Desde que el precio del cobre superó los 3 dólares la libra se reactivaron los proyectos de inversión minera en Chile, lo que ha sido celebrado por diversos medios como un gran beneficio para el país. Documentando la reactivación de la inversión minera el año 2017, Cochilco publicó un informe titulado precisamente así, “Inversión Minera en Chile”, en el que celebra que la inversión minera proyectada para el período 2017-2026 alcance un monto de US$ 64.856 millones.
Sin embargo, el Anuario de Cochilco 2016, al reportar la tributación de las 10 mayores mineras privadas, nos informa que para el ejercicio 2016 ella alcanzó la ridícula suma de US$ 17,6 millones. En el mismo ejercicio, el mismo cuadro informa que la tributación de Codelco alcanzó a US$ 950,8 millones, mientras que Enami tributó US$ 8,8 millones.
Esto quiere decir que Codelco tributó 520,4 dólares por tonelada de cobre producida, Enami 60,90 dólares, y las grandes mineras extranjeras apenas 4,60 dólares por tonelada de cobre que se llevaron de nuestro país. Esa es la diferencia entre la producción estatal y la producción privada de nuestro mineral.
Esa es la inversión extranjera en el país que celebra El Mercurio, Cochilco, el gobierno, el Consejo Minero, la Sonami, y todos aquellos que rajan vestiduras en favor de la inversión extranjera. Por ignorancia los más, y por jugosas “coimisiones” los menos, gracias a boletas de honorarios por servicios no prestados como quedó en evidencia en los juicios Penta y SQM.
La inversión extranjera en la minería, se mire como se mire, es funesta, infamante, escandalosa, inicua, vil…
Además, sigue siendo absolutamente innecesaria. Chile, después de la nacionalización del cobre, nunca necesitó de inversión extranjera para desarrollar su minería. Codelco, entre 1973 y 1989, aumentó su producción desde 615 mil toneladas a 1 millón 243 mil toneladas, doblando su capacidad productiva.
Si agregamos las 50 mil toneladas de aumento de la producción de Enami, el Estado chileno financió el aumento de la producción mundial de cobre en 678 mil toneladas. Todo el resto de empresas mineras del mundo, en el mismo período de tiempo, aumentó la producción en solo 599 mil toneladas,
En el periodo 1973 y 1989 el Estado de Chile –Codelco y Enami– pudo financiar más de la mitad del crecimiento mundial de la producción de cobre. Esa es la prueba más contundente que Chile no necesitaba de ninguna manera la inversión extranjera para desarrollar su minería.
No hubo en los años ochenta del siglo pasado, ni en los años noventa, ni en este siglo, ninguna justificación económica para la inversión extranjera en nuestra minería. El Estado chileno podía financiar con sus propios medios, de manera planificada y progresiva, el desarrollo de la minería en modo tal de no generar sobreoferta, manteniendo un justo precio del cobre y del molibdeno.
La inversión extranjera que se expandió de manera considerable y catastrófica para la economía chilena a partir de 1990, no es el fruto de la conversión ideológica de los dirigentes de la Concertación, que la facilitaron, sino a la corrupción. Los juicios Penta, SQM y Sernapesca lo acreditan, al tiempo que esos casos no son sino la punta del iceberg de la gran corrupción que se paga desde y hacia cuentas secretas en paraísos fiscales de las Islas del Caribe.
Algunos interesados expertos, defendiendo el “aporte” de la minería extranjera, dicen que ha generado una considerable expansión del empleo en la minería. Sin embargo eso no es sino un espejismo típico del desierto: la realidad es muy diferente.
Según las cifras de los Anuarios de Cochilco, en 1990 el personal ocupado en la minería del cobre era de 46.248 personas. De las cuales 20.484 trabajaban en la mediana y pequeña minería, o sea el 45% del total. Diez años después, el año 2000, el empleo en la minería del cobre era de 33.637 trabajadores, del cual solo 5.036 en la mediana y pequeña minería: 15.448 trabajadores menos que en el año 1990.
El empleo en la gran minería, incluyendo a Codelco, pasó de 25.674 personas en 1990, a 28.601 el año 2000, con un aumento de solo 3.073 trabajadores. Sin embargo, la producción de cobre de la gran minería pasó de 0,13 millones de toneladas a 2,7 millones de toneladas. Hablando de productividad…
En la pequeña y mediana minería el empleo bajó en 15.448 trabajadores entre 1990 y el año 2000, por efecto de la catastrófica caída del precio del cobre provocada por el colosal aumento de la producción de cobre en Chile por la gran minería extranjera.
En suma, entre 1990 y el año 2000, época del auge de la inversión extranjera en la minería, se produjo en Chile un colosal aumento de la producción de cobre por las transnacionales mineras, pero el empleo, en vez de aumentar disminuyó en cerca de 13 mil trabajadores, según las estadísticas de Cochilco.
