Argentina

«El precio de caminar sobre lo que otros codician»

Hay quienes elegirán dar cuenta de este escenario desde el análisis de variables macroeconómicas entre tantas otras, otras elegimos hacerlo desde la marca en el cuerpo del lugar que nos toca en la HISTORIA. Así podremos dar cuenta de lo que implica para nuestras vidas sentir el embate de un nuevo proceso colonizador, la dolorosa marca del asedio del extractivismo depredador en nuestro cuerpo social.

La historia del pueblo chubutense en la defensa de los bienes comunes naturales, nuestra casa común, reconoce entre sus hitos la lucha contra el basurero nuclear en Gastre en la década del 90, y el movimiento No a la Mina que desde Esquel se extendió a toda la provincia, país y otros lugares del mundo, en plena vigencia por estos días.

En su metodología pacífica y asamblearia de resistencia confluyen las cosmovisiones ambientalista occidental y de Pueblos Originarios que habitan el territorio. Se basa en la presencia en el espacio público, el estudio y difusión comunitaria de aquello por lo que se resiste, en el ejercicio de la autodeterminación de los pueblos: los emprendimientos mineros a gran escala de extracción metalífera y de radioactivos mediante el uso de sustancias tóxicas.

Como habitantes de esta tierra hemos experimentado a lo largo de estos años varias arremetidas del lobby minero, al compás de escenarios de crisis socioeconómica, en consonancia con los vaivenes de la vida institucional y política de la provincia y el país.

El año 2019 transcurrió con una creciente conflictividad social tras el incremento de toma de deuda por parte del gobierno y crisis económica, en el contexto de iguales condiciones a nivel nacional. Su consecuencia fue la imposibilidad de pago de salarios a todos los sectores de trabajadorxs estatales activos y pasivos, incumplimiento de acuerdos paritarios, paros, toma de instituciones, escuelas sin clases por casi cinco meses, represión, muerte de dos docentes en el contexto de las protestas, e incendio de la casa de gobierno y la legislatura provincial.

Un escenario similar se había vivido el año previo, pese al cual y tras una aparente recuperación de las cuentas públicas, el gobernador Mariano Arcioni fue reelecto en junio. Inició su mandato con imposibilidad de pagar salarios en tiempo y forma, hecho que muchos ciudadanxs entienden como una estafa electoral, que conlleva además, el deterioro aún mayor de la credibilidad en las instituciones y la democracia, abonando una profunda crisis institucional.

La respuesta desde diferentes voces gubernamentales fue que había que “aguantar hasta diciembre al cambio de gobierno nacional”; pues a diciembre hemos llegado en similares condiciones y la propuesta de solución es el desembarco del extractivismo a la provincia.

Diciembre

El último acto legislativo de lxs diputadxs salientes fue la aprobación de la Ley de Ministerios que además de un incremento exorbitante de salarios para la planta política, creó el Ministerio de Hidrocarburos y Minería, quitándole a último momento la palabra “Minería” por la fuerte presencia de las asambleas en la legislatura, pero conservando intactas las características de ese ministerio. Luego de una vigilia de todo un día de las asambleas comunitarias en toda la provincia, esa noche hubo represión y detenciones a las afueras de la legislatura.

Algunas de las preguntas que amplios sectores de la ciudadanía se hacen son quiénes sostuvieron, y por qué fue sostenido el gobierno de Mariano Arcioni, o cuál fue el rol que jugaron las dirigencias sindicales de los gremios estatales, atravesadas por intereses político -partidarios, en un período signado por la campaña electoral.

En este sentido es llamativo que el primer paro ambiental en la historia de la provincia fuera convocado sólo por CTA Autónoma. También vale preguntarse qué rol jugaron los otros poderes del estado, ante la pasividad de diputados y poder judicial, ejecutivos y concejos de cada municipio.

Ambos años fueron signados por la amenaza latente y cada vez más concreta desde el gobierno nacional de Cambiemos de avanzar con la explotación megaminera en el territorio chubutense. Así fueron noticia durante 2018 el encuentro Macri-Putin en la cumbre del BRICS y sus intenciones de exploración y explotación de uranio en Chubut.

También lo fue la presencia del ministro de energía y minería de la Nación, Juan José Aranguren, quien se reunió con intendentes de diferentes comunas para reabrir el debate minero, con particular interés en el proyecto Navidad (Plata, cobre y plomo) de la transnacional Pan American Silver. Pero resulta que en ese momento como en la actualidad permanece en vigencia la legislación provincial que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto y con cianuro en todo el territorio provincial.

¿Crisis de diseño?

En este contexto de crisis socioeconómica e institucional padecemos una vez más el asedio de las corporaciones megamineras. Excede a este análisis profundizar en los determinantes del fracaso de la administración del Estado, pero hay un concepto que se hizo popular en asambleas y mesas familiares, el de “crisis de diseño”, aquella generada para meta-propósitos que exceden el interés común de quienes habitamos esta tierra. Porque lo cierto es que la megaminería sigue sin lograr mayoritariamente la licencia social que requiere para instalarse en territorio chubutense.

En este sentido es oportuno repasar el concepto de “capitalismo del desastre” doctrina formada bajo los presupuestos políticos, económicos y sociales desarrollados por el padre de la escuela de Chicago Milton Friedman, cuyo principal objetivo es desmantelar los restos del estado de Bienestar y promover a nivel global el modelo neoliberal. Postula que detrás de toda tragedia es posible ver una oportunidad, como lo es aprovechar el trauma colectivo para promover e implementar las reformas necesarias para la operación de capitales privados.

Su estrategia política es la “doctrina del shock”, la que orienta los procesos de reconstrucción implementados como respuesta -en este caso la profunda crisis socioeconómica e institucional- abriendo apetitosas oportunidades de negocios a los promotores del “capitalismo del desastre”. Es posible encontrar respuestas aquí, como también es posible pensar que se trata de una cruel y macabra coincidencia, o simplemente entender que son las características del sistema capitalista en su estadío actual.

En tiempos en que varios de los “países centrales” reconfiguran sus matrices energéticas y productivas, prohibiendo agrotóxicos y apostando a las energías limpias y renovables (a costa de extractivismo en otras regiones del mundo), en estas tierras “de la periferia” se apuesta a las centrales nucleares, al extractivismo, al monocultivo transgénico y los agrotóxicos, reafirmando nuestra condición de primarización económica y dependencia. Dichas políticas tienen continuidad e incluso profundización a lo largo de los últimos gobiernos en sus alternancias de aparente diferencia ideológica, que al menos en el tema que nos convoca no es tal.

Basta para ello, haciendo un rápido paneo de los medios de comunicación, observar los dichos de campaña y las primeras acciones del nuevo Gobierno, que en medio de la “algarabía del cambio”, con sobrados fundamentos en muchos aspectos, avanza sobre los territorios codiciados por los emprendimientos megamineros.

Ya durante la campaña electoral el ahora presidente Alberto Fernández había expresado la necesidad de “educar a la población en los beneficios de la minería”, la respuesta de la UACCH (Unión de Asambleas de Comunitarias de Chubut) fue decirle que hace años que estudiamos el tema, y entregarle el libro que al respecto se elaboró colectivamente en 2018: “Hablemos de Megaminería”.

Ya electo, las designaciones de Juan Cabandié en el Ministerio de Ambiente, sin trayectoria en el tema, y de Alberto Hensel al frente de la Secretaría de Minería de la Nación -quien fuera ministro de minería de San Juan durante los desastres ambientales de derrame de cianuro en la localidad de Jáchal, en el emprendimiento minero de Barrick Gold– no auguran un futuro promisorio para los territorios en conflicto por el asedio de las transnacionales mineras.

El flamante secretario Hensel ha declarado a la prensa que “a la deuda pública hay que pagarla y eso se paga con actividades económicas…entre ellas se incluye la minería.” Los mensajes son para las provincias de Chubut y Mendoza con sus leyes 5001 y 7722 protectoras del ambiente, también para la ley de glaciares por sus “imprecisiones” respecto al ambiente periglaciar, y para un marco de seguridad jurídica para Vaca Muerta –y su fracking- y la explotación de litio en el norte del país. Todos territorios en conflicto por falta de licencia social para la actividad, e incompatibilidad con la coexistencia de comunidades de Pueblos Originarios y sus derechos constitucionales.

La ley de glaciares tantas veces cuestionada, debería ser política de estado en la preservación de los hielos continentales, fuente preciada de agua en el actual contexto de riesgo creciente de ese bien por el calentamiento global.

El pueblo dice

El gobernador de Chubut en recientes declaraciones manifestó que “la provincia está capacitada para desarrollar sus recursos naturales con el debido control que requiere cualquier actividad extractiva”. El pueblo no confía en sus palabras, en una provincia donde tan sólo dos años atrás el fallecido gobernador Das Neves hacía alusión a coimas y sesiones legislativas vergonzosas relacionadas a la presión del lobby minero. Dato de esta realidad fue la interacción de un lobbysta minero que telefónicamente se comunicaba con el diputado Muñiz durante el tratamiento de la Ley por Iniciativa Popular, relacionada a la prohibición de megaminería, iniciativa que había llegado a la legislatura avalada por más de 13.000 firmas ciudadanas. En ese tiempo Arcioni era vice gobernador y se desarrollaba en la oficina contigua al despacho del gobernador la causa más escandalosa de corrupción de la provincia, la causa Embrujo, que desembocó en importantes condenas para los funcionarios involucrados en octubre de este año.

