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Pasta de Conchos y la “verdad histórica”

En una vivienda, se reunió con la Organización Familia de Pasta de Conchos, integrada por los deudos y sobrevivientes de la tragedia ocurrida en 2006 así como de los accidentes carboneros posteriores que sumarían en estos años alrededor de 200 fallecidos, quienes encausaron sus reclamos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Una primera señal de buena voluntad se había dado el pasado 19 de febrero, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a no litigar.

Después de horas de reunión, el encuentro del 30 de abril tuvo una conclusión: que el Estado tutele la recuperación de los 63 cuerpos que permanecen sepultados en la mina Pasta de Conchos, porque Grupo México –que originalmente debía hacerlo– cooptó en estos años al Estado (tanto que los deudos tuvieron que acudir a la CIDH) y el sindicato minero que dirige Napoleón Gómez Urrutia, tuvo prácticas desleales y es parte interesada.

Ese fue el origen del anuncio que el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó la mañana de este 1 de mayo y que, por primera vez desde el siniestro de 2006, colocó el asunto al máximo nivel al aceptar las condiciones de los deudos –aun a costa de dejar fuera de la ecuación a su aliado, Gómez Urrutia– como lo hizo al declarar sobre Germán Larrea: “si ayuda bienvenido, si no, de todas maneras lo vamos a hacer”.

 

El asunto tiene una relevancia enorme, pues no se trata sólo del interés de un grupo de familias: es uno de los casos del maridaje gobierno-gran capital, que se expresó de manera terrible, con vidas humanas de por medio, garantizando la impunidad a uno de los hombres más ricos de México, un asunto al que López Obrador se ha referido como objeto histórico de su gobierno: separar al poder político del económico, origen de la gran corrupción.

Durante 13 años, una “verdad histórica” fue construida con base en un perito sin credenciales contratado por Grupo México. Su dictamen sirvió para evitar que continuaran los trabajos de recuperación de cuerpos en Pasta de Conchos pues, durante los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, los funcionarios aceptaron y promovieron la versión empresarial.

La historia es la siguiente: un “experto” estadunidense, presentado en 2007 como D.G. Wooton, integró un dictamen en el que aseguraba que continuar con los trabajos, provocaría una epidemia de salmonela, tuberculosis y VIH en la región, algo que carecía de un soporte científico básico, pero asustaba a los habitantes de la zona, en un contexto de indignación social que, por otra parte, se atemperaba con una campaña de desprestigio sobre los deudos.

En los últimos días de febrero de 2006, autoridades federales, estatales y empresa, dijeron que la explosión provocó una elevación de temperatura a más de 900 grados, por lo que “ya no había sustento de vida” pues estaban calcinados (como se dijo en los mismos términos con la “verdad histórica” de Ayotzinapa, no habría ni cenizas). Grupo México justificó así terminar el esfuerzo de recuperar a los mineros con vida –que, entre una serie de compromisos posteriormente también incumplidos– prometiendo recuperar sus cuerpos.

El 23 de junio de 2006 se recuperó un primer cuerpo y el 1 de enero de 2007 el segundo. En ambos casos, la causa de muerte fue asfixia y no calcinamiento, lo que en los hechos echaba por tierra la primera “verdad histórica” que se quiso imponer. Así que al emitirse el Informe Wooton, lo que se evitaba era avanzar en aquello que podía evidenciar las responsabilidades de la empresa pues en 13 años nadie ha podido explicar qué fue lo que ocurrió el 19 de febrero de 2006 cuando, antes de emitir la alerta de accidente, desaparecieron misteriosamente de las oficinas de la mina, las bitácoras y otros documentos que podían acreditar en qué condiciones operaba.

Las condiciones previas eran relevantes: bitácora sobre presencia de gas; calidad de inhibición del polvo de carbón y, reportes sobre desperfectos eléctricos (factores clave para una explosión en mina de carbón), por ejemplo, que habían sido reportados desde el 7 de febrero, 12 días antes del estallido, en un acta de verificación que firmaron empresa, sindicato minero e inspectores de la secretaría del Trabajo.

El reporte del 7 de febrero era el seguimiento a las inspecciones que documentaban desde dos años antes las anomalías de la operación sin que jamás se hubieran suspendido sus actividades. Demasiadas responsabilidades que, de continuar con la recuperación de cuerpos, quedarían al descubierto.

Javier Lozano Alarcón, como secretario de Trabajo, no sólo aceptó el informe de Grupo México, sino que dijo que los deudos y los defensores de derechos humanos que los acompañaban, lucraban con la tragedia; interpretó a modo los informes de la Organización Internacional del Trabajo para declarar cerrado el caso, así como el dictamen del Foro Consultivo Científico y Tecnológico para mantener su posición que era la misma de Grupo México: no continuar con la recuperación.

En el gobierno de Enrique Peña Nieto, el asunto fue tomado por el subprocurador Ricardo García Sáenz quien, al avanzar en la reapertura del caso procurando la recuperación de cuerpos por la vía penal, terminó forzado a abandonar el cargo, más o menos en las mismas fechas en que la secretaría de Economía, a través de su Dirección General de Minas, fraccionó en varios lotes la concesión Pasta de Conchos, haciendo aprovechable el yacimiento y eludiendo la suspensión impuesta por el siniestro.

De esa historia se desprende la exigencia de tutela del Estado que se hizo a Luisa Alcalde el 30 de abril, en una vivienda de Barroterán, donde se reunió con Trinidad Cantú, madre del minero fallecido Raúl Villasana, Elvira Martínez, viuda del minero Jorge Vladimir Muñoz, un representante del Centro Pro, y Cristina Auerbach Benavides, defensora de derechos humanos y anfitriona del encuentro.

A más de 13 años de los hechos, hay un avance que se actualiza en una región cuya actividad productiva principal, padece una cultura patronal mortífera y que, paradójicamente sirve al Estado, pues la mayoría de las minas son proveedoras de la Comisión Federal de Electricidad.

Pero las responsabilidades son muchas y, por lo pronto, el gobierno de López Obrador deberá para resistir las presiones del magnate Larrea y sus asociados en la vida pública, por su anuncio de este 1 de mayo y cuando en estos días, el Estado Mexicano responda a los requerimientos de la CIDH, luego del compromiso asumido por el mandatario de no litigar contra las víctimas.

