Perú

Denuncian a Gold Fields por derrame de relaves ocurrido en diciembre del 2018

Víctor Cruzado y Jesús Benavides, dirigentes de la provincia de Hualgayoc, informaron ante medios de comunicación locales, que interpusieron una denuncia en contra de la empresa minera Gold Fields y su gerente general, Ronald Díaz, por la contaminación producida a raíz del derrame ocurrido a mediados de diciembre del año pasado desde las operaciones de la empresa.

Ambos dirigentes del Comando de Lucha, organización de carácter temporal conformada luego del derrame, manifestaron que la denuncia se presentó hace unos días en la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Cajamarca. El expediente contempla un total de 79 folios, incluyendo videos, fotografías, datos de las personas a las que se les practicó exámenes médicos e información emitida por el OEFA. “Estamos denunciando al gerente general Ronald Díaz Vásquez y con responsabilidad a Gold Fields. No es dable que las truchas hayan muerto por arsénico, plomo, cianuro, y otros metales cancerígenos que son dañinos para la salud y eso continúa en la cabecera de cuenca, en la rivera y canales”, dijo Víctor Cruzado.

Igualmente informó que buscarán el respaldo del congresista Marco Arana para que la denuncia prospere y se considere la atención urgente en los ministerios de Ambiente y Energía y Minas. En tal sentido, los días 13 y 14 de agosto estarán en la ciudad de Lima para darle seguimiento a la labor que el parlamentario está realizando al respecto, y en general, para la remediación de los cientos de pasivos ambientales mineros existentes en la provincia.

Por su parte, Jesús Benavides expresó que esperaban que la denuncia pueda formularse desde la Municipalidad Provincial de Hualgayoc, pero no notaron alguna iniciativa desde la gestión edil. Sobre la mesa de trabajo instalada luego del derrame y las posteriores protestas, dijo que las autoridades tendrán que rendir cuentas y explicar los logros que se han obtenido: “hay que tomar conciencia, estamos a tiempo. Nosotros hemos sido elegidos como un comando de lucha y hoy concluimos con esta demanda a Gold Fields. Esperamos que los que están participando en la mesa de diálogo rindan cuentas. No hay que permitir más expansión minera, esa es la idea y consigna. Hemos hecho el intento y vamos a seguir hasta el último hasta sancionar a la empresa”, manifestó.

Finalmente, Cruzado aseguró que se mantendrán atentos sobre el desarrollo de la denuncia para evitar que pueda archivarse, aunque confían en que prosperará por las pruebas presentadas.

 

Fuente:http://www.noticiasser.pe/cajamarca/denuncian-gold-fields-por-derrame-de-relaves-ocurrido-en-diciembre-del-2018?fbclid=IwAR22G2lHwfAY10g1xVaaFAlPeoT0UEpSElUSVYHrWaJhcFt9fw8HSwjkIBE

Perú

Comunidades de Cusco piden consulta previa en nuevo proyecto de Glencore sobre territorios indígenas

La filial en Perú de la gigante suiza del cobre inició el proceso para ampliar sus operaciones en las alturas de Espinar. Senace dice que el Estudio de Impacto Ambiental no requiere consulta.

Las familias de Espinar, una provincia ubicada a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar, conviven con la minería desde hace 36 años. En esta región la transnacional suiza Glencore, que domina el 50% del mercado mundial de cobre, opera la mina Antapaccay y busca sumar una nueva explotación denominada Coroccohuayco, un proyecto que se desarrollará sobre territorios indígenas y cuyos posibles impactos preocupan a los habitantes de las comunidades aledañas.

El 2014 la gigante suiza presentó la iniciativa Integración Coroccohuayco como una ampliación de Antapaccay, una mina que nació el 2012 del mismo modo, como una extensión de su antecesora Tintaya. Para el inicio de operaciones de Antapaccay no se realizó el proceso de consulta previa, pese a que la ley que regula este mecanismo estaba vigente. Esta vez, aunque existen comunidades reconocidas como indígenas, el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) sostiene que tampoco aplica la consulta.

En abril del 2018 Glencore presentó al Senace el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) modificado de Antapaccay, donde se incluye el nuevo proyecto de Coroccohuayco. Si la entidad aprueba el EIA, la futura mina se ubicará en territorio de la comunidad Huini Coroccohuayco, que forma parte del pueblo quechua K’ana, reconocido así en la base de datos oficial del Ministerio de Cultura.

Ante esta situación, los dirigentes de dicha comunidad, que reúne a 800 familias, solicitaron al Senace que las modificaciones al EIA sean debatidas e informadas de manera pública. 

AMPLIACIÓN. La actual explotación de cobre, Antapaccay, nació el 2012 como una extensión de su antecesora Tintaya. El proyecto Corroccohuayco seguirá sus pasos.
Foto: Vidal Merma / Ojo-Publico.com

En octubre de 2018 la Defensoría del Pueblo también dirigió un oficio al presidente del Senace, Patrick Wieland Fernandini, para informarle que los comuneros denuncian la construcción de infraestructura minera cerca de bofedales, caminos y fuentes de agua en su territorio. En el documento, recomiendan realizar “el proceso de consulta previa de aquellas medidas administrativas que impliquen afectaciones directas a los derechos colectivos de los pueblos indígenas”.

Sin embargo, a través del Oficio 0032-2018 de noviembre del 2018, el Senace respondió indicando que no existe una obligación legal para someter a consulta previa la modificación del EIA a pesar de que estos cambios involucran un nuevo proyecto minero a tajo abierto e impactan territorios indígenas.

En la carta, dirigida al entonces presidente de la comunidad Huini Coroccohuayco, Nativido Sayco Chuctaya, la entidad menciona que -de acuerdo a una modificación en las normas del Ministerio de Energía y Minas del 2015-  la consulta previa se realiza antes de la autorización del inicio de actividades de exploración o de explotación, otorgada por la Dirección General de Minería.

Los dirigentes comunales presentaron una acción de amparo para que el EIA pase por consulta previa

Senace concluye que «no existe ningún mandato legal que obligue a consultar el Estudio de Impacto Ambiental o sus modificaciones». En este sentido, explicaron que dicho estudio está en evaluación y que le corresponde al MEM realizar el proceso de consulta cuando la empresa quiera empezar a explotar el mineral.

La autoridad que analiza los EIA también señala que Glencore, a través de la Compañía Minera Antapaccay S.A., entregó evidencias de haber realizado varios talleres participativos para explicar sus modificaciones.

El actual presidente de la comunidad, Ruperto Sayco Yauri, dijo a Ojo-Publico.com que efectivamente «se realizaron talleres, pero no participaron todas las comunidades del área de influencia directa; además queremos que nos expliquen cómo la empresa prevé levantar las observaciones que se hicieron al EIA modificado. La empresa ya ha excavado un túnel en la zona y dice que lo ha hecho con autorización del ministerio, pero a nosotros no nos informan nada», cuestionó

Esta comunidad y la Federación Unificada de Campesinos de Espinar, dirigida por Santos Cáceres Quispe, han presentado una acción de amparo ante el Juzgado Mixto de Espinar para que el Senace no apruebe las modificaciones del EIA sin antes concretar la consulta previa.

«El proyecto Coroccohuayco es otro yacimiento y debe ser consultado, no pueden pretender hacerlo pasar como si fuera parte de un documento ya aprobado cuando inició Antapaccay, porque este tampoco pasó por consulta previa. Se estaría violentando la existencia de estas comunidades que tienen más de 600 años de existencia», agregó el dirigente Santos Cáceres.

De acuerdo a la Ley de Consulta Previa N° 29785, “corresponde efectuar la consulta respecto a los planes, programas y proyectos de desarrollo nacional y regional” que, como ocurre con la posible realización de estas operaciones en Espinar, puedan afectar los derechos colectivos de las comunidades indígenas.