El pueblo de Chubut informado no le cree cuando hay la suficiente cantidad de evidencia de desastres ambientales que alcanzaría para la decisión política de aplicar los principios preventivos, precautorios y de sustentabilidad de la Ley General del Ambiente (N° 25675) de la Nación.

Echar mano a la explotación megaminera para pagar deuda y asistir a las poblaciones más vulnerables implica sacrificar algunos territorios con sus habitantes para que otros vivan mejor, y satisfacer la renta de capitales transnacionales a los que nada les importa nuestra vida. El escenario parecería indicar que somos parte de los territorios y habitantes a sacrificar.

El Artículo 41 de la Constitución nacional dice: “Todos los habitantes gozamos del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”

También nos asisten los derechos humanos a la SALUD, la VIDA y a vivir en PAZ. Estamos ante la confrontación de dos paradigmas irreconciliables, es la voracidad depredadora de los capitales que arrasan con todo a costa de nuestras propias vidas, o es una forma de organización a la medida de la dignidad humana y en armonía con la naturaleza. Es función de nuestros gobiernos superar el dilema en pos del buen vivir de todxs.

Como PUEBLO aspiramos a ejercer nuestros DERECHOS y OBLIGACIONES.

PARAFRASEANDO A LAS UACCH: “O SE ESTÁ CON EL PUEBLO EN CONTRA DE LAS MINERAS, O SE ESTÁ CON LAS MINERAS EN CONTRA DEL PUEBLO”.

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/chubut/item/43307-el-precio-de-caminar-sobre-lo-que-otros-codician

Chile

Multan a minera Cardenilla por daño ambiental en Valparaiso

Tras constatar una serie de irregularidades, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) multó por más de $5.247 millones de pesos chilenos (aprox. 6,9 millones de dólares) a la Sociedad de Exploración y Desarrollo Minero, a cargo de Mina Cardenilla, ubicada en la comuna de Catemu, en la región de Valparaíso.

 

La proyecto se emplaza dentro del sitio prioritario para la conservación de Cordillera El Melón y su faena se centra en la explotación de cobre sobre cielo abierto, para una producción de 15 mil toneladas mensuales de mineral, durante una vida útil de 7 años.

Sin embargo, cuando se fiscalizó la instalación de la faenas por parte de la SMA, el servicio agrícola y ganadero y Conaf se encontraron serias irregularidades, entre ellas nueve infracciones, incluyendo el cargo de elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, con las cuales se formularon cargos contra la empresa en 2018. Por ocho de ellos se aceptó un Programa de Cumplimiento (PDC).

Frente a la elusión al Sistema de Evaluación Ambiental, se siguió adelante con el proceso de sanción, debido a que realizaban faenas sin tener los permisos pertinentes de la autoridad ambiental.

Según detalló el SMA, entre las obras y acciones que se ejecutaron fuera de lo aprobado, se encuentran las de operar al menos seis meses más del tiempo autorizado y extraer más de 1,4 millón de toneladas brutas de manera ilícita durante dicho periodo; y ampliar la cantera de extracción de mineral en caso 8 hectáreas sobre lo autorizado.

También crearon dos nuevos sectores de extracción mineral (Lumbrera Norte y Lumbrera Sur) con sus respectivos caminos afectado las áreas de vegetación nativa, entre otras materias, según explicó el director de la SMA, Cristóbal de la Maza. De la Maza insistió en que para el país es prioridad el respeto por el medioambiente, de ahí que sean inflexibles a la hora de cursas estas millonarias multas.

Los antecedentes ya fueron derivados al Consejo de Defensa del Estado para que evalúe la necesidad de entablar las acciones judiciales que correspondan.

Tras la notificación de esta sanción, la empresa puede pagar su multa a la Tesorería General de la República, o bien, reclamar de ilegalidad ante el Tribunal Ambiental de Santiago, esto en un plazo de 15 días.

La multa es la más alta cursada por la SMA y la más alta para una única infracción.

 

Fuente:https://noalamina.org/latinoamerica/chile/item/43313-multan-a-minera-cardenilla-por-dano-ambiental-en-valparaiso

Internacional

Declaración Pública Cumbre de los Pueblos

DECLARACIÓN PÚBLICA

Entre el 2 y el 7 de diciembre de 2019, centenares de organizaciones, hombres, mujeres, pueblos indígenas y afrodescendientes, comunidades migrantes, campesinos, campesinas, trabajadores, trabajadoras, jóvenes, niñas y niños provenientes de Chile, América Latina y el mundo hemos sido parte del hito principal de la Cumbre de los Pueblos, en la Universidad de Santiago de Chile.

En medio de una ciudad y un país en estado de rebeldía frente a un sistema neoliberal injusto y depredador, y frente a un Estado violento y abusador, la Universidad pública, cumpliendo a cabalidad su rol, nos ha abierto las puertas para debatir en torno a la crisis planetaria y sus múltiples expresiones sociales y ambientales, nacionales o territoriales, a compartir nuestras luchas, nuestras denuncias y demandas, y a imaginar juntas y juntos otro mundo posible.

Más de 40 actividades en sala -paneles, talleres, cabildos, conversatorios y otros formatos- autogestionadas por las organizaciones participantes, dos espacios permanentes -la Carpa de las Mujeres y la Aldea de la Paz-, actividades artístico-culturales y los paneles y plenarias centrales de la Cumbre de los Pueblos acogieron la activa participación de alrededor de 1500 compañeras y compañeros acreditadxs.

A partir de la fraterna experiencia vivida y compartida durante estos 5 días, las organizaciones de la Cumbre de los Pueblos declaramos lo siguiente:

1. Reiteramos nuestro compromiso con los pueblos de Chile y otros países latinoamericanos que se han levantado contra las injusticias estructurales, la usurpación y privatización de bienes comunes, la precarización social, la violencia estructural contra las mujeres, el racismo sistémico, y la vulneración de derechos del sistema neoliberal; y exigimos justicia en los casos de muertes y violaciones de derechos humanos con que los Estados han respondido ante estas movilizaciones.

2. Respaldamos la demanda de los movimientos sociales y las asambleas territoriales que exigen en Chile una verdadera Asamblea Constituyente, conformada íntegramente por ciudadanos y ciudadanas sin privilegios para los partidos políticos, que considere paridad de género y cupos significativos para pueblos indígenas.

3. No concebimos un proceso constituyente generado según las reglas de un sistema político-electoral que ha sido uno de los pilares del modelo neoliberal chileno, y cuya clase política ha dado una nueva demostración de subordinación a los intereses empresariales, al aprobar en la Cámara de Diputados la llamada ley “anti-saqueo”, que incluye artículos que criminalizan abiertamente la legítima protesta social.

4. Apoyamos las aspiraciones de las organizaciones y comunidades de Chile de instaurar una constitución política dotada de los principios de la plurinacionalidad, el feminismo, y el reconocimiento de los derechos de la naturaleza.

5. En el marco de las negociaciones climáticas en la COP25 de Madrid:

Condenamos la mantención de la presidencia de la COP en manos del Gobierno de Piñera, responsable de asesinatos, torturas, violaciones, mutilaciones, heridas, vejámenes, detenciones arbitrarias y otras violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes del Estado.

Rechazamos el impulso de falsas soluciones al cambio climático, que profundizan la crisis y robustecen el modelo que la genera, como los mercados de carbono, la hidroelectricidad y otras energías de base corporativa, los sumideros a base de monocultivos de árboles y agrocombustibles, la energía industrial a partir de biomasa forestal, la incineración, la geoingeniería y la fractura hidráulica o fracking.

Demandamos la toma de medidas efectivas para evitar la captura corporativa de las negociaciones, así como para que las grandes corporaciones y países más contaminantes reduzcan de manera radical sus emisiones de gases de efecto invernadero y paguen por los daños y perjuicios causados, fundamentalmente en los territorios más vulnerables.

Llamamos a dar mayor visibilidad a la migración climática y promover políticas migratorias con enfoque de derechos humanos.

Llamamos a impulsar de manera efectiva la transición justa y las soluciones verdaderamente sustentables, fuera de los mercados y el extractivismo, basadas en la soberanía territorial, en las prácticas, culturas y economías locales, en condiciones de trabajo y vida dignas, así como en el intercambio solidario entre pueblos y comunidades.

6. Rechazamos el impulso del extractivismo por parte de los gobiernos y organismos internacionales, en colusión con el poder corporativo, que concibe todos los territorios como potenciales zonas de sacrificio, y avanza destruyendo ecosistemas, desplazando comunidades o afectando sus estilos de vida y economías locales; incluyendo el fomento y el subsidio a la minería metálica o no metálica, las plantaciones forestales, la agroindustria y la ganadería convencional, la que carga también con una gran dosis de crueldad hacia los animales.

7. Reivindicamos y hacemos nuestras las demandas de pueblos indígenas y afro-descendientes, especialmente por la desmilitarización de sus territorios -en particular del Wallmapu-, la devolución de sus tierras ancestrales y el ejercicio pleno de sus derechos políticos, sociales y culturales.

8. Citando a la declaración de la Carpa de las Mujeres, “reivindicamos la economía feminista como una estrategia de resistencia y transformación para la vida de las mujeres y sus comunidades, como una forma de reconocer y valorizar los saberes, el trabajo doméstico y de cuidados que sustentan la vida y que, en este sistema capitalista, recae en las mujeres.”