 

Fuente:http://www.remamx.org/2019/05/pasta-de-conchos-y-la-verdad-historica/

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La corrupción institucionalizada ha contribuido en la crisis del agua en región centro de Zacatecas

■ Hay tolerancia a la transmisión parcial de los derechos de extracción como una manera de evadir las vedas formales: Cindy McCulligh, posdoctorante en la UAZ

La corrupción institucionalizada, como conjunto de prácticas gubernamentales, ha contribuido a la persistencia y profundización de la crisis del agua en la región centro de Zacatecas, tales como la tolerancia a la transmisión parcial de los derechos de extracción como una manera de evadir las vedas formales, los bajos niveles de inspección y vigilancia de las extracciones, y los cambios “en el papel” de los volúmenes disponibles de agua para poder otorgar nuevas concesiones.

Así lo afirmó Cindy McCulligh, posdoctorante en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), quien manifestó que en el estado se subordinan las consideraciones de sustentabilidad ecológica y social a la prioridad del Estado neoliberal de atraer y retener la inversión privada y extranjera, en particular en la industria, la agricultura y la minería.

Precisó que el concepto de “corrupción institucionalizada” no se refiere a los actos individuales de corrupción por parte de autoridades del agua o medio ambiente, sino más bien a un patrón continuo de “sesgos en la generación y aplicación de las normas ambientales que favorecen el interés privado sobre el bien común”, lo que implica eludir las regulaciones ambientales para proveer a los capitales extractivos el acceso a los recursos escasos, incluyendo el agua.

En ese sentido, subrayó “la discrepancia existente entre la idea de un Estado democrático que vela por el bien común al tratar de procurar un equilibrio entre objetivos económicos y ambientales contrapuestos y la de un Estado neoliberal depredador que tiende a operar a favor de los intereses de corto plazo de corporaciones y empresas individuales que emplean grandes cantidades de agua en sus actividades extractivas, industriales y agrícolas”.

Explicó que la transmisión parcial de las concesiones de agua, una de las prácticas de corrupción institucionalizada, tiene que ver con la multiplicación de las concesiones de agua existentes mediante la práctica de las transmisiones parciales de títulos (Ley de Aguas Nacionales).

McCulligh expuso que desde los 1960 se han emitido diferentes decretos que instituyen zonas de veda para restringir los derechos de perforación de nuevos pozos en Zacatecas, y existe algún tipo de restricción para todos los municipios del estado. En los hechos, sin embargo, esto ha llevado al fraccionamiento y, por lo tanto, a la multiplicación de las concesiones de agua existentes.

La primera práctica de corrupción institucional, dijo, es el bajo nivel de inspección y vigilancia. Debido a que los cálculos de la extracción se basan en datos de las concesiones, la falta de supervisión e inspección implica que las verdaderas tasas de sobreexplotación con probabilidad exceden lo que se estima.

En ese sentido, “la Conagua carece de capacidad de inspección en el nivel nacional, hecho que se evidencia en el número de inspectores y de las inspecciones realizadas comparado con el número de usuarios con una concesión para extraer aguas superficiales o subterráneas, o bien con un permiso para descargar a aguas nacionales o para ocupar una zona federal. El número total de concesiones y permisos registrados a escala nacional es cercano a medio millón (491 mil 362 en febrero de 2016), y Conagua cuenta con alrededor de 180 inspectores. Con base en el promedio anual de inspecciones realizadas por la Conagua entre 2011 y 2015 (8 mil 337), se puede estimar que requeriría de 59 años para poder inspeccionar a cada usuario. Esto pone en perspectiva el tipo de vigilancia que puede movilizar la comisión”.

En consecuencia, señaló que hay una depredación del agua por parte de industriales y agricultores en los que destaca “la incapacidad, o la franca complicidad del Estado, para someter a esos grupos a alguna lógica de racionalidad no empresarial, buscando una cierta equidad o algún criterio de conservación a largo plazo”.

Asimismo, McCulligh refirió que otra práctica importante que funge para asegurar el agua para satisfacer intereses económicos involucra la manipulación o tergiversación de los datos acerca del estado y la cantidad del recurso hídrico. Un caso bastante claro proviene del norte de Zacatecas, donde las cifras oficiales de la recarga natural del acuífero Cedros se multiplicaron durante la etapa antes de la instalación de la mina Peñasquito, una enorme mina a cielo abierto de la compañía canadiense, Goldcorp, en el municipio de Mazapil.

En 2007, comentó que la Conagua dio a conocer un estudio de la disponibilidad del agua en el acuífero Cedros, en el que se afirma que la tasa de recarga natural es de 10.1 Mm3 /año, y que el volumen comprometido en concesiones es de 4.45 Mm3/año. Dos años después, la Conagua publicó información en el Diario Oficial de la Federación indicando que la recarga para el acuífero Cedros era de 54.4 Mm3 /año, ¡un aumento de 435 por ciento.

Actualmente, la mina Peñasquito, considerada la mina de oro más grande del país, cuenta con concesiones para 38 Mm3 / año de 60 pozos en el acuífero Cedros, así como otros 6 Mm3 /año del sobreexplotado acuífero Guadalupe Garzarón, según detalló en un artículo publicado en la revista Water Alternatives y Observatorio del Desarrollo.

Consideró entonces que es un caso de reciprocidad negativa entre la corporación y las comunidades locales, quienes han perdido su acceso a los recursos hídricos. En este caso, las autoridades del agua han incurrido tanto en “falsificar los estudios técnicos” como en realizar actos de omisión al permitir la continua extracción no sustentable del agua del acuífero.

McCulligh manifestó que la apuesta actual de las autoridades del estado es aumentar el abastecimiento a través de la construcción de la presa Milpillas, sobre el río del mismo nombre, al extremo occidente del estado en la cuenca del río Santiago, pero un trasvase de cuenca y una gran obra de infraestructura hidráulica no sólo no solucionarán los problemas que son de una magnitud importante, sino que no trastocan los patrones actuales de uso del agua en la región centro del estado.