Maritza Quispe Mamani, abogada del Instituto de Defensa Legal (IDL) y de los mencionados comuneros, dijo que, si bien la Ley de Consulta no obliga a debatir los documentos de gestión ambiental, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fijó un precedente clave para estos temas con el Caso Samaraka, en Surinam.

En aquella resolución, el organismo supranacional dijo que el Estado tiene la obligación de obtener el consentimiento libre e informado de la población cuando se realicen inversiones a gran escala. No obstante, en el Perú, el sector minero nunca ha consultado documentos de gestión ambiental.

En manos del Senace

Ojo-Publico.comcontactó al Senace antes de publicar este reportaje. Su oficina de comunicaciones dijo que en los próximos días decidirán si aprueban o no el EIA. ‘‘Está en proceso de evaluación. El titular [Compañía Minera Antapaccay] debe enviar el levantamiento de las observaciones que hemos realizado. La fecha de vencimiento es el 7 de agosto. Nosotros revisaremos esta documentación y evaluaremos los expedientes técnicos para emitir una opinión favorable o desfavorable a finales de agosto’’.

Este medio también se comunicó en dos oportunidades con el área de prensa del Ministerio de Energía y Minas, y pese a la insistencia no respondieron nuestras preguntas. El personal de la compañía Antapaccay, en su sede de Cusco, también recibió nuestras consultas, pero indicaron que no se pronunciarán porque el caso está en evaluación.

Actualmente, trece comunidades campesinas de Espinar (Pacopata, Huano Huano, Alto Huancané, Huancané Bajo, Tintaya Marquiri, Cala Cala, Huarca,  Alto Huarca, Huisa Ccollana, Huisa, Anta Ccollana, Sueroycam, y Huini Coroccohuayco) integran una mesa de diálogo con representantes del Ejecutivo para canalizar estos y otros reclamos respecto a la explotación minera Antapaccay.

El ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes, se reunió entre abril y junio último con los dirigentes comunales, y les informó que están evaluando realizar el proceso de consulta previa por Coroccohuayco, aunque no precisa en qué fase del proyecto se concretará. Este mes habrá una nueva reunión en la zona.

 

Fuente:https://ojo-publico.com/1308/cusco-comunidades-exigen-consulta-previa-en-nuevo-proyecto-de-glencore?fbclid=IwAR1gLuyAe–9ql72Qb6OdjwtuoBROnUbqSKTBv7pZZyaAt_iIP14jNyhwqo

Perú

Intervención de Fuerzas Armadas en Matarani – Islay es ilegal e inconstitucional

El día , 04 de agosto, se publicó en El Peruano la resolución suprema N° 080 – 2019, que autoriza la “intervención de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía Nacional del Perú, para el mantenimiento del orden interno en el Terminal Portuario Matarani, ubicado en la provincia de Islay del departamento de Arequipa”. La resolución suprema es emitida por el presidente de la República, Martín Vizcarra, y refrendada por el ministro del Interior y Defensa. Ello en virtud de la solicitud del Comandante General de la PNP – mediante Oficio N° 1054-2019-CG PNP/SEC-, que pide apoyo a las FF.AA para garantizar el orden interno frente a las protestas, ya que “sobrepasarían la capacidad de control del orden interno de la Policía Nacional del Perú”, como señala la resolución suprema.

Paro Total

Como es de conocimiento público, el día de hoy inició la huelga indefinida en Arequipa, y todas las provincias han paralizado sus actividades; participando activamente comerciantes de los diferentes mercados, sindicatos de trabajadores, agricultores, transportistas, etc. La población de Mollendo – provincia de Islay-, donde se ubica el puerto de Matarani, también está protestando y producto de la represión de la policía ha resultado herida Anabella Pucho Uscamayta, Natural del Distrito de Dean Valdivia, quien fue llevada inmediamente en ambulancia al hospital Manuel De Torres Muñoz, junto a su madre.

La población de Mollendo protesta por el impacto que puede generar la descarga de la salmuera en la zona de la Playa El Sombrero que pertenece a Matarani, debido que al desalinizar el agua del mar para el proyecto Tía María, se pondría en riesgo la actividad de la pesca artesanal en Mollendo.

Resolución ilegal

Como se observa en la resolución suprema emitida; esta se sustenta en el anterior Decreto Supremo N° 106-2017-PCM, que aprueba el Reglamento para la Identificación, Evaluación y Gestión de Riesgos de los Activos Críticos Nacionales–ACN; que hemos criticado anteriormente con un Pronunciamiento por ser ilegal. Esta norma permite la intervención de las FFAA cuando se pone en riesgo instalaciones del Estado que permiten efectivizar sus capacidades nacionales para el desarrollo de sus actividades. Es muy amplio y permite aplicarlo al transporte marítimo para las exportaciones, entre ellos también las actividades mineras, como ha sucedido con la norma publicada hoy. El puerto de Matarani sirve para que exporten sus minerales varias empresas mineras que operan en el sur. Pero también es cierto que el marco normativo de la PNP establece que la policía es la responsable del orden interno, y a nivel constitucional ello está refrendado.

La resolución suprema también se sustenta en el Decreto Legislativo N° 1095, que establece “Reglas de Empleo y Uso de la Fuerza por parte de las Fuerzas Armadas en el Territorio Nacional”, sin embargo; según el abogado y director de FEDEPAZ, David Velazco: la Constitución establece que solo hay una excepción en la que las FF.AA pueden entrar a controlar el orden interno y ello se da cuando hay una declaración de Estado de Emergencia previa, que además debe estar debidamente justificada. Ello supone un acuerdo de Consejo de Ministros, y luego dar cuenta al parlamento. “En este caso se están saltando la valla y solo a través de una resolución suprema están haciendo intervenir a las fuerzas armadas”, precisó Velazco, que también es parte de la Red Muqui. Además de la Constitución, se estaría contraviniendo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la cual el Estado peruano es parte; señaló finalmente.

Lo que se hace con estas normas es desnaturalizar el rol constitucional de las fuerzas armadas, posibilitando el uso desproporcionado de la fuerza con el uso de armas de fuego de largo alcance (de guerra) en el mantenimiento del orden interno, que no le compete a las FF.AA sino a la policía nacional.

 

Fuente:http://www.muqui.org/comunicaciones/noticias/item/919-intervencion-de-fuerzas-armadas-en-matarani-islay-es-ilegal-e-inconstitucional

Perú

Tía María: 2da persona herida de bala en Matarani – Arequipa

Se confirma segunda persona herida producto de la represión policial en Matarani el día de hoy, 7 de agosto, aproximadamente a las 5pm. Carlos Tapia Chino, joven de 21 años, fue llevado en ambulancia desde el lugar de los enfrentamientos en Matarani hacia el Hospital de la ciudad de Mollendo. En la ambulancia, la enfermera pudo sacarle la bala que estaba alojada en la parte alta derecha del pecho del joven manifestante.

Mujer también herida

A la fecha se suman ya 2 heridos de bala. La primera persona herida de bala fue Anabella Pucho, herida el lunes 5 de agosto en la misma zona de enfrentamientos de Matarani en que acaban de herir al joven Carlos Tapia. La joven Anabella se encontraba sentada en uno de los cerros junto a su madre observando la protesta, luego de haber estado vendiendo agua a los manifestantes, cuando de pronto sintió un fuerte dolor en su brazo que la hizo sangrar.Inmediatamente su madre y las personas que estaban ahí llamaron a la ambulancia. Los médicos del hospital de Mollendo acordaron trasladarla al Hospital Lorena de Arequipa para que la puedan tratar, y porque en palabras de la madre que acompañaba a la hija herida: «los doctores no querían decir que era bala y la enviaron a Arequipa para la atención. Señalaron que en Mollendo no había recursos para atenderla. Si no atienden rápido perdería el brazo me dijeron. Entre ellos hablaban de bala pero no querían decir que era ello. Estaban nerviosos».

