Desde que el precio del cobre superó los 3 dólares la libra se reactivaron los proyectos de inversión minera en Chile, lo que ha sido celebrado por diversos medios como un gran beneficio para el país. Documentando la reactivación de la inversión minera el año 2017, Cochilco publicó un informe titulado precisamente así, “Inversión Minera en Chile”, en el que celebra que la inversión minera proyectada para el período 2017-2026 alcance un monto de US$ 64.856 millones.
Sin embargo, el Anuario de Cochilco 2016, al reportar la tributación de las 10 mayores mineras privadas, nos informa que para el ejercicio 2016 ella alcanzó la ridícula suma de US$ 17,6 millones. En el mismo ejercicio, el mismo cuadro informa que la tributación de Codelco alcanzó a US$ 950,8 millones, mientras que Enami tributó US$ 8,8 millones.
Esto quiere decir que Codelco tributó 520,4 dólares por tonelada de cobre producida, Enami 60,90 dólares, y las grandes mineras extranjeras apenas 4,60 dólares por tonelada de cobre que se llevaron de nuestro país. Esa es la diferencia entre la producción estatal y la producción privada de nuestro mineral.
Esa es la inversión extranjera en el país que celebra El Mercurio, Cochilco, el gobierno, el Consejo Minero, la Sonami, y todos aquellos que rajan vestiduras en favor de la inversión extranjera. Por ignorancia los más, y por jugosas “coimisiones” los menos, gracias a boletas de honorarios por servicios no prestados como quedó en evidencia en los juicios Penta y SQM.
La inversión extranjera en la minería, se mire como se mire, es funesta, infamante, escandalosa, inicua, vil…
Además, sigue siendo absolutamente innecesaria. Chile, después de la nacionalización del cobre, nunca necesitó de inversión extranjera para desarrollar su minería. Codelco, entre 1973 y 1989, aumentó su producción desde 615 mil toneladas a 1 millón 243 mil toneladas, doblando su capacidad productiva.
Si agregamos las 50 mil toneladas de aumento de la producción de Enami, el Estado chileno financió el aumento de la producción mundial de cobre en 678 mil toneladas. Todo el resto de empresas mineras del mundo, en el mismo período de tiempo, aumentó la producción en solo 599 mil toneladas,
En el periodo 1973 y 1989 el Estado de Chile –Codelco y Enami– pudo financiar más de la mitad del crecimiento mundial de la producción de cobre. Esa es la prueba más contundente que Chile no necesitaba de ninguna manera la inversión extranjera para desarrollar su minería.
No hubo en los años ochenta del siglo pasado, ni en los años noventa, ni en este siglo, ninguna justificación económica para la inversión extranjera en nuestra minería. El Estado chileno podía financiar con sus propios medios, de manera planificada y progresiva, el desarrollo de la minería en modo tal de no generar sobreoferta, manteniendo un justo precio del cobre y del molibdeno.
La inversión extranjera que se expandió de manera considerable y catastrófica para la economía chilena a partir de 1990, no es el fruto de la conversión ideológica de los dirigentes de la Concertación, que la facilitaron, sino a la corrupción. Los juicios Penta, SQM y Sernapesca lo acreditan, al tiempo que esos casos no son sino la punta del iceberg de la gran corrupción que se paga desde y hacia cuentas secretas en paraísos fiscales de las Islas del Caribe.
Algunos interesados expertos, defendiendo el “aporte” de la minería extranjera, dicen que ha generado una considerable expansión del empleo en la minería. Sin embargo eso no es sino un espejismo típico del desierto: la realidad es muy diferente.
Según las cifras de los Anuarios de Cochilco, en 1990 el personal ocupado en la minería del cobre era de 46.248 personas. De las cuales 20.484 trabajaban en la mediana y pequeña minería, o sea el 45% del total. Diez años después, el año 2000, el empleo en la minería del cobre era de 33.637 trabajadores, del cual solo 5.036 en la mediana y pequeña minería: 15.448 trabajadores menos que en el año 1990.
El empleo en la gran minería, incluyendo a Codelco, pasó de 25.674 personas en 1990, a 28.601 el año 2000, con un aumento de solo 3.073 trabajadores. Sin embargo, la producción de cobre de la gran minería pasó de 0,13 millones de toneladas a 2,7 millones de toneladas. Hablando de productividad…
En la pequeña y mediana minería el empleo bajó en 15.448 trabajadores entre 1990 y el año 2000, por efecto de la catastrófica caída del precio del cobre provocada por el colosal aumento de la producción de cobre en Chile por la gran minería extranjera.
En suma, entre 1990 y el año 2000, época del auge de la inversión extranjera en la minería, se produjo en Chile un colosal aumento de la producción de cobre por las transnacionales mineras, pero el empleo, en vez de aumentar disminuyó en cerca de 13 mil trabajadores, según las estadísticas de Cochilco.
Ello fue el producto de la eliminación de empleo en la pequeña y mediana minería, como consecuencia del desplome del precio del cobre que pasó de 1,50 dólares en 1990 a solo 0,70 dólares el año 2000. Caída del precio ocasionada por la colosal sobreproducción de cobre de las empresas extranjeras.
La gran minería, que exporta esencialmente concentrados, sin fundir ni refinar el cobre en Chile, genera poco empleo: el proceso productivo es altamente automatizado y algunos procesos han sido robotizados.
Informes del SII prueban que, hasta el año 2004, solo Minera Escondida pagó impuestos de Primera Categoría –US$ 490 millones–, pero el resto de las mineras extranjeras, entre las cuales Los Pelambres, no pagaron un solo peso de impuesto a la renta. Varias de ellas no pagaron ningún impuesto hasta el año 2006.