“Minar agua subterránea para emprendimientos privados, sean agrícolas o industriales, se realiza actualmente con la anuencia de las autoridades, cuya aplicación de la regulación se inscribe en las prácticas de la corrupción institucionalizada. Mientras la corrupción institucionalizada permite que persistan los patrones no sustentables de explotación del agua en la región centro del estado, la crisis del agua se profundiza y se cristaliza en el conflicto naciente en torno a la presa Milpillas. Sin duda, la participación y la vigilancia ciudadanas serán clave para poder develar y romper las prácticas oficiales que solapan la sobreexplotación de los acuíferos en aras de garantizar actividades y ganancias privadas”, concluyó.

 

Fuente:http://www.remamx.org/2019/05/la-corrupcion-institucionalizada-ha-contribuido-en-la-crisis-del-agua-en-region-centro-de-zacatecas/

 

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MINERÍA EN EL NAIM ¿PROYECTO DE VIDA O MUERTE?

En el país tenemos al menos 45 conflictos (OCMAL, 2018) serios y muy complejos derivado de las más de 20 millones de hectáreas vigentes concesionadas a las empresas mineras. A ellos, se sumarán los conflictos socioambientales generados por las mineras que se están explotando para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

En la Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Regional (MIAMR) del NAIM, se indica que: “se calcula un volumen aproximado de 35,448,000 m3 de material requerido para la nivelación del terreno, la fuente de suministro serán los bancos localizados en los municipios de Ecatepec, Chimalhuacan, San Vicente Chicoloapan, Ixtapaluca y Texcoco” (GACM, II-83). Es decir, el material requerido tan sólo para nivelar el terreno corresponde al volumen de 6,394 albercas olímpicas o 381 veces más del material que se utilizó para la construcción del Estadio Azteca. Pero ¿de qué material esta hablando la MIAMR?

De manera particular se señala que durante la Fase 1, una vez que se retiren 7 millones de m3 (por las excavaciones del terreno), “el volumen para relleno será de 15,986,000 m3, el tipo de material que se empleará será tepetate y tezontle” (GACM, II-83). Este relleno se obtendrá de “bancos de préstamo” que “son las excavaciones a cielo abierto destinadas a extraer material útil para la construcción” (GACM, II-148). Es decir, los casi 16 millones de m3 de material, corresponden a dos minerales, tepetate y tezontle, que por supuesto necesitan ser extraídos de minas. Ante esto, la pregunta es de dónde se propuso sacar este mineral.

La explotación de bancos señalados en la MIAMR (en ella se incluye un mapa sólo con 13), que cuentan con “autorizaciones en materia ambiental”, y que podrían ser usados, son: Netzahualcóyotl, San Miguel, La Esperanza y La Providencia, todos con Aglomerado; Ixtlahuaca con Andesita; Santa Catarina, Tlahuilco, Tepexpan y Totolcingo todos con Tezontle; y los Municipio de Ixtapaluca y Chimalhucán, ambos con arena, grava, tepetate y tezontle (GACM, II-149).

En otro documento, Proyecto de Apoyo Ferroviario. Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México” (AMF-SCT, sf), se indica que producto de las obras de las tres primeras pistas, se necesitarán “36.56 millones de toneladas de material pétreo para pre carga de suelo de cimentación”. Ante la necesidad de este material, el Proyecto muestra con mapas, la localización de las minas cercanas. Sobre las minas de basalto (para la cimentación), indica que hay 547 en un radio de 250 kilómetros del nuevo aeropuerto; 488 en un radio de 150 kilómetros; y 156 en un radio de 50 kilómetros. De minas de tezontle, apunta, hay 50 minas en un radio de 250 kilómetros, 41 en un radio de 150 kilómetros y 1 en un radio de 50 kilómetros (AMF-SCT, sf). Así, una gran cantidad de minas se presentan como “disponibles” para el NAIM. Aunado a esto, el Proyecto señala que “las minas contarán con grúas de cucharon de 25 toneladas cada una que permitan cargar un camión en rango de 3 minutos” (AMF-SCT, sf). De acuerdo con algunos de los trabajadores del NAIM, fueron destinados 5 mil camiones para transportar estos materiales.

En suma, en la MIAMR y el Proyecto, se muestra la gran cantidad de minerales requeridos para el relleno y la precarga del terreno, y también las minas disponibles para los requerimientos de la construcción, entre ellas 590 minas, en un radio de 250 km. La gran interrogante es, quérepercusiones socioambientales traería la explotación de tantas minas, muchas de las cuales necesitan explosivos para su extracción, lo que conlleva la destrucción de ecosistemas, del hábitat de los pueblos, de viviendas, entre otros. Hasta el momento, denuncian los pobladores cercanos, hay alrededor de 160 minas que en su inmensa mayoría han sido abiertas para el NAIM, muchas de las cuales indican, iniciaron de forma clandestina. Entonces, ¿es un proyecto de vida o es un proyecto de muerte?

 

Fuente:https:https://desinformemonos.org/la-mineria-que-empobrece-y-no-respeta-la-vida-en-mexico/?fbclid=IwAR0ZQTtRJ1IrTR49TWFFGGallMkzxnc1AXHdtkD-JaxQnTD77UlUrQq9za0

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Derechos indígenas y políticas gubernamentales en minería

Malas noticias para el Presidente de la República. En su conferencia mañanera del 18 de marzo pasado el titular del Poder Ejecutivo anunció que

 

ya no se otorgarán más concesiones mineras en el territorio nacional, al tiempo que también afirmaba que no se cancelará ninguna de las que se otorgaron por gobiernos anteriores.
Se mantienen las concesiones, no se revocan, así de claro, para que no salgan nuestros adversarios a decir que se está perjudicando a la iniciativa privada o a la inversión extranjera. Ya no vamos a dar más, porque, ¿para qué quieren más?, ya es mucho.
Aprovechó para invitar a las mineras canadienses, sólo a ellas, a las de otra nacionalidad no, para que actúen como lo hacen en su lugar de origen donde, según dijo, las normas que regulan de la actividad minera son menos permisivas y por lo mismo provocan menos daños sociales, ambientales.