Al llegar al hospital de Arequipa, los médicos le confirmaron a Anabella que la fractura de su brazo se debía a la entrada y salida de una bala. La radiografía señaló rotura del húmero. Los médicos estaban a la espera de que baje la hinchazón del brazo para poderle hacer una tomografía y posteriormente realizarle una operación quirúrgica.

Asimismo, la madre señaló a la prensa que no tiene recursos económicos y que el Seguro Integral Social (SIS) solo le crube algunos medicamentos. Finalmente, la madre de familia señaló que exijirá justicia para que se ubique a los policías responsables del disparo. «Los policías estaban a 50 metros en el cerro del frente», finalizó.

Ministro del Interior

Durante el lunes 5 de agosto, en horas de la noche, frente a la información de que habría una persona herida de bala en Matarani – en referencia a Anabella Pucho-; el ministro del Interior, Carlos Morán, en la cuenta de twitter del MININTER, desmintió que haya una persona herida de bala y señaló que la policía no usa armas letales.

Hoy queda demostrado, con la segunda persona herida, que la PNP ha estado usando armas de fuego y que el ministro del Interior no dijo la verdad.

Cabe recordar que durante la visita de la Misión de Observación de Derechos Humanos a Arequipa el 22 y 23 de julio; la Red Muqui, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), la Asamblea Nacional de Centros, y Amnistía Internacional, al sostener una reunión con el jefe de la región policial de Arequipa, el general Ugaz; sostuvo que la PNP no estaba usando armas de fuego en Valle de Tambo. Cosa que fue desmentida cuando la Misión de DD.HH llegó a Valle de Tambo y observó que algunos policías portaban armas AKM en la carretera donde se produjeron los enfrentamientos.

Pronunciamiento de Red Muqui

Dado los acontecimientos señalados y la resolución suprema emitida el domingo por el presidente Vizcarra, refrendado por los ministros del Interior y Defensa; Red Muqui señala: Demandamos cese de militarización y decisión definitiva del gobierno sobre imposición del Proyecto Minero Tía María.

Extracto del Pronunciamiento:  exigimos el cese de los actos brutales de represión de parte de la Policía Nacional en contra de la población de Valle de Tambo que desde el año 2009 en la consulta popular que realizaron, ha mostrado en su abrumadora mayoría su rechazo a la imposición del proyecto minero Tía María, y que requiere de parte del gobierno del Presidente Vizcarra una decisión definitiva que dé un paso atrás en la pretensión de la empresa minera Southern y la CONFIEP, de imponer un proyecto con el uso de la fuerza; evitándose así un conflicto con consecuencias más graves, y generando una situación de pleno respeto del derecho de la población de Valle de Tambo a decidir sobre sus medios de vida y de expresarse públicamente.

 

Fuente:http://www.muqui.org/comunicaciones/noticias/item/920-tia-maria-2da-persona-herida-de-bala-en-matarani-arequipa?fbclid=IwAR2NzpPbBwnHDljzhG2oKPm_rTSEJwCN0f4pY71avGdppedM7uDCNxvKW9s

Guatemala

Minera canadiense admite violación de derechos humanos, “precedente muy importante”

Las acciones legales contra Hudbay Minerals y Tahoe Resources y el acuerdo logrado son precedentes muy importantes. Continuarán abriendo un camino legal para responsabilizar lenta pero seguramente a más empresas canadienses en derecho civil, y con suerte algún día en derecho penal, por crímenes, daños y violaciones que causen o sean responsables en otros países.

 

Una compañía minera canadiense llegó a un acuerdo con activistas que habían sido heridos de bala en 2013 frente a una mina de la compañía en Guatemala, reconociendo que sus derechos humanos habían sido violados, anunciaron esta semana la  compañía y los demandantes.

Esta es la primera vez que demandantes extranjeros obtienen una indemnización, víctimas de violación de derechos humanos por parte de una empresa minera canadiense, dice un comunicado de la firma de abogados canadiense Camp Fiorante Matthews Mogerman.

Este «acuerdo histórico», cuyos términos son confidenciales, se celebró con la Pan American Silver Corp., que adquirió el grupo Tahoe Resources en febrero. Tahoe Resources está involucrado en una batalla legal en Canadá desde 2014 por eventos que ocurrieron el año anterior en la mina Escobal en el sureste de Guatemala.

Según el abogado Grahame Russell, después de cinco años de batalla legal en los tribunales de Columbia Británica, la decisión de Tahoe Resources de ofrecer un acuerdo justo a las víctimas guatemaltecas de la violencia y represión minera de Tahoe Resources en 2013, tiene una relevancia crucial.

“Es un pequeño paso de gran importancia para avanzar en el trabajo en curso y luchar en Canadá para finalmente comenzar a responsabilizar legalmente a las empresas canadienses en los tribunales canadienses por crímenes, daños y violaciones que las empresas canadienses causan o sean responsables en otros países”.

Russell recuerda que en 2013, un tribunal canadiense dictaminó por primera vez en la historia legal canadiense (en los juicios históricos de Hudbay Minerals, inicialmente presentados en 2010) “que las empresas canadienses pueden ser responsables en los tribunales canadienses si se les considera responsables de crímenes, daños y / o violaciones en otros países”.

El juicio contra Tahoe Resources ha sentado un nuevo precedente, siendo el primer caso de este tipo en obligar legalmente a una compañía canadiense a ofrecer un acuerdo que se consideró aceptable por las víctimas-demandantes.

 

Un camino sembrado de obstáculos para los demandantes

En una declaración separada, Pan Silver Corp reconoce ahora que los guardias de seguridad en la mina de oro y plata, bajo el mando de Alberto Rotondo, abrieron fuego contra los manifestantes reunidos en una carretera fuera de la mina, en abril de 2013.

«Varias personas resultaron heridas durante los disparos», cuatro de ellas iniciaron una demanda civil contra Tahoe Resources en la Corte Suprema de Columbia Británica, exigiendo «justicia por la violación de sus derechos», dice la Pan American Silver Corp.

Rechazados por este tribunal, los demandantes apelaron y ganaron en 2017. El Tribunal de Apelación de Columbia Británica dictaminó que el caso debería ser escuchado en Canadá debido al riesgo de que no pudieran «obtener un juicio justo contra una poderosa multinacional» en Guatemala.

La Corte Suprema de Canadá luego se negó a escuchar una apelación final de Tahoe Resources.

«Esta es una victoria importante para nosotros y nuestra comunidad», dijo Luis Fernando García, uno de los demandantes citados en el comunicado de prensa. «Esto justifica nuestro derecho a continuar nuestra resistencia contra las operaciones mineras en nuestra comunidad. »

Los documentos corporativos entregados a los demandantes durante el proceso han revelado que Hudbay Minerals (entonces Skye Resources) realizó pagos en efectivo de cientos de miles de dólares al ejército y la policía para coordinar y participar en el desalojo en cuestión.

Lo concreto es que las acciones legales contra Hudbay Minerals y Tahoe Resources (ahora Pan American Silver) y el acuerdo de Tahoe abren un espacio legal para responsabilizar a las empresas canadienses por crímenes, daños y violaciones que causen o sean responsables en otros países dice Grahame Russell.

La Pan American Silver Corp condena enérgicamente toda violencia y no recurrirá nuevamente a ella dijo la compañía. Aunque estos eventos ocurrieron mucho antes de la adquisición, “Pan American, en nombre de Tahoe, reconoce que el tiroteo del 27 de abril de 2013 violó los derechos humanos de los manifestantes. En nombre de Tahoe, Pan American Silver Corp se disculpa con las víctimas y la comunidad.”

 

Fuente:https://movimientom4.org/2019/08/minera-canadiense-admite-violacion-de-derechos-humanos-precedente-muy-importante/?fbclid=IwAR2j4CciioEPY8MHCjO5MEee-V2U1JPNTbnuzGptbyFXVc3okeZ97V1EvII

Colombia

Alertando sobre la extracción de cobre ¿Qué tan justo es el cambio de la matriz energética que nos proponen?

