Argentina, Litio

Litio: el caso de Livent

Un modelo de fraude y saqueo que se debe terminar
Claudio Del Plá 12/10/2022
Argentina alberga grandes reservas de litio
Mucho se discute hoy sobre cómo debe ser la explotación del litio en este momento de boom mundial de precios y demanda, siendo que en tres provincias argentinas se acumulan una de las reservas más importantes del mundo y que en ellas el costo de producción alcanza menos de 5.000 dólares la tonelada, mientras se vende a 70.000.

En cualquier caso, hay algo que no debería discutirse: el yacimiento que Livent opera desde hace veinte años en el Salar del Hombre Muerto, en el límite entre Salta y Catamarca, debe ser expropiado y puesto a funcionar por el Estado bajo control de los trabajadores.

Es que esta empresa estuvo cometiendo fraude con la subfacturación de su producción y hasta la Afip no tuvo otra alternativa que descubrir, ya que la empresa valuaba sus ventas ocho veces menos del valor de mercado. Le han hecho pagar apenas una multa por el último año, pero la cosa viene de muy atrás. Ya en un encuentro de investigadores sobre el tema litio de todas las universidades del país en 2019, se denunciaba con detalle que la empresa vendía el mineral a sus propias filiales en otros países y colocaba precio de fantasía varias veces menor, sobre el que terminaba abonando las regalías. No se ha abierto una investigación en regla sobre la deuda acumulada en estos veinte años de producción y la totalidad de los funcionarios del gobierno, desde Massa hasta el gobernador de la provincia Gustavo Sáenz, se vienen reuniendo en Argentina y en Estados Unidos con los CEOs de la empresa, que es presentada como una de las principales protagonistas de las inversiones que, según ellos, impulsarán el desarrollo de las provincias más pobres del país.

Livent le hace el “paga dios” a Salta desde hace casi 20 años…
Según conocemos por el boletín oficial de Salta del 9/9/22, la empresa anunció el descubrimiento de Litio I y Litio II dentro del “Salar del Hombre Muerto” en territorio salteño ya en el año 93. Hasta la fecha, sin embargo, la empresa no ha pagado un peso de regalías a la provincia. De allí que, tardíamente, el gobierno ha iniciado el reclamo por el período que va de 2017 a 2019, solo en esos dos años y con la ínfima regalía del 3%, la deuda que exige la provincia es de 59 millones de pesos. La empresa se niega a pagar a pesar de haber reconocido que produce en esos yacimientos y se niega también a informar, mediante declaración jurada, el volumen producido. De allí que la provincia tuvo que hacer una estimación de ese volumen. No conocemos si la provincia de Salta está reclamando el pago del impuesto a las actividades económicas conforme a los verdaderos valores de mercado del producto, ya que la transformación del mineral en cloruro de litio y su exportación se hace en su mayoría en y desde el parque industrial de General Güemes. Es indudable que en este otro concepto Livent acumula enormes deudas millonarias con el Estado salteño.

Sáenz se ha mantenido en silencio cuando se conoció que la Afip colocó a la empresa una multa de 6.700 millones de pesos por la subfacturación de exportaciones que en un 60% fue realizado desde territorio salteño.

Si “para muestra basta un botón” y “los hechos valen más que mil palabras”, debemos considerar que Livent es el modelo parasitario y fraudulento de la explotación de las mineras en la región. Comencemos por impulsar su expropiación como contraparte de la enorme deuda que acumula en estos veinte años con las provincias de Catamarca y Salta. Abramos el debate sobre una minería que nos “saque de pobres” con control obrero y derecho a veto de las comunidades en materia ambiental.
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