Las declaraciones del Presidente de la República no inquietaron a los empresarios mineros porque, como él mismo dijo, en los pasados 36 años, se entregaron concesiones como nunca, dejando un cuarto del territorio en manos de los empresarios mineros, que por su extensión tardarán mucho en explotar. Dada la situación, suspender el otorgamiento de concesiones no implica recuperar el mineral en beneficio de la nación, para hacerlo se requiere revisar el proceso de otorgamiento y cancelar las que no se hayan otorgado conforme a derecho que son, al menos, las que se han otorgado contraviniendo el derecho de los pueblos indígenas a la autonomía, el territorio, acceso preferente a los recursos naturales en ellos existentes y la consulta previa, libre, informada y culturalmente adecuada.

En esa situación los pueblos indígenas han tenido que enfrentar las ilegales decisiones gubernamentales y la actitud belicosa de las empresas mineras que por nada quieren dejar de apoderarse de los minerales. Para hacerlo recurren a su organización, la movilización y el uso del derecho, exigiendo a los tribunales anulen las concesiones otorgadas a las empresas por ser violatorias de sus derechos. La combinación de la denuncia, la movilización y los argumentos judiciales ha dado buenos resultados y en la mayoría de los juicios el Poder Judicial ha reconocido la razón que asiste a los pueblos, ordenando que se declaren nulas o inexistentes las concesiones impugnadas. Contra la determinación del Presidente de la República de no cancelar las concesiones mineras que violentan los derechos de los pueblos indígenas, los tribunales lo están haciendo en los casos que los indígenas lo solicitan.

El caso más reciente es la sentencia dictada el 5 de marzo de 2019, en el juicio de amparo 445/2015, tramitado ante el juzgado segundo de distrito en materia de amparo civil, administrativa y de trabajo y de juicios federales en el estado de Puebla, que fue presentado por el comisariado ejidal de Tecoltemi, cuyos miembros pertenecen a la comunidad nahua. En la sentencia la juez que conoció del caso afirma que si en un determinado cuerpo normativo en el que se afecten derechos de las comunidades indígenas, no está regulado el derecho a la consulta y, por ende, a la obtención del consentimiento libre e informado, debe concluirse que existe una vulneración a derechos fundamentes de dichas comunidades. Con base en base en ese argumento ordenó a la Dirección General de Regulación Minera de la Secretaría de Economía, dejar insubsistentes los títulos de concesión impugnados y al Congreso de la Unión que legisle sobre la materia.

Frente a la evidencia de que las concesiones mineras otorgadas sobre los territorios indígenas violan los derechos de los pueblos indígenas, el Presidente de la República tiene argumentos para matizar su postura y en lugar de no revocar las concesiones, inicie un proceso de revisión de ellas y las que se hayan extendido conforme a derecho dejarlas vigentes pero las que no, cancelarlas. Otra medida que puede tomar es enviar un memorándum a las autoridades correspondientes para que dejen de litigar contra los pueblos indígenas, como lo vienen haciendo cada que un pueblo les gana un juicio, porque eso equivale a defender de oficio a las empresas. De no tomar medidas en este sentido, el Presidente de la República podría seguir enfrentando el descontento de los pueblos. Y eso no es bueno para la Cuarta Transformación que se propone impulsar en el país.

 

Fuente:http://www.remamx.org/2019/04/derechos-indigenas-y-politicas-gubernamentales-en-mineria/

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Poder judicial evita hablar sobre inconstitucionalidad de Ley Minera

La comunidad de Tecoltemi interpuso un juicio de amparo en contra de la Secretaría de Economía por haber entregado dos concesiones a Minera Gorrión, filial en México de la empresa canadiense Almaden Minerals

Un juzgado federal tuvo la oportunidad de resolver sobre la inconstitucionalidad de la Ley Minera, luego de que la comunidad nahua de Tecoltemi, en la Sierra Norte de Puebla, pidiera la revisión de las concesiones otorgadas sobre su territorio a la empresa canadiense Almaden Minerals, pero también el análisis a fondo de varios artículos de esa legislación, alegando que son contrarios a los derechos de los pueblos y comunidades indígenas.

Tecoltemi, acompañada por Fundar Centro de Análisis e Investigación y el Consejo Tiyat Tlali, interpuso un juicio de amparo en contra de la Secretaría de Economía por haber entregado dos concesiones a Minera Gorrión, filial en México de la empresa canadiense Almaden Minerals, sobre el territorio de la comunidad, sin consulta ni consentimiento previo.

La demanda fue también contra el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República por haber emitido diversos artículos de la Ley Minera, cuyo contenido es contrario a los derechos de los pueblos indígenas y ejidos, reconocidos estos en tratados internacionales, como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en los artículos 27 y 2 de la Constitución.

Para emitirla, la jueza Yolanda Velázquez Rebollo debía revisar varios artículos de la legislación minera –entre ellos el sexto que establece a la minería como preferente por encima de cualquier otro uso en el terreno– y definir si son contrarios a la Constitución, “pero solo hizo la revisión a medias”, afirma Itzel Silva, abogada de Fundar. La defensora asegura que la jueza buscó una salida legal para no pronunciarse sobre los artículos que se le solicitaron.

“No hace el análisis de fondo alegando suplencia de la queja; es decir, argumenta que el problema es que hay una omisión en la ley minera, al no estar armonizada ésta para incorporar la consulta a las comunidades indígenas y su consentimiento previo antes de otorgar una concesión a una empresa, entonces decide ordenarle al Congreso de la Unión hacer esa armonización, pero eso puede resultar innecesario y hasta confuso”, sostiene Silva.

La abogada explica que la obligación de consultar a las comunidades en estos casos está considerada ya en la Constitución y en tratados internacionales que México debe cumplir, “cuando resuelve esto de armonizar la ley parece incluso que las autoridades no hubiera tenido la obligación legal de hacer la consulta y tener el consentimiento previo, porque la legislación minera no lo pide, y eso es falso”.

Al resolver de esa manera la jueza confunde y se queda corta, agrega Silva,“para no entrar a la revisión de fondo del artículos como el sexto constitucional que, al dar preferencia a la minería sobre cualquier otra actividad, faculta a las autoridades a entregar a empresas las tierras y territorios de los pueblos indígenas y de los ejidos”. Ante esto la defensa legal de la comunidad de Tecoltemi está evaluando si impugna la sentencia de Velázquez Rebollo.