El reciente impulso de extracción de cobre y otros minerales se encuentra coordinado con el esfuerzo por transformar la matriz energética mundial, para pasar del motor de combustión (que usa petroleo y carbón) a un motor eléctrico (que emplea metales). La crisis ambiental causada por el modelo de desarrollo imperante ha llevado a que se desarrollen distintas propuestas para cambiar la matriz energética mundial. Las propuestas desde la institucionalidad y las empresas se limitan al cambio de materias y tecnologías; no obstante otros argumentamos que es necesario transformar nuestros modos de vida y nuestra relación con el entorno para lograr un cambio estructural y real a la crisis global.

La matriz energética necesaria para garantizar las transformaciones e innovación tecnológica ha llevado a que se fomente la extracción de cobre para la transición. Este metal se usa por su alta conductividad térmica y eléctrica, ya que al ser resistente a la corrosión y no ser un metal magnético, industrias como la energética, de servicios y datos le emplean en su producción de artículos tecnológicos e industriales. Pero esta propuesta de transición no va al fondo de la crisis global, pues tiene prácticas de extracción igualmente agresivas y a escalas inmensas en aras de su exportación, evidenciando el poder corporativo que cada vez tiene más respaldo en los estados, a costa de los derechos y autonomía de las comunidades.

El cobre es usado para construir paneles solares, cableados eléctricos, tuberías, etc. Estas tecnologías se plantean limpias, porque sustituye los fósiles, fuente de emisiones de CO2 y CO pero no mencionan lo que implica la extracción de los metales y los requerimientos energéticos que son indispensables para su elaboración. En el caso de la extracción primaria de cobre esta implica graves impactos socioambientales, pues sacarlo a gran escala requiere dos formas básicas de minería, a cielo abierto y subterránea. En ambos casos, los proyectos que se han ejecutado en países como Chile, Perú y China, los mayores extractores a nivel mundial, dan cuenta de las afectaciones a los territorios y comunidades que viven a sus alrededores.

En Chile, el país latinoamericano que más extrae cobre, ha implicado profundos impactos en su territorio tales como: acaparamiento de las aguas para la minería y su consecuente contaminación, desplazamiento de comunidades locales y la concentración de la economía en la extracción de metales, dejando de lado otras actividades productivas históricas de las regiones; incluso ha llegado a plantear la existencia de “zonas de sacrificio” en los lugares donde se concentran comunidades vulneradas por la contaminación de extracción de minerales como el carbón y metales como el cobre. Otra alerta es la cantidad de energía que demanda sacarlo y transformarlo. Sergio Hernández, vicepresidente Ejecutivo de Cochilco, señala, en relación al consumo de energía que, para producir 5,6 millones de toneladas de cobre fino en 2016, se demandó “168.572 TJ (Tera Julio), lo que representa un alza de 1,4% en relación a 2015, y un 12% del total de energía consumida en el país.” Es decir, se busca hacer eficiente la producción y transmisión de energía con extracciones que emplean grandes cantidades de la misma, entonces la cura resulta peor que la enfermedad.

En 2012, el gobierno colombiano declaró el cobre como un mineral estratégico, y en los últimos años fomenta su extracción. De la misma manera, las empresas mineras afirman que es necesario extraer el cobre para seguir usando tecnología de punta. Hoy, en Colombia, la extracción de cobre se hace en el departamento del Chocó con el proyecto El Roble, de la multinacional Atico Mining Corporation, de capital canadiense. Esta mina ha generado graves impactos socioambientales en la región, puesto que en 2017 realizó vertimientos de sustancias contaminantes en el río Atrato, lo que implicó el cierre de la operación durante un tiempo.

Así mismo, se han concretado esfuerzos para vislumbrar otros lugares de extracción, por lo cual desde hace 15 años se otorgaron títulos mineros en los departamentos de Córdoba, Chocó, Tolima y Antioquia. En este último, AngloGold Ashanti plantea el proyecto minero Quebradona en el municipio de Jericó, que fue declarado Proyecto de Interés Nacional Estratégico, negando que la zona es de vocación campesina y turística, por lo cual gran parte de la comunidad rechaza la minería.

No proponemos una transición que implique abandonar la tecnología de la que nos beneficiamos como herramienta que facilita la conexión en el mundo, hablamos de replantear el modo de producción-consumo y distribución. Nos plantea retos como sociedad pero también como individuos, pues es vital dejar de ser clientes y volver a ser personas que podemos acceder a la energía. Lo que nos obliga a repensar la energía no como un bien acaparable y que beneficie a unos pocos, sino como un derecho; que conlleva procesos de reutilización y reciclaje. En el caso del cobre se ha demostrado que es un metal 100% reciclable, y en dado caso se extraiga lo estrictamente necesario para el bienestar general de la humanidad y el planeta.

Proponemos una transición energética justa; es decir, debe garantizar el respeto a los derechos constitucionales al territorio, al trabajo digno, a los derechos humanos y de la naturaleza. Esto implica un cambio que conlleve transformaciones culturales, sociales y una relación distinta con la naturaleza. No podemos permitir que proyectos a gran escala como Quebradona, además de los 11 proyectos de cobre que están en exploración en Colombia sigan vendiéndose como la solución a un modelo que obvia los impactos que genera y prioriza sus ganancias. Así mismo, es indispensable continuar vigilando y demandando que proyectos como El Roble asuman las afectaciones que generan. Para esto será fundamental cuestionar y vigilar el poder de las corporaciones al tiempo que se escuchan las soluciones y demandas de comunidades y organizaciones.

 

Fuente:https://censat.org/es/analisis/alertando-sobre-la-extraccion-de-cobre-que-tan-justo-es-el-cambio-de-la-matriz-energetica-que-nos-proponen-9052?fbclid=IwAR02IEZJwMeOclA4pgo_qOv2ySE2qnJeySX2JwMsVGX2Ete26Tjh5DtC_Kc

Mexico

“Estamos bien contaminados, Germán Larrea quiere que desaparezcamos”

La Asamblea de Organizaciones Ciudadanas y Colectivos por la Defensa del Medio Ambiente y el Agua exigen el retiro inmediato de la concesión a Grupo México y la renacionalización de la empresa minera de Cananea, un alto a la impunidad y a la injusticia a 5 años del derrame de tóxicos y la resolución a favor de reabrir el Fideicomiso por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En rueda de prensa acompañados de la señora Francisca García, afectada de Aconchi y Oscar Encinas Gámez, ejidatario y representante legal del amparo al Fideicomiso, los colectivos Pan y Rosas, De la Calle, Lo que Viene del Sol y la Red de Apoyo al Congreso Nacional Indígena remarcaron que el ecocidio “ha contado con la complicidad de autoridades, ya que a la fecha no se ha resuelto ninguno de los daños ocasionados, imperando la impunidad y la injusticia”, según se lee en el comunicado emitido.

En el documento demandan además una revisión ambiental seria y exhaustiva de toda la industria extractiva, y que toda la minería de tajo abierto sea prohibida en el país, por atentar contra los seres humanos. “No más despojo de los recursos naturales hacia los pobladores originarios, con el único fin de acrecentar las fortunas de empresarios rapaces”.

Francisa García platicó la relación que llevaban con el río antes del derrame. “Yo aprendí de mi mami la flora y la fauna del río. A reconocer cada planta, cuales se cultivan en verano, otoño e invierno, cuales se pueden comer y cuales no. Las que comíamos por tradición en cuaresma, por ejemplo. Cuando vino el derrame, cambia totalmente la forma de relacionarnos con el medio ambiente, la forma de comer, de cultivar, porque dejamos de sembrar muchos productos; cambió la recreación que teníamos con el río, de ir a la milpa al darnos un chapuzón, de ir los fines de semana sobre todo en verano. Todo eso se ha ido perdiendo. Las plantas están contaminados, no los comemos, nos están enfermando, aunque hay gente que sí lo come.”