9. Celebramos la fortaleza y participación activa de jóvenes, niñas y niños en los espacios de la Cumbre y reconocemos el rol protagónico que han asumido en denunciar la crisis y en promover cambios estructurales.

10. Demandamos la desprivatización del agua en Chile, la protección efectiva e integral de los glaciares, la recuperación de tierras para los y las campesinas y el impulso en los territorios y en las políticas públicas de modelos agroecológicos, libres de transgénicos y pesticidas químicos, basados en la soberanía alimentaria y en la recuperación e intercambio de productos y semillas, así como priorizando la conservación, regeneración y restauración ecosistémica.

11. Demandamos políticas y promovemos iniciativas comunitarias orientadas a generar ciudades más justas y amables, armonizando la relación ciudad-campo, desprivatizando los servicios básicos, impulsando una planificación territorial ampliamente participativa, implementando modelos de basura cero y sistemas de movilidad urbana sustentable.

12. Demandamos la transformación radical de los modelos energéticos, con criterios de soberanía, suficiencia y solidaridad, mediante sistemas de generación distribuida basados en fuentes limpias y diversas de base comunitaria.

13. Rechazamos la firma de tratados de libre comercio e inversión que benefician a las corporaciones, vulneran derechos sociales y atentan contra las economías locales y la soberanía alimentaria. Demandamos el retiro definitivo del TPP11 del parlamento.

14. Llamamos a construir movimientos y articulaciones latinoamericanas e internacionales, integrando organizaciones de justicia ecológica y climática, feministas, pueblos indígenas y afrodescendientes, migrantes, campesinos trabajadores, jóvenes, niños y niñas, para detener el modelo privatizador de bienes comunes y levantar paradigmas alternativos como el buen vivir y otras que surgen desde las cosmovisiones de los pueblos.

15. Finalmente, citando la declaración de la Aldea de la Paz, “nos invitamos a la cocreación colectiva de una forma de relacionarnos con la naturaleza y también de una forma consciente y amorosa de relacionarnos entre nosotros mismos. (…) Entendimos la necesidad de incorporar los derechos de la naturaleza y de todos los seres vivos que sustentan el tejido planetario, como constituyentes de nuestras vidas y de las leyes de los pueblos.”

CUMBRE DE LOS PUEBLOS 2019

Santiago, 7 de diciembre de 2019

“SALVEMOS LA TIERRA, CAMBIEMOS EL SISTEMA”

 

Fuente:http://www.radiotemblor.org/?p=16419&fbclid=IwAR1Cr6943xVvH6AyZ6UpGEtKxkJFma0ebiVmrtzdWSOOEG2pnoq0bDjPI7Q

Internacional

Explotación infantil por el cobalto, en el Congo

Los cinco gigantes tecnológicos del mundo —Apple, Alphabet (propietaria de Google), Dell, Microsoft y Tesla— fueron demandados por presuntamente haber sacado provecho del uso del trabajo de menores en minas de la República Democrática del Congo, informó este 15 de diciembre un comunicado de International Rights Advocates.

 

Según la demanda, las empresas «ayudaron e instigaron el uso cruel y brutal de niños pequeños» en las minas de aquel país para extraer cobalto, «el componente clave de todas las baterías de ion de litio recargables usadas en dispositivos electrónicos que estas compañías producen».

La querella fue presentada por International Rights Advocates en representación de 14 familiares de menores que fallecieron o resultaron gravemente heridos en el trabajo en minas, así como de otros niños.

El documento detalló que los infantes trabajaban en minas que pertenecían a la firma Glencore.

Esta empresa vendía el cobalto extraído a la compañía Umicore, que, por su parte, lo suministraba a los mencionados gigantes de las tecnologías. Al mismo tiempo, un menor afectado señaló que trabajaba en una mina de la empresa Congo Dongfang Mining, que es una subsidiaria de la compañía china Zhejiang Huayou Cobalt.

«En vez de dar un paso adelante para ayudar a estos menores con una porción insignificante de su riqueza y vasto poder, estas compañías no hacen otra cosa que beneficiarse del cobalto barato extraído por niños a los que robaron su niñez, su salud y, para demasiados, sus vidas», reza la publicación de International Rights Advocates.

En respuesta, desde Glencore precisaron en un comentario para The Guardian que «no toleran ninguna forma de trabajo infantil, forzado u obligatorio».

La República Democrática del Congo es uno de los países más ricos en recursos naturales como uranio, cobalto, diamantes, coltán y oro. Más de la mitad de todo el cobalto del mundo se extrae en este país africano.

El cobalto es el componente fundamental de las baterías de ion de litio, que son las encargadas de alimentar los teléfonos móviles, coches eléctricos, computadoras portátiles y otros dispositivos modernos de los que se benefician millones de personas en todo el mundo.

A principios del 2016, el informe ‘This Is What We Die For’ (‘Es por esto que morimos’), de la ONG Amnistía Internacional y la organización Afterwatch, concluyó que tanto adultos como menores, algunos de ellos de tan solo siete años, trabajan en condiciones deplorables en áreas mineras artesanales de la República Democrática del Congo.

Los menores entrevistados dijeron que trabajaban hasta 12 horas al día en la mina, llevando pesadas cargas, para ganar entre uno y dos dólares diarios.

En el informe se denunciaba también que Apple, Sony y Samsung, líderes de la industria electrónica, probablemente utilizan piezas fabricadas mediante el uso de trabajo infantil.

 

Fuente:https://noalamina.org/mundo/africa/item/43316-explotacion-infantil-por-el-cobalto-en-el-congo

Argentina

10 falacias del discurso prominero en Chubut

Transcribimos a continuación el artículo que Sebastián Sayago escribe para El extremo sur en el día de hoy.

 

Sabemos que desde hace años diferentes sectores intentan habilitar la minería a cielo abierto a gran escala o, más sencillamente, la megaminería. Esta actividad extractiva se caracteriza, entre otras cosas, por el uso continuo de grandes cantidades de explosivos, el consumo de millones de litros de agua diarios y también por el uso de elementos contaminantes.

Estos sectores promineros constituyen un lobby. Puntualmente, un grupo heterogéneo conformado por empresarios, funcionarios del gobierno, dirigentes sindicales afines, periodistas y personajes grises que se especializan en hacer de puente entre los empresarios y la clase política.

La unidad de este grupo radica, por supuesto, en la comunión de intereses. La megaminería le llenaría el bolsillo a todos ellos.

Este lobby sabe que la megaminería es una modalidad más del capitalismo extractivista y que generaría un saqueo sin precedentes en la provincia. Claro que no lo reconocen públicamente. Al contrario, con el fin de legitimar el negociado, desarrollan un discurso simplificador y falaz, reproducido una y otra vez por sus diferentes portavoces: cámaras mineras, funcionarios, intendentes y jefes comunales, diarios y portales de noticias.

Asumen que, por repetida, una mentira puede ser tomada como verdad o algo parecido.

Enumeraré diez falacias del discurso prominero. Seguramente, las y los lectores podrán reconocerlas en las declaraciones de prensa y en las noticias promovidas por el lobby.

1. «LA MEGAMINERÍA ES LA SOLUCIÓN A LA CRISIS PROVINCIAL»

Una manera de convencer a la ciudadanía acerca de las múltiples bondades de esta actividad es afirmar que el pago de regalías permitiría equilibrar las cuentas provinciales, que se encuentran en claro déficit.

Sin embargo, por ley nacional, las regalías tienen un tope del 3%. Pan American Silver, por el Proyecto Navidad (uno de los yacimientos de plata más grandes del mundo todavía sin explotar), pagaría por mes al Estado apenas 45 millones de pesos, lo que equivale apenas al 1,6% de la masa salarial de la provincia. Es decir, casi nada.

Hay que tener en cuenta, además, que las empresas mineras cuentan con muchísimos subsidios y ventajas impositivas, por lo que prácticamente no dejarían un peso.

Para terminar de dimensionar el aporte de la megaminería, pensemos que, en este momento, la deuda de la provincia es de 1.000 millones de dólares (es decir, 60 mil millones de pesos).

Ver artículo publicado en El Extremo Sur: www.elextremosur.com/nota/22363

2. «LA MEGAMINERÍA ES UNA GRAN FUENTE DE TRABAJO»

El lobby minero asegura que la actividad genera muchos puestos laborales y podría resolver el flagelo del desempleo que desde hace años afecta a la provincia, sobre todo en la Meseta y en el Valle.

Sin embargo, como ya está probado y debidamente documentado, la mayor ocupación se da solamente durante la etapa de instalación de los yacimientos. Una vez que estos ya están organizados estructuralmente, requieren muy poca mano de obra, por lo que tampoco es una solución real en este aspecto.

Según la CEPAL, en la región el empleo directo oscila entre 0,5 y 1 por cada millón de dólares de inversión, en la fase de exploración. Teniendo en cuenta que Pan American Silver prometió realizar una inversión de 1.000 millones de dólares, el máximo de empleos directos apenas llegaría a 1.000.

Para tener una referencia que permita hacer una estimación, actualmente, la cantidad de desocupados y subocupados en Chubut ronda las 20 mil personas.