Lo bueno

Pese a todo, la sentencia resultó favorable a la comunidad nahua. La jueza concedió a Tecoltemi el amparo y protección de la justicia, al reconocer no sólo la violación al derecho a la consulta, sino también al consentimiento previo, libre e informado y al determinar que las concesiones mineras otorgadas a Almaden Minerals son ilegales.

Debido a esa ilegalidad, el juzgado ordena a la Secretaría de Economía declararlas insubsistentes y dar una nueva respuesta a la empresa respecto de su solicitud original de concesiones, pero esta vez considerando que están en el territorio de una comunidad indígena

La autoridad judicial reconoce en su resolución que Tecoltemi cuenta con una protección jurídica específica, con base en lo establecido por la Constitución y el Convenio 169 de la OIT. También reconoce que basta que la comunidad se auto adscriba al pueblo nahua para que se le deba reconocer como tal.

En este sentido, el Juzgado rechaza las afirmaciones de la empresa minera, quien de manera reiterada aseveró durante el juicio que en el municipio de Ixtacamaxtitlán, afectado por las dos concesiones, no existe población indígena. De hecho, el Juzgado advierte que el territorio de Ixtacamaxtitlán “es el que legítimamente corresponde a los pueblos originarios de la zona”.

“La declaración de que son ilegales esas concesiones y la resolución de que se declaren inválidas son relevantes no solo para Tecoltemi, sino para que otras comunidades puedan impugnar estos permisos otorgados de forma ilegal en sus territorios”, subraya Silva.

 

Fuente:http://www.remamx.org/2019/04/poder-judicial-evita-hablar-sobre-inconstitucionalidad-de-ley-minera/

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Mezcala, Guerrero: la maldición de una mina que no atrajo progreso, sino violencia

 “La mina se convirtió en la maldición de Mezcala”, expresó un habitante de este poblado ubicado en una de las vetas más importantes del país conocida como El cinturón de oro del río Balsas y que actualmente explotan empresas canadienses como Leagold Mining y Torex Gold, asentadas en los municipios de Eduardo Neri y Cocula, respectivamente.

En esta franja de la entidad, donde el aire quema la piel y los cerros cortados en tajo se tiñen de rojo al atardecer, actualmente operan grupos armados que mantienen una confrontación por el control de las ganancias que genera la industria minera a cielo abierto, así como la producción y trasiego de heroína de Guerrero a Estados Unidos, de acuerdo con reportes oficiales.

Los informes refieren que las autoridades estatales tienen identificado un grupo armado que opera en Mezcala, vinculado a la banda delictiva que dirige Onésimo El Necho Marquina Chapa, afincado en Tlacotepec, y quien mantiene una guerra con Issac El Señor de la I Navarrete Celis, señalado como líder del Cártel del Sur.

Esta situación ha provocado una espiral de violencia que ha dejado un número indeterminado de personas asesinadas, desaparecidas y desplazadas en los municipios de la Sierra y la región Centro de la entidad, una zona que se caracteriza por la riqueza natural explotada por empresas extranjeras con el aval de autoridades de los tres niveles de gobierno.

Incluso, el gobernador Héctor Astudillo Flores y el alcalde morenista de Iguala, Antono Jaimes Herrera, firmaron un convenio con empresarios para exentar del pago de impuestos hasta en un 80% a empresas mineras canadienses asentadas en la entidad.

A principios de este mes, el gobierno estatal difundió públicamente la firma del convenio para el desarrollo económico, incentivos fiscales, fomento a la inversión y de transparencia municipal donde estuvo presente el presidente del Clúster Minero y representante de la minera Media Luna, Alfredo Phillips y Julián Urióstegui Carbajal, dirigente del Consejo de Cámaras Industriales y Empresariales del estado de Guerrero (Concaingro).

A pesar de que la industria minera genera empleos directos e indirectos, el grueso de la población que habita en la franja minera del río Balsas de la zona de Mezcala subsiste de la actividad agrícola, pecuaria y acuícola porque la falta de desarrollo profesional le impide ocupar cargos bien remunerados en las empresas mineras que explotan la riqueza de la tierra.

“La maldición de Mezcala es la mina, nosotros como campesinos no podemos trabajar y ganar buen dinero en las empresas y desde que ellos llegaron el pueblo está destruido, mire cómo está la situación”, expresó un habitante de este lugar, mientras observa cómo policías estatales desalojaban a un grupo de manifestantes que bloqueaban la carretera federal México-Acapulco.

El desarrollo minero en Mezcala atrajo a la delincuencia y “ahí están las consecuencias”, indicó el poblador.

El gobierno estatal informó ayer por la noche que detuvo a tres hombres y un menor de edad durante el desalojo de la vía federal, además de que anunció el decomiso de tres autos y dos motocicletas.

A través de un comunicado oficial, las autoridades estatales afirmaron que el bloqueo carretero fue realizado por “habitantes de diversas comunidades de la sierra”.

La protesta de los ciudadanos se realizó luego de que, un día antes, fueron detenidos dos jóvenes acusados por las autoridades estatales de participar en los asaltos contra turistas sobre la autopista del Sol.

La inversión minera

En marzo de 2016, Proceso publicó el reportaje titulado “Inversión millonaria en territorios del narco en Guerrero”, donde se informó que los proyectos de desarrollo de la industria minera y portuaria contemplados por el gobernador Héctor Astudillo Flores estaban enfocados en zonas controladas por el narcotráfico, donde la sociedad padece la extrema inseguridad y violencia, el desplazamiento masivo de personas y el colapso de la economía local.

De las cinco iniciativas incluidas en el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021 (PED) del gobierno estatal, destaca la construcción del puerto La Unión, obra anunciada desde 2007 por el entonces presidente panista Felipe Calderón en la comunidad de Petacalco, municipio de La Unión de Isidoro Montes de Oca, donde está la polémica termoeléctrica Plutarco Elías Calles que fue concebida como “una extensión” del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán.