“Todo esto nos quita la posibilidad de enseñarle a mis hijos ya las futuras generaciones lo que yo aprendí de mi madre, la forma de cultivar ya no es la misma, se dejó de sembrar la calabaza, el chile verde, el pepino, la cebolla, la papa, el camote, las habas, los chícharos. Antes si alguien sembraba elotes río arriba y yo chile verde, pues nos intercambiábamos, pero eso ya se acabó también. La remediación no debe quedar en manos privadas, ni tampoco nuestra salud. Exigimos que se declare autoridad responsable que Grupo México responda ante la contaminación, que haga la remediación y no repetición. El Río Sonora merece justicia.” remata Francisca.

Por su parte, Óscar Encinas declara a boca jarro: “Estamos en un proceso de destrucción y de muerte desde el derrame en Buenavista del Cobre de Germán Larrea. Ayer pasamos a la Suprema Corte de Justicia, nos atendieron dos ministros. Mañana se va a revisar el amparo que interpusimos para que se reabra el fideicomiso. Les pedimos con mucha fe, esperanza y con mucho amor que fallen a favor de las comunidades del Río Sonora y Bacanuchi.

“Pedimos que se tome en cuenta a la gente. No estamos pidiendo dinero, queremos la remediación, que se atienda la salud y la calidad del agua, le pedimos al Gobierno que manden gente especializada a hacer los estudios, que se apoye al sector agrícola, que se remedie en todos los niveles, ahorita seguimos desamparados, yo estoy en un 70% abajo de lo que producía.” declaró el también el integrante de los Comités de Cuenca.

“Yo soy ejidatario del Sauz de Ures. Esperamos un fallo histórico a favor de las comunidades, pues ha decrecido la economía, hay descontento y desánimo, ya no se produce lo de antes. Nos somos animales, pero aún los animales sufren las consecuencias del derrame. Germán Larrea saca trocadas de dinero y todavía se burla de nosotros, jamás ha dado la cara. Queremos que se abra el fideicomiso pero que sea público, no privado. Nosotros nunca hemos sido convocados ni requeridos”.

“Queremos un resarcimiento total, si son 2 mil millones, 3 mil o cuatro mil, o que sea, que la empresa cumpla con su responsabilidad, que cumpla con las 36 potabilizadores, con la construcción de la clínica epidemiológica que está en el abandono, peor ahorita con la noticia de que la cierran y que ya ni siquiera serán atendidos los 300 afectados en su salud y que han sido reconocidos”, declara Encinas.

Estuvieron también presentes Totó Respeto, del colectivo Pan y Rosas, Katur Bejarano del colectivo De la Calle, Diana Renee Gerardo de Lo que Viene del Sol, Claudia Partida, de la Red de apoyo al Congreso Nacional Indígena, y Javier Valenzuela.

Las asociaciones invitan a la marcha en conmemoración del quinto aniversario la tarde del 6 de Agosto, a las 5.30 pm, partiendo del Mercado Municipal de Hermosillo hacia el Palacio de Gobierno.

 

Fuente:http://www.liberaradio.com/estamos-bien-contaminados-german-larrea-quiere-que-desaparezcamos/?fbclid=IwAR0JrDGote9y396ljxPFRDMixfqcv-lDE7oozYI1j7E16wytbGgEqhJiPG8

Mexico

Así es la vida en las comunidades del Río Sonora, a 5 años del derrame tóxico de Grupo México

En la zona, los pobladores cuentan que cambió su forma de beber, de comer, y de ganar dinero. También se alteraron sus tradiciones, su salud y el entorno.

En las comunidades ubicadas a la orilla de los ríos Bacanuchi y Sonora se acostumbraba beber agua directo del grifo. “Yo llegaba a la casa y me pegaba a la llave, era agua potable, de los pozos, sabía buena, fresca. Acá ni conocíamos los garrafones”, dice Óscar Encinas, habitante del municipio de Ures.

Ahora los conocen. Cada familia debe comprar unos 10 por semana. Un garrafón cuesta entre 12 y 20 pesos, dependiendo del área donde se adquiera. “Nos gastamos unos 960 pesos a la quincena, mínimo. Pero es que no solo usamos esa agua para tomar, también para cocinar. Mi esposa ya no cuece ni los frijoles con la de la llave, nos da desconfianza”.

Los pobladores de la zona han hecho ese gasto en garrafones desde hace cinco años. Desde el 6 de agosto de 2014, cuando se derramaron, de una pileta donde la mina Buenavista del Cobre de Grupo México almacenaba desechos tóxicos, 40 millones de litros de ácido sulfúrico al Río Bacanuchi, que desemboca en el Sonora.

Ese volumen de tóxicos equivale al de 12 albercas olímpicas llenas. El derrame se catalogó como el peor desastre ambiental en la historia de la industria minera en México.

Los afectados directos, reconocidos tanto por Grupo México como por el gobierno, fueron más de 22 mil personas de siete municipios: Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures. Pero podrían ser más, hasta un millón de personas, si es que la contaminación alcanzó la Presa El Molinito, que a su vez se conecta con la Presa Abelardo L. Rodríguez, principal fuente de agua de Hermosillo, la capital del estado de Sonora.

Después del derrame, el principal reclamo de quienes viven en los municipios afectados ha sido la falta de agua potable. “Se suponía que como parte de la remediación de los daños, Grupo México iba a poner 36 plantas potabilizadoras de agua, una en cada pueblo afectado. Pusieron unas cuantas y no funcionan”, dice Elba Nidia Hurtado, habitante del Sauz, también en Ures, Sonora.

Ella confirma la incertidumbre que viven en la región por el agua. “No da confianza usarla ni para bañarse. Hay familias que compran garrafones para asear a los niños chiquitos. Yo no puedo estar comprándola para mi aseo personal. Solo los compro para beber y cocinar. Pero ya tiene como un año que siento comezón en la piel. Me pongo crema o alcohol si es muy fuerte. Se me pasa por unos días y después regresa”.

Elba cuenta que ha ido al médico, pero le dicen que sólo es una alergia. “También se suponía que Grupo México iba a montar un hospital para atendernos, la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora en la población de Ures, pero no lo acabaron, se quedó en obra negra, solo hay un pequeño módulo de atención”.

Así que Elba ha ido al ISSSTE, del que es derechohabiente, pero le dicen que necesita un examen especial para ver si tiene metales pesados en la sangre, “y el hospital ese donde según los iban a hacer no funciona”.

Fernanda Hopenhaym, codirectora ejecutiva de PODER, organización de la sociedad civil que le da acompañamiento legal a afectados por el derrame de Grupo México, afirma que a los pobladores no se les han hecho estudios para ver si hay tóxicos en su sangre.

“Por lo que hemos estado documentado y por lo que hemos visto durante el acompañamiento a las comunidades, sabemos que hay más casos de cáncer en la zona y también hay incidencia de padecimientos en los riñones, pero no se puede confirmar o descartar que sea por el derrame porque justo no se han hecho los estudios necesarios a la población”, denuncia Hopenhaym.

Los pobladores dicen que sí han visto un mayor número de padecimientos graves entre sus vecinos. “No sabría decir cuántos casos, pero ha habido varios de cáncer de colon, por ejemplo. Y se los acaba rápido, después del diagnóstico duran unos 15 o 20 días y se van”, dice Óscar.

No existen datos fidedignos –afirma Hopenhaym– sobre el número real de personas afectadas en su salud y el tipo de afectaciones. No se han llevado a cabo estudios completos y tampoco se han dado a conocer los resultados de los estudios toxicológicos parciales realizados por laboratorios pagados por la empresa

El tercer nivel de afectación, además del derecho humano al agua y la salud, ha sido a la gastronomía, las tradiciones y la economía de la región.