Veamos un ejemplo. En 1993, La Alumbrera prometió crear 10 mil puestos de trabajo directos, pero en realidad no superó los 1.500. Entre 2003 y 2014, en Catamarca, el porcentaje de empleo en el rubro de minería y petróleo fue del 5,4%, detrás de los rubros 1) servicios, 2) comercio, 3) construcción y 4) agricultura, ganadería y pesca. Es decir, muy poco para una actividad que entraña tanto peligro, para el ambiente y para el propio empleado (la Organización Internacional del Trabajo la considera una actividad de alto riesgo).

Consideremos, además, que la megaminería actúa como un imán. Concentra subsidios y el desarrollo de comercio asociado (pymes, restaurantes, multirrubros, whiskerías, casinos) e inhibe y obstaculiza el desarrollo de emprendimientos vinculados con otras actividades productivas (ganadería y agricultura, por ejemplo). Es decir, hay empleos reales y oportunidades a futuro que se pierden.

3. «LA MEGAMINERÍA SUPONE LA DIVERSIFICACIÓN DE LA MATRIZ PRODUCTIVA»

El lobby minero asegura que la megaminería permitirá diversificar la matriz productiva, ya que la extracción de sustancias metalíferas sería una novedad para la provincia. Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, supone la profundización del histórico modelo extractivista. Con la salvedad de que el negocio para el Estado y el pueblo chubutense es mucho peor que el del petróleo: aporta menos empleo, menos regalías y más contaminación.

El verdadero desafío de la diversificación productiva consiste en fomentar alternativas que salgan del extractivismo: 1) ganadería, agricultura y pesca, 2) turismo, 3) cooperativas comunitarias, 4) industrias limpias (o con tecnología no contaminante) e industrias con bajo impacto ambiental.

Cambiar el modelo económico supone también salir del cortoplacismo extractivista, tan adictivo para las gestiones políticas que planifican sus logros a un plazo de tres o cuatro años.

El territorio ocupado por la megaminería resulta literalmente arrasado y la contaminación por aire y por agua impide el desarrollo de alternativas productivas sustentables. Por lo tanto, en vez de ser un paso hacia la diversificación es un paso hacia la profundización de la matriz extractivista y exportadora.

Chubut es la provincia con mayor ingreso por regalías petroleras del país y está fundida. El problema reside principalmente en la administración del Estado. Si continúan en el gobierno gestiones como los que tuvimos y tenemos, por más plata que genere la producción económica de todos modos seguiremos endeudados y en crisis. No solo no planifican adecuadamente a largo plazo (mediante una verdadera ampliación de la matriz productiva), sino que además malgastan el rédito del extractivismo cortoplacista.

4. «LA MEGAMINERÍA ES SEGURA, NO CONTAMINA»

El lobby minero intenta instalar la idea de que es posible una minería segura, pese a que hay que usar toneladas de explosivos diarios y sustancias altamente tóxicas (cianuro, mercurio, ácido sulfúrico) y producir diques en los que se almacenan residuos contaminantes.

Juran que no habrá derrames y que el viento patagónico no transportará por el aire el denominado «polvillo tóxico» (arsénico, cadmio, plomo, mercurio, uranio, cesio), compuesto por partículas venenosas, algunas de ellas radioactivas.

El lobby dice también que, si la gente tiene dudas, el Estado puede realizar rigurosos controles. Lo repite, incluso, teniendo la certeza de que el Estado provincial es totalmente ineficiente y de que está en manos de gestiones fáciles de corromper. Las empresas mineras tienen ganancias anuales de miles de millones de dólares y la provincia está quebrada y atravesada por múltiples denuncias de corrupción de muchos de sus funcionarios.

Mientras algunos hablan de adoptar el «exitoso» modelo sanjuanino, conviene recordar que el año pasado la Justicia Penal de esa provincia condenó a funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Minería de la Nación y de San Juan por incumplimientos, falta de control y otras irregularidades al encubrir el envenenamiento del agua por derrame de cianuro, ocasionado por Barrick Gold en la mina Veladero. El daño había afectado a varios ríos hasta llegar al Jachal, con desembocadura en Mendoza y San Luis.

Esta falacia se ve respaldada por el cliché de la «contaminación constitutiva»: En la región petrolera siempre sufrimos la contaminación de la industria hidrocarburífera, y sin embargo así progresamos, nos desarrollamos y generamos riquezas que benefician a otras regiones. ¿Por qué oponerse a que otros se contaminen también, si eso resulta beneficioso para la gente?

Demás está decir que ese cliché contiene varios desaciertos. La megaminería provoca una contaminación mucho más nociva que la actividad petrolera convencional y genera muchísima menos ganancias para el Estado que ésta. Por último, la solución no debería apuntar a insistir con la contaminación. «Mal de muchos, consuelo de tontos».

5. «QUIENES PROMUEVEN LA MEGAMINERÍA QUIEREN UNA DISCUSIÓN RACIONAL»

A través de sus diferentes portavoces, el lobby minero dice públicamente que aspira a un debate racional, reflexivo, maduro y democrático en torno a la posibilidad de habilitar la megaminería.

Sin embargo, hace todo lo posible para que eso no sea así. En primer lugar, actúa directamente sobre los funcionarios de turno; los visita en sus oficinas o los invita a lujosos eventos o a visitas a grandes empresas, con los gastos pagos. Es decir, en esta comunicación, puentea a los ciudadanos de a pie.

En segundo lugar, estigmatiza a quienes se oponen, tratándolos de «dogmáticos», «prejuiciosos» e «ignorantes».

En tercer lugar, evita discutir con las organizaciones sociales y las instituciones científicas y académicas que, con razón fundada, han manifestado su rechazo a la actividad.

Si leemos la prensa amiga del lobby, comprobamos que la gran mayoría de las noticias y de las declaraciones reproducidas corresponden a personajes alineados con el negocio minero. No hay pluralidad de opiniones, no hay debate democrático: hay monólogo.

Si focalizamos la atención en las operaciones en la Legislatura, vemos que en repetidas ocasiones se ha intentado aprobar el nefasto Proyecto de Zonificación Minera sin tener en cuenta la opinión de los pueblos originarios de la Meseta ni la de expertos en ambiente, economía y cultura que advierten sobre los peligros que conlleva. Solo se menciona la opinión de los especialistas que son empleados directos o indirectos de las empresas mineras (es decir, de la parte interesada).

No hay discusión racional porque para que esta sea posible debe haber actores dispuestos a comprender al otro, a respetar su identidad y su modo de vida.

Ocurre que el lobby minero no quiere entender ni respetar a nadie: lo único que quiere es emprender cuanto antes la producción para obtener de la manera más rápida y económica su ganancia. No puede respetar el modo de vida de los pobladores originarios porque sus intereses son opuestos. El lobby necesita que ellos no estén más ahí, que desaparezcan, salvo que acepten convertirse en mano de obra barata.

6. «QUIENES PROMUEVEN LA MEGAMINERÍA SON PACÍFICOS Y SINCEROS»

El lobby minero presenta a sus instituciones y representantes «oficiales» como «pacíficos y sinceros». Afirma que la violencia y las mentiras están del otro lado, de los que se manifiestan en las calles, en la Legislatura, los que organizan marchas y otras actividades públicas.

Sin embargo, no fueron pocas las veces en que vecinos y vecinas ambientalistas que se manifestaban en paz, fueron atacados por patotas gremiales que defendían los intereses mineros. También fueron reprimidos por fuerzas policiales en la Legislatura el jueves de la semana pasada. Y no solo eso: hubo detenidos que sufrieron torturas, con modalidades inadmisibles en democracia.

En Internet hay publicados videos de todo el mundo que prueban el tipo de violencia a la que pueden llegar «los brazos armados» del lobby minero.

«Violencia es mentir», reza una vieja canción de los Redondos. Si es así, los profetas de la minería hacen de la violencia un culto. Por ejemplo, el año pasado, realizaron convocatorias para recolectar CV en Trelew, Madryn y varios pueblos de la Meseta con la promesa de que todos los interesados iban a ser tomados en cuenta cuando se iniciara la explotación minera.

Esa fue una actividad fraudulenta porque hasta el día de hoy la megaminería está prohibida. Lo hicieron en un contexto de alta desocupación, sabiendo que muchas de esas personas, que llegaron desesperadas, no iban a poder trabajar en la industria; aun si llegara a habilitarse.

7. «LA MEGAMINERÍA EN CHUBUT ESTARÍA ACOTADA A UN TERRITORIO BIEN DELIMITADO»

El lobby minero insiste con la idea de que la megaminería es la solución para la Meseta, una región que fue sistemáticamente relegada por las diferentes administraciones del Estado provincial.

Continuamente envía a intendentes y jefes comunales a pedir la aprobación de la zonificación minera en nombre de «la Meseta». Una de las falacias es que el proyecto de zonificación pretende habilitar la megaminería en el 64% del territorio de Chubut, es decir, en la mayor parte. No es la Meseta, es la provincia entera.

El alcance territorial sería mayor, porque el río Chubut atraviesa toda la región, desde la Cordillera hasta la zona de Rawson, y su cauce no se detiene por un límite trazado en un mapa. Además de la contaminación de los acuíferos, los fuertes vientos patagónicos extenderán la contaminación aérea al resto de la provincia y más allá.

Por esta razón es que los estudios de impacto ambiental que han elaborado las organizaciones ecologistas y las instituciones científicas son invisibilizados por el lobby minero, que tiene como principal argumento la creación de fuentes laborales. No dice cuánto ganarían las empresas ni hasta dónde llegaría la contaminación. Y la prensa prominera, por supuesto, no pregunta.