Ello fue el producto de la eliminación de empleo en la pequeña y mediana minería, como consecuencia del desplome del precio del cobre que pasó de 1,50 dólares en 1990 a solo 0,70 dólares el año 2000. Caída del precio ocasionada por la colosal sobreproducción de cobre de las empresas extranjeras.
La gran minería, que exporta esencialmente concentrados, sin fundir ni refinar el cobre en Chile, genera poco empleo: el proceso productivo es altamente automatizado y algunos procesos han sido robotizados.
Informes del SII prueban que, hasta el año 2004, solo Minera Escondida pagó impuestos de Primera Categoría –US$ 490 millones–, pero el resto de las mineras extranjeras, entre las cuales Los Pelambres, no pagaron un solo peso de impuesto a la renta. Varias de ellas no pagaron ningún impuesto hasta el año 2006.
Con el aumento del precio del cobre, en el periodo 2006-2016, el Impuesto de Primera Categoría pagado por las 10 principales mineras rondó los US$ 18.000 millones. En ese mismo periodo de tiempo, Codelco, que produce menos de la mitad de las mineras extranjeras, aportó excedentes al Estado del orden de US$ 52.000 millones.
Lo que precede pone en evidencia lo nefasto e innecesario de la inversión extranjera en la minería. Por el contrario, la Nacionalización de la Gran Minería del Cobre le ha aportado al país más de US$ 120.000 millones. Es una de las razones por las que la Nacionalización es el mayor éxito económico de la toda la historia de Chile.
Este 11 de julio celebraremos el 47 Aniversario de la Nacionalización del Cobre, el Día de la Dignidad Nacional.
Fuente:https://madmimi.com/p/75818c?fe=1&pact=16483157-146184720-4473055447-1257b24582047ec60b560d36bf67ab0645f54e81



Si se analiza el Salar de Atacama en el largo plazo, prescindiendo de sus arbitrarias sectorizaciones, y se comparan las sumas totales entre renovabilidad o recarga de aguas (mal llamada oferta de recursos hídricos) y la demanda comprometida, que corresponde a la suma de los derechos otorgados, se puede notar que el Salar en su conjunto ya se encuentra sobreotorgado. La empresa Minera Escondida Ltda. tiene un derecho al agua por un límite de 21 años (1997- 2018) y actualmente pretende extender su uso por 11 años más, habiéndose demostrado los impactos ambientales que produjo disminuyendo el volumen del agua del acuífero, efecto que se mantendría por más de 500 años. El Movimiento por el Agua y los Territorios, rechazan las pretensiones de Minera Escondida Ltda. y exigen a la Dirección General de Aguas que declare al Salar de Atacama como Área de Restricción.

Un conjunto de organizaciones del valle del Aconcagua, presentaron en la oficina de partes de la gobernación de San Felipe, una carta dirigida al director regional del servicio de evaluación ambiental, solicitando el fin de la tramitación de la declaración de impacto ambiental presentada el día 4 de junio por la compañía minera Vizcachitas holding.
Estudio comparó ejemplares del norte, centro y sur del país. Los de Atacama tienen los peores registros.
Un grupo internacional de científicos sugiere prohibir la actividad en áreas donde convergen especies de distintas regiones o en las que se produce intercambio genético. Una explotación sin control podría llevar a extinciones locales e incluso globales, aseguran los expertos.
“En Chile hay 5.748 glaciares que cubren más de 22 mil km2. En la zona central, adelgazan dos metros por año y el volumen de hielo es 30% menor que las primeras estimaciones”, explica Gonzalo Barcaza, exjefe de la Unidad de Glaciología y Nieves (UGN) de la Dirección General de Aguas (DGA).
Rio Tinto, uno de los principales grupos mineros del mundo, persiste en su deseo de operar una mina en Chile.
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Presentamos aquí un artículo que ilustra sobre condiciones y algunos detalles de un típico proceso de “cambio de manos” -y de responsabilidades- de una empresa megaminera para con sus trabajadores y para el país que las recibe. La gran producción inicial se acaba, los márgenes de ganancia se reducen,… y resulta más prudente vender todo a consorcios de accionistas ignotos antes de ingresar a los años finales cargados de despidos, reclamos y demás “incomodidades”.
Luego de anunciarse el retiro del proyecto, la ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, aseguró que estos serán incluidos en el proyecto de ley que creará el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, sin embargo, su creación aún está en trámite en el Congreso y no se ha definido la jerarquía que tendrá la institución ante otros cuerpos legales que regulan inversiones, como lo son proyectos mineros o concesiones eléctricas.