Ya nada es lo mismo 

La mamá de Francisca García Enríquez hacía quesos. Su papá sembraba maíz, quelite, pepinos, chile verde. Tenía un poco de ganado y vendían becerros, una vez al año. Era la entrada extra que esperaban para darse unos lujos: arregla la casa, comprarse ropa.

Después del derrame de ácido sulfúrico en los ríos Bacanuchi y Sonora, la mamá ya no hizo quesos. El número del ganado de la familia mermó. Era difícil venderlo. No tenía caso invertir en tener los becerros, que antes se vendían por kilo a 120 y después a la mitad, apenas a 60 pesos.

“Había un señor que nos los compraba para exportar, pero a él ya no se los querían comprar si sabían que venían de esta zona. Tener ganado ya no fue negocio acá”, dice Francisca, Panchita, como le dicen, habitante del municipio de Aconchi.

Con la agricultura es igual. Los pobladores dicen que la tierra ya no produce lo mismo. Los rendimientos de las cosechas han bajado 50 o 60%. Muchos cultivos ya no se dan. El año del derrame, en 2014, el papá de Panchita perdió toda su cosecha de maíz. Al año siguiente también. Volvió a sembrar maíz hasta el año pasado, tampoco se dio. “Ahora lo intentó de nuevo. Veremos, en octubre o noviembre si sale. Parece necedad, pero es que cómo no va a sembrar, si esa era su vida”.

Panchita dice que su familia ha perdido hasta el 60% de sus ingresos a causa del derrame. Hay otras cosas ligadas a la economía que también se perdieron. “Nos quitaron nuestra soberanía alimentaria porque de lo que sembrábamos aquí en Aconchi de ahí comíamos, consumíamos mucho quelite, verdolagas. Además teníamos nuestra forma de comercio, intercambiamos lo que se sembrábamos con los de Arizpe o con los de Ures”.

Wenceslao Miramón Rivera, habitante de Bacanuchi, dice que parece que quedaron en un territorio maldito. Después del derrame, la gente no quiere ganado de la región, ni alimentos. “Antes vendíamos elotes o duraznos en las tiendas de Cananea. Ahora si decimos que los productos vienen del Río Sonora, no compran”.

El miedo por la contaminación es tal, que no solo hay problema para vender el ganado y los productos del campo. Los foráneos no quieren llegar a la zona tampoco. Ni siquiera los médicos. “El centro de salud de Bacanuchi está vacío. Hace tres años que no tenemos doctor. Antes venían pasantes de medicina ahora ya no quieren estar aquí”, dice Wenceslao.

Nada han remediado 

De acuerdo con diversas solicitudes de acceso a la información, PODER verificó que Buenavista del Cobre, la mina de Grupo México dueña de la pileta que causó el desastre, no contaba con las autorizaciones de Semarnat para el manejo de residuos peligrosos al momento del derrame.

Pese a eso, Semarnat sólo obligó a Buenavista del Cobre a remediar el sitio correspondiente a la zona 1 (los primeros 30 km desde el lugar donde se produjo el derrame) y en las cuatro restantes resolvió que se hicieran únicamente tareas de “monitoreo y control”.

Para canalizar los recursos necesarios con el fin de resarcir los daños, la empresa y el Gobierno crearon el Fideicomiso Río Sonora, un mecanismo voluntario y privado. Grupo México comprometió 2 mil millones de pesos para la remediación.

“Pero solo puso poco más de 1,200 millones de pesos”, dice Hopenhaym. El Fideicomiso, de acuerdo a lo documentado por PODER, solo gastó 61% de los recursos prometidos y no realizó un proceso efectivo de remediación.

Al inicio, Grupo México dijo que pondría 36 plantas potabilizadoras; pero la cantidad se redujo a 28 en 2016. En 2017 anunció que se construirían nueve de ellas. A cinco años del derrame, las únicas que funcionan son la de Bacanuchi, en el municipio de Arizpe y eso de manera intermitente, la de La Capilla (Baviácora) y de San Rafael (Ures).

“En ninguno de los casos se les ha dado garantías a los habitantes sobre la separación de metales en el agua, por lo que se puede afirmar que no existe seguridad hídrica en la región”, asegura Hopenhaym.

Lo que sí instaló el fideicomiso fueron 10,188 tinacos en los municipios afectados, pero están vacíos. Se supone que almacenarían el  agua limpia que llegaría de las plantas potabilizadoras prometidas. “Están ahí sin uso, como testigos de la impunidad en el río Sonora”, dice Óscar Encinas, el habitante de Ures.

Tampoco se terminó de construir el Hospital de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (UVEAS), que la empresa comprometió en el fideicomiso. “Solo funciona un módulo de la clínica, que pusieron en una casa rentada, para dar atención a más de 300 afectados de primer orden, pero ni para ellos ha sido buena la atención y ahora ya lo van a cerrar”, afirma Elba Nidia Hurtado, de Ures.

“La Semarnat cerró el fideicomiso–dice Hopenhaym– de forma unilateral, sin que los pobladores tuvieran opinión, en marzo de 2017, supuestamente porque ya había cumplido su función. Nunca se supo ni siquiera qué pasó con él dinero. Al ser un fideicomiso privado no ha tenido escrutinio de la Auditoría Superior de la Federación ni de la Secretaría de la Función Pública”.

Es por eso que los pobladores, con el acompañamiento de PODER, han interpuesto cinco amparos, tres de ellos referentes al fideicomiso y su funcionamiento. Sobre uno de ellos deberá pronunciarse la Corte este miércoles 7 de agosto. 

Este lunes 5 de agosto, a cinco años del derrame, pobladores de la orilla del río Sonora hicieron una manifestación en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con la demanda de que se revisen esos amparos.

“La petición es que se revise el fideicomiso, su funcionamiento y en qué se gastó el dinero. Queremos que la empresa cumpla, porque a cinco años no ha habido remediación ni justicia para nosotros”, dice Wenceslao.

Animal Político solicitó la postura tanto de Grupo México, como de Semarnat, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Lo que los pobladores esperan, ahora que hay nuevas autoridades en la dependencia y en el gobierno federal, es que se revise el caso y se obligue a Grupo México a resarcir los daños. “Aunque hay muchos que no pueden ya repararse. ¿Con qué se remedia todo el daño que hemos tenido? Con nada. Pero al menos deberían intentarlo”, dice Panchita.

 

Fuente:https://www.animalpolitico.com/2019/08/comunidades-derrame-toxico-grupo-mexico/?fbclid=IwAR1JqzpEM9gk4_65CSnB2erK5RVpzcfM8_axJw0yD-Su1hkEZOGH7oNmcwA

Mexico

El Boleo extraerá más de 30 mil toneladas de minerales en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno

Extraerán en 16 años: 30,00 ton de cobre, 800 ton de cobalto metálico y 1,187 de sulfato de zinc monohidratado.

La Minera y Metalúrgica El Boleo presentó un proyecto ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para ampliar a 446  hectáreas la explotación de minerales en Santa Rosalía mediante minado superficial en las 7 mil hectáreas pertenecientes a compañía.

La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) indica que la concesión minera de El Boleo continuará por16 años. Sin embargo, en el método de explotación la empresa sólo habla de minado superficial; según el Servicio Geológico Mexicano (SGM) existe tres tipos: minado de placeres (Bateas y canalones; minado hidráulico; dragado), minado a cielo abierto (Banco individual, bancos múltiples, descapote de mantos, explotación de canteras) y glory hole.

La MIA aclara que sólo serán 16 y no 25 años el tiempo útil de la empresa, pero aclara si usarán explosivos para para extraer minerales metálicos. Minera y Metalurgia del Boleo S.A. de C.V. planea realizar actividades de miando superficial en la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno.