8. «LA MEGAMINERÍA ES UNA ACTIVIDAD SUSTENTABLE»

La frase «minería sustentable» es un oxímoron, una contradicción en sí misma. Sobre todo si la minería dinamita el suelo, utiliza millones de litros de agua por día, usa sustancias tóxicas (como el cianuro) y tiene que almacenar «de alguna manera» los enormes desechos que genera. Una actividad predatoria y contaminante no es sustentable.

Se sabe que la etapa de «cierre de mina» es particularmente conflictiva porque las empresas dejan los residuos en un lugar que queda devastado y desaparecen rápidamente, con las arcas repletas, en busca de otro destino donde continuar el saqueo.

Las actividades verdaderamente sustentables son aquellas que no consumen recursos naturales y que no agreden el medio ambiente. Justamente, aquellas que la megaminería impediría que se desarrollen en el territorio ocupado.

Cuando escuchemos que, para convencernos, repiten la frase «minería sustentable», entendamos que nos quieren tomar por estúpidos.

9. «LA MEGAMINERÍA ESTÁ APOYADA POR LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN»

Es falso que la megaminería cuente con el apoyo de la mayoría de la población y también que quienes se oponen sean una minoría.

Si fuera cierto que hay una mayoría prominera los candidatos de los partidos mayoritarios llevarían la consigna de la megaminería en sus campañas y lo cierto es que nunca lo han hecho. Al contrario, todas sus plataformas electorales evitaron mencionar este tema específico porque temen perder el apoyo de sus votantes. Si quienes se oponen a la megaminería fueran una minoría, como afirma la prensa prominera, los políticos no tendrían nada que temer.

Al no levantar la bandera de la megaminería en sus campañas, la ciudadanía tiene todo el derecho de exigirles que no la habiliten. Es un tema muy conflictivo y de gran relevancia social. Si quisieran innovar deberían anticiparlo debidamente, para que la gente decida respaldarlos con su voto o no.

Cuando Mariano Arcioni estaba en campaña, dijo que este tema no estaba en la agenda, que no era momento de hablar de eso. Lo mismo había dicho en su momento Martín Buzzi, aunque luego, como quien clava un puñal por la espalda, pretendió aprobar un marco regulatorio para la actividad. Posteriormente, en la bochornosa sesión de la Legislatura de noviembre de 2014 (foto del diputado Gustavo Muñiz mediante), promovió una ley que apuntaba a derogar la prohibición que pesa contra la megaminería.

Carlos Linares, el principal candidato opositor a la gobernación, fue más allá y cambió radicalmente su discurso: dijo que él nunca había estado a favor de la megaminería.

Ningún político que quiera obtener el respaldo de la mayoría de la población en Chubut se ha manifestado o se manifiesta prominero.

10. «LA MEGAMINERÍA ES INEVITABLE»

Finalmente, como si pudiera ver con precisión el futuro, el lobby minero predice que la megaminería es inevitable, que es algo indetenible. Como la muerte.

Habitamos un territorio rico en minerales y esa situación nos condena, así como el oro y la plata condenaron a los pueblos originarios en tiempos de «la conquista». Dicen que nuestro destino está escrito en esa sustancia metalífera que duerme en la tierra, a la espera de que vengan ellos y la saquen a la luz.

Nos niegan el derecho de soñar con energías limpias, con el uso de los ríos y los acuíferos para la agricultura, la ganadería, la pesca, el turismo.

Según ese lobby no podemos aspirar a desarrollar actividades sustentables, a disfrutar de la naturaleza, de ese bien común. Debemos limitarnos a aplaudir, mientras nos saquean y contaminan; o bajar la cabeza, resignados, traicionados por el gobierno que finalmente consiga vendernos.

Pero la Historia también es otra cosa. No es solo derrota, saqueos y vergüenza. Los pueblos también pueden tomar la decisión de proteger su dignidad y construir enormes arcos de solidaridad para defender lo que es de todos y para proyectarse hacia un futuro mejor, hacia una sociedad más justa y racional.

Desde 2003, año en que el 82% de los votantes de Esquel dijo «No a la mina», Chubut le está demostrando al lobby que el futuro puede ser distinto, que puede ser mejor, que en ningún lado hay escrito un destino de saqueo y sacrificio.

Ojalá los gobernantes valoraran esta actitud y ayudaran a la construcción de ese otro mundo.

LA INFORMACIÓN ES PODER

Para finalizar, comparto dos libros que tratan con mucho rigor el riesgo y las mentiras asociadas a la megaminería:

Hablemos de megaminería, manual de educación y difusión elaborado por la Unión de Asambleas de Comunidades Chubutenses (UACCH): https://noalamina.org/hablemos-de-megamineria

15 mitos y realidades de la minería transnacional en Argentina, guía para desmontar el imaginario prominero elaborada por el Colectivo Voces de Alerta: https://herramienta.com.ar/sites/default/files/15_mitos_y_realidades_de_la_mineria.pdf

Leamos, compartamos la información, analicemos, discutamos, apoyemos a quienes están luchando por el bien de todos. Participemos.

Sebastián Sayago es Docente e investigador en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/43301-10-falacias-del-discurso-prominero-en-chubut?fbclid=IwAR3k9GsUjz6T0pjcVzdLH2FaiKNWgMUyP8HaHHiFuNXMXV4Um_3FA6jLWuE

Mexico

Ley Minera… permiso para el despojo

En cualquier país del mundo aspiramos a tener marcos regulatorios, leyes, normas, etc., que sean prominentes generadoras de mejores condiciones de calidad de vida en su sentido amplio, pero sucede que, en el caso de los bienes naturales; la conservación, la protección, la restauración y el buen manejo y aprovechamiento de los mismos, desde hace décadas son parte del lenguaje jurídico, de derechos y de un rebasado discurso de desarrollo sustentable, que ha sido avasallado por la imposición global de una política decidida para sí misma hacia la mercantilización de la naturaleza.

Actualmente las consecuencias y agravantes que todos vivimos y que han empeorado de manera acelerada durante los últimos 50 años, no hay duda alguna que se deben a causa de la ponderación del enfoque neoliberal, la tecnología de “vanguardia” acompañada por ciencia, científicos y tecnócratas de corte comercial, y la homogeneización del consumo que a nivel planetario se dinamiza literalmente desde la leche que consumimos proveniente de sistemas de producción depredadores de los bienes naturales, los cuales, además de crear dependencia económica y suplantar sistemas productivos y de gobernanza locales, durante los procesos de competencia comercial crean despojo y desplazamiento forzado de la población.

Así es como actualmente nos encontramos al inicio de la 4T, y así se encuentra el resto de las naciones de Latinoamérica y del mundo, quienes prácticamente al mismo tiempo transitamos por cambios constitucionales y reformas estructurales que en su conjunto retrocedieron y desregularizaron leyes y reglamentos abonando a la degradación de los derechos colectivos, el abandono del estado en sus funciones sociales, incrementando las asimetrías durante las relaciones de competencia y la productividad basada en el enfoque comercial, apostando a la descampesinización y en consecuencia al abandono del campo que no sólo se relaciona con la pérdida de soberanía alimentaria, sino también al abandono de estructuras sociales y debilitar las resistencias contra el embate de las empresas que desean bienes naturales relacionados con la acumulación por despojo, lo que a su vez generó la aglomeración poblacional en zonas urbanas para convertirlos en centros de consumo masivos y homogeneizados creando una alta dependencia de servicios privados.

Esta política tiene décadas que se elabora y se instrumenta desde las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) encabezadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por mencionar los más comunes, quienes envían a sus órganos operadores que deben paliar el proceso de despojo utilizando marcos regulatorios amigables, menos violentos, de buen comportamiento, pero que al final funcionan como administradores del despojo, al mismo tiempo que regulan los conflictos, tal como sucede con organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras instancias que proponen y disponen marcos normativos algunos audaces, otros deprimentes, pero cualquiera que sea tendrá muy pocas posibilidades de aplicación en su sentido amplio, porque un marco justo en el modelo actual de consumo es contradictorio con el mejoramiento de la calidad de vida.

Luego interviene cada país quienes, de acuerdo a las mal llamadas riquezas naturales que tenga disponibles para el mercado, ajustará el marco normativo que facilite el saqueo en su sentido más amplio o lo matice y lo vuelva adecuado y sustentable si todavía las resistencias y las rebeldías comunitarias no se encuentran totalmente domesticadas al proyecto del consumismo global, que en una simple frase significa invitarlos, por ejemplo, a través de las consultas, a cambiar la calidad de vida (agua limpia, aire limpio, comida sana, buena salud y convivencia comunitaria) por dinero, empleo y aspiraciones materiales que el modelo global pone como bocadillos para la población, a partir de un fuerte despliegue publicitario, de medios y con reglas comerciales que nos atrapan en lo cotidiano.

Por supuesto que esta condición crea paradigmas y confrontaciones y ahí aparecen grupos organizados, sociedad civil, académicos sueltos, pero también desde sus instituciones y agrupaciones, toman la bandera por los derechos humanos y se plantean apoyar y defender a los pueblos, a la naturaleza y otros temas que el propio sistema va degradando, pero que, desde una posición piensan que el despojo del modelo extractivo sí puede resolverse con leyes más fuertes y robustas, más justas, más igualitarias, más horizontales, más participativas, más democráticas.