Con el aumento del precio del cobre, en el periodo 2006-2016, el Impuesto de Primera Categoría pagado por las 10 principales mineras rondó los US$ 18.000 millones. En ese mismo periodo de tiempo, Codelco, que produce menos de la mitad de las mineras extranjeras, aportó excedentes al Estado del orden de US$ 52.000 millones.
Lo que precede pone en evidencia lo nefasto e innecesario de la inversión extranjera en la minería. Por el contrario, la Nacionalización de la Gran Minería del Cobre le ha aportado al país más de US$ 120.000 millones. Es una de las razones por las que la Nacionalización es el mayor éxito económico de la toda la historia de Chile.
Este 11 de julio celebraremos el 47 Aniversario de la Nacionalización del Cobre, el Día de la Dignidad Nacional.
En el marco del Día Estatal de Rebeldía contra la Minería se realizará el “Encuentro de los Valles Centrales: Aquí decimos sí a la vida, no a la Minería”, con el fin de enfrentar las afectaciones, debido a que 70% de su territorio, es decir, 130 mil hectáreas, ha sido concesionado a la empresa canadiense Fortuna Silver.
Así lo dio a conocer el representante del colectivo oaxaqueño en defensa de los territorios, Neftalí Reyes Méndez, quien agregó que en este encuentro -a realizarse el domingo 22 en el municipio de San Antonino Castillo Velasco- participarán alrededor de 30 comunidades de los distritos de Tlacolula, Ejutla y Ocotlán.
Luego explicó que el objetivo de este encuentro es compartir y diseñar estrategias para enfrentar las afectaciones ambientales, sociales y culturales producidas por las concesiones y proyectos mineros en los territorios de Oaxaca, ya que se pretende establecer un “corredor minero” que abarcaría de Tlacolula a Ejutla.
Afortunadamente, dijo, ya son varias las comunidades que han decidido sumarse a este tipo de resistencias, al enterarse de que sus territorios han sido concesionados sin ser consultadas, y sobre todo debido a los graves impactos ambientales que la minería está provocando en San José del Progreso, San Pedro Totolapan y Magdalena Teitipac.
Reyes Méndez explicó que, el 22 de julio de 2015, se estableció el Día Estatal de Rebeldía contra la Minería, por lo que decidieron realizar ese encuentro para diseñar estrategias de resistencia.
Hizo hincapié en que, de 130 mil hectáreas concesionadas a Fortuna Silver, 80 mil corresponden a Ocotlán y Ejutla, y el resto, unas 50 mil, a San Juan Chilateca y San Antonino Castillo Velasco.
Al encuentro convocan las autoridades de San Antonino Castillo Velasco, la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y la Defensa del Agua (Copuda), el Frente de Autoridades Municipales y Agrarias (FAMA) y el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios.
Siete años han pasado desde la aprobación de la histórica Ley de Consulta Previa de los Pueblos Indígenas u Originarios. Como se recuerda, dicha Ley fue producto de la lucha indígena por el cumplimiento efectivo de este derecho, que seguía siendo ignorado por los sucesivos gobiernos pese a que se encuentra reconocido en el país desde que el Perú ratificó el Convenio 169 de la OIT en 1994.
¿Qué se ha avanzado en estos años? ¿Esta Ley, pionera en el mundo, ha logrado garantizar realmente el cumplimiento efectivo del derecho de consulta a los pueblos indígenas? Un reciente informe de CooperAcción y Oxfam muestra que no, pues en la mayoría de casos la consulta ha sido reducida a un mero trámite adicional, y en el caso de las actividades extractivas se someten a consulta decisiones administrativas menores en las etapas finales del proceso, cuando casi no queda nada sustantivo por decidir.
La investigación, realizada por Ana Leyva –directora de CooperAcción- analiza 38 procesos de consulta realizados en sectores como Energía y Minas, Transporte y Comunicaciones, Ambiente, Educación, Salud y Agricultura.
El grueso de las consultas realizadas (25 de ellas) tiene que ver con proyectos extractivos, de los cuales 13 han estado referidos a hidrocarburos y 12 a minería. Un primer problema identificado tiene que ver con la decisión sobre qué se consulta. “La realización de un proyecto extractivo implica una cadena numerosa de decisiones que se realiza en etapas. Entre tales decisiones, el Minem ha definido qué se consulta y qué no, sin haber solicitado para ello la opinión de los pueblos indígenas”, señala el informe.
Además, señala que “el mayor problema ha sido la asimetría de los actores, lo que dificulta la participación y está relacionado con temas logísticos, falta de información o de asesoría”, entre otros elementos.
La investigación también muestra las deficiencias en la información previa provista por el Estado, así como en los plazos y tiempos para el cumplimiento de las diversas etapas de información, evaluación interna y diálogo intercultural.
Por otro lado, dadas todas estas deficiencias, los acuerdos alcanzados al finalizar el proceso son, en la mayoría de casos, de tipo general y se refieren a obligaciones que ya tiene el Estado al margen del proceso de consulta. Por ejemplo, algunos de los acuerdos son que “se respete el medio ambiente”, “que la empresa cumpla con sus compromisos”, “que el Estado cumpla con fiscalizar”, entre otros. “Creemos que la consulta previa en minería, tal como ha sido diseñada, conduce inexorablemente a este resultado”, concluye la investigación.
Entre sus recomendaciones, se plantea que las medidas a ser consultada deben ser definidas en diálogo con los pueblos indígenas, se proponen cambios en la metodología y la necesidad de garantizar asesoría técnica para las etapas informativas, de evaluación interna y de diálogo, entre otros planteamientos. Ello debería llevar a modificar las normas reglamentarias emitidas por el Gobierno que regulan la consulta previa, especialmente en actividades extractivas.