Teniendo actividad desde 1860, El Boleo pretende continuar y expandir la extracción de cobre, cobalto, zinc y manganeso. Contempla una producción anual de 30,000 toneladas de  cobre fino, 800 toneladas de cobalto metálico y 1,187 toneladas de sulfato de zinc monohidratado.

Requerirán  6,100 millones de pesos para utilizar un superficie minada de 446.19 hectáreas. Afectarán áreas con un 38.6% de vegetación matorral sarcocaule y vegetación secundaria de matorral.

Pese a que el proyecto se encuentra dentro de la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, la minería es considerada una actividad permitida por el Programa de Manejo. 

 

Fuente:http://elorganismo.com/el-boleo-usara-minado-superficial-en-446-ha-de-la-reserva-de-la-biosfera-el-vizcaino/?fbclid=IwAR1dtxs75MgcG1QMuwrV33DUeVEtGjWgOmIAL79JlnKrkOhuMI4Kidrfm74

Perú

Leonidas Wiener: “Los ITS son una especie de contrabando para poder efectuar modificaciones a los Estudios de Impacto Ambiental”

Leonidas Wiener Ramos, abogado de CooperAcción, señala que los Informes Técnicos Sustentatorios (ITS) son una vía para que se aprueben de forma irregular varias modificaciones de un proyecto minero, siendo Las Bambas un caso paradigmático, ya que recurrió de manera abusiva en el uso de este instrumento ambiental para realizar cambios sustantivos, como: la reubicación de la planta de molibdeno, la planta de almacenamiento de concentrados y la planta de filtros. Una herramienta que fue concebido para uso excepcional se ha convertido en el procedimiento recurrente de las empresas mineras para hacer modificaciones al Estudio de Impacto Ambiental de un proyecto.

 

P.- La Sociedad Nacional de Minería y Petróleo señala que somos un país con una institucionalidad ambiental fuerte. Sin embargo, existen instrumentos de gestión ambiental que debilitan la gobernanza ambiental sin tener una mirada integral del impacto de las actividades extractivas…
R.- En el país hemos avanzado en ciertas cosas. Por ejemplo, hace 10 años no teníamos Ministerio del Ambiente, no existía el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), no existían entidades que pudieran contrarrestar el peso que tienen los ministerios que son más favorables a la inversión privada. También ha habido avances alentados por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Pero damos dos pasos para adelante y uno para atrás, y un claro ejemplo es el tema de los Informes Técnicos Sustentatorios, más conocidos como ITS. Estos sirven como una especie de contrabando para poder efectuar modificaciones a los Estudios de Impacto Ambiental sin realizar los procedimientos de participación ciudadana y sin realizar un trabajo de campo que permita evaluar cuáles son las implicancias de estas modificaciones. El carácter de los ITS implica que las modificaciones deben ser ambientalmente no significativas. Pero en las circunstancias actuales, donde hay un desequilibrio evidente entre los intereses de las empresas privadas y por otro lado de las poblaciones, es claro de que estos ITS sirven de alguna manera como una vía para que puedan aprobarse de forma irregular varias modificaciones.

 

P.- ¿Es posible una real fiscalización ambiental con instrumentos que permiten la fragmentación del EIA como es el caso de los ITS?
R.- Se están aprobando ITS con cambios significativos en lo que refiere a los proyectos mineros y que tendrán que ser informados a la población, como por ejemplo, una ampliación de un tajo o cambiar la modalidad de explotación subterránea a explotación superficial, una ampliación de un almacenamiento de concentrado; cambios que de alguna manera podrían generar impactos significativos, pero que se aprobaron como si no lo fueran a producir gracias a los ITS. Entonces, de alguna manera los ITS contribuyen a que la labor del OEFA pierda eficacia.

 

P.- La OEFA alertó que en un plazo de 15 días no se puede determinar con relativa certeza si una modificación propuesta tiene o no impactos ambientales significativos. ¿El órgano competente de admitir y rechazar el ITS puede evaluar en 15 días las dimensiones de cambios sustanciales?
R.- Es muy difícil hacerlo sin un trabajo de campo, sin que un evaluador vaya a la zona y pueda hacer un estudio que le permita determinar cuáles son las reales implicancias de estos cambios que se han propuesto. 15 días es insuficiente considerando la lentitud de los procedimientos administrativos.
Con la creación de los ITS se establecieron unas normas reglamentarias donde se establecieron algunos parámetros, pero este instrumento tiene serias falencias. El tema de fondo es que los ITS fueron concebidos como un instrumento excepcional para hacer cambios no significativos, pero al final si uno repasa los expedientes que entran al Ministerio de Energía y Minas y al SENACE, uno puede ver que la mayor parte de las solicitudes de modificaciones se están dando a través de los ITS y no por medio de los procedimientos regulares de modificación, que sí contemplan un procedimiento de participación ciudadana y un mayor tiempo en la evaluación.

 

P.- ¿Cuánto tiempo sería el ideal para determinar el impacto de un proyecto extractivo?
R.- Para los proyectos grandes que requieren un EIA detallado es un periodo de 120 días, que es un tiempo razonable, porque tampoco se puede alargar tanto el tiempo de evaluación. Pero, cuando salieron los paquetazos ambientales se establecieron responsabilidades en los funcionarios que no daban respuesta a la evaluación de estos expedientes dentro de un plazo de 45 días, y si se excedían de este plazo estos podían ser objeto de procedimientos administrativos en su contra e incluso hasta penales Entonces, ¿cómo puede trabajar una persona con esa presión? eso es un despropósito, porque el funcionario encargado de la evaluación de los EIA va a querer aligerar el proceso de evaluación y no va a ser riguroso con su labor. Esto es un claro favorecimiento a la inversión privada en desmedro de lo que corresponde al respeto y la protección de los estándares ambientales y sociales que deben formar parte de estos procesos de evaluación.

 

P.- Los mecanismos de participación ciudadana han quedado nulos con los ITS ¿Se han incrementado los conflictos sociales con este instrumento de gestión ambiental?
R.- De hecho que sí y todavía no lo hemos visto con notoriedad, salvo en el caso de Las Bambas, que ha sido el caso paradigmático. Los ITS son un caldo de cultivo de conflictos que pueden surgir en cualquier momento. Los ITS se han convertido en el procedimiento regular de modificaciones de Estudio de Impacto Ambiental, y se están aprobando muchos cambios sin ser consultados ni ser informados a la población, lo cual va a dar lugar a que se produzcan conflictos derivados de estos ITS o de procedimientos que no fueron adecuadamente consultados a la población.

 

P.- Un caso emblemático del uso abusivo de los ITS es el proyecto Las Bambas…
R.- Este es un caso bastante particular, porque en primer lugar, inicialmente se había contemplado la construcción de un mineroducto de más de 200 kilómetros. Pero cuando Glencore Xstrata transfiere Las Bambas a la empresa china MMG, al caballazo se decide transportar el mineral por la carretera, que había sido utilizada como vía de acceso en la etapa previa de construcción del proyecto. La aprobación del uso de la carretera para el transporte del mineral se hizo cuando ya había pasado la etapa de evaluaciones técnicas, en la fase final del proceso de evaluación de la segunda modificatoria del EIA, por lo que no se recibió opinión técnica de los impactos ambientales y sociales que podía generar el transporte de carga pesada. No se pronunciaron ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, ni el Ministerio del Ambiente, ni los gobiernos regionales o la Municipalidad provincial de Cotabambas.
Todos los cambios que se dieron para el uso de la carretera no fueron consultados ni negociados con las comunidades que eran dueñas de los terrenos superficiales. Así, de la noche a la mañana, la población tomó conocimiento de que 200 a 300 volquetes estaban pasando a través de sus comunidades. Cabe plantearse cómo es que surge este corredor minero, sin un plan de desarrollo, sin un plan que pudiera establecer unas adecuadas condiciones técnicas para que el transporte de mineral no generara una serie de impactos ambientales, como temblores en las casas, ruidos, o polvaredas.