Igualmente, se planeó establecer un eje minero que abarca municipios de las regiones de Tierra Caliente, Costa Grande Montaña, Centro y zona Norte, entre ellos Coyuca de Catalán, Zirándaro, Cutzamala, San Miguel Totolapan, Arcelia, Teloloapan, Buenavista de Cuéllar, La Unión, Eduardo Neri, Mochitlán y Quechultenango, indica el documento, cuya copia obtuvo Proceso.

Esta franja, donde Astudillo pretende impulsar dos de sus más importantes proyectos, es controlada por la delincuencia organizada. Ahí la confrontación entre bandas criminales ha exhibido también los nexos de políticos y autoridades de los tres niveles de gobierno y del Ejército con el narcotráfico, advirtió Proceso hace tres años.

La mina de Carrizalillo

La empresa Goldcorp comenzó en 2007 la explotación de oro y Plata en la mina de Los Filos y El Bermejal en las tierras comunales del poblado de Carrizalillo, ubicado en las inmediaciones de Mezcala, indican reportes oficiales.

Pese a que la trasnacional canadiense cuadruplicó sus ganancias, Goldcorp vendió en 2017, a su homóloga Leagold las minas de Carrizalillo en 438 millones de dólares.

A través de un comunicado, Goldcorp anunció que recibió 279 millones de dólares en efectivo y 71 millones en acciones, cifra que representa el 30 por ciento de su capital y señaló que obtendrá un reembolso de los impuestos por un monto de 88 millones de dólares.

Además, la empresa informó que, en 2015, generó 272 mil 900 onzas de oro y 194 mil onzas hasta septiembre de 2016 y en ese entonces el precio de la onza era de 854 dólares.

La mina de Carrizalillo tiene reservas estimadas de oro por 1.4 millones de onzas y 7.8 millones de onzas de plata, remata el comunicado de la empresa difundido hace dos años.

Este es el contexto de riqueza que genera la industria minera en la entidad que contrasta con la violencia y pobreza que se vive en la zona donde operan empresas extranjeras, principalmente de origen canadiense.

 

Fuente:http://www.remamx.org/2019/04/mezcala-guerrero-la-maldicion-de-una-mina-que-no-atrajo-progreso-sino-violencia/

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Megaminería tóxica en Baja California Sur: la lucha que no acaba

En marzo del año en curso el presidente Andrés Manuel López Obrador, en una reunión pública en Cabo San Lucas, les dijo a miles de sudcalifornianos: “No a la mina”, en referencia al proyecto de megaminería a tajo abierto Los Cardones; proyecto que con otros nombres diferentes empresarios y corporaciones de capital transnacional han intentado establecer durante más de una década en la Reserva de la Biósfera de la Sierra de la Laguna.

Tras años de lucha en contra de la minería, los diferentes grupos de activistas apoyados por miles de ciudadanos lograron, al parecer, tener el apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno, pues el presidente municipal de La Paz Rubén Muñoz del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), así como el gobernador del estado Carlos Mendoza Davis del Partido Acción Nacional (PAN) han señalado en diversas ocasiones que no permitirán el establecimiento de la megamina a tajo abierto; pero hasta ahora sólo ha sido de palabra, con dictámenes y con proyectos de ley. La tan anhelada prohibición aún no ha sido estipulada en un decreto oficial.

Cuando la ciudadanía se aprestaba a enfocar sus baterías para la integración de una ley que establezca zonas de salvaguarda contra la megaminería tóxica, principalmente en la Sierra de la Laguna, y en general en toda la entidad, se reactivó otro conflicto medioambiental: el del Proyecto Unidad Minera San Antonio, de la compañía minera Pitalla, SA de CV, que depende de Argonaut Gold Inc: complejo minero que también pretende ser establecido en la Sierra de la Laguna, en el municipio de La Paz, a sólo 45 kilómetros de la capital del estado, al centro de la parte sur de la media península.

Una nuevo trámite de aprobación para el cambio de uso de suelo de los terrenos en donde pretende ser emplazada la megamina, solicitado en febrero pasado a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reactivó el conflicto minero; pues los permisos de operación para tal proyecto ya han sido negados anteriormente. Los promoventes y los ciudadanos opositores se encontraron el pasado jueves 11 de abril en el Casino Bellavista en La Paz, para celebrar una Reunión Pública de Información coordinada por la Semarnat, sobre las implicaciones que el emplazamiento minero tendría en la región. A la entrada del edificio los opositores colocaron una lona que decía: “LA PAZ B.C.S. POR El AGUA Y LA VIDA NO A LA MINERÍA TÓXICA” (sic). Por un lado, los promoventes hablaron de los grandes beneficios económicos y laborales que según ellos dejan este tipo de proyectos; y por el otro, los activistas opositores expusieron los riesgos de contaminación de suelos y acuíferos, así como los altos niveles de consumo de agua que una empresa de tal magnitud conlleva y lo que ello significaría en un estado como Baja California Sur donde el agua escasea.

Cabe resaltar, además, la participación de varios expertos en el tema minero contaminante del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida y de otras agrupaciones, y la actitud de prepotencia e intimidación que los promoventes desplegaron ante la ciudadanía, pues a bordo de una camioneta llegaron al lugar alrededor de 15 guardias de seguridad privada del Grupo MAPIGA. Los elementos iban uniformados y portando esposas, gas pimienta así como detectores de metales. Algunos de éstos se apostaron en la entrada del edificio y revisaron las pertenencias de las personas opositoras al proyecto así como a los reporteros, en un acto a todas luces intimidatorio. El vocero de la Semarnat se limitó a hacer llamados a los guardias de seguridad para que abandonaran el lugar, pero éstos hicieron caso omiso. Además, algunos de ellos así como otros individuos vestidos de civil se dedicaron a fotografiar a los ciudadanos opositores y a los reporteros.

Durante el conflicto minero generado por el proyecto Los Cardones y en una reunión informativa, pero realizada en la cede del Cabildo Municipal en agosto de 2015, los empresarios mineros desplegaron una táctica similar, y además de acarreados llevaron al lugar a guardias de seguridad uniformados, quienes incluso estuvieron custodiando a los promoventes durante su exposición al interior de la sala de sesiones del Cabildo; los guardias fotografiaron y filmaron a varios activistas y reporteros en un acto, entonces sin precedentes, pero parece ser que los del proyecto La Pitalla aprendieron las marrullerías de sus colegas, además de que instauraron la revisión de efectos personales y emplearon un carro de sonido con un animador.