Este viernes comienza la octava edición de la Ecomarcha, la ruta ciclista en defensa del medio ambiente, que este año realizará los 500 kilómetros entre Madrid y Ciudad Rodrigo y se centrará en la denuncia de los proyectos mineros.
Una de las citas clave del ecologismo estival ya está aquí. Este 13 de julio comienza la octava edición de la Ecomarcha, la ruta ciclista que cada verano reúne a decenas de activistas para pasar dos semanas en bicicleta combinando deporte y defensa del medio ambiente, mediante la visita a espacios con interés natural y donde se están llevan luchas sociales y en defensa del territorio
En esta ocasión Ecologistas en Acción, la federación de colectivos encargada de organizar la inciativa, ha puesto el foco sobre los proyectos mineros como tema central de la ruta “debido a la ola de minería especulativa que se está produciendo en todo el Estado”, señala Félix Jiménez, coordinador de la Ecomarcha.
Antes y después
Entre el 14 y el 29 de julio, el pelotón de 120 ciclistas recorrerá los 500 kilómetros que hay entre Madrid y Ciudad Rodrigo (Salamanca). “Buscábamos una zona donde hubiese proyectos cercanos que se pudiesen visitar en bicicleta, y en Ávila hay tres proyectos de minería especulativa —en las sierras de Ávila y Yemas, y en el valle del Corneja— y en Salamanca están las minas de Uranio de Retortillo”, explica Jiménez. Respecto al inicio en Madrid el coordinador expone que se eligió “porque es un punto bien comunicado y en el sureste de Madrid hay muchas explotaciones a cielo abierto donde ya se ha producido el destrozo”.
La zona de las vegas de los ríos Jarama, Manzanares y Tajuña, área histórica de minería de areniscas, gravas y yesos, servirá así de ejemplo sobre lo que puede pasar en zonas de Castilla y León amenazadas por proyectos mineros. De hecho, la Ecomarcha tiene como lema ‘Sí a la vida, no a la mina’ y en su manifiesto remarcan que en esta comunidad autónoma “el desarrollo de proyectos mineros se ve favorecido por la despoblación y por los intereses de un Gobierno autonómico dirigido por un partido político que lleva más de treinta años en el poder”. El colectivo pone como ejemplo de ello la aprobación el año pasado por parte de la Junta de Castilla y León de una Estrategia de Recursos Minerales que promueve el desarrollo de la minería en la región.
Del Manzanares a Gredos, del AVE a las macrogranjas
La ruta ciclista, sin embargo, no se limitará a denunciar los problemas de los proyectos mineros. “Empezamos mañana viernes apoyando las reivindicaciones del área de Aguas de Ecologistas de que no se rompa el trabajo que se ha hecho con la renaturalización del río Manzanares”. Lo harán a las 18.30 horas en la pasarela sur del puente de la Princesa, en Madrid Río, donde hay programada una concentración de protesta contra el fin de la renaturalización en 1,6 kilómetros de río para establecer un canal de remo en su tramo urbano.
No será el único acto del primer día sobre ruedas y pedales: a las 19.30 la comitiva se dirigirá a plaza elíptica para comenzar una manifestación contra la contaminación y por la calidad del aire en la ciudad. “Será entre plaza Elíptica y las Escuelas Aguirre, donde están las estaciones de medición de contaminación que dan los picos más altos de polución, y terminaremos en la Puerta del Sol, lugar simbólico de las luchas en Madrid”, completa Jiménez.
En el sureste madrileño también visitarán la fábrica Cementos Portlando Valderribas, en Morata de Tajuña, para denunciar la contaminación que produce, y la asociación Garaldea, un proyecto autogestionado para la atención a personas en situación de riesgo de exclusión. Más tarde, se dirigirán al noroeste para cruzar el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, cuyo Plan Rector de Uso y Gestión está en proceso de tramitación y donde la federación ecologista reivindica “una legislación coherente con lo que debería ser un parque nacional”.
Ya en Segovia la Ecomarcha denunciará “lo costoso y lo poco accesible del AVE, reivindicando el uso del tren regional, además de poder meter más bicis en el tren”, expone el coordinador.
Por último, Jiménez relata que en Ávila y Salamanca, además de los proyectos mineros, el pelotón ciclista denunciará “los proyectos de macroinfraestructuras turísticas que la Junta quiere hacer en Gredos, las macrogranjas de Salamanca o la necesidad de una red de carriles bici en Ávila”, además de abogar por “la convivencia en el mundo rural con las especies autóctonas y con el lobo”.
Pese a que el pasado 29 de mayo, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ordenó el cierre definitivo del Tajo y Botadero “Jessica” de la unidad Minera Arasi, ubicada en el distrito de Ocuviri (Lampa) por la contaminación ocasionada en la cuenca Llallimayo, la empresa Aruntani SAC estaría operando con normalidad, así lo dio a conocer el alcalde de la Municipalidad Distrital de Ocuviri, Cosme Cari Huaynacho.
El alcalde Cari sostuvo que “las autoridades no se pronuncian, a pesar que los pobladores han estado a la espera de que esta empresa ya no opere pero continua haciéndolo hasta la fecha”, dijo. Frente a esta situación los pobladores de Ocuviri iniciaron una huelga indefinida el lunes 9 de julio bloqueando la carretera que une Puno y Cusco (sector de Vilapata distrito de Ayaviri -Melgar), y exigiendo a Aruntani SAC la recuperación inmediata de la calidad de agua de los ríos contaminados por esta misma y su cierre definitivo.
