorios a través de mecanismos legales.
En el cotidiano devenir de nuestros días, como zacatecanos/as predomina en nosotros/as un orgullo plausible emanado de la actividad minera, se ha generalizado la acepción hacia la misma como una idea-fuerza, incluso de quienes no son mineros/as. Orgullo histórico-nostálgico, expresado en el canto de sirenas que representa ser el principal productor de plata a nivel mundial, discursos arraigados y reproducidos con un sentido utilitarista de fondo, el cual, no logramos descifrar en lo común. Desigualdades complejas giran alrededor de este nudo, despojos y saqueos de años atrás y presentes a la par del blasfemo discurso gubernamental del progreso y desarrollo, modernidad marchita la que nos acoge, promesas y una multiplicidad de problemáticas en lo concreto que abarcan lo económico, social y sobre todo, lo ambiental.
El kircherismo vetó dos leyes en doce años. Una fue la ley de glaciares. En los fundamentos de ese veto se ufanó de ser un gobierno comprometido con la protección ambiental. Párrafos después describió que «la prohibición de la explotación minera sobre ámbitos periglaciares de hielos saturados daría preeminencia a los aspectos ambientales por sobre las actividades extractivas». El medio ambiente se había convertido en una especie de escollo para la explotación de los recursos naturales.
El
Federico Guzmán López, investigador de la Unidad Académica de Estudios Críticos del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), advirtió que los megaproyectos mineros y otras actividades extractivas vulneran el derecho al agua de casi 12 millones de mexicanos.
Luego de que la sala plena de la Corte Constitucional decidiera dejar en firme la suspensión de las obras de la multinacional El Cerrejón sobre el arroyo Bruno, las comunidades de la Guajira aseguraron que harán respetar ese fallo teniendo en cuenta que el desvío del río, atenta contra el derecho al agua.
Los vecinos portan pancartas con mensajes como: “Casillas, presente en la resistencia por la defensa del territorio” y “Sí a la vida, no a la minería, pueblo Xinka”.