El proyecto de la División Andina de Codelco enfrenta su etapa final dentro de la legislación ambiental, un proceso de polémica y sinsabores que han enfrentado a la cuprífera estatal con la comunidad organizada, ediles, movimientos ecologistas y hasta sus propios fantasmas internos.
Para las 11 horas de hoy fue citado en las dependencias del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), en el centro de Santiago, Ricardo Palma Contesse, gerente general de la División Andina de Codelco. Al funcionario le corresponde exponer la Adenda N°1 del Estudio de Impacto Ambiental de la «Expansión Andina 244», un complejo entramado de 400 páginas que en términos gruesos busca agrandar la capacidad de extracción de la División, y de paso su vida útil, pero cuyo desarrollo causa escozor en las organizaciones ambientalistas y en gran parte de los alcaldes de la docena de comunas que serían afectadas por el que es considerado como el proyecto de mayor envergadura ambiental que se está tramitando hoy en Chile.