Todo lo anterior viene pasando desde hace varios años en toda la región de Latinoamérica. En cada país, sino al mismo tiempo, sí en términos geopolíticos en la misma fase del neoliberalismo se han abierto y cerrado coyunturas para la participación social en marcos normativos, desde la regulación de consultas, hasta leyes verdes para temas significativos, como el agua, los minerales, la biodiversidad, hidrocarburos, los bosques y selvas, las energías verdes, etc. Los resultados están a la vista en el contexto latinoamericano y cada caso ha derivado en la administración de conflictos que se dirimen en tribunales, mientras el planeta continúa incrementando su temperatura, las tierras mueren paulatinamente por el enfoque de los agrotóxicos para los agronegocios, el agua se agota y se contamina, la gente se enferma de manera irreversible por habitar en amplias regiones contaminadas por tóxicos que llegan a la gente por contacto, ingesta e inhalación, la desigualdad crece y las comunidades se dividen más y más, quedando a la deriva y con la esperanza de que sea la justicia de la ley que finalmente dirima su destino.

La desregulación es un hecho, el cambio climático y sus consecuencia una realidad, el despojo y el desplazamiento forzado una expresión creciente que pronto también empezará a administrase de forma política, aunque muy pronto, como ya sucede en otros lados, sólo se podrá contener con represión mandatada desde los estados y, en esa vorágine, por supuesto el mismo sistema busca más y más fórmulas para legitimar el despojo, tal como sucede, con el paquete de consultas que de manera vergonzosa el INPI y el indigenista Adelfo Regino, opera de forma rampante, en los estados donde se proyecta el Tren Maya, por cierto uno de los proyectos más neoliberales de la 4T, aunque aun hay otro más neoliberal, conocido como Corredor Transístmico, un proyecto que desde hace muchos años AMLO trae en su cabeza.

Entender de facto ese contexto para quienes integramos REMA, nos sirve para evitar enredarnos en lo que legitima el modelo neoliberal, y por ello preferimos dedicar nuestros esfuerzos a cuidar y defender la continuidad de tener agua limpia, aire limpio, comida sana, buena salud y convivencia comunitaria y por ello, no entendemos por qué otros defensores del territorio, continúan aspirando a la incidencia política, cuando son acompañantes de procesos en donde el despojo se ha hecho presente.

Querer garantizar estándares internacionales que han sido construidos desde la estructura vertical del sistema económico que no está dispuesto a cambiar el modelo de producción y consumo, para nosotros es un contrasentido, y sólo debemos abrir un poco los ojos para darnos cuenta que, incluso reconocidos y distinguidos investigadores que hoy ocupan cargos en la 4T ya tienen en el discurso que, “gracias” a que México tiene Litio, podemos ser potencia mundial y que contribuiremos a la transición de un nuevo modelo energético, en el cual venderemos energía solar, etc., poniendo en duda y en evidencia parte de las promesas y de los discursos de la 4T, la cual al parecer, parece terminará por entregar nuevas concesiones a mineras como ya se mira en el horizonte de la explotación de Litio.

El modelo energético del mundo entero no es sustentable, ni verde, ni justo, ni responsable socialmente, ni soporta tampoco la aplicación de los más altos estándares internacionales, porque en si mismo es un modelo que atenta contra la vida en su sentido amplio, peor aun si se trata del modelo extractivo minero, el más rapaz de todas las actividades extractivas, a tal grado que si la clase gobernante de este país realmente tuviera una buena intención de mejorar la ley minera o hacer una nueva minera, esta debería tener un sólo artículo: La minería debe estar prohibida en México.

Sin contexto y realidad, de verdad no entendemos como grupos legislativos, Ong´s y académicos pretenden caminar una vez más, porque tampoco están transitando en un tema inédito, a seguir impulsando marcos normativos relacionados a la Ley Minera en México, que en sí misma es una actividad violatoria de derechos humanos, agrarios y ambientales que deja a las comunidades en desamparo prácticamente sin opciones para defenderse de estos proyectos.

Hace unos días, en el marco de la conferencia Megaminería en México: escenarios y consecuencias, impulsada por Morena, diputadas del partido sostuvieron que “es necesaria una legislación justa y respetuosa de las comunidades y el medio ambiente” y apuestan a incorporar la consulta como un mecanismo que la legitime, sin siquiera observar o detenerse a dirimir las barbaridades y vergüenzas que el INPI y Fonatur actualmente implementan en las comunidades de la península maya. Para los no legisladores que actúan en esa misma dirección, creer que la tribuna es una expresión de democracia, participación, igualdad, equidad e incidencia, sin siquiera detenerse a observar por qué el senador Monreal detuvo algo más simple y necesario como la regulación del Outsourcing que daña tanto los derechos laborales de millones de trabajadores, nos parece un sinsentido, pero además consideramos que en el fondo reta, confunde y golpetea la as diversas expresiones para la defensa del territorio que hay en contra de los megaproyectos, en donde la prohibición minera es un proceso que ha y está costando vidas, nos parece aun más grave no se considere en su análisis. De verdad hacernos creer que desde la ley se puede regular “adecuadamente” el saqueo, el despojo, los daños irremediables y las muertes de personas entre otras barbaridades, nos parece totalmente desproporcionado, y peor aun de soñador, es creer que el estado, este gobierno o el que siga, van reconocer los daños y a atender a la población y el medio ambiente.

La minería es una amenaza para las comunidades porque atenta contra las formas de organización política y social, elimina sus referentes socio-culturales, mercadea por falsas promesas la permanencia de las actividades para la subsistencia económica, con lo cual evaporiza la autonomía alimentaria, lo que en consecuencia destierra la existencia de factores subjetivos, emocionales y afectivos, que son un pilar en la afectividad y comunalidad y solidaridad de los pueblos. Es una burla y un despropósito hablar de “beneficios” en un contexto de muerte, enfermedad, desplazamiento forzado y con impactos ambientales irreversibles que ponen en riesgo la vida de todo lo viviente. Peor aún es reducir, a la retórica de las consultas, lo que se considera “justo” para imponer y legitimar la destrucción de la vida de las comunidades. En ese contexto, no tenemos duda alguna; hay un gran desconocimiento de quienes legislan sobre la temática.

Hacer leyes siendo ignorante de diversas temáticas, como en este caso la minería, debería estar prohibido en México, esa si sería una buena ley para el país, porque entonces si aspiraríamos a levantar un país con sujetos políticos que construimos en colectivo nuestro futuro, porque mientras ello no suceda, todo lo que se legisle seguirá teniendo como eje una visión colonialista y neoliberal; de arriba para abajo, de las clase medias, altas y empoderadas para luego preguntarles, a las clases bajas y desposeídas si están de acuerdo en continuar con el despojo de su vida. No hay que mirar muy lejos para corroborar lo anterior, basta observar como la 4T sigue aplicando una política indigenista que tributa bajo el tradicional mecanismo del subsidio y aprovechando esos procesos de coacción para crear la misma situación que ya estaba arraigada desde hace años. La sumisión.

Mientras este modelo económico persista, nunca habrá condiciones ni de equidad, ni de igualdad, por lo tanto, en consecuencia, las asimetrías seguirán incrementándose. Nuestra estancia en comunidades que conviven con empresas mineras, nos permite tener contundencia en nuestros argumentos y con gusto lo compartimos con quienes quieran mirar desde adentro esa experiencia, para ver si esa vivencia les ayuda a reflexionar con mayor seriedad sobre la temática. Necesitamos leyes y marcos que terminen con la impunidad que protejan a los pueblos y no leyes que legitimen el despojo con el clásico lenguaje que se impone desde las multinacionales o la ONU.

De verdad invitamos a aquellas y aquellos diputadas/os, funcionarios, organizaciones y académicas/os que pretenden impulsar la Ley Minera, para que pasen uno o dos días con nosotros en proyectos mineros, por ejemplo en Guerrero o en San Luis Potosí o en Zacatecas, y ahí, en el mismísimo infierno, tengamos un análisis y reflexión seria, profunda, con datos concretos, científicos pero también con datos construidos desde la epistemología social y entonces, ahí mismo debatir si hay que mejorar el despojo minero. Reflexionar desde la curul, el salón, el confort, sin saber ni entender cada uno de los vericuetos del modelo extractivo minero y sólo pensar que las normas, los estándares o lo que manda el Banco Mundial o la ONU es la ruta o lo que dictaminan los derechos humanos, es para nosotros legitimar el despojo. Esto ya ha sucedido en muchos países y acá pareciera que de nuevo estamos descubriendo el agua tibia.

Desde la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería hacemos expreso nuestro desacuerdo en seguir apostándole a mecanismos de simulación y a procesos de consulta que legitiman el despojo.

Hacemos un llamado a legisladas/es, organizaciones, academia y otros actores a repensar y replantear su papel y a tomar una postura seria y respetuosa para los pueblos que viven las atrocidades de la minería.

A T E N T A M E N T E,

RED MEXICANA DE AFECTADAS/OS POR LA MINERÍA

Fuente:https://movimientom4.org/2019/12/ley-minera-permiso-para-el-depojo/?fbclid=IwAR277h2717L-PJkzPrzK9WDq4bLINRoka_rNgJeSf_kZXV924fFBYD-lkdc

Bolivia

Bolivia: el dilema entre Derechos Humanos y extractivismo

El pasado 5 de noviembre, Bolivia volvió a rendir el Examen Periódico Universal (EPU) sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas, esta vez en su Tercer Ciclo. Pese a ciertos logros, la cantidad de países que realizaron recomendaciones y observaciones aumentó con relación a la última versión, en 2014.