En comunicación con Noticias SER, uno de los pobladores declaro que la empresa no muestra interés en dialogar con la población para iniciar el proceso de remediación de la calidad del agua, “estamos a la espera de una comisión de Alto Nivel de la Presidencia de Consejos de Ministros para solucionar la contaminación de las cuencas de Jatun Ayllu, Llallimayo, Ayaviri y Chacapalca”, asimismo añadió que no levantaran la medida de lucha hasta que los ministros, representantes del OEFA y la ANA, y la empresa minera se presenten a dialogar, “vamos hacer respetar nuestros derechos, no es un favor que le pedimos a las autoridades es su deber”, puntualizó.
Autor: REd.Muqui.org Conflicto Relacionado: Río Blanco
Mediante un pronunciamiento difundido por las rondas campesinas de Huancabamba y Segunda y Cajas; se da a conocer la situación de las comunidades y su postura con respeto al Proyecto Minero Río Blanco en Piura.
PRONUNCIAMIENTO
A las autoridades del gobierno Central, regional de Piura, provincial de Huancabamba y distrital de Carmen de la Frontera, a las instituciones públicas que resguardan la protección de los derechos de las comunidades originarias y ancestrales del Perú; así como a los medios de comunicación regional de Piura y nacional radial, televisiva y de prensa escrita.
A todos ellos, las organizaciones de base de las comunidades y rondas campesinas de la provincia de Huancabamba, nos dirigimos para expresar que en asamblea de autoridades comunales y ronderiles, el domingo 8 de julio de 2018 en la casa de las Rondas Campesinas de Huancabamba, acordamos expresar lo siguiente:
1. Las comunidades y rondas campesinas de Segunda y Cajas (Huancabamba) y Yanta (Ayabaca) se reafirman en lo expresado en la Consulta Vecinal del 2007 y en las distintas manifestaciones públicas y pacíficas realizadas desde entonces, en rechazo rotundo a la actividad minera y en favor de un tipo de desarrollo basado en la actividad agrícola, ganadera y de turismo sostenible.
2. Rechazamos las estrategias que la empresa minera Río Blanco Copper viene empleando para conseguir licencia social, que claramente ha sido negada por nuestras comunidades. Entre ellas tenemos la conformación de organizaciones con supuestos fines de dialogar o proponer proyectos de desarrollo en esta región; la infiltración en nuestras organizaciones para generar conflictos y divisionismo; o la recolección de firmas a cambio de dádivas o dinero a través de sus promotores.
3- Rechazamos que la Universidad Nacional de Piura haya firmado un convenio de cooperación institucional con la empresa minera Río Blanco Copper, con supuestos fines de capacitación juvenil en Ayabaca y Huancabamba, sin tomar en cuenta de que se trata de una empresa cuyo actuar ha dejado un saldo de 10 personas muertas, personas discapacitadas, viudas y huérfanas; y la desconfianza sembrada en nuestras organizaciones a raíz de sus intentos de convencimiento.
4.Rechazamos el actuar clandestino y autoritario que Río Blanco Copper (Ex Majaz) tiene desde sus inicios. Es así como, en relación a su oficina, clausurada por la Municipalidad Provincial de Huancabamba, esta seguiría funcionando de manera clandestina y violando la disposición municipal.
5-Afirmamos que la empresa minera Río Blanco Copper vulnera nuestros derechos fundamentales reconocidos y amparados por la Constitución Política del Perú, en la Ley 24656- Ley General de Comunidades Campesinas, Ley 27908- Ley de Rondas Campesinas, Ley 24657-Ley de Tierra, Ley 29785-Ley de Consulta Previa; así como en otros instrumentos de protección internacional como el Convenio 169 de la OIT, la Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros.
Por ello, en nuestra calidad de guardianes de nuestro ecosistema de páramos y bosques de neblina, seguimos vigilantes y en pie de lucha, exigiendo al Estado Peruano y demás autoridades competentes que cumplan con su rol garante del respeto a nuestros territorios y derechos colectivos, como corresponde a los valores y principios de un Estado democrático y pluricultural. No hacerlo es avalar el proceder ilegal y arbitrario de la empresa minera Río Blanco Copper.
En el marco de la Ley de Páramos que fue aprobada en sesiones extra del Senado el 27 de junio, campesinos del sector del Páramo de Santurbán se reunieron en el municipio de Silos (Norte de Santander) para expresar su inconformidad ante la problemática de la redelimitación del Páramo , y el incumplimiento de la Sentencia T-361 de la Corte Constitucional. Esta sentencia falló en contra de los límites demarcados en el año 2014 ya que el Gobierno desconoció la opinión de la comunidad.
El trazado vigente se oficializó el 19 de diciembre de 2014 mediante la Resolución 2090 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible -Mads- que, además, legalizó a las empresas mineras en la zona y desvirtuó el concepto de Páramo en Santurbán. Incluso la comunidad expresó en varias ocasiones que el Mads incumplió de nuevo , pues no garantizó seis meses después del fallo la participación real de la ciudadanía por medio de la socialización de la reciente delimitación Ronald González, integrante de la veeduría ciudadana ‘Dignidad Minera’ del municipio de Vetas (Norte de Santander) comentó: “Dieron unas fechas y al municipio de Vetas le correspondía la primera reunión el 7 de junio, y la siguiente sería para el día 22. En esas dos reuniones se daría el tema de concertación, pero se aplazaron esas reuniones y no volvimos a saber del Ministerio”.