Los promoventes de La Pitalla llevaron a cientos de acarreados de las colonias más humildes de La Paz, así como a vecinos de otros lados, incluidas las comunidades de el Triunfo, San Antonio y Los Planes; y puede que algunos de los que llegaron con ellos, en los 17 camiones turísticos que usaron para la transportación, sean promineros convencidos a partir del conocimiento cabal de las negativas implicaciones de una megamina a tajo abierto para la extracción de oro; pero la mayoría fueron cooptados por un desayuno y una comida, una playera blanca con la leyenda “Sí a la mina” en letras verdes y 250 pesos pagaderos al final del evento. En internet, en diversos sitios y páginas de Facebook, están los testimonios: mensajes de texto, llamadas con las que convocaron a los acarreados, fotografías, así como declaraciones de algunos participantes (Consultar https://www.facebook.com/frenteaguayvidabcs/).

Los partidarios del proyecto minero La Pitalla han intentado amedrentar a los ciudadanos interesados en su devenir político-ambiental con un aparatoso grupo de seguridad privada; han pagado unos cuantos pesos por el aplauso de centenares de personas que acarrearon a la reunión informativa, y han comprado las fanfarrias de los ciudadanos más humildes del municipio de La Paz. Todo, ante una ciudadanía opositora a la megaminería que lleva luchando contra ésta más de una década, dentro de una sociedad cada vez más politizada y activa en el defensa de su territorio contra cualquier tipo de despojo, sobre todo el del extractivismo minero.

Roberto E Galindo

*Maestro en apreciación y creación literaria, arqueólogo y diseñador gráfico. Cursa el doctorado de novela en Casa Lamm. Miembro del taller literario La Serpiente.

 

Fuente:https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2019/04/24/megamineria-toxica-en-baja-california-sur-la-lucha-que-no-acaba/?fbclid=IwAR2AzSyLjJIwGY5CUsH9_Z7dyWe4gEn5l_iwzVfxo7wEd4FzDU1n4jv9Y-E

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Comunidad de Ixtacamaxtitlán gana amparo contra concesiones mineras

Determina que las concesiones reclamadas son ilegales, por haberse violado el derecho a la consulta y al consentimiento previo, libre e informado.

La Comunidad Nahua de Tecoltemi, en Ixtacamaxtitlán, Puebla, ganó un juicio de amparo en contra de la Secretaría de Economía por haber entregado dos concesiones mineras sobre su territorio sin consulta ni consentimiento.

En un comunicado, Fundar explicó que el juicio también fue interpuesto por la comunidad contra el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República por haber emitido diversos artículos de la Ley minera cuyo contenido es contrario a los derechos de los pueblos indígenas y ejidos reconocidos en tratados internacionales y en la Constitución.

En su resolución, el Juzgado concede a Tecoltemi el amparo y protección de la justicia, reconociendo no solo la violación al derecho a la consulta, sino también al consentimiento previo, libre e informado, y determinando que las concesiones mineras, cuya titular es la canadiense Almaden Minerals, “devienen ilegales, porque fueron otorgadas sin tomar en cuenta la opinión de la comunidad indígena afectada”.

Debido a esa ilegalidad, el Juzgado ordena a la Secretaría de Economía declararlas insubsistentes y dar una nueva respuesta a la empresa respecto de su solicitud original de concesiones, teniendo presente que se trata de territorio indígena..

La autoridad judicial reconoce en su resolución que Tecoltemi tiene carácter indígena y que por ello cuenta con una protección jurídica específica, señalando que, con base en lo establecido por la Constitución y el Convenio 169 de la OIT, basta que la comunidad se auto adscriba al Pueblo Nahua para que se le reconozca tal calidad y protección.

En este sentido, el Juzgado rechaza las afirmaciones de la empresa minera, quien de manera reiterada aseveró durante el juicio que en el municipio de Ixtacamaxtitlán, afectado por las dos concesiones, no existe población indígena.

El juzgado estableció que el Congreso de la Unión ha incumplido con su obligación de adecuar la Ley Minera para incorporar en ella el derecho a la consulta y al consentimiento previo libre e informado.

En este sentido, la autoridad judicial señala que el poder legislativo ha incurrido en una omisión legislativa relativa, que genera una  situación inconstitucional.

La sentencia fue dictada por el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa, de Trabajo y de Juicios Federales en el Estado de Puebla, el pasado 11 de abril y está sujeta a impugnación por cualquiera de las partes involucradas en el juicio.

 

Fuente:https://www.poblanerias.com/2019/04/comunidad-de-ixtacamaxtitlan-gana-amparo-contra-concesiones-mineras/?fbclid=IwAR3hiREvoY9igt0AONlE1f6l3KlEwYAthfmi5GhHv5rIVFtGrR2RsyLxy-g