El EPU es un mecanismo cooperativo de examen, creado en el año 2007 por el Consejo de Derechos Humanos, para de evaluar la situación de los Derechos Humanos en los 193 países miembros de la ONU y verificar si los Estados cumplen sus obligaciones y compromisos asumidos voluntariamente al firmar y ratificar los instrumentos de Derechos Humanos para lograr mejores prácticas.

Para Bolivia se desarrollaron dos EPU: en 2009 y 2014. La tercera ronda del EPU para Bolivia se dio el 5 de noviembre.

En la intervención inicial de Alto Nivel, liderada por el ahora exministro de Justicia, Héctor Arce, se resaltaron algunos progresos sobre a los derechos de los pueblos indígenas.

Sin embargo, el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), señala que el Estado Plurinacional de Bolivia, en dicha intervención, “omitió mencionar sobre el respeto a los derechos de defensoras de Derechos Humanos y del medio ambiente, la violación del derecho a consulta previa de los pueblos indígenas o el etnocidio de pueblos indígenas en aislamiento voluntario”.

Más países hicieron recomendaciones

En cada una de las tres rondas del EPU, el número de países que realizaron recomendaciones fue aumentando paulatinamente. En la primera ronda fueron 57 países. En la segunda ronda, el año 2014, fueron 76. Para esta tercera ronda fueron 91 países que realizaron observaciones y recomendaciones, o sea 14 nuevos países.

Debido a lo que el Estado boliviano omitió reconocer, y al aumento de países con recomendaciones, el CEDIB considera que “Bolivia reprobó el examen de Derechos Humanos de la ONU”.

Entre los 14 que hicieron recomendaciones por primera vez están países de África, las Américas, Europa, Asia y Oceanía, que se enfocaron, en gran medida, precisamente en la situación de derechos humanos de pueblos indígenas y quienes abogan por sus derechos. Entre ellos destacan Canadá, Alemania, Austria, Francia, Bélgica, Perú, Nicaragua y Namibia.

Recomendaciones

Durante el dialogo, el Reino Unido y Alemania formularon preguntas al Estado Plurinacional de Bolivia, particularmente acerca de los pueblos indígenas afectados por la explotación de recursos naturales, resaltando casos como Jach´a Marka Tapacarí Condor Apacheta, Choquecota Marka del Suyu Jacha´a Carangas, Marca Quila Quila, Takana II y Takovo Mora. 

El CEDIB agrega que también indagaron sobre planes para introducir una legislación integral sobre la contaminación causada por metales pesados, “​​ya que los niveles de emisiones de mercurio que generan las actividades mineras siguen en aumento”, y por medidas para “lidiar con la impunidad generalizada en caso de violencia a minorías”.

Por su parte, Dinamarca recomendó ajustar el marco legal del sector de minería e hidrocarburos de acuerdo con el convenio 169 de la OIT, incluso mediante la reforma de la ley de Minería 535 y el Decreto Supremo 2298 para garantizar el derecho al consentimiento libre, informado y previo.

En tanto, Suecia recomendó la revisión de la Ley 351 y el Decreto Supremo 1597. Estas normas ya habían sido denunciadas por el CEDIB y otras ONGs en Bolivia por considerar que “restringen los derechos de la sociedad civil a la reunión y asociación pacíficas”.

El país escandinavo también se centró en estas normas porque dificultan el cumplimiento de que los defensores de los derechos humanos y los derechos ambientales, incluidos los críticos con las políticas y opiniones del gobierno, puedan realizar sus actividades sin intimidación.  En el mismo sentido, la República Checa insistió en las recomendaciones del ciclo pasado relacionadas con la protección al trabajo de periodistas, defensores de derechos humanos, pueblos indígenas y ONG.

Interpelación de la sociedad civil boliviana

Para la tercera ronda del EPU fueron 50 organizaciones de la sociedad civil (ONG, representaciones de pueblos indígenas y otras) que suscribieron un informe sobre la situación de los Derechos Humanos, actividades extractivas y grandes infraestructuras, a través de la conformación de la Alianza por los Derechos Humanos y el Medio Ambiente (Adhma).

Entre las organizaciones que aglutina la Adhma destacan la Asamblea permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), la Coordinadora de Defensa y Autodeterminación de los Pueblos y del Medio Ambiente (CODAPMA), CENDA, Jubileo, Infante, CEDIB, Probioma, Fundación TIERRA, Somos Sur, CIPCA, Cáritas Tarija, CONTIOCAP. Además de la Capitanía Tacobo Mora, Comunidad Caigua (Aguaragüe), Subcentral Tariquía, y varios otros.

El informe de estas organizaciones para el EPU 2019 mostró los avances, retrocesos o estancamiento de los derechos laborales y humanos (trabajo forzoso, trabajo infantil, derechos de las mujeres, etc.), e incorporó un informe específico sobre Pueblos indígenas y medio ambiente, que llamó la atención de nuevos países de la ONU.

El documento presentado analizó 23 casos de violación de derechos humanos: 6 en el sector minero, 7 en el hidrocarburífero, 3 en relación a infraestructuras, de los cuales 16 afectan territorios indígenas. Y realizó sus propias recomendaciones concretas en cada una de las violaciones. En unos años se conocerán nuevos avances y retrocesos.

Fuente:https://elpais.bo/bolivia-el-dilema-entre-derechos-humanos-y-extractivismo/?fbclid=IwAR3JcgNn3ITueYbdJDdGO-OnwGEVsspTtO757bAl6pUchC-geNUQekMEn7o
Perú

Las Bambas: Publican decreto de urgencia para expropiar terrenos en Corredor Vial Apurímac-Cusco

El Ejecutivo publicó un decreto de urgencia que aprueba medidas extraordinarias para liberar y expropiar áreas en el Corredor Vial Apurímac-Cusco, también conocido como “corredor minero”.

Según el texto, el objeto de la norma es permitir el acceso a los servicios públicos y para ello, dispone la autorización de «la expropiación de las áreas que resulten necesarias”.

Como se recuerda, a lo largo del año, el corredor minero fue víctima de constantes bloqueos y declaratorias de emergencia, pues la población local protestaba por el transporte de minerales de la mina de cobre MMG Las Bambas en esa ruta hacia el puerto de Matarani (Arequipa). Actualmente, los vehículos circulan con normalidad.

Durante los próximos 30 días hábiles, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) deberá identificar el área para la ejecución de la obra, así como los afectados que ocupan y poseen las zonas requeridas.

La lista de personas naturales y jurídicas afectadas se publicará en los 10 días hábiles siguientes, luego que termine la labor de identificación del MTC.

Luego de la publicación, el afectado deberá acreditar su derecho sobre el área en cuestión. En caso de no hacerlo (o no aceptar el pago por el área), el MTC procederá a expropiar el terreno.

La compensación económica, como pago único hacia el afectado, será por un monto no menor a una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) ni mayor a 5 UIT. Es decir, actualmente se ubicaría entre S/ 4,200 y S/ 21,000.

“El valor de m2 de terreno, para los fines del presente Decreto de Urgencia, es el monto más favorable para el sujeto pasivo obtenido entre las tasaciones realizadas en el corredor vial a la fecha de emisión de la presente norma, distinguiéndose un valor para el tipo o uso de terreno, considerando las características homogéneas del terreno en cada uno de estos ámbitos”, señala el texto.

Además, el Gobierno señaló que garantiza “los derechos colectivos de los pueblos indígenas u originarios”.

 

Fuente:https://gestion.pe/peru/las-bambas-publican-decreto-de-urgencia-para-expropiar-terrenos-en-corredor-vial-apurimac-cusco-nndc-noticia/?fbclid=IwAR2FVFZG6DbBiyK0Jz1MY74qJ9oz_JqUi8E7VVW2p4Bw16Xo_4quEAqTh5Q

Mexico

Reconocen a Epitacia Zamora, activista contra la minería en Colima

La activista indígena Epitacia Zamora Teodoro, defensora del territorio de la comunidad de Zacualpan en contra de la minería, fue reconocida de manera post mortem con la condecoración “Eleanor Roosevelt”.

Dicho reconocimiento es otorgado cada año por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC) a quienes destacan en la promoción y protección de los derechos humanos en la entidad.

El organismo también reconoció al fallecido activista Jorge Iglesias de la Cruz, quien se distinguió por la lucha a favor de los derechos de los pacientes con VIH.

Además, reconoció al teniente coronel Zenón Cisneros Martínez, por sus propuestas en materia de derechos humanos al interior del Ejército.

El galardón a Epitacia Zamora fue recibido por sus hijas Carmen y Leticia Guzmán Zamora, mientras que el de Jorge Iglesias fue entregado a su hermana Guadalupe Iglesias de la Cruz.

Epitacia Zamora murió en febrero de 2015, a los 57 años de edad, a causa de una anemia mielodisplásica contraída por el contacto con agroquímicos durante su trabajo como jornalera en plantaciones de papaya.

Fundadora del Consejo Indígena en Defensa del Territorio de Zacualpan, en el municipio de Comala, Zamora Teodoro luchó los últimos años de su vida contra la instalación de una mina de oro en terrenos de su comunidad.