Dudosa delimitación
Las y los habitantes que vienen luchando desde hace varios años por el Páramo de Santurbán expresan que el Gobierno no tiene en cuenta a las comunidades que viven allí: “El Gobierno por medio del Ministerio de Ambiente hace una delimitación del páramo con unos estudios técnicos muy falibles y poco aptos para nuestra actividad socioeconómica. Nos vemos afectados porque se nos está violando el derecho al trabajo, a un hogar”, argumentó Luis Henry Mantilla, representante de la Comunidad Agrícola de los municipios Silos y Cácota (Norte de Santander).
El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt delimitó que,, el municipio de Vetas está en zona amarilla, pues su casco urbano se encuentra a 3.180 metros sobre el nivel del mar, pero que las entradas al túnel de la mina La Elsy-Trompetero se encuentran a 2.950 y están en franja verde .
Julian Villamizar, integrante de la veeduría del Páramo de Santurbán, manifestó: “Según Humboldt el Páramo de Santurbán es un desierto, más no es así, aquí hay miles y miles de familias que viven de la agricultura y de la ganadería” Además se cuestiona el hecho de que al departamento de Santander del Sur se le haya delimitado sobre los 3.100 metros y a Norte de Santander sobre los 2.800. Fredy Maldonado, presidente de la veeduría ‘Todos Somos Santurbán’ afirmó: “El Gobierno nos ha planteado la delimitación a partir de los 2.800 metros de altura, de ahí en adelante no quieren que nosotros hagamos actividades agrícolas ni ganaderas, y por encima de esa altura es que se encuentra la mayoría de la población campesina. ¿Quizás el Gobierno Nacional quería hacerle un campo a las multinacionales mineras o tal vez petroleras?”.
Soberanía alimentaria
Los campesinos reclaman que son soberanía alimentaria para gran parte del territorio nacional y le exigen al Gobierno tener en cuenta que con la propuesta que será presentada el próximo 7 de agosto, para delimitar en Páramo de Santurbán, despojan propiedades a miles de familias.
Luis González, veedor del municipio de Silos. señaló: “Socioeconómicamente no saben quiénes somos ni dónde estamos. Aquí siempre vienen hablando a favor del Gobierno, del Ministerio, del Humboldt, y la voz de nosotros los campesinos no se tiene en cuenta para nada, somos los marginados del paseo, pero cuando esta ley llegue a cumplirse nos va a tocar ser desplazados”.
Así pues, la comunidad ratifica que la Ley de Páramos no ayuda para resolver sus necesidades sino que por el contrario deja muchas dudas acerca de su futuro socioeconómico. Jairo Maldonado, agricultor del Páramo de Santurbán, expuso: “Yo soy nacido aquí, ya tengo 40 años de estar acá, y mis papás y mis abuelos también vivieron de la agricultura, y es muy triste que nos lleguen a desplazar. Nosotros estamos de acuerdo en cuidar el agua, pero también que nos dejen sembrar nuestros productos como la papa y la cebolla, y que cada uno sea responsable de los nacimientos”.
El Gobierno pretendió dar respuesta a estas problemáticas con la Ley de Páramos, sin embargo, las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible -CAR- no han tardado en expresar su descontento ya que esta Ley destinará desde la capital del país los recursos que hoy llegan directamente a las regiones, sin tener en cuenta las necesidades y evaluaciones que se hacen desde cada contexto en materia ambiental.
Ruta de Acciones
Los campesinos están cansados de que el Mads se dedique únicamente a convocarlos por redes sociales, sin tener en cuenta que la mayoría de la comunidad no los utiliza, mientras ignoran las emisoras comunitarias que sí son escuchadas por la comunidad
Nelson Martínez, integrante de la veeduría ‘Santurbán somos todos y todas’ enfatizó: “Lamentablemente el Gobierno Nacional cree que puede legislar y aprobar normas desde Bogotá y no se tiene en cuenta el contexto de nuestros campesinos. Vamos a enviar un derecho de petición al Ministerio exigiendo que nos diga cómo han sido esos medios de convocatoria a nuestras comunidades. Vamos a manifestarnos también con la Procuraduría y Defensoría del Pueblo porque ellos tienen la responsabilidad de ayudarnos en estos procesos”.La comunidad campesina afirmó que iniciaron el proceso para conformar una red de veedurías cuyo fin sea vigilar el proceso participativo que lleva el Ministerio de Ambiente con el proceso de delimitación del Páramo de Santurbán.
Autor: Emiliano Teran Mantovani , Observatorio de Ecología Política de Venezuela
Si usted vive en Venezuela, probablemente tenga en este momento serios problemas de acceso al agua potable y de calidad. Al calor de la crisis que vivimos, florecen en todos los rincones del país múltiples protestas, de familias y comunidades que han pasado semanas consecutivas, y hasta meses, sin recibir el líquido.
La situación es muy preocupante. Pero no piense que se trata sólo de consecuencias coyunturales. Ciertamente ha existido una gestión del agua cada vez más indolente, improvisada e irresponsable por parte del Gobierno nacional (aunado a su deficiente y lenta capacidad de resolución ante averías e incidencias que afectan al sistema de distribución). A la vez, vivimos tiempos de eventos climáticos cada vez más extremos y frecuentes –recordemos las extraordinarias sequías de 2010, 2013/2014 y 2015/2016–, en el marco de las tendencias del cambio climático, que apuntan a aumentos progresivos de la temperatura media, así como a la disminución de las precipitaciones y cambios en sus ciclos.
Pero es importante resaltar que esta crisis hídrica es también el reflejo de un problema de fondo, que tiene que ver con el modelo de desarrollo extractivista y desarrollista; con décadas de degradación de las fuentes de agua por las lógicas depredadoras que conlleva; y con las formas de ocupar los territorios y de relacionarnos con la naturaleza.
