Lejos de la imagen apacible que Canadá construye de sí misma, en Toronto, una de las principales ciudades del país, se concentran los más turbios negocios de la minería mundial. Mientras que el gobierno brinda seguridad jurídica y diplomática para resguardar a las empresas, el mercado especulativo aporta las herramientas financieras para su desarrollo.
Por Alain Deneault y William Sacher
Complejo minero de ArcelorMittal en Fermont, Quebec, 21-3-12 (Geraldine Woessner/AFP/Dachary)