Fue la primera mujer secretaria de la mesa directiva del Comisariado de Bienes Comunales, desde donde fue parte fundamental de la declaratoria de Zacualpan como “territorio libre de minería”.

Casada a los 15 años de edad, Epitacia Zamora fue madre de cuatro hijas y dos hijos, estos últimos ya fallecidos, y durante las dos últimas décadas de su vida se involucró en la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres del campo.

También participó en Comunidades Eclesiales de Base y comités de apoyo a la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, con los que recorrió poblados del Colima, Jalisco y Michoacán.

“Hay muchas mujeres tímidas que prefieren dejarse maltratar por miedo, que les dicen que no valen nada. Yo les digo que sí valemos y debemos hacernos valer.”

“A todas esas mujeres yo les diría que se rebelen, que se defiendan y denuncien, y si no les hacen caso que exijan en las calles con marchas y que digan: somos mujeres y aquí estamos”, señaló en una entrevista con el portal Colima3.0 antes de su muerte.

 

Denuncian escasez de agua

Al acto de entrega de la condecoración “Eleanor Roosevelt”, en el Teatro Hidalgo de esta ciudad, acudieron decenas de comuneros de Zacualpan, quienes aseguraron que la lucha continuará hasta hacer que los sueños de Epitacia Zamora se hagan realidad y se respeten los derechos de tierra y dignidad de las comunidades indígenas.

Ante el secretario del Trabajo, Vicente Reyna García, quien acudió en representación del gobernador, y frente al presidente de la CDHEC, Sabino Hermilo Flores Arias, los comuneros denunciaron también la escasez de agua que han sufrido en su comunidad durante los últimos meses, a pesar de que irónicamente en su territorio se encuentra el manantial que abastece a cerca de 300 mil habitantes de la zona conurbada Colima-Villa de Álvarez.

En su intervención, tras recibir el reconocimiento a su madre, Carmen Guzmán Zamora recordó al pueblo de Colima que la lucha contra los daños ambientales que provoca la minería no la han realizado sólo por el pueblo de Zacualpan, sino por toda la población.

“En mi pensamiento digo que no lo hagamos por querer tener más dinero, hagámoslo porque nuestro planeta, nosotros, estamos en peligro de extinción, ya basta: reconozcan nuestros derechos, reconozcan que somos indígenas, tengan un poco más de respeto porque lo merecemos, no estamos empezando a tener dignidad, la dignidad la estamos recuperando porque esa ya era de nosotros”.

Con la voz entrecortada por la emoción, la hija de la luchadora social prosiguió: “Nos sentimos indígenas de corazón, no dejemos que nuestro planeta se destruya poco a poco porque tenemos hijos todos y queremos dejarles algo mejor, que era lo que quería Epitacia Zamora”.

 

Víctima del desabasto de medicamentos

Jorge Iglesias de la Cruz, el otro activista homenajeado y quien murió en 2015, víctima del desabasto de medicamentos contra hepatitis C, contraída a consecuencia de ser portador del VIH.

A lo largo de casi 20 años participó en el Frente Nacional de Personas Afectadas por el VIH (Frenpavih) y fundó la asociación Amigos Colimenses contra el VIH/Sida (Acolsida), desde donde luchó contra la discriminación y la mejor atención a los pacientes con esta enfermedad.

También fue integrante del Consejo Municipal contra la Discriminación en la capital del estado.

En su discurso, el presidente de la CDHEC, Sabino Hermilo Flores, destacó que quienes se esfuerzan y dan el último aliento de vida para dejar un legado de lucha y generosidad, confieren el reto de no abandonar esa lucha, sino sostenerla y acrecentarla.

Fuente:https://www.proceso.com.mx/610533/reconocen-a-epitacia-zamora-activista-contra-la-mineria-en-colima?fbclid=IwAR2suDcJ7z7mqHa7ADBXWuzDq2YpYrGhUrX85YFZl6MBDPc2JKg0kzYwG_k

Mexico

Caso río Sonora: Cofepris revela segundo derrame; el gobierno de Peña lo ocultó

En el primer recorrido que realizaron por las comunidades que se encuentran en los márgenes de los ríos Sonora y Bacanuchi, funcionarios federales descubrieron que el gobierno de Enrique Peña Nieto ocultó un segundo derrame de tóxicos mineros, la existencia de más de mil enfermos “no reconocidos” en la zona, y que el agua de ese importante caudal sigue contaminada.

José Alonso Novelo Baeza, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), reveló el primero de los secretos mejor guardados sobre la contaminación de esas cuencas, que afectó a más de 22 mil personas en siete municipios ribereños.

“Recuerden que hubo dos sucesos: un convenio se firmó por el derrame del 6 de agosto (de 2014), pero 40 o 42 días después hubo otro derrame, del que sus acuerdos no están establecidos en ningún convenio, por lo que todo hay que revisarlo”, externó.

El funcionario federal expuso que ese otro vertimiento –desconocido para todos– aconteció entre el 16 y el 18 de septiembre del mismo año.

“Fue un pequeño escape, no comparable con el primero, pero sí se sumó a él”, afirmó Novelo Baeza.

Este segundo “escape”, dijo, se suscitó porque había un “resquebrajamiento” en la estructura del represo Tinajas 1 y el represo Tinajas 2. “Todavía no estaba terminado; había unas válvulas que todavía no estaban instaladas y ahí ocurrió”.

La revelación se dio mientras el grupo de funcionarios recorría el Hospital General de Ures, después de visitar la infraestructura –en obra negra– de lo que sería la Unidad de Vigilancia Epidemiológica.

El titular de Cofepris expresó que hasta ahora no se había hecho pública la información del segundo derrame porque la investigación se encuentra en “litigio”, pero los afectados –subrayó– pueden hacerse de la información a través de sus autoridades municipales o estatales. “No la puede solicitar cualquiera”, aclaró.

En el primer recorrido también participó Juan Antonio Ferrer Aguilar, director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), quien descubrió que además de los 381 afectados a los que se les ha dado atención tras el derrame, se tiene registro de otros mil enfermos “no reconocidos” por el Fideicomiso Río Sonora, la empresa Grupo México y las estadísticas del gobierno federal.

En esto cinco años, apuntó, la atención médica de este millar de afectados corrió a cargo de los gobiernos federal y estatal (en caso de ser derechohabientes de algún servicio de salud) y del propio bolsillo de los enfermos.

La información se obtuvo cuando Ferrer Aguilar recorría las instalaciones de la Clínica de Vigilancia Epidemiológica y preguntó al titular de ese espacio de atención, Joel López Villagómez, por el uso que se le daba a un pequeño cuarto al fondo del traspatio.

El director de la clínica respondió que se trataba de un archivero, y al abrirlo explicó el contenido de los documentos allí guardados.

Eran los mil expedientes de los que no se sabía públicamente. Habían sido resguardados en ese lugar bajo el argumento de que ese millar de personas no estuvo en “contacto directo” con el agua contaminada, ya sea por “inhalarla”, “ingerirla” o “presentar algún padecimiento” en el periodo comprendido del 6 de agosto al 6 de octubre de 2014.

“Estos mil (casos) que no entraron en ese rango no fueron reconocidos. Presentan los mismos padecimientos, muy similares”, confesó Joel López Villagómez.

Y después justificó: “La Cofepris en su momento definió una estrategia operacional de cada caso. A esos mil (no reconocidos) los atendíamos y los derivábamos a los centros de salud estatales y federales”.

Tras el recorrido, los funcionarios enviados a Sonora por instrucción directa del presidente Andrés Manuel López Obrador se reunieron con los afectados de los siete pueblos ribereños, quienes se dieron cita en el auditorio de la ciudad que lleva por nombre Jesús “El Chobi” Ochoa, en honor al histrión sonorense.

Antes de la intervención con los habitantes, el titular de la Cofepris soltó una nueva revelación ante los representantes de los medios de comunicación allí presentes.

“Definitivamente, las aguas de la zona están contaminadas fuera de normas de metales pesados y eso hay que corregirlo. Se necesitan plantas de tratamiento, análisis continuos, para tener una certeza sobre el asunto, sobre este tema”, puntualizó.

Se trata de 60 muestras tomadas en pozos y tomas domiciliarias que fueron analizadas por el laboratorio de Cofepris, donde se encontraron metales pesados por encima de los estándares nacionales.

“Nosotros vamos a volver a tomar muestras en marzo o en mayo, cerca de la sequía, porque durante la sequía los valores varían, porque se concentran los metales pesados y durante la época de lluvia se diluyen”, profundizó Novelo Baeza.

Los enviados presidenciales ofrecieron volver y se comprometieron a resarcir los daños ambientales y de salud ocasionados por el vertedero de sulfato de cobre acidulado al caudal de los ríos Sonora y Bacanuchi, por una irresponsabilidad de la mina Buenavista del Cobre, subsidiaria de Grupo México.

El hecho fue considerado el mayor desastre ambiental en la historia moderna de la minería.

 

Fuente:https://www.proceso.com.mx/610498/caso-rio-sonora-cofepris-revela-segundo-derrame-el-gobierno-de-pena-lo-oculto?fbclid=IwAR2yWh8J6_-kjZaRkEF7f69Jlg7STqvTUU2HMmp3g0aZZQ79QJhDiJNw7wI