Todo esto significa que esta crisis va más allá de sus ojos, más allá del grifo: el agua fluye por múltiples ámbitos geográficos, se mueve en ciclos vitales, y si alguna parte o ámbito de esos ciclos es afectada, eso impactará en el agua que usted finalmente consumirá (o no).
Así que esto nos lleva a hacernos preguntas de más amplio alcance. Y la situación nos invita a actuar con premura, aunque hayan empezado las lluvias.
La geografía del agua y el extractivismo en Venezuela
Si usted revisa las noticias y la discusión general sobre la problemática del agua, verá que hay un enorme sesgo que favorece a los procesos finales de la distribución de este bien común: racionamiento social en los hogares, sistema de tuberías y bombeo, etc. Son claramente los temas más mediáticos porque son los más próximos al grueso de la sociedad afectada. En este sentido, muy poco se habla de lo que va ocurriendo “aguas arriba” de todos estos procesos.
Previo al envío para el consumo último están los procesos de potabilización de las aguas, los cuales se han precarizado en los últimos años. Pero esto no ocurre únicamente por insuficiencias técnicas en las plantas, sino también porque las aguas están llegando aún más contaminadas, lo que acentúa el trabajo de potabilización.
Esto nos lleva evaluar la situación de los embalses del país, desde donde se envían estas aguas. La imagen recurrente de la crisis es la del drama de los embalses secos. En junio pasado, el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) apuntaba que de los 62 reservorios destinados para el aprovechamiento humano, 31 mostraban indicadores de almacenaje precarios.
Sin embargo, va siendo también determinante el deterioro de la calidad de las aguas de estos importantes depósitos hídricos (como ocurre en La Mariposa, Camatagua o Pao-Cachinche). Destacamos factores que causan esta situación: la falta de mantenimiento de estos reservorios; el trasvase de ríos cloacales hacia ellos; defectos en la capacidad de depuración de las aguas que los alimentan; la deforestación de las laderas circundantes; la contaminación provocada por asentamientos humanos aledaños, que vierten desechos químicos y orgánicos; y actividades económicas como las agrícolas, pecuarias, o incluso derrames de petróleo (como ha ocurrido en el estado Monagas).
Un libro de reciente publicación, “Ríos en riesgo de Venezuela”, editado por Douglas Rodríguez Olarte, muestra en detalle y desde la investigación científica, la situación de los ríos del país. En la imagen (Tomo 2) puede verse la negativa evolución del embalse del río Matícora (Falcón), lo que repercute en los pueblos de la costa oriental y de la Península de Paraguaná.
Una evidencia de esta situación son los procesos de eutrofización que se han generado sobre algunos embalses, como reacción a la presencia de materia orgánica (que proviene de aguas negras no tratadas) y desechos de la actividad agrícola (nitrógeno, fósforo, etc). Esto es lo que produce la aparición de algas en la superficie del agua o la “lemna”, lo que a su vez puede provocar la aparición de “cianobacterias” que pueden generar toxinas capaces de, por ejemplo, envenenar animales que beben estas aguas o habitan esas zonas.
De esta manera, los embalses son también alimentados de aguas contaminadas y desde cuencas que van siendo cada vez más degradadas. Este es uno de nuestros argumentos principales: los efectos de la crisis del agua que vivimos tienen también que ver con la situación de las cuencas hidrográfica, de nuestros ríos y mares, y estas ha sido y siguen siendo impactadas determinantemente por las lógicas de apropiación y explotación de la naturaleza del modelo de desarrollo extractivista y desarrollista, de sus modos de ocupación de los territorios, o bien por el crecimiento descontrolado de sus modalidades informales e ilegales.
La lógica del extractivismo en Venezuela ha organizado el territorio nacional en diferentes “polos de desarrollo” y cinturones de asentamiento poblacional, básicamente en función de la acumulación capitalista. Un factor histórico determinante ha sido la particular geografía del agua en el país, que tiene a las grandes áreas de concentración de la población en la zona norte-costera, mientras que las principales fuentes de agua se encuentran lejos, más al sur y en torno a la cuenca del río Orinoco. Esto ya determina mayores esfuerzos y vulnerabilidades dada la considerable distancia para trasladar el agua hasta las principales ciudades.
Pero es importante resaltar cómo estos polos de desarrollo han generado enormes impactos en las cuencas del país, organizados bajo una racionalidad económica en la que claramente prevalece el beneficio de grupos particulares (nacionales e internacionales) aunque se haya dicho por cien años que el sacrificio era por el “progreso de la nación”. El imaginario de riqueza del “oro negro” en Venezuela ha logrado colocarse muy encima de cualquier cosa que nos permita comprender que el agua vale más que el petróleo, el gas, el oro, u otro commodity.
Prolongados e intensos impactos de la industria petrolera en las cuencas del Lago de Maracaibo, del rio San Juan y el Orinoco; ríos contaminados y degradados por la actividad agrícola (como ocurre en Los Andes o en Los Llanos Occidentales); deforestación de bosques ribereños y partes altas de las cuencas; proyectos mineros que devastan áreas y que vierten desechos tóxicos a los ríos aledaños (como ocurre con el río Guasare y la minería de carbón al norte del Zulia); o los terribles efectos que la minería ilegal y su vertido masivo de mercurio en las aguas están provocando al sur del río Orinoco; por mencionar los efectos más emblemáticos y visibles.
En el Mapa de Conflictos socio-ambientales que hemos elaborado desde el Observatorio de Ecología Política de Venezuela, podemos encontrar que prácticamente el 100% de los casos registrados son expresiones de impactos de diversa magnitud sobre el agua y sus ciclos en el país. El mapa en sí mismo refleja la problemática geografía política del agua de la que hablamos. Una geografía que también refleja que las actividades económicas que provocan las afectaciones a las cuencas hidrográficas, o suelen tener poca regulación, o son muy difíciles de interpelar desde la ciudadanía (o incluso las propias instituciones).
