Chile

El vía crucis de Enap y la reforma que nunca llega

La estatal perdió US$1.000 millones en 2008 y desde entonces no ha repuntado. Sólo este año enfrenta vencimientos por US$922 millones, monto que deberá salir a buscar al mercado, justo cuando un informe de riesgo la dejó al borde de la calificación de «inversión especulativa». Fuentes de la empresa plantean que lo de Moody»s es una advertencia para apurar la reforma. Sí, la misma que se viene anunciando desde 2008.

A comienzos de semana, Moody’s revivió un tema que al gobierno le preocupa y mucho, pero que ha sido dejado de lado por la discusión sobre las reformas eléctricas, que copan hoy la agenda energética. La delicada situación financiera que vive ENAP fue descrita por la agencia clasificadora de riesgo como un severo “apalancamiento financiero en relación con su perfil de ingresos”. En otras palabras, está con el agua hasta el cuello.

Lo urgente es hacer frente a los vencimientos. Este año debe cumplir con obligaciones totales por US$922 millones, cifra inédita y que tiene que ver, a su vez, con aplazamiento de deuda hecha años antes. Si bien ya salió al mercado en noviembre pasado, obteniendo cerca de un cuarto del total, estos dineros no serán suficientes. Por lo tanto, hay que hallar una salida.

Pero la crisis no comenzó ahora. ENAP está en problemas desde 2008, año en que registró pérdidas por US$1.000 millones, en medio de la crisis subprime y una reducción veloz de los precios del petróleo. Entonces la estatal, para poder cumplir con sus reglas de aprovisionamiento, adquirió petróleo a precios altos, mientras que debía venderlos a precio bajo, pues la reducción de los valores fue rápida. Entonces, se debió comer ese diferencial. Mismo que escaló hasta la histórica cifra.

Con los años, la estatal ha implementado distintas medidas para poder mejorar su posición, pero no lo ha conseguido. A septiembre, sus pérdidas alcanzan US$236 millones, cifra que podría ser mayor (toda indica que así será) cuando se entregue el balance del año completo.

¿Cuál es la salida? La empresa ha planteado que le sería de mucha ayuda la eliminación del arancel que hoy la obliga a pagar un 6% extra sobre las compras de crudo que efectúa, lo que se traduce en que su materia prima se encarece.

De hecho, a mediados del año pasado la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados aprobó un acuerdo para pedir formalmente que se rebaje el 6% de impuesto que debe pagar la empresa por las compras de petróleo. “A ENAP se le hace muy difícil de recuperar (ese 6%) y no se ajusta a la realidad de tarifas que se aplican en el mundo para las refinerías, que suelen estar debajo de los US$5 por barril”, se planteó en el documento de acuerdo del año pasado.

Gobierno y Petrobrás
El problema es que desde entonces no se ha tomado ninguna decisión. ENAP sigue arrastrando con el pago de ese 6%, cuya eliminación si bien no le permitiría necesariamente revertir la totalidad de las pérdidas, sí ayudaría a atenuarlas.

Pero hay otras reformas que están pendientes y que, si bien se han discutido largamente, no se han traducido en propuestas concretas, y mucho menos en cambios reales que permitan a la empresa salir del agujero en el que se encuentra.

El primero de los cinco ministros de Energía que ha tenido el gobierno del presidente Sebastián Piñera planteó, en una de las primeras actividades públicas que tuvo, que estaban pensando en una reforma grande para la empresa.

“Lo que tenemos pensado es hacer más explícita la participación del capital privado dentro de la compañía, y ahí estamos analizando tomar como base el modelo de Petrobras, donde el Estado mantiene un control de la compañía, pero se hace participar a inversionistas privados en algunas formas de la propiedad”, explicó Ricardo Raineri en mayo de 2010.

Pero de esa intención no quedó nada. ENAP sigue como está, Raineri abandonó el gobierno y las pérdidas siguen apareciendo, año a año.

Otra propuesta que no avanzó fue el cambio del gobierno corporativo de la empresa. Desde 2009, fecha en la que se tramitaba en el congreso la reforma al directorio de Codelco -que logró separar los ciclos políticos de la duración de los cargos directivos en la minera, y sacó a los ministros de la mesa- se venía hablando de que la segunda etapa correspondía a ENAP. Esa reforma tampoco fructificó.

Tirón de orejas
Al interior de ENAP se plantea que lo que deja entrever Moody’s es, precisamente, una crítica a la lentitud con la que el gobierno está tomando las reformas que deben hacerse en la petrolera, tanto respecto de los cambios legales como en lo relacionado con una capitalización que permita hacer frente a los vencimientos.

“La calificación de riesgo combina: la evaluación de base crediticia subyacente de ENAP y la voluntad y habilidad del gobierno de Chile para proveer apoyo crediticio a ENAP en una situación difícil”, explica el informe de la clasificadora de riesgo.

La baja de riesgo tiene otro antecedente: la propiedad estatal de la compañía. Si bien los bonos que emite ENAP no cuentan de forma explícita con el aval del Estado de Chile, el mercado subentiende que en caso de un default de la empresa será el Estado el que saldará esa deuda. Es decir, considerando el nivel de deuda de la empresa y en el caso de que fuera privada, su nota sería aún más baja. Y el escalón más bajo la convierte en bono basura.

También se reclama el que la estatal deba salir a vender sus activos para poder pagar sus vencimientos 2013, cuando podría buscarse alguna fórmula alternativa, como apoyo estatal, endeudamiento fiscal o explicitar el respaldo estatal a las emisiones de la empresa.

Por ahora, la agenda legislativa no contempla, en el año de gobierno que queda, generar cambios. Por el contrario, los temas energéticos son otros, como por ejemplo, la carretera eléctrica.