Mexico

Juzgado concede amparo a comunidad indígena contra concesiones mineras

Determina que las concesiones reclamadas son ilegales, por haberse violado el derecho a la consulta y al consentimiento previo, libre e informado.
Reconoce que Tecoltemi es una comunidad indígena, bastando su auto adscripción al pueblo Nahua, para tal reconocimiento.
Este 22 de abril la Comunidad Nahua de Tecoltemi, en Ixtacamaxtitlán, fue notificada de la sentencia que el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa, de Trabajo y de Juicios
Federales en el Estado de Puebla dictó el pasado 11 de abril dentro del juicio de amparo 445/2015. El juicio fue interpuesto por la comunidad, acompañada por Fundar y el Consejo Tiyat Tlali, en contra de la Secretaría de Economía por haber entregado dos concesiones mineras sobre su territorio sin consulta ni consentimiento. La demanda fue también contra el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República por haber emitido diversos artículos de la Ley minera cuyo contenido es contrario a los derechos de los pueblos indígenas y ejidos reconocidos en tratados internacionales y en la Constitución.
En su resolución, el Juzgado concede a Tecoltemi el amparo y protección de la justicia, reconociendo no
sólo la violación al derecho a la consulta, sino también al consentimiento previo, libre e informado, y
determinando que las concesiones mineras, cuya titular es la canadiense Almaden Minerals, “devienen
ilegales, porque fueron otorgadas sin tomar en cuenta la opinión de la comunidad indígena afectada”.
Debido a esa ilegalidad, el Juzgado ordena a la Secretaría de Economía declararlas insubsistentes y dar
una nueva respuesta a la empresa respecto de su solicitud original de concesiones, teniendo presente
que se trata de territorio indígena.
La autoridad judicial reconoce en su resolución que Tecoltemi tiene carácter indígena y que por ello
cuenta con una protección jurídica específica, señalando que, con base en lo establecido por la
Constitución y el Convenio 169 de la OIT, basta que la comunidad se auto adscriba al Pueblo Nahua
para que se le reconozca tal calidad y protección. En este sentido, el Juzgado rechaza las afirmaciones
de la empresa minera, quien de manera reiterada aseveró durante el juicio que en el municipio de
Ixtacamaxtitlán, afectado por las dos concesiones, no existe población indígena. De hecho, el Juzgado
advierte que el territorio de Ixtacamaxtitlán “es el que legítimamente corresponde a los pueblos
originarios de la zona”.
Vale la pena apuntar que la titular del juzgado establece que “reconocer las especificidades de los
pueblos indígenas conlleva la obligación del Estado a consultarlos para evitar patrones de desigualdad
durante cualquier proceso de decisión, ya sea de carácter legislativo o administrativo”.
En cuanto a la solicitud de Tecoltemi de revisar diversos artículos de la Ley Minera, el Juzgado no
analizó los argumentos de inconstitucionalidad planteados por la comunidad, por lo que no examinó el

contenido del articulado a la luz de la protección que los tratados internacionales y la Constitución
reconocen para pueblos indígenas y ejidos. En su lugar, el juzgado estableció que el Congreso de la
Unión ha incumplido con su obligación de adecuar la Ley Minera para incorporar en ella el derecho a la
consulta y al consentimiento previo libre e informado. En este sentido, la autoridad judicial señala que
el poder legislativo ha incurrido en una omisión legislativa relativa, que genera una situación
inconstitucional. La titular del juzgado de amparo señala que “el resultado del derecho a la consulta
previa de los pueblos y comunidades indígenas debe reflejarse en el contenido de la norma, que
garantice a su vez su derecho a la libre determinación y a la obtención del consentimiento libre e
informado”.
Hay que recordar que la comunidad reclama centralmente que la Ley Minera contraviene la
Constitución y los tratados internacionales porque, al dar preferencia a la minería, permite que las
autoridades entreguen a las empresas los territorios de las comunidades. Tecoltemi y quienes le
acompañamos seguiremos reclamando tales violaciones.
Es importante aclarar, dadas recientes declaraciones de Almaden Minerals relacionadas con la
sentencia, que las concesiones mineras materia del juicio de amparo (Cerro Grande y Cerro Grande 2,
otorgadas en 2003 y 2009 respectivamente), son aquellas sobre las que la empresa pretende instalar
una mina de oro y plata a cielo abierto. Es falso que dichas concesiones hayan sido canceladas
previamente y que su proyecto de extracción se encuentre sobre unas concesiones diferentes. Ya
Fundar y el Consejo Tiyat Tlali han informado previamente que durante más de tres años, la empresa
intentó cancelarlas para que el juicio concluyera sin sentencia, pero un Tribunal Colegiado determinó
en febrero de 2018 que la Secretaría de Economía no podía autorizar a la canadiense dicha cancelación
porque ello iría en contra de una orden de suspensión que el Juzgado de amparo otorgó a la
comunidad desde el inicio del caso.
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Cabe señalar que la sentencia emitida está sujeta a impugnación por cualquiera de las partes
involucradas en el juicio, por lo que aún puede pasar algún tiempo para contar con la definitiva.

Contacto:
consejotiyattlali@gmail.com Cel. (044) 2331045534 y (044) 2225488060
Diana Amador. Coordinadora de Comunicación Fundar: dianaa@fundar.org.mx

 

 

Mexico

Municipio de Ocotlán ¡Declarado Territorio Libre de Minería!

Hermanas y hermanos de Ocotlán, Oaxaca hemos recibido el comunicado que con motivo del 100 Aniversario de Emiliano Zapata han distribuido, en el que dan a conocer, que a través de un acta de Sesión Solemne de Cabildo el H. Ayuntamiento de Magdalena Ocotlán, el Presidente del Comisariado de Bienes Ejidales y la comunidad de Magdalena Ocotlán declararon al Municipio como “Libre de Minería”.

En la Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería nuestros corazones están de fiesta y les hacemos llegar una felicitación, un gran abrazo y nuestro agradecimiento por este logro y por la lucha ejemplar que han venido dando con el firme propósito de defender su tierra, sus bienes naturales comunes, su autonomía, su libre determinación y su cultura zapoteca. Nuestras luchas se hermanan en contra del modelo extractivo que hoy como nunca amenaza con más fuerza.

Este acto se suma a la defensa por la vida que a lo largo y ancho del país se viene realizando por declarar “Territorios Libres de Minería”, por evitar que los consorcios mineros de capitales de privados mexicanos y extranjeros sigan saqueando y devastando nuestros bienes comunes naturales; por defendernos del despojo de la tierra, el agua, el aire, el ambiente sano, de los procesos identitarios ancestrales. La minería nos arranca todo, todo lo que somos como pueblo, como comunidad, como nación.

Nos unimos a su demanda de cancelación de todas las concesiones mineras en sus comunidades y por la salida del consorcio minero Fortuna Silver Mines-Cuxcatlán que desde 2009 impacta gravemente su territorio.

¡POR MÁS TERRITORIOS LIBRES DE MINERÍA!
¡Cancelación Total a las Concesiones Mineras en México!
¡No Más Proyectos de Muerte!

RED MEXICANA DE AFECTADAS/OS POR LA MINERÍA
Red Mexicana de Afectadas/os por la Minería (REMA)

Fuente:https://movimientom4.org/2019/04/municipio-de-ocotlan-declarado-territorio-libre-de-mineria/