Estos emprendimientos suelen hacerse sin ninguna consulta a las poblaciones locales, y las gestiones de seguridad ambiental y remediación suelen ser marcadamente indolentes, lo que implica que se les imponen daños a las aguas a los habitantes de las áreas impactadas, condenándolos a enfermedades y serios problemas de acceso a este importante bien común, sin tener prácticamente canales de justicia para reparar la situación.
Cuando los impactos locales se van haciendo cada vez más significativos, generan modificaciones cuantitativas y cualitativas en las cuencas hidrográficas, lo que con el tiempo va a afectar todo el proceso de distribución del agua en el país, y por ende, toda la vida que gira en torno a estos ciclos. Las tendencias planteadas hacen la situación insostenible. En el corto y mediano plazo podría comprometer la reproducción de la vida socio-ecológica de millones de venezolanos.
Dos vías excluyentes: desalinizadoras y extractivismo o protección de las cuencas y cambio de modelo
La Agenda Económica Bolivariana, propuesta por el Gobierno de Nicolás Maduro en 2016, fue presentada como una opción económica para “salir de la dependencia al modelo rentista petrolero”. En esencia, está conllevando a dos factores que tendrán enormes repercusiones socio-ecológicas: la expansión de la fronteras extractivas y la desregulación económica.
Una serie de proyectos han sido presentados, sea nuevos o el relanzamiento de otros más viejos. Estos abarcan todo el territorio nacional. En esta propuesta la (mega)minería toma un rol que no había tenido antes en la historia, siendo el proyecto del Arco Minero del Orinoco el de las mayores dimensiones y consecuencias.
La multiplicación de emprendimientos en todo el país, bajo la lógica depredadora que ha producido la actual crisis ambiental, no promete otra cosa que agravar aún más el ya complejo problema del agua. A estas alturas, han sido muy bien documentados los terribles impactos que la minería y su expansión producen en las fuentes de agua y la población.
La propuesta de las “Zonas Económicas Especiales”, impulsada por el Gobierno nacional desde 2014, plantea una desregulación radical de los territorios para favorecer el rápido desarrollo del capital en la zona seleccionada. Es muy importante resaltar que la desregulación es integral, es decir, no sólo es económica, sino que cualquier forma de protección ambiental, en los hechos, queda también suspendida.
El problema es que estas inversiones no tienen ningún sentido sino se ataca de raíz el problema de la salud de las cuencas hidrológicas y ciclos del agua, o si ni siquiera se discute la lógica poco transparente, responsable y democrática que tiene la gestión hídrica en el país.
No obstante, poco se habla de los costos y consecuencias de esta nueva panacea: las desalinizadoras requieren enormes cantidades de energía eléctrica para funcionar (lo cual contrasta notoriamente con la crisis eléctrica que vive el país); tiene altos costos de inversión y mantenimiento (por lo que requiere grandes presupuestos), lo que incrementa de hecho los costos de la distribución del agua; y genera importantes daños ambientales, como el vertido de grandes cantidades de sal (salmuera) y contaminantes al mar, además de la destrucción de las zonas costeras donde se instalan, y su contribución al problema del cambio climático (alta emisión de gases de efecto invernadero).
Lo fundamental, es que esta propuesta de la proliferación de plantas desalinizadoras, en un país con grandes y ricas fuentes de agua dulce, refleja claramente el no cuestionamiento al modelo de desarrollo imperante. Más bien se debería empezar por un cuidado meticuloso de las cuencas, de los consumos y las distribuciones del agua; por una transformación del modelo económico, que es sencillamente insostenible.
La mezcla de la lógica extractivista del Gobierno nacional con una clara incapacidad e indolencia en la gestión del agua apuntan al agravamiento de la delicada situación hídrica del país. Del mismo modo en el que se reza para que suban los precios del crudo, el Ejecutivo parece dejar la salida de la crisis en manos de la llegada de las lluvias.
Estamos ante complicados tiempos para el ambiente. El Gobierno no puede utilizar como excusa el problema del cambio climático para justificar la situación. En cambio, se debe iniciar un programa urgente de adaptación ante los escenarios de eventos climáticos extremos. Es una imperiosa necesidad.
Y el rol de las organizaciones sociales y ciudadanía en general es fundamental. Ampliar la sensibilización y valoración del tema es determinante, para lograr que el agua tenga más dolientes de los que existen. Movilizarnos por el agua, interpelar a los gestores, reclamar los cuidados de las fuentes naturales, crear campañas para su protección. Pero al mismo tiempo, tratar de construir una cultura de gestión social del agua, impulsar colectivamente usos territoriales del líquido, y con él, de todos los ecosistemas en los que vivimos.
Más que nunca el agua debe ser uno de los principales punto de la agenda de luchas en Venezuela. Sin agua no hay patria, ni estabilidad, ni futuro.
La canadiense Barrick Gold, la mayor minera de oro del mundo, comunicó que evaluará oportunidades de adquisición conjuntas con su socia Shandong Gold, la compañía minera líder en minería subterránea de China, con base en Jinan, provincia de Shandong.
Según informó Barrick en un comunicado, primero «Shandong Gold adquirirá el 50% de la mina Veladero» por un monto de por $960 millones, luego «ambas compañías explorarán en conjunto el desarrollo de Pascua-Lama» y, finalmente, «Shandong evaluará oportunidades adicionales con Barrick».