 

P.- ¿Por qué no se saneó ese tema con antelación, por qué no hubo un proceso de negociación previo con las comunidades?
R.- En muchos casos, tanto las empresas y el Ministerio de Energía y Minas, consideran que, haciendo las cosas de manera rápida y sin consultar, les va a permitir reducir costos, como la negociación con las comunidades, el saneamiento de los terrenos, entre otras acciones. Pero lo que hemos visto en Las Bambas es justamente lo contrario. Ahora ambos tienen que lidiar con diversas comunidades que están a lo largo del corredor minero, para poder sanear los terrenos, para poder llegar a acuerdos económicos, principalmente, y eso al final les genera mayores costos a la empresa y al Estado. Falta una lógica que tienen muchas empresas: ser buenos vecinos, comunicar las cosas, ser transparentes, no hacer este tipo de leguleyadas para obtener ventajas, que a la larga no resultan siendo eficaces, ni eficientes por todos los costos que están asumiendo.

 

P.- ¿Qué cambio sustancial se ha dado en Las Bambas a través de los ITS?
R.- La reubicación de la planta de molibdeno, la planta de almacenamiento de concentrados y la planta de filtros, que inicialmente estaban en Espinar (…), a través de los ITS se decide reubicar estos componentes en la zona de Las Bambas. Es ahí donde se origina el primer conflicto en la zona; posteriormente se han aprobado cinco ITS más, inclusive uno de los ITS excedía los parámetros que estaban establecidos por las mismas normas que reglamentan los ITS, que era la ampliación de un depósito de almacenamiento. Lo que está pasando es que el propio Ministerio de Energía y Minas está yendo en contra de las normas que ellos mismos han aprobado para reglamentar este procedimiento aparentemente excepcional.

 

P.- ¿Cómo se puede fiscalizar realmente el cumplimiento de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA)?
R.- Actualmente el mismo órgano fiscalizador establece candados para fiscalizar adecuadamente el cumplimiento de los estándares que establecen los EIA, de los estándares ambientales que debe de cumplir toda empresa. Se requiere de una reforma estructural a nivel del OEFA, que tenga mayor capacidad para poder sancionar y multar en los casos que hay evidentes impactos ambientales.

P.- ¿Cuál es el principal problema para no identificar el real impacto que va a generar la actividad extractiva en el medio ambiente?
R.- Lo que ocurre en muchos casos es que, cuando comienza una operación minera en una determinada zona, esta operación no parte de una línea de base. Entonces no se puede saber cuál era el estado del suelo, del agua, del aire, si el suelo era muy ácido, si era propicio para la agricultura o era propicio para otro tipo de actividad económica, porque nunca se ha realizado un proceso adecuado de ordenamiento territorial, de zonificación ecológica económica que pudiera determinar las potencialidades y usos del territorio. Por ejemplo, el Proyecto Pierina en Ancash, empezó sus operaciones con un PAMA (comienzos de los noventa), y no se hizo una medición de cuál era el caudal de agua existente en la zona. Así, cuando la mina comenzó sus operaciones, el caudal de agua del cual dependen las poblaciones para su subsistencia, se ha ido disminuyendo con el paso de los años. Pero como no hubo una línea de base es muy difícil medir cuáles son los impactos y en qué medida esos impactos se le pueden atribuir a la empresa. Tenemos que corregir la elaboración de las líneas de base y el tema del ordenamiento territorial.

 

P.- Sin embargo el ordenamiento territorial es visto como un obstáculo para fomentar la inversión minera…
R.- Todavía no hay una adecuada articulación entre lo que hace el gobierno central y lo que hacen los gobiernos regionales o gobiernos locales para poder efectuar un adecuado ordenamiento territorial y definir cuáles son los usos y potencialidades del territorio. Es decir, no se trata de desterrar la minería o de desterrar actividades extractivas, pero en determinadas zonas hay actividades que pueden traer muchos más beneficios a la población de lo que trae la actividad extractiva. Es importante que se considere la percepción de la población y sus propias prioridades en lo que corresponde a su desarrollo económico, que no necesariamente van a estar vinculados a las actividades extractivas, como es el caso de los agricultores del valle del Tambo, quienes consideran que la minería va a afectar sus intereses.

 

P.- ¿En que están fallando los mecanismos de participación ciudadana en los proyectos extractivos?
R.- Hay empresas que tienen una mayor predisposición para generar legitimidad en sus proyectos, para poder ganarse a la población de alguna manera, y hay otras empresas que no tienen mayor interés y quieren gastar el menor dinero posible y simplemente cumplir con lo que le indica la norma para poder avanzar en el siguiente paso de sus operaciones. Hay empresas que son más responsables que otras, pero el Estado no debería desentenderse, sino debería tener un papel mucho más activo para poder verificar, para poder estar como una especie de veedor y certificar de que estos procedimientos de participación ciudadana realmente estén llevando toda la información correspondiente del proyecto extractivo, y debería además poder verificar de que el proyecto tenga legitimidad.

P.- ¿Cuál es el poder y la influencia del gremio minero en las políticas estatales?
R.- Muchos de los funcionarios que están ahorita en altos cargos en el Estado son funcionarios que en algún momento trabajaron en empresas privadas. Por ejemplo, el caso más típico es que un funcionario de una minera que trabajó 10, 15 años en una mina, luego pasa a ocupar el puesto de director de minas o viceministro de minas u otro cargo importante con poder de decisión. El mecanismo de la puerta giratoria es algo muy común en el Estado, y eso parte de que no existe un concepto de carrera pública como una vocación de servicio al país, sino que se prioriza a aquellas personas que tienen vínculos con el sector privado para que entren a puestos altos en el Estado.
En las condiciones actuales, los ministerios son bastante permeables a la capacidad de influencia del sector privado, a los lobbies que existen. Entonces el funcionario de la empresa tiene la capacidad de poder reunirse cuando quiera con el ministro o el viceministro directamente, para poder presionar para que se apruebe su EIA o para que le den la autorización de inicio de operaciones, etcétera. Pero cuando van los dirigentes sociales a tocar las puertas, en muchos casos solo los atienden cuando el conflicto ya ha estallado, porque ya no tienen otra opción que atenderlos y negociar.

 

P.- ¿Cuál es el reto que tenemos para poder garantizar la gobernabilidad ambiental en el país?
R.- Pasa por reducir los desequilibrios que existen actualmente, comenzando por los desequilibrios que existen entre el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio del Ambiente. A este último nunca se le ha dado el rol que debería asumir como autoridad nacional ambiental, lo cual genera un desequilibrio en la gobernanza de las industrias extractivas. El Ministerio del Ambiente debería tener un rol mucho más importante en lo que corresponde al ordenamiento territorial, para definir los usos del territorio, y esto está relacionado con la mayor capacidad y los mayores poderes que deberían de tener a su vez los gobiernos regionales y locales, para que dentro de su jurisdicción territorial ellos tengan la posibilidad de definir el uso del territorio y que este parta de un proceso de consulta ciudadana, donde se pueda distinguir de forma clara en qué zonas hacemos minería, en qué zonas hacemos agricultura, en qué zonas podemos forestar, o en qué otras zonas podemos hacer actividades turísticas; es decir, que todo esté articulado entre los tres niveles del gobierno y que el otorgamiento de concesiones mineras tenga mayores candados y restricciones y que se articule a estos procesos de ordenamiento territorial.

 

Fuente:http://elgranangular.com/blog/entrevista/leonidas-wiener-los-its-son-una-especie-de-contrabando-para-poder-efectuar-modificaciones-a-los-estudios-de-impacto-ambiental/?fbclid=IwAR0Ps_ko4gqDZFXrRaYHrR8uGzeiwDKtopflywWaxrXLk17msY94oXd7JVQ