A 15 años de uno de los desastres ambientales más nocivos que haya sufrido el país, el derrame de mercurio en Choropampa dejó impactos irreversibles en la salud de su población, desolación y pobreza. Hoy 8 de cada 10 choropampinos son pobres, mientras que 6 de cada 10 viven por debajo de la línea de la pobreza.
El derrame de mercurio en Choropampa ha condenado a su población a vivir enfermos, al olvido y a la desolación. 15 años después de esta tragedia ambiental estas perniciosas huellas aún perduran en el tiempo. Esta localidad, ubicado a 61 kilómetros de Cajamarca es un pueblo que arrastra el fantasma del mercurio, de ser una zona comercial -concentraba en sus ferias a comerciantes de Chiclayo, Trujillo y Cajamarca, y abastecía además a otros distritos colindantes- pasó a ser un poblado olvidado. Cuentan sus habitantes que antes de la tragedia Choropampa era un lugar donde los choferes y los pasajeros de paso hacían sus paradas para alimentarse, ahora nadie se detiene por temor a intoxicarse.