«Las partes han acordado considerar oportunidades para trabajar juntas en potenciales adquisiciones o ventas de activos, si es que ambas concuerdan en que es del interés colectivo y aumentaría el valor de dichas oportunidades», señaló Barrick.
El pacto es la más reciente iniciativa del presidente de Barrick, John Thornton, un exbanquero de Goldman Sachs que tiene vínculos cercanos en China, destacó Financial Times.
«Este acuerdo nos permitirá llevar nuestra sociedad al nivel siguiente, mientras exploramos conjuntamente las oportunidades para aumentar el valor de largo plazo para nuestros respectivos dueños, así como para nuestros socios gubernamentales y comunitarios», señaló Thornton.
«Esperamos trabajar en sociedad con Shandong, compartir la experiencia en desarrollo y minería, el talento y el capital en formas que creen valor agregado a nuestros respectivos propietarios, a nuestro gobierno y a nuestros socios en las comunidades de San Juan», dijo el Presidente Ejecutivo de Barrick.
«Nuestra meta es construir una relación a largo plazo con Barrick, y este acuerdo encapsula exactamente lo que queríamos alcanzar», dijo por su parte Chen Yumin, Presidente de Shandong.
Barrick había anunciado previamente que considera una sociedad con Shandong Gold para desarrollar su proyecto Pascua-Lama en la frontera entre Argentina y Chile. En febrero, señaló que el proyecto generó pérdidas por u$s429 millones.
«Shandong Gold está completando una evaluación independiente del potencial de desarrollo de Lama en Argentina, incluyendo potenciales sinergias entre Lama y la cercana operación de Veladero», señala el comunicado.
«Tras el estudio, las empresas podrían acordar nuevas evaluaciones y trabajo técnicos sobre varias opciones, incluyendo la construcción de una mina de rajo abierto en Lama».
Sobre Shandong Gold
Con base en Jinan, provincia de Shandong, China, Shandong Gold Group fue fundada en 1996 y hoy cuenta con 23.000 empleados.
Shandong Gold Mining Co., Ltd. ingresó a la Bolsa de Acciones de Shanghái en 2003, y tiene una capitalización actual de mercado de aproximadamente $9.600 millones.
La empresa china produjo aproximadamente 1,2 millones de onzas de oro en 2016, y es la única compañía minera de China en ser nombrada «Compañía Nacional Amigable con el Medio ambiente» por el gobierno chino.
Autor: OCMPe.org Conflicto Relacionado: Río Blanco
A las autoridades del gobierno central, regional de Piura, provincial de Huancabamba y distrital de Carmen de la Frontera, a las instituciones públicas que resguardan la protección de los derechos de las comunidades originarias y ancestrales del Perú; así como a los medios de comunicación regional de Piura y nacional radial, televisiva y de prensa escrita.
A todos ellos, las organizaciones de base de las comunidades y rondas campesinas de la provincia de Huancabamba, nos dirigimos para expresar que en asamblea de autoridades comunales y ronderiles, el domingo 8 de julio de 2018 en la Casa de las Rondas Campesinas de Huancabamba, acordamos expresar lo siguiente:
Las comunidades y rondas campesinas de Segunda y Cajas (Huancabamba) y Yanta (Ayabaca) se reafirman en lo expresado en la Consulta Vecinal del 2007 y en las distintas manifestaciones públicas y pacíficas realizadas desde entonces, en rechazo rotundo a la actividad minera y en favor de un tipo de desarrollo basado en la actividad agrícola, ganadera y de turismo sostenible.
Rechazamos las estrategias que la empresa minera Río Blanco Copper viene empleando para conseguir la licencia social, que claramente ha sido negada por nuestras comunidades. Entre ellas tenemos la conformación de organizaciones con supuestos fines de dialogar o proponer proyectos de desarrollo en esta región; la infiltración en nuestras organizaciones para generar conflictos y divisionismo; o la recolección de firmas a cambio de dádivas o dinero a través de sus promotores.
Rechazamos que la Universidad Nacional de Piura haya firmado un convenio de cooperación institucional con la empresa minera Río Blanco Copper, con supuestos fines de capacitación juvenil en Ayabaca y Huancabamba; sin tomar en cuenta que se trata de una empresa cuyo actuar ha dejado un saldo 10 personas muertas, personas discapacitadas, viudas y huérfanas; y la desconfianza sembrada en nuestras organizaciones a raíz de sus intentos de convencimiento.
Rechazamos el actuar clandestino y autoritario que Río Blanco Copper (Ex Majaz) tiene desde sus inicios. Es así como, en relación a su oficina, clausurada por la Municipalidad Provincial de Huancabamba, esta seguiría funcionando de manera clandestina y violando la disposición municipal.
Afirmamos que la empresa minera Río Blanco Copper vulnera nuestros derechos fundamentales reconocidos y amparados en la Constitución Política del Perú, en la Ley 24656 – Ley General de Comunidades Campesinas, Ley 27908 – Ley de Rondas Campesinas, Ley 24657 – Ley de Tierras, Ley 29785 – Ley de Consulta previa; así como en otros instrumentos de protección internacional como el Convenio 169 de la OIT, la Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros.
Por ello,en nuestra calidad de guardianes de nuestro ecosistema de páramos y bosques de neblina, seguimos vigilantes y en pie de lucha, exigiendo al Estado peruano y demás autoridades competentes que cumplan con su rol garante del respeto a nuestros territorios y derechos colectivos, como corresponde a los valores y principios de un Estado democrático y pluricultural. No hacerlo es avalar el proceder ilegal y arbitrario de la empresa minera Río Blanco Copper.
Visualice aquí el reciente Pronunciamiento de las Rondas Campesinas de Huancabamba (